[#IMusic]: Al rescate.

[#IMusic]: Al rescate.​

Andaba como lobo solitario en algún bosque de aquella tierra media, hace algunas horas había dejado mi manada atrás para cazar. Sin éxito, me encontraba vagando en aquel nemoroso ecosistema; trás pasar por entre unos árboles volví a mi forma humana, ahora caminaba erguido y con algunos arapos apenas cubriendo la parte inferior de mi cuerpo. De pronto, entre la maleza pude ver un hombre que portaba una brillante armadura, se encontraba herido de gravedad, tal vez de muerte diría yo, pues desde un costado de su armadura corría mucha sangre pero sin estar esta estropeada de alguna forma... A duras penas caminaba apoyado de un gran estandarte, pude darme cuenta por sus colores que pertenecía a la armada del Reino próximo al bosque. Sin pensarlo me acerqué a él.

—Valiente caballero, ¿qué te trae por esta ruta y cómo es que te encuentras tan gravemente herido? —Le pregunté, tratando de ayudarlo a recostarse al pie de un árbol.
—Gracias buen hombre —me dijo dejando de lado el estandarte —. Me han herido en batalla, mientras iba de camino a rescatar a la princesa de nuestro reino —.
—¿Rescatar a la princesa? ¿De qué hablas? —Le pregunté confundido, quitándole el yelmo que llevaba puesto, para así permitirle respirar.

Los detalles de su rostro ahora no eran de gran importancia...

—La... La princesa ha sido encarcelada por un maligno hechicero para sus oscuros propósitos —me contestó, contándole cada vez más articular las palabras.
—¿Y has ido tú solo a por ella? —Le volví a preguntar.
—Heh, s-sí, junto a mi corcel, pero he tenido que dejarlo atrás —me respondió.
—Tal vez por eso has salido herido... —Le dije.

Este hombre estaba muriendo frente a mí, necesitaba ayudarlo...

—Escuchame; no te conozco, no me queda mucho tiempo y lo sé, no hay nada que puedas hacer para salvarme... Pero, necesito pedirte algo —me dijo —. Un simple hombre como yo no podrá rescatar a la doncella y enfrentarse a un hechicero... P-pero tal vez un hombre lobo si pueda —.
—¿Hombre lobo? ¿De qué hablas? —Le pregunté sorprendido.
—Hombre, he estudiado la licantropía desde hace muchos años, en el instante en que te vi me di cuenta; el cabello por todo tu cuerpo, el color dorado cual oro de tus ojos... —Me explicó.

Supo de mi licantropía desde que me vio y aún así no huyó de mi o decidió enfrentarme, tal vez por la condición en la que se encontraba... Él quería que yo terminara su misión; conocía a la hija del rey y como a todos los habitantes de esta tierra media siempre me pareció muy hermosa, pése a haberla visto muy pocas veces, pues siempre viví al margen de la sociedad junto a mi manada.

—Aceptaré tu encomienda —le dije.
—Bi-en... Me alegra oír eso. Hacia el este de aquí está la mazmorra donde se encuentra el poderoso brujo, justo de donde me encontraste caminando; pero ten cuidado amigo mío, al llegar puede que debas enfrentarte a numerosos peligros —me explicó.
—Heh, tranquilo, ya casi anochece —le respondí.

En eso me sonrió, como si supiera a lo que me refería. Luego dejó de respirar y su mirada quedó fijamente pérdida en el cielo. Con mi mano cerré sus ojos.

Sin perder tiempo y como pude le quité la armadura, luego me la puse: una cota de malla protegiendo mi torso, un grueso pantalón y botas de cuero, una larga túnica de color celeste que se abría s la altura de las piernas, sobre todo esto un peto, espaldar, gola, guantes, hombreras y codales, además del gran yelmo. También tomé sus armas, una filosa hacha de una mano, un arco y un carcaj repleto de flechas. Me coloqué todo encima. Todo esto sumaba un gran peso sobre mi cuerpo pero esto no supondría un problema.

Abrí un hoyo junto al árbol sobre el cual habíamos estado hablando, tomé el cuerpo de aquél hombre del cual ni su nombre conocía, lo puse en el hoyo y con tierra lo cubrí, sobre él deje el estandarte que portaba.

Comencé a dirigirme hacia donde me lo había indicado aquél hombre; como licantropo podía correr grandes distancias a muy grandes velocidades, crucé un largo y espeso bosque lleno de altos y frondosos árboles, sin darme cuenta y tan pronto como anocheció me vi cerca del lugar que se me había destinado. Una gran torre cual formación rocosa, en ella resaltaban grandes cristales de color púrpura y algunas estructuras sobre ella, como las de un castillo; entre las cuales sobresalía una alta torre, ahí debía estar la princesa. Se encontraba resguardada por una tosca y no muy alta muralla y a sus afueras se encontraban numerosas criaturas que desprendían un oscuro aura entre las cuales destacaban dragones de aspecto feroz y del tamaño de un hombre promedio. Yo solo no podría enfrentarme a todo eso... Entonces lo sentí, aquella sensación fluir a través de mí, miré al cielo y ahí estaba un brillante luna llena.

Sentía el cabello atravesar la cota de malla, los colmillos crecer en mi boca, garras en mis manos y un inminente hocico formándose en mi cabeza, orejas peludas crecer en mí, tuve que sacarme el yelmo; pero entonces tomando hacha en mano y como loco supe lo que tenía que hacer: desde mi interior salió un gran aullido y de distintas partes del bosque obtuve respuestas al poco tiempo...

—Son ellos... —Murmuré, ahora con un gruesa y forzada voz.

En unos instantes, y con una transformación completada, me vi rodeado de licantropos y lobos. Y como un ejército que sabe lo que debe hacer decidieron apoyarme y juntos hacer frente a aquellas criaturas, como sí mi aullido les hubiese dicho que hacer más que sólo llamarlos.

A la luz de la luna aullaría mi manada...

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-Esta es mi contribución para la actividad de @Fenix Parker #IMusic. Mi primer song-fic. Espero guste y no haya quedado tan tocho y forzado como yo lo veo.