Aléjate de mi (SxS)

Aléjate de mí (SxS)

Aléjate de mí


Personajes: Sakura Haruno, Sasuke Uchiha
Tema: “Aléjate de mi” de Camila
Nro de cap: 2


Primera parte


Sus ojos denotaban tristeza, esos orbes fénix que algún día lo único que mostraban era sed de venganza ahora se plasmaban en el inmenso mar frente suyo, en el incesante vaivén de las olas, y en su manso rumor al morir en las rocas. Aquellos ojos que jamás permitirían mostrar algún tipo de dolor, ahora se mostraban afligidos por lo que fueron los efímeros momentos que la tuvo a su lado, por las pocas horas que no aprovecho para decirle lo que su corazón se lo pedía, quizás fue porque jamás quiso aceptar que podía haber un poco de amor en su interior, tal vez jamás quiso aceptar que se había enamorado…​

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Había sido una dura batalla, después de haber empezado la 4ta guerra ninja y de haberse formado la alianza shinobi, se podría decir que Akatsuki estaba rodeado. La guerra estaba prácticamente ganada a favor de la gran alianza.

Una pelirrosa iba de camino hacia una de las tiendas destinada especialmente a los heridos para poder atenderlos, pero antes que continúe con su camino un sonido llamó su atención. Escuchó gemidos, que supuso era de una persona herida así que no dudó en ir a revisar como buen ninja medico.

Quitó los arbustos que le estorbaban el paso, miró a los alrededores hasta que por fin lo encontró. Sus ojos jade se abrieron como platos pues no creía lo que divisaba, tragó saliva y dudó en acercarse, sus músculos no se lo permitían, o mejor dicho, su corazón no se lo permitía, ese corazón al cual le había prohibido renacer todo sentimiento por ese pelinegro que varias veces le había lastimado. Ya no quería volver a sufrir, pero no podía dejarlo en tan grave estado.

Miró hacia atrás y se fijo que no hubiera nadie cerca, tal vez Konoha no se lo perdonaría jamás pero solo hizo lo que su instinto demandaba.
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— ¿Dónde está Sakura? ¿Alguien la ha visto?— interrogaba Shizune a los demás médicos de la tienda. Habían pasado varias horas en la cual ella ya había de haber aparecido. Pensó de inmediato que tal vez haya sido capturada por los enemigos y dio aviso rápidamente.
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Sus orbes fénix empezaban a abrirse después de haber caído inconsciente, trataba de acostumbrarlos a la luz radiante que no le permitía ver con claridad. Se levantó un poco con ayuda de sus brazos hasta que escuchó una voz sutil demasiado conocida para él y que poco le agradaba escuchar.

—No te levantes— le ordenó aquella voz —tus heridas pueden abrirse otra vez si lo haces…
El pelinegro entrecerró los ojos para verla mejor distinguiendo solo su perfil.

— Sakura…— susurró. La miró fijamente por unos segundos, pensaba que seria Karin o alguno de sus aliados quienes lo habian ayudado pero despues de reflexionar un rato se dio cuenta que lo habian abandonado y volvió a caer en su lecho. —no debiste hacer esto…

— ¿hacer qué? ¿Preferirías que te dejara morir?— le contestó seca al mismo estilo del Uchiha.

El pelinegro dio una leve carcajada burlandose de ella asi como lo hacia hace varios años atras, con el mismo desprecio, con la misma frialdad e indiferencia con esos mismos ojos que disminuian a cualquiera con solo clavarse en su penetrante mirada, con esa aptitud tan desafiante y con su misma forma de ser... era el mismo de siempre, el mismo o tal vez peor.​

—Eso hubiese sido mejor a que tú me rescataras— se burló.​

Sakura solo calló, no veia razon por la cual seguir con una discusion absurda, ni mucho menos tener que soportarlo a él.​

El Uchiha trató de levantarse para demostrarle que no necesitaba de nadie para salir de esa situacion. Sintio una fuerte punzada en el abdomen proveniente de una de sus heridas, gimió al sentirlo, casi grita de dolor pero su orgullo se lo impedia al encontrarse frente a la ojijade. Esta al escucharlo corrio pronto a atenderlo, ayudandolo a recostarse nuevamente con el fin de terminar de curar sus heridas.​

Al sentirse humillado ante Sakura, tiró las cosas que estaban cerca con mucha fuerza, estaba furioso que terminó empujando a la pelirrosa.​

—!Vete!— bramó exasperado —!Largate! no necesito de la ayuda de nadie.​

La joven miraba con rabia el comportamiento del Uchiha, mordiendose los labios de la impotencia de no poder decirle algo, pues si lo hacia solo empeoraria las cosas. No podia lidiar con su aptitud, pues parecia una bomba de tiempo que explotaria en cualquier momento​

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Todos los ninjas de la aldea se movilizaban para dar con el paradero de la pelirrosa, Naruto más que todos, pasaba horas buscándola sin ningún resultado su preocupación llegaba al límite. No podía aceptar que algo malo le hubiese pasado.

— ¿Hay algún rastro?—preguntaba preocupado a otro ninja que la buscaba.

—No… nada— espetó resignado.

—Tenemos que continuar— decía el rubio partiendo nuevamente en su búsqueda.

Y así pasaban los días, hasta que se volvieron semanas. Nadie sabía de la muchacha de ojos jade, nadie daba con su paradero tal pareciese que se la hubiese tragado la tierra. Muchos creían lo peor, y con pocas esperanzas salían reducidos equipos a buscarla.
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Sus heridas ya cicatrizaban, estaba prácticamente sano y en buen estado como para abandonar ese escondite donde se ocultaba con la pelirrosa. No podía comprender porque lo ayudaba pese a que ella sabía muy bien que en sus planes estaba destruir por completo su aldea, se arriesgaba por él como si podría lograr que cambie aunque ella sabía que no lo haría.
Arriesgaba su vida, su aldea, su reputación como ninja al estar con él, pero eso parecía importarle poco. Tal vez los de Konoha ya se habían enterado y la estarían buscando por traición a la aldea y por ayudar a su “enemigo”, pero en ningún momento se preocupo de aquello.

La forma en que lo atendía, sus cuidados, su timidez al acercarse al Uchiha, su forma tan sensible de ser y a la vez tan fuerte, sus ojos jade a veces tristes y melancólicos que trataban de esquivar sus miradas por miedo, parecían haber despertado algo en el corazón frio y seco del pelinegro. A veces le dolía el corazón y la cabeza por no entender lo que era o más bien, por no querer aceptar lo que empezaba a sentir.

Los últimos días se habían tornado tediosos para ambos aunque para Sakura lo había sido desde el principio, pero para Sasuke… con solo verla entrar en aquella cueva cada vez que salía por algo de comida, sentía alivio por no estar solo aunque eran pocas veces en las que cruzaban palabras, pero a la vez sentía la necesidad de no volver a verla porque cada vez que lo hacía algo inexplicable crecía dentro de él, cosa que le incomodaba bastante. A veces, durante las noches pensaba en irse pero ese algo se lo impedía cada vez que la veía dormir, y lo peor de todo es que no entendía el porqué.
Ella actuaba lo más fría que podía, aunque parecía no salirle mucho. Se había jurado así misma y prohibirle a su corazón volver a sentir algo por ese Uchiha que tanto le había hecho sufrir, que le hizo derramar tantas lágrimas en vano por muchos años, ahora no estaba dispuesto a hacerlo nunca más. Pero le molestaba tanto su presencia que no entendía el porqué de su actitud al ayudarlo, iba en contra de sus promesas y en contra de su mente y razón, pero por más que se lo impidiese su corazón nunca iba a dejar de amarlo.

Y después de todos esos días, una pregunta tal vez bastante esperada llegó.

— ¿Por qué?— exigió saber el llamando la atención de la chica. ¿Por qué? Ni ella parecía saberlo. ¿Porque le había salvado? ¿Por qué no lo dejo morir cuando lo vio en el bosque con profundas y sangrantes heridas que lo obligaban a abandonar esta vida?

— ¿Por qué?—pregunto ella también como si se extrañara por la pregunta aunque la sabía a la perfección pero no le hallaba respuesta. —No lo sé.

El ahogó una risa seca, típico de él. La miro fijamente a los ojos logrando que ella baje su mirada y con algo de dificultad se puso de pie frente a ella.

Acercó su cuerpo acorralando el de la pelirrosa contra la pared de la cueva, apoyó su cuerpo con ayuda de su brazo y cerca de su oído dijo: — porque sigues siendo la misma niña de antes.
Cuando estaba a punto de retirarse, la voz desafiante de la joven lo detuvo.

—ya no lo soy.

Ambas miradas se cruzaron nuevamente quedando condensadas e hipnotizadas entre ellas sin ninguna razon explicable, se miraban fijamente concentrados uno al otro como si fuesen lo unico que existiese en el mundo, sus corazones empezaban a acelerarse al mismo compás y sus manos temblaban al sentirse cada vez mas cerca. Y ambos sin saber porque empezaban a acercar sus rostros de una forma lenta pero certera. Juntaron sus labios fundiéndose en un beso, tal vez demasiado confuso, pero quizás solo bastaba eso para que ella aceptara que lo seguía amando y para el que la había comenzado a ... ¿amar?​

¿como es que ocurrió? ¿que hechizo lanzó hacia el para que sintiera esa sensacion inexplicable en su ser?¿porqué justamente ella, porqué Sakura?

Al momento de separarse ambos estaban aturdidos, confundidos, perplejos. La pelirrosa cogió rápidamente sus cosas dispuesta a irse, no quería volver a verlo. Estaba a punto de cruzar la salida cuando de pronto…

—Sakura…— llamó el Uchiha dejando su orgullo de lado —no te vayas…— ni él mismo podia creer lo que su corazon le obligaba a decir.

La ojijade creía poco posible lo que escuchaba pero eso no iba a detenerla, el Uchiha continuó después de pensarlo un rato.

—Te necesito… — palabras espontaneas y naturales salian de sus labios. Por primera vez se sentia libre de decir o hacer algo, sentia un tormento dulce que devoraba su alma, una sensacion tan dolorosa y a la vez agradable que lo cegaban a la realidad.​

Sakura no volteó, solo se quedó asombrada por las palabras del pelinegro tratando de asimilarlo. Sintió después el rodeo de brazos del muchacho sobre sus hombros y su cálido aliento rozando su cuello.

—No te vayas— le rogó una vez más como un niño. ¿Acaso se estaba burlando de ella? Estaba decidida a no caer más, ya nunca más.

—Sasuke-kun… suéltame…— parecía obligarle o más bien implorarle. Sentir su suave y templada piel le hacía estremecer, soñó tantas veces con un momento semejante a ese que le parecía imposible vivirlo en ese entonces.

—No sé qué has hecho conmigo…— decía el pelinegro sin soltarla — ¿Por qué me siento así? ¡Maldición!— renegaba por su suerte.

—Sasuke-kun— rogaba —déjame ir…

El joven Uchiha logró que la chica volteara y asi tenerla cara a cara, sin dudarlo acercó nuevamente su rostro al de ella y la aprisionó en un sutil beso, ambos se fundieron en este como si sus vidas dependieran del ósculo. Lograron así definir sus sentimientos, sacar a flote lo que guardaban en sus corazones por varios años. Lo que se les estaba prohibido o lo que algún día habían negado.
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Sentía que estaba cerca, esta vez su instinto no le fallaría, estaba completamente seguro que iba a encontrarla y salió a buscarla nuevamente con varios ninjas de escuadra. Era uno de los pocos lugares que faltaba revisar, cerca de una gran cascada donde se acostumbraba ver cuevas que a veces servían de refugio para caminantes. Tal vez lo soñó o lo imaginó, aunque muchos creían absurda esa idea, el rubio sabía que no se equivocaba. Esta vez la encontraría cueste lo que cueste.
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La pelirrosa dormía en los brazos del Uchiha. Este presentía tal vez lo que pasaría y cada vez que lo recordaba se aferraba mas a ella, acariciando su pelo y su rostro abrazándola, besándole con ternura y delicadeza, agarrándose a los últimos momentos que podía pasar junto a ella. Tal vez volvería a sufrir como lo había hecho antes, pero eso era mejor que a condenarla a la vida que podría ofrecerle, ella no se merecía eso ni siquiera merecía amarlo y el a ella. No merecía sufrir por él, pero esa era la única solución y tal vez así encuentre felicidad lejos de él.

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Aléjate de mí y hazlo pronto​

antes de que te mienta.​

Tu cielo se hace gris,​

yo ya camino bajo la tormenta.​

Aléjate de mí,​

escapa ve que ya no debo verte.​

Entiende que aunque pida que te vayas,​

no quiero perderte.​

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Con suma delicadeza la dejó tendida en el piso, no logró despertarla justamente lo que quería. La miró por breves segundos deseando más que nada que las cosas fuesen diferentes pero nada podía cambiarlas, suspiró al verla una vez mas , supuso que no la volveria a ver y no quiso olvidar la belleza de su rostro no queria dejarla sola pero no podía quedarse junto a ella por su propio bien . Desvió su mirada para no arrepentirse de su decisión y emprendió su camino lejos de Sakura.​

Continuará...

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¿Les gustó? espero que si pues lo hice especialmente por este 14 de febrero, aunque en este fic hay mucho amor pero también sufrimiento, algo que según yo no debe faltar en una buena historia de amor. Dejen sus comentarios plz ...​