One-shot de Naruto - Adicción

Actividad: Palabra por palabra
Palabra: Bufanda
Personajes: Neji y Tenten
Palabras: 1006

Adicción

Contenido oculto

Aterrizó en el suelo luego de su invocación para atestarle un golpe por la espalda, de forma súbita el dio la vuelta deteniendo su golpe y continuando en una pelea de taijutsu, ella esquivaba cada uno de sus ataques con las manos o estaría perdida.

Un golpe fuerte pasó entre su defensa mandándola a volar, él se relajó finalizando el entrenamiento.

―Has ganado Neji, como siempre.

Recogieron sus cosas del campo de entrenamiento para posteriormente dirigirse a sus respectivos hogares atravesando las calles de Konoha. Pequeños copos de nieve descendieron hasta tocar la cabeza de la castaña. Ambos miraron al cielo sintiendo los copos en su piel.

―Me encanta el invierno… ¿tú que prefieres, las temporadas frías o cálidas?

Su compañero siguió caminando meditando un segundo en su pregunta.

―Jamás había pensado en eso, empero las ventiscas traen dificultades en las misiones.

La fémina se llevó el dedo en la barbilla mientras su caminata seguía lenta, el Hyuga la miró un segundo hasta llegar al camino donde se dividía en tres. La kunoichi dudó un segundo.

―Quisiera ir a ver algo a la zona comercial ¿tienes algo que hacer o podrías acompañarme?

El ninja confirmó con su cabeza mientras se iba junto a Tenten. Estaba bastante nerviosa, veía como jugaba con sus dedos indecisos con un ligero color, casi imperceptibles para cualquiera, menos para sus ojos. Una ligera sonrisa escapó de sus labios, era raro verla de esa forma y cuando pasaba, lo disfrutaba.

Neji Hyuga se sentía atraído por su compañera de equipo, el confirmaba a si mismo que solo era un simple gusto por sus diversos gustos y a pesar que cualquiera de la aldea podría pensar que era poco femenina, la verdad era por completo diferente. Tenten poseía unas curvas bien definidas pero que prefería ocultar con ropa cómoda.

Él la había visto con otros vestuarios confirmando sus creencias y aquellas anchas caderas seguidas de sus piernas largas y níveas eran difíciles de apartar de su cabeza. Empero el genio Hyuga solo sentía atracción o eso solía repetirse, evitando que su imaginación fuese más lejos.

Empero Neji no era un cobarde. Hace tiempo que hubiese intentado algún movimiento, pero para una persona que tardó algunos años en poder abrirse y aceptar que sentía algo, el saber que pensaba ella complicado.

El genio era capaz de leer con suma facilidad los movimientos de sus oponentes, sus maniobras y anticipar sus movimientos al de sus adversarios, pero en cuestiones románticas no tenía conocimiento empírico, él temía perder una gran amistad por sus propios sentimientos.

Había actitudes de la castaña que le indicaban en efecto que sus sentimientos eran correspondidos y otras por las cuales él pensaba ser un completo idiota. Así que él había decidido no hacer nada, reprimir lo que sentía y observar con detenimiento, lo cual era esperado en él, siendo un genio que analiza las situaciones, las ventajas, desventajas para llegar a una solución.

Llegaron a las tiendas con el cabello mojado por la nieve, adentrándose a un pequeño comercio de viveres. El Hyuga esperó de brazos cruzandos, mirando a la castaña revolotear por la tienda. Una vez fuera ella se situó enfrente de él con las manos atrás de si.

―¿Qué sucede?

―¿Puedes cerrar los ojos?

El frunció el ceño, aunque ante el puchero de la fémina obedeció. Su cabello fue movido y pudo sentir de forma fugaz el aliento de la kunoichi en la mejilla, lo cual lo hizo estremecer.

Abrió los ojos cuando ella se lo dijo encontrándola de pie con una bufanda rosada cubriendo su cuello, el mismo se evaluó dando con una bufanda similar alrededor de su cuello. Algo revoloteó en su interior.

―Es un presente de navidad, si no la quieres o te es inconveniente llevarla está bien, podría tejer alguna otra cosa o comprarte…

―Gracias.

Los ojos chocolate lo observaron con aquella ligera sonrisa en el rostro, ella sonrió pensando que aunque él podría tomarlo como un buen presente, ella fantaseaba que él usará algo hecho por ella y que tal vez podrían ir a la par.

La vergüenza subió a su rostro, dio la vuelta para irse de ahí, seguida por el Hyuga, el responsable que su corazón casi saliera de su pecho. Él tomó su muñeca tirando de ella hacia él, sus cuerpos chocaron con cierta brusquedad.

—Tengo algo para ti.

La castaña lo observó con gran sorpresa, en tantos años jamás imaginó que el pudiese ser capaz de ofrecerle algo. Sonrió intentando ocultar la emoción embriagante que intentaba dominarla, pensando que no deberia emocionarse.

El Hyuga tomó con su palma la mejilla ruborizada de la morena y acortó la distancia hasta que sus labios hicieron contacto. Uno minimo, ligero, un simple roce que fue suficiente, todo su interior explotó. Se alejó esperando la reacción de la asombrada Kunoichi.

Observó algo grande en los ojos malva, intentando alcanzarla, algo que podria resultar abrumador si aquellos sentimientos no eran correspondidos. Empero pasó sus brazos por el cuello del Hyuga y observó aquellos labios embriagadores, que momentos antes y con un simple roce fueron suficientes para que su cuerpo pidiera más, lo exigiera. Ella lo necesitaba, aquel contacto le habia extremecido cada partícula del cuerpo. Sus ojos observaron los malva que estaban mirando hechizados los labios que ella. Tocó con el pulgar sus labios sintiendo su piel tersa y suave delineando su forma, algo que había querido hacer hace años reprimiendose.

Con los latidos desenfrenados de su corazón poseyó los labios del masculino con urgencia, siendo algo torpe al inicio pero sintiendo algo pesado en su estomago, algo iba a explotar en su interior. Mordió ligeramente aquellos labios que la tenían loca hace tiempo saboreando aquel sabor incomparable. Las manos varoniles aprisionaron su cintura atrayendola más hacia su cuerpo generando un ligero gemido de satisfacción.

Ellos estaban perdidos, desde el momento en que sus labios se rozaron y sus sentimientos frenados estallaron, se habian vuelto adictos.