Adiós...mejor amigo

Okey... ese escrito es para la actividad "Un adiós para recordar"... espero les guste y me den su opinion :)

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No puedo soportar tu amor… como tampoco puedo soportar tu indiferencia​

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Y allí estaba ella, botando el humo restante del cigarrillo ya tirado mediante sus sonrosados labios tratando de mostrar confianza. Sus ojos azules humedecidos trataban en lo posible de mostrar imponencia mientras todos los sentimientos guardados somatizaban en sus manos que estaban temblorosas bajo la mesa arañando en lo posible sus piernas. Sonrió

− ¿Quieres algo mas? – le preguntó con su sedosa e imponente voz mostrando serenidad aunque por dentro estaba agradecida de no haberse quebrado en esas palabras

− ¿Qué quieres Ana? – replicó Mateo sin mirarla, con voz mordaz. Fastidiado de protocolos

¡Háblame! ¡Volvamos a ser como antes! ¡Búscame!... finjamos que nada paso​

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−Ha pasado mucho tiempo Mateo ¿Enserio vamos a dejarlo todo por ciertas reacciones repudiables? – dijo Ana dejando poco a poco esa coraza de seguridad que se encargó de construir a lo largo de los años

− ¡Mateo!… ¡Mateo!… ¡Mateo!… ¡Te quiero mejor amigo!​

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Al escuchar esas palabras posó su mirada en ella escrutándola a seguir hablando. Pero al tener contacto visual con él por primera vez desde hace mucho tiempo lo único que hizo fue guardar silencio y concentrarse en tomar parte de su café estrujando en lo posible la taza de porcelana

− ¿Qué pasó Ana? – rompió el silencio impuesto por su propia mirada y continuó − ¿Ya no tienes un monigote que vaya detrás de ti cuando se te de la gana de pisotear a alguien?

− ¡No me fastidies! ¡Terminamos! ¡Terminamos!... no me molestes más​

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− ¡Ana! ¿Qué te pasa?... ¡Mira lo que has hecho!− gritó Mateo encolerizado mirando su ropa y volviendo a examinar a Ana con su mirada esmeralda.

Y en efecto, presa de la ira y la desesperación le había derramado la taza de café que anteriormente estaba tomando

− Cretino − dijo ella recobrando valentía y mirándolo a lo ojos, notó como su mano temblorosa seguía sosteniendo la taza y acto reflejo la soltó... no se rompió, solo siguió girando por la mesa hasta que se detuvo.

− Nos vamos de aquí− dijo él, levantándose, dejando 10 dólares en la mesa y llevándola a su apartamento

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− 1…2…3…− Cerró los ojos y le beso en la mejilla− Por Mateo​

− Te extraño ¿Sabes? – habló ella viendo como él trataba de secarse rápido

Al escucharla la miró y le dedicó una fugaz sonrisa para luego dedicarse otra vez a su camiseta
Ana sonrió divertida como no lo hacía en mucho tiempo mientras se sentaba en el único sofá de la sala

−Mateo… si quieres bañarte lo puedes hacer− habló mirando hacia el suelo generándole otra sonrisa al chico que la observaba pero aun así no le hizo caso

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− Si te vas no habrá vuelta atrás… ¡Ana!​

− ¿Cuántos años han pasado? – preguntó Mateo sentándose al frente suyo en otro sillón

− 4 años… y creo que 9 meses – al escuchar eso Mateo sacó una carta que tenía en la parte trasera de su pantalón y se la entregó a Ana

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¡Es que no seremos felices!​

− ¿Cuándo te vas?

− En 3 días… ¿Recuerdas el proyecto del que siempre te hablaba?... pues ya dio frutos

Al escucharlo explotó como nunca lo había hecho desde hacía 4 años… comenzó a llorar sin parar por varios minutos al inicio, pero los minutos se volvieron horas, no se dio cuenta que Mateo la abrazaba y así duro lo que quedaba del día…

Cuando paró ya era de noche, pero estaba tan cansada que solo cerró los ojos y siguió siendo sostenida por sus brazos en el incómodo sofá

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− ¿Quieres ser mi novia?​

Al despertarse siguió siendo rodeada por sus brazos, se giró y lo vio a la cara, tenía los ojos abiertos y ahora la estaba mirando a la cara.

Sin saber que hacer se acercó a él y le dio el beso que tanto había esperado tener desde su infancia. Al terminar volvieron a quedar mirándose a la cara hasta que él habló

− ¿Qué va a pasar luego?

− ¿Cuándo volverás? – preguntó Ana con un deje de desesperación

− Ana... – comenzó a hablar con ese tono de seriedad que indica que la respuesta no será muy buena – Tal vez me quede allí para siempre

En ese momento Ana entendió que debió aprovechar más su presencia y quedó abrazada a él por ese día... ya que tal vez no lo volvería a ver

− Te quiero mejor amigo… te extrañaré −dijo soltando una lagrima espesa