Abúrreme en el negro.

Tema en 'Relatos' iniciado por Morphine, 4 Noviembre 2011.

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  1.  
    Morphine

    Morphine Iniciado

    Virgo
    Miembro desde:
    3 Noviembre 2011
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    16
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    Escritor
    Título:
    Abúrreme en el negro.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    674
    Hola :) Este es mi relato de horror... creo ._. Es un poco raro, pero es lo que ahí :B Lindo día :)

    Capitulo único: Abúrreme en el negro.


    El negro puede ser considerado como un color, pero también, para algunas personas, como el estado mental lleno de perversión, grotesco, oscuro y sin razón aparente de ser. Los pensamientos pueden llegar a lo enfermo, obsesivo y no aceptado.
    Mente negra, mente sucia, mente enferma.
    -Cariño.
    -Tu no sientes.
    El amor en estas personas era un sentimiento difícil de sentir, pero cuando se siente, se vuelve obsesivo, posesivo.
    -Puedes matarme.
    -Si me desobedeces, quizá.
    -Eres enfermo.
    -Lo sé.
    No sienten remordimiento, no sienten nada. Son sicópatas en su máximo esplendor.
    -¿Puedes mostrarme tu mente enferma?
    -Te aburrirá
    -No lo hará. No me creas común
    -Soy un enfermo, un sucio
    -Lo sabré si me abres tu mente y pensamiento
    “Pienso en matar, pienso que eres solo mía, que estaremos juntos en un mundo lleno de cadáveres, lleno de porquerías, lleno de nada. Sueño en alguien pálido, en alguien muerto, en alguien verdoso, pienso en corroer, en ácidos, en muerte, en fuego quemando a una persona. Pienso en seguir, en animales muertos, en casas quemadas; sus habitantes dentro, gritando, gimiendo, en robos, en asesinatos, en disparos y puñaladas, en manos temblando y matando padres, dejando hijos solos, sin hogar, en la calle, desnutriéndose, pienso en ti, huesuda y pálida, ojerosa, nariz puntiaguda y amándome, amando lo que yo amo
    >>Amando esos cadáveres que veo en mi mente, esos que en un intento, dibujo y pinto, en esos que me hacen pensar en nada y todo a la vez, que me hacen querer gritar, romperme la garganta, susurrar suciedades, susurrarte a ti, tragar porquerías, rasgar cuerpos, tu cuerpo, mi cuerpo, ¿no soy enfermo?, yo se que si, se que en estos momentos quieres correr, gritar, como miles de veces te eh imaginado. Pienso en cuerpos obesos siendo rotos, la grasa saliendo por orificios, sangre; Solo sangre, nada mas, ¿eso piensas tu?, no estoy muy seguro, ¿piensas en muerte llegando a todo el mundo?, ¿piensas en los dos solos, en medio de una montaña de cadáveres?, ¿Quieres correr?, ¿Quieres correr?, ¿Quieres correr?, ¿Quieres tu deseo de muerte?”.
    >>Dilo ahora, cuando halla tiempo, cuando no sea tarde, cuando mi egoísmo no vea por mi, o quizá por los dos, dilo: ¿Qué deseas?.
    -Nada
    -¿No deseas nada?
    -No quiero nada que tu no ofrezcas
    -Eres enferma, quieres muerte, quieres aburrirte en mis pensamientos negros, mis pensamientos enfermos, oscuros, sicópatas, mis pensamientos sucios.
    -El enfermo eres tú, eres tu el que ve almas, vagando, si es que existe, un pensamiento idiota, ves muertos cuando apenas has experimentado aquello, dime: ¿Lo has visto?, ves animales corroídos, ves fluidos, ves de todo, ves gusanos alimentándose, ojos salidos de orbita, ves asesinos, dime: ¿Eres capaz de matar?, ¿Estás listo para morir?, pues, solo puedes ver si has experimentado lo que es, solo si eres capaz de ver mas allá, no tienes derecho a sentir si nos haz experimentado antes el deseo de más. No de mas pensamientos estúpidos, mas sangre, mas hechos, más el rasgar cadáveres no es tu fuerte ¿o sí?, yo creo que no, ¿quieres el deseo de sentir?, pues, hazlo
    -¿Quieres morir?, quiero el derecho de sentir.

    -Tal vez si, tal vez no


    El cuerpo fino de la mujer fue atravesado, masacrado, la sangre salía a borbotones, sin cuidado. El cuerpo, recién muerto palidecía cada vez mas, desangrándose.
    -Ahora tengo derecho a ver, a sentir.
    Miraba cuerpos corriendo, liberándose, la fuga de emociones en su pecho era inmensa, todos, uno por uno, cada persona que había pasado por sus ojos, asesinadas, ensangrentadas hasta los pies, como ella, como la mujer que lo había acompañado, más no tenia amor ni respeto por aquel cuerpo; el solo buscaba sentimientos fuertes y pensamientos bizarros, grotescos, mal vistos.
    Susurraba a un cadáver, enfermo, sicópata, sucio. Susurraba obscenidades a una muerta, susurraba idioteces, cosas burdas.
    Las leyes de la vida, no son iguales para todos.
     
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