A veces las penas nos llevan a amar a quien no debemos [NaruHina]

A veces las penas nos llevan a amar a quien no debemos [NaruHina]

Ohayo!!
Si se que algunos se mlestaran conmigo cuando lean el primer capi....

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A veces las penas nos llevan a amar a quien no debemos
[NaruHina-SasuSaku]​

Capitulo #1 “Traición”

Todavía no lo creía y tampoco lo entendía ¿Qué Rayos estaba pasando? ¡¿Qué diablos estaba pasand…?!. Su corazón colapsó ahora era polvo, latía lentamente y casi sin fuerza parecía que estuviera muriendo. Pero todavía respiraba, y cada vez que inhalaba el preciado aire sentía como su cuerpo se quemaba por dentro. Sin darse cuenta dejo que comenzarán a caer las lágrimas, unas suaves y delicadas lágrimas, que aún cayendo con la velocidad que caían no podían mostrar todo el dolor que tenía por dentro. Quería alejarse de aquella fuente de dolor, aquella escena que por cada segundo que permanecía en ese lugar hacia que le quitaran una parte de su alma. Cansada de ver aquella escena que poco a poco acababa con su corazón decidió correr, alejarse de ese lugar, lo más lejos y rápido posible.

No tenia a donde ir, lo que ella llamaba “casa” no era hogar no iría a ese lugar para que hicieran que se sintiese peor, y tampoco tenia un rumbo fijo. Ella solo corría a todo lo que sus piernas le permitían. Aunque sabia que lo que vio hace unos cuantos minutos no fue un sueño, o mejor una pesadilla, todavía no lo creía o no quería creerlo. No entendía nada solo se concentraba en correr. ¿Pero no se suponía era su amiga? ¿Porque a quien ella solía llamar “amiga” estaba besando a su amado? Besaba a aquel chico con tanta pasión que llegó a hacer que la joven parara de respirar por un rato. Miraba con atención aquella escena, que aunque se veía hermosa con la luz de la tarde, acababa poco a poco a la joven que miraba con atención la escena. Todos conocían sus sentimientos hacia aquel joven, el que ahora era besado por su mejor amiga. Todos incluso su supuesta amiga sabían de aquel “secreto”, claro excepto aquel joven cuya atención era nula.

Por su rostro seguían corriendo las lágrimas. Dentro de su estomagó había un revuelto de emociones, dolor, pena, tristeza, odio pero mas que todo se sentía traicionada. Traicionada por quien mas confiaba, por quien conocía sus secretos e incluso quien se suponía la estaba ayudando con aquel joven. Se sentía vacía. Para ella vivir ya no tenia razón alguna, su motivo de vida había sido arrebatado por aquella chica, por la que alguna vez sintió admiración.

Sin darse cuenta ahora corría por un bosque, un tupido y tranquilo bosque que rodeaba un hermoso lago. Seguía llorando y corría torpemente. Pero aunque su mente estaba más concentrada en seguir corriendo su cuerpo seguía pendiente de su entorno. La chica se detuvo súbitamente y cayó hacia atrás sobre uno de sus pies, apenas a tiempo para esquivar una kunai que pasó justo en frente de ella. Aquel cuchillo estuvo apunto de cortarla, había salido de uno de los abundantes arbustos del bosque. No quiso buscar de donde provino o quien arrojo aquella kunai solo intentó pararse pero justamente antes de hacerlo comenzaron a sonar algunos arbustos, seguro de aquel arbusto provino aquella kunai y vería el rostro de su atacante.

De los arbustos salio un joven de tez blanca, sus ojos eran oscuros como aquella noche y su cabello era azabache brillante. Tenía una camisa entre abierta hasta la parte media de su pecho, dejando ver su bien formado cuerpo. Tenia una especie de manto al nivel se su cintura que se sostenía con un lazo grueso color morado claro y el cual sostenía una Katana. Llevaba puesto un pantalón negro hasta sus rodillas, bajo este unas pequeñas mayas que iban desde la rodilla hasta el tobillo. También tenía unas sandalias ninjas negras.

Aquel joven miró a la chica que se encontraba en el piso llorando con sorpresa. Jama ubiera esperado que fuera aquella chica, es mas nunca pensó que su sobre protector padre la permitiera estar sola en un bosque a aquellas horas de la noche. La chica no lo miraba, parecía no importarle quien le había arrojado un kunai dispuesto a matarla ¿Acaso quería morir? Y por aquella razón seguía en aquel lugar expuesta a cualquier enemigo.

-Lo siento- se disculpo no con mucha sinceridad –Pensé que eras un enemigo- dijo intentando aclarar la confusión y tomo su kunai.

El joven ya estaba dispuesto a irse, dedico una última mirada a la chica de la mirada triste y perdida. Por alguna razón bajo su mirada hasta llegar a ver sus pies, en su pie derecho había alguna especie de morado y una leve hinchazón. El joven se agacho y tomó el pie de la chica, se sentía algo culpable después de todo había caído por culpa de esa kunai. Aquel chico movió un poco su pie e instintiva mente la chica miro su pie. El también se dio cuenta, su pie estaba torcido era algo leve pero no podría levantarse sola dentro de mucho tiempo.

-Esta torcido- concluyó el joven sacando una pequeña venda de su camisa y comenzando a enrollarla en el tobillo de la chica.

Esta vez ya miraba al joven pero continuaban cayendo lágrimas con bastante fluidez. Aquel chico terminó de vendar y miró a la chica, notó que lloraba.

-Es solo una torcedura ya puedes dejar de llo…- calló, solo con ver los ojos perla de la chica entendió que no lloraba por aquella torcedura era algun tipo de pena mayor.

El todavía sostenía su pie, ella solo lo levanto un poco y lo llevó hacia ella con delicadeza lo mismo hizo con su otro pie hasta llegar a abrazar ambas piernas con mucha fuerza. Dejo de llorar. Miro a aquel joven que estaba en pie frente a ella, mirándola con sus ojos azabaches.

-¿Desde cuando?- preguntó casi comenzando a llorar de nuevo.
-¿Desde cuando que?- preguntó confundido pero con tono frío, aquel tonó frío que lo caracterizaba y volvía locas a todas las chicas, claro a excepción de ella.
-¿Desde cuando son novios?- preguntó con nuevas lágrimas asomándose, parecía que hablar de aquel tema le dolía en el alma, el alma que ya no tenia pero por alguna razón le seguía doliendo.
-Ya te enteraste ¿Verdad?- sonrío amargamente parecía también afectado.

La joven asintió con su cabeza y abrazó de nuevo sus piernas intentaba reprimir aquéllas lágrimas, odiaba llorar en frente de otros; tal vez por esa razón quizás después de los entrenamientos con su padre no se le podía encontrar. Su padre no seria jamás un buen padre, o por lo menos eso creía las palabras que este le dirigía solo eran de decepción y regaños, jamás llegaría a entenderla y ella a entenderlo.

Hubo un silencio incomodo cada uno estaba sumiso en sus pensamientos, o en sus sufrimientos, no se dijeron nada. Ella intentó ponerse en pie, un agudo dolor se apodero de ella, era su tobillo, no podía mantenerse en pie por si sola así que se apoyó en el árbol que se encontraba en uno de sus costados. Sin embargó esto le permitió ver el hermoso lago que se encontraba justo en frente de ella, seguro Sasuke venia a aquel lugar para pensar y estar asolas. Y pensar que no se había molestado en ver aquel hermoso paisaje por correr y alejarse de aquel lugar. El azabache continuaba mirando aquel lago en silencio.

La luna salió, una enorme y blanca luna que se asemejaba bastante a los ojos de aquella chica de cabellos azules, se dejo ver después de estar oculta por una gran parte de la noche. Aquella hermosa luna se reflejo en el lago creando un efecto de iluminación hermoso, aquella luz cubrió al azabache haciendo que este se viera mucho mas guapo de lo normal. Sin poder evitarlo en ella se dibujo un tenue sonrojo, no le gustaba... solo... se veía muy bien bajo aquella luz. Ella agito su cabeza haciendo que aquel sonrojo desapareciera por completo y volviera aquella tristeza.

-Sasuke-Kun- lo llamó -¿Te sientes muy solo?- pregunto tan espontáneamente que ni siquiera supo porque lo preguntó, quizás por curiosidad o solo por cambiar el tema solo lo preguntó.

El joven la miró. En realidad con mucha sorpresa dentro de si pero con su gesto frío. Sin darse cuenta su corazón comenzó a latir con fuerza y sintió un enorme calor dentro de si. ¿Qué diablos había hecho esa chica? Conocía la respuesta, si la sabia, lo único que ella había hecho era preocuparse por el, por sus sentimientos. Tan solo con aquella preocupación aquella capa de hielo que cubría el, ahora, acelerado corazón del chico comenzara a derretirse. Como si comenzara a… ¿querer? ¿A querer a esa chica con la que escasamente cruzaba palabras? No quería creerlo… es mas ahora lo negaba. El no conocía aquel sentimiento que llaman “amor”, aquel sentimiento que aquella chica de cabellos rosas dijo tenerle y que ahora se encontraba besando, en algún lugar, a su mejor amigo. No el no sentía aquellas inútiles, como el dice que son, emociones.

-¿Por qué lo preguntas?- cuestiono finalmente el joven.

¿Ahora que le respondería? ¿Qué le diría a aquel chico? En realidad no sabía porque se lo preguntó. Pero de golpe lo supo. Ella también se sentía sola y quería tener a alguien. Quería dejar de sentirse sola, pero tenia familia, si a eso podía llamarse familia. Ella tenía una mejor relación con la Gondaime que con su padre. Su primo no la determinaba aunque decía que la protegía y su hermana, en realidad no quería recordarlo, ahora pasaba tanto tiempo con su padre que la trataba igual que el. Si en realidad estaba sola.

-No lo se…- dijo buscando poner en palabras lo que ahora pasaba por su mente –Es porque creo que también estoy sola- termino con tristeza.

El azabache puso una cara de confusión pero también de… pena, ¿Pena? ¿Ahora le preocupaba? ¡Dios! ¿Que había hecho esa chica dentro de el? ¿Porque diablos tenia que sentirse asi? Asi tan atraido a esa joven.

-¿Por qué dices eso? ¿Tienes a todo tu clan?- preguntó con un gaje de tristeza en su voz.
-O todo el clan me tiene a mí- respondió tristemente.

Era cierto, jamás seria su clan, por más de que fuese quien lo heredaría. Si es que llegaba a heredar aquel clan, su padre no lo permitiría nunca dejaría que ella se metiese en los asuntos del grandioso clan Hyuga. Era tratada como un objeto, cualquiera podía hacer lo que quisiese con ella y su padre ni siquiera se inmutaría, si ella era del clan.

-Al igual que tu no tengo una familia- continuo-Mi padre no es un padre es un sensei, mi primo no es un primo es un guarda espaldas, mi hermana no es hermana es solo otra compañero de equipo-termino.

No era cierto, algo que aquel Uchiha había aprendido de aquel rubio, que lo había traído de vuelta a Konoha, era que nunca estaría solo. El tenia a su sensei, Kakashi, a Naruto e incluso a Sakura, el no estaba solo. Ella tampoco lo estaba tenia a Kiba, que parecía estar completamente loco por ella y a su maestra Kurenai y lo tenia a… ¿el? Si ahora lo tenía a el, alguien que se preocupaba por ella, y había hecho que su corazón comenzara a sentir las emociones, que desde pequeño había reprimido, pero que ahora salian de nuevo y lo hacian sentir tan bien...

Se acerco a ella y puso sus manos sobre sus hombros. La chica de cabellos azules bajo su mirada. El puso su dedo índice bajo su mentón y lo subió con delicadeza. Hasta poner sus ojos negros sobre los de ella mirarla con algo de ternura.

-Escucha, algo que me enseño ese bakka de Naruto fue que nunca voy a estar solo. Y esto también va para a ti, tienes a Kiba y a Kurenai…-lo pensó antes de decirlo-… Y ahora me tienes ami ¿Esta bien?- preguntó para que quedase claro.

Ella lo miraba bastante sorprendida no lo creía. ¿Aquel chico Uhciha de carácter frío estaba en realidad diciendo ese tipo de cosas? No podía ser cierto pero ella solo asintió mientras miraba aquellos profundos ojos negros que la continuaban viendo. No se sentía intimidada ni tampoco nerviosa, solo miraba eso enormes ojos negros. Quería saber que era lo que ese chico estaba pensando, lo que sentía y porque ahora la miraba con cariño y lastima, qeuria conocerlo, saber de el. El bajo lentamente su dedo para hacer que ella descansara de aquella incomoda posición y volviera a ver el hermoso lago.

-Te acompaño a casa- dio el joven en alguna especie de orden a la que la Hyuga no se atrevió a negar.

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....Pero quiero decir que soy mas fiel al NaruHina que cualquier otra cosa!!
Y se me hizo bastante duro decidir que el ff comenzara asi!!
Asi que asdf...
Va a terminar NaruHina lo juro!!
y tambien va a ser SasuSaku!!
Asi que bueh posteen!!
Sayo!!

 

re: A veces las penas nos llevan a amar a quien no debemos [NaruHina]

Ohayo!!!
bueno gracias por las respuestas positivas al ff
y abrazarla lo pense pero no queria que las cosas fuesen muy rapidas ^^

No T_T no quiero hoguera!! cada palabra de SasuHina y NaruSaku QUE PONGO ME DUELE EN EL ALMA!!

Claro, claro!! si Made-chan por eso te quiero tanto!!
Ahora dile eso a Noriko-chan!! xD

Jeje me alegra que seas fan de esas parejas.
Ya explique porque no la abrazo pero la historia se va a poner mucho mejor!!

Arigatou Hinata-chan!! me agradotu post!!

Bueno...por ultimo aclarao a proximos lectores...
NO VA A SEER SASUHINA O NARUSAKU(hasta habla de las parejas me entristece)
Sera 100% NaruHina!!
Matta ne
Sayo!!

 

re: A veces las penas nos llevan a amar a quien no debemos [NaruHina]

Ohayo!!
Bueno me agrada la respuesta positiva al ff...
Espero que les guste y pues
Ready...Set!!..GO!!

Capitulo #2 “¿Amigas?”

Las calles de la aldea estaban totalmente vacías, claro, era bastante obvio a aquellas horas de la noche. Sin embargo por ellas todavía caminaban dos jóvenes como si fuese de día. Aquella pareja, extraña para los ojos que los conocían, caminaba lentamente mientras su plática era continua y ponía en ellos pequeñas sonrisas. El joven, quien era alto y muy guapo sonreía de medio lado y parecía estar disfrutando la charla. La joven, de unos extraños cabellos color azul azabache, también sonreía y llevaba sus manos detrás de su espalda. La chica miraba al joven con ternura cada vez que este la hacia reír, haciendo que esta a los ojos de aquel orgulloso Uchiha se viera hermosa.

Aunque sonreía sus rojos ojos la delataban, había estado llorando. No era un secreto para ellos dos pero pronto ella llegaría a su casa y tendría que inventar alguna escusa para evitar los tediosos interrogatorios de su padre. No podía negarlo ella estaba preocupada, solo no quería mostrarle aquella preocupación a quien consideraba su nuevo amigo, así que guardo silencio.

De pronto la mirada de la joven de cabellos largos y azulados cambio a una de terror, como si hubiese visto su propia muerte. Sin embargó no era eso, era su padre, esperando fuera de aquella gran mansión. Aquella actitud no paso des apercibida por el muchacho quien siguió caminando siendo seguido por la chica que ahora caminaba tras el. Ambos llegaron hasta la puerta de la mansión y Hiashi los miró. El enojo era notable en aquel castaño, sus ojos se clavaban inquisitivos sobre la Hyuga que apenas podía resistir sin desmayarse. El Hyuga se acercó a ambos jóvenes todavía mirando a Hinata e ignorando al Uchiha por completo.

-¡Hinata!- la regaño fuertemente -¡¿Qué acaso no puedes hacer que deje pasar vergüenzas ni por un minuto?!- preguntó suma mente enojado el hombre.
-Pa…padre, yo…- la joven estaba buscando alguna escusa por haber llegado a esas altas horas de la noche.

Buscaba una escusa todavía sin encontrarla. No podía mencionarle a su padre sobre Naruto por las pocas charlas que su padre le permitía escuchar sabia que odiaba al Kyubi dentro de el y por consiguiente a Naruto. Después de todo aquel Kyubi había asesinado a su esposa, la madre de Hinata. ¿Qué podía decirle ahora a su histérico padre? Necesitaba un milagro, pero un milagro verdadero solo Dios podía ayudar a esa aterrorizada chica; o al menos eso creía.

-Disculpe Hiashi-sama, fue todo mi culpa- dijo el Uchiha haciendo una reverencia ante aquel hombre.
-Explícate Uchiha- ordenó aquel hombre incrédulo.

¡Aquel era su milagro!, Uchiha Sasuke, quien estaba justo a su lado y ahora le explicaría a su padre la razón por la que había llegado a aquellas horas a su casa. Se sintió culpable aquel joven no dejaba de hacerle favores, fue quien la ayudó con su pie, y la acompaño a casa y ahora la salvaría del regaño mas grande que jamás hubiera recibido en su vida. Lo pensó un rato, en realidad, si, el era su milagro un milagro que se mantuvo a su lado desde que su corazón se volvió polvo hasta aquel punto de la noche en donde enfrentaba a quien ella mas temía, su padre.

-Lo que sucedió es que Hinata-san y yo estábamos entrenando y en el combate hice que cayera mal en uno de sus pies así que la lleve al hospital para que mirasen su pie- dijo el Uchiha muy convincente.

Tan convincente que cualquiera hubiera creído aquella historia, sin embargo aquel Hyuga fue la excepción. Prefirió molestarse en revisar de arriba abajo a Hinata, y al notar aquel vendaje en su pie derecho n dijo nada.

-Gracias por traerla a casa- dijo volteándose para entrar en silencio en aquella mansión.

La joven Hyuga camino hacia el frente y volteo a ver al azabache con una gran sonrisa en sus ojos volvía a haber felicidad. Parecía que el hecho de que su padre no la matara a gritos la alegraba bastante y la ponía muy feliz. Al notar aquella felicidad puso una sonrisa sincera en sus labios.

¿Ahora le alegraba su felicidad? Se preguntaba molesto con su interior pero todavía con una sonrisa. Aquel joven se encontraba lleno de preguntas, demasiados preguntas pero la mas importante y que todavía causaba un sentimiento de amargura dentro de el era ¿Qué diablos había hecho esa chica dentro de el como para que ahora le preocupas tanto?

-Arigatou Sasuke-kun- dijo la Hyuga con una pequeña reverencia al joven.

La Hyuga dio media vuelta con energía y entro a su casa con bastante alegría. El Uchiha solo vio como entro la chica dentro de aquella mansión y comenzó su marcha a casa, con una extraña sonrisa en su rostro.

Hinata quien acababa de entrar por la puerta del jardín y se dirigía dentro del enorme edificio se detuvo al ver a su padre a unos escasos metros de ella dándole la espalda pero totalmente inmóvil. La Hyuga se preocupo, en su rostro ya no había felicidad,…había…miedo, ya se estaba preparando para recibir uno de esos desgarradores gritos de Hiashi. Peor…no lo recibió el hombre estaba hay en pie en silencio.

-Padre…- callo, no quería hacerlo molestar preguntándole si estaba bien.
-¿Estabas entrenando con el Uchiha?- pregunto muy convencido de lo que decía.
-Etto…-dudo antes de responder –Hai-
-Tal vez no seas una basura del todo- dijo para comenzar a caminar dentro de la enorme mansión.

¿Qué había sido eso? ¿Un insulto? ¿Un cumplido tal vez? No lo sabia, aquella actitud en su padre la confundió bastante. Sin embargo la felicidad volvió a su rostro, por primera vez en toda su vida su padre no le había gritado aunque había sido un día desastroso para ella termino este con una sonrisa en su rostro. Lo mas extraño era que mientras había estado con aquel Uchiha nunca paso por su cabeza el Uzumaki, de solo pensar en aquel joven por sus ojos se comenzaron a acercar nuevas lagrimas. Solo las pudo reprimir un poco, solo hasta que llego a su habitación y se tiro con fuerza en aquella cama. Luego por sus ojos comenzaron a resbalar lagrimas. Unas incesantes y delicadas lágrimas que caían como la más fina llovizna.

***​

Miro el reloj sobre la mesita de la noche marcaban las once y treinta, rasco su nuca y se incorporo sobre su cama con la mirada perdida en algún punto que la oscura habitación.

Ahora se encontraba sentado sobre su cama, después de haber estado acostado de una manera o la otra, no lo lograba entender. En realidad no entendía nada, como siempre, pero esta vez la confusión le quitaba el sueño. Era evidente cualquiera lo había podido deducir por la forma en la que estaban revueltas y desorganizadas aquellas sabanas blancas. ¿Por qué rayos se sentía así? Tan… tan impotente, tan inútil… no entendía porque al solo ver llorar a aquella chica y no poder ir tras ella se sentía de alguna manera un inútil.

No entendía por que ahora su corazón estaba dividido en dos. En una de aquellas partes había una alegría inmensurable, por fin aquella chica de cabellos rosas y ojos jade le había dicho que si. Que ahora seria de el y de nadie mas, que ahora era su novia y la amaba. Pero la otra parte, esa otra parte estaba muriendo y se preguntaba porque ¿Por qué le dolía tanto recordar las lagrimas de esa chica? Sakura era su novia, ¿Que problema había en que le demostrase su amor con un apasionado beso? Su mente no veía problema alguno, pero de alguna manera su dividido corazón le decía la razón. Esta era sencilla, a aquella joven de ojos perla le tenia afecto el suficiente como para que le importasen sus lagrimas. ¿Pero hasta que punto llegaba dicho afecto hacia la chica?... se convenció de que solo era un afecto hacia su amiga. Sin embargo aquel dolor punzante en su corazón quería decirle otra cosa.

El se sentía de alguna manera… ¿Culpable? Si, culpable de no seguirla y dejar que se fuera llorando con la tristeza que vio en sus ojos. El la consideraba como una amiga, ¿Como pudo haberla dejado ir de esa manera? …Tan triste.

Miro el reloj sobre la mesita de noche de nuevo y leyó la hora que marcaban las flechitas, con sorpresa miro el reloj. Marcaba las doce de la noche. El joven decidió meterse dentro de sus sabanas después de todo ese mismo día tendría que ir al entrenamiento con su equipo.

***​

El día brillaba radiante la joven de cabellos azules caminaba por una ruta que no solía tomar muy a menudo, iba sonriente. Tal vez hoy su padre tampoco le había gritado por eso se mostraba tan sonriente. En su brazo llevaba una pequeña canasta lo suficientemente grande para llevar dos almuerzos. Su paso era seguro y se mostraba decidida. La joven llego a su destino así pudo ver a quien quería invitar a almorzar, lo miro, puso una sonrisa tierna en sus labios. Estaba en el campo de entrenamiento numero siete allí se encontraban todos, Naruto, Sakura, Sasuke e incluso su incumplido maestro.

-¡Ohayo!- saludó con alegría –Sasuke-kun, Naruto-kun, Haruno y Kakashi-sensei- dijo nombrando a todos los presentes.

Todos los presentes en aquel campo se sorprendieron, ¿Acaba la mejor amiga de la cabellos rosas saludado por el apellido a la chica? Esto sorprendió bastante a la Haruno, al punto al que llego a molestarla. En Kakashi solo había una expresión de sorpresa y había dejado de leer su libro. Naruto por su parte había olvidado aquel saludó y fue a saludar a la joven.

-Hola Hinata- saludo con emoción al verla sonriente. -¿Estas bien ayer te vi llorando?- pregunto algo preocupado.

¿La había visto llorar? ¿Cuándo? El único que había visto su llanto ayer había sido Sasuke a menos de que la hubiera visto cuando derramo sus primeras lágrimas. Esto hizo que la Hyuga abriera muy grande sus ojos y sintiera una terrible precian en su pecho, estaba comenzando a revivir aquella escena, sintió una infinita tristeza de nuevo.

-S-si estoy bien n-no te preocupes- respondió difícil mente y con lagrimas intentando asomarse.
-¿Para que venias Hinata?- pregunto Sakura aún molesta por el saludo de su “amiga”.

Ella noto la molestia de la joven, en sus adentros se mostraba feliz no sabia porque se sentía también, pero ver que eso la había molestado la puso bastante feliz. Ella solo procuro no darle mayor importancia al tono que había usado la Haruno y se dirigió a Sasuke.

-¿Etto…-lo dudo un poco- Sasuke-kun te gustaría almorzar conmigo?- pregunto mostrando la pequeña canasta y mostrando una sonrisa de felicidad.

Aquella propuesta tomo por sorpresa a todos los presentes. ¿No debería ser para Naruto aquella propuesta? Se preguntaban la chica de cabellos rosas y el sensei. En el Uchiha se dibujo un sonrojo apenas notorio a corta distancia, se quito del apoyo del árbol eintento acercarse a la chica atravesando todo el campo de nentrenamiento.

-Me encantaría- dijo mostrando una sonrisa para la Hyuga.

Esa respuesta les sorprendió aún mas ¿Se habían perdido de algo importante? La Haruno y Kakashi se mostraron con gran sorpresa y con sus bocas bien abiertas. Mientras el rubio todavía trataba de entender la situación. No decía nada cosa que sorprendió esta vez a Sasuke quien esperaba alguna broma o insulto, pero…no paso nada el rubio se mantuvo en pie mirando al Uchiha acercarse a la chica mientras apretaba sus puños en silencio.

Cuando el chico finalmente cruzó todo aquel campo que se encontraba en pésimas condiciones, por cierto. Ambos comenzaron su camino hacia un lugar tranquilo en donde pudieran platicar. Pero antes de irse Hinata se detuvo un momento y dirigió una mirada fría a su “amiga”, Sakura.

-Me alegro por su noviazgo- dijo para volver a seguir su camino pero esta vez la sonrisa se borro por completo de su rostro y poniendo sus ojos vidriosos.

¡Ahora lo entendía! Que entupida fue ¿En realidad creía que ella nunca se iba a enterar? Claro seria de las primeras. Ella sabia que aquella chica de cabellos azules seguía a aquel rubio. En realidad fue muy tonta al no darse cuenta del notorio enojo de su amiga. Si es que ahora era su amiga, estaba segura de que ya no lo serian jamás. Ahora se sentía sucia, ¿Cómo podía haber traicionado a su mejor amiga? Fue bajo, y lo sabia, nunca jamás seria capaz de mirarla a los ojos. Sabia que ya había perdido su amistad para siempre.
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Espero que les haya gustado ^^
Espero su respuesta!!
Sayo!!

 

re: A veces las penas nos llevan a amar a quien no debemos [NaruHina]

Ohayo!!
Dracias por el comment me gusto mucho

Hiashi siempre a tratado mal a Hinata, y pues creo que decirle "basura" es de los menos dolorosos no??
y pues si creo que fue un cumplido xD

Es cierto, jeje porque Kakashi no se molesto en traer un violin?? xD
Me alegra que a todos ustedes leas haya gustado...
Noriko-chan, si, lo se estas parejas tampoco son de mi agrado pero es por el ff que escribo sobre esas parejas!!
Creo que estaras bastante feliz con el Final del ff ^^
Sayo!!

 

re: A veces las penas nos llevan a amar a quien no debemos [NaruHina]

Ohayo!!!
Bueno aqui traigo la conti!!!

Aclrando sentimientos!

pues no se si sera muy aburrida pero este ff es muy descriptivo.

bueno espero que les guste!!

Ready...Set!!...GO!!



Capitulo #3 “Aclarando sentimientos”

Estaba enojado, se veía por como había abandonado el campo de entrenamiento, ni si quiera se había tomado la molestia de acompañar a su novia a casa o simplemente despedirse. Iba rumbo a su sitio favorito, aquel restaurante de comida tradicional que hacia que sus bolsillos se vaciaran con gran velocidad mientras su estomago se llenaba.

Finalmente diviso aquel lugar, caminaba rápido y con el paso seguro. Cuando llego a aquel lugar se sentó en una de las sillas saludado por la hermosa joven castaña que atendía aquel restaurante. El solo la miro dándole a entender que no se encontraba bien. La joven se preocupo un poco, aquel rubio no era así ¿Qué rayos había sucedido para que aquel rubio hiperactivo estuviese tan enojado? Ayame, a quien correspondía el nombre de la castaña, ordeno un gran tazón de ramen con cerdo justo como a el le gustaba.

La orden no se demoro. Ayame le paso el tazón de Ramen con una gran sonrisa a la que el rubio correspondió parecía que ya no estaba enojado. La joven apoyo su codo sobre el mostrador y puso su rostro sobre su palma mirando al rubio mientras comía.

-Dime, Naruto-continuo- ¿Problemas amorosos?- pregunto directamente.
Se sonrojo- ¿Qué te hace pensar eso?- preguntó el joven todavía con aquel sonrojo.
-Ese enojo de hace un rato no es más que celos- dijo respondiendo a la pregunta del rubio.
-No es nada de eso, soy novio de Sakura-chan ahora- dijo poniendo en la cara de la castaña una sorpresa –Lo que pasa es que Sasuke-teme esta saliendo con Hinata- dijo poniendo enojo en sus ojos otra vez.
-Entonces estas celoso de que Hinata-san salga con Sasuke- concluyó llevando el tema hacia los celos.
-¡No!, para nada- dijo retractándose de sus palabras- Es solo que… Sasuke no la merece- dijo desviando la mirada hacia el suelo.
-La quieres tanto que no quieres que la lastimen- dijo Ayame todavía con su cabeza apoyada en su mano.
-Exacto- dijo señalando a la chica con sus palillos y después tomando un gran bocado de ramen.
-¿Y de que manera la quieres tanto como para mostrar esos celos?- dijo insinuante la joven poniendo una cara de duda en el rubio.
-“¿De que manera quiero a Hinata?”- se preguntó con duda –Ella…a ella yo…yo la quiero como una amiga- dijo no muy convencido.
-Ayame tengo que irme- dijo dejando el dinero sobre el mostrador y medio plato de ramen vacío.
-“Hay Naruto que mosca te pico”- dijo con un suspiro la castaña quien tomo el tazón y se dirigió dentro del restaurante.

​

***​

Ambos caminaban con pequeñas sonrisas en sus rostros, parecían disfrutar de la presencia del otro. Para ella el era un amigo que entendía por lo que estaba pasando. Después de todo, y aunque el Uchiha no lo mostrara, sufría desde que aquel noviazgo fue oficial. La joven llevaba la pequeña canasta en frente de ella mientras miraba sonriente al Uchiha.

¡Que molestas eran esas sonrisas! Pero… ¡Como le gustaba que sonriese! Y en especial que le sonriese solo a el. Cada vez que recibía una de esas sonrisas en su rostro se dibujaba un tenue sonrojo, que disimulaba muy bien. Pero aquellas sonrisas no causaban solo eso, sus ojos se mostraban calurosos llenos de ternura. En su estomago también sentía aquellas famosas “mariposas” que subían por su garganta y creaban un nudo en ella.

No sabia que había hecho en el la peli azulada pero de una cosa estaba bastante seguro, eso, lo que había hecho ella lo hacia sentir muy bien.

-¿Sasuke-kun te parece bien aquí?- preguntó sacándolo de sus pensamientos.
-Si- dijo apenas pudiéndole agregar su tono frío.
-Esta bien- dijo regalándole una de esas sonrisas que lo hacían sentir tan…bien.

No entendía porque no dejaba de sonreírle a aquel chico; tampoco era tonta notaba la reacción que causaba en el chico, lo que le preocupaba era que esa reacción le agradase tanto como para que continuara sonriendo.

Se sentaron en el césped, en la dirección en la que estaban podía verse claramente los enormes campos de flores de todas las tonalidades que creaban alguna especie de escenario romántico.

-¿Tienes hambre?- pregunto sacando dos recipientes de la canasta.
-Hmp- hizo este dando a entender que no pero algo lo delató, un enorme y fuerte rugido en su estomago haciendo que se sonrojase.

No pudo contener una pequeña pero tímida carcajada que molesto un poco el orgullo del Uchiha quien recibió la pequeña caja de comida y comenzó a comer lentamente evitando el tema. La chica lo siguió comieron un rato en silencio, en realidad ambos estaban hambrientos así que no dijeron palabra alguna mientras comían.

-Sasuke-kun- lo llamo ya después de haber acabado –En verdad quiero darte las gracias- dijo mirando hacia el hermoso paisaje.
-Hmp, ¿Por qué?- pregunto ocultando muy bien su curiosidad.
-Mmm... ¿Por donde quieres que comience?- preguntó sarcásticamente algo bastante raro en ella- Me ayudaste con mi pie lastimado…-
-Eso fue porque yo fui el culpable- dijo mirándola con culpa.
-…Me ayudaste a dejar de llorar- continuo- Me llevaste a casa y mentiste para que mi padre no me gritara- dijo mostrando otra de esas sonrisas que causaban esa sensación en el Uchiha.
- No me gusta ver a las mujeres llorar- dijo el joven fríamente y mirando el campo de flores que ahora se encontraba iluminado por los inicios del ocaso.
-Creo que es hora de irnos, creo que ya deberías estar en casa- dijo el azabache poniéndose en pie y disponiéndose a caminar.

Fue detenido, la Hyuga tomo su mano con delicadeza pero lo suficientemente fuerte como para que no avanzara. Un hormigueo… un hormigueo recorrió por los brazos de ambos hasta llegar a sus estómagos y hacer que se sonrojasen, ella soltó su mano y comenzó a jugar con sus dedos. Algo lo molesto, era esa actitud esa actitud que mostraba cuando Naruto estaba cerca de ella se puso… ¿Celoso? ¿En realidad Sasuke Uchiha estaba celoso de aquel rubio? Lo medito un poco después lo entendió, ella también había sentido ese hormigueo y había sacado esa personalidad tímida que siempre tomaba cuando el rubio se le acercaba. En sus labios se dibujo una sonrisa, entendía su nerviosismo, ahora estaba claro lo que sentía por la chica y lo que ella estaba empezando a sentir.

Ahora había detenido es juego con sus manos par mirar disimuladamente su mano. Esa sensación…. Esa sensación era la misma de cuando su amado rubio la tocaba, se sonrojo aun más ¿Pero que rayos estaba pensando? ¿En realidad estaba comenzando a sentir algo por el Uchiha?... Sacudió su cabeza no quería pensar estaba disfrutando de la puesta de sol.

-Si llegó a casa contigo acompañándome papa no me dirá nada, lo dijo esta mañana- dijo la joven con la mirada baja y todavía con aquel sonrojo – ¿Podrías solo esperar hasta que se oculte el sol? Solo puedo verlo desde la ventana de mi habitación- dijo intentando convencer al Uchiha.
En el se dibujo un media sonrisa y se sentó de nuevo esta vez un poco mas cerca –Estas bien- dijo con tono frío y mirando el atardecer.

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¿De que manera quieres a Hinata? Esa pregunta seguía retumbando por su cabeza. ¿De que manera la quería? Su corazón lo sabia, pero su cabeza… su torpe y hueca cabeza le decía que era solo una amiga. Una de esas amigas por las que darías la vida y las que protegerías hasta la muerte. Una de esas amigas a las que puedes querer más que a la mujer de tu vida.

Hinata para el… es esa chica que siempre lo apoya, con la que puede contar siempre. Es esa chica de cabellos azules y enormes ojos que hacen que sus preocupaciones desaparezcan con solo una pequeña sonrisa. Esa chica que era tan tierna, cariñosa…cosa que su novia ni en un millón de años lograría ser. Sin duda su corazón le decía algo.
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Bueno quiero disculparme fue algo corto

pero bueno solo.... que el capi termina aqui xD

entonces bueno hasta pronto

Sayo!!

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