Explícito A los pies de Taihou - Azur Lane

Advertencia: en este fanfic hay fetichismo de los pies y sexo

A los pies de Taihou

El almirante del Imperio Sakura, un hombre de cabellos negros que viste su traje blanco con sus charreteras doradas consigue derrotar completamente a la alianza de Azur Lane en una serie de brillantes batallas navales. A sus órdenes estaban los más poderosos portaaviones del Imperio Sakura quienes superaron al mítico portaaviones Enterprise y a la formidable armada de Unión Águila. Sin embargo, una chica portaaviones le robaba el corazón tratándose de Taihou la apasionada Phoenix cuyos cazas y bombarderos le habían dado el golpe de gracia al Enterprise decantando la balanza a favor del Imperio Sakura. Además la combativa Taihou había conseguido dañar gravemente al acorazado Missouri, que fue rematado por la chica portaaviones Akagi.

Esta misma noche los chicas barco del imperio Sakura celebran a lo grande comiendo arroz con carne asada, taiyakis rellenos con crema de anko, inaris sushi de tofu frito con arroz, onigiris de alga nori rellenos con arroz blanco, pollo a la teriyaki, manzanas, verdes y dulces nashi o peras asiáticas, jugo de manzana de Aomori y el licor de arroz llamado sake que beben en pequeños pocillos de blanca cerámica.

Después del opíparo banquete de la celebración de la victoria del Imperio Sakura, el almirante se va a su camarote a descansar. Para su sorpresa halla a Taihou sentada en la cama que esta tendida con sábanas blancas. El almirante al ver a la atractiva chica de cabellos negros, lacios y largos, cuyo cuerpo es delgado y bastante voluptuoso y su rostro de piel blanca exhibe una astuta mirada de sus ojos rojizos, luciendo un elegante vestido rojo, medias negras de nylon y zapatos rojos de tacón cerrado. El asombrado almirante al que la chica le resulta increíblemente hermosa dice emocionado.

- Taihou, que agradable sorpresa –

- Almirante sabía que te gustaría encontrarme en tu camarote, te preguntaría si quieres que me duche pero sé que la respuesta seria que no, asi que para complacerte no me he bañado –

- Piensas en todo –

- Gracias, aunque la verdad un poco más y no la cuento, recibí unos bombazos del Enterprise y sobreviví fue por mi blindaje – Reconoce la chica. El Almirante dice seriamente.

- Gracias a Dios que sobreviviste, no sé qué haría sin ti. Lo bueno es que ya hemos ganado la guerra y no tendremos que luchar más –

- Por fin puedo estar con mi amado Almirante sin nadie que me estorbe, envie a esas alimañas al fondo del océano por usted –

- Buen trabajo mi querida Taihou – Responde el Almirante sonriendo alegremente.

- He visto como me miras las piernas y mis pies cuando ando con las sandalias o con los tacones cerrados de fiesta, se que tienes un fetiche de los pies – Responde la astuta chica portaaviones quitándose los zapatos rojos de tacones cerrados y dejando ver sus bonitos y medianos pies cubiertos por medias negras de nylon.

- Mis pies me están matando –

- Te hare un relajante masaje en los pies – Dice el almirante arrodillándose junto a Taihou y tomándole la planta del pie derecho la masajea firmemente.

- Tus manos son mágicas – Dice la chica sonriéndole.

El almirante va masajeándole los dedos del pie derecho percibiendo el aroma a sudor de la chica que ha estado la primera mitad de la noche en la fiesta e incluso ha bailado. Taihou lo mira atentamente mientras se relaja. Luego el almirante prosigue masajeandole la planta y los dedos del pie izquierdo. La chica emite un gemido de alivio.

En cuanto el almirante termina de hacerle el masaje. Taihou mirándolo pícaramente le acerca el pie derecho sudado al rostro y le frota la nariz diciendo.

- Esto te gusta mi pervertido almirante -

El almirante respira profundamente el penetrante aroma a sudor de la chica que pareciéndole agradable, lo excita.

- Aaah huelen tan rico –

La apasionada y pervertida chica al escuchar esto le atrapa la nariz con los dedos del pie diciéndole.

- Disfruta del aroma de Taihou -

El comandante se deleita con el potente aroma de su chica gimiendo débilmente y tornándosele la mirada perdida – Aaah no puedo resistirme –

- Eso es lo que quería escuchar – Responde Taihou mientras le mantiene agarrada la nariz durante unos treinta segundos. Luego le deja respirar un poco de aire fresco y entonces le atrapa la nariz al almirante con los dedos del pie izquierdo. El almirante al verse obligado a respirar el intoxicante aroma de la chica portaaviones sintiéndose como en el cielo emite un gemido.


Taihou quien ha conseguido dominar la situación le dice – Vamos desnúdate, yo hare lo mismo –

El almirante y la chica portaaviones se quitan toda la ropa quedando desnudos. Entonces Taihou empuja suavemente al Almirante a la cama, aquel deja que la chica lo recueste deseando que ella tome la iniciativa porque es bien sabido lo ardiente y pervertida que es.

Taihou busca un condón del armario, se pone encima de su comandante, le ayuda a ponerse un condón y le planta los pies en el rostro mientras le acaricia suavemente el pene. El almirante gime fuertemente, entonces la chica portaaviones al ver que el pene de su compañero se para, agarrándolo se lo introduce en la vagina y comienza a mover deleitantemente las caderas. El comandante excitándose aun más por el potente olor de los pies de la chica la penetra con ímpetu gimiendo fuertemente. Taihou sonriendo lascivamente le frota el rostro con los pies y va moviendo más rápidamente las caderas haciendo que el Almirante sienta un placer indescriptible. Sin poder resistirse sigue penetrándola con muchísimas ganas hasta que la pareja llegando al orgasmo se corren entre potentes gemidos. El almirante derrama su semen en el condón y Taihou queda con la vagina mojada por su propia corrida.

El almirante queda rendido de placer mirando con adoración a su compañera, entonces Taihou le retira los pies del rostro diciendo – Me gusta que me mires así mi querido Almirante –

- Te adoro mi querida Taihou –

- Dilo de nuevo – Pide la chica portaaviones –

- Taihou te adoro con toda mi alma –

- Me haces tan feliz, tengo que marcarte como mío – Responde Taihou mordisqueándole suavemente el cuello haciendo que el Almirante emita un suave gemido. Luego lo envuelve con sus brazos en un amoroso abrazo diciéndole – Eres mío para siempre -

Y desde entonces las noches del Almirante con su ardiente y apasionada Phoenix son cálidas e inolvidables y rebosantes de pasión.