Lluvia de Hamburguesas [Lluvia de Hamburguesa] 60 encuentros quesosos

El titulo es una parodia de 60 encuentros letales creo que lo pasan en discovery,ocurre luego de las dos películas, espero les guste.

-Declaimer: la siguiente historia es de mi autoria pero los personajes y nombres involucrados pertenecen a Sony Pictures Animation, acompañala con leche-

​

60 encuentros Quesosos

Algunos meses han pasado desde que la isla Isla Marca Bocado se convirtió en un ecosistema maravilloso de comida viviente, con cientos de miles de especies de criaturas creadas por FLDSMDFR, apareciendo muchas más nuevas. Los que vivían aquí aprendieron a subsistir con ellos y pronto se volvieron parte de su vida, Frink y con ayuda de sus amigos se han dedicado en seguir creando invenciones para mejorar la vida de todos, volviéndose un inventor de fama mundial viviendo con su padre y muy cerca de Sam Chispas. Pero esta historia tiene mucho que contar aún.

Frink entra corriendo a la sala de su casa, Steve su mono mascota apenas se logra sostener de su hombro, se detiene en medio del sofá y el televisor sosteniendo algún nuevo artefacto en sus manos, se los muestra a su padre y Sam que lo observan sentados.


—Les presento el ¡mega-súper-magnifico-repelente-de-gravedad de Frink Loco! ¡ Oh el MSMRDGFL! —exclamaba entusiasmado mientras el mono lanzaba confeti de una trompetilla.

Sam y su padre aplaudían sonriendo.


—Mmm, ¿hijo seguro que ya está terminado?…—decía su padre Tim asomando sus ojos por debajo de sus espesas cejas.


—Claro que si papá te mostraré, Sam…—la observaba por unos segundos— Sam emm te vez muy bien hoy—decía riendo nervioso.


—Gracias Frink—decía la chica sonriendo tímidamente.


—¡Listos!— decía mientras extendía sus manos, ponía una mirada decisiva y presionaba el botón del aparato que asemejaba a un planeta con su órbita de color azul metálico.

El invento comenzaba a encenderse destellando algunas luces y segundos después el chico comenzaba a dejar poco a poco el piso, flotando frente a ellos totalmente emocionado riendo.


—¡Frink esto es increíble! —decía Sam abrazándolo envolviéndolo con sus brazos un poco y soltándolo luego de encontrar sus miradas.


—Bien hecho hijo, realmente estoy orgulloso de ti—decía su papá dibujando una pequeña sonrisa, que era algo equivalente a estar eufórico para él.


—Gracias a los dos, como ven funciona perfecto, mañana lo llevaré a la comunidad científica, para que las grandes mentes del mundo puedan verlo.


Apenas terminaba de decir esto el artefacto comenzaba a lanzar algunas chispas y algunos ruidos inusuales, algo dentro estaba calibrado mal y estaba causando un corto circuito. Sin tener tiempo de hacer otra cosa Frink Loco salía impulsado al techo a toda velocidad y lanzando un grito al igual que Steve que hasta ese momento yacía en su hombro, terminaban prácticamente prensados en el techo pues hasta sus mejillas se iban hacia los lados por la fuerza de gravedad.


—¡Frink! —exclamaba Sam


—¡Hijo! —decía Tim


—¡Steve! —imitaba el mono.


—Tranquilos el efecto solo dura algunos minutos, ya bajaré y lo arreglaré—explicaba el inventor intentando dibujar una sonrisa.

La televisión se encontraba encendida frente a ellos y transmitían un noticiero de talla mundial en el que precisamente se encontraban hablando de la isla donde habitaban.


—Luego del sin número de reportajes hechos por la reportera Sam Chispas sobre la isla nosotros mismos quisimos venir a ver, y aquí Isla Marca Bocado, se encontraran con: el único circuito de carreras en banastruces, podrán viajar en el rio de los Sandifantes, recorrer los campos de panqueques y jarabe de maple y muchas cosas más, ¡es realmente un lugar sin igual!. —Conforme la chica narraba se mostraban imágenes donde ella misma encontraba disfrutando de las atracciones.—Soy Eli Vegas y realmente tienen que probar esto.

La imagen contaba y volvían con el titular del noticiero.

—Muchos al igual que tu están entusiasmados Eli por visitar a la isla de la comida viviente, sin embargo, no todos comparten esta opinión y precisamente de eso se estuvo discutiendo en las Organización de las Naciones Unidas, aquí la nota.


Al escuchar esta noticia se voltearon a ver unos con otros con cierta preocupación.


—¿Alguien quiere girarme hacia el televisor o al menos subir el volumen? —preguntó Frink mientras pegado el techo intentaba ver de reojo el aparato.


—Recientemente se ha hablado mucho de la famosa isla de la comida viviente y se nos cuenta todo esto como un maravilloso cuento de hadas—decía un hombre de cabello cano frente a una multitud—pero realmente ¿permitían que sus hijos de aproximaran a esta criatura?.

Para sorpresa de todos tanto en el lugar como los espectadores, dos hombres arrastraban una jaula cubierta con una sábana y dentro de esta había algo que se movía de un lado a otro. Al llegar al centro de la sala, descubrían la sabana y en el interior se encontraba un ser vivo que los de ese consejo no habían visto jamás, al menos no en persona. Lanzando un rugido expulsaba algunos condimentos mostrando sus enormes fauces de lechuga, jitomate, cebolla, carne y queso, observándolos con sus cientos de ojos de semillas sésamo mientras sus patas de papas fritas movían su cuerpo de pan de un lado a otro. Era una gigantesca aramburguesa.


—Pero, pero esto no puede ser—decía Sam intranquila—¿cómo es que tienen a uno de ellos en su poder?, se supone que no pueden sacar ninguno de aquí.


—¿Les parece temible? —preguntaba el hombre mientras se aproximaba a la jaula y al hacerlo la criatura se alteraba más.


—Los animales son inofensivos—replicaba Frink mientras había logrado voltear su cabeza— actuaban de esa manera, solo cuando se vieron amenazados, debe de estar pasando lo mismo allí.


—Les mostraré al valiente hombre que apenas y sobrevivió al ataque de esta bestia— anunciaba—el es Bruce Campbell.


En ese momento aparecía no otro si el antiguo alcalde de la isla, estaba de nuevo delgado, caminaba lentamente y supuestamente traía vendajes por las múltiples heridas en todo el cuerpo, se paró en el podio y tomó la palabra.


—¡Estamos bajo una amenaza inminente! —exclamó— esos monstruos crecen sin parar y nos invadirán si no hacemos algo, sugiero que por el bien de la humanidad acabemos con ellos ¡Ahora mismo!

En ese momento apagaron el televisor y se miraron unos a otros preocupados, no sabían que impacto tendría lo que habían visto en el futuro de su hogar y las criaturas que lo habitaban.

**************************************

Sam y Frink se encontraban sentados fuera del laboratorio esperando saber qué ocurriría. Luego de dos días la aparición del ex alcalde había causado una enorme conmoción entre las naciones y muchas de ellas compartían la idea de acabar con la isla y las criaturas. A lo lejos vieron venir Earl Devereaux el policía y a Manolo el pequeño hombrecito piloto, medico, etc. Este último vestía de traje.


—Frick, Sam hola, traemos buenas y malas noticias— decía Manolo acomodando su gorra que portaba a pesar de estar vestido de manera formal—así es, también soy abogado.


—Investigando con algunos colegas detectives descubrimos la treta del exalcalde— decía Earl mientras se ponía en una pose táctica—va detrás de tu invento…


—¿ FLDSMDFR?—preguntaba el cientifico—¿acaso quiere hacer comida como antes?, eso termino saliéndose de control


—Piensa un poco más haya—dijo Manolo— ¿qué es lo que hace la máquina de manera inicial?


—Pues manipula moléculas pero…—Frink se dio cuenta en ese momento.


— No hay algo que no pudiera hacer— dijo Sam un tanto alarmada—armas del mundo vueltas pudin, automóviles hechos pilas de cereal, podría desaparecer toda el agua de los océanos…


—Ahora, el mundo entero sabe que la maquina mantiene vivos a todos los animales, necesita quitarlos de en medio para así poder tomarla y la forma más fácil, es hacer que el mundo entero crea que son peligrosos—respondía Frinck agregando.


—¡Así es!, Frink, muchacho— Earl se aproximó a él y lo señaló— tienes que pensar en algo para evitarlo, el mundo entero depende de ti…


—Pero, pero, pero…—Frink tartamudeo nervioso— ¿qué puedo hacer yo?, yo solo soy un inventor…


—Frink—Sam lo tomó de la cara y le sonrió— tranquilo y piensa, Bruce Campbell quiere hacer creer a todos que son peligrosos— la pequeña fresita de la chica saltaba en su pie, ella la tomó en sus brazos y la acarició — hay que mostrarles que no es así.


—Puedo pedir que nos den algunas semanas para probarlo—agregó Manolo.


—Yo…tecnicamente, es como si fuera su padre,no puedo dejar que nada les ocurra...¡Lo haré! —dijo Frink poniendo sus manos en la cintura airoso.

 

Lo pongo en dos partes así se ve menos pesado. Pueden comentar una y luego otra.

Parte dos:

Frink se preparaba para comenzar, habían terminado coincidiendo en que él quien fuera el que emprendiera eso, tomaría una de las criaturas y no solo demostraría que no era peligrosa si no podía estar domesticados, tranquilos y convivir con ellos.

—Muy bien, Steve...¡Comencemos!


—¡Steve!—decía el mono.


—Traje de explorador— se lo ponía.—Mochila con provisiones…—se la colgaba en los hombros.— Filtrador de agua—observó que funcionara—Sombrero para el sol—se lo ponía—¡Sam! —la tenía cargando en sus brazos— estoy listo. Por cierto ¿qué domesticaré?...


—Oh pues a él... —decía Sam mientras habría la maleza.


Frente a él estaba la más grande aramburguesa que había visto, su tamaño en todo sentido superaba por el doble o el triple de las otras criaturas de su misma especie. Frink hizo bajar a Sam dejándola suavemente en el piso, bajo las manos, arqueo la cabeza, abrió sus ojos como platos y al igual que su boca enormemente, sacando un enorme grito y salió corriendo de allí con las manos levantadas a toda velocidad.


***************************************************

Primer Encuentro:

—¿Seguro que puedes con esto?—preguntó Sam mientras lo veía de reojo.


—Claro que si Sam— dijo sonriendo fingiendo estar confiado.


—¿Si?, bueno, yo lo dijo porque saliste corriendo al otro lado de la isla luego verlo.


—Emm, no, no yo estaba revisándola zona—expuso abriendo sus manos—ver que todo estuviera bien y los gritos y todo eso era, era solo un ritual territorial, ¿si?


Sam no pudo evitar reír un poco y Frink sentirse un tanto avergonzado.


—Bueno, los dejo solos, yo tengo que arreglar algunas cosas para mantener a todo el mundo tranquilo, hacer unas entrevistas, reportajes, mostrar que estamos bien.


—¿Ósea que me quedaré solo con él?


La aramburguesa se acercaba a él sigilosa.


—No tienes problema ¿verdad? —dijo Sam besándolo en la mejilla.


—No, no, pufff por mi perfecto— dijo riendo un poco mientras veía que se alejaba.


Para ese momento ya estaba la criatura frente a él, mirándolo fijamente.


—...Hola— dijo nervioso—pues veamos…te diré Mac te, ¿parece?, emmm bien…empecemos por algo básico ¿quieres? , ¡siéntate! —ordenó con voz clara mientras le indicaba también con sus manos.


La aramburguesa lo observó confundida por unos segundos, pero luego que lo repitió unas veces la enorme criatura comenzó a hacer descender su corporeidad hasta sentarse.


—¡Wow! Bien hecho—la acarició un poco de la cabeza—saluda, dame una de tus patas.


El arácnido levantó su pata de papa frita y Frink pudo estrecharla.


—Esto va bastante bien, recuéstate.


La hamburguesa de ocho patas se recostó en el piso.


—Ahora ¡gira!.


El joven inventor vio victorioso como lo obedecía comenzando a girar, levantó sus manos en señal de triunfo hasta que vio que esta estaba girando hacia donde estaba él, abrió los ojos de nuevo y se escuchó un grito ahogado mientras quedaba sumergido en el piso en medio del pan de la hamburguesa, cuando la criatura dio toda la vuelta el de encontraba aplastado contra el piso semiconsciente.


—Bien hecho…

Encuentro 12:

—Hola Mac, amigo ¿qué tal estás? —decía Frink tomando otro bocado de lo que traía en su mano sin dejar de masticar ponía le daba unas palmadas.

La aramburguesa se movía un poco como si quisiera mover la cola.

—Tenemos mucho que hacer tenemos solo unos días, en la mañana repasábamos como poder hablar y algunas señales, solo termino lo que como y seguimos ¿de acuerdo? —daba otra mordida— por cierto quieres un poco, es una hamburguesa con que…


Tragaba el bocado precipitadamente mientras la escuchaba gruñir, se relamía un poco mientras escuchaba el enorme rugido del arácnido.


—¡Lo siento!, ¡te lo juro no es ninguna de tus crías, tienen una estructura molecular distinta! —gritaba mientras huía de ella.



Encuentro 24:


—Oyes Sam y a Frink ¿cómo le va con lo domesticar una aramburguesa? —preguntaba Brent mientras estaban por cruzar una avenida.


Se ponía el rojo en el semaforo y los autos comenzaban a andar.


—Bastante bien, creo que lo lograba muy pronto.


—Hola Sam, hola Brent—escuchaban la voz de Frink.


—Hola Frink, porque no le…¿Frink?... —al voltear Sam no veía a nadie.


Frente a ellos en ese momento pasaba la enorme aramburguesa caminando a pasos agigantados.


—Chicos ¿me ayudarían? —se escuchaba desde su interior.


Encuentro 60:


Frink se aproximó a la multitud, suspiró nervioso mientras que acercaban a la jaula donde estaba la criatura, Brent, Manolo y Earl comenzaron a quitar la sabana, aún lado de él estaba quien era llamado un delegado de la ONU, que se presentaba para avalar la situación. Sam abrazó a Frink y le dio un beso.


—Tú puedes hacerlo…—le susurró.

Él la miró por unos segundos con los ojos como platos y la cara roja.

—Sam, pero…lo hemos intentado por días, no he logrado los suficientes avances…

Ella puso sus manos en sus hombros.

—Lo lograrás Frink— sonrió.

El joven inventor se acercó al podio luego de saludar al delegado.

—Se ha dicho mucho de las criaturas que habitan en este lugar, creo que me corresponde a mi hablar por ellas pues mi maquina las creo y las sigue haciendo.


Mientras hablaba la puerta de la jaula se comenzó a abrir. Frink levantó su brazo y la araña comenzó a avanzar hacia él. Algunas de las personas del público retrocedieron, claro eran los que no pertenecían Marca bocado, incluyendo al delegado. Parecía que todo iría bien cuando Frink puso su mano en cabeza de la aramburguesa ante unas emociones de sorpresa, parecía que todo iría bien, pero de pronto ésta comenzó a alterarse, empezó por moverte de un lado a otro como nerviosa, levantaba sus patas y se movía más, Frink intentó a acercarse pero lo empujó hacia atrás y con un rugido el pánico se encendió en la multitud.


— ¿Estás bien? —preguntó Sam mientras se acercaba al inventor.


—No lo entiendo, no estaba tan bien pero jamás había actuado así…


—¡Quesoso, quesoso, quesoso! —repetía Steve mientras saltaba


—Ahora no Steve…


Las autoridades que iban con el delegado se disponían a arremeter contra la criatura que ya se enfrentaba a ellos. Frink volteó su rostro al aire, en ese momento se percató que había un sutil olor a queso, a eso se refería.


—Sam Chispas, ¿sabías que hay especies de arañas que son muy territoriales? y huele a queso debe ser de la otra arambueguesa …


—Si alguien está haciendo que huela de una manera similar, la aramburguesa puede sentir una amenaza de todos viéndolos como rivales con su mismo aroma y por eso estar alterada—agregó Sam.

—¡Exacto!


—Entonces— dijo Earl llegando allí pegando un salto hasta ellos—¿Qué hacemos?


—Ustedes avisen a las autoridades, Sam llévate a Steve, te ayudará, yo intentaré controlar a Mac. —indicó Frink.


Sam, Manolo, Bred y Earl salieron corriendo cada uno hacia un punto distinto de la isla con la esperanza de dar con el origen de aquel olor. El joven inventor por su parte partió decididamente a encontrarse de nuevo con el arácnido de hamburguesa esperando que pudiera calmarlo.


Las autoridades habían logrado aislar a la criatura hasta uno de los puertos donde se disponían a atacarlo, mientras este les tiraba mordiscos en el aire. Frink se acercó un tanto agitado y le gritó desde donde estaba.


—¡Mac! —la aramburguesa solo rugió—¡Mac, tienes que calmarte amigo! —gritó más fuerte.


Los oficiales le apuntaron en ese momento hacía el arácnido viéndolo como una amenaza, el inventor corrió lo más rápido que pudo intentando averiguar cómo sosegarlo y que no le hicieran nada, entonces recordó una de las razones por las cuales llegó a creer que podría lograrlo, poder ser su amigo.

****************************************

En uno de los tantos días en el que el inventor se dedicó a entrenarlo, las horas pasaron demasiado rápido y antes de que el joven Loco partiera comenzó a oscurecer, había sido un día cansado para ambos y se encontraban a la orilla de un lado observando lo que parecer era jugo de manzana, viendo saltar dentro de él a unos pececillos de caramelo, cuando de pronto en el cielo ocurrió un trueno. Fue hasta ese momento que Frink se dio cuenta de que iba a llover, le pareció un tanto irónico el no darse cuenta luego de tantas ocasiones que había escuchado hablar a Sam siendo que ella era meteoróloga, claro que él estaba perdido en sus ojos, escuchó una especie de chillido silencioso y entonces vio a que Mac estaba asustado, con dos patas de papa se cubría la cabeza temblando.


—¿Te dan miedo? —preguntó Frink


En ese momento se escuchó uno más y el arácnido se encogió en sí mismo y apretó todos sus ojos.


—Es solo trueno, es el sonido de la onda de choque causada cuando un rayo calienta instantáneamente el aire por el que se mueve entre nubes, o de ellas hasta la superficie terrestre, a más de 28.000 °C. Es inofensivo, bueno, no lo es pero… no tienes nada que temer ¿sí?


La hamburguesa seguía aterrada, chillada como un cachorro. Frink buscó con la mirada algo y lo lejos vio una enorme hoja como de lechuga que había que había caído de uno de los árboles y se la hecho encima.


—Eso te protegerá—dijo sonriendo.


La aramaburguesa lo observó por unos segundos y se acurrucó un poco, realmente la había hecho sentir segura. Por alguna razón a la mente Frink vino un leve recuerdo de su mamá, arropándolo para dormir y esbozó una sonrisa pasiva, la criatura emitiendo un sonido similar a un ronroneo lo acarició con su costado.

****************************************

Frink Loco corría a toda velocidad, escuchó que el celular de sonaba y contestar terminaba escuchando que ninguno de ellos había tenido éxito, Sam.


—Frink estoy viendo que helicóptero se aleja creo que eran ellos…lo siento—dijo—Manolo nos ayudará a seguirlos.


—Hagan eso—respondió el inventor—tengo que partir Sam, aquí se está poniendo difícil,¡Mac! ¡No! ¡Alto!—exclamaba Frink buscado que llamar su atención, tanto de la araña como de sus atacantes.


Al verlo tan cerca por suerte pedían un alto al fuego y Mac volteaba hacia él lanzando un rugido dispuesto a atacarlo alterado todavía por ese aroma, en ese momento Frink se despojaba de su bata y como podía la lanzaba sobre él.
La aramburguesa y el joven inventor habían quedado a escasos centímetros, Frink había cerrado los ojos esperando que lo devorara o algo así, esto porque podía hasta sentir su aliento condimentado demasiado cerca, sin embargo lo que ocurrió fue que esta le lanzó una larga lengüetada que terminó llenándolo de salsa de tomate. La gente a su alrededor comenzó a aplaudir, de entre la multitud salieron sus amigos y su padre que corrió hacia el para abrazarlo.

—Sabía que podías lograrlo hijo, yo lo sabía.


—Gracias papá—decía mientras sobre su hombro veía acercarse al hombre que había enviado la ONU—señor delegado puedo explicarlo…


—No tiene que decir nada señor Loco, alguien más confesado ya.


—Intentó ocultarse en su antigua alcandía, no fue lo más inteligente ¡lo atrapamos! —decía Earl aún lado de Bred mientras señalaba al ex-alcalde subiendo a una patrulla.


—Fue fácil luego explicar lo del aroma, pues otras aramburguesas atacaron el helicóptero donde tenían cautiva a la que ellos tenían—agregó Sam— se los llevaran en cuanto puedan quitarles todo el queso de encima, pude verlo cuando venía para acá.


—Además de que yo terminé dándole evidencia de sus planes, en otros tiempos fui como un agente secreto, aunque eso es clasificado—concluía la explicación Manolo.


—Creo que ya todo está bien ¿verdad? —el delegado afirmó con la cabeza—pues veamos de nuevo ¡Mac siéntate!


La aramburguesa se sentó rápidamente. La gente aplaudió.


—Perfecto ahora saluda, dame una de tus patas.


De igual manera levantó su pata de papa frita y Frink pudo estrecharla.


—Ahora, recuéstate.


Se tiró en el piso.


—Ahora ¡gira!.


—¡No, Flint no! —dijeron todos intentando retroceder cuando vieron que esta rodaba hacia ellos


Fin.