One-shot de Naruto - “The white lie”(One-shot)

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por RomAnce, 16 Abril 2011.

  1.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

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    “The white lie”(One-shot)
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    ¡Hi!
    Este es primer one-shot de la serie, es algo (muy) extraña así es que no se hagan ilusiones, lo siento mucho por el hecho pero, fue una pareja sugerida y bueno, salió esto.
    Pareja sugerida:
    Género: angustia/tragedia
    Advertencias: si sois un poquito intolerantes al género.
    Declaimers: los personajes no son de mi propiedad, son obras de su creador Masashi Kishimoto
    Ubicación: U.A

    .

    “The white lie”

    El viento arreciaba con fuerza, mientras que el cielo se oscurecía más de lo normal para dar lugar a la inminente tempestad; a pesar de ser apenas las 7 p.m. el clima lo hacía ver como a media noche.

    Aquello no era impedimento para la desconcertada mujer que maneja a velocidad irracional por aquél sendero desértico, lamentándose por todo lo sucedido hace unas cuantas horas.

    Flashback…

    — ¿Qué haces aquí? —pregunto el hombre sentado frente a la ventana sin dirigirle siquiera la mirada.

    —Itachi, ¿cómo estás? — lo evadió con pesadez Matsumi, mientras colocaba la bandeja con los medicamentos para el hombre frente a ella.

    — ¿Qué haces aquí? —volvió a preguntar insistentemente con voz hueca, sin importarle la ansiedad fémina en cuanto a saber su estado. La mujer bajó la mirada y se sintió sin armas. Sabía que con él no podía andar con rodeos.

    Itachi la miro por el rabillo del ojo con su intensa mirada rubí, escrutándola, analizándola; como queriendo descubrir un enigma del cual era sin sentido.

    —Seré reemplaza, ya no te atenderé más. —un suspiro murió en su garganta de remordimiento y decepción, al ver que aún la miraba intensamente.
    …estaba dolido…
    Itachi, yo…

    —te vas a casar. —declaró mirando de soslayo al anillo de hermosa simetría en la delicada mano fémina, para luego encararla fijamente.

    —…
    Matsuri cerró los ojos para evitar la comezón en ellos. No quería llorar, no enfrente de él.

    —Matsumi…
    La susodicha abrió los ojos con pesadez, y comprobó que el que la seguía mirando intensamente; sólo que esta vez su mirada no era distante y fría, si no que se reflejaban sentimientos y resignación. Esto la perturbó. Él nunca había hecho algo semejante.
    Sabía de antemano que amaba locamente al frente suyo, pero que no era recomendable estar con alguien quien tenía trascendencia psicópata.

    — ¡Yo amo a Gaara! —Al decir la mentira blanca se sintió aparentemente bien, pues sabía que era lo correcto y lo mejor para ambos.

    Matsuri se dirigió hacia la puerta para salir y dejar a cargo a alguien más para suministrarle los medicamentos; pues ya no aguantaba su careta que le era repulsiva hasta tal punto de causarle náuseas.
    Pero al momento de girar la manigueta, el hombre la cerró con fuerza y la acorraló.

    —Sabes que mientes pésimo—podía sentir su aliento cálido en su cuello.

    — ¡acéptalo él será mi esposo! —se armó del poco valor que tenía y lo encaró con enojo marcado. La adrenalina hace maravillas.
    Pero su valor se esfumó cual humo, al sentir el beso forzado y tosco del hombre. Se sentía extasiada.
    Cuanto anhelaba un beso suyo pero, sabía que eran causa del descontrol y de los celos. El sabor metálico de su propia sangre la horrorizó.

    Intentó zafarse como desquiciada del beso descontrolado, pero esto sólo lograba que la estrechara más fuertemente contra él como queriendo devorarla.

    Cerró los ojos con frenesí y cedió totalmente. Al notar que él disminuía la intensidad y el agarre, aprovechó e incrustó la jeringa con sedante que había sostenido desde el principio, en el cuello del hombre con todo el contenido.
    En el momento que Itachi sintió el recorrido del líquido en sus venas, la soltó completamente y callo arrodillado frente a una mujer de cristalinos ojos y ambas manos tapando su boca con dolor.

    —Matsuri…—jadeó Itachi, mientras caía desplomado al frío piso por el efecto del sedante.

    End flashback.

    Sus ojos negros se opacaron más cual carbón sin gracia ante el recuerdo del pasado.

    Aceleró más el deportivo gris sin importarle las consecuencias que ello implicaba, lo único que quería era llegar hasta el sanatorio donde trabajaba para poder comprobar con sus ojos que todo era un juego de su imaginación y que encontraría al hombre de sus sueños rotos.

    —“El sanatorio Ángel tercero fue incendiado hace unas escasas horas.
    Aun no se han encontrado responsables de dicho acto e indicios de la provocación del mismo, lo único que se ha sabido hasta ahora es la muerte de 15 pacientes y tres doctores de la institución ya mencionada…”

    Ante la información dada por el aparato, la mujer salió como desquiciada de aquél lugar dando ninguna prioridad o importancia en cuanto a su boda que se llevaría a cabo en escasos treinta minutos.

    —Gaara…—declaró aturdida mientras su atormentada mente se dignaba nuevamente a recordar su fallido enlace con el hombre que “amaba”.

    Flashback…

    — ¡Te ves hermosa! —declaró Temari unas de las damas de honor, la hermana de su futuro esposo.

    —…
    se miró al espejo. Era verdad, a pesar de que se considerara una mujer nada fuera de lo normal de ojos negros como la noche y cabello tan claro como la arena, se veía realmente bella sin exagerar con ése hermoso atuendo de novia.

    — ¡serán muy felices! — volvió a hablar la dama de honor mientras le sujetaba un poco más el corsé, estilizando su curvilínea silueta.

    —Sí…—se vio forzada a sonreír con fingida alegría mientras que su corazón se partía en dos.

    —<<Es lo correcto>>—pensó, mientras cerraba los ojos y afianzaba su sonrisa con la de Temari.

    —<<Él me ama, yo lo amaré…>>—Miró a Temari y la abrazó. Podía mentirle a los demás pero a ella no, por eso se odiaba inconscientemente y se sentía martirizada porque no podía convencerse en su totalidad.

    End flashback.

    Estaba tan ensimismada en la lobreguez de sus pensamientos que no vio al peatón que se cruzaba por su camino. La velocidad no cooperó en nada, sólo una reacción tardía.
    Un golpe reacio y estremecedor sufrió en todo su cuerpo, contenido con un sentimiento de vacío. Su auto dio vueltas en el aire en un intento fallido al querer esquivar la desventura persona que imaginaba muerta ya.

    Calló a un barranco poco profundo, pero no menos doloroso. Sintió su cuerpo ser desquebrajado y partido en dos, al contacto rústico contra el suelo.

    ***********

    Un mal presentimiento se apoderó de él. Dejó el café negro e insípido a medio tomar y le pagó a la mesera quien atendía el lugar. Su cabello negro ocultaba ciertas facciones de su demacrado rostro, ocultando levemente sus rubíes ojos.

    Había escapado del sanatorio para impedir la boda, pero no pudo. Pues sabía que en sus razonamientos ella tenía razón. Él era un psicópata y eso no iba a cambiar con su amor.

    Resopló con fastidio y encendió el auto que robó hace unas cuantas horas atrás.
    Se encaminó por un sendero apartado donde sólo había una iluminaria.

    Manejo con ímpetu tras unos minutos, hasta que sintió en medio de la espesa lluvia olor a gasolina y caucho quemado.
    Miró por el retrovisor y comprobó que en el barranco que había pasado había un auto incendiándose. Una compasión no propia de su persona le invadió junto con el mal presentimiento a flor de piel.

    Retrocedió el vehículo algo maltrecho y viejo pero conducible, hacia el lugar donde le dictaba su curiosidad y compasión no comprendida. Salió intrigado sin importarle lo inclemente de la tempestad y se dirigió a aquél lugar.

    Bajó el barranco con una agilidad felina, y en pocos momentos ya se hallaba frente al auto maltrecho y hecho un etcétera. Abrió sus ahora oscuros ojos por lo denso torrencial y las tinieblas a más no poder, al reconocer el auto de Matsuri.

    Hecho una ñañara de emociones, comenzó a forcejear con la puerta del auto que se encontraba atascada rogando que estuviera viva de a milagro.

    Grande fue su sorpresa que el mal presentimiento y su extraña compasión, tuvieron resultados al verla a ella verticalmente aún sujeta por el cinturón de seguridad sangrando a borbones.

    El fuego del auto comenzó a agarrar fuerza ante la declinación de la lluvia y eso significaba que en cualquier momento, si no la sacaba serían pedazos irreconocibles por todo aquél barranco.

    Con el corazón en la boca, Itachi luchó con el cinturón hasta que este cedió.
    Saco a la maltrecha mujer de en medio de los hierros retorcidos, que de milagro no logró prensarla del todo. Un leve quejido de molestia y dolor se aventuró en los labios ahora purpúreos de Matsuri.

    Como pudo la jaló a escasos metros del automóvil e intento subirla a cuestas sobre él. En pocos minutos no más de tres, el vehículo estalló en cientos de partes por todo el lugar, e Itachi sin pensarlo siquiera protegió con su cuerpo la maltrecha figura fémina. Extrayendo fuerzas sobre humanas la siguió llevando hasta la calle en frente de la iluminaria y comenzó a llamarla para que reaccionara.

    — ¡Matsuri! — la colocó en su regazo, con ambas manos sobre el rostro de la mujer.

    —…—los ojos de aludida luchaban para abrirse pero la sangre entorpecía el esfuerzo.

    — ¡Matsuri! —la zarandeó sin querer preso de la frustración. Hasta que por un momento sus negros ojos se enfocaron en los desesperados rubíes frente a ella. Y con pocas fuerzas balbuceó el nombre del hombre.

    — ¡¿Qué pasó?!

    —Pen-pensé que habías…—un escalofrió recorrió su espina, trayendo consigo el dolor intenso y agudo de todos sus traumas corporales limitándose sus palabras.

    —Yo escape antes de todo ése alboroto…—en la voz masculina se escuchaba ira y frustración. Al ver su vestido manchado casi en su totalidad en sangre se sintió aturdido y la cargo en sus brazos.

    — ¿Qué…?

    —vamos al hospital. —lo dijo como si fuese lo más natural. La mujer se revolvió en sus brazos y se cayó.

    —No…ya no hay tiempo…—Itachi se acuclilló y la acomodó en su regazo y la estrechó con impotencia suavemente.

    —…

    —…termina con esto por favor… —declaró jadeante mientras su dolor se hacía más intenso, y la sangre brotaba a borbones en una herida muy profunda en su abdomen bajo; esto lo desconcertó. Ella seguía callando.

    —…

    —¡¡Por favor!! —le entregó un puñal que ella siempre cargaba en defensa propia.

    —…—Él la seguía mirando retraído.

    — ¡¡Si alguna vez a me amaste hazlo!!

    Itachi bajo mirada sólo un poco y tomo el puñal que ella cargaba en sus atuendos. Él hombre presionó el puñal hasta que su sangre comenzó a aparecer. Se encontraba impotente en aquella situación.

    *************

    Gaara salió como loco al ver que su novia y futura esposa tenía un retaso de más de dos horas. Ella siempre había sido puntual y eso lo desconcertó. Arrancó el auto y se fue en busca de ella después de no encontrarla en la casa de sus padres, salió a las afueras de aquél sector apartado de la ciudad.

    *************

    El automóvil iba a una velocidad despampanantemente elevada, tanto que comenzó a quemar caucho desde el principio. Después de unos minutos interminables para el pelirrojo, optó detenerse para buscar ubicación; ya que pensaba que de tantas vueltas en “u” y otros recorridos se había extraviado.
    — ¡Maldición! — espetó con evidente enojo y fastidio.

    —Matsuri… ¿qué pasó? —preguntó con desolación Gaara al cielo nocturno, que no dejaba de llover pero no tan intensamente como hace horas.

    Vislumbró una iluminaria y se llegó a ella. Al percatarse que había un auto estacionado delante de la iluminaria, optó por detenerse y preguntar la ubicación de la ciudad, pues ya se sentía perdido.

    —Disculpe...

    se aproximó al hombre cabizbajo y sosteniendo algo en brazos. Itachi levantó la mirada y se encontró con un sorprendido Gaara en estado de shock.
    — ¿Qué…?— musito en su letargo, aun no creyendo la escena que se dilucidaba al frente suyo. Los oscuros ojos de Itachi se enfocaron en el caballero ataviado de saco y corbata al frente suyo y supo que era ése tal Gaara.

    Se irguió con el puñal en mano ensangrentado hasta no más y la mirada penetrante y fría. Gaara lo miró con recelo y apenas comprobó que aquél inerte cuerpo en el suelo irreconocible a simple vista por la sangre y el trato barbárico era su amada Matsuri.
    —Un momento. —sintió como un balde de agua fría lo hubiera despertado a la realidad que apenas comenzaba a aceptar.
    —Matsuri…—miró con incredulidad el cuerpo inerte de la susodicha y reaccionó reacio.
    — ¡Malnacido! —sacó en medio de la lobreguez de sus pensamientos dominado por su instinto, un arma de calibre nueve milímetros y le apuntó a quemarropa en la frente.

    Itachi no se sintió apesadumbrado ni mucho menos atemorizado por el apunte fijo y decidido del hombre dolido al frente suyo.
    — ¡Psicópata! —comenzó a hacer presión en el gatillo del arma.

    —…—el susodicho seguía con su mutismo declarando que él había sido el asesino.

    —¡¡Tú la mataste!! —se le quebró la voz en un momento en impotencia de la situación.

    —Sí. —mintió. Itachi sonrió al escuchar la primera bala y el dolor intenso y quemante de la misma. —<<Sin ti es igual a morir…>>—pensó mientras la segunda, tercera, cuarta bala se incrustaban sin misericordia en su pecho—<<ya no hay razones para existir…>>—la quinta, la sexta...Gaara había perdido el juicio se encontraba desquiciado y encolerizado disparando al inerte cuerpo frente al suyo.

    —Mi amada…—declaró, mientras tanto sus ojos se nublaban con un líquido salado, eran ¿lágrimas?, su corazón latió lento y el dibujo de la sonrisa de aquella mujer que yacía en un charco de sangre se enfocó en su mente…sonrió.

    — Espérame — apretó el gatillo directo a su sien y su vida se fue en un suspiro tras un manto de espeso carmesí, declarando como único testigo de aquél escenario el velo nocturno y la luna Escondida tras las densas nubes vestida de escarlata con cilicio, compareciéndose de la maldición de un amor prohibido y su fatídico desenlace.

    ************************************************************************

    “las mentiras es siempre la salida más rápida a nuestros problemas, pero acumuladas en exceso hacen miserable la existencia. Todo se perdió por una mentira blanca…”

    Fin.
    
    ************
    N/A:
    Espero que les haya gustado mi otra faceta.. sorry si se encuentran algumas faltas ortográficas, no sé si haigan ya que lo lo lleído y releído como unas diez veces °-°...solamente por si las moscas xD! se les aprecia. Sin más que agradecida, se despide por el momento su servidora: ‘Claymore B. 47’ 
     
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  2.  
    Naomi Uchiha

    Naomi Uchiha Entusiasta

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    ME ENCANTOO!! de verdad qe me gusta como escribeseres komo... profunda *-*
    aunqe nunka en mi vida abia leido un fic donde dentro del romance principal aparesiera Matsuri y menos inbolucrada kon mi lindo Itachi pero dejame decirte qe me gusto la idea ;D
    sige escribiendo asi de VERAS tienes talento
    besos bye bye
     
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  3.  
    Reyka Akira

    Reyka Akira Usuario popular

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    -.- primero que nada creo, sin temor a equivocarme que de quien hablas es de Matsuri la kunoichi de la Arena y no (Matsumi).

    Debo confesar que es súper extraño verlos como pareja o en un tipo romance -.- a Itachi x Matsuri, me cuesta imaginarlo con Hinata :: suspiro :: cuanto más con Mat -.-

    Tienes varios errores de escritura, en otras ocasiones te faltan letras para darle mejor sentido a las palabras, solo debes de cuidar ese detallito ya que posees un buen desarrollo, coherencia y narracion en la historia. Te gusta lo tragico ^.^

    Sayonara!!

    Reyk@
     
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  4.  
    Tsunade Sama

    Tsunade Sama Iniciado

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    — ¿Qué haces aquí? —volvió a preguntar insistentemente con voz hueca, sin importarle la ansiedad fémina en cuanto a saber su estado.

    no sería mejor la ansiedad de la fémina...

    bueno es mi humilde opinión, buena ortografía y lo que me encanta es que le pones sazón...!
    besos y gracias por invitarme..!
     
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  5.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

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    Ough! perdón por no venir antesT__T
    les agradezco de todo corazón sus comentraios y correcciones! :D realamente son muy apreciadas por mí...
    sie, dedazos ¡Y qué horribles! T__T
    con el time mejoraré para que algún día, si quiren seguir leyendo x) les sorprenderé, de veras de veritazz!
    Gracias por su tiempo!
    Naomi Ushija, Reyka S Nara y mi Jefecita querida Tsunade-sama x) (espero que no te me moleste por lo de jefecitah :3 )
    ejem...

    Gracias por leer! nos vemos en la próxima con la melódrama Claymore xDD!
    *SEE yUo LatTer~
     

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