One-shot de Pokémon - ¿Vamos al cine?

¿Vamos al cine?


— ¿May, podrías… podrías… ayudarme a invitar a Dawn al cine?— preguntó, Ash a la coordinadora sonrojándose levemente.

— ¿Cómo dices? — preguntó, incrédula de escuchar a su amigo con aquella pregunta.

— Lo que oíste, veras…— el joven bajo su mirada— tengo unos boletos de cine… y… y pensé que tal vez… Dawn… tú sabes… ella y yo podríamos salir… pero el problema es que no se como pedírselo… — explicaba el entrenador con las mejillas pintadas de un color cereza — ¿Me ayudarías con eso? — preguntaba sintiéndose apenado por tan ridícula petición

May, aún seguía incrédula mirando el rostro de Ash y cuando por fin pudo salir de su sorpresa para articular palabra alguna la voz de Ash la interrumpió.

— ¿Sabes? Mejor olvídalo, sabía que era una tonta idea — dijo algo apenado. La joven lo miro con algo de ternura.

— No te preocupes Ash Ketchum, te prometo que esta noche tendrás pareja para ir al cine — dijo, May con emoción en tanto tomaba del brazo al entrenador y lo arrastraba en dirección a la casa de Dawn.

A lo lejos, la pequeña residencia Berlitz de dos pisos construida con un estilo clásico y con pequeñas ventanas que asomaban hacia el extenso bosque parecía volverse más y más grande con cada paso que Ash y May daban.
Cuando por fin la joven pareja llego al lugar se ocultaron detrás de los grandes arbustos que crecían en las inmediaciones del bosque y ahí con una voz que parecía más un susurro May comenzó a planear junto con Ash su gran plan de conquista amorosa.

— Bien, para empezar no puedes ir con ese tipo de ropa tan común y corriente — dijo críticamente la chica ente la mirada indiferente de su amigo.

— ¿Qué tiene de malo mi ropa?

— Como ya te dije es tan común, no tiene nada de especial y para que los sepas a las chicas nos gusta que nos hagan sentir especiales, ¿Qué crees que pensara Dawn si le pides una cita usando la ropa que usas todos los días?

— Pues… no lo se — respondía inocentemente el chico — además no tengo otro tipo de ropa May

— De eso no tienes por qué preocuparte — dijo guiñando el ojo y corriendo apresuradamente en dirección al centro comercial de pueblo Hojas Gemelas — ¡¡Espera aquí Ash en un momento vuelvo!! — grito antes de continuar su camino.

— ¿En que estará pensando? — se cuestionó Ash así mismo al ver partir a la chica.

No paso más de media hora cuando Ash volvió a divisar en la lejanía a May. La joven cargaba entre sus manos una especie de traje color azul marino con tonalidades entre blanco y azul cielo. En su rostro una sonrisa se dibuja de mejilla a mejilla.

— Tu problema de moda se ha resuelto, Ash — aseguró May presentando frente al chico las ropas que traía en sus manos.

— ¿Qué es eso May?

— Es un traje de Piplup — contesto con orgullo la coordinadora poniendo su mano izquierda en su cintura mientras con su mano derecho sostenía el atuendo.

Un grande y gordo traje de Piplup colgaba de la mano de May. En las afelpadas aletas parecía haber sufrido el desgaste del tiempo, el pico de la cabeza lucia ya desteñido y los negruzcos ojos comenzaban a volverse grises. Un extraño olor a Magikarp escapa del interior.

— ¡¡¿Acaso piensas que invitare a Dawn usando eso?!! — se quejó Ash recorriendo con su mirada el indecoros traje que May le había conseguido — por si no lo sabias hasta yo tengo sentido del ridículo.

— ¿Qué tiene de malo? Es adorable — contradijo May con un dulce tono de voz — Además, considera esto; el pokémon favorito de Dawn es Piplup, en cuanto ella te ve usando este traje se volverá loquita por ti. Confía en mí, conozco a Dawn mejor que tú.

Ash medito las palabras de May por un instante llegando a la conclusión de que por más que le costara admitirlo lo que decía su amiga tenía cierta lógica. Quizás, sería vergonzoso pero podría ser efectivo. El joven tomo el traje y se ocultó detrás de unos arbustos para cambiar su ropa por la que May le había conseguido. A final de cuentas que podría perder.

— Luces de maravilla — expresó May con enorme felicidad al ver que Ash salía de entre los arbustos usando el ostentoso traje Piplup.

— Sí, bueno como sea estoy listo —manifestó Ash presionando su aleta derecha en señal de seguridad. Torpemente avanzó hacia la puerta principal de la casa de Dawn. El gordo traje, dificultaba un poco su andar.

— ¡¡Detente!! — ordenó May antes de que su amigo avanzara más. Ash volteo ante el repentino llamado — aun no puedes irte, debes llevar contigo un regalo para Dawn.

— ¿Un regalo?

— Sí, un regalo —enfatizó May buscando con su mirada algo en la espesa hierba — mira, estas flores de baya Aricoc servirán muy bien como presente para Dawn — aseguró la coordinadora recogiendo del suelo unas cuantas flores color violeta.

— ¿Aricoc? Mmmm, recuerdo que Dawn dijo algo acerca de esa planta — reflexióno Ash intentado inútilmente recordar — no puedo recordarlo muy bien, pero estoy seguro de que era algo muy importante.

— Debe ser porque son las flores favoritas de Dawn — dijo May colocando el racimo de flores Aricoc en las manos de Ash — Confía en mí, le encantaran — concluyo con una juguetona sonrisa.

— Está bien, May — se resignó el chico contemplando las flores — esto de las citas sí que es complicado —dijo algo cansado — ¿Algún otro consejo?

— La verdad, sí — contestó May cruzando sus brazos — Veras, cuando estuve con ustedes en la copa Wallace, Dawn no paraba de hablar de un sujeto llamado, Paul. Me dijo que él era muy grosero con ella. Sin embargo, a ella le gustaba eso le gustaba que él la tratara con frialdad y desprecio.

— ¿A dónde quieres llegar con eso May?

— Me refiero a que si quieres conquistar el corazón de Dawn debes ser más como Paul y menos como Ash — declaro May bajando sus brazos —ahora apúrate galán, se hace tarde —apresuraba la coordinadora empujando de la espalda al chico — y recuerda lo que te dije, actúa como Paul.

Ash camino hasta la puerta principal de la casa, con algo de dificultad subió sobre el pequeño escalón de concreto. En su cabeza, intentaba no olvidar el consejo de May y en su aleta derecha las flores violetas eran apretadas con inquietud.

— Bien, Ash solo recuerda lo que te dijo May. Se cómo Paul, se cómo Paul — se repetía una y otra vez el entrenador dentro de su mente — se cómo Paul, se cómo Paul — lentamente con la punta de su aleta izquierda presiono el timbre con forma de Chimecho provocando que una agradable melodía sonora en el interior de la residencia Berlitz. A unos cuantos metros, May observaba la situación oculta entre los arbustos.

— ¡¡Enseguida abro!! — se escuchó la alegre voz de Dawn.

Lentamente, la blanca puerta de madera se abrió ante los ojos de Ash quien con rapidez oculto el ramo de flores detrás de su espalda. Bajo el marco de madera la elegante figura de Dawn apareció vistiendo un pantalón rosa y una chaqueta del mismo color, debajo de esta una ligera blusa negra. Su rostro, hizo una mueca divertida en cuanto vio al chico.

— Oye tú, chica de la cual no recuerdo su nombre — expreso altaneramente Ash antes de que su amiga pronunciara una palabra — ¿Te gustaría hacerme perder el tiempo llevándote al cine? — cuestiono con frialdad. En su mente, Ash se asombraba de la buena interpretación que estaba haciendo de Paul.

— ¿Por qué estas vestido de esa manera, Ash? — pregunto Dawn haciendo caso omiso de lo que el chico le proponía. Con su mano, intento levemente cubrir la burlesca sonrisa que el ridículo traje de Ash le provocaba — y además, ¿Qué quieres decir con que no recuerdas mi nombre? — esta vez su voz parecía algo molesta al percatarse de lo que había escuchado.

— La razón del porque vaya vestido de esta manera es algo que no te importa y lo de tu nombre es algo que sinceramente no me importa a mí — respondió, Ash — por cierto, toma estas flores, obviamente son más bonitas que tú— dijo sarcásticamente presentando el ramo de flores frente al rostro de la chica.

Los ojos de Dawn se horrorizaron al darse cuenta del tipo de flores que Ash intentaba regalarle. Bruscamente y sin ningún decoro arrojo el ramo al suelo con un golpe de su mano izquierda.

— ¡¡Acaso eres un tonto, Ash te he dicho mil veces que soy alérgica a las flores de las bayas Aricoc!! — gritó, Dawn con gran molestia. Desde los arbustos una leve carcajada se escuchó — y otra cosa Ash, no sé porque te vestiste de esa manera tan ridícula ni tampoco sé qué te pasa hoy pero mientras no mejores tu actitud será mejor que no regreses a mi casa — sentencio la chica antes de cerrar la puerta azotándola furiosamente. Afuera, Ash simplemente lucia sorprendido por la reacción de su amiga.

— Bueno, no siempre se gana Ash — dijo May quien había salido de su escondite al ver como Dawn rechazo al entrenador — vamos, anímate — intentaba reconfortar al entrenador poniendo su brazo alrededor del cuello de Ash.

— No entiendo como tu plan no funciono, parecía ser perfecto

— A veces funciona a veces no, así es esto Ash— afirmó May tomando camino hacia el centro del pueblo Hojas Gemelas — se está haciendo tarde, será mejor que te quites ese traje rápido o no llegaremos a tiempo al cine — advertía la chica caminando lentamente.

— ¿Acaso quieres ir conmigo, May? — pregunto volteando su mirada hacia la coordinadora.

— Oye, te prometí que esta noche tendrías pareja para ir al cine, ¿O no, Ash Ketchum?

— Si tú lo dices. Andando, démonos prisa May — exclamo con desinterés alcanzando a la joven en su camino.

— Así me gusta Ash. A propósito, ¿De dónde sacaste esos boletos?— cuestiono con curiosidad May.

— Brock me los dio y me pidió que invitara a Dawn. Dijo que ella era perfecta para mí.

— Me lo imaginaba.