One-shot ¿Tú eres Alicia?

Nota de la Autora: Hola a Todos!!! Este es un capitulo algo sádico de lo que es el vídeo Vocaloid, es para un concurso, espero tener muchos "me gusta" y alguno que otro comentario, este capitulo es desde la perspectiva de Len Kagamine como la 4º Alicia y cuenta un poco su estadía en ese no tan maravilloso país, al final del capitulo les puse unos regalos, aunque no tienen que ver mucho con la historia :p​

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¿Tú eres Alicia?​

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“♪La cuarta Alicia eran dos niños gemelos que llegaron a aquel país maravilloso por pura curiosidad, atravesando varias puertas en poco tiempo para llegar a aquel lugar♫”​

Eso suelen cantar en el exterior, suelen decir que este mundo lleno de caos, dolor y perdición era gobernado por un pequeño sueño, en realidad no lo sé, no lo recuerdo… no soy Alicia.

Mi hermana mira al mundo desde abajo, al igual que yo… somos como un espejo, ella es el lado derecho y yo el izquierdo, ella es lo que no soy, ella es la única compañera que tengo en este mundo.

— Len… — decía mi hermana desde dentro de la celda— tengo miedo…

— Yo también… — dije mientras me recostaba en la pared de mármol de aquella prisión.

— ¿Qué harán con nosotros? — decía ella mientras se hacía una pequeña bolita y con sus dos pequeñas manos sostenía sus piernas.

— No lo sé… — le dije mientras trataba de calmarme viendo aquella luz tenue de la Luna que salía por una pequeña ventana de nuestra prisión.

— Esto ya no es divertido… — ella empezaba a sollozar — el no nos dijo que pasaría esto… ¡¿Por qué!? ¿¡Qué podemos hacer!? ¡Tengo miedo!

— ¡Basta! — dije en un ataque de crisis — yo también tengo miedo, ¿¡Acaso crees que solo tu sufres!? ¡Tampoco es sencillo para mí!

— L-l-lo siento — su cara se había puesto roja mientras empezaba a llorar desconsoladamente, yo me levante con esfuerzos y acaricie su cabeza, la pesadilla acababa de empezar.

— No llores Rin, yo también lo siento… pero… simplemente no se qué hacer… — dije mientras me sentaba a su lado y la abrazaba.

— Quiero volver a casa… con mamá… con papá… esta vez sería una niña buena.

— Lo sé, pero… — mi voz se cortaba — por ahora no pienses en eso Rin… mejor intenta dormir.

— No puedo… — decía Rin, mientras temblaba entre mis brazos — puedo oírlo…

— ¿A quién? — pregunte algo asustado.

— Al sueño…

— Lo sé… yo también… puedo oírlo…

Nos estábamos volviendo locos, en aquella celda, en la obscuridad de ese dolor… no había nadie que viniera a rescatarnos, no teníamos nada ahora, más que la espera de nuestra propia muerte.

Estábamos dormidos, a la luz de la vaga Luna y la terrible noche, el frío era fulminante, aún así por fin habíamos conciliado el sueño dentro del propio sueño, era una ilusión, de haber sabido esto nunca hubiéramos hecho un trato con aquella forma extraña de vida.

— ¿Quieren divertirse niños? — Decía aquella voz en mi sueño — ¿Están cansados de seguir las reglas?

— ¿Qué nos ofrecerías? — preguntaba dudando de su veracidad.

— Gobernar mi mundo, crearlo, diseñarlo, hacerlo cada vez más hermoso y bello, ustedes solo tienen que ser la Alicia de este mundo… — dijo finalmente.

— ¡Vamos Len! ¡Suena divertido! — decía Rin mientras me agitaba.

— No creo sea conveniente Rin… — dije tratando de persuadirla del peligro.

— Entonces… ¿Ninguno quiere ser Alicia? — decía aquel sueño, provocando Rin me viera con cara de suplica.

— No creo debamos Rin… — dije en un último intento, a lo que ella se levanto bruscamente.

— ¡Puedes quedarte solo! Ir de todos modos… — y se había ido tras el sueño, yo no podía dejarla sola.

Es curioso como avanza el tiempo en un sueño y lo increíblemente rápido que puede repetirlo todo en un sueño dentro del sueño, recordé como Rin y yo llegamos a este mundo, lo reviví muy rápidamente.

— Len… ¿¡Ya viste que enorme casa? — la voz de Rin resonaba en mis oídos con cada recuerdo — ¡Debemos seguir explorando! No sabemos qué maravillas más encontraremos — su sonrisa se seguía grabando en mis pensamientos.

— Rin… no deberíamos ir tan aprisa… — yo sonaría tan preocupado como siempre — ¡Rin! ¡Lee las instrucciones! — mi voz resonaba como gritos en los recuerdos.

Los días en este país ciertamente habían transcurrido lentamente para nosotros dos, dos simples mocosos, solo habíamos jugado, abierto más y más puertas, rompimos sellos y liberamos cosas que no debían ser liberadas, fuimos más curiosos de lo que debíamos, habíamos sido idiotas y creídos ante este mundo.

— Un naipe de corazón… ¡Len! ¡Mira! ¡Viene con una invitación! — ella sonreía como siempre — nos invita al castillo arriba de la colina — nunca se preocupaba por los detalles, me fastidiaba un poco, pero eso siempre me había gustado de ella.

Después de eso recuerdo cuando llegamos al castillo y de la nada fuimos prisioneros de este lugar, ahora solo podíamos esperar nuestra suerte con la reina del país… la 3º Alicia.

— ¡Despierten! — Gritaba una voz mientras nos abría la celda — la reina les espera — era una mujer de complexión delgada y pelo verde, solo mostraba un rostro misericordioso mientras nos guiaba a la Reyna.

Los pasillos eran largos y Rin se colgaba de mi brazo, teníamos miedo… aún podíamos escuchar la canción de aquel sueño, como eco una y otra vez en nuestra mente.

“♪La tercera Alicia fue una pequeña niña, con una bellísima figura llego al país de las maravillas, con su belleza a todos sedujo y creó un extraño país♫”​

Ahí estaba, sentada en una silla enorme, nos miraba con ojos firmes y fríos, un cuerpo envejecido y lastimado, podrido por la codicia de aquel país… se podía admirar un bello pelo verde en dos coletas y sus ojos de color esmeralda con una sonrisa terrorífica.

— ¿Son ustedes Alicia? — preguntó directamente.

— No… — dije firmemente, un poco cohibido por su presencia.

— ¿Y tú? — Rin parecía desesperada mientras se aferraba a mi brazo para alzarse y preguntar — ¿Tu eres Alicia?

— No… — la reina parecía cansada y solo se recostaba en su asiento — Alicia no existe.

— ¿¡Qué!? ¿¡Cómo!? — dijimos al mismo tiempo Rin y yo.

— ¿Ustedes también pueden oírlo verdad? — dijo la Reina mientras señalaba arriba — la canción del sueño…

— ¿Tu también la escuchas? — preguntamos al unisonó, siempre pensamos que éramos los únicos en ese país de las maravillas que escuchaban una y otra vez esa canción

— ¡Claro! Este mundo es un sueño que alimenta a un sueño… — dijo — todo es una ilusión creada por nuestros mayores anhelos y temores, para diversión y alimento de ese sueño — nosotros no lo lográbamos entender — les daré un ejemplo… — entonces ella se levanto y tomo una espada y con este atravesó a la chica que hace poco nos había abierto la celda, esta sangraba de dolor y gritaba, trataba de tocarse la espalda para sacarse la espalda, pero era imposible, era una escena cruel.

— ¡Para por favor! — decía Rin paralizada del miedo — ¡Por favor! ¡Para!

— Espera un poco más… — y la reina encajaba la espada más a fondo mientras Rin se derribaba del susto.

— ¡Alto! — dije desesperándome igualmente — no le vemos sentido a todo esto.

— Pronto lo verán… — dijo la reina mientras sacaba la espada del ahora cuerpo muerto de su sierva — ya está muerta — Rin lloraba desconsoladamente.

— ¿Y qué ganaste con esto? — estaba enojado.

— Demostrar mi punto… — entonces la reina se agacho tocando el frío cuerpo — ella no es real… es solo un sueño mío dentro de este sueño… — en ese momento el cuerpo desapareció — si yo lo deseará tendría más sirvientes… — en eso por la puerta de entrada volvió a aparecer la misma joven, como si nada hubiera pasado.

— Aquí está el té mi señora — decía mientras se arrodillaba y ofrecía pequeñas tazas para una mesa a mitad del salón.

— Gracias… puedes retirarte — dijo la reina mientras avanzaba a sentarse y con un gesto nos indicaba que éramos bienvenidos.

— ¿Qué acaba de pasar? — decía mi hermana sin poder superar el trauma de hace unos minutos.

— Ellos no existen… todos los de este castillo son solo una ilusión creada por mí para mi comodidad, puedo asegurarles que lo único real en este castillo somos ustedes y yo — en ese momento, por lo menos yo, no lo entendía del todo, aún así era importante recordarlo — somos los prospectos de Alicia, pero ninguno se ha convertido en Alicia, solo será Alicia aquel que logre despertar del sueño después de haber satisfecho los deseos de ese pequeño sueño, Alicia solo ella puede sacarnos de aquí y llevarnos a nuestro hogar, por eso vuelvo a preguntar… ¿Son ustedes Alicia?

— No — respondimos al unisonó.

— Entonces… no me sirven de nada — dijo mientras tomaba un sorbo de té — ejecútenlos… — dijo tranquilamente para nuestra sorpresa — su piel podría servirme para rejuvenecerme.

Apenas escuche eso, en un segundo casi sobrehumano tome a mi hermana, la cargue y me avente por la ventana para escapar, no sé como evadimos a los guardias, mi hermana ya no podía más y su cuerpo estaba paralizado, y aún podíamos escuchar la voz de aquel sueño, una y otra vez.

“♪La segunda Alicia era un noble hombre, y su canción agrado al país de las maravillas llenándolo de hermosas notas♫”​

Caminamos sin rumbo, sin comida, sin ninguna distracción y esa canción sonando una y otra vez, la diversión ha acabado, en eso vemos una flor parecida a una rosa, quizás sea un rosal.

— ¡Len! ¡Len! ¡Mira! Una rosa — pareciera una pequeña luz en nuestra pequeña pesadilla y mi hermana corre hacia la rosa tratando de arrancarla — ¡Esta muy clavada! ¡Ayúdame! — corro para auxiliarla y así sacar la flor, metida entre todo ese pasto y hierva.

No importaba cuanto jaláramos, aquella rosa estaba realmente clavada en aquel pasto, en eso tratando de sacarla mejor, empecé a deshacerme de la hierba descubriendo un rostro de un hombre de pelo azul, sus ojos estaban idos, y sangre brotaba de su cabeza.

— Esta muerto… — dije conmocionado, mientras mi hermana veía sus manos con horror, aquella rosa estaba clavada en el corazón de ese hombre, era el corazón de ese hombre.

Rin salió corriendo rápidamente, apenas reaccione fui tras ella “Rin… espera… ¡Rin!” gritaba una y otra vez, pero era como si no me escuchara, ella corría sin dirección, se veía perdida, hasta que tropezó.

— ¡Rin! — dije jadeante — por fin te alcanzo — ella estaba de rodillas, como si se hubiera lastimado — ¿Estás bien?

— Una llave… — dijo levemente, con una voz casi inaudible — ¿De dónde es?

“♪La primera Alicia estaba llena de valor, con una espada en mano llego al país de las maravillas y con esta destruyo muchas cosas creando un camino rojo carmesí para hacerse notar♫”​

Ahí estaba a lo lejos una reja en la que en una esquina había una mujer pellirroja, sentada viendo fijamente al suelo, como musitando un hechizo, aún así no sabría decir con exactitud qué era lo que aquella mujer decía.

— ¿Quién eres? — dije algo asustado.

— Quiero ser Alicia ¿Y tú? — parecía perdida, sus ojos eran hermosos cuando me miraron, aún así se notaba cierta pérdida de locura en su mirada.

— Solo estamos perdidos en este lugar — le dije — ¿Sabes la salida?

— Si… pero primero tienen que liberarme — dijo la extraña mujer mientras señalaba la llave que hace poco Rin había recogido.

— Esta bien… — decía Rin sin dudar mientras se dirigía a la jaula de aquella mujer, yo le sostuve la mano indicándole en un suplico con la mirada que no lo hiciera pero ella solo empezó a reír histéricamente, entonces lo entendí… había perdido a Rin en este país.

Alicia era una chica perdida en un lugar lleno de maravillas, no sabía a dónde ir pero un gato le indicaba el camino de a donde deseaba ir aunque no sabía realmente que buscaba, había comida que la hacía crecer, otra que la hacía pequeña, había personajes locos que festejaban su cumpleaños todos los días, había una reina que decapitaba a todos, y Alicia al final estaba asustada, se arrepentía de haber seguido al conejo blanco, quería volver a casa, ya no quería ser la Alicia del país de las maravillas, aún así era Alicia.

Este viaje empezó por el deseo de un sueño, por la curiosidad de dos gemelos, mi hermana y yo, despertar a la primera Alicia fue nuestro final, nadie escapa de ella, mi vida pasa frente a mis ojos mientras pongo mi cuerpo sobre el de mi hermana para protegerla lo más posible, mi sangre corre y salpica todo alrededor, cada espadazo es peor que el anterior.

Solo la verdadera Alicia puede salir de este mundo… ninguno de nosotros es Alicia… ¿Tu eres Alicia?

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