Long-fic ¿Puedo estar...contigo?

¿Puedo estar...contigo?

Hola este mi primer fic... bueno aunque sea de esta serie la pareja es (Ayame x Kouga) es mi segunda pareja favorita...despues del (Sesh x Rin) xD este fue un reto de tkm espero que le guste... si no les gusta el primer capitulo me avisan, critican cual quier cosa y tratare de mejorarlo para el segundo capitulo n_n aqui se los dejo :)

¿Puedo estar...contigo?​

El crepúsculo que se encontraba en el cielo estaba manchado de un color rojo carmesí idéntico a la sangre, cualquiera que viera el crepúsculo creería que era sangre aunque tal vez no estaría tan equivocado…la sangre solo significaba una única y dolorosa cosa…”hoy ha sido derramada sangre…” hoy había sido la pérdida de un ser querido o tal vez de mas…sus lagrimas caían por sus mejillas, no sabía cuanto había estado ahí, cuantas horas, cuantos días no sabía absolutamente nada… alrededor suyo se encontraban varios cadáveres ya enterrados con una piedra negra encima expresando el pésame, toda su manada había sido devastada solo quedaban ella y su abuelo pero el ya pronto se iría…

Sus ropas ya estaban sucias, al igual que su cuerpo, sus rodillas le dolían de estar tanto tiempo arrodillada y sus ojos estaban hinchados y hasta rojos de tanto llorar hay al frente suyo en una roca grande y ancha se hallaba un gran lobo de pelaje blanco con una notable herida en su costado mientras se veía como respiraba agitadamente pidiendo algo más de oxigeno pero aquel lobo sabía que su tiempo se estaba agotando y que tan solo le quedaban minutos o hasta segundos para su corta agonía.

-Ayame… no llores-le dijo el gran lobo mientras volteaba la cabeza para ver el delicado rostro de aquella chica de cabellera roja y ojos que alguna vez fueron jades pero por tantas lagrimas que fluían de sus ojos que ahora estaban rojos e hinchados.

-A-Abuelo-tartamudeaba ella mientras más lágrimas se deslizaban por sus mejillas, ella se las limpio pero nuevamente salieron más de sus ojos recordar que su manada estaba muerta la entristecia y veer a su abuelo tan herido y sin ninguna posibilidad de seguir viviendo no le ayudaba... en lo absoluto.

-Ayame no me queda mucho tiempo… busca a Kouga… únete a su manada el te ayudara-dijo el lobo agitadamente ya estaba dejando de respirar oxigeno y en cuestión de segundos la agonía lo invadiera para así morir en paz.

-No abuelo…y-yo puedo cuidarme sola y defenderme tú lo sabes-decía la ya antes nombrada mientras se limpiaba las lagrimas, ella no quería estar con aquel hombre que la hizo sufrir prometiéndole algo que después de todo no cumplió ni cumplirá ella tendría aunque sea algo más de orgullo y no iría a pedirle ayuda a él, no, era definitivo no lo haría.

-Nosotros los lobos no podemos estar…sin una manada tú debes ir… y…-pero su abuelo no pudo terminar empezó a sentir un agudo dolor en su herido haciendo que se empezara a retorcer de dolor.
-¡Abuelo!-grito lo más duro que pudo Ayame al ver a su querido abuelo retorcerse de dolor.

-Busca a Kouga… prome…telo…-dijo aquel lobo para después soltar un último gemido, ya la muerte lo había alcanzado y no podía hacer nada más, solo esperaba a que su nieta buscara a Kouga y así poder salvarse.

-Abuelo… lo prometo…-dijo la chica para después llorar y gemir lo más alto que su seca garganta podía y así poder soltar todo aquel dolor que sentía por la pérdida de su manada y aun mas por la de su abuelo esa noche se quedo hay llorando y maldiciendo a aquellos demonios que aprovechando que ella, su abuelo y otros gran sabios no estaban en la manada se pusieron a atacarla para después asesinarlos a ellos.

La noche había pasado rápidamente debía de admitir que durmió muy cómodamente, empezó a bostezar mientras estiraba sus brazos sí que había dormido bien y de eso no tenia duda, dirigió la mirada a sus dos compañeros Hakkaku y Ginta que seguían durmiendo sobre el césped.

-¡Ya despierten!-dijo Kouga mientras les tiraba a los dos una piedra haciendo que se levantaran de un salto.

-¡Ahhhhhhhhh!-gritaron los dos demonios lobos mientras se paraban de un brinco.

-Despierten par de flojos hay que seguir en busca de Naraku-dijo Kouga mientras se levantaba se desempolvaba un poco y se fue corriendo.

-¡Espéranos Kouga!-gritaron los dos Hakkaku y Ginta mientras corrían en su dirección.

Ya habían pasado unas cuantas horas en las que había estado corriendo y gracias a las suplicas de sus dos compañeros Kouga empezó a reducir el paso logrando así caminar y hacer que sus compañeros no sufrieran tanto como lo hacían siempre, caminaban tranquilos pero unos arbustos se movieron poniendo en alerta a Kouga y a sus dos amigos.

-¿Quién anda hay?-dijo el oji-azul para dirigir su vista al arbusto, se sorprendió y mucho al encontrar a una chica de cabellera roja, esperen ¿cabellera roja? ¿Cuántas chicas de cabellera roja habían? Se pregunto él para caer en la cuenta de que esa chica era Ayame.-¿Ayame?-pregunto el asombrado mientras la recorría con la mirada, su cabellera andaba suelta la cual fue una de las razones de las cuales no la reconoció pero además su ropa… su ropa ahora estaba sucia y teñida de un color rojo carmesí y sus ojos estaban igual de rojos y hasta hinchados, pudo notar que sus manos, brazos y piernas también estaban heridas y que aquella flor lila que acostumbraba llevar en el pelo ahora estaba marchita y de color negra.

Hakkaku y Ginta se fueron lentamente para darles algo más de privacidad a los dos algo les decía que el aspecto de la chica no era para nada bueno, Kouga se sentó en una piedra y suspiro que ella tuviera esa flor marchita significaba la muerte de alguien y además el crepúsculo de ayer estaba teñido de rojo… todo indicaba que alguien había muerto, levanto la vista para ver a Ayame ella solo tenía la mirada perdida en el suelo mientras sus heridas sangraban por no ser curadas adecuadamente.

-Siéntate-le dijo Kouga a Ayame y así poder platicar mejor-Dime, ¿Qué ha pasado…?-dijo Kouga examinando su rostro le cual no tenia expresión.

-Nos… atacaron-dijo la chica cortante, Kouga se sorprendió de su voz no era la misma voz alegre y hasta algo infantil que conocía, si no que era una grave y seria, tal vez fue de tanto llorar, paso por la mente de Kouga, tal vez fue por eso y su voz cambio.

-¿Qué paso con tu manada y con el gran sabio?-pidió el tratando de que ella diera más detalle de lo ocurrido ya tenía una idea de lo que había sucedido pero debía saberlo con más detalle y además afirmarlo.

-Muertos-dijo ella mientras agachaba la mirada y se encogía de hombros.

-¿Y el gran sabio…?-pregunto él para tener bien en claro que quería decir con eso de muertos.

-Igual…-dijo Ayame mientras su mirada que hasta ese momento sus ojos permanecían inexpresivos fueron tomando un color rojo y se podía ver allí claramente el sufrimiento, una lágrima se resbalo por su mejilla mientras otras más la seguían cayendo hasta las piernas adoloridas de Ayame.

Idiota, fue lo primero que pensó el al preguntar algo tan estúpido y evidente y aun mas por haber tocado el tema que se notaba que aun era reciente, sintió pena por ella y ya tenía idea de porque ella lo había buscado ”para unirse a su manada” pensó, varios segundos pasaron mientras la chica lloraba silenciosamente, Kouga se sintió mal al verla llorar.

-Lo siento… te doy mi pésame y puedes quedarte en mi manada-dijo el extrañamente amable, bueno el siempre lo era por así decirlo pero el solo era amable con Kagome eso fue extraño pero debió ser por la pena que le producía ver a ella llorar y sentirse tan mal.

Pasaron las horas y el la ayudo a curar sus heridas junto con Hakkaku y Ginta, ella solo gemía o hacia una mueca de dolor cuando le limpiaban las heridas, se dio un baño y después se fue a dormir en todo el día ella no había hablado si le preguntaban algo ella solo asentía con la cabeza o lo negaba, los tres demonios lobos estaban reunidos en el medio de la fogata pensando que iban a hacer con ella.

-¿Entonces qué vamos a hacer Kouga?-dijo Hakkaku mientras echaba un poco de leña a la fogata.

-Pues se quedara con nosotros, será parte de la manada-dijo Kouga mientras suspiraba resignado no es que ella fuera una carga pero tener a una mujer en la manada… valla eso cambiaria un poco a la manada y además por el hecho de que ella está enamorada de él no significaba que mejoraran las cosas…

-¿Entonces volveremos a donde la manada para dejarla hay con ellos?-pregunto Ginta con curiosidad en su pregunta.

-Pero… si volvemos ¿no perderíamos el rastro de Naraku?-hablo coherentemente Hakkaku mientras veía la fogata con una expresión de estar pensando.

-Tienen razón-dijo Kouga para después levantarse y bostezar-si regresamos nos demoraremos y perderemos el rastro de Naraku-dijo él para después estirar los brazos-Bien no nos queda de otra la llevaremos con nosotros-dijo con tranquilidad mientras se acomodaba bajo un árbol.

-¡¿Qué?!-preguntaron los dos demonios lobos mientras se miraban las cara sin creer lo que escuchaban ¿llevarían a una mujer con ellos?

-¿No me oyeron? Ella vendrá con nosotras y punto-dijo el oji-azul para después cerrar los ojos y dejar a sus dos compañeros algo sorprendidos por la noticia, valla tener a una mujer con ellos… bueno tal vez no sería tan mala idea ¿verdad? No tal vez no lo seria después de todo Ayame no era fea ni parecía mandona como Kouga, lo pensaron una vez más, suspiraron bueno Kouga tenía razón no tenían de otra que llevarla con ellos bueno tal vez no sería tan malo, quien sabe y hasta sea agradable, después de todo la señorita kagome es buena con ellos ¿Quién decía que Ayame no lo sería también…?

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Hola... bueno espero que les alla gustado... y si no pues.... ._. me pondre muy triste!!!! pero no sientan remordimiento xD si sienten que debo describir mas, los errores ortograficos, que no cambie mucho el caracter, etc ustedes saben acepto todas las criticas, sean buenas o malas u_u como dije no sientan remordimiento XD

 

Re: ¿Puedo estar...contigo?

Ya habían pasado semanas desde que Ayame se había unido a la manada de Kouga, a decir verdad se veía mucho mejor que hace unos días, su cabellera roja ya no estaba sucia y ahora estaba arreglada y amarrada en una cola, su ropa estaba limpia y sus heridas curadas y desinfectadas, sus ojos ya eran del mismo color verde que antes aunque ya no tenían el mismo brillo de alegría que siempre tenía ella al verle a los ojos… su mirada era melancólica pero ahora hablaba, tal vez no como antes y mucho menos con la misma alegría pero algo era algo.

Su camino se fue deteniendo poco a poco al reconocer un olor ya conocido para varios de la manada, era Kagome, Hakkaku y Ginta miraron por instinto a Ayame, algo les había dicho Ayame de que ella había sido la prometida de Kouga pero que ese compromiso ya se había anulado hace varios meses o tal vez… desde siempre, pero no le quisieron preguntar más a Ayame después de todo ella no hablaba casi y se le notaba la incomodidad al hablar sobre ese tema.

A unos pocos metros de ahí Inuyasha junto con sus amigos andaban caminando, hasta que el olor de Kouga llego hasta las narices de Inuyasha, Shippo y Kirara al ser los únicos con el olfato más desarrollado ellos fueron los únicos que se dieron cuenta.

-Keh ese lobo apestoso otra vez-dijo Inuyasha mientras se tapaba la nariz en señal de asco.

-¿Eh, Kouga?-pregunto Kagome para voltear a ver a Inuyasha y ver como este asentía con el ceño fruncido, Kagome sonrió hace semanas que no veía a Kouga.

-Parece que esto no le agrada a Inuyasha-dijo el monje Miroku mientras hablaba con Sango.

-Bueno, después de todo creo que Kouga fue quien dijo que Kagome era su prometida-dijo Sango afirmando lo que había dicho Miroku.

-Pero a Inuyasha no le agrada Kouga porque el si le dice lo que siente a Kagome en cambio el idiota de Inuyasha no-dijo Shippo metiéndose en la conversación mientras tenia los brazos cruzados y asentía varias veces con la cabeza al igual que Sango y Miroku que estaban de acuerdo.

-Keh, ya se está acercando-dijo Inuyasha mientras se tapaba mas la nariz y la boca para no tener que oler ese “fétido” olor como decía él.

Y como aviso Inuyasha Kouga vino en menos de un minuto mientras atrás lo seguía su manada aunque también alguien que nunca se imaginaron ver con Kouga…

-¡Kagome!-dijo Kouga mientras en menos de unos segundos ya estaba al frente de Kagome sonriéndole, para después agarrarle de las manos y empezar a decir otra de sus frases de amor para Kagome.

-Emm… si, gracias Kouga-decía Kagome algo incomoda por lo que le decía Kouga.

-Keh ¡aléjate de ella lobo sarnoso!-dijo Inuyasha mientras se ponía entre Kouga y Kagome.

-¡Ella es MI prometida, bestia!-dijo Kouga haciendo enojar mas a Inuyasha, para después comenzar una pelea.

-No peleen…-decía Kagome con una gota en la cabeza mientras veía como ellos se peleaban como niños, dirigió su vista hacia la manada de Kouga y le sorprendió tanto ver a una chica de cabellera sentada en un tronco mientras al lado suyo se encontraban Hakkaku y Ginta, la chica estaba volteada y no se le veía el rostro, a Kagome claramente se le gano la curiosidad y se fue acercando lentamente hacia aquella joven de cabellera roja mientras pasaba por el lado de los otros dos amigos de Kouga sorprendiéndolos.

-Espere señorita Kagome-dijeron los dos chicos, Hakkaku y Ginta mientras en su rostro se veía la sorpresa, pero Kagome no les hico caso se fue acercando mas a la joven hasta solo quedar unos centímetros de ella no aguanto más y le toco la espalda llamando la atención de la peli-roja.

Sintió como alguien le tocaba la espalda lo cual la lleno de sorpresa volteo su rostro para encontrarse con Kagome la cual estaba igual o hasta mas sorprendida que ella.-K-Kagome…-dijo sorprendida Ayame mientras sus ojos color jade estaban sumamente abiertos.

-¡Ayame!-dijo sorprendida Kagome mientras hacía que los demás presentes posaran la mirada sobre ella.- ¿Qué haces aquí? ¿Y tu manada?-pregunto con gran curiosidad esta.

-Señorita Kagome no debería pregunta sobre…-contesto Hakkaku pero fue interrumpido.

-No importa…Hakkaku-dijo Ayame mientras se levantaba de tronco en el que estaba sentada para quedar a la misma altura que Kagome.-Se que es extraño que este aquí… en la manada de Kouga…-dijo Ayame mientras bajaba un poco la mirada y sonreía de forma melancólica lo cual no paso desapercibido para ninguno de los presentes y menos para Kouga.

-Mmm pues sí, es raro que no estés con tu manada-dijo inocentemente Kagome sin saber el motivo de que Ayame no estuviera con su manada-¿y donde están?-pregunto Kagome.

Ayame solo bajo aun más la vista posándolo en el piso, en la tierra… en las piedras, practicamente en todo, sabía que habían pasado unas semanas de que había muerto su manada y que debería superarlo…¡pero era tan duro! Y aun mas por la culpa que ella sentía al no haber sido más fuerte y no haber podido impedir la muerte de su familia y aun mas…de su abuelo, todas las noches tenía el mismo sueño o más bien pesadilla, todas las noches se repetía una y otra vez el día en que su manada murió y en que su abuelo le pidió que fuera a ayudar a Kouga ¡todo los días era eso! Ella no se lo contaba a nadie no quería causar más problemas de los que ya había causado pero la herida que sentía en su corazón por la pérdida de un ser querido, de toda su familia todavía era fresca y ella sabía que esos demonios que la habían atacado a ella junto a su manada no era algo normal su mirada se llenaba de furia al tan solo recordar quien había mandado a esos malditos demonios y justo en el momento indicado, ella se iba a vengar a toda costa, volvió a la realidad al ver como Kagome la llamaba, subió la vista para comenzar a hablarle el porqué estaba ahí con Kouga y su manada…

-Ahh ¿Dónde están?-pregunto Ayame volviendo a la realidad mientras veía los ojos color chocolate de la sacerdotisa, Kagome solo asintió mientras en sus ojos se reflejaba la curiosidad-Ah, ellos están…-pero no pudo seguir sintió como un nudo se le formaba en la garganta y volteo su vista a los que ahora eran su nueva familia primero vio a Hakkaku y a Ginta ellos la miraban con preocupación, ella sonrió internamente desde que ella había llegado ellos habían sido muy amables con ella cuanto los apreciaba, después fijo su vista en Kouga su mirada reflejaba preocupación, ella lamentablemente no noto esa preocupación solo vio o más bien creyó que lo que en verdad reflejaba la mirada de este era de lastima, sintió más remordimiento al sentirse ser una carga para él y su manada… cuanto quería haber muerto en esa batalla pero ¿Qué mas podía hacer? Lo hecho, hecho estaba-Muertos…-contesto Ayame.

********************************************************************************Estem... ¡Konnichiwa! emm lose lo hice corto... pero quería hacerlo así... para dejarlos con la duda de como reaccionarían Kagome, Inuyasha y los demás amigos de este xD
Espero les halla gustado el capi... y ya no me tardare tanto, losiento ppr haberme tardado *verguenza* nos vemos n.n Sayo
pd: gracias por sus posts n.n