“Jamás me importó el que me ignoraras. Jamás me importó el ser mirada en menos, no me importó ser el plato de segunda mesa; siempre y cuando la mesa fuera la tuya. Un amor quisquilloso y presumido, así como también arrogante. No pudiste ofrecerme más, o mejor dicho, no quisiste. Te deseo lo mejor, porque definitivamente, tú no eres lo mejor para mí. Así que no seguiré persiguiendo una sombra inalcanzable. Digo adiós, Fabián. Atte: Samanta ” Leo y releo la carta que alguna vez llegó a mis manos cuando tenía tan sólo 17 años. Joder, juro que jamás me he arrepentido tanto de algo en mi vida. ¿Por qué rayos no pude corresponderle? ¿Por qué no supe darle la importancia que ella merecía? ¿Por qué no cuidé a la única chica que realmente me quiso? Contenido oculto "Drabble" Creado para la actividad Serpientes y Escaleras de Liza White
Whoa, me ha gustado bastante la carta. Las palabras que se utilizan, la forma, y no le veo errores. De hecho, no veo errores en todo el escrito. Creo que transmite muy bien el sentimiento de la chica Samanta. El final no está mal. Me dio la sensación de que, de todas maneras, podrías haberle dado otro toque más de profundidad, como, por ejemplo, que le esté quemando por dentro el arrepentimiento. Igual, no sé si yo soy muy exagerada con esas cosas (de remarcar lo emocional) o qué. (?) Saludillos. <3
Porque Fabián, no se puede sentir lo que no se siente. Samanta sufrió mucho, pero quizás con el tiempo que ha pasado desde que escribió esa carta, ya lo haya superado. Fingir amor daña más que tomar la decisión de irse cada quién por su lado.