¿Por qué lo hiciste? (RyoSaku)

¿Por qué lo hiciste? (RyoSaku)


5 de Septiembre

Ryoma:
Ya son doce meses, doce meses muy importantes y llenos de amor.
Primero quiero agradecerte por todo lo que haz hecho por mí.
Te adoro, te quiero y te amo como a pocas personas en este mundo; pero lamentablemente, la vida nunca es totalmente buena con las personas.

Tres años esperé para poder estar contigo, años de desdichas y sufrimientos que finalmente fueron premiados con lo mejor que me ha pasado en la vida.
Y ahora, el destino vuelve a jugar en mi contra.

Esto es muy difícil, y se que para ti también lo será cuando abras esta carta.
Contigo he descubierto todo y hemos pasado por diferentes dificultades a lo largo de este tiempo juntos.
Siento que ambos entregamos lo máximo para este amor hasta el día de hoy, y por lo mismo no quiero que esperes a tener otra relación por culpa mía.

Me aceptaron en Harvard Ryoma, y mi avión despegará apenas termines de leer esto.

Nunca voy a olvidar nuestro primer beso, nuestro primer abrazo y nuestra primera vez juntos.
Eres una persona maravillosa, llena de cosas por entregar al mundo entero.
Sé que serás, y sin duda, el mejor tenista del mundo. Y quién sabe, quizás algún día me encuentre entre tus fans alentándote para ganar.

No me esperes para ser feliz, no me busques, no pienses en mí y no vuelvas nunca más a responder una carta mía; porque nos hará mal a los dos.


Perdón.
Atte
Sakuno.


Ryoma cerró el sobre lentamente.
Se quedó parado por largo tiempo en el marco de su puerta.

Ni un solo músculo se movía.

Retrocedió un poco para dejarse caer en la muralla y revisó nuevamente la carta.

Su rostro mostró un ademán de sorpresa y pena, tanto así, que una lágrima se escapó por su mejilla al encontrar adjunto al sobre, una foto de ambos besándose.

-¿Por qué hiciste esto?- se preguntó en voz alta

 

Re: ¿Por qué lo hiciste? (RyoSaku)

Gracias por sus comentarios, espero que el primer capítulo sea de su agrado. Dejo algunos significados.

American Enterprise Moholin: Empresa Americana Moholin
bonne après-midi: buenas tardes
monsieur: señor, caballero.
[...]: pausa o silencio

Capítulo 1: Proximidad

5 de septiembre, 8 años más tarde.

Cambridge, United States of America.
American Enterprise Moholin

Un día caluroso se asentaba en la exitosa ciudad de Cambrigde. Las tiendas a los lados de las avenidas, atareadas, atendían los pedidos de los sedientos clientes.
Mujeres y hombres por doquier caminaban a un ritmo acelerado; abanicándose, trataban de escapar de los brillantes rayos del sol.

En la exitosa empresa Moholin sin lugar a dudas, el ambiente era igual. Contando con veintitrés pisos llenos de oficinas, (aproximadamente más de mil empleados) el aire acondicionado se veía entorpecido.
En la oficina del dueño de la empresa, una muchacha joven de 23 años, ordenaba todos los informes, carpetas y papeleos tirados sobre el escritorio.

-¿Sucede algo Sakuno?-

-No Richard, es sólo que aún tengo mucho trabajo que hacer- respondió tartamuda al verse descubierta

-Pero tomarse un descanso de vez en cuando hace bien- aseguró sonriendo el hombre

-¿Tú crees?-

-Claro que sí. Es más, si quieres, te invito a almorzar y después te ayudo con el trabajo que te queda-

-No puedo aceptar tu oferta, siempre eres tú el que invita almorzar, el que me ayuda con el trabajo y el que me trae café. Debería ser al revés, después de todo, tú eres mi jefe.-

-Aún no te acostumbras ¿eh?, soy tu jefe de plantilla, no soy superior ni nada por el estilo. Eso sí en algo he avanzado, ahora me tuteas-

Sakuno se quedó mirando a su colega un poco sorprendida. Richard Tyler era uno de los periodistas más importante en todo Cambridge, pero lo que realmente lo diferenciaba de los demás, era su forma tan humana de ayudar al prójimo.

Desde el primer día en que ella llegó a aquella oficina, él siempre había estado pendiente de ayudarla.

-No me gusta escuchar un no como respuesta Sakuno, la oferta ya está en pie-

Ryusaki desde que lo conoció le llamó la atención la inmensa dulzura que expresaban sus ojos. Él, siendo cinco años mayor, se transformó en un modelo a seguir para ella, tomándole de la misma manera, un gran afecto.

Tyler, por su parte, siempre estuvo sorprendido de la belleza infinita que reflejaba Sakuno con cada una de sus sonrisas, sus vergüenzas, sus penas y sus alegrías.
Disfrutaba con su compañía al máximo siempre, con nadie se veía tan feliz. En fin, aquella muchacha vergonzosa y de ojos tímidos, se había ganado su corazón.

-¿Qué dices?- insistió el hombre

-Está bien- respondió la pelirroja con una sonrisa

-Entonces, ¿Nos vamos?-

-Si, claro-

Como siempre acostumbraban a hacer, él la llevó aquel día al restaurante que estaba a media cuadra de la oficina.
El lugar todos los días cautivaba de diversas maneras a la acompañante de tal renombrado periodista. La atención, la comida, el lugar y sobre todo, ese ambiente tan Francés que se percibía en la atmósfera, hacía que sin duda la cena fuera encantadora.

-bonne après-midi, señor Tyler-

-Igualmente Lambert. Espero que hoy también nos sorprendas con uno de tus deliciosos platillos-

-Así lo haré monsieur. Entonces, la mejor mesa para dos en honor a esta pareja.-

Lambert, el cocinero y dueño del lugar, los dirigió a una mesa con vista a todo Cambridge. Él siempre se había preocupado de que todo fuera perfecto para ellos dos. Al parecer Tyler le había comentado lo especial que era ella.

-Los dejo a solas. Hoy traeré el mejor plato de la semana para ustedes-

-Muchas gracias Lambert- dijo la pelirroja

El hombre robusto y de bigote imponente se retiró rápidamente de aquel sector. Sakuno tomo la carta con todos los platillos y sus precios para evitar la inminente mirada de su jefe.

-Sakuno- dijo Richard

-¿Si?- preguntó levantando la mirada

-En realidad, no te traje aquí solamente para almorzar-

Ryusaki se sorprendió un poco

-Y entonces, ¿Para qué fue?-

-Te quiero hacer una proposición-

-¿Proposición?- preguntó ella

Flash Back Sakuno

-Al parecer traes loco al jefe amiga-

-¡Natalie!, ¿Cómo dices eso?- dijo Sakuno muy sonrojada

-Llevo cinco años más que tú trabando en ésta oficina y la verdad es que nunca había visto al jefe salir o sonreír con una mujer- dijo la rubia

-Somos amigos-

-No te lo tomes tan a la ligera, te vas a acordar de mí cuando él se decida a declararse Sakuno-

-Lo tendré en cuenta-

-Bien, entonces, te espero en casa-

-Si, nos vemos Natalie-

-Compraré helado, así que si te tardas mucho, cuando llegues no habrá-

-¡No! Espérame, te juro que llegaré temprano para ver la película juntas-

-Lo consideraré-

Natalie Sanders era la mejor amiga de Sakuno en aquella ciudad universitaria. Ella, al igual que Richard, siempre estuvo pendiente de que Sakuno estuviera bien.

Su amistad partió un día en que la sub-secretaria de Tyler que llevaba cinco años al mando, encontró a la nueva empleada de la empresa llorando en el baño.
Sakuno, sin conocerla demasiado, le contó todo acerca de Ryoma. Sus sufrimientos, sus alegrías, sus miedos, sus experiencias y su amor.
La robusta mujer rubia, al pasar una situación parecida no dudó en unirse al llanto de la pelirroja.

Una presencia masculina luego se les unió al grupo; su nombre era John.
John Gere era un personaje muy importante en aquella amistad; es un hombre alto, de dudosa sexualidad a primera vista y muy inteligente.
Sakuno disfrutaba con él a cada momento, en especial porque le recordaba a su amigo y ex compañero de secundaria Horio.

Rápidamente su amistad se consolidó, tanto fue así, que Natalie y John invitaron a vivir a su departamento a Ryusaki.

Los tres eran los mejores compañeros, mejores amigos y los más eficientes colegas; según Richard, los pilares más importantes de su exitosa empresa.

Fin Flash Back

Richard suspiró pesadamente, empezando así a crispar los nervios de Sakuno.

-Verás querida, la próxima semana irán los grandes ídolos del tenis a hospedarse en Londres por un campeonato-

-Se hará en el estadio Stamford Bridge, ¿no?-

-Así será-

-¿Y qué quieres que haga Daniel?-

-Es que mis superiores me dijeron que eligiera a una persona para ir conmigo, y sinceramente creo que Harvard te entrenó bien para una situación así-

Los hermosos y cautivadores ojos verdes posaron su vista en la mujer de ojos carmín. La situación, que luego de unos segundos se volvió incómoda, sonrojó de sobremanera a Ryusaki.

-Si que es guapo- pensaba ella

Sonrisa perfecta, ojos maravillosos, rasgos hermosos, manos largas y cuerpo formado, le hacían llevar el título del más guapo de la oficina.
Sakuno, siendo aún excesivamente distraída, nunca se había percatado de las miradas de odio que la seguían día a día al caminar a su lado.
Pero tarde o temprano se daría cuenta y al parecer, está era la ocasión.

-Está bien, te acompañaré a hacer el reportaje-

-Grandioso- dijo sonriendo Richard

-Lo será- añadió ella



Battery Park, Manhattan. New York City

-¿Qué se supone que estamos esperando para irnos Daniel?-

-No seas impaciente Echizen, dentro de un par de días nos iremos de esta ciudad-

-Ahm-

-¿No te interesa saber dónde?- preguntó el de ojos azules

Ryoma, que estaba sentado a su lado, le dirigió una mirada de reojo. Luego volvió su vista a las canchas que estaban frente a su asiento.
Clara señal de “Que más da”.

-Ryoma Echizen y su genio de los mil demonios- acertó sarcásticamente Daniel Knox

-Tz. No te pago para que me critiques-

-Lo sé, pero como sigo mi labor de buen representante es mí deber decirte donde iremos-

-Si tanto insistes por qué no lo dices de una vez- aseguró el ambarino cortantemente

-Esta bien- suspiró- iremos a Londres-

-¿Londres?-

-Hay un pequeño campeonato en el estadio Stamford Bridge, y nos invitaron a participar. Pero claro está que es para tener más audiencia de público-

-Es de suponerse- dijo el tenista

-Nos hospedaremos en un hotel llamado- sacó un papel de su chaqueta- Premier Inn-

-¿Cuándo nos iremos?-

-Mañana a primera hora-

-¿No es que nos quedaríamos unos días más?-

-Acabo de cambiar de opinión, pero si te incomoda..-

-Sabes que me da igual Daniel-

-Bien, entonces te dejo para que vayas a hacer tus maletas-

-Eso haré-

-Nos vemos mañana Echizen y recuerda que un auto pasará por ti a las 6:00 a.m.-

-Creo que lo recordaré-

-Tan bien te conozco, que le pedí a la mucama que te despertara; sino seguramente terminaría viajando solo-

Echizen se paró de su asiento impaciente y se retiró alzando una mano en señal de despedida

-Hasta mañana- sentenció

-Hasta mañana jefe- dijo el representante

La figura del Samurai Junior desapareció en el atardecer.

Daniel, que lo conocía mejor que la palma de su mano, sabía qué era lo que le atormentaba a diario.
Cinco años llevaba trabajando con el ambarino y disfrutaba sin cesar cada uno de los viajes que debía hacer para acompañarlo.
Además Echizen siempre le daba tiempo para volver con su pequeña hija Amber cuando la extrañaba.
Pero, su conciencia no sería totalmente feliz hasta ver a su jefe tranquilo.

-Ya son ocho años Echizen [...] Sólo espero que algún día lo puedas olvidar-

 

Re: ¿Por qué lo hiciste? (RyoSaku)

Oh my god!Ryoma y Sakuno se encontrarán en Londres! KYAA!!!
Y siendo sincera, en cuanto empezé a leer sobre Richard me cayó bien, pero como le gusta Sakuno y le va a hacer la historia difícil al RyoSaku ya le acabo de hacer la cruz xD jejeje.
Como sea, me encanto el fic! espero leer la continuación pronto! ^^

Sin más ni menos, me pinto de colores... Adios! =P

 

Re: ¿Por qué lo hiciste? (RyoSaku)


Está un poco largo, pero creo que vale la pena.
Ahora entenderán todo y les advierto de muchas sorpresas.

Capítulo 2: REENCUENTRO INESPERADO

7 de Septiembre

Hotel Premier Inn, Londres.
Habitación 546.

En una habitación se encontraba una muchacha ordenando sus pertenencias. Hace ya quince minutos había llegado a aquel hotel.
Al parecer por su sonrisa, estaba feliz y ansiosa; pero esta vez no sabía qué le había preparado el destino.

-Si que es lujoso- se dijo Sakuno

Dirigió su mirada por toda la habitación. Las cortinas, las lámparas, las sábanas y las toallas hacían juego; sin duda el hotel “Premier Inn” había contratado al mejor de los diseñadores.

Detuvo su mirada en un punto específico, sonrió al ver que encima de su cama estaba el vestido más hermoso que jamás había visto.

-Al parecer tendré que usarlo en la gala de esta noche-

Tomó la prenda con sumo cuidado y la sobrepuso en su ropa para ver cómo le quedaba. Ella no quería probárselo hasta que fuera la hora indicada.

Tomó una bocanada de aire y conjunto a ella dejó nuevamente a un lado su vestimenta. Estiró sus brazos, piernas y cabeza al límite que podían soportar y botó lentamente lo que había acumulado en los pulmones.

Pero un ruido interrumpió su serenidad, sonó la puerta del hall de su habitación.

-¿Quién es?- preguntó antes de abrir

-Soy yo Sakuno, ¿Puedo pasar?-

-Adelante Richard- respondió ella

El hombre de cabellos claros esperaba al otro lado de la puerta con una gran sonrisa y un ramo de girasoles en su mano.

-Girasoles- pronunció Ryusaki

-Tus flores favoritas-

Sakuno recibió el regalo con una dulce sonrisa de agradecimiento

-No tenías por qué hacerlo Tyler-

-Deseaba regalártelas- afirmó con un pequeño sonrojo

-Entonces, muchas gracias-

La dueña temporal de aquella habitación fue por un jarro de agua para decorarla con el racimo que le habían obsequiado.

Luego de situar sus girasoles junto a su velador, volvió donde estaba Richard esperándola.

-¿Cómo te quedó el vestido?- preguntó él

-Aún no me lo pruebo Richard-

-¿No te gustó?-

-Oh no, claro que no es eso-dijo un poco apenada

-¿Y entonces?-

-Es solo que... se ve bien así-

-Pero se va a ver mejor cuando lo lleves puesto- aseguró sonriente su jefe

-Prefiero dejarlo para su momento. En unas horas más sabré cómo se ve.-

-Yo creo que te verás igual de bonita que siempre-

Sakuno volvió a avergonzarse por el último comentario de Tyler.
Sus compañeros de oficina siempre le decían cosas parecidas, pero a diferencia de las miradas pervertidas de ellos, él lo había dicho con sinceridad y respeto.

-¿Te parece que vallamos a tomar un café?-propuso el hombre de terno

-Me encantaría- respondió Ryusaki

Richard abrió la puerta, y por supuesto, dejó pasar primero a la mujer de sus sueños. Ambos salieron camino a la cafetería del lugar, llevando con ellos una cámara fotográfica y una serie de papeles por organizar.

Subieron al ascensor desde el piso cinco hasta el número veinte. En el último piso, y con la mejor vista, se encontraban todos los servicios imaginables; desde spa hasta tiendas exclusivas de ropa que sólo tenía el hotel.

Tanta parafernalia y lujo sorprendió a la pareja de reporteros, realmente para todas esas personas millonarias su única preocupación era elegir lo que querían desayunar. Pero bueno; ya estaban acostumbrados a tratar con gente de ese tipo.

La oficina respaldó para ambos dos días de estancia en el hotel, una habitación para cada uno y un acceso ilimitado a las salas de computación.
Sin pensarlo dos veces este reportaje debía ser el mejor que harían en el año.
Se dirigieron al pequeño café de la esquina de aquel piso y se sentaron en una pequeña mesa con vista a todo Londres.

-Este lugar es muy llamativo- susurró la pelirroja

-Las estrellas deportivas frecuentan éste lugar- le dijo Tyler

-Espero que salga todo bien esta noche-



Recepción, el mismo hotel.
Dos horas más tarde.

Las puertas de entrada fueron abiertas de par en par, los hombres del personal se acercaron rápidamente a recibir el equipaje y una mujer contratada para dar los menús del día se acercó corriendo al personaje que estaba causando conmoción.

-Fue largo el viaje-

-Lo sé Ryoma, pero al fin estamos aquí- suspiró Daniel

-¿Cuál es mi habitación?- preguntó el ambarino a la mujer que le atendía

-La número 547 señor Echizen- respondió la mujer un poco nerviosa

-Thanks- dijo él

-Caminemos hacia allá entonces- acotó el otro hombre

Ambos, que acaparaban todas las miradas, se encaminaron a sus respectivas habitaciones.
Para Ryoma ese día había sido agobiante, por lo tanto, en su mirada y en su forma de hablar se notaba que estaba irritado.

-Knox, iré por un café- le dijo el tenista

-Descuida, hoy no tenemos nada que hacer hasta dos horas más-

-See you later- sentenció elevando una mano en señal de despedida

-Ok- respondió su representante



Piso veinte, café Mirelle.

-Creo que con esto concluimos de ordenar los papeles-

-Así parece Richard-

-¿Quieres hacer algo Sakuno?, ¿Ir a jugar bolos?, ¿Ver las entretenciones?..- preguntó

-No gracias, si quieres vas tú. Yo tengo ganas de descansar un poco-

-Entonces te acompaño hasta tu habitación-

-No es necesario jefe, puedo llegar sola-

-¿Estás segura? ¿No te perderás en este edificio gigantesco?-

-Si Richard, no me pasará nada-

-Está bien, nos vemos en la noche entonces-

-Si- afirmó la pelirroja

Los periodistas se separaron en direcciones totalmente diferentes. Sakuno estaba segura de que esta vez no se volvería a humillar perdiéndose.
Caminaba en dirección al ascensor cuando de un momento a otro, un niño que estaba llorando le pidió ayuda para encontrar a su madre.

Sakuno con un instinto muy maternal se inclinó a ayudarlo, y por asares del tiempo y del destino, en ese mismo momento Ryoma iba saliendo del ascensor.
Ambos distraídos no se pudieron percatar de la presencia del otro, pero cuando el niño recordó en que habitación estaba gritó fuertemente el número.

Entonces Echizen, que iba pasando, se dio vuelta a ver quien era el causante de tal escándalo. Pero no fue el niño el que le llamó la atención, sino aquel cabello pelirrojo y largo de la espalda de una mujer.

Ryusaki, aún dándole la espalda, se subió al ascensor con el pequeño. Ryoma no alcanzó a interceptar a aquella extraña, pero su gorra si.

Se le había olvidado en el sillón del elevador.

-Mi gorra- susurró Ryoma con las puertas cerradas en frente de su rostro


El ascensor bajaba lentamente hasta el piso número tres.

-Muchas gracias por ayudarme señorita-

-Descuida pequeño- le contestó Sakuno

-Mi nombre es Nickolas-

-Mucho gusto Nickolas, mi nombre es Sakuno-

-¿Cuántos años tienes?- preguntó el niño

-Veinte y tres años. ¿Y tú?-

-Tengo seis años y medio-

-Que grande eres- bromeaba la reportera

-Lo sé- dijo el pequeño un tanto haragán

Ryusaki no pudo evitar que una pequeña risa saliera de su boca. Aquel niño era un encanto.

-¿Y porque no estás con tu madre?-

-Porque fue a trabajar. Sólo me dijo que tengo que estar vestido con terno para la gala de la noche-

-¿Y vas a estar sólo todo este tiempo?-

-Eso supongo- respondió el pequeño

Nickolas notó que en el asiento había una gorra. Entonces, feliz y celebrando, se la puso para ver como le quedaba.

-Mira la gorra que me encontré-

-A ver…-

A Sakuno se le abrieron los ojos como platos. La gorra que tenía al frente suyo era la misma que en toda su adolescencia había anhelado poseer.
El rostro de su dueño se vino instantáneamente a su cabeza; su estómago empezaba a sentir revoltijos y sus ojos se llenaron de pequeñas gotas saladas.

-Es la (…) gorra de Ryoma- susurró

-¿El jugador de tenis?- preguntó Nickolas

-No sé si sea exactamente de él pero… es igual a la que lleva puesta en sus partidos-

-¡YUHU! ¡Tengo una gorra igual a la de Ryoma Echizen!- exclamó el niño

-Pero debes devolverla a su dueño-

-Lo haré si lo reclaman señorita Ryusaki-

Las puertas del ascensor se abrieron

-Muchas gracias por traerme, le diré a mi madre que usted fue muy buena conmigo-

Nickolas le regaló un pequeño beso en la mejilla a Sakuno y se empezó a retirar.

-Nickolas- le llamó la mujer

-¿Si?-

-Si quieres nos podemos preparar juntos para la gala-

-¿De verdad?- preguntó él con una sonrisa

-Claro que si. Hasta podemos ver la televisión y comer suflé juntos-

-¡Genial!, detenga el ascensor señorita Sakuno, iré por mis cosas-

Sakuno esperó paciente dos largos minutos al pequeño. Quizás no lo conocía demasiado, pero no permitiría que se quedara totalmente sólo dos horas más.
Cuando llegó, en una de sus manos tenía su tenida de smoking para la gala, y en la otra llevaba una mochila abierta con comida chatarra, series de acción, libros para colorear y su cepillo de dientes.

-Veo que eres muy responsable con tu higiene- dijo sorprendida Sakuno

-Así me enseñó papá-

-Vamos entonces- le dijo la pelirroja

-Si- afirmó sonriente


Habitación 547, cuarto de Ryoma.
Pocos minutos para la gala

-Odio las galas-

-Lo sé Echizen, pero será la única que habrá- le dijo Daniel

-Por suerte, sino, no soportaría estar aquí- respondió tajante el ambarino

-¿Te dejo para que te termines de vestir, de acuerdo? Deberías estar en diez minutos más en la recepción- sugirió su representante

-Ahí estaré-

Daniel Knox se fue.

-¿Quién tendrá mi gorra Karupín?, no la pude encontrar-

El animal estaba tirado encima de la cama de su dueño jugando con una pelota recientemente obsequiada.
Echizen se acercó al felino para unírsele a la entretención.

-¿Quién habrá sido aquella chica?- pensaba- ¿Por qué me causó esa sensación tan extraña al verla?-

Ryoma tomó el control y prendió el aparato televisivo. En el canal que automáticamente estaba, la programación se trataba de “Las aventuras del Capitán Hugo”.

-Que aburrido es esto-



Habitación 546

-¡Por fin vuelven a dar Las aventuras del Capitán Hugo!- exclamó muy contento Nickolas

-Lo veo, pero ahora debes ponerte los zapatos. La gala empieza en unos minutos más-

-Lo sé, pero yo ya estoy listo. Sólo falta usted señorita Ryusaki-

-Me pondré enseguida el vestido-

-Yo le puedo dar mi opinión si quiere-

-Te lo agradecería Nickolas-

Sakuno entró al baño para ponerse el vestido que debería usar. El pequeño por mientras veía muy divertido por debajo de la puerta, quiénes caminaban por el pasillo. Entre ellos, Ryoma.

-¿Y bien?- le preguntó Sakuno

El niño se dio vuelta y se encontró con un vestido rojo de corte sin espalda. Por en frente no mostraba demasiado y de largo llegaba hasta el suelo en forma de vestido princesa.
Quizás a cualquier mujer aquella prenda no le haría ver muy bien, pero Sakuno esta vez se veía espléndida.

-Pareces de esas modelos que mi mamá ve en sus revistas-

-¿Te gusta?-

-La verdad es que yo no sé de estas cosas- le dijo el pequeño

-Bien (…)-suspiró- no tengo otro-

-Descuida, nadie se fija en la vestimenta, mi mamá dice que sólo se fijan en la popularidad-

-Entonces, antes de que ella se preocupe, ¿te parece si bajamos Nickolas?-

-¡Si!, vamos por la comida-


Salón del hotel
Diez minutos más tarde
Las escaleras deslumbraron cuando Sakuno Ryusaki pasaba por ellas. Los presentes deportistas miraban admirados tanta belleza, y ella simplemente, se limitaba a sonreír.
Abajo, en el último escalón, la esperaba Richard Tyler; causando bastante envidia en el ambiente.

-Te ves maravillosa Sakuno- le dijo

-Gracias-

Paralelamente, en el momento en que descendía, Ryoma fue advertido de la situación.

-Mira Echizen, ahí está el único motivo bueno de esta noche, esa hermosa muchacha.- le susurró Daniel

Ryoma un poco cansado de escuchar ese tipo de comentarios, se dignó a mirar. Pero se petrificó al reconocer la sorpresa que se encontró, ese rostro jamás pudo olvidarlo.

Durante ocho años se castigaba diariamente para encontrar la razón de su desdicha, pero por más que le daba vueltas al asunto, siempre llegaba a lo mismo.
¿Cómo era posible que después de un año que pasaron juntos ella simplemente lo botara a la basura? Pensaba el ambarino.
¡Y no sólo eso! Sino que ya tiene pareja y un (…) hijo.

Pero ya era suficiente, en esos años Ryoma entendió que las personas tienen un punto límite y él ya lo había encontrado.
Esta vez no se iba sin una explicación.

-Sakuno- murmuró

 

Re: ¿Por qué lo hiciste? (RyoSaku)

guauuuuuuuu... estuvo genial la conti....
y ryoma se piensa k nickolas es el hijo de sakuno...!!!!!!!!!!!
eso si va a ser un gran gran problema...!!!!!!!!!!!!!!
bueno me encanto la conti...
espero el proximo capi con muchooooooooo entusiasmo
bye bye