Historia corta ¿Otro yo?

Capítulo 1


Un cielo nublado era lo primero que se podía esperar de la ciudad de Addam, una ciudad muy edificada que bloqueaba los pocos rayos de sol que llegaban ocasionando que los habitantes tuvieran una piel muy pálida y un carácter muy apático y un tanto distante. En esta ciudad todos estudiaban y trabajaban con naturalidad pero con la excepción de que aquí los “buenos días” solo se daban por educación y no por un verdadero sentimiento en hacerlo.


Luego estoy yo, un chico de no más de 16 años, de cabellos oscuros-muy desordenados-ojos del mismo color que la miel y la piel característica de todo habitante de Addam. Mi altura no era mucha, de hecho era unos de los bajos de mi clase ocasionando algunas burlas por parte de mis amigos y uno que otro profesor.


Y por otra parte están mis padres los cuales ni siquiera se si existieron, ya que a la única que recuerdo como mi familiar es a mi hermana mayor la cual trabaja para mantenerme apesar de apenas tener 25 años de edad y por obvio no está casada ni tiene hijos. Ella tiene el mismo color de cabellos que yo solo que el de ella llega hasta su cintura y su altura es casi la de una jirafa.

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—¡Yami!— me gritó una chica de cabello rubio corto mientras sacudia mi brazo


—¿Ah? Mary eres tu— dije mientras dirigía mi mirada y atención a la chica pero sin dejar de caminar con rumbo al escuela


—¿En que piensas? Te he estado gritando desde hace una cuadra ¡Casi me atropellan por estarte siguiendo!


Rei por lo bajo ante aquel comentario mientras caminaba con la chica a mi lado. Mary era unos metros más grande que yo por lo que siempre caminaba un poco distante de ella.


—Nada solo que no quiero ir hoy a clases...y si… y si no asistimos— le propuse a la chica mientras sonreía emocionado


—Oye sabes que si hacemos eso estaremos en problemas.


Mary me miraba seria, mientras sujetaba una de mis muñecas con algo de presión. Siempre que quería hacer algo que ha ella no le parecía hacia eso, no me molestaba pero no entendía por que de hacerlo.


—Mira no te voy a obligar pero aún así yo no iré al escuela hoy ¿Vienes o no?


—Esta bien pero es solo para no dejarte ir solo— dijo en un suspiro mientras yo le sonreía alegre


Así es como nos dirigimos a la estación de tren y tomamos uno que nos llevará al centro de la ciudad, era ahí donde se encontraba todo el comercio y centros de convivencia juvenil y adulta.


Mary miraba por una de las ventanas del vagón mientras yo miraba a mi alrededor por cualquier cosa que pudiera pasar. Fue ahí cuando divise una cabellera casi igual a la mía-sólo que más ordenada- me levanté de mi asiento y me dirigí a ella, estaba a punto de ver de quién se trataba…


—¡Yami ya tenemos que bajar!— me gritó la rubia quien ya estaba cerca de la puerta, siendo ligeramente empujada por la gente que ya estaba bajando


—¡Okey!— Contesté dándome media vuelta y caminando hacia donde estaba la rubia.


Que extraño fue eso.

 

Capitulo 2

Una vez que todos bajamos del metro, dieron el aviso de que había una falla en el tren pero que, “pronto” se solucionaría pero como aquí en Addam eso ya era muy común, todos sabían que ese, pronto podría llevar horas por lo que, todos salieron de la estación furiosos a tomar el autobús o simplemente caminar.

—¿Tomamos el autobús o caminamos?— Preguntó Mary girando su cabeza hacia donde yo estaba.

—Hay que caminar. De todas formas no estamos muy lejos— Conteste con un tono un tanto molesto ya que esa era otra cosa que odiaba de esta ciudad.

Mary me sonrió y tomo mi mano para comenzar a caminar rumbo a la salida, la cual estaba mas que sobre-explotada de personas queriendo salir para llegar a tiempo a su trabajo o escuela.

Ahora entiendo porque Mary había tomado mi mano. Aunque para ser sincero me incomodaba por el echó de la diferencia de altura se notaba mucho.

Ya una vez que salimos de aquella estación del metro comenzamos a caminar siguiendo las guías publicas hasta que logramos llegar al centro de la ciudad, el cual era como una especie de centro comercial bastante grande y se dividía por sección juvenil, adulta y comida.

Ambos sonreímos con emoción y nos dirigimos al área de restaurantes para comer algo ya que la caminata nos había dado hambre.

—¿Qué prefieres? Comida oriental o rápida— Dije mientras soltaba mi mano de su agarre, ya que apenas me había dando cuenta que aun seguíamos tomados de las manos

—¡Comida oriental!— Grito con alegría, para después correr hacia la puerta del restaurante que se encontraba frente a nosotros.

Mary nunca fue una niña quisquillosa pero algo que si odiaba era la comida rápida y aun mas aquellas papas fritas que sólo te dejaban un sabor a aceite en la boca. Según ella.

Estaba a punto de ir con ella cuando volví a ver aquella cabellera asomándose por los hombros de las demás personas. Al parecer el dueño tampoco era muy alto.

Comencé a correr con dirección a esa persona, ignorando por completo los llamados de mi amiga los cuales cada vez se hacímas lejanos. Hasta que, la persona doblo una esquina dirigiéndose al área de entretenimiento adulto.

En cuanto entre ahí corrí mas rápido-sin fijarme por donde iba- por miedo a que me vieran por ahí.

Fue ahí cuando choque con alguien cayendo de bruces al suelo con esa persona encima mío. Rápido le empuje y me levante del suelo mirando a mi alrededor, al parecer nadie mas nos había notado.

—¿Estas bien?— Pregunte a la otra persona mientras le extendía mi mano para que se levantara.

—Si estoy bien. Gracias Yami—Dijo aquella persona mientras levantaba el rostro para mirarme

Fue ahí cuando mis ojos parecían salirse de su lugar por la sorpresa. Esa persona era… era exactamente igual a mi.

 

Capitulo 3

Esa copia de mi, tomo mi mano mientras una sonrisa amplia adornaba su rostro.

¿Quién rayos era? Y más importante ¿Por qué era igual a mí?

— ¿Quién eres tú? — Pregunte mientras se levantaba del suelo para después mirarme sin borrar aquella sonrisa un tanto retorcida.


— Acaso no es obvio. Yo soy Yami…Soy tu— Lo mire de pies a cabeza, en apariencia éramos iguales con la excepción de que sus labios eran de una tonalidad mas roja-como cuando te besas demasiado con alguien- y sus ojos de un azul turquesa. Su ropa era un uniforme escolar igual al mío, así como su ropa.

— ¿Cómo podrías ser yo? Yo estoy justo aquí ¿no?— Mi tono de voz era nervioso y sentía que las piernas me temblaban como gelatina.

—Si te calmas y me escuchas atentamente podre explicarte todo esto— Dijo con un tono de voz sereno y calmado, tomándome por los hombros para que dejara de temblar aunque eso solo me ponía más tenso

—Bien. Sabes lo que es un Doppelganger ¿No?— Negué con la cabeza ante aquella pregunta ocasionando que mi acompañante soltara un quejido molesto y se diera una palmada en la frente — Okey te explico. Un Doppelganger es un tu pero fantasmagórico de otro mundo, algo así como un tu fantasma y solo lo puedes ver cuando estas a punto de morir por lo que…

— ¡Espera!— Interrumpí para después tragar saliva, necesitaba valor para lo que estaba por decir — ¿Acaso voy a morir?

—Eso creo. A lo que voy es que tú tienes que impedir que eso pase ya que si tú mueres yo dejo de existir. No sé cuando vaya a ocurrir eso pero al parecer ba ocurrir en los siguientes 9 días a partir de hoy. Ahora ¿Alguna idea?


— ¿Debes estar bromeando? ¡Cómo voy a tener una idea si ni siquiera he procesado lo que me acabas de decir!


Grite agitando mis manos al aire, para después darme media vuelta y comenzar a caminar con el otro Yami siguiéndome, dándome cuenta que, me encontraba en el área de entretenimiento adulto, mas exacto, en la parte de los “Love hotel”.


Mi cara estaba totalmente roja mientras recibía las miradas de las personas que estaban en el alrededor algunas eran de regaño y sorpresa mientras el otro Yami tambien tenía la cara roja pero de tanto aguantar la risa. Fue mucha mi vergüenza que saque una chaqueta con gorro que guardaba en mi mochila y me la puse, tratando de ocultar mi cara lo mas posible.


—Oye no es gracioso, deja de reírte— Murmure con enojo para mi acompañante mientras comenzaba a correr para por fin salir de ahí. Una vez fuera de esa área del centro decidí ir a mi casa tratando de ignorar al otro Yami.

— ¡Yami! ¡Espera!— Grito una voz un tanto chillona, me gire para ver de quien se trataba y era Mary corriendo a toda velocidad hasta alcanzarme—Creí que no te iba a alcanzar ahora explícame porque te fuiste corriendo hace un rato.

Mary respiraba agitadamente mientras posaba sus manos sobre su pecho. Se miraba muy cansada y un tanto fastidiada pero a pesar de eso, yo solo la mire molesto y me di la vuelta ahora ignorándola por completo. Solo quería irme a casa

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En cuanto llegue a casa mi hermana estaba en la cocina preparando sándwiches de mermelada mientras tarareaba una canción pop fuera de moda que ya nadie escuchaba.

Estaba a punto de pasar lentamente sin ser visto, pero en cuanto moví un pie hacia delante ella se dio la vuelta para mirarme. Me quede congelado en una posición de huida mientras veía como mi hermana fruncía el ceño poco a poco con molestia.

Creo que ya estoy muerto.

—Hola Yuko— Salude con nerviosismo mientras optaba por una posición recta y miraba a de reojo a mi fantasmagórico yo.

—Okey Yami ya no te voy a preguntar que haces aquí porque es mas que obvio así que me dirigiré directamente a tu castigo— Dijo mi hermana mientras se masajeaba las cien con cansancio—¿Sabes que? Vete a tu curto después hablamos.

—Si claro— Dije con algo de miedo para después salir disparado a mi cuarto al igual que el otro Yami.

 

Capítulo 4


En cuanto entre a mi habitación me dejé caer en la cama soltando un suspiro cansado.


—Oye no es momento de dormir tenemos que pensar cómo evitar que mueras— Dijo el otro Yami mientras daba pequeños golpes en mi espalda.


—Ahora que lo pienso porque tanto interés en que no muera— Dije sentándome en la cama para así poder verlo a la cara— Y ¿Por que mi hermana no te pudo ver?


—Todos pueden verme pero es solo por un lapso de tiempo muy corto— Explicaba la copia de mi mientras se sentaba junto a mi lado.


—No entendí.


—Mira tu hermana logro verme pero como su mente estaba solo en ti ella me ignoro. La gente solo logra verme el lapso de tiempo que les conviene y quiere, una vez hecho eso me olvidan. Ahora contesta ¿Nunca te han confundido con alguien?


Yo solo asentí con la cabeza a lo cual el chico frente a mí sonrió con satisfacción.


—Eso es lo que hacen los Doppelganger, aparte de ser avisos de cercana muerte nos relacionamos con la gente solo un poco hasta que ellas nos olvidan pero en su mente aún estamos ahí. Es como cuando te da amnesia.


—Ya veo pero aun no has contestado mi pregunta.


—Bueno esa pregunta es fácil de responder. Yo quiero evitar tu muerte porque si tu mueres yo desaparezco y no quiero.


Estaba a punto de decir algo pero el sonido de la puerta siendo golpeada me interrumpió. Me levanté de la cama y abrí la puerta, era Yuko, quien sostenía el teléfono en su mano.


—Te llaman por teléfono. Es Mary— Dijo en un susurro para después entregarme el teléfono


En una seña le agradecí y cerré la puerta mirando el teléfono con cierta preocupación ya que tal vez no debí dejar sola a Mary después de todo esto no era culpa suya.


—Hola Mary— Conteste de forma nerviosa


—¡Yami! Que bueno que contestas estaba preocupada por ti— Su voz hizo una pausa y en su lugar se escuchaba el sonido de estarse puliendo la nariz, era más que obvio que había llorado—Hace rato te fuiste muy molesto y quise saber que te había pasado.


—Estoy bien no me pasó nada así que no tienes nada de qué preocuparte— Dije mientras un sentimiento de culpa me recorría el cuerpo—Pero tu ¿Te encuentras bien?


— Si estoy bien. Entonces asegurándose de que esta todo en orden me despido.


—Si adiós Mary— Me despedí para después colgar y arrojar el teléfono a la cama


Mire a mi alrededor dándome cuenta de que el otro Yami ya no estaba… Bueno supongo que no estará conmigo todo el tiempo.


Suspire hondo y me cambié el uniforme por algo más cómodo.


Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina encontrándome con Yuko guardando algo de dinero en su pequeño bolso café. Me acerque y tome asiento en una de las sillas del comedor


—Yuko siento haber faltado al escuela hoy— Mi mirada la fijaba a otro lado que no fuera ella y jugaba con mis dedos sobre la mesa.


—Esta bien Yami solo no lo vuelvas a hacer— Hablo casi en un susurro, dedicándome una sonrisa amable mientras me revolvía el cabello—Voy a comprar algo para la cena ¿Me acompañas?


Asentí en respuesta y ambos salimos de la casa para dirigirnos al centro comercial.


El camino era algo largo pero como Yuko odiaba viajar en tren-al menos en nuestra ciudad- decidimos caminar.


Ambos platicamos sobre la cena ya que ella quería pollo frito y cerveza mientras yo optaba por algo más juvenil que era una ensalada de manzana con pollo frito.


—¡Oye nos lanzas la pelota!— Grito del otro lado de la acera un niño mientras señala la pelota a media calle.


—¡Claro!— Respondí para después correr por la pelota para después lanzarla en dirección al chico, quien solo me agradeció con una seña.


Estaba a punto de volver con mi hermana cuando escuche otro grito pero este era de advertencia que provenía del mismo niño.


Di media vuelta divisando a un automóvil dirigirse a mí a toda velocidad. El dueño seguramente era un conductor ebrio ya que parecía que era su primera vez conduciendo.


Quería correr pero lo único que atine a hacer fue cubrir mi cara con mis brazos esperando el impacto.


Creo ya era muy tarde para pensar en ello.

 

Capitulo 5


En cuanto abri mis ojos una destellante luz color blanca tras una silueta obscura invadieron mi vista.


Parpadeo un par de veces hasta que mi vista logro enfocar mas a aquella silueta, era el otro Yami quien me miraba con curiosidad mientras su rostro estaba a escasos centimetros del mio. Me espante un poco al verlo por lo que me levante de golpe causandome un gran dolor en la cabeza.


—¿Te encuentras bien?— Dijo mientras se alejaba un poco y su expresión habia cambiado a una de enojo


No...me duele— Susurre llevandome las manos a la cabeza dandome cuenta que en la frente tenia una gasa con algodón, seguramente tapando alguna herida o hematoma.


Mi miedo aumentó y comence a inspeccionar mi cara con las sintiendo mas golpes en mi mejilla izquierda y la boca. Fui desendiendo mis manos hasta mi cuello el cual tambien me dolia y tenia una especie de collarin extraño.


—¡Oye tranquilo! Estas mejor de lo que deberias aunque deberias ser mas cuidadoso casi morimos con ese accidente—Hablo “Yami dos” mientras se me enseñaba su brazo derecho, tenia un gran hematoma color morado intenso—Bueno a pesar de que tu estas bien yo empezó a morir.


Estaba a punto de preguntarle el porque, pero, en ese momento la puerta de lahabitación se abrio dejando ver a mi hermana acompañada de un hombre que vestia una bata blanca. En ese momento caí en cuenta que me encontraba en un hospital.


—¡Yami!¡Despertaste!— Grito mi hermana al borde de las lagrimas para despues correr a abrazarme


Le correspondi el abrazo, mirando sobre su hombro al otro Yami quien solo permanecia en silencio con su mirada de enojo hacia mi.


—Tranquila Yuko estoy bien y te prometo no volver a preocuparte asi— Opuse mas fuerza en el abrazo escondiendo mi rostro en su hombro y es que, ella solo lloraba cuanto estaba realmente mal o preocupada.


—Bien joven Yami le voy hacer algunas pruebas asi porfavor trate sentarse de a poco— Hablo el doctor acercandose a mi— Y usted señorita pude esperar afuera.


Yuko solto un suspiro y me sonrio mientras revolvia mi cabello susurrando un “nos vemos en un rato" yo solo asenti y ella se levanto de la cama para despues salir de la habilitación.

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En cuanto se me dio de alta en el hospital recibi la llamada de Mary la cual tuve que consolar en toda la llamada ya que estuvo llorando a moco tendido y balbuceando cosas que no entendía, aunque de cierto modo me hizo feliz saber que ella se preocupaba.


Solo habia pasado 2 dias en el hospital en los cuales tuve como compañia a “Yami dos" el cual me habia explicado que deberia ser cuidadoso ya que estaba en mi plazo de posible muerte por lo que, en culquiera de esos accidentes se podria encontrar mi trágico día.


Antes no estaba asustado ya que pensaba que esto era solo un invento de miimaginación y que quiza me estaba volviendo loco pero ahora con los echos recientes que doy cuenta que esta era mi realidad.


—¿Entonces tendre 3 avisos antes de que ocurra el verdadero accidente?— Pregunte mientras golpeaba ligeramente la mesa con mis dedos y me mordia el labio inferior con nerviosismo


—Si y bueno conforme vayan ocurriendo estos accientes yo tambien voy muriendo— Dijo el otro Yami mirando el hematoma de su brazo


— Esto es muy confuso. ¡Como voy a saber de que voy a morir!— Grite frustrado y un tanto temeroso


—Bueno aveces la muerte de una persona suele ser igual a la de algun familiar cercano… ¡Claro podriamos basarnos en eso!—Expresó el otro Yami mientras comenzaba caminar en circulos junto a mi— Podrian ser tus padres ¿Sabes si murieron? Y ¿Como?


...Mis padres…


¿Que fue de ellos?