Buenas, este es mi primer escrito después de ausentarme de este foro... por quizá 4 años más o menos. Antes de todo me gustaría aclarar que tal vez pueda resultar un tanto "enfermizo" para algunos, sin embargo no tiene contenido sexual de ningún tipo ni nada por el estilo, si se mira bien, se puede encontrar arte hasta en los rincones más oscuros del ser humano, tal vez no lo haya logrado aquí, pero espero que lo disfruten. Espero que el contenido sea aceptado en el foro. Gracias a los que lean. ___________________________________--- El olor… siempre ese nauseabundo olor, me despierta, me arranca de mis sueños para traerme aquí… ¿por qué de nuevo aquí? Me levanto, mi casa es la misma, los muebles son los mismos, pero el mundo no es igual, una terrible coloración marrón en el aire, como si se viera a través de unos anteojos con papel celofán rojo, cubría todo el lugar. Camino al interior de la casa, aterrado; el aire se vuelve cada vez más frío… -¡Mami!- Mi grito se ahoga en el viento y la voz parece no atravesar lo gélido del ambiente. Mis piernas comienzan a temblar… con cada paso el corazón se acelera, como si quisiera escaparse de mi pecho. Llego a la cocina a duras penas, exigiendo mi cuerpo a cada instante para poder caminar, intento gritar, algo, lo que sea, con todas las fuerzas de mi pecho, intentando romper ese hielo de tono vino en el que se convirtió el aire, pero nada… es imposible, mi voz logró escapar de mi cuerpo antes de que me diera cuenta. Mis pies descalzos notan algo húmedo… mojado, como un charco. No quiero ver, deseo no ver, pero ya no soy dueño de mi cuerpo, el cuello dirige a la cabeza y ella a su vez a mis ojos que descubren aterrados la sangre bajo mis plantas. En ese momento solo pensé en huir, escapar, hacía dónde fuera, no importaba, solo largarme de ahí, pero de nuevo mi cuerpo me dio la espalda; siguió el camino de sangre hasta el cuerpo mutilado de mi madre, los brazos le habían sido arrancados, trozos desgarrados de sus hombros se aferraban a los brazos separados del cuerpo y en su torso, de las múltiples y profundas cortadas, como si la hubiese atacado un tigre infernal, la sangre no dejaba de brotar. Ya fue suficiente, no necesitaba ver más… “corre”… “corre”. Pero mis piernas no reaccionaban. Cuando logré mover un músculo, solo un músculo, los inertes y blancos ojos de mi madre volvieron a la vida y me miraron… sus brazos se unieron de nuevo a su cuerpo y se puso en pie… sin dejar de verme, con esos ojos que ya no eran suyos, ya no era mi madre quién me observaba. Levantó débilmente un brazo señalándome -¿Estás feliz, Edward? Ya está mami contigo…. Ahora siempre estaré contigo Edward… Fue entonces cuando lo entendí, lo había logrado… jajaja, claro que lo había logrado, era mía, al fin mía, mi voz logró entonces quebrar el hielo -Te mataría las veces que fuera necesario para verte así, madre mía- Y cuando estaba a punto de fundirme en un abrazo con ella, todo se derrumba, mi sueño se cae, y de nuevo estas malditas paredes blancas me atormentan, mis brazos atados por esta infernal camisa de fuerza son inútiles… malditos… malditos, jamás entenderán que no estoy loco, ¿no es normal que un hijo ame a su mamá?
El relato en sí no ha estado nada mal, de hecho el factor "sorpresa" del final se agradece mucho, porque no me esperaba yo que terminase así. Eso sí, el mismo relato es algo confuso, realmente sé que es una persona que está en un psiquiátrico y que aparentemente está recordando o imaginando eso. Pero no llego a entender si lo hacía de verdad, porque si así fuera significaría que en este relato hay un factor de fantasía o algo así, aunque opto más por la parte en la que pienso que es un demente y que mató a su madre y se imaginó todo ese despliegue. En cuanto a la forma de redactar, bueno, debo decir que abusas mucho de los puntos suspensivos, que creo que en ocasiones podrías quitarlos y poner comas o puntos y quedarían bien. Entiendo para qué los usas, pero en la narrativa a veces no quedan demasiado bien. Tu ortografía y gramática están bien, no vi ningún fallo aparentemente de ese tipo. Tengo ganas de seguir leyendo cosas tuyas. Sigue trabajando. ¡Un saludo!