One-shot de Pokémon - ¿Eso fue un beso o un sueño?

Hola a todos, bueno después de leer algunas de sus historias quise también hacer una, y aunque no me considero una escritora muy buena, de todas formas, quise hacer el intento y bueno, este es mi primer trabajo publicado, espero que les guste, allá vamos.

¿Eso fue un beso o un sueño?​

En un día normal en las playas de Alola, el intrépido Ash de pueblo paleta había tenido un percance con un pokémon de su amiga conocida como Lillie, la cual estaba molesta mientras cargaba a su pokémon tipo hielo en sus brazos, el cual tenía su pelaje sucio, pero Ash se encontraba en una posible misma situación ya que el junto a su mejor amigo Pikachu, estaban empapados y temblaban de frio. Caminaban por un muelle mientras el sol se ocultaba.

— Se lo merecen por demasiado rudos con Níveo — Dijo la chica mientras parecía no dirigirle la palabra.
— Si, lo siento — expresó el chico el cual estornudo — Pero no por eso tenía que congelarnos 10 veces seguidas.
— Pika pi — Pikachu también estornudo.
— Níveo salió de su huevo hace poco y no está listo para las batallas.
— Si, estaba pesando lo mismo — se tranquilizó — Es que Pikachu y yo siempre nos emocionamos cuando conocemos a un nuevo pokémon.
— Pika pika pi.
— Pikachu también dice que lo lamenta mucho, y que espera que algún día pueda tener una batalla justa con níveo.
— Pi pi pika
— Y también le cederá sus vallas favoritas del almuerzo para disculparse.

El pokémon de nieve tras oír la propuesta de Pikachu salto de los brazos de su entrenadora mientras comenzó a correr carismáticamente, Pikachu comenzó a perseguirlo. Ambos pokémon comenzaron jugar como solían hacerlo.

— Tú y Pikachu sí que son increíbles — dijo la chica mientras sonreía.
— ¿Qué quieres decir con eso?
— Nada es solo que … — se posó sobre los barandales del muelle mientras miraba el atardecer — podría decir que tu lazo de amistad con Pikachu es muy fuerte, tanto que puedes entender lo que él dice y siente, eso es muy admirable.
— No les la gran cosa — se sintió algo apenado.
— A diferencia de ti, yo aún no me siento tan segura de poder ser así de unida con Níveo. El solo pensar que mi problema de no poder tocar a otros pokémon, pienso que talvez eso me impida ser así de unida con níveo, esa idea, me aterra — aquella última frase la dijo con algo de desánimo.
— Yo no creo eso — El chico e mostro optimista mientras ella giro a mirarlo— Lillie, puede que aun tengas problemas, pero confió en que podrás ser la mejor amiga de Níveo y de muchos otros pokémon, porque te estaré apoyando, siempre, siempre.

El viento movía del cabello de la adolescente mientras miro ese brillo extraño en las palabras del chico, no solo eran motivadoras, sino que hacían resonar en todo su ser, sentía calidez con solo estar a su lado.

Lillie acomodo su cabello mientras volvió a mirar hacia la puesta de sol, entonces pudo notar que frente a ella se encontraba el final del muelle, donde dos de sus compañeros de clase se encontraban sentados en la orilla.

— ¿Qué están haciendo? — se cuestionó al mirar que ambos se reían como si fueran pareja o algo así.
— ¿Qué estás mirando? — el chico se acercó por detrás de ella y miro hacia el muelle — Mira son Mallow y Kiawe — trato de llamar su atención — Oigan amigos, estamos aquí…

El chico se quedó en silencio a notar lo que sucedía entre sus amigos. Tanto Lillie como Ash presenciaron uno de los momentos más extraños que pudieron ver en sus vidas; como la hermosa escena de una película de romance, Mallow tomo con delicadeza las mejillas de su acompañante mientras estiró sus labios y los junto con los de kKiawe mientras cerraron los ojos. Aquel beso fue la imagen más hermosa que los chicos contemplaban en aquel atardecer mientras sus rostros se enrojecían.

Lillie algo conmocionada dio un par de pasos hacia atrás y choco contra la espalda del chico e inmediatamente se volteó para mirarlo. Ash estaba demasiado cerca del rostro de su amiga, podía notar esa expresión asombrada ya que sus ojos brillaban más que nunca y sus mejillas estaban rojas. Se veía realmente hermosa con esa expresión.

Ninguno de los 2 pudo pensar claramente mientras se miraron a los ojos, solo se dejaron llevar por un extraño suceso que no comprendía; cerraron sus ojos mientras rozaron sus labios lentamente. Sus cuerpos sentían un extraño calor que compartían uno con el otro y se desvanecía mientras se alejaban, no podían asimilar lo que había pasado porque nunca imaginaron que así se sentía un beso. Miraron sus rostros avergonzados mientras no podían pronunciar ni una sola palabra.



Aquel silencio fue interrumpido por el sonido de algo al caer, ese sonido fue de la maleta de una joven de cabello color castaño claro que había presenciado aquel momento. Los chicos miraron hacia la chica, la cual era nada menos que la muchacha conocida como Serena la cual con el rostro atónito había observado aquel suceso de hace unos pocos segundos.

— ¡Serena! — el chico reacción al verla — ¿Que estás haciendo aquí?
— ¡Ash, porqué! — Serena miro hacia el suelo cubriendo sus ojos mientras presión con fuerza sus puños — Te estuve buscando todo este tiempo y cuando por fin te vuelvo a ver, me encuentro con esto.
— ¡Espera, esto no es lo que parece! — se puso nervioso — Pero dime como es que me encontraste, no le dije a nadie que estaba en Alola.
— Sabía que te irías de Kanto sin decir nada, pero nunca te imaginaste que te pondría un rastreador en el cuerpo.
— ¡¿Qué hiciste que?!
— Eres diabólica Serena, pero — Lillie intervino mientras de uno de sus bolsillos saco un pequeño artefacto — Nunca te imaginaste que le quitaría el rastreador a Ash esta mañana.
— ¿Qué? — mostro indignación — Bueno me esperaba eso, pero tú no te imaginaste que aparte de ponerle un rastreador a Ash, le puse una micro bomba con un cronometro a tu vaso de leche esta mañana.
— ¿Qué hiciste qué? — el chico estaba atónito mientras Pikachu y nívea se acercaron.
— Por supuesto que me esperaba eso, pero tú no te imaginaste que cambié mi desayuno de un vaso de leché matutina, por hot cakes calientes.
— Entiendo — Serena se encrespó — Pero tú no imaginabas que le puse una sustancia manipuladora a Pikachu y Níveo en su comida pokémon esta mañana — Los pokémon mencionados se pusieron en posición de ataque frente a Lillie — Puedo ordenarles que te ataquen cuando me plazca.
— ¿Qué pasa?, ¡Esto se puso raro! — El atónito Ash estaba demasiado confundido.
— Que astuta eres Serena, pero no te imaginaste que la luche que no me bebí esta mañana se la regalé a Níveo y a Pikachu.

Serena miro a los pokémon, los cuales en un abrir y cerrar de ojos explotaron como globos de helio en una rápida llamarada.

— ¡HAAAAAAAA, PIKACHUUUUUU!— Ash se asustó al ver los pelajes de su mejor amigo caer al suelo.
— Te subestime Lillie— la chica reía — Pero tú no te imaginabas que yo no soy Serena, porque en realidad — Agacho su rostro mientras se quitaba su máscara — Yo soy tu madre.

Se revelo atravez del disfraz y claramente era Lusamine.

— Si soy tu madre y te prohíbo salir con este chico.
— Eso si me lo esperaba, pero tú no te imaginabas que en realidad yo no soy Lillie, porque en realidad — Lillie también movió su cuerpo mientras se quitó el disfraz — Soy Galdion, y mama, la verdad a mí me gusta mucho Ash.

Tanto Lusamine como Ash se quedaron atónitos ante la gran revelación, tanto que el chico comenzó a sentir muchas nauseas.

— Aun así, lo prohíbo — su madre parecía no cambiar de opinión.
— Basta, esto es demasiado — el chico se alejaba lentamente — mejor me regreso a Kanto.
— Espera — Lusamine lo detuvo — Lo que pasa es que tú no te imaginabas… que esto… es un sueño.
— NOOOOOOOOOOOO...














—NOOOOOOOO… — Ash muy agitado despertó en su habitación — ¡Pero que sueño tan raro! — Se tranquilizaba mientras sintió un par de manos que tocaron sus hombros.
— Tranquilo Ash — Decía Kiawe quien despertó en la misma cama — Vuelve a dormir
— HAAAAAAAAAAAAAA










— HAAAAAAAAAAAAAAAAA— Gritaba una agitada Serena quien despertaba muy exaltada — ¡Santo cielos!, eso sí que fue un sueño muy raro.
— Sí, es cierto — decía la voz de un Shota, quien despertaba en la misma cama de Serena con un parche un cigarrillo entre los dientes — Demasiado Raro.
— HAAAAAAAAAAAAAAAAAAA









— PIKAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA— gritaba el asustado pokémon quien despertó despavorido.


Se tranquilizó después de un par de segundos para lanzar hacia el suelo unos tacos de canasta junto con una botella de kétchup; se acostó de nuevo para dormir y jurar que nunca más volvería a hacer esa combinación de alimentos y así no tener extraños sueños.





FIN.