One-shot de Pokémon - ¿Es una promesa? (pearlshipping)

Hola, hoy les traigo un fic de Ash X Dawn. Eso sí, es un poco corto.


¿Es una promesa?


Narrador:Después de haber participado en la liga Unova y haber ganado, Ash, nuestro querido y joven héroe decidió darse una vuelta por Sinnoh, a saludar a su querida amiga y ex compañera de viaje. Pero cuando llego a Pueblo Hojas Gemelas. Se encontró con una sorpresa no muy agradable para el gusto del azabache.


—Pero, ¿por qué esta tan deprimida y triste? —preguntó el ojimarron, triste por la situación de su amiga.

—Ella estaba de novia con Paul, pero él le rompió el corazón, —seguía explicando, Johanna —, hace días esta así, y no sé como hacerla reaccionar. Ella dice que encontró a Paul besándose con otra y eso la lastimó mucho. Pero tu presencia puede ser que la anime. —terminó de informar.


—Sí, y, ¿dónde está ella? —preguntó el peli-puntiagudo, con su fiel amigo y compañero en su hombro.

—Está en su habitación, puedes pasar. Pikachu, ¿quieres comer? —terminó con una pregunta.

—Pika pi. —dijo el ratoncito aceptando, posteriormente salto al hombro de la madre de la peliazul.

—Gracias, señora, haré todo lo posible para reanimarla. —dijo el azabache para dirigirse a la habitación de su amiga.


…

—Dawn… —el azabache hablaba del otro lado de la puerta.

—¿Ash? —dijo, para luego abrir la puerta con una expresión de asombro en su rostro, pero al mismo tiempo de alegría.

—Dawn, ¿podemos hablar? —preguntó el azabache, mirándola directamente a los ojos.

—Sí, claro, pasa. —habló para dejarlo entrar y luego poner seguro a la puerta.

—¿Qué haces aquí? —preguntó la coordinadora un tanto angustiada.

—Quería verte. Pero, ¿por qué estas así de triste? Puedo ver que estás muy dolida. Paul es un cretino, cómo pudo hacerte eso. —hablaba el azabache con rabia.

—Tranquilo, Ash. Estoy así por eso, pero dos veces es injusto, yo no me merecía eso. —dijo para luego ponerse a llorar desconsoladamente, mientras se cubría los ojos con sus frágiles manitas.

—¿Dos veces?, ¿a qué te refieres? —preguntó confuso el portador del Pikachu, para luego abrasar a su ex compañera.

—Lo mismo me hizo Kenny, y luego Paul. Yo volví a confiar en un chico, pero me pagaron con la misma moneda. —hablaba mientras recibía el abrazo de su amigo.

—¿Sabes, Dawn? No todos los hombres somos iguales. Yo sé que tú puedes superar esto, yo estaré ahí apoyándote en la adversidad. Sé que no es fácil lo que te diré y probablemente no lo aceptes. —la peliazul prestaba atención, todavía en los brazos del azabache—. Tú me gustas, por eso vine aquí, para decírtelo.

—Ash, se me hace muy difícil volver a confiar en un hombre de nuevo. —hablaba un poco triste, pero en el fondo estaba feliz, ella sabía que Ash nunca le haría una cosa como esas, nunca la engañaría.

—Pero tú sabes que yo no soy esa clase de hombre. Si me das una oportunidad, yo te prometo que nunca te volverán a lastimar de la manera en la que te lastimaron. Eres muy especial para mí. Lo más lindo que me pasó en esta vida fue conocerte. —a Dawn se le caían las lágrimas, pero ésta vez de felicidad, nunca antes, nadie se le había declarado así.

—Eres muy tierno. —habló Dawn con un tono de felicidad.

—Dawn, yo te amo, pero te amo para amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte a ti feliz. Una oportunidad quiero, solo una, y yo te prometo que sola nunca estarás, que nunca nadie te va a lastimar y nada te va a faltar. Esta historia de amor terminará con un “vivieron felices por siempre” o un, “vivieron felices por el resto de sus vidas”.

—¿Qué es esta sensación que tengo? El corazón me late muy rápido, ese cosquilleo en el estómago, esas ganas de que Ash sea mío, mío y de nadie más… Ahora veo con claridad. Yo nunca sentí nada por Kenny o Paul. Yo, en verdad el chico a quien amo, es Ash. —esos eran los pensamientos de la coordinadora—. Ash, si quiero que seas mi novio y que seamos felices por siempre. Es lo que deseo. ¿Es una promesa lo que dijiste? —ésta vez, Dawn le habló al azabache, separándose del abraso de contención que le dio el ojimarron, quedándose los dos mirándose de frente, y Ash dijo—. Sí, es una promesa. —y con un beso, un beso en donde se demostraban el amor que se tenían, le dieron paso a una nueva relación.

Fin