Al final se me vino la idea antes de lo que esperaba, así que aprovecho ahora que puedo (? Amane this is for you uvu Espero que te guste <3 ¿De quién es esta carta? Todos los San Valentín desde que tenía memoria, siempre ocurría lo mismo para el pobre Souda. Se preparaba a conciencia un plan maestro días antes de la fecha señalada, con todas las armas necesarias para poder conquistar al fin a la hermosa Sonia Nevermind, la chica más popular de su clase. Gastaba todos sus ahorros en complacer sus gustos como princesa: le compraba flores, chocolates, incluso globos con forma de corazón. Se levantaba cada mañana del 14 de febrero con una gran sonrisa cargada de determinación; estaba decidido a hacerlo, a conseguir su propósito desde que era un niño al fin. Pero desde que ponía un pie fuera de su hogar, todo se iba al traste. Su cuerpo se agarrotaba fruto de los nervios, y a pesar de lograr llegar sano y salvo a la academia, todo acababa yendo de mal en pero: las flores se estropeaban por alguna razón, los chocolates se derretían (o Akane se los acababa comiendo antes de que se diese cuenta), y los globos se pinchaban o salían volando hacia quién sabía dónde. Y al final, Souda acababa llegando ante Sonia con lagrimillas en los ojos, magulladuras por todo el cuerpo y con su aspecto hecho un desastre. Y la contemplaba absorto, pues a pesar de su deplorable aspecto y de no tener nada que ofrecerle, le dedicaba esa hermosa sonrisa que le quitaba el aliento. Con cartas en sus manos. Montones de cartas. Y chocolates. Muchas cajas de chocolates. ¿Y eso que veía ahí era un globo igualito al que se le voló antes? Al final del día, Souda llegaba a su casa con los ánimos por los suelos, y se tumbaba en su cama sin ganas de volver a levantarse. Pero la imagen de aquella chica que tanto le gustaba volvía a aparecer en su cabeza, y como por arte de magia, todas las emociones negativas desaparecían, y una sonrisa boba volvía a decorar su rostro. Y volvía a mirar el calendario, dispuesto a organizar un mejor plan para el año siguiente. Pero aquel sería su año, de eso estaba seguro. ¡Esta sería la vez en la que al fin Sonia aceptaría salir con él! Abrió la puerta de su casa con quizás demasiada fuerza, dando un golpe al salir a la calle y alertando así a la gente que caminaba por la acera de enfrente. Las manos le temblaban tanto que no había logrado medir sus fuerzas, pero estaba acostumbrado a esos nervios, y esperaba que apareciesen de nuevo. ¡Lo tenía todo planeado! Por aquella razón, esta vez no llevaba objetos en la mano que pudiese estropear por el camino. Ni cajas de bombones, ni flores, ni globos. Nada de eso haría ningún efecto. Introdujo una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta, palpando el sobre de papel que llevaba consigo. Esta vez, le había escrito una carta. Y no una carta cualquiera, si no que le había pedido ayuda a la escritora definitiva para ello. Esta vez, nada podría fallar. La conquistaría con sus increíbles piropos, de eso estaba seguro. —¡Bien, allá vamos! Solo tengo que entrar con el pie derecho y todo irá bien —se trató de autoconvencer, sonriendo a pesar del temblor en sus labios, y con su cuerpo tenso trató de dar un paso hacia el interior del edificio. ¿Quién podría resistirse a él después de todo? ...Sin contar a Sonia, claro. Pero lo que Souda no sabía, era que mientras se encontraba entrando en el instituto, otra persona más estaba pasando por su misma situación. Y curiosamente, también tenía una carta entre sus manos. Una un tanto más arrugada y descuidada, pero carta al fin y al cabo. Gundham Tanaka trató de ocultar su evidente nerviosismo, escondiendo la mitad inferior de su rostro tras su fiel bufanda. Jamás se le habría ocurrido realizar un acto tan mundano y extraño para él como lo era escribir una carta, pero Los Cuatro Reyes de la Destrucción no habían dejado de insistir una y otra vez en que lo hiciese. Por alguna razón habían notado que en aquel día los humanos se enviaban trozos de papel con garabatos ininteligibles para ellos, y que estos les hacían felices, por lo que aquello podría servir para lograr que aquella chica rubia hablase más con su maestro. Los pequeños hámsters quizás eran demasiado listos, pues amaban cuando, con un simple intercambio de palabras entre esos dos, su maestro cambiaba de humor por completo. Por aquella razón lo persiguieron hasta la saciedad con papeles y lápices entre sus pequeñas patitas, y a pesar de no saber qué escribir, acabó escribiendo un saludo improvisado con una letra tan difícil de entender, que casi parecían rayones. Al menos así le dejarían tranquilo. Y en el fondo, le gustaría ver si de verdad aquello le sacaba una sonrisa a Sonia. Así fue como ambos pusieron un pie en la academia, ambos con el mismo propósito: entregar la carta a la joven princesa. A partir de ese instante, sus destinos se entrecruzaron. Souda subió las escaleras, tembloroso y temiendo lo peor, pero por el momento todo estaba saliendo bien. Al subir a la planta indicada, vio al final del pasillo a quien tanto estaba buscando, rodeada de otras chicas de su curso. Tragó saliva, tratando de contener los nervios, y comenzó a caminar hacia ella. A su vez, al fondo, donde las otras escaleras residían, Gundham y sus hámster divisaron a la chica a la misma vez. Pero en vez de atender a Sonia, los pequeños animales se percataron de las intenciones de una tercera persona, aquel chico molesto que se interponía en su camino. Decididos, los cuatro Dioses de la Destrucción saltaron sobre sus patitas y echaron a correr hacia el chico, ante la sorpresa de Gundham, quien no entendía qué les ocurría. Decidió perseguirles antes de que destrozaran algo, pero en ese instante, una masa de alumnos se interpuso en medio, y todo fue un caos. —¡A-ah, lo siento! —exclamó una vocecita femenina al chocar con el cuerpo de Souda. —Uh, no te preocupes, Mikan. ¿Has visto a...? —al alzar la cabeza, divisó la cabellera rubia de Sonia y sus ojos se iluminaron. Alzó la carta sobre las cabezas de todos los presentes, llamando a gritos su nombre. ¡Estaba muy cerca como para perder ahora!—. ¡Sonia-san, Sonia-san! ¡Aquí! —¿Quieres quitarte del medio, cerda? ¡Estás obstruyendo el paso! —gritó la pequeña Hiyoko con molestia, al ser incapaz de pasar con Mikan en frente. En un arranque de ira empujó a la chica, haciéndola a un lado justo cuando Gundham pasaba, a pesar de estar aún apoyada en Souda. —¡WAH! Y... ¡bam! De nuevo, otra de las caídas de Mikan volvió a tener lugar. Y esta vez, ambos chicos cayeron al suelo con ella, dejando caer a su vez ambas cartas de sus manos. Los hámsters se percataron con un brillo de malicia en la carta que se había desprendido de aquel acosador pelirrosa, y en un ágil gesto lo envistieron (a pesar de su minúsculo tamaño, pero ya estaba en el suelo) y le quitaron la carta, echando a correr pasillo abajo. Souda abrió los ojos de la impresión, y molesto y aturdido, no tardó en levantarse y echar a correr tras ellos como alma que lleva el diablo. —¡Malditas bolas con patas, volved aquí ahora mismo! ¡Devolvedme esa carta! —sus gritos acabaron perdiéndose en la lejanía, pero todos sabían que su persecución solo acababa de empezar. Gundham parpadeó, confuso por todo lo sucedido, y reparó en que la carta que se le había caído estaba cerca. La tomó en silencio, mas al alzar la cabeza, el rostro sumido en la preocupación del momento de Sonia le dejó sin palabras. Se había acercado entre el tumulto de gente al percatarse de su golpe, y ahora estaba inclinada hacia él. —¡Tanaka-san, ¿estás bien?! ¿Te has hecho daño? —inquirió, tendiéndole con amabilidad su mano para ayudarle a levantar. —¡Lo siento, l-l-lo siento mucho! ¡Por favor, perdóname! El joven criador ignoró las repetidas disculpas de la enfermera a su lado, y tomó la mano de la joven, desviando la mirada hacia el suelo al sentir su tono de piel algo distinta. —Por... supuesto que estoy bien. Soy Tanaka el oscuro, hace falta mucho más que esto para acabar conmigo, ¡WAHAHA! —Oh... Me alegro mucho —suspiró la princesa, sonriendo aliviada. Fue entonces cuando, curiosa, reparó en la carta que el chico llevaba en su mano, y se inclinó hacia un lado para ver—. Anda, ¿y eso? —¿Esto? Es solo un recado que... los Cuatro Dioses de la Destrucción me encargaron que te diese. Y sin mirarla a los ojos, le entregó la carta, esperando con incomodidad que de verdad lograse entender su horrible letra. No había escrito más que una frase aburrida, pero deseaba que sirviese de algo. Pero, para su sorpresa, la joven necesitó de un tiempo más para leerla al completo. Aquello le sorprendió, ¿tan larga era en verdad? Mas sus dudas se disiparon al ver como la joven se llevaba las manos a la boca, con sus orbes brillando de la emoción, y una gran sonrisa decoró sus labios, logrando aliviar a Gundham inmensamente. —Esto... ¡Esto es precioso, Tanaka-san! ¿De verdad lo has escrito tú? —exclamó, presa de la emoción. Llevó la carta hasta su pecho, sin dejar de sonreírle, y entonces asintió, con un suave rubor en sus mejillas—. Por supuesto que acepto salir contigo. ¿Qué te parece quedar esta tarde en el parque? Y ante la perplejidad de Gundham, quien no comprendía nada y no dejaba de enrojecer por momentos, el timbre sonó. Sonia se acercó y besó su mejilla en señal de despedida, indicándole que luego le buscaría en la salida, y todo aquel tumulto de gente acabó por desaparecer en cuestión de segundos. Finalmente, cuando solo quedaba él en aquel vacío pasillo, aún procesando lo que acababa de suceder, vio llegar a sus pequeños camaradas por el pasillo, con una sonrisa orgullosa inflando sus mofletes. Gundham se agachó para permitirles subir, y rascó su cabeza antes de comenzar a caminar hacia la salida. —No entiendo qué clase de fuerza oscura ha actuado en este momento, pero... ¿Alguno de vosotros sabe lo que es una "cita"? Mientras que por otro lado, en el patio, el pobre Souda se encontraba acurrucado con un aura oscura rodeando todo su cuerpo. Intentando por todos los medios recoger con un palo la carta que aquellos hámster, a pesar de en realidad no ser la suya, habían dejado caer en el charco.
Dios, lo que yo te amo no es ni medio normal, te lo digo en serio. Voy a intentar hacerte aquí un comentario normal, pero que sepas que por dentro estoy gritando de alegría. Sí, aun ahora sigo gritando interiormente. A ver, averaveraver. La verdad, te juro que en un principio cuando estaba leyendo tanto de Souda primero pensé que te habías equivocado de pareja (?) y luego me di cuenta que no, que lo que teníamos ahí era un Souda feliz que se esforzaba pero que sabíamos que iba a acabar deprimido y rechazado. Diría que me da pena, y me da, pero es que el poder de la OTP es demasiado fuerte. Amo a los hámster, ellos saben desde el principio el feeling que hay entre estos dos, de verdad. En muchos fanarts se ve y es porque, bueno, al final y al cabo los four devas of destruction es la manera de conseguir llegar a Gundham, ¿no? Si ellos te aceptan, ten por seguro que, aunque sea de una manera extraña, Tanaka también te aceptará. Y qué decir, la situación se presenta ciertamente cómica pero qué más da, si así ellos demuestran su amor a mí me vale. Me imaginaba algo por el estilo mientras iba leyendo y gracias al título y aun así, me enamoré. Me imagino a Gundham tan confundido que me muero de amor, y seamos honestos, aun si hubiese sido esa carta con solo un saludo, Sonia la hubiese amado. Y oye, casi mejor que Souda no le entregó esa carta porque hubiese sido un palo muy grande, Sonia ama demasiado a Gundham. Jajaja, me imagino al pobre Tanaka recibiendo odio por parte de los otros chicos porque no entienden como un chico tan raro está saliendo con una chica tan perfecta y el pobre chiquillo en plan: no sé aun que significa esto pero mi kokoro hace doki doki. Ay no ya me emocioné weona. En fin, el final además fue la guinda del pastel. Es típico imaginarse al pobre mecánico en un aura negra sufriendo por la friendzone y siempre es genial añadir ese detalle. Y nada, de nuevo, felicitaciones por un escrito tan bonito <3 Que siempre mola leer de tu otp, pero mola más si lo hace alguien que escribe tan bien y bonito, así que muchas gracias, en serio, me has hecho muy feliz con este relato. ¡Sigue así!
Mientras empezaba a leer esto sentía como una mezcla de pena y admiración por Souda. I mean, todos los años le pasaba lo mismo y la verdad es que se me hace triste, pero me alegra ver cómo se anima de nuevo tras pensar en su preciada persona. Pero juro que estuve apunto de chillar al ver salir en escena a Gundham. Omg, mi querido trío amoroso, que lloro. Y los hámsters persiguiéndole con los lápices y los papeles, qué cosa más cute. Y Gundham, vamos a admitirlo, también es cute. Y vaya lo que me pude acabar riendo con este escrito. Algo que me ha encantado es que narrases una de las legendarias caídas de Mikan, y que por ello se hayan tropezado y sus cartas se hayan mezclado. Los hámsters tuvieron un papel muy importante, y ayudaron a que Gundham lograse algo que ni él se esperaba. ¡Oh, venga, sólo iba a darle una carta saludándola y acabó saliendo con ella! Me pregunto si Sonia habría dicho lo mismo si hubiese recibido la carta de su dueño original... ahora ando con la curiosidad (?) Aunque, concuerdo con Gabi, probablemente Sonia habría sido happy con solo recibir el pequeño esfuerzo de Tanaka al escribir aquel saludo ;^; Y... de nuevo Souda me vuelve a dar pena en el final (?) Ni siquiera se da cuenta de que esa no es su carta y quién sabe si se entera de que Sonia acabó yendo a una cita con Gundham gracias a su carta, how sad. Ánimo, Souda u_ù Adoré tu narración, simple y hasta juguetona, lo que hizo que el escrito lograse ese tono cómico y adorable <3 Y como ya sabes, tu ortografía es perfecta y oh god escribes súper bien. En verdad soy feliz de haber podido leer un escrito como este <3 Nos vemos~ <3
Quedé con el corazón chato de por qué en el anterior shot Sugar no estaba. No se te pueden pasar estos escritos. Ahora están las dos de vuelta, así que me quedo en paz. Ronpa elevado a la 6 – y la racha continúa. Vamos a sacar la parte negativa rápido. A ver a ver, ¿qué pasó? – dejando de lado eso, OH MY GOD que frustrante es la comedia basada en malentendidos y mala suerte AAAAAGGGGH. La ansiedad me carcome la salud mental – y se vuelve cuarenta veces peor cuando se da vuelta todo al final y resulta que cierta escritora estuvo jugando una vez más con las expectativas de sus lectoras como un gato con un ovillo de lana. UUUY si existiera una reacción de “me prende fuego la cabeza” ya habría reventado el mouse.
¿Es normal que sienta lástima por Souda? Creo que este siempre será un buen ejemplo de amores platónicos y no correspondidos, pero hay que admitir que a comparación de Gundham el amor de Souda hacia Sonia es mucho menos genuino, o eso es lo que siento yo. Mientras Souda la ama de una maneras más superficial por ser linda y una princesa, hasta tal vez por costumbre, Gundham ni siquiera sabe que está enamorado, siendo mucho más sincero, no se si me explico. Desde el inicio sabía que algo no saldría bien para Souda, es que estaba claro, los vientos nunca van a su favor respecto a lo que conquistar a Sonia se trata, aún así dio partido hasta el final, no se dejó vencer tan fácilmente, bastante perseverante el chico. Mientras, Gundham, muy tierno él, pasa que a veces uno ni sabe que siente por cierta persona y llegan unos hámster (cofcofamigoscofcof) a decírtelo en la cara. Y su nerviosismo, ay, bastante lindo, y se nota lo interesada que Sonia está por él, vamos, que apuesto que si hubiera sido Souda el tirado en el piso hubiese sido un tanto diferente. En conclusión, no importa que tanto esfuerzo ponga Souda en conquistar a Sonia, está esta destinada a estar con Gundham, son el uno para el otro Creo que eso sería todo lo que tendría para agregar, espero y que Souda, con su suerte, no se haya caído en el charco.