¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Rin-sama, 28 Diciembre 2007.

Estado del tema:
No se permiten más respuestas.
  1.  
    Rin-sama

    Rin-sama Guest

    Título:
    ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    1769
    ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Lo que Rin y Kagome quieren es entrar a la Preparatoria Shikon. ¿Lo lograrán? ¿Y quién es ese chico problemático con orejas sobre su cabeza? ¿Yese joven que te quita el aliento con su fría mirada? Romances problemáticos y los dilemas existenciales de la adolescencia en este fic de Inuyasha.

    * * * * *


    ¡Tú eres lo que quiero!

    Capítulo 1: encuentros desafortunados

    - ¡Tengo mucho miedo! – lloriqueaba en el regazo de su madre una joven de largo cabello negro con un mechón atado al costado de su cabeza.

    - ¿Miedo de qué? Por favor, Rin. Es tan sólo un examen – le decía la mujer mientras pasaba la mano por el suave cabello de su hija -. Todo saldrá bien. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

    - ¡¿Qué es lo peor?! ¡¿En serio me preguntas eso, mamá?! ¡Lo peor que me puede pasar es no aprobar el examen de ingreso para la Preparatoria Shikon! Si eso llega a ocurrir… ¡Nunca más voy a poder mirar mi reflejo en un espejo porque lo que veré allí será a una fracasada!– soltó Rin levantando abruptamente el rostro para mirar con sus acuosos ojos chocolate a los de su madre.

    - Por favor, Rin. Encontrarás otra preparatoria si no entras en ésta.

    - ¡Nunca! ¡Ahí es donde tú y papá se graduaron! ¡Yo quiero ir a Shikon!

    La madre sonrió con nostalgia al recordar aquellos tiempos en los que su difunto esposo y ella se conocieron.

    Luego, miró a su hija, acomodó el flequillo de ésta y se levantó con calma del sofá color café en donde estaba sentada. La muchacha, arrodillada, se quedó observando a la madre que desapareció por un oscuro pasillo y al regresar al living-comedor notó que traía algo en una de sus manos.

    - Toma. Esta es la cadenita que yo usé el día en que me tocó dar el temido examen de ingreso– le entregó la madre a Rin una cadenita de plata con un dije que tenía la forma de un trébol de cuatro hojas -. Estoy segura de que te traerá mucha suerte.

    La pelinegra enseguida se lo colocó y una vez colocado, se secó la cara mojada por el agua salada que sus ojos habían derramado. Parecía haberse calmado.

    En eso, el timbre sonó.

    - Debe ser Kagome. No la hagas esperar y deséale suerte de parte mía– habló la mujer mientras abría la puerta con una dulce sonrisa dibujada en sus labios.

    Rin, cerrando los ojos, respiró profundo y al abrir nuevamente sus órbitas chocolate, la madre vio como aquellas habían recuperado la alegría que tanto las caracterizaban.

    * * * * *

    Dos muchachas de largos cabellos negros, envueltas en un tapado marrón muy claro, miraban con asombro el gran jardín que rodeaba al establecimiento al que ellas querían asistir a partir de la primavera del año entrante.

    - Kagome… Este lugar es increíble. Cada vez tengo más ganas de ser alumna de la Preparatoria Shikon.

    - Y lo vamos a ser. ¡Estoy segura! – habló con suma confianza la de ojos azules grisáceos mientras levantaba un puño en el aire.

    - Eso espero… Eso espero – murmuró Rin tomando entre sus manos el dije que colgaba de su cuello.

    - ¡Muévanse de ahí! – gritó una voz que venía del cielo.

    - ¡Kyaa!

    Un muchacho de largo y alborotado cabello plateado cayó entre las dos jóvenes que no dejaban de temblar del susto. Éste vestía un polar rojo, un jean azul oscuro y unas zapatillas negras. Sin embargo, lo que llamaba la atención eran dos orejas que emergían de su cabeza.

    - ¡Pero que lindas orejas de gato! – exclamó Kagome con un rostro enternecedor y juntando sus manos a un costado - ¿Dónde las compraste?

    - ¡¿QUÉ DIJISTE?! ¡¿OREJAS DE GATO?! – rugió con furia el joven de ojos dorados. Luego, apuntó a sus simpáticas orejas blancas –. Para tu información son orejas de perro. PERRO. Es el que dice “guau-guau”, por si no lo sabías.

    - ¿Me estás tomando de idiota? – cuestionó la muchacha cruzándose de brazos y alzando una ceja.

    - No, no te estoy tomando. Eres idiota.

    - Vuélvelo a repetir.

    - Idiota.

    - ¡Vuélvalo a repetir! ¡A ver si te animas! – desafió Kagome acercándose peligrosamente al plateado.

    - Idiota, idiota, idiota.

    La chica trató de tomar por los pelos al muchacho, pero él, ágilmente dio un salto hacia atrás.

    - Eres muy lenta – habló el joven engreídamente -. Eso se debe a que eres una humana.

    - ¿Eh? – Rin y Kagome se quedaron estupefactas contemplando al plateado mientras parpadeaban una y otra vez.

    - ¿Eres un youkai? – preguntó la de ojos chocolate con gran curiosidad.

    - Bueno… No exactamente - el chico bajó la mirada y en ella había algo de vergüenza.

    - Oye. ¿Qué te pasa? ¿Por qué no me sigues insultando? – cuestionó Kagome con una voz demandante.

    - ¡Kagome, dejemos esto y entremos porque el examen está por comenzar! – anunció Rin mirando su reloj.

    - ¡¿Qué?! - exclamaron Kagome y el joven de las orejas de perro al unísono.

    - Lo que escucharon, vayámonos.

    Las dos adolescentes comenzaron a correr y fueron rápidamente dejadas atrás por el plateado, quien dando dos grandes saltos, llegó en cuestión de segundos al segundo piso de la institución. El joven, para sorpresa de las chicas, había entrado por la ventana.

    * * * * *

    Rin se encontraba apoyada en el marco de la ventana de un largo pasillo donde varios estudiantes de diferentes colegios conversaban. Había un murmullo constante. Rin, por su parte, ya había terminado el examen y estaba esperando a su amiga para regresar a su casa.

    - Pensar que ya no usaré más este uniforme de marinero – reflexionaba Rin echándole un vistazo a su verde uniforme.

    Luego, los ojos de la muchacha se perdieron en el cielo gris. Ese día no hubo ni un pequeño rayo de sol. Repentinamente, un frío viento entró por la ventana haciendo que Rin se abrazara a ella misma.

    - Me pregunto si nevará.

    La joven decidió hacerse a un lado de la ventana ya que podría pescarse un resfriado. Aún así, no desvió la mirada ni una sola vez del cielo gris y aquello trajo cierta consecuencia.

    Rin chocó con algo firme y cuando volteó para disculparse se encontró con una de las miradas más frías que jamás había visto en su vida.

    - Pe… Perdón – tartamudeó de lo inhibida que se sentía bajo aquella mirada dorada.

    El joven con quien se había chocado era extremadamente bello. Tenía el cabello largo, lacio y plateado; sus ojos dorados eran rasgados. Sin embargo, lo que llamaba la atención de éste eran las marcas que había en su rostro: dos líneas a cada lado de sus mejillas de un color magenta y una luna creciente en su frente.

    - ¿Eres un youkai? – preguntó Rin con sus ojos fijados en la luna creciente.

    El muchacho no se molestó en responder y marcó con una de sus afiladas garras a la remera de mangas largas blanca que llevaba puesta. En realidad, ya no era tan blanca ya que tenía chocolate caliente en ella. Allí fue cuando Rin notó el vaso que llevaba en la mano. Su reacción fue la de llevarse las de ella al rostro.

    - ¡Perdón, perdón! ¡En verdad no me di cuenta!

    - ¿Qué harás, humana?

    - ¿Que qué haré? – inmediatamente le cayó la respuesta -. Pues, limpiarte.

    Justo en ese momento pasaba un muchacho con una botella de agua, la pelinegra se la pidió muy amablemente, y sacando un pañuelito de uno de los bolsillos de su pollera, procedió a limpiarlo. Lo primero que hizo fue mojar el pañuelo con el agua, luego, apoyó una de sus manos en el pecho del joven youkai para con la otra empezar a refregar la mancha. Parecía tener una musculatura muy bien formada. Rin se sonrojó al percatarse de que estaba más concentrada en sentir el cuerpo del joven que de limpiarlo.

    Desgraciadamente, la mancha se había agrandado.

    - Oh-oh – el rostro de la jovencita mostró preocupación y por eso comenzó a refregar con más fuerza.

    El muchacho la tomó abruptamente de la muñeca y levantó su mentón con una de sus garras. Se quedó contemplando aquellos grandes y temerosos ojos chocolate. Le agradó sentir el miedo que había en ellos.

    - Inepta – y con esa palabra dicha, la soltó para seguir con su camino.

    Ese día no parecía ser uno con mucha suerte revoloteando alrededor de Kagome y Rin. Lo único que podría dar vuelta la historia sería aprobar el examen de ingreso. Pero… ¿Podrán aprobarlo? Y si lo hicieran… ¿Sería para mejor?

    Continuará

    * * * * *

    ¿Les gustó? Sus opiniones me enriquecerán para continuar escribiendo. Qué expresión más cursi... Y que cursi es la palabra cursi... En fin...

    Nos estamos leyendo

    Saludos, Rin-sama ♥
     
  2.  
    Darky

    Darky Usuario común

    Leo
    Miembro desde:
    8 Agosto 2007
    Mensajes:
    328
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Hola Rin-sama.
    Me ha llamado mucho la atención la tematica de este fic, de verdad, esta muy interesante, y eso que no soy de leer fics de Inu Yasha. Me gusta mucho la forma en que redactas, muy bien, excelente.
    Ya quiero saber sí Rin y Kagome pasan el examen, estoy anciosa, esperare el proximo capitulo.
    Bye,
    Hime-chan*
     
  3.  
    Cyshara

    Cyshara Usuario común

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Octubre 2005
    Mensajes:
    483
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Hola..!
    Acabo de leer tu fanfic y me gustó mucho!
    Me alegra saber que inuyasha y kagome van a llevar como siempre varios problemas! Jajaja y me encantó el encuentro de Rin con Sesshomaru! Solo espero que el youkai no se le vaya la mano con Rin!
    Continualo pronto!

    Chao :)
     
  4.  
    leti

    leti Guest

    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Perdón, corrijo inmediatamente el post.

    Me ha gustado mucho tu historia. Hay varios fics con los personajes en la época escolar, pero el tuyo tiene la hermosa expectativa de que Inuyasha es un hanyou en la época actual. Me encantará ver cómo lo desarrollas y cómo explotas ese excelente recurso.

    El resto del post lo dejo intacto por que refleja el entusiasmo que me provocó tu historia al leerla.

    ¡Vamos! Está muy bueno, por fas, no lo vayas a dejar botado. Tú dime cuántos post quieres, de qué calidad y cómo y yo te aseguro todos los que me pidas.

    ¿Qué me pides para animarte a continuarlo? ¿Una crítica? ¿Una opinión detallada? ¿Muchas porras y ánimos? No sé, lo que me pidas te lo daré. Por favor: ¡Continúalo! Muero por leerlo completo.

    Un besote y un abrazo de:

    leti, laetus, laetusrubio y ya no me acuerdo quién sabe cuántos nicks más tengo, pero esos son los más comunes, para que te acuerdes de mí!!!!!!!!!!!!!

    P.D: Gracias por aclarme las cosas y cuentas con todo mi apoyo para tu fic!!!!!
     
  5.  
    Cyshara

    Cyshara Usuario común

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Octubre 2005
    Mensajes:
    483
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Yo estoy completamente de acuerdo con leti!
    Jejeje, aunque no he leido la mayor parte de tu fic, lo que he leido hasta ahorita se me ha hecho muy interesante! Tu dinos como quieres los posts y los tendrás! Jajajaja.
    Continualo pronto!

    Chao :)
     
  6.  
    Rin-sama

    Rin-sama Guest

    Título:
    ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    1819
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Primero, los agredacimientos a DarkyNoHime, a leti y a Cyshara. Espero que sigan leyendo mi fic y voy a poner mi mejor esfuerzo para hacerlo muy entretenido y que por momentos les llegué al corazón (Y sigo con las cosas cursis).

    Al capítulo!
    * * * * *

    ¡Tú eres lo que queiro!

    Capítulo 2: la curiosidad trae problemas

    Rin se quedó parada en el lugar, observando como aquel joven youkai de larga cabellera plateada se alejaba y se perdía entre los otros adolescentes que había en el pasillo.

    - ¡¿Qué haces acá, Sesshoumaru!? – exclamó el joven de las orejas de perro corriendo salvajemente la puerta de una de las aulas.

    - ¿Sesshoumaru?

    - ¿Eh? Pero si tú eres la que desprende el espantoso olor de ese imbécil – comentó el plateado tomando la mano de Rin, la que aún sostenía el pañuelo.

    - ¿Sesshoumaru es ese misterioso youkai? – preguntó la pelinegra mientras el muchacho miraba para todos lados -. Él ya se fue.

    - Menos mal…

    - ¡Ey! ¿Qué le estás haciendo a mi amiga? – cuestionó Kagome interponiéndose entre ambos jóvenes.

    - Keh, tan sólo estoy parado cerca de ella. ¿Es que acaso estás celosa?

    - No digas tonterías. Celosa de un orejas de perro… No estoy tan loca – dijo la de ojos azules grisáceos desviando la mirada y frunciendo el ceño.

    - Para tu información mi nombre es Inuyasha. No orejas de perro.

    - Da igual.

    - Chicos, ya dejen de pelear – trataba de tranquilizarlos Rin -. Recuerden que, quizás, el año que viene seamos compañeros.

    - Sólo si tu amiguita gritona aprueba el examen – señaló Inuyasha a Kagome mientras en su rostro llevaba una expresión burlona.

    - Bueno, hay que ver si tú lo apruebas – contestó ella con enojo para luego tomar la mano de la de ojos chocolates -. Vamos. Estoy harta de este chico.

    - Fue un placer, Inuyasha – saludó Rin con una sonrisa en el rostro mientras era guiada por el pasillo por su amiga.

    * * * * *

    - ¡Bienvenidas! – las recibió la madre de Rin a las dos muchachas con el almuerzo preparado sobre la mesa redonda del living-comedor - ¿Cómo les fue en el examen?

    - Esperamos que bien – contestaron las chicas al unísono mientras colgaban sus abrigos en un perchero.

    - Pensar que ya no usarán más ese lindo uniforme de marinero – comentó la mujer con nostalgia mientras acomodaba el cuello de la remera de su hija.

    - ¿Sabes, mamá? El llevar esta cadena que me diste me hizo tranquilizar. Creo que me fue bien. Sin duda va a ser mi amuleto.

    - Me alegro – dijo la madre mientras se tapaba la boca. Parecía que quería reírse de algo.

    - ¿Qué le ocurre, Matsumoto-san? – preguntó Kagome viendo a la señora con inquietud.

    - Nada… Nada – la madre lanzó una pequeña carcajada.

    - ¡Mamá, ¿qué pasa?! – demandó Rin una respuesta.

    - Esa cadenita no la usé cuando di el examen de ingreso, me la compré hace unas semanas – a la madre le era imposible contener la risa –, pero por lo menos te tranquilizaste y pudiste dar el examen con confianza, jaja.

    - Muy gracioso, mami – musitó Rin cruzándose de brazos y desviando la mirada como ofendida.

    Tanto la señora Matumoto como Kagome rieron por lo que acaba de confesar la madre. Rin, luego de dar un par de suspiros, se dirigió a la mesa a comer. Inmediatamente, la siguieron las otras dos. Luego de varios minutos, todo parecía estar olvidado por la de ojos chocolate y el trío que se encontraba sobre la mesa, tapada por un delicado mantel blanco, disfrutó el almuerzo.

    Al terminar de comer, las muchachas se dirigieron al cuarto de Rin. Al llegar, cerraron la puerta y lo primero que hicieron fue tirarse en el suelo alfombrado. Las adolescentes tan sólo miraban el interesante techo que las cubría, luego, una decidió romper el silencio.

    - No puedo creer que hayamos tenido que estudiar en Navidad para rendir este examen.

    - Rin, esta preparatoria es muy dura…

    - Eso no justifica dar un examen después de navidad – comentó la otra con un rostro aburrido.

    - Lo sé. Pero mira el lado bueno. A partir del año que viene usaremos el uniforme de Shikon y la gente nos mirara con admiración ya que es una de las mejores preparatorias de Tokyo – dijo Kagome parándose repentinamente para juntar sus manos y mirar hacia arriba con una expresión soñadora.

    - ¿Y crees que nos encontraremos de vuelta a ese tal Inuyasha?

    - ¡No vuelvas a mencionar su nombre! – le tapó la boca a su amiga –. Voy a rezar en el año nuevo para que ese cretino no entre en la preparatoria.

    - ¿No crees que exageras un poco?

    - ¡No!

    - Pero es cruel desearle algo malo a una persona.

    - No es una persona, es un youkai.

    Rin soltó un suspiro y rezó que para antes de que llegara el año nuevo su amiga olvidara lo ocurrido con ese chico. Que por cierto era algo agresivo.

    * * * * *

    El frío viento soplaba y la joven de largo cabello negro caminaba por las calles de Tokyo. Dejó de hacerlo para pararse frente a la vidriera de un negocio de ropa. Pero ella le prestaba atención a su aspecto, es por eso que arreglaba el mechón que tenía atado al costado de su cabeza.

    - Perfecto – murmuró para ella.

    - ¡¿Por qué quieres terminar conmigo?! ¡¿Por qué?! ¡Soy bella! ¡Tengo lindo cuerpo! ¡Y soy buena en la cama! – protestaba una joven de cabello oscuro y corto.

    Esa muchacha llevaba puesto un apretado pantalón de cuero y una campera haciéndole juego. Su cuello lo envolvía una bufanda roja que combinaba con sus labios rojos y la bincha que llevaba en la cabeza.

    Rin, intrigada por saber qué era lo que ocurría, se acercó más a la escena llevándose una sorpresa al ver que el “hombre” que le estaba rompiendo el corazón a esa hermosa joven era el misterioso youkai que conoció el otro día en la Preparatoria Shikon.

    - ¿Sesshoumaru? – murmuró la pelinegra.

    Debido a que ambos de la pareja que estaba discutiendo eran youkais la pudieron escuchar perfectamente.

    - ¡Aja! ¡Ya entendí la razón! – señaló la muchacha de cabello corto a Rin - ¡Estás saliendo con ella y encima es una humana! ¡Nunca te lo voy a perdonar!

    - Yura… Ella no es la razón, pero tampoco te tengo que dar alguna. Simplemente ya no quiero estar contigo – habló el plateado con una voz que parecía cargar autoridad, pero que a la vez era tranquila.

    - ¡¿Cómo explicas que esta chica sepa tu nombre?! – gritaba Yura con desesperación aún apuntando a la pobre Rin.

    - Este… Debes creerle. Él y yo sólo nos vimos una vez – trataba la de ojos chocolate de calmar a la youkai mientras movía sus manos de un lado a otro nerviosamente.

    - ¡Una vez y ya quieres estar con ella! – exclamó la joven con furia - ¡Ya me cansé, le voy a arrancar su hermoso cuero cabelludo!

    Yura atrapó los pies de la inocente muchacha con los cabellos que salían de sus uñas para luego hacerla volar por los cielos. Rin lo único que pudo hacer fue gritar. Sin embargo, para sorpresa de ambas, Sesshoumaru con sus filosas garras cortó los cabellos y sostuvo entre sus brazos a una inconsciente pelinegra.

    - ¡Sesshoumaru! ¡¿A dónde vas?! ¡Vuelve! – gritaba la youkai viendo como su, en aquel momento, ex novio, se alejaba volando del lugar.

    * * * * *

    Sesshoumaru apoyó a la muchacha que aún estaba desmayada en la amplia y cómoda cama de su cuarto. Luego, al notar que habían puesto calefacción en toda la mansión, decidió quitarle el saco rojo que llevaba puesto para encontrarse con una apretada polera a rayas negra y roja. Al notar el contorno de sus senos, prefirió dejarla como estaba.

    Hacía un mes que no tenía relaciones con Yura. Y no era que no quisiera tenerla con aquella ardiente hembra. Simplemente, quería que ella se cansara de él, pero desafortunadamente no ocurrió aquello.

    - Un momento… ¿Por qué debo respetar a una humana? Yo, Sesshoumaru, hijo de uno de los youkai más poderosos de este país puedo hacer lo que quería con quien quiera – pensó volteando su inexpresivo rostro para observar el indefenso, pero bien formado cuerpo de Rin.

    El joven youkai fue acercándose lentamente a la cama y sus filosas garras comenzaron a rozar el rostro de la pálida adolescente que se encontraba inconsciente.

    Él era Sesshoumaru. Popular en su preparatoria por ser el “Príncipe de hielo” y el que más aborrecía a los humanos. No les tenía ningún respeto. ¿Por qué tenerlo en ese momento? ¿Por qué no saciar sus necesidades con una miserable, pero atractiva humana? Después de todo, le salvo la vida.

    Continuará

    * * * * *

    ¡Qué malo, malo lo hice a Sesshy! Veremos qué ocurrirá. Por cierto, Inuyasha no es un youkai, sólo que Rin y Kagome aún no saben que es un hanyou.

    Nos estamos leyendo en el próximo capítulo que seguramente publicaré después de año nuevo.

    Muchas felicidades a todos!

    Saludos, Rin-sama ♥
     
  7.  
    leti

    leti Guest

    Título:
    ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    186
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    ¡Qué chido!

    Me gustó mucho el capítulo. Como siempre, Inuyasha y Kagome peleando por nimedades. Igual que en el anime xD

    Ah, por un momento pensé que pondrías a Kagura como la mujer a la que estaba cortando Sesshoumaru, aunque la descripción no encajaba del todo, la costumbre me hizo pensar eso. Al ver que usaste a Yura me dio emoción y me gustó mucho el recurso. Me encantó eso de que le iba a quitar su lindo cabello, jajaja.

    ¡Oh, pero qué bien pintaste a Sesshoumaru! ¡Frío y orgulloso! ¡Igualito que en el anime!

    ¡Qué emocionante! Se quiere saciar con Rin, yo no opondría!!! jajjaa

    Eres mala!! Cómo lo dejas ahí???

    Bueno, está muy bien que nos avises cuando pondrás la continuación, por que así ya sé más o menos cuánto esperar.

    Me está encantado tu fic. Sabes que cuentas con todo mi apoyo para tu linda historia. Te has ganado una lectora asidua.

    BESOS Y FELIZ AÑO NUEVO!!!!!!!!
     
  8.  
    olga

    olga Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    21 Septiembre 2007
    Mensajes:
    257
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    hOLA!!
    ammm
    oie e leido tu fic y como describirlo ammm increible!!!!!!
    me encanta la pareja de sessh y rin y ammm ay pocos fics en cemzoo de ellos pero tu hiciste uno asi que hare lo q me digas contal de la conti please siiiii
    ok
    pones conti bye!!!!
     
  9.  
    Ardwen_san

    Ardwen_san Guest

    Título:
    ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    55
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    genial!
    me kede sin internet pero he vuelto y me he topado con este fic^^
    esta buenisimo, me rio muxo con Inuyasha y Kagome
    k hara Sesshoumaru con Rin? (o.o jejejejeje) xD
    hmmm... me has dejado intrigada xDD
    continualo pronto





    Feliz Año 2008
    XAU!!
     
  10.  
    sesshisokan

    sesshisokan Guest

    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    holaaaaaaaaa
    me gusta mucho tu ff
    esta exelente
    querre mucho a sesshomaru pero si toca a rin lo.grrrrrrr.........
    es un engreido.
    pero es lindo.
    bueno xau

    sesshxrin
     
  11.  
    Cyshara

    Cyshara Usuario común

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Octubre 2005
    Mensajes:
    483
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Me ha encantado la continuación, solo que se me hace que Sesshomaru va a ser muy,. muy malo, pobre de Rin, pero ¿que le piensa hacer?
    O dios mío, espero que no tardes mucho con la conti!!
    La esperaré ansiosa!

    Chao :)
     
  12.  
    Rin-sama

    Rin-sama Guest

    Título:
    ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    1887
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Muchas gracias por sus post a leti, sali, olga (muy linda tu imagen de Sessh y Rin que tenés en tu foto), Ardwen_san, sesshisokan y cyshara. En este capítulo se enteraran si Sesshoumaru se saciará o no con Rin. Veo que ahí se las dejé picando, jeje.

    * * * * *

    ¡Tú eres lo que quiero!

    Capítulo 3: buen año

    Las filosas garras rozaban el delicado rostro de Rin, quien aún se encontraba inconsciente. El joven youkai fue tocando las delgadas cejas, la pequeña nariz y sus labios rosados que se entreabrían y dejaban salir un cálido aire.

    Luego, sus garras pasaron al cuello, tapado en parte por la polera. El chico fue bajando por los hombros hasta estar a la altura de su bien formado pecho, y cuando estaba a punto de tocar uno…

    - ¡¿Qué es lo que haces?! – gritó Inuyasha que miraba horrorizado de la cama al youkai.

    Sesshoumaru dejó lo que estaba haciendo para voltear a ver, con un inexpresivo rostro, a su molesto medio hermano menor. Cuando los dos pares de ojos dorados se chocaron, lo único que hicieron fue quedarse contemplando el uno al otro con un sentimiento parecido al odio. Inmediatamente, el youkai hizo un gesto con su mano que indicaba que Inuyasha tenía que retirarse.

    - ¡¿Irme y dejarte solo con esa pobre chica que vaya a saber uno que es lo que quieres hacer con ella?! – exclamaba Inuyasha señalando a la muchacha.

    Cuando el joven se acercó y vio los rasgos de Rin, inmediatamente recordó que era la amiga de aquella chica insoportable que había conocido el otro día. Se acercó más al rostro de ella y luego la comenzó a olfatear.

    - Parece que tú también quieres divertirte hoy, hanyou – habló Sesshoumaru con su gruesa voz monótona.

    - ¡No digas tonterías, degenerado! – se levantó a su defensa el otro plateado -. Ahora me dirás qué es lo que haces con esta chica acá.

    - Hay que llamar para que alguien la venga a buscar. En el bolsillo de su saco rojo está el celular. Te lo encargo – fue lo que dijo el mayor de los hermanos mientras salía de la habitación, habiendo ignorado por completo la replica del menor.

    - Cretino – murmuró Inuyasha tomando el saco para llamar a alguien que sacara de allí a esa joven.

    Media hora había pasado desde que el hanyou había llamado a una tal Kagome para que viniera a buscar a Rin. El joven estaba sentado en la cama impaciente.

    Repentinamente, escuchó un zumbido y sus ojos dorados reflejaron en la pupila un mosquito un mosquito que revoloteaba por la habitación. El mosquito se paró sobre la frente de Rin. Inuyasha no quería perturbar a la muchacha dormida. Por esa razón, comenzó a gatear sobre la cama, quedando exactamente sobre la pelinegra. Entre sus dos piernas, tenía las piernas de Rin. Uno de sus brazos estaba a un lado del cuerpo de ella y su otra mano, trataba de alcanzar con las garras al mosquito. Pero la imagen que daban los dos, vista desde otra perspectiva, no hubiese sido muy bien interpretada.

    - ¡¿Qué le estás haciendo a mi amiga, pervertido?! – exclamó una Kagome a la que la vena de la cabeza le estaba por estallar.

    - Un momento… Es un mal entendido – explicaba Inuyasha nervioso -. Yo sólo le quería sacar este mosquito, ¿ves?

    - ¡Hay formas para quitarle un mosquito a alguien de la cabeza!

    - ¡Puedes dejar de gritar! ¡Mis oídos son muy sensibles!

    - Ka-Kagome… ¿Dónde estoy?

    - ¡Rin! ¿Estas bien? – preguntó la de ojos azules grisáceos acercándose a su amiga.

    - Sí. Eso creo – dijo la pelinegra sentándose muy lentamente.

    - ¿Qué te pasó?

    - Una youkai muy linda me quiso atacar y justo estaba Sesshoumaru y, y… No recuerdo más – explicó la muchacha observando toda la habitación que tenía grandes dimensiones -. Creo que me salvó de esa loca y me trajo acá, su casa. Supongo.

    - Sí. Es su casa y la mía – afirmó Inuyasha lo que la joven decía – Ese cretino es mi medio hermano.

    - Así que tienes un hermano – comentó Kagome mientras observaba las orejas que salían de la cabeza del plateado - ¿Y él también tiene esas simpáticas orejas?

    - Keh, no – contestó el otro con malhumor.

    - Creo que mejor me voy a mi casa. No quiero seguir siendo una molestia – habló Rin levantándose ya recuperada de la cama y buscando su saco rojo – Otro día le vendré a agradecer a tu hermano.

    Kagome vio como su amiga se dirigía a la salida del cuarto. La de ojos azules, luego, posó su vista sobre el muchacho que tenía en frente y tras contemplarlo unos segundos dijo:

    - Perdón por acusarte y por gritarte tantas veces. Espero que nos volvamos a ver la primavera que viene – sonrió Kagome acercando su mano para estrechar la de él.

    - E-Esta bien – el hanyou le sorprendió la actitud de la joven, pero aún así aceptó las disculpas y estrechó su manos con la de ella.

    - Hasta pronto – murmuró Kagome y desapareció junto a Rin tras la puerta.

    * * * * *

    - ¡Feliz año nuevo, Rin! – saludó Kagome a su amiga con un abrazo - ¿Preparada para ir al templo?

    - ¡Por supuesto! – exclamó Rin con una gran sonrisa.

    Las dos vestían un kimono. Aunque entre sí eran bastante diferentes. El de Kagome era de un rosa pálido y estaba decorado por bellas flores color violeta. El obi también era del último color mencionado. Por otro lado, el de Rin era color verde claro, decorado con mariposas anaranjadas. Su obi hacía juego con las mariposas.

    La noche de año nuevo era una fría pero con un bello cielo lleno de estrellas. Las personas iban en grupos hacia los templos de Japón para rezar por un mejor año. Los niños correteaban por doquier y cada tanto había algún llamado de atención por parte de los padres. Jóvenes con botellas de sake y muy sonrientes iban abrazados cantando canciones. Rin y Kagome eran parte de esa multitud.

    Debido al mar de gente que había en la entrada del templo, las pelinegras se separaron.

    Rin comenzó a mirar para todos lados, pero no hacía más que ver rostros desconocidos. Decidió acercarse al templo para hacer su plegaria ya que suponía que volvería a encontrarse junto con Kagome.

    Al llegar al altar, donde el silencio reinaba, a pesar de la gente que había a su alrededor, Rin juntó sus manos y cerró los ojos. Sin embargo, no pidió por nada ya que alguien la sacó de su estado de reflexión con un leve empujón. Cuando la pelinegra volteó, no esperó encontrarse con quien lo hizo: Sesshoumaru.

    Éste estaba vestido con una hitoe color blanca y unas hakamas negras. Las grandes y fuertes manos del youkai estaban juntas, sus párpados cerrados. La vista que le brindaba a la joven era una vista de la perfección. Rin, notando lo maleducada que estaba siendo observando constantemente al joven, imitó la acción que él realizaba. Así, los dos juntos rezaron por un mejor año en silencio.

    Cuando Rin, volteó para el lado donde estaba el youkai había solamente se encontró con un hueco y un frío viento sopló. ¿A dónde se había ido Sesshoumaru?

    Comenzó a mirar frenéticamente para todos lados, hasta que por fin lo encontró. Estaba a punto de descender las escaleras que lo llevarían a la salida de aquel templo.

    - ¡Sesshoumaru! – exclamó Rin corriendo hacia él.

    El otro dio media vuelta y que contemplando aquellos vivaces ojos chocolate que lo miraban con un extraño brillo.

    - Muchísimas gracias por salvarme la otra vez – se inclinó Rin y al incorporarse una gran sonrisa iluminaba su rostro.

    Sesshoumaru quedó cautivado por esa sonrisa, pero su rostro no mostraba ninguna expresión. El youkai no podía entender qué era lo que le ocurría. Jamás le había dedicado una mirada por tanto tiempo a una frágil y miserable humana. Pero había algo en esa sonrisa tan pura.

    - De verdad, muchas gracias por lo que hiciste por mí. A pesar de que yo manché tu remera la otra vez… Seguramente estás enojado. Si quieres te compró una nueva – comenzó a hablar la jovencita mientras se acercaba al youkai.

    El miedo que había visto la otra vez en sus ojos había desaparecido. Ahora había cierta admiración en ellos y una alegría que pocas veces había visto reflejada en las órbitas humanas.

    - Sí esta humana supiera lo que intenté hacerle… Qué ingenua – pensaba mientras seguía mirando a la pelinegra.

    Un celular comenzó a sonar. Era el que Rin traía en su finita cartera.

    - Un mensaje de mi amiga… Es mejor que me vaya. Mil gracias por lo del otro día – volvió a agradecerle Rin con su dulce sonrisa aún en el rostro.

    - Que tengas un buen año… - murmuró Sesshoumaru en una tono muy bajo y fue por eso que sus palabras fueron arrastradas por el viento y nunca llegaron a los oídos de la humana tan peculiar que hacía sacar extrañas actitudes del frío youkai.

    Continuará


    * * * * *

    Espero hayan disfrutado del capítulo. Y nuevamente gracias por sus posts. En verdad me alegra leer sus opiniones acerca de lo que ocurre en la historia. Como verán, nuestra querida Rin se salvó de ser abusada gracias a Inuyasha. Perdón por no avisar cuando estoy por publicar. Trataré de hacerlo la próxima vez.

    Espero que hayan pasado un lindo fin de año y, como dijo Sesshy, que tenga un buen año.

    Saludos, Rin-sama ♥
     
  13.  
    sesshisokan

    sesshisokan Guest

    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    bieeeeeeen
    la conti ta super linda
    sesshomaru ya empeso a ablandarse
    aunque sigue siendo un engreido.
    y que vueno que rin no supo nada
    de lo que sessho tamaba.
    sino.........pobre sessh
    bueno eso en todito
    xau washis
     
  14.  
    olga

    olga Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    21 Septiembre 2007
    Mensajes:
    257
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    o.o
    asi me qude jeje
    ammm fue gracioso lo de rin y inu jaja bueno al menos io me rei jeje
    ammm bueno jje te gusta mi imagen tengo muxas asi si quieres te dejo una ammm
    espero la siguiente conti ok
    bye!
     
  15.  
    Yamita

    Yamita Guest

    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Holaaa!!! acabo de leer tu fic!! Realmente meencanta!!! Espero que puedas continuarlo pronto.
    Me alegra que Sesshomaru ya se este interesando por rin, y que Inuyasha la haya salvado del lado pervertido de su medio-hermano ^^U Pero bueno, que bien que Kagome ya no le grite tanto al hanyou, aunque ela tiene un humor bastante cambiante jajaja
    Besos! ya que andes bien
    Yami
     
  16.  
    Darky

    Darky Usuario común

    Leo
    Miembro desde:
    8 Agosto 2007
    Mensajes:
    328
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Hola Rin-sama

    Me encantaron los dos ultimos capitulos. Muy chistoso lo de Rin e Inu Yasha
    muy lindo todo >.<
    Bueno pues espero la conti!

    Saludos
    *DarkyNoHime*
     
  17.  
    Cyshara

    Cyshara Usuario común

    Tauro
    Miembro desde:
    10 Octubre 2005
    Mensajes:
    483
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Hola...!
    Pues no me parece nada bueno que Sesshomaru le haya querido hacer eso!
    Pues como ella no sabe nada, lo sigue tratando igual!
    Jajaja, dejame decirte que me encanto la escena de inuyasha sobre rin!
    Lo de kagome fue protección o celos??
    Jajaja, espero que pongas la conti pronto!!

    Bye :)
     
  18.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    29 Junio 2007
    Mensajes:
    293
    Pluma de
    Escritora
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Que chevere! un tiempo en donde Rin y Sesshoumaru interactúan libremente! me encanto tu historia, espero la continuación lo mas pronto posible, cuentas con toooodo mi apoyo!
     
  19.  
    leti

    leti Guest

    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Uy, lástima que llegó Inuyasha, yo hubiera votado por que Sesshoumaru le hiciera lo que quería hacerle. Ok, no, soy una perver de primera, no me hagas caso. Tú historia va excelente. Me gustan los buenos sentimientos de Inuyasha, siempre tan lindo a pesar de su hosca actitud.

    Pobre Inuyasha, él que la salvó del degenerado que tiene por medio hermano y kagome lo ve y lo acusa de pervertido!!!! Pobre xD

    Me gustó el detalle de que se encontraran en el templo. Me gusta que Sesshoumaru conserve su personalidad y su carácter. Me encantó su pensamiento de Sesshoumaru sobre Rin: ingenua. Realmente que es ingenua Rin.

    Me gusta cómo se va desenvolviendo la historia. Es un placer leerla, es tan ágil y ligera, me encanta.

    Estaré esperando ansiosa tu próxima continuación.

    BESOS AMIGA!!!!!!!
     
  20.  
    Rin-sama

    Rin-sama Guest

    Título:
    ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    2101
    Re: ¡Tú eres lo que quiero! [Rin y Sesshoumaru]

    Gracias por sus post a Sesshisokan, olga, Yamita, DarkyNoHime, Cyshara, Graciela C. Y leti.

    Me alegro que les haya gustado la parte del incidente de Inuyasha y Rin ^^.

    Antes de ir al capítulo tres cosas.

    Hitoe, palabra que apreció en el capítulo anterior es esa chaqueta que usa Inuyasha, se llama así. Hakama, es el pantalón ancho que usan Kikyo, Inuyasha y Sesshoumaru. Por último, bento es la vianda donde uno lleva el almuerzo.

    Al capítulo!

    * * * * *

    ¡Tú eres lo que quiero!

    Capítulo 4: primer día

    Un suave sol primaveral cubrió el rostro de Rin, aún felizmente perdida en el mundo de los sueños. Poco a poco, se fue desprendiendo de vaya a saber uno qué fantasía y sus ojos chocolate se abrieron.

    - Buenos días, hija. Hoy es tu primer día en la Preparatoria Shikon – anunció la madre, arrodillada a la cama de su hija.

    Así es, Rin Matsumoto era alumna de la Preparatoria Shikon. Su sueño se había hecho realidad. Afortunadamente, su querida amiga Kagome también lo era, y por si fuera poco, las dos estaban en la misma aula.

    La joven se levantó, fue a darse una calida ducha. Desayunó junto a su madre una sopa de miso y finalmente fue a ponerse su nuevo uniforme. Éste se componía por una pollera, corta, a tablas y gris; una camisa de mangas corta blanca y una corbata bordo. Los mocasines eran negros. Por último, Rin se hizo su famoso mechón a un costado.

    Ella esperó hasta que su amiga tocara el timbre de su departamento para partir junto con ella a este nuevo lugar.

    * * * * *

    Luego de un aburrido y largo discurso de comienzo del ciclo lectivo, todos los alumnos del gran establecimiento, que recibía el nombre de Preparatoria Shikon, se dirigieron a sus aulas.

    Rin y Kagome una vez más caminaban por el largo y limpio pasillo por donde caminaron cuando aún no eran estudiantes de ese lugar, pero en ese momento y por tres años más, caminarían como alumnas de Shikon.

    - ¡Me hago encima! – corrió la puerta Inuyasha y por poco se llevó puesto a Kagome – H-Hola.

    El uniforme de los hombres no se diferenciaba mucho del de las mujeres. Pantalón gris, camisa de mangas corta blanca y una corbata bordo con los respectivos mocasines negros.

    - Hola – saludaron Kagome y Rin al unísono mientras el muchacho corría con desesperación hasta el baño que se encontraba en la otra punta del pasillo.

    - Mira, Kagome. Inuyasha es nuestro compañero. ¿No es genial? – comentó Rin con una sonrisa.

    - Sí, puede ser – contestó la de ojos azules grisáceos indiferentemente.

    - Estoy en el paraíso – habló un muchacho de cabello corto castaño mientras miraba con mucha atención a las dos pelinegras frente a él -. Es un placer estar con lindas chicas.

    - ¡Tengan cuidado con el pervertido! – exclamó una muchacha de cabello castaño oscuro atado en una colita

    - ¿Pervertido? ¡¿Dónde?! – se asustó Rin mirando para todas partes.

    - En frente tuyo – señaló la castaña.

    - Pero mí querida, Sango. Yo tengo nombre y tú lo sabes perfectamente – hizo puchero el joven que tenía unos hermosos ojos violeta oscuros.

    - Sí, y ese es PER-VER-TI-DO.

    - No, no lo es. Yo soy Miroku, gusto en conocerlas – sonrió el muchacho corrigiendo a su compañera -. Ella es Sango y nosotros nos conocemos desde la escuela media.

    - No te imaginas lo afortunada que me siento siendo tu compañera una vez más – dijo ella sarcásticamente.

    Rin y Kagome rieron ante el espectáculo que le estaban dando esas dos personas que parecían ser muy interesantes. Aunque no entendían el por qué Sango llamaba pervertido al gentil, aunque algo mujeriego de Miroku.

    - ¿Sus nombres?

    - Rin.

    - Kagome.

    - ¿Ustedes conocen al youkai de orejitas? Inuyasha creo que es su nombre – preguntó Miroku mientras con sus manos en la cabeza representaban las orejas del plateado.

    - Se podría decir que sí – contestó Kagome eligiendo un pupitre en donde sentarse.

    - Es algo antisocial. Nosotros lo fuimos a saludar y él solo nos respondió con un “Keh” – comentó Sango eligiendo el pupitre junto al de Kagome.

    Rin eligió el que estaba del otro lado del de la pelinegra.

    - Sí. Es algo agresivo, pero creo que también es algo tímido – comentó Kagome con un dedo cerca de sus labios mientras miraba para el techo con un aire meditabundo – No, estoy segura.

    En eso, Inuyasha entró nuevamente al aula mientras daba un gran bostezo y se rascaba el trasero.

    - Por lo que veo también es un maleducado – agregó Kagome mientras miraba con cierto asco las acciones llevadas acabo por el de ojos dorados.

    Las orejas que salían de la cabeza del joven se movieron y una mirada fusiladota apareció en el rostro de él. Sango y Rin alejaron sus pupitres del de Kagome. La de órbitas azules se quedó ahí, como si nada hubiese dicho, sacando un cuaderno de su mochila. De repente, una sombra se dibujó sobre su pupitre. Al alzar la cabeza se encontró con una expresión muy poco amigable.

    - Pides disculpas por cómo me tratas, pero aún así me sigues criticando… ¿Quién te crees?

    - Kagome. Higurashi, Kagome.

    - Escúchame, no te metas más conmigo porque sino… Me las vas a pagar.

    - ¿Qué? ¿Usarás esa fuerza especial que tienes por ser un youkai? – preguntó la muchacha desafiante – Te expulsarán, Sabes que los youkai tienes absolutamente prohibido usar sus habilidades.

    - Eres una…

    - Inuyasha, ¿por qué no te calmas? – interrumpió Miroku apoyando su mano en el tenso hombro del plateado.

    - ¡No te metas! – exclamó Inuyasha apartando enseguida su hombro de cualquier contacto con ese joven.

    Inuyasha se sentó en un pupitre que quedaba en el fondo de la clase. Al sentarse, lo único que hizo fue mirara el cielo azul y luego, volvió su vista a su asiento. Una mirada triste y vergonzosa se formó en sus ojos.

    - ¿Qué dirán cuando se enteren de que no soy un youkai ni un humano? Seguro se burlarán… Es mejor no decir nada. Aunque tampoco diré que soy un youkai. Simplemente me callaré. Sí. Eso haré – pensó el hanyou mientras miraba con odio a esa tal Kagome.

    Lo que más odiaba de Kagome era que se parecía a la única razón por la cual él había entrado a esa preparatoria. Él había entrado allí ya que quería ver al amor imposible que tuvo toda su vida. Una muchacha que se encontraba en el tercer año. A Kikyo.

    * * * * *

    La hora del almuerzo había comenzado hacía media hora y las dos pelinegras estaban en el jardín de la institución disfrutando del suyo.

    - Oye Kagome, ¿No crees que eres muy cruel con Inuyasha? – preguntó Rin mientras cerraba su bento.

    - Por supuesto que no. Además, sólo digo la verdad. Es decir, imagínate si le presento un novio tan poco educado a mi ma… - Kagome se tapó inmediatamente la boca.

    - ¡No! ¿Te gusta Inuyasha? – exclamó Rin mientras se acercaba más al rostro de su amiga con una gran sonrisa en sus labios.

    - Shh… no grites – susurró Kagome.

    - Con razón lo tratas tan mal.

    - Es que es mi forma de acercarme al chico que me gusta. Tratándolo muy mal y luego bien, je – río Kagome contagiándola a Rin.

    Minutos después, Rin le dijo a Kagome que iría a dar una vuelta por la institución. Kagome decidió quedarse bajo la sombra de uno de los árboles del gran jardín del lugar. Luego, llegó Sango para hacerle compañía.

    * * * *

    Faltaban diez minutos para que la hora del almuerzo acabara. Casi la preparatoria entera la pasaba en el jardín que rodeaba a la institución cuando los días eran agradables. El único que no le agradaba aquello era Sesshoumaru.
    Él ya se encontraba en el tercer año. Ese año se graduaría de la preparatoria. Él pensaba que pasaría un tranquilo año, pero la llegada de su estúpido medio hermano a la institución le arruinó todo.

    Un ruido interrumpió los insultos que pasaban por la cabeza del youkai hacia el hanyou. Éste se levantó de su pupitre y se dirigió a la puerta, deslizándola suavemente para ver quién se encontraba en el pasillo.

    Ahí fue cuando Sesshoumaru volvió a ver, luego de meses a la muchacha de los alegres ojos chocolates. Ella parecía estar indagando por las aulas del pasillo y admirando todo el lugar. Repentinamente, se dio cuanta de la presencia del muchacho.

    - ¡Sesshoumaru! Es un placer verte nuevamente – sonrió Rin acercándose a él.

    El youkai sólo la observó con esa mirada fría tan característica de él.

    - Cierto que no sabes mi nombre. Yo soy Rin, un gus…

    El joven no la dejó terminar de hablar ya que cerró la puerta en su cara.

    - Pero… ¿Qué le pasa?

    - Niña, ¿Acaso hablabas con el príncipe? – cuestionó una muchacha de largo cabello castaño oscuro.

    Esa joven era alta y sus ojos eran rasgados, pero seductores.

    - ¿El príncipe?

    - Así es… Es mejor que no te le acerques. Él es tan bello que no debería estar hablando con una humana tan simple como tú – le señaló la castaña mientras miraba a Rin despectivamente.

    - Tú también eres humana.

    - Pero muy bella – agregó – Yo soy Sara. El mejor promedio de los tres terceros que hay en está institución. Y además soy sumamente bella. Es decir, digna para hablar con Sesshoumaru.

    - Pero…

    - Nada de peros – la agarró del mechón a una indefensa Rin y ella gritó – No te acerques más al príncipe porque sino la vas a pasar mal. Muy mal.

    Rin cayó al piso al ser empujada por Sara. Ésta desapareció en el aula.

    La pelinegra se fue levantando de a poco con los ojos a punto de derramar lágrimas. Lo que Rin quería era simplemente acercarse a Sesshoumaru. Había algo en él que le creaba cierto aprecio. Además le había salvado la vida. Rin sabía que Sesshoumaru era alguien que valía la pena conocer. A pesar de haberle cerrado la puerta en la cara.

    Rin se secó las lágrimas y luego, colocándose una mano en el corazón dijo al aire:

    - Aún así, me voy a acercar a Sesshoumaru.

    Continuará


    * * * * *
    Sí! Ahora es cuando empiezan los problemas! Nos vemos en el próximo capítulo!

    Saludos, Rin-sama ♥
     
Estado del tema:
No se permiten más respuestas.

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso