One-shot de Pokémon - ¡no soy un ladrón!... sólo tengo hambre.

Con mucha ayuda de la genial Kyouko Kiryuu.

¡No soy un ladrón!... Sólo tengo hambre.​

Escalé un árbol tan rápido como mis patas y cola me lo permitían, al llegar a una rama firme y grande me senté en ella. Miré a alrededor para cerciorarme de que ya no me siguieran, estaba cansado de ser perseguido por esos aburridos Mightyena. No entiendo que hice para molestarlos, sólo me lleve un par de bayas, ¿cómo iba a saber que se enfadarían? Ellos tenían un inmenso montón de frutas y bayas, yo sólo tomé unas pocas.

Escuché un gruñido y bajé la vista, allí abajo habían dos que olfateaban el aire en busca de mi rastro. La sonrisa en mi cara creció un poco, al tiempo que me agarraba con fuerza a la rama con mi cola. Cuando voltearon me lancé al otro lado de la rama y tiré de la cola de uno de los pokémon oscuro; como un resorte subí nuevamente a la rama sin ser visto, gruñeron otra vez, sabían que fui yo, pero no me encontraban.


—¡Aipom! —Gruñó el Mightyena al que le tiré la cola —. ¡Reza porque no te encuentre! —Me amenazó, yo sólo solté una carcajada.

—Suerte con eso chicos —dije a la vez que saltaba a otro árbol y me alejaba. No me encontrarían si me mantenía en constante movimiento.


Unas horas más tarde ya no vi rastro de esos aburridos Mightyena. Me recosté en una rama cansado, el sol estaba en su punto más alto y eso me agotaba más de lo habitual. Bien, era medio día y no tenía comida, era tiempo de buscar algo sabroso para mi pancita. Escalaba árboles, saltaba de rama en rama, asustaba a los Taillow que dormían plácidamente, pero no había rastro de comida.

Di otro salto y caí en el suelo, miré al cielo mientras me hacía sombra en los ojos con mis pequeñas patas moradas. Unas hojas se movieron llamando mi atención, me acerqué dando saltos y una manzana cayó al suelo, la agarré observándola con cuidado y después le di una mordida, alcé la vista al lugar de donde cayó mientras la comía con gusto. Las hojas se movieron nuevamente y una manzana verde aterrizó en el suelo, sólo que esta vez partida en cuatro.

Un tanto extrañado tomé uno de los trozos y lo engullí. Escuché un ruido mientras masticaba el pedazo de fruta y observé el árbol, debe haber algún pokémon allí y posiblemente tenga mucha comida, ¡perfecto! Con una sonrisa subí por el grueso tronco del Manzano, me moví entre el follaje y comprendí lo que pasaba al ver a un Primeape y a un Mankey junto a una pila de manzanas sobre una firme rama.

Supongo que ese Primeape entrena al Mankey, ya que la fruta estaba con el primero. Subí a una rama un poco más arriba para ver el entrenamiento e idear un plan para conseguir unas cuantas manzanas.


—Bien Mankey, probemos nuevamente con tajo cruzado —ordenó el pokémon sin cola a su preevolución mientras lanzaba una manzana al aire y ésta se perdía entre las hojas.

Una idea llegó a mi mente, era arriesgado pero me ayudara a conseguir comida. La fruta se dirigió al Mankey el cual puso de inmediato sus brazos formando una cruz que comenzó a tornarse de un blanco brillante, cuando mi anhelada comida lo tocó él hizo un rápido movimiento y la manzana se partió en cuatro partes, en definitiva, será peligroso si me descubren, pero todo sea por comida.


Me quedé sentado en la rama con la cola colgando, esperaba a que arrojara otra manzana. La evolución dictó otro movimiento mientras tomaba unas cinco manzanas, perfecto, conseguiría muchas en un sólo acto. Las tiró a las hojas y estas nuevamente se perdieron de vista, rápidamente intenté atraparlas con mi cola y tuve éxito, reí ante la expresión que pusieron al no verlas caer, me recosté en la rama y comencé a comer a gusto mientras los veía continuar su entrenamiento.

Terminé de devorar la fruta y tiré los corazones de manzana sin darle importancia a donde cayeran. Escuché un par de maldiciones y me preocupé levemente, miré a los pokémon que entrenaban, me asusté al notar que me miraban sumamente molestos.


—Aipom —habló Primeape mientras fruncía el ceño y se resaltaba una vena latiente —, ¿tú fuiste el responsable, verdad? —Preguntó tronando los nudillos. ¡Estoy en problemas!

—Dame un momento para pensar —respondí a la par que me levantaba de la rama y miraba a mi alrededor, tenía que analizar el entorno para ver una ruta de escape.

—¿Qué tal si lo piensas aquí? —Mankey se unió a la plática mientras se preparaba para atacar.

—Mejor lo pensaré por allá —rápidamente salté a otro árbol. Ni loco me quedaría con ellos.


Ese par eran persistentes, llevaban cómo quince minutos persiguiéndome mientras me insultaban. Me detuve cansado en una rama y los miré, sólo había un modo de que se fueran y esa forma era debilitándolos.

Di un gran salto en el aire, en ese momento usé velocidad, moví mi cola y una gran cantidad de estrellas amarillas salieron de ella en dirección de mis perseguidores. Con dificultades lo esquivaron, yo tenía ventaja ya que podía usar ataques desde lejos cuando ellos sólo usaban ataques de cerca.


—¡Ahora sí te lo búscate Aipom! —Gritó encolerizado Primeape mientras se tornaba de un color rojo y salía vapor de él, estaba usando furia y ahora corría hacía mí para taclearme, di un salto intentando esquivarlo, pero me tomó fuertemente y me aventó contra el suelo.


Un gran dolor brotó en mi espalda al ser azotado contra el piso, me levanté con dificultad; no estoy acostumbrado a pelear, miré a mi alrededor buscando una escapatoria, pero sería inútil ya que podrían alcanzarme. Miré nuevamente a mis contrincantes: Mankey puso los brazos en forma de cruz, demonios planea hacer el tajo cruzado, comenzó acercarse a gran velocidad y sólo se me ocurrió una idea.

Di un salto y me sitúe tras el pokémon lucha y comencé a hacerle cosquillas en la espalda, este comenzó a reírse; escuché pasos de tras mío y con mi cola atrapé al Primeape, usando mi cola le hacía costillas a la evolución del pokémon que tenía apresado con mis patitas moradas. Me detuve un momento y use doble equipo, creando dos copias mías las cuales deje haciéndoles cosquillas a mis oponentes, eso me dará tiempo para irme sin ser perseguido. Ya un poco lejos use agilidad, ahora me movía con mayor rapidez por los árboles y era más fácil moverme por el bosque.

Como estaba usando agilidad y era más veloz se volvió mucho más fácil la recolección de comida, la mayoría tomada de los montones de otros pokémon, los cuales no lograban alcanzarme, veinte minutos más tarde y ya tenía una pila de bayas y frutas, las deje todas en el suelo a la sombra de un roble, estaba cansado por usar mucho tiempo agilidad. Mire al suelo mientras pelaba un plátano, el sol estaba bajando, deben ser como las tres de la tarde.

Le di una mordida a mi banana y escuche un ruido, unas suplicas y un zumbido, eso sólo significa una cosa... Beedrill, algún pokémon debió molestarlos, no le di importancia hasta que escuche unos sollozos, no atacaban a cualquier pokémon, estaban agrediendo a una cría, a un bebé. Me levanté tomando una par de bayas, si peleo con Beedrill debo estar listo para lo que sea.

Seguí el sonido, pronto me encontré con un enjambre de unos seis Beedrill y un pequeño Teddiursa, ahora entendía todo, ese niño debió sentirse atraído por la miel, escuché que les es irresistible, sólo no entendía algo, ¿y el padre o madre?, normalmente llegan cuando escuchan a su cría llorar, bien, me haré cargo de esto.

—Oigan —llamé a los Beedrill colocándome frente a la indefensa cría de Ursaring, todos me miraron, y los bichos apuntaron sus aguijones a mi persona, esto será difícil —, ¿por qué no se calman y olvidan lo que sea que pasó? —Pregunté para evitar una batalla, no estaba con todas mis energías.

—¡No te metas en lo que no incumbe! —respondió molesto el Beedrill más grande —, esto es entre ese ladrón y nosotros.

—¿Ladrón? —La sonrisa creció un poco —, ¿cómo este adorable criatura puede ser un ladrón? —Me estaba burlando de los bichos, tenía una una vaga idea de lo sucedido, después frunció el ceño levemente dejando las bayas en el suelo —. Hablando enserio, mejor se van y evitamos la paliza que les daré —Amenacé en un tono arrogante, no permitirá que dañen a un pequeño.

—No te creas la gran cosa, sólo eres un estorbo —Dicho eso el Beedrill más grande se lanzó contra mi, lo esquive rápidamente, y así inició otra batalla que involucraba comida.

Mi oponente partió con un pin misil, sus grandes aguijones brillaron mientras de tornaban blancos, de un momento a otro un montón de agujas blancas salieron disparados de estos. Casi sin dificulta logre esquivarlos, di un gran salto y use velocidad, pero esta vez una mayor cantidad de estrellas salieron de mi cola ya que la mantuve en constante movimiento, lástima que mi contrincante los esquivara casi todos. Caí al suelo y busque con la mirada algo útil, los Beedrill son rápidos, sólo había que cansarlos, vi unas piedras y sonreí. Tome las rocas y comencé a lanzarlas a mi oponente, cuando se me acabaron continúe sólo que con pequeños pedazos del suelo, pero el no perdió el tiempo, al verme ocupado lanzó púas tóxicas a la cría que protegía, de inmediato me detuve y fui lo más rápido que pude a defender al osito.

Las púas que lanzo me dieron fuertemente, la abeja continuo con su ataque, sus "manos" se tornaban moradas cada ves que me atacaba, y un montón de púas llegaban a mi causando que me envenenara. Me levanté cuando dejo de atacar, estaba respirando con dificultad y me costaba mantener los ojos abiertos, pero no caería, protegería al Teddiursa ya que me dije que nadie se metía con las crías indefensas.

Reí un poco para luego levantar la vista al pokémon que dejó de atacarme.

—¿Es todo lo que tienes? —Pregunté con altanería mientras me tambaleaba un poco por el cansancio.

—Me sorprende que sigas en pie, pero me decepciona que no puedas con un poco de veneno —Respondió zumbando el pokémon bicho, sonreí un poco.

—No te preocupes —Dije mientras ignoraba el dolor y cansancio —, sigo en pie, por lo cual puedo resistir el veneno.

Inesperadamente di un gran salto y use agilidad junto a puño certero, la mano en mi cola se hizo puño mientras se tornaba de blanco, como era más rápido por agilidad di en el blanco, después aproveche que estaba cerca y use doble golpe, di la mayor cantidad de golpes que pude hasta que lo sentí, sentí nueva energía recorrer mi cuerpo, estaba evolucionando. En un abrir y cerrar de ojos ya era un Ambipom, ya no me sentía tan afectado por el veneno que me debilitaba. Mire furioso al Beedrill que ya no zumbaba tan fuerte y con el movimiento golpes furia comencé a atacarlo hasta que cayo inconsciente, voltee a ver al resto de los Bedrill y ejecute nuevamente el doble golpe, mis colas se tornaron de un morado medio transparente y comencé a golpearlos a todos y luego seguí con golpes furia hasta debilitarlos.

—Ya no te molestarán —Dije con una sonrisa yendo a donde deje las bayas, tome una de un color rosa, una baya Meloc, ya que vi venir que pasaría esto.

—Gracias —El niño lamió su garra derecha con una pequeña sonrisa.

—No te preocupes —Lo observe, partí la baya en dos tendiéndole un trozo, se veía un poco cansado y nada mejor que algo dulce para renovar energía —, te ves hambriento, y creo que te alcanzo una de esas agujas venenosas.

—Gracias —Repitió tomando gustoso lo que le ofrecí para luego darle una mordida, yo me comí el mío de un bocado, en unos minutos haría efecto, tome la otra baya que tenía, una de color azul para recobrar energía, me la comí de un bocado y me comencé a sentir algo mejor —. Y dime pequeño, ¿Dónde están tus padres?

—No lo sé, fui por miel y no respondieron a mi llamado.

—Entiendo —Mire el cielo, estaba atardeciendo, la batalla tardo más de lo esperado —, ¿Qué tal si te ayudo a encontrarlos mañana? —Le mostré una sonrisa, estaba cansado por tener un día tan agitado.

La cría de Ursaring sonrió mientras asentía, le dedique una de mis características sonrisas e hice un gesto con la cabeza para que me siguiera, me pregunto si será capaz de soportar uno de mis días normales. Comencé mi camino a donde había dejado mi comida "robada". Me moleste mucho al notar que la mayoría de la que tenía no estaba, supongo que me lo tenía merecido, bueno, lo que quedaba era suficiente para pasar la noche, además, cuando oscurece es más fácil conseguir comida...