¡Confía en mí! (sasusaku/naruhina)

¡Confía en mí! (sasusaku/naruhina)

Bueno… voy con una nueva historia para ustedes, espero que los lectores de mi otro ff: enamoramiento y atracción ¿Qué nos sucede?, también se tomen su tiempo para leer mi nuevo ff jajaja espero que les guste, en este ff los padres de Sasuke no han sido asesinados y su hermano es algo… diferente jajaja con todos los demás es igual… espero que les guste mi historia aquí va…

I Capitulo​

(I parte)​

¡Estoy enamorado de ti!​

Era un día hermoso en Konoha, el sol iluminaba las calles con todo su esplendor y los aldeanos atendían sus negocios con alegría; no había nada que rompiera la paz, Konoha era una aldea pacífica y sin complicaciones; tenia la elite ambu protegiendo los alrededores de la villa y los valerosos hombres de la policía militar realizaban su trabajo manejando el orden publico dentro de la misma. No había de que preocuparse la villa estaba segura tanto afuera como adentro.


En el parque principal de la aldea se encontraba tranquilamente sentada una hermosa joven de cabellos azules de un tono oscuro, sus ojos estaban cerrados como si durmiera y su postura era delicada y sutil. Esperaba con mucha alegría la llegada de alguien muy especial para ella… alguien que ella anhelaba ver desde la noche anterior, cuando por la llegada inesperada de la luna tuvo que dejarlo ir.


Pasaban los minutos y seguía allí sentada, la persona que ella esperaba se estaba tardando demasiado y eso la estaba preocupando bastante. Abrió sus ojos lentamente dejando a la luz esas hermosas perlas que resaltaban sus facciones delicadas; volteo un poco su cuerpo y comenzó a mirar a lo lejos y no podía ver nada, hasta que sintió que alguien se sentó a su lado justo en el lugar al que le estaba dando la espalda.


-Hola Hinata-chan- escucho que la llamaban la ojiperla. Ella podía reconocer esa voz hasta en el hueco más profundo, ella sabía a quién pertenecía esa voz y se sintió muy aliviada. Sonrió casi al instante y se volteo con la misma sonrisa implantada en sus labios. Lo miro a los ojos esperando a que el reconociera que era lo que ella quería saber.


-Perdón por llegar tarde… es que me perdí en el camino de la vida-respondió con naturalidad y sonriendo, mientras se llevaba una de sus manos al cuello sin dejar de sonreír.


-Naruto-kun… sabes mejor que yo que esa excusa no la cree nadie… y mucho menos si viene de un alumno de Kakashi-sensei-dijo la Hyuga regalándole una sonrisa cómplice al rubio, que tan solo le sonrió mucho más y la miro con ternura.


-¿Y me creerías si le hecho toda la culpa al teme?-agrego el Uzumaki esta vez con un tono nervioso y dudoso sin dejar de sonreír.


-Naruto-kun siéndote sincera… ¡no!, todo el mundo sabe que tu y Sasuke-kun se alían en el arte de mentir… seguro que le dices que me diga que fue su culpa tu llegada tarde… aunque Naruto-kun… ya estoy acostumbrada- respondió la Hyuga sin mirarlo y con una leve sonrisa implantada en sus pequeños labios.


-¡Si ves! por eso mismo es que te quiero como te quiero-dijo aliviado el ojiazul, mientras se acercaba mas a la Hyuga y le toma con suavidad la mano que posaba sobre sus piernas.


-Na… Naruto-kun-susurro con un fuerte sonrojo en sus pómulos la peli azul.


-¿Y cuándo vas a saludarme como se debe Hinata-chan?-susurro en el oído de la ojiperla el rubio mientras tomaba el mentón de la chica y lo movía con suavidad obligándola a mirarlo. Para luego ir cerrando los ojos y acercarse a los labios de la chica, que reacciono de inmediato y dijo:


-Aquí nos puede ver mi padre-


-Diablos-pensó al instante el Uzumaki, ya que la chica tenía razón; si el padre de la joven se enteraba de esto, alguien saldría muy lastimado y ese alguien seria él.


Se alejo con una mueca de enojo y los brazos cruzados; de verdad que lo enfadaba estar ocultando una relación como la de ellos. Si se amaban nadie podía interponerse entre ellos y si lo hacían el estaba dispuesto a luchar por el amor de la joven Kunoichi.


-No te enojes… esto ya lo sabemos-agrego la ojiperla poniendo su mano en el hombro de Uzumaki, mientras le sonreía tratando de apaciguar el enojo de su actual novio.


-Hmp- respondió el rubio volteando el rostro con enojo.


-Jajaja-rio la ojiperla, poniéndose sus manos sobre la boca para calmar las carcajadas que querían salir de la misma.


-¿Que es tan gracioso?- pregunto con enojo el ojiazul, que se decidió a darle la cara a la peli azul, que tan solo se calmo un poco y lo miro con ternura.


-Por nada “HMP”-arremedo lo ultimo la ojiperla para volver a ser dominada por la risa, bajo la mirada llena de furia de su novio.


-¡Ese maldito teme!-cayó en cuenta de inmediato el Uzumaki (cosa rara en el XD).


-Mira cuando andas mucho con una persona se te prenden costumbres desagradables… ¡y ya deja de burlarte de mí!-expreso con cierto sonrojo el ojiazul mientras volteaba otra vez la mirada hacia el lado opuesto en el que se encontraba la peli azul.


-Bueno; ¡pero no te enfades conmigo!-dijo la Hyuga que noto de inmediato que sus palabras no tuvieron efecto en el carácter enojado del ojiazul- Y yo que pensaba ir a tu apartamento para poder estar… solos-


-¿En serio quieres ir? ¡Porque yo sí!- grito el ojiazul entusiasmado y dejando de lado el enojo de hace unos momentos.


Si había algo que le fascinaba a la peli azul de su querido Naruto, era que le daba poca importancia a la mayoría de los problemas. Y su actitud de niño pequeño la hacía sentirse muy cerca de un ángel, cosa que le encantaba.


-Claro que quiero… cariño-dijo la Hyuga con mucha inocencia; haciendo que el rubio se sonrojara de inmediato ante la última palabra de ella.


-Vamos- se limito a decir el rubio dándole las llaves de su apartamento con agilidad, mientras le daba un pequeño beso en la mejilla y se retiraba como si nada del parque.


-Nos vemos, Naruto-kun-

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Una hermosa chica de cabellos rosas, caminaba alegremente por los territorios de la prestigiosa familia Uchiha. Iba entusiasmada por el solo hecho de ver a la persona que más quería…


se que seguro piensan que voy algo rapido pero creanme que todo tiene su razon de ser ademas que a mi me gusta darle importancia a los detalles jejeje bueno espero sus opiniones
sayo!!!!!!!!!

 

Re: ¡Confía en mí! (sasusaku/naruhina)

Ohayo!!!
Me da gusto que les haya gustado el primer capi y el tema de la historia, ahora viene lo que a la mayoría de mis lectores les gusta la parte sasusaku jajaja muchas gracias por sus comentarios de verdad me alegra que les guste mi ff…

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Capítulo II​

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(Parte II)​

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¡Estoy enamorado de ti!​

Una hermosa chica de cabellos rosas, caminaba alegremente por los territorios de la prestigiosa familia Uchiha. Iba entusiasmada por el solo hecho de ver a la persona que más quería. Habían quedado de versen más tarde; pero ella decidió ir a visitarlo a su casa. Caminaba tan entusiasmada, que llamaba la atención de las personas que residían esta parte de la aldea.


Hasta que por fin, después de un camino que para ella fue eterno; llego a la mansión más hermosa y grande de los territorios Uchiha. Al principio dudo un poco pero finalmente termino tocando la puerta con delicadeza; rogándole a Kami que sea su novio quien la recibiera ¡pero no! Kami estaba de vacaciones; pero se apiado de ella y le mando alguien no muy complicado.


—Ohayo, Sakura-chan—dijo parada en la puerta, una mujer que no demostraba demasiada edad; a decir verdad se veía joven y hermosa. Tenía el cabello azabache y los ojos de igual color; y desprendía hasta por los poros amabilidad, calidez y amor.


—Buenos días Mikoto-san—saludo con una sonrisa de satisfacción la Kunoichi. Ya que para ella era complicado ser recibida por el padre de su novio o su hermano, que para ella eran personas demasiado problemáticas.


—Vienes a ver a Sasuke—dedujo correctamente la peli azabache, mientras le sonreía con picardía y le guiñaba un ojo.


—Ha… Hai—se limito a responder, ya que el sonrojo de sus pómulos se hizo presente. Sin más que decir, la amable señora Uchiha, hizo pasar a la pelirrosa, diciéndole que sabia donde quedaba la habitación de su hijo “mucho mejor que ella”. Causando obviamente que la joven se sonrojara nuevamente.


La chica, que como bien dijo Mikoto, sabía donde quedaba la habitación de su novio. Camino pausadamente hasta llegar a su destino. Toco la puerta esperando una respuesta y así fue.


— ¡Itachi ya te dije que vayas a joder a otro! ¡Yo ya me harte de ti! ¡Largo! —expreso enfadada una voz desde adentro de la habitación. Una voz muy familiar para ella. Causando obviamente que no pudiera evitar reír por lo bajo; ya que le causaba mucha gracia las constantes peleas de su querido moreno con su hermano.


—No… lamento decirte que él no se encuentra por aquí— dijo ya un poco más calmada la chica ojijade; que escucho como algo se caía y se movían cosas precipitadamente en la habitación.


Causando que esto le llamara la atención, y ella después de meditarlo un poco se decidió a abrir la puerta; pero justo cuando iba a tocar el cerrojo, la puerta se abrió precipitadamente dejando ver a un joven de cabello azabache y ojos del mismo color, parado en la puerta con una sonrisa algo nerviosa.


—Sakura… creí que nos veríamos esta tarde… donde siempre— dijo el ojiazabache tranquilo, indicándole que siguiera a la habitación; cuando ella entro, se llevo una sorpresa, al ver que se encontraba perfectamente organizada.


—Mi amor… eres un chico muy organizado—pronuncio la ojijade, viendo como el peli azabache se sonrojaba y se sentaba pausadamente en la cama, no sin antes haber cerrado la puerta.


—Hmp… —fue lo único que se escucho del chico. La pelirrosa conocía la personalidad del Uchiha y de verdad no esperaba que él le dijera “cariño siéntate a mi lado” ¡no! ese no era su estilo.


Así que la Kunoichi, sin esperar ningún acto de caballerosidad, se sentó de frente al Shinobi. Miro hacia la cómoda de la habitación y vio que toda la ropa de Sasuke se encontraba revolcada. Entonces por instinto lo miro con un gran signo de interrogación en su rostro.


—Itachi…—se limito a responderle el peli azabache, que se notaba enfadado con su hermano; algo muy común en ellos.


— ¿Se volvió a poner tu ropa? —dedujo la pelirrosa, recibiendo un “si” por parte del ojiazabache. La ojijade no pudo evitar reírse por lo bajo, de verdad le causaba gracia que se pelearan por bobadas como ropa o perfumes; ¿es que acaso no saben compartir?... ¡No! Ella sabía muy bien que a su novio lo sacaba de quicio que tocaran sus cosas y Itachi ¡Daba en el clavo!


— ¡Ese imbécil! —dijo con los ojos cerrados y notoriamente enojado. Por lo visto aun no se le ha pasado el mal humor.


—Sasuke-kun… ¿te molesta que haya venido?—pregunto la Kunoichi haciendo un puchero y tratando de sacar del estado de ira que poseía su querido novio en ese momento.


—No… no te pongas así, no es por ti… sabes cómo es Itachi siempre me saca de mis cabales y otros terminan pagando… — dijo pausadamente el Uchiha, que sorprendentemente no perdía su postura seria y fría. Para después dedicarle una sonrisa muy cálida a su novia; una sonrisa que solo veía ella.


—Sasuke-kun… perdóname por venir así pero… es que quise venir a visitarte—dijo la chica esta vez con un tono pícaro y acercándose a su novio de a poquitos. Mientras él tan solo sonreía y se acercaba a ella igual que como la pelirrosa lo hacía.


—Mmm creo que lo mejor es que me valla, ya que si tu padre se da cuenta que estamos faltándole al “respeto” a su casa… se va a enfadar—expreso la pelirrosa separándose de golpe del ojiazabache, que tan solo sonrió con autosuficiencia; para luego tomarla de una mano y jalarla hacia él.


—Te gusta hacerme esto ¿cierto? —dijo el Uchiha acercándose a los labios de la ojijade, que lo único que hacía era sonreírle. Ella estaba casi sobre él, aunque seguían sentados en la cama del chico.


— ¿Pero que te estoy haciendo? Si lo único que quiero es evitarte un lio con tu padre— dijo la pelirrosa, que esta vez no se alejo del chico y lo acepto cerrando los ojos completamente y recibiendo con mucha disposición los labios del Uchiha.


El peli azabache al ver que la chica estaba de acuerdo, tomo con fuerza la cintura de la pelirrosa, mientras ella pasaba sus brazos por su cuello abrazándolo. Fue poco a poco acabándose la distancia que había entre ellos, hasta que la distancia desapareció y se encontraron sus labios fundiéndose en un beso. Un beso que al principio fue lento e inocente; pero que al poco tiempo fue tomando un sentido más apasionado.


Poco a poco el ojiazabache “inconscientemente” y cegado por la pasión y el deseo, fue acostando a la ojijade en su cama, para luego el recostarse levemente sobre ella sin dejar de besarla.


— ¡Sasuke Uchiha! ¡¿Qué diablos estás haciendo en mi casa?! —grito una autoritaria voz, que provenía de un hombre de cabello castaño y facciones rudas; que había entrado sin previo aviso a la habitación.


Casi por inercia el Uchiha se separo de la Haruno de inmediato y con una cara que expresaba que había visto al diablo en persona. A la Haruno que no se levantaba aun de la cama de su novio, no le cabía en la cabeza la expresión del Uchiha en ese momento, ¿Por qué? Porque el pobre parecía que estuviera propenso a un paro cardiaco o un ataque de nervios.


¡Que les pareció! Seguro deben de estar muy enfadados por dejarlos aquí ¿cierto? XD pues lo siento pero mis lectores en mi otro ff saben que este es mi estilo XD bueno espero sus post

Sayo!!!!!

 

Re: ¡Confía en mí! (sasusaku/naruhina)

ohayo!!!!
Seguro que esta vez me tarde pero bueno aquí volví ya que hoy me eximieron de labores por mi cumple Jejeje se siente bien que te consientan XD bueno sin mas preámbulo aquí la conti…

Capítulo III​

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¡Estoy enamorado de ti! ​

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(Parte III)​

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Una joven de hermosos ojos platinos caminaba grácilmente y demostrando una inocencia casi… “creíble”, hacia el apartamento de cierto rubio ojiazul, que ese mismo día le había entregado las llaves de la misma.


Llego frente a la puerta y se decidió sin chistar, a abrirla de inmediato. Sin llamar la atención entro a la pequeña guarida de su novio y se sentó pacientemente en la cama del mismo, a esperarlo. Al instante y casi planeado; entro un Naruto que no tenía ninguna intención de disimular sus actos y mucho menos sus “intenciones” como lo hacia la ojiperla; que al verlo entrar de esa forma tan llamativa no pudo hacer más que suspirar.


—Jejeje pensé que harías lo de la vez pasada—se defendió el ojiazul al ver la cara que puso la Hyuga ante su poca imaginación; haciendo su típico gesto de rascarse el cuello y sonreír nerviosamente.


—De… ¿De qué hablas Naruto-kun? —pregunto sorprendida y extrañada la peli azul, que sinceramente no entendía las palabras del rubio.


—Pues pensé que volverías a cerrar todo con llave como la vez anterior, ¿no lo recuerdas?… no nos sirvió de nada ya que no pude ni entrar—exclamo casi desilusionado por ese valioso tiempo perdido con su querida Hinata.


—AH… Yo… Gomen—dijo muchísimo más desilusionada que él y pidiendo una sincera disculpa por sus actos. Pero es que el chico debe entender que el nerviosismo de ese día fue total; nublo del todo su mente y la obligo a esconderse, y por la mala suerte de el Uzumaki justo ese día le dio por ocultarse en sus brazos; pero cuando cerro todo y fue a abrazar a su amado se dio cuenta de que lo había dejado por fuera.


—No te pongas así… eso ya paso—tranquilizo el rubio acercándose a ella y sentándose a su lado, en la cama.


—Está bien… lamento ser una tonta Naruto-kun—


—¡Ya te dije que eso paso! Y… ¡nunca jamás menciones que eres una tonta porque no lo eres! ¿Entendido hina-chan? — dijo de la forma más bipolar posible el ojiazul; ya que al principio se oía enfadado y después paso a estar un poco más calmado y comprensivo.


—Ok… juro que… no lo… volveré a hacer—expreso retomando su timidez al sentir al Uzumaki acercándose peligrosamente a ella –Na… Naruto… Kun- dijo perdida en la sensación placentera que le proporcionaba el aliento del rubio en su cuello. ¿En qué momento se ubico tan cerca de ella? La chica no lo vio venir y no se sentía mentalmente preparada para una situación como esta.


— ¿Qué pasa Hina-chan? Te siento algo tensa—


— ¡Naruto-kun! ¿Qué estas pensando? —se levanto de la cama la ojiperla mas que sonrojada y extremadamente nerviosa; nunca había escuchado ese tono lujurioso en su amado ojiazul. La verdad es que nunca pensó que sucedería tan pronto… que faltaba mucho para que el rubio le hablara de… “eso” o lo insinuara, como en esta ocasión.


— ¡No te pongas así Hinata-chan! No fue mi intensión es que…—el ojiazul no pudo terminar sus palabras; estaba con la cabeza gacha mirando directamente al suelo y decepcionado de su poca resistencia. El quería respetar a Hinata… ella no era cualquier chica y se merecía todo su respeto.


—No… no te preocupes… Na… Naruto-kun… no paso nada— dijo ella volteándose y mirándolo con una sonrisa muy tierna y comprensiva.


—Pero… de todas formas… yo me pase contigo… y tu—


— ¡Te dije que no pasó nada! — dijo levantando un poco la voz al ver que sus palabras no fueron entendidas del todo.


—Creo que quedamos a mano—


—Pienso igual—


Cuando terminaron su “pequeña” discusión; la peli azul se acerco a él, y le extendió sus manos indicándole que se levantara. El rubio levanto la vista y sonrió al ver la hermosa sonrisa que la ojiperla le dedicaba solo a él. Así que tomo las manos de la chica y se levanto de la cama apoyado de ellas.


Al levantarse, se aprovecho del momento y la acerco a él tomándola de la cintura. La ojiperla apenas pudo reaccionar, así que se dejo tomar por la delicada mano del rubio y luego ante la sorpresa, levanto sus ojos hacia él, mirándolo de tal forma que pedía una explicación.


—Mmm Hina-chan… aun no me has saludado… como es debido—dijo tiernamente el ojiazul mientras buscaba los labios de la ojiperla, que lo único que hizo fue sonreírle y sonrojarse violentamente dejándose llevar por el chico.


Sin más espera, el ojiazul se adueño de los labios de su novia; pareciera que estuvieran hechos el uno para el otro, sus labios se movían en un mismo ritmo, complementándose mutuamente; mostrándose todo lo que sentían sin impedimento y siendo gustosamente correspondido. Los dos sin darse cuenta volvieron un tierno beso en uno apasionado; los dos estaban fundidos uno en el otro como si el mundo que gira a su alrededor no existiera en el momento en que sus labios se juntaban.


La tímida Hinata que todo el mundo conocía se desvanecía y dejaba a la luz a una Hinata necesitada del amor, los labios y la compañía de ese chico que llamaba su novio; la Hinata triste y débil que todo el mundo creía que era, sonreía abiertamente y se llenaba de felicidad cuando se encontraba al lado de ese joven rubio e hiperactivo que ella estaba completamente segura… que amaba… sinceramente y con el corazón abierto podría gritarle a Naruto…


¡Estoy enamorada de ti!


El beso se fue desvaneciendo poco a poco y con lentitud; casi como demandando al aire por no regalarles un bocado mas para permanecer unidos.


—Na… Naruto-kun… cocinamos algo—dijo ruborizada y con la mirada fija en los ojos azules cielo del joven que la miraba extasiado.


—Si tengo… muchísima hambre— susurro como en las nubes el joven rubio, así que la ojiperla se ruborizo aun mas mirando esta vez hacia el suelo.


— ¡dattebayo! —volvió el típico Naruto, así que la joven levanto el rostro con una risita en sus labios.


— ¿Que tienes para hacer de comer? —


El ojiazul comenzó a pensar, poniéndose en posición para hacerlo; después de unos segundos hizo gesto de haber terminado su razonamiento y se dirigió a la cocina. Se oyeron ruidos y al final se oyó una voz agitada que decía:


—¡¡¡Hay ramen!!! —

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Los segundos pasaban lentamente y el pobre de Sasuke aun no abría la boca para decir nada; tan solo miraba hacia la puerta con los ojos abiertos y pareciera como si mil excusas pasaran por su mente en ese momento; pero su cuerpo se negaba a obedecerlo y tan solo podía estar hay… mirándolo y esperando el regaño más grande de su vida.


La pelirrosa aun no comprendía porque de la reacción del peli azabache; pero ya se imaginaba algo. Ya que la única persona que lograba volver a Sasuke Uchiha en un niño débil y frágil, era el mismísimo… Fugaku Uchiha… su padre.


Entonces ella también cayó en cuenta de la situación, ya que sabía perfectamente lo de la advertencia del castaño: “¡Sasuke!... ¡a mi casa la respetas! y si quieres pasarla bien con tu novia, que sea lejos de mi vista y de mi mansión ¿me oíste? Si llego a enterarme que no me has obedecido… ni en tus pesadillas te imaginaras que hare contigo”.


La pelirrosa tembló sobre la cama, se levanto con nerviosismo igual o peor que su novio y volvió la vista hacia el umbral de la puerta.


— ¡¿Es que acaso no entendiste la pregunta que te hice?! —siguió el hombre, sin bajar ni un solo momento el tono de su voz; que esta vez hizo temblar al joven Uchiha que seguía con la mirada fija en su padre.


—Pa… Padre… yo… puedo explicarlo… es que—


— ¡Cállate! No me estás diciendo absolutamente nada… además de que no te pedí que te excusaras… creo haber sido muy claro cuando te dije ¡Respeta mi casa, estúpido! —continuo esta vez con mucha más fuerza el señor Uchiha; que tenía una mirada que traspasaba los límites del miedo, y justamente los límites del humor de Fugaku era el infierno para Sasuke… ¡no! Mucho peor…


La ojijade que seguía sin articular palabra, miro con curiosidad al señor Uchiha frente a ella y fue entonces cuando se percato de algo que verdaderamente llamo toda su atención y sus dudas fueron respondidas al instante…


— ¡Mikoto!, ¿donde están Sasuke y Itachi? Cuando los veas diles que necesito hablar con ellos—se escucho una voz gruesa que provenía de la sala de la gran mansión Uchiha, y esa voz era definitivamente la voz de… Fugaku Uchiha.


La pelirrosa se dio cuenta al instante de lo que estaba pasando… ese que estaba frente a ellos no era el cacique que tiene como padre de su novio, eso era definitivo; pero ahora la pregunta era ¿Quién es ese que esta frente a ellos?


— ¡Itachi Usuratonkachi! ¡Me las vas a pagar maldito! — grito Sasuke cegado por la ira y la vergüenza, mientras ponía sus manos en puño tratando de contenerse.


La ojijade tan solo podía mirarlo. ¿Como el Uchiha no se dio cuenta al instante que se trataba de un jutsu de su hermano? La verdad nunca pensó que el miedo y el respeto que le tenía a su padre fuera tal, para que frente a su figura olvidara todas las técnicas y habilidades ninjas aprendidas en años de entrenamiento.


—Vamos Sasuke no tienes cara para reclamarme y mucho menos ponerte de víctima y indignado conmigo— expreso el Uchiha mayor ya en su forma verdadera, que entro completamente a la habitación cerrando la puerta tras de sí.


—No tienes ningún derecho a entrar a MI habitación—se defendió el azabache aun enfadado.


—Sí, pero esta es la casa de Fugaku Uchiha y creí haber escuchado que no trajeras a tus amiguitas a casa— dijo causando que la pelirrosa volteara a ver con una cara de pocos amigos a su novio que entendió el punto y sonrió nerviosamente.


— ¿Cu… cuales amiguitas? ¡No hables estupideces! ¡Embustero mentiroso! —


—Pues esa que tienes hay—


—Ella es MI novia… ¡si no estás enterado!... y si no mal recuerdo a quien le hablo de amiguitas fue ¡a ti! —


—Ah… cierto… tu solo puedes complacer a una; tonto hermano pequeño—dijo mirándolo con autosuficiencia mientras la ojijade se ponía a la defensiva y se visualizaba rompiéndole el cuello a ese espécimen de hombre que se creía el súper macho capaz de engañar y hacer maravillas con las mujeres ¡estúpido machista!


— ¡dénmelo una semana y lo traigo reformado! —pensó la pelirrosa, recordando la fuerte terapia que tuvo que aplicar con su querido novio. Definitivamente el ser orgullosos, egocéntricos, machistas, odiosos, hermosos, astutos, brillantes ¡diablos! Estoy perdiendo el punto; el caso es que justamente esas características propias de su personalidad son las que los hace ser unos novios algo… complicados. Pero Sakura se volvió una experta en: “manejo de los hombre: sección clan Uchiha” y seguro que Itachi no sería la gran excepción; ya que si pudo con Sasuke porque no podrá con Itachi ¡de veras!


—Ja-ja-ja… que gracioso Uchiha… ¿Por qué no sacas tu trasero de la habitación de MI novio y nos dejas en paz? ¡Encárgate de tu vida!... Estúpido… —expreso la pelirrosa, acercándose con ira al cuerpo inmóvil del joven Uchiha. El cual tan solo la miraba con superioridad y sin demostrar una pizca de miedo.


—Mmm una mujer que no sabe cerrar la boca… te veo mal Sasuke— dijo el joven dirigiendo una última mirada a su hermano.


—Quieres ver como esta mujer te destroza la linda carita de muñeco de torta que posees— dijo ya enfrente del chico y enfrentando la mirada del mismo.


—Cuando necesites a un hombre de verdad… no dudes en buscarme… mujer—dijo sonriendo de medio lado y saliendo sin decir nada mas de la habitación de su hermano.


— ¿Quién se cree ese maldito Usuratonkachi? —escucho la pelirrosa gritar a su novio que estaba al límite de su paciencia. Al ver esto se acerco a él y lo tomo de la mano guiándolo hasta la puerta.


—Creo que tu padre te busca… lo mejor es que vallas—pronuncio con ternura la ojijade dándole un beso en la mejilla al peli azabache y dándole al instante la espalda mientras caminaba a la salida.


—Nos… vamos a ver… como lo planeamos… ¿cierto? —


—Claro… te espero…—dijo la pelirrosa caminando de espaldas y sonriendo de forma inocente y cómplice. Se sorprendió al ver que el Uchiha se apresuro y la alcanzo pasando por un lado de ella no sin antes susurrar de forma, que para ella fuera audible.


—No lo olvides… estoy enamorado de ti—


La joven quedo estática; jamás había escuchado esas palabras por parte de el Uchiha y el oírlas tan claramente, la hizo sentirse más afortunada de lo que en algún momento se hubiera imaginado.


—Yo también te amo— dijo para luego salir corriendo de la mansión, no sin antes despedirse con un sonoro “adiós” de Mikoto.


Jejeje me pase de romántica seguro; pero como siempre tuvo humor y es lo que más me gusta escribir XD espero sus comentarios.


Sayo!!!!