Comedor

Dylan Strauss

Suspiró. Nada más entrar en el comedor notó que éste estaba lleno de muchas personas; personas que intentaría evitar lo más que pudiera, a menos claro que alguna le llamase la atención lo suficiente como para dedicarle un poco de su tiempo. Y no: no se creía mejor que nadie allí, inclusive, estaba seguro que buscar aliados sería lo mejor en aquel lugar. Sin embargo, no era su estilo solicitar apoyo, sino darlo (y por lo tanto, que lo buscaran a él).

No tardó en acercarse a la barra para pedir su desayuno: panqueques con sirop de chocolate, también pidió una malteada de chocolate… y una manzana verde. Era raro, ¿no? Pero eso era lo que él comía de desayuno desde que estaba pequeño. Habían excepciones, como cuando solo le provocaba comer frutas.

—Ahora… solo debo ver dónde sentarme —soltó en un susurro, pues era solo un pensamiento que quiso dejar salir al aire.

 

Takeru Mishima

-Anna y Max ordenaron primero mientras que yo estaba sumergido en que escoger para luego decidirme y ordenar lo primero que vi para no quedarme atras- a mi me va a dar tres pasteles de hojaldre con un capuchino y de postre una porcion grande de torta de chocolate -luego cuando me dan mi postre y mi comida varios estudiantes me ven a lo que digo - Que uno tiene que aprovechar las oportunidades al maximo- luego escucho a anna que me pregunta-

-luego le respondo - sentémonos en aquella que esta cerca de la pared asi nadie nos molesta- les sonrio-

Menciones :

GigiBlanche
Lucaslakd

Contenido oculto

perdonen la tardanza es que me paso lo de la otra vez se me fue la luz energetica justo cuando escribia

 

Karou Bright.

¡Uf! Se me había pasado la noche volando. Luego de que, en la sala de inmersión virtual, me haya encontrado de nuevo con mis compañeros, Hoshi me tomó la mano y me arrastró directamente a la habitación para que vayamos a dormir. Ni siquiera pude saludar a Aki. Realmente me preocupaba si ella estaba bien o no, puesto que la última vez, se dirigió a hablar a solas con Jack y, según lo poco que sabía, no se llevaban muy bien. En fin, decidí preguntarle apenas la viera otra vez.

Y, por cierto, cambiando de tema, la verdad es que Hoshi no parecía ser una mala persona. Era una niña muy hiperactiva, eso era cierto, y por ahí me asustaba un poco su inmensa energía, pero fuera de eso, su sonrisa y sus ánimos me hacían sentir mejor.

El ruido de esa mañana me había despertado. Me había dormido demasiado, ¡dios! ¿Cuándo no, Karou, perdiéndose de todo? Me había vestido rápidamente y llegué al comedor junto con Hoshi, con intenciones de devorarme el mundo entero, pero...

¡Ya todos habían comido!

Con una mueca de tristeza, me acerqué a buscar algo que me gustara, aunque sea algo pequeñito. Tomé una taza de café con alegría y unas facturas. Dejé escapar un suspiro de alivio y me fui a sentar a una mesa, devorando mi desayuno en menos de cinco minutos. Me quedé un rato esperando a que mi compañera eligiera algo para comer y luego planeaba ir directamente al área exterior, así no me atrasaba otra vez.

Contenido oculto

SweetSorrow Ya pueh.

 

Max Power

Miró a Anna y se rió al escucharle, ¡tenía razón! Al parecer aunque vinieran de lados diferentes, había cosas que son comunes en cualquier lado, eso de alguna forma le hizo sentir más seguro.

Mientras miraba donde sentarse, vio pasar a un chico de ojos verdes frente a él, no le dio mucha importancia, aunque no pudo evitar escuchar su orden. "Panqueques con chocolate, malteada de chocolate y ... una manzana verde". Max se giró de nuevo a ver al chico de la sorpresa que le causó su orden, un tanto extraña.

Al lado del chico estaba Takeru, que estaba pidiendo una orden como para 10 personas. A Max le causó gracia y se rió para sí mismo.

— Mejor que sobre a que falte — Pensó.

Cuando terminó de pedir la orden, Takeru respondió a la pregunta de Anna. "sentémonos en aquella mesa que está cerca de la pared así nadie nos molesta". Max no estaba en desacuerdo, de hecho le daba un poco igual donde sentarse, así que simplemente aceptó la idea.

Se estaba por dirigir hacia la mesa cuando vio a Anna hablando con un chico desconocido. Max sintió curiosidad, el joven se veía misterioso, pero prefirió no meterse en la conversación y decidió ir directamente a su destino para, al fin, empezar a comer.

 

Dylan Strauss

Era claro que la chica que tenía frente a él poseía una personalidad amable y amigable, pero eso no fue lo que, a continuación, condujo a Dylan a pensar en positivo respecto a la propuesta de sentarse con ella y los demás chicos que la acompañaban. Como ya había destacado antes, Strauss sabía perfectamente que hacer aliados era una buena idea, especialmente en un complejo como aquel… donde todos buscaban ser el número uno por alguna razón.

No hizo nada más que asentir como respuesta a la pregunta de la muchacha, procediendo a colocarse a su lado para ir junto con ella a la mesa. No le interesaba mucho mediar palabra con ella ni con los otros, aunque estaba seguro que pronto tendría que abrir la boca por las típicas preguntas que se realizaban los jóvenes de su edad a la hora de socializar, a las cuales claramente respondería de la manera más concisa posible; no quería dejar cabos sueltos que luego se convirtiera en una conversación más larga e innecesaria.

En ese momento solo quería sentarse y comer su desayuno.

-----
GigiBlanche Listo, te respondo con esto <3 Y también te autorizo a utilizar mi personaje si así quieres -para hacer una respuesta más larga, si gustas, de manera que interactuen mejor-.
Él, como sabes, no es muy hablador. Pero por ahí tu personaje lo puede seducir con algún tema interesante.

 

Nisha Desrosiers.

Terminé mi desayuno y suspiré. Al menos la comida era deliciosa, eso se agradecía luego de todo lo que había pasado.

Recorrí el comedor con la mirada una vez más, percatándome de que otro grupo de chicos en los que no había reparado hasta ahora, se acercaba a tomar su desayuno.
Tomé la bandeja con los platos sucios, para luego levantarme y dejarlos en el espacio designado para ello. Le dediqué una última repasada al comedor, sin saber realmente por qué, antes de comenzar a avanzar hacia la salida.
Supe que algunos se encaminaron hacia el patio exterior, por alguna razón que se me escapaba, pero creyendo que se trataba de una orden general, me dispuse a seguirlos.

Contenido oculto

Poor Nisha la tengo más abandonada que mis ganas de estudiar

 

MAX POWAH​

Luego de sentarse, vio como Anna y el otro chico se acercaban a la mesa. Anna se sentó a su lado y presento a Max y Dylan antes de que pudieran decir algo, así que Max solo se limitó a saludar con la mano y una sonrisa al chico nuevo.

Anna hizo una broma con Max que él respondió con una mirada complice y una risa. Estaba por responder con otra broma, cuando algo le interrumpió. Era el camarero que traía la comida. ¡Al fin!

— Muchas gracias — Le dijo Max al camarero.

Con la comida en la mesa, empezó a comer, tenía demasiada hambre. Mientras comía prestaba atención a la conversación entre Anna y el chico nuevo. Anna parecía interesada en él. Max estaba escuchando atentamente todo, pero sin hablar, ya que estaba con la boca llena. Estaba oyendo todo hasta que se distrajo con algo. Era Takeru, que parecía perdido en su mundo.

Max intentó llamar su atención y cuando al fin pudo hacer contacto visual con Takeru, comenzó a hacerle señas para que se diera cuenta que la comida ya estaba en la mesa y que estábamos esperándole para presentarle al chico nuevo.

 

Hoshi Mizushima~

Entré en el comedor detrás de Karou, soltando un gran bostezo mientras me limpiaba las pequeñas lágrimas que dicha acción produjo. ¿Ya era tarde? Porque realmente me moría de sueño, no me importaría saltarme lo que fuese que íbamos a hacer con tal de dormir un poco más… ¿Podía? No, por supuesto que no podía. ¡Reacciona, Hoshi, o te regañarán!

Con los ojos medio cerrados y arrastrando mi cuerpo le seguí el paso a la muchacha hasta llegar a la barra, en donde dando una gran bocanada de aire logré abrir por completo mis ojos, frotándolos con suavidad, admirando la comida delante de mí. Mientras observaba uno a uno cada delicioso manjar me arreglé un poco mi cabello a prisas, colocándome después mi gorro de siempre. Cosas de despertarse encima de la hora.

—Hmmm… quiero esto… ¡pero también quiero aquello, se ve delicioso! —Mi mirada se posaba de un dulce a otro, y no me sentía capaz de decidirme entre ninguno de ellos, ¡todos tenían muy buena pinta! Repentinamente, todo el sueño que tenía se había esfumado y un hambre voraz se había instalado en mí. ¿Estaría mal cogérmelos todos? ¿Había un límite en aquel lugar de cuánta comida podías zamparte tú solo?— Oye, Karou, ¿qué me recomiendas escoger? ¿Qué sueles desayunar tú?

Me di la vuelta para buscar el asesoramiento de mi compañera de cuarto, dándome cuenta que había estado mucho tiempo decidiendo qué comer y esta ya se había sentado en la mesa más cercana a la barra a comer. Queriendo ver qué portaba ella para desayunar me acerqué, pero di un paso en falso tropezando conmigo misma, cayendo estrepitosamente al suelo. Sentí un punzante dolor en mi rodilla, que por suerte fue disminuyendo rápidamente con el paso de los segundos. Una simple raspadura, pero provocaba una sensación de molestia en mi pierna.

La mala suerte del que dormía de más.

—Jo… por lo menos no llevaba encima esa montaña de comida que deseaba— sonreí levemente, incorporándome como pude en el suelo, avergonzada.

Contenido oculto

Me sorprende, Hoshi no preguntándose dónde está Aki por ahora O: (?)
GigiBlanche done, traté de hacerlo como planeamos, casi (?) Gracias por la paciencia amore <3 Lariebel tú también uwuwuwuwu

 

Dylan Strauss

Enarcó una ceja al escuchar la palabra “legión” salir de la boca de la desconocida, o bueno, no era una total extraña; sabía su nombre ahora, lo cual era un avance. Le parecía algo curioso, sin embargo, que se aventurase a preguntar sobre a cuál de todas las posibles legiones pertenecía, ya que, pese a no estar familiarizado al cien por ciento con todo ese asunto, creía que muchos desconocían a cuál legión pertenecían los otros tantos. No estaba muy seguro de si responder a la pregunta fuera su mejor elección, de hecho, sabía que no podía confiar de buenas a primeras en ellos porque eran unos completos extraños (más allá de que ahora sabía sus nombres); pero era un tema curioso e interesante de conversación, al cual, quizá, podría sacarle provecho de alguna forma.


—Mi legión es la blanca —respondió con un tono neutral, y casi sin “vida” a los oídos de quienes lo escuchaban. No era como si una respuesta que pronto seguramente daría inicio a una conversación extensa lo emocionara—. Tengo entendido que es mejor conocida porque somos curanderos en su mayoría. Es mi especialidad ser un jugador de apoyo —tras aquello, tomó un poco de su malteada de chocolate.
—He escuchado de ella, pero apenas un poco —Annabelle ahora estaba un poco más interesada en el muchacho que tenía frente a ella. No era prejuiciosa, pero le parecía algo impresionante que un chico como él, que a simple vista parecía querer tener nada que ver con el mundo en general, se especializase en la sanación y/o apoyo—. Yo soy de la legión azul —Anna le brindó una sonrisa al muchacho al añadir eso a su respuesta; tenía dejar las cosas igualadas—. ¿Qué te hizo querer venir a este sitio?


Dylan no quiso ser maleducado, así que no hizo ningún gesto de fastidio por haber escuchado aquella típica pregunta de “curiosidad”. Tuvo fe, por un momento, en que la conversación sería dirigida hacia algo más profundo… pero se equivocó. Dirigió su mirada hacia otro lado con gran disimulo, queriendo hacer parecer que sufría de algún “déficit de atención”, para así evitar que aquello se extendiera más de lo necesario. No obstante, no encontró nada que pudiera sacarlo de ese “aprieto” en el que metió solo. Tendría que responder, como cualquier chico de su edad lo haría; rogaba internamente porque algo sucediera para no tener que aguantarse eso.
No se moriría por hablar con ellos… pero prefería utilizar su tiempo en otra cosa que le diera la ventaja por encima de otros en cuanto a aquel juego.

—Querer demostrar que soy el mejor curandero del mundo —respondió con simpleza y mucha franqueza, algo que impresionó a la muchacha—. No es egocentrismo, si es lo que piensas. Ya tengo muchísima experiencia en juegos de multijugador masivos online, donde siempre cumplía papel de sanador —algo tenía claro: si iba a perder su tiempo hablando, lo haría de una forma en la que no se aburriera taaaaanto.
— ¿Y es por eso que dices que eres el mejor curandero del mundo? —Anna seguía impresionada por la forma concisa en que decía las cosas, pero su sonrisa no desaparecía—. Es interesante. Me gustaría verte en acción.
—Algún día lo harás, seguramente.

---------

GigiBlanche <3 Ready!

 

Takeru Mishima

- me había quedado tan embobado del hambre que tenia , dejándome con una laguna mental hasta que me di cuenta que todavía me encontraba en la barra , mientras que me percate que max y anna ya estaban en la mesa junto con otro chico luego cuando me doy la vuelta con mi bandeja repleta de comida me dirijo a la mesa para ver como una chica de pelo rosado se tropezaba cayendo en su propia comida quise ir a ayudarla pero anna ya se me había adelantado y fue a ayudarla - oye estas bien - le digo a la chica de pelo rosa mientras que anna le preguntaba si la ayudaba a levantarse- .

Contenido oculto

menciones

GigiBlanche perdona mi tardanza es que ehh estado bastante ocupado con unas cuestiones de mudanza xd
SweetSorrow
Lucaslakd

 

Hoshi Mizushima~

Antes de poder levantarme del suelo, una desconocida se había acuclillado delante de mí, dejándome apreciar sus grandes y bonitos ojos verdes, los cuales lucían algo preocupados. Sonreí ante el gesto inesperado, y antes de poder decir palabra alguna, otro muchacho más se acercó, esta vez siendo un albino de mirada seria, y que aún así parecía ser un muchacho atento.

—¡Estoy bien, tranquilos! Muchas gracias por venir a ayudarme, pero no hay nada de qué preocuparse —les respondí, mirándolos a ambos con una sonrisa agradecida, y acto seguido me levanté ignorando la ligera molestia de mi rodilla, sacudiéndome levemente la falda—. ¡Por cierto, soy Hoshi, encantada!

Pasé entre ellos, dirigiéndome a la mesa en la que estaba mi compañera, fijándome en que esta ya había terminado su desayuno. De todas formas ya no nos quedaba mucho tiempo, así que me veía en la obligación de picar cualquier cosa antes de salir al exterior. ¡Ya comería mejor después!

—¡Y esta de aquí es Karou, una de mis compañeras de cuarto! —les comenté, posando una de mis manos en el hombro de la muchacha—. ¿Vosotros quiénes sois?

 

Karou Bright.

Mientras devoraba mi comida sin descanso, no me di cuenta que mi pequeña compañera de cuarto se había caído de bruces contra el suelo, provocando un sonido fuerte que interrumpió nuestra concentración en los platos que estábamos comiendo. Levanté mi mirada, arrugando la frente, y me giré hacia atrás: Allí estaba, ya incorporada junto a mí, dejando caer una de sus manos en mis hombros. Observé con más detenimiento que el lugar estaba lleno de personas, muchas de ellas desconocidas ante mí. Tragué la porción de comida que tenía en mi boca y me levanté de mi silla, revolviendo mil cosas de mi pequeño bolso de cuero negro y sacando una botellita de alcohol y una curita.

—Cariño, déjame ver esa raspadura. Si no te la trato ahora, luego te molestará a la hora de practicar —le dije a mi pelirosada. Me agaché junto a su pierna y luego de pasar un poco del líquido de la botella sobre la herida, le coloqué la curita que tenía el mismo color que su cabello. Con una sonrisa, me levanté de nuevo y noté de manera tardía que Hoshi trataba de presentarme frente a las dos personas extrañas que se habían acercado a preguntarle cómo estaba.

Las miré con mis mejillas un poco sonrojadas. Una era una chica con unos llamativos ojos verdes y cabello castaño, y la otra era un muchacho inexpresivo con pelo blanco.

—B-buenas... —les susurré, bajando un poco los ojos.

Sí, lo admito. Era incapaz de manejar mi doble personalidad: Cuando me dedicaba completamente a curar a alguien, podía romper con esas distancias que mantenía con la gente, y luego volvía a alejarme y a sentirme una inútil al socializar con los demás. En algún momento tenía que cambiar eso. ¿Pero podría?

Me mordí el labio con nerviosismo mientras esperaba las respuestas de mis acompañantes.

Contenido oculto

SweetSorrow Here it is. uwu
GigiBlanche DarknessKnight ¡Buenas! Ojalá les caiga bien Karou. :'3

 

Beatriz Luna

Ni el sueño era capaz de detener la fuerza de mi rubor. Enrojecí apenas oí el comentario que Jack hizo sobre mi cara somolienta y agaché la cabeza mientras cerraba los puños en torno a mí falda. No dije nada cuando me preguntó si había logrado conciliar el sueño, pero asentí rápidamente, demasiado rápidamente (¿tal vez?) en cuanto me ofreció café.

No me gustaba el café.

Lo que dijo Yashiro, refiriéndose indirectamente a mí, sólo logro acentuar la situación. De repente sentía mucho calor en el rostro. No obstante, volví a asentir con la cabeza, para luego darme cuenta de que eso no era una forma de responder a la pregunta de si me encontraba bien. Los movimientos de cabeza sólo eran óptimos para preguntas que pudieran responderse con un sí o un no, ay.

—No… No es nada… —dije, esforzándome por soltar una risita que tranquilizara a ambos, aunque dudaba mucho que hubiese salido bien— Dormí bien… —agregué— Sólo estuve… pensando mucho… Eeeh… En el entrenamiento… de…

Tuve que taparme la boca, porque en ese momento volví a bostezar.

 

Jack Atkinson

Sonreí de manera tierna mientras Bea respondía, entre bostezo y bostezo. Me levanté de la mesa y fui a buscar algo del café que Bea había aceptado, con demasiado vehemencia. Le debía gustar mucho el café. Bueno, era algo para anotar a la lista de cosas que le gustaban. La vida se iba solucionando de a poco. Miré alrededor, mientras servía en una taza el líquido negro humeante. Había muchísima gente que no había visto en ningún momento desde que llegué, incluso muchos parecían nuevos. Pasée mi mirada alrededor, analizando a cada uno. Ya se habían formado varios grupitos que se encontraban conversando alegremente en las mesas. Eso era bueno por dos motivos: había más gente a la cual conocer, que parecían bastante amigables, y otra, era que había mucha gente que había llegado hace poco, lo cual ponía un escudo humano entre nosotros y los platos sucios.

Me reí en voz baja ante la idea, y me dirigí de nuevo hacia nuestra mesa, maniobrando entre la gente como pude. Se ve que no muy bien, pues derramé un poco de café en mi mano. Apreté los labios ahogando una exclamación. Estaba caliente, mierda. Con todo, llegué a la mesa con una sonrisa, y después de depositar la taza frente a Bea, me sequé la mano en el pantalón.

— Perdón por la demora, el comedor se llenó de improviso de gente, se vuelve complicado navegar entre tantos cuerpos con muletas.— dije, con una sonrisa, para señalar luego el café.— No tiene nada de azúcar, pues no sé cuanto le pones tú.

Me estiré en el asiento, mientras esperaba que la muchacha terminara de desayunar, y relajé el cuello. Me dispuse a mirar alrededor, intentando recordar todas las caras nuevas. Vaya, eran muchísimas. Pude reconocer a algunas conocidas, como ¿Karou, se llamaba? Y Nisha también. Y a esa pequeña niña con el cabello rosado, tan alegre parecía encontrarse siempre. Sonreí, mientras paseaba la mirada por el lugar. Hasta que posé la mirada en aquella mesa separada, ocupada por una única persona. La sonrisa se achicó, y lancé un suspiro cansado. Carajo, esto iba a ser complicado.

Pero rápidamente me recompuse, y miré hacia Bea, cuando ya hubo terminado de comer y tomar todo.

— Bueno, creo que ya es momento de irnos. Dijeron que tendríamos un entrenamiento especial en el patio exterior, y tengo mucha curiosidad para ver que es.— dije, sonriendo, para luego guiñarle un ojo.— Vamos, si nos apuramos, no tendremos que lavar los platos de toda esta gente.

Solté una carcajada y me incorporé, haciéndole también una señal a Yashiro con la cabeza, para que me siguiera. Antes de salir, volví a mirar de solsayo a Aki, para simplemente luego menear la cabeza, ahuyentando todo pensamiento. Bueno, no iba a dejar que un pequeño contratiempo me arruinara la mañana. Volví a mirar una vez más a Bea detrás mío, sonriendo de forma alentadora, y salí del comedor, para dirigirme hacia el patio exterior.

 

Al terminar de llamar la atención de Takeru, Max volvió a comer tranquilamente en su sitio. Vio como Takeru se acercaba a la mesa cuando escuchó un golpe.

*PUM*. El golpe se oyó fuerte.

Era la caída de una chica, al parecer se había tropezado. Max hizo el esfuerzo de levantarse, pero al ver que Anna, Takeru y otras personas ya se habían acercado al lugar, inmediatamente se volvió a sentar y siguió disfrutando de su desauyno junto con Dylan, quien tampoco se había levantado de su asiento.

Continuó su comida con relativa tranquilidad, a la vez que miraba todo lo que pasaba alrededor. Vió lo que le quedaba para terminar. Era solo un poco de café, ya que no le quedaban más medialunas. Tomó su taza y bebió lo que le faltaba de un sorbo.

Cuando terminó de beber, sonrió y se relajó. Al fin estaba lleno y estaba listo para irse, aunque creyó que lo mejor era esperar a que sus compañeros también acabasen.