Long-fic de Naruto - Días en primavera [Sasuhina]

Capítulo II "Extraña calidez"
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Hinata se quedó callada, asustada, temblaba levemente y contuvo su respiración. Lo que parecía una katana presionaba más su pálido cuello.

—¿No vas a contestar? —Más silencio —De acuerdo, hace un momento ví unos niños, me pregunto que pasará...

—No...—Susurró, intentó respirar pero no lo conseguía.

—Entonces dime, ¿Quién eres?

—S-soy Hina-Hinata —La falta de aire la hizo ver borroso, entonces el chico la soltó.

Cayó al suelo, tosió en busca de aire y fijó la vista en ese sujeto, aún veía borroso, pero pudo distinguir un cuerpo más alto al suyo, cabello negro y piel aún más pálida que la de ella.

—¿Qué haces aquí? —La voz fría de el azabache la hizo estremecer.

—No...N-no te interesa —Jadeó al ver como el chico la agarraba fuertemente del brazo.

—Contesta

—S-solo vine a de-dejar a m-mi hermana con u-un ni-niño —Su maldito tartamudeo se hizo presente una vez más, ese que siempre tenía salvo con su difunta madre y su hermana.

—Hmp —Hinata pudo enfocar mejor y vió a quien tenía delante, sus mejillas se tiñeron de carmín: era el chico más guapo que había visto en su corta vida:

Su cabello azabache terminado en punta, su piel pálida. Su mandíbula cuadrada, sus labios finos de un color rosa...Y esos ojos, esos ojos que lo delataban de ser un Uchiha. Negros, que te absorben.

—¿Podrías dejar de observarme? Tsk, molesta —Hinata se ruborizó aún más al verse descubierta.

—Cr-creo que me-mejor me voy —Se levantó e intento irse pero la agarró del brazo.

—No he dicho que puedas irte, Hyuga

—N-no ne-necesito t-tu permiso, si no te has dado cu-cuenta soy de la familia real, U-Uchiha —Frunció su seño por ver a ese desagradable sujeto, ¿Quién se creía? —Ni siquiera me has dicho tu nombre, tonto

El Uchiha no pudo evitar echarse a reír, no había conocido a alguien tan jodidamente tierno en su vida.

—De acuerdo, soy Sasuke Uchiha, majestad —Se burló mientras hacía una reverencia

—No de-deberías burlarte, con solo una o-orden puedo hacer que te corten la cabeza

—¿Serías capaz? —Hinata mordió su labio y desvió la mirada —Hmp, como imaginaba

—Me voy —Se dió la vuelta pero la volvió a girar —¿¡Qué q-quieres!?

—¿Por qué te vas?

—Mi padre estará apunto de despertar, tengo que regresar

—Así que...La princesita escapa de su castillo de ensueños y ahora regresará con el rey gruñón

—Si te escuchara d-despídete de lo q-que conoces, o te pudres en el calabozo o te sentencian a mu-muerte —Sasuke puso una mano en la cabeza de Hinata.

—No, si no le dices, ahora regresa, o si no el rey te castigará —La oji-perla asintió.

La Hyuga desató a la yegua y fueron donde estaban Hanabi y Konohamaru, que no estaban muy lejos, pero al llegar se sorprendió:

—¡Hanabi!, ¿Estás bien?, ¿Dónde está Konohamaru? —La castaña se lanzó a los brazos de la peliazul.

—A é-él, ¡Se va a casar! —Hinata se sorprendió, el niño tiene diez años, ¿Cómo es posible que ya hayan arreglado su matrimonio?

—Tranquila...Tenemos que volver, hablaré con padre sobre eso ¿Si? —La menor levantó la cabeza de su regazo.

—¿¡E-enserio lo harías!?

—Claro, pero vámonos ya, pronto padre se despertará

/Flash back/

Las dos Hyugas estaban en el jardín recogiendo flores, siendo observadas por Hiashi, el padre de Hinata y marido de Hana.

—¡Mira, es lavanda! —La niña levantó un pequeño ramo de dichas flores y se la enseñó a su madre.

—Son muy bonitas, me recuerdan a ti, tu olor es parecido —La mujer le guiñó un ojo.

—Son mis flores favoritas, además que tienen mi color favorito

—¡Es verdad! Y... —La mujer se interrumpió al sentir un gran dolor en su vientre.

—¿¡Madre, qué pasa!? —Hinata se acercó a ella —¡P-padre, a madre le pasa algo!

Hiashi Hyuga corrió hacia ellas y subió en brazos a su mujer, corrió adentro seguida de la oji-perla menor.

—Tra-tranquila cielo, tu nuevo hermanito o hermanita ya viene —Susurró débilmente.

—¿Enserio? Ya la podré ver....—Hinata sonrió y acarició la mano de su madre.

/Fin del flash back/

—Hinata~sama, su padre la espera en su despacho —Nada más llegar, Kou la recibió en la puerta.

—Creo que nos ha pillado, Onee~sama —Susurró Hanabi.

—Yo también lo creo, vete a tu habitación, iré más tarde —La menor asintió y subió por las grandes escaleras.

Hinata caminó por uno de los muchos pasillos de la primera planta hasta una gran puerta de madera negra con bordes de oro. Tocó suavemente dos veces y esperó hasta que escuchó "adelante".

—¿Q-quería verme, p-padre? —Su tartamudeo se hizo presente y vió como el hombre la miraba desaprobatoriamente.

—Creo que sabes bien por qué te he llamado —La oji-perla agachó su mirada y vió los pies de su padre ponerse enfrente de ella.

—S-si...—Su cara giró cuando el castaño le dió una bofetada en su mejilla izquierda.

—Tu deber es dar ejemplo a todos, incluida tu hermana, solo eres una decepción, pero tu madre más, por no haberme dado un varón primero —Hinata apretó sus puños.

—No le permito que hable así de mi madre —Masculló entre dientes.

—¿¡Quién te crees tú para hablarme así!? —El grito que dió Hiashi se escuchó por todo el castillo. La chica se encogió en su sitio.

Antes de poder decir nada, el rey le había dado un puñetazo en su abdomen dejándola sin aire, cayendo de rodillas para recibir una patada en el mismo sitio con todas las fuerzas del hombre.

—Desaparece de mi vista antes de que te haga algo, ¡Fuera! —Como pudo se levantó e intentó correr fuera del despacho.

 

Capítulo III "Heridas mal curadas"
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Se apoyó en la puerta del gran despacho respirando con algo de dificultad. Afortunadamente, Natsu, su sirvienta, pasó por allí.

—Na-Natsu~san —Murmuró débilmente.

—¿¡Hinata~sama!? Hiashi~sama ha sido muy duro con usted —La peliverde corrió hasta la chica para ayudarla.

—Por favor, lle-llevame hasta m-mi ha-habitación —Ambas fueron rumbo hacia el cuarto de la princesa.

La recostaron en la gran cama y Natsu le abrió el kimono para revisarla, viendo solo un morado en el abdomen.

—Llamaré al médico, espere un momento.

—Si, no te preocupes.

/Flash back/

—Acérquese, Hinata~sama —Una joven de veinte años llamó a la pequeña niña.

—¿Es niño o n-niña?

—Es una niña, ¿Ya sabe que nombre le pondrán?

—Si, Natsu~san —Sonrió mientras sus mejillas se ruborizaban —Se lla-llamará Ha-Hanabi.

—Es un bonito nombre...Iré a ver a la reina, cuide a su hermana —La mayor salió de la habitación del bebé dejando solas a las hermanas.

—Bienvenida Hanabi —Acarició la mejilla rosada del bebé —Madre es-estará contenta de verte.

Observó a su hermanita de cabello castaño durante varios minutos, hasta que esta abrió sus ojos mostrando sus orbes perlas, iguales a los demás Hyuga.

—¡Qué bo-bonita eres!, iré a ver a madre, l-luego vengo —Se retiró de el cuarto dispuesta a ir a ver a la mujer.

/Fin del flash back/

—Listo, se le fracuró una costilla. Le puse una venda bien sujeta, tendrá que abstenerse un tiempo de montar a caballo, princesa.

—Emm, ¿P-podría llamar a Hanabi? —Su vista estaba clavada en el suelo. No podría ver a Lyra en un tiempo.

—Enseguida —El médico salió y rápidamente se dirigió a la de la pequeña Hyuga.

Hinata se sumegió en sus pensamientos pensando en su día, ¡Qué rapido había pasado todo!, ese chico...Sasuke Uchiha, ese aura de misterio y "se mira pero no se toca" le daba curiosidad.

¿Qué hacía a esa hora de la mañana en ese bosque? Ella estaba allí para que Konohamaru y su hermana se vieran, ¿Pero él que excusa tenía?

—¡Onee~sama! —Salió de sus pensamientos y miró a Hanabi, quien se acercaba preocupada —Padre se pasó esta vez.

—No te preocupes, tu hermana mayor es de hierro —Rió pero se arrepintió porque le dolió el abdomen.

—¡No es gracioso! Pudo haber sido peor...

—Pudo, pero no lo fué, no es la primera y no será la última —Suspiró y cerró los ojos.

—¿Hermana?

—¿Mmh? —Contestó adormilada.

—Duerme tranquila, velaré tu sueño —Se arrodilló al lado de la cama y observó a Hinata.

—Gracias...Confío en...Ti...—Poco a poco se dejó caer en los brazos de Morfeo.

La niña miró a su hermana un momento y silenciosamente se fué para acercarse a uno de los pasadizos más cercanos a la habitación.

—Está dormida, puedes venir.

—Ya era hora, estar aquí aburre.

—Cállate y sígueme Uchiha —Hanabi guió a el azabache hasta la habitación de su hermana —Mi pregunta es: ¿Para qué quieres verla?

—Cosas de mayores, vete a dormir —El oji-negro la miró con su serio rostro.

—No me intimidas, además, es muy temprano —La castaña se cruzó de brazos.

—Tsk, de acuerdo, pero no molestes.

Sasuke se quedó viendo a Hinata unos minutos y le acarició el rostro. Hanabi lo miró extrañada, no hacía nada más, como si grabara la cara de su hermana en su memoria para recordarla. Hasta que lo siguiente la dejó atónita: rozó sus labios con los de la peliazul.

—¿Qué demonios haces?

—¿No lo ves? Besarla —Dijo con obviedad.

—No la conoces, además, es la princesa del reino, tienes que respet-...—Se interrumpió cuando Sasuke se arrodilló a su lado y juntó su dedo índice y corazón para darle un toque en su frente. Por inercia la castaña se llevó la mano a la frente.

—Besé a la heredera al trono y le dí un toque en la frente a la hermana menor, ¿Crees que me importa vuestro estatus social?

—Parece que no, pero no vuelvas a hacer eso —Infló sus mejillas y frunció su seño.

—Hmp, me voy ya. ¿Dónde hay un pasadizo de esos para salir? —Hanabi lo fué a llevar pero la voz de Hinata los interrumpió:

—¿Hanabi, a dónde vas? —Susurró.

—Ahora vengo, lo siento, ¿Te desperté? —La oji-perla se acercó a la cama.

—No te preocupes, estoy acostumbrada a tí, ruidosa —Se burló somnolienta.

—Mira, hay alguien aquí que quiere verte —Buscó con la mirada al Uchiha pero ya no estaba.

—¿Si?, ¿Quién? —Se incorporó en la cama y miró alrededor.

—Eh...Voy a buscarlo —Sin dejarla responder salió en busca de el oji-negro —¡Ey, Uchiha!

Lo buscó por los alrededores pero nada, era como si la tierra se lo hubiera tragado. Molesta, volvió a la habitación de su hermana para encontrarla dormida de nuevo.

—¿Enserio? Me voy a volver loca.

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Este capítulo fué algo aburrido pero es necesario para el desarrollo de la historia <3

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