Long-fic de Pokémon - Alma Gris

Tema en 'Fanfics de Pokémon' iniciado por LizzaRade, 15 Junio 2018.

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  1. Threadmarks: Acto I, parte 9
     
    LizzaRade

    LizzaRade Sombra online

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    Alma Gris
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    Drama
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    Ya era de noche cuando llegué a la mansión luego de mi charla, vi a Ai flotando por la sala al cruzar por el umbral de la puerta, ella estaba emitiendo una luz desde los dos agujeros de la calabaza. Me asomé detrás de ella con curiosidad, queriendo ver lo que estaba iluminando, siendo el sillón que moví hace dos días.

    Antes de que pudiera decir algo, vi a los pequeños pokémon que hicieron del mueble su cama temporal. Ella me deseó las buenas noches cuando me vio, mientras se quedaba un rato más vigilando antes de ir a dormir.

    Ya en mi habitación, lancé el libro sobre la cómoda con mis poderes antes de acostarme en la cama. Pensaba dormir, pero ella venía de nuevo a mi cabeza.

    Estaba inseguro si volver mañana. Admito que hablar con alguien más me causa nuevas sensaciones; hace mucho tiempo que no comparto mis ideas con otro pokémon. Ai solía escucharme, pero era una niña, no iba a entender todo lo que trataba de decir, le faltaba experiencia para algo así. En cambio, el otro ser parecía no sólo entenderme, sino que notaba genuino interés en el tema, en saber más sobre mí. Irónicamente, ese mismo interés me inquietaba.

    Expuse el hecho de que era un pokémon que sabía leer, que comprendía las palabras humanas. Una parte de mí estaba agradecido por no dejar que nos viéramos frente a frente, no quiero imaginar su rostro reflejando el miedo hacía mí por mi condición.

    Me giré en la cama mientras pensaba que tal vez sólo estaba actuando paranoico con este asunto, sin embargo, no es la primera vez que alguien actuaba de una manera para luego mostrar su verdadero ser.

    Mis ojos se cerraron luego de unos minutos, relajando mi respiración.


    Sentí que el pokémon fantasma estaba saltando sobre mí, gritándome para que despertara. Siguió hasta que finalmente tuve que sentarme y verla.

    —¿Qué quieres? —pregunté fastidiado.

    Ella se mantuvo en la misma posición, observando que algunas cosas estaban desordenadas. ¿Esto era lo que la tipo fantasma quería que viera? La cómoda se había movido varios centímetros, algunos cajones se encontraban abiertos y había libros dispersos por la habitación; las ventanas se encontraban abiertas hasta el fondo, cuando yo recordaba perfectamente que las había cerrado antes de dormir.

    —Mewtwo, ¿estás bien? —preguntó ella—. Anoche moviste muchas cosas mientras estabas dormido, eso no es normal.

    Me quedé viendo a mi alrededor, no era primera vez que movía los muebles estando dormido, pero muy a diferencia de la última vez, no tuve pesadillas. Ai siguió mirando los libros esparcidos por la habitación; notó que intenté desviar el tema levantándome y bajando hasta la planta baja de la mansión.

    Después ordenaría todo de nuevo.

    Hacía calor, el sol era agradable y pensaba quedarme en un lugar cómodo. En el exterior me senté cerca de la fuente y contuve un profundo suspiro antes de dejarlo ir. Mis ojos se cerraron y así mi mente se permitió fluir con tranquilidad.

    Ahora todo era un lienzo negro, mi visión en unos segundos se tornó igual a ver una imagen con los colores en negativo, muy pocos lograban sobresalir entre los árboles; almas de algunos pokémon, su aura psíquica siendo representada en varios colores, reflejando sus estados de ánimo y salud. También estaban auras de colores casi indistinguibles al ser pokémon que murieron recientemente... cuando estallé en ira ese día.

    Pero una en especial sobresalía del resto.

    Su color era un rojo intenso, pero bastante cálida al momento de centrarme en ella. Incluso me hacía dudar si realmente se trataba de alguien que estaba lejos de mí. Admito que quise saber más, estaba dispuesto a expandir mi visión para saber su entorno, sin embargo, sentir la inquietud de aquella alma me hizo percatarme de que estaba delatando mi posición al estar observándola.

    Mi visión volvió a la normalidad cuando abrí los ojos. El sol aún me abrazaba con su calor, pero era momento de levantarme y volver a entrar. Tenía un cuarto que ordenar.


    Me cuesta imaginar el cómo pudo ocurrir esto. Usualmente no uso mis poderes dormido, cosas así sólo ocurrían cuando soñaba cosas algo... extrañas. No creía en supersticiones, pero algunos decían que los sueños eran la puerta a fragmentos de nuestra vida, tus deseos más profundos... o revivir momentos que creías haber olvidado.

    Por algún motivo, ahora no recuerdo muy bien si de verdad llegué a soñar anoche. No me sorprende, es normal olvidarlo; pero mover los muebles no era normal en mí, necesitaba recordarlo, aunque fuera algo que no iba a gustarme en lo más mínimo.

    Apreté el último libro al levantarlo del suelo de sólo pensarlo. No era enojo lo que estaba sintiendo, era más bien intriga… al no saber lo que estaba pasando por mi cabeza en estos momentos. Tuve que suspirar para poder calmarme y me senté en la cama.

    Alcé la vista hacia el techo, sintiendo como la energía rodeaba mi cuerpo y entrecerraba los ojos mientras mi visión se nublaba.

    Fue cuando una voz femenina se empezó a escuchar dentro de mi cabeza. Mis ojos se apretaron, recordando algo de mi sueño, ella parecía llamarme y por algún motivo, la sentía muy de cerca, como si estuviera a mi lado.

    No sentía nada físicamente, pero mi mente empezaba a ser un caos. Ya no percibía si estaba en el cuarto o no, mi poder estaba a flor de piel y no pensaba en detenerme dándole ventaja a mi instinto sobre lo que me queda de razón.

    —¡Mewtwo! —un grito hizo que saliera de mi trance, escuchando de nuevo como caían cosas al suelo.

    ¡Maldición! Tendría que volver a recoger todo.

    Ai me miraba con más preocupación que antes, no podía culparla, tenía razón en que algo no iba bien. ¿Acaso era el estrés de todo lo acontecido? Eso pensaba creer, pero algo me decía que algo más estaba pasando.

    Vi por la ventana la posición del sol, aún era pleno día, tal vez salir y estar lejos de este lugar me permita despejar mi cabeza. Me levanté de la cama en busca de mi capa, lograba ver la mirada preocupada de Ai mientras iba recorriendo la habitación.

    —¿Qué haces? —preguntó.

    —Voy a salir.

    —¿Estás seguro? —volvió a preguntar—. Te ves un poco alterado.

    Alcé la vista al cielo y suspiré en un intento de mantener la calma.

    —Sí, estoy seguro. —Ella se hizo a un lado mientras salía de ahí—. Estaré bien.

    Salí de la mansión y me dispuse a caminar por el bosque. Observé un camino que se me hacía muy familiar. Si, era la ruta hacia el rio, cuando mi mente me jugó una mala pasada y exploté en ira. Mi cuerpo se sintió estremecer de sólo recordarlo, una parte de mí sabía que hice mal, pero ya era algo que no se iba a arreglar.

    El camino de agua estaba tal cual, observando el agua cristalina pude darme cuenta de que muchos pokémon estaban ahí. Ellos disfrutaban del líquido mientras yo los observaba, algunos estaban en familias o en parejas. Me sentía fuera de lugar, dado que yo me encontraba completamente solo. La sensación era abrumadora, porque hace casi tres años estaba con los demás clones.

    Ellos me veían como un padre, alguien que debía guiarlos. Sin embargo, yo estaba equivocado en sobreprotegerlos y dejarlos ir era la decisión más sana para ellos. Posiblemente ya tenían sus familias y nuevos amigos: una vida nueva.

    Pero... ¿qué hay de mí?

    ¿Acaso no merezco algo similar? Al parecer no. Y verlos es el recordatorio de ello.

    Algo en mi pecho empezaba a ir mal, pero no era igual a cuando estallé en ira... sino que se trataba de algo completamente diferente…

    Mis ojos comenzaban a arder...

    Los pokémon me miraron cuando empecé a correr de vuelta al bosque sin detenerme. Las palabras de mí mismo en el pasado llegaban a mí: “Nunca lloré y tampoco siento dolor”. Eso no tiene porque cambiar hoy. «Resiste, no te muestres vulnerable, eso es lo que los demás quieren», la voz de mi interior tenía razón. No puedo mostrarle a nadie ese lado, debo guardarlo y aguantar lo que más pueda.

    Pero... ¿por cuánto más podré soportar? Sólo tuve que respirar hondo y suprimir el ardor de mis ojos. Apoyé mi mano en la pared de piedra, dándome cuenta de que había llegado a mi lugar de reunión con el otro pokémon. Vi el cielo, el sol estaba casi en lo más alto.

    Quedarme no me haría daño, eso creo.

    […]

    Desperté temprano hoy, esperando una nueva dosis de medicina. La menor de las gardevoir me saludó como de costumbre cuando salí de mi caverna, notando como ya empezaba a caminar mejor con el bastón. El hecho de que Alizar me contó que mi pata se estaba recuperando rápido me había entusiasmado.

    Ver que pronto podría volver a volar me llenaba de alegría, no negaba que el apoyo de ellas evitó que la pasara mal mientras estaba aquí. Pero para mí nada se comparaba con el vuelo y la sensación del viento en mi rostro mientras estaba acompañada de las aves que iban de paso.

    Tenía pensado ir a otro lugar, despedirme de ellas y seguir con mi viaje. Sin embargo, tenía un asunto pendiente en este sitio. Ese otro mewtwo. Después de ver muchas pruebas que comprobaban que podía ser real, dejar pasar esta oportunidad era una estupidez.

    Debía comprobar una última cosa; ver si, en efecto, estuve hablando con ese ser igual a mí todo este tiempo. Primero necesitaba comer algo antes de salir, aún era temprano y posiblemente nos íbamos a reunir de nuevo en la tarde.

    Me senté en la mesa de piedra y recibí mi ración de bayas, notaba que ambas mostraban una sonrisa al verme con más ánimos comparado a días anteriores.

    —Te vez bastante feliz —dijo la menor quien estaba sentada junto a mí.

    Admitía que hasta cierto punto me incomodaba, más recordando lo que su hermana mencionó sobre ella.

    —¿De verdad? Sólo desperté de buenas —respondí mientras comía.

    Ambas se miraron y sonrieron. Uno de los pájaros que solía volar conmigo entró en la cueva y se quedó junto a mí. Le di una de mis bayas antes de levantarme de la mesa; dije que iba a salir, Alizar al ver que mi pata estaba mejor que los primeros días me permitió ir. Tomé mi bastón y salí de la caverna.

    El sol era cálido, las aves cantaban e iban por el cielo a la par del viento. Me agradaba ver ese paisaje, me recordaba a cuando volaba por el cielo junto a ellas y competíamos por quién era más rápido. Vi una roca cerca para poder sentarme sobre ella.

    Estuve sentada por unos momentos hasta que mi cuerpo se estremeció cuando una presencia estaba observándome, tuve que aumentar mis defensas y cambiar mi posición.

    Alcé la vista hacia el sol, aún era temprano. Adentrarme más por el bosque tal vez era una buena idea. Mientras caminaba, veía a algunos pokémon hablar sobre alguien que estaba investigando lo que había pasado en el bosque con el otro mewtwo. “El guardián” al fin había llegado a arreglar el asunto.

    Una parte de mí tembló y quiso ir a la roca con tal de encontrarlo ahí para advertirle. Las cosas iban a terminar mal si aquel pokémon lo encontraba primero. Claro que no iba a preguntar qué pasó exactamente, sólo le iba a bastar que había hecho un desastre y eso le bastaba para acabar con él.

    Sí, nuestro encuentro ya no debía esperar.


    Apoyé mi espalda en la fría roca. Vi hacia el cielo, el sol estaba por llegar a su punto más alto. Una parte de mí decía que debía volver, pero necesitaba quedarme. Sé que él va a venir, tarde o temprano; iba a quedarme hasta la noche si era necesario, él necesitaba saber lo que estaba pasando.

    Escuché unos pasos venir hacia mí, sentí el corazón palpitar con fuerza ante el silencio que se formó en el ambiente cuando se detuvo.

    Sólo me quedaba una cosa por hacer.

    —¿Eres tú? —pregunté sin separarme de la piedra.

    El otro pokémon no respondió, pero pude sentir que su aura se había estremecido.

    —Sí... Estaba en el río e iba de paso —contestó.

    —Me alegro que hayas venido. —Deje mi bastón a un lado para tener mis manos libres—. Yo... quiero hablar sobre algo importante.

    —¿Algo importante? —inquirió.

    Ya empecé el tema, no tengo vuelta atrás. En este momento puedo acertar de la mejor forma, o equivocarme y tener que pedir disculpas. Aparte de lidiar con el peso de posiblemente nunca encontrarlo.

    —Sí, es sobre ambos.

    —¿Por qué? —volvió a preguntar.

    Tuve que tomar mucho aire antes de responder.

    —Porque puede que el peso en mi alma se aliviane si estoy en lo correcto —contesté empezando a caminar apoyándome en la roca, dejando el bastón atrás.

    —No te estoy entendiendo.

    Mi mano había llegado a la orilla de la roca, sentí como el otro pokémon se inquietaba, pero por alguna razón no se movía de su posición, o eso quería creer al no escuchar sus pisadas.

    —Quiero saber quién eres.

    […]

    Mi cuerpo comenzó a temblar con sus palabras, no estaba seguro si mantenerme ahí o irme. Ella quería saber quién era, romper esa barrera que yo mismo había impuesto entre nosotros. Ahora yo no estaba seguro de nada, ¿por qué el saber quién soy era importante para ambos? No lo entiendo y algo me decía que necesitaba quedarme.

    —No creo que sea correcto —dije mostrando resistencia—. Ya dejé en claro que no quería que nos viéramos.

    —Lo sé —interrumpió—. Te entiendo, pero también es algo que debemos hacer tarde o temprano.

    No lo hagas...

    —Y si no quieres que yo te vea... —escuché sus pasos, haciéndome retroceder sin alejarme de la roca—. Entonces tendrás que verme.

    Mi cuerpo se puso rígido cuando la criatura empezó a asomarse por la roca, viendo una mano con tres dedos, bastante similar a la mía.

    […]

    Cerré los ojos y mis piernas se movieron por sí solas. Sentí la roca lejos de mi tacto y esperé entre el silencio. El pokémon que ahora estaba frente a mí no parecía moverse. Eso me alegraba, significa que él no se fue y pudo verme. El otro pokémon pareció ahogar un grito, haciendo que por el impulso abriera los ojos sin querer.

    Mi respiración se hizo pesada y mis ojos se abrieron de forma desmesurada.

    Yo estaba completamente en lo cierto. Aquel pokémon era igual a mí, sólo había unas pequeñas diferencias aparte de su tamaño. Su piel era más oscura, sus ojos mostrando que estaba igual de sorprendido que yo y su cola se veía más rígida.

    El ambiente comenzó a ponerse incómodo, levanté un poco mi pata al sentir un ligero dolor. Él no pareció notar esto, aun mirándome sin pestañear. Tuve que dar unos pasos e intentar acercarme al otro mewtwo y hacerle reacciona. Mi garganta se sintió seca, tuve que tragar para quitarme algo de nerviosismo, aunque parecía ser imposible dada la situación.

    —¿Estás bien? —pregunté.

    El otro mewtwo al fin pudo reaccionar, pestañeando un par de veces. Frunció las cejas un poco antes de volver a mirarme.

    —Define bien —contestó mirándome.

    Sus ojos comenzaban a brillar, haciéndome estar alerta en caso de algún ataque. Pero sólo acercó su mano hasta mí, haciendo algo de presión en mi cuerpo, se sentía extraño ser separada del suelo por unos segundos por él, aunque me bajó al ver que no pasaba nada.

    Desvió la mirada, parecía confundido, sin saber como tomar el control en esta situación. Posiblemente pensó que era un ditto o algún otro pokémon capaz de transformarse en espera de una cruel broma. No lo podía culpar por eso, fue lo mismo que pensé en un principio.

    —Debes escucharme —rompí el silencio que él estaba formando, aunque pude captar su atención—. Sé lo que hiciste en este bosque, pero aún hay cosas que me hacen ruido y no quiero juzgar antes de tiempo. ¿Por qué lo hiciste?

    […]

    Mis ojos se sorprendieron al escuchar su pregunta... ¿Por qué lo hice? ¿Realmente tenía un motivo para estallar en ira de la forma en que lo hice? Sólo una palabra venía a mi mente: Envidia. Odiaba ver como los demás pokémon tenían amigos, familia… otros seres que los apreciaban y ellos podían apreciarlos. ¿Qué pasaba conmigo?

    ¿Sólo era un ser que una vez muerto su especie estaría igual de extinta a como estaba antes de su creación?

    Antes podría pensar eso, pero ahora, no estaba seguro de nada. Todo lo que creía sobre mí mismo se acaba de desmoronar frente a mis ojos, no era una criatura transformada como estaba pensando, se trataba de un verdadero mewtwo. ¿Cómo debía reaccionar ahora?

    No lo sé. Pero de algo sí estoy seguro, verla ahí hace que me sienta más culpable por todo lo que he hecho. Es como si todo lo que he pasado hasta el día de hoy hubiese sido en vano...

    —¿Por qué lo hice? —me pregunté sabiendo la respuesta. Ella esperaba que contestara—. Simplemente estoy cansado de esto.

    »Ver como los demás viven sus vidas sin miedo, mientras que yo tengo que permanecer oculto y agachar la cabeza asumiendo que nunca tendré algo así.

    La otra mewtwo siguió mirándome en silencio, sus ojos parecían reflejar cierta simpatía, pero era esa clase de mirada que no me gustaba.

    —No necesito que sientas lástima; es lo que más odio de ellos, sus miradas, esperando que pudiera encontrar consuelo en ellas, pero nunca entenderán lo que yo he sentido por años.

    —¿Y crees que yo no puedo entenderte? —preguntó.

    Un silencio incómodo surgió entre nosotros.

    —No lo sé.

    El sol aún nos calentaba, pero yo ya no tenía motivos para seguir en este lugar.

    —Me tengo que ir... —dije empezando a dar unos pasos, ignorando el momento en el que ella se impulsó y tomó mi brazo para detenerme.

    —Debo decirte una cosa más —agregó, mostrando sus cejas fruncidas—. Hay alguien que te está buscando, quiere castigarte por lo que hiciste.

    —¿Por qué me cuentas esto?

    —Porque no quiero que algo te pase, tal vez no te conozco a profundidad y posiblemente lo que hiciste no tiene perdón, pero deseo que estés a salvo.

    ¿Se estaba preocupando por mí de forma genuina?

    —Lo voy a tener en cuenta.

    —¿Vas a volver mañana? —preguntó ella.

    No respondí su pregunta. Partí cuando sentí que aflojó su agarre, dejándola sola en ese lugar mientras me adentraba en mis pensamientos.


    Mi mente estaba hecha un caos, ver a otro de mi especie no fue tan gratificante y tranquilizador como pudo haber aparentado. Por el contrario, me dejó más conflictos que antes; ya no estaba solo, pero eso me estaba haciendo sentir más culpable que antes, aquella justificación de mi odio basado en la envidia se había ido. Ahora, sólo quedaban las acciones.

    Ahora era un monstruo que dejó de lado su parte racional para matar a pokémon inocentes. No debería extrañarme en lo más mínimo que un pokémon posiblemente superior esté en mi búsqueda para darme castigo en nombre de un ser incluso superior a él.

    ¿Empeoraba la situación ahora que hay dos mewtwo en el planeta? No nos parecíamos tanto físicamente, su piel era más blanca y era más baja. También tenía una venda en su pata, al principio creía que sólo era un elemento estético, pero note su incomodidad cuando se apoyaba en ella. Era muy posible que su pata haya estado fracturada.

    Pero... ¿mi perseguidor sabe siquiera que hay dos mewtwo en la zona? ¿Y si termina yendo tras ella pensando que es culpable de mis crímenes?

    No lo pensé de esta forma. Quizá los demás la vayan a culpar por algo que evidentemente no hizo, por mi culpa. ¡Maldición! Esta situación se ve complicada, sólo tengo dos opciones: irme y dejar que el castigo caiga sobre ella, o hacerme responsable y evitar que tal cosa pase. A estas alturas no me importa quedar mal parado frente a centenares de pokémon.

    Me recosté en la cama cuando llegué a la mansión. Ai no fue a mi habitación como acostumbraba, estaba más preocupada de los pokémon que iban llegando de paso para quedarse en la noche.

    Seguí pensando en esa otra mewtwo. Ella fue la voz que escuchaba detrás de esa roca, cuando estuve en el río, el aura que noté se trataba de otro de mi especie. Odiaba ver como el ser humano continua en su afán de querer llegar al mismo nivel que Arceus, cometiendo los mismos errores una y otra vez. Ella era el resultado de esa codicia, y yo también lo era. Pero, ¿por qué ella parecía tan tranquila, como si la naturaleza danzara a su mismo ritmo? ¿Por qué tal cosa no pasaba conmigo?

    ¿Qué tenía ella a diferencia de mí?

    La idea me aterraba, quería saber porque ella estaba logrando cosas que yo en años nunca pude concretar. No iba a volver a ese lugar en unos días, necesitaba pensar en muchas cosas y asimilar que éramos dos especímenes en este mundo.

    […]

    Me senté en la cama cuando llegué a la caverna. Este encuentro me dejo con sentimientos encontrados; al inicio quería que fuera algo que nos llenara de esperanza, un posible futuro no tan sombrío para ambos. Pero su reacción parecía todo lo contrario, se vio contrariado, incómodo; no me gustó verlo así. No vi un rechazo hacía mí, pero su silencio fue suficiente para saber que él aún debía pensarlo.

    Tampoco es como si esperaba que él fuera a tomarse el encuentro bien, pero el resultado estaba lejos de lo que llegué a imaginar.

    Sin embargo, el saber que mi hipótesis era correcta fue gratificante, verlo por primera vez me causó cierto nerviosismo, el cual se intensificó cuando éste no se movía o decía algo al verme.

    Y ahora, él no iba a volver por unos días, lo cual debía de respetar; ese mewtwo debía de procesar lo que pasó, forzar otro encuentro podría hacer peor las cosas para él. Aunque, tal vez pensar y averiguar dónde estaba viviendo haría las cosas más fáciles. Visitarlo de vez en cuando no estaría mal, él se veía como alguien que no suele socializar y sus hombros se mostraban tensos, como si estuviera estresado.

    Ir a verlo dentro de unos días sería una buena idea, entrar un poco en confianza. Si, debería hacer eso. Pero por ahora, debo descansar.

     
    Última edición: 30 Octubre 2018
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  2.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

    Libra
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    Bueno, bueno, el relato sigue construyendo buen drama, por lo que veo xD jeje... el ambiente no se siente tan pesado y los Pokémon que no son los "gatos" participan de buena manera. A ver qué pasa cuando Ai se vuelva a entrometer...

    Y Mewtwo se hizo más problemas en la cabeza... su perseguidor podría ir a por Mizu-chan y ella no está todavía en condiciones de pelear... o de escapar. Pero por lo demás, este primer encuentro "real" es un avance muy grande para ambos Mewtwo. Mizu está todavía más curiosa e inocente, mientras que Mewtwo sigue atormentándose como ya dije :V.

    Espero que la ira no lo someta de nuevo... ah, cierto, el prólogo... :'V

    Pero bueno n_nU en el relato no hallé errores... salvo que en una parte escribiste "transe" en lugar de "trance" xP. Bueno, simples dedazos...

    Nos vemos en otra, compatriota ;)
     
  3.  
    almiok

    almiok vamos, escribamos con fervor.

    Capricornio
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    Hola, con respecto al Acto I, parte 1.

    Hay ciertas partes que carecen de sentido, ya que en necesario dar un punto en el tiempo para iniciar la historia.
    En este caso el aclarar si dicho Mewtwo sigue la historia ya sea de una película, serie, manga para poder ubicar los acontecimientos, o si es un -y si- que parte de nuevamente una película,la serie, manga.
    La condición de la casa no queda del todo coherente, ya que se especifica que está cubierta por la flora del bosque, no solo rodeada, sino cubierta lo que contradice que el balcón tenga una vista.
    Suponiendo que la casa abandonada ( ya que no se da una fecha o un aproximado) esta en malas condiciones no solo el piso debería dar alaridos ( personalmente considero exagerado el término), sino también las paredes, el techo y los muebles en caso de haberlos, eso basado en que a falta de que se especifique que la casa es de ladrillos en un primer punto se consideraria que es de madera.
    La parte en que lleva los libros no especifica que los lleve con telequinesis, ya que al siguiente momento crea un poder con las manos ( no se sabe si los libros cayeron o que les sucedió), esto es importante porque no queda del todo claro, sería diferente si después del encuentro tomó los libros.
    ¿Porque no flota si puede hacerlo?.

    La historia tiene un buen inicio, me ha gustado.
     
  4.  
    la que escribe

    la que escribe Iniciado

    Virgo
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    Hola! Bueno, aquí vengo atrasada otra vez
    Primero, antes de que se me olvide:
    -> Sí, era la ruta hacia el río, cuando mi....

    Me ha gustado bastante este capítulo, aunque la verdad, ya me estaba acostumbrando a una parte completa con un mewtwo y luego con el otro, así que, ahora me lo dejas con un buen trozo para uno, y otro para el sgte, se me hizo un poco acelerado. Aunque sí, tampoco la información era mucha para escribir un capítulo completo para cada uno y llegar al encuentro. Y escribir como narrador omnisciente hubiese roto la forma en que se está contando la historia.
    Me da penita Mewtwo, de verdad. El dolor que tiene que soportar lo has transmitido bien. Sus pensamientos, el asumir que estalló en ira por envidia provocan cierta angustia por lo que está pasando y, como lector, el lograr eso es algo muy bueno.
    Como dato random, estaba viendo Over the garden wall y me pregunté, con esto, si Mewtwo podría soportar sobrevivir a lo desconocido...

    Saludines!!!
     
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  5.  
    Asael Martinez

    Asael Martinez Persona Imperativa

    Tauro
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    Hola k ase, comentando o que hace?

    En fin...

    O por Dios... finalmente ocurrió... no me la esperaba la verdad. El encuentro ocurrió, el choque, la mirada... todo...

    Mewtwo macho de plano tiene serios problemas mentales, necesita ayuda pero es obvio que hay que darle su tiempo, espero y pueda con toda su poderosa mente, ya que no importa que alguien o algunos quieran castigarlo por sus acciones.

    Ese incendio es el menor de sus problemas, la lucha que debe ganar es consigo mismo.

    Ya la vio, sus esperanzas fueron reales pero a la Hora de la verdad no lo puede aceptar bien, necesita tiempo...pobre.

    Me gustó el formato del capitulo, doble Mewtwo en un mismo capítulo :D

    Ya se plantó la semilla, estoy seguro que ninguno de los dos abandonara al otro.

    Tienen que mantener a la especie (?)

    En fin, hermoso encuentro, no me la esperaba jaja Salu2!!!
     
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    LizzaRade

    LizzaRade Sombra online

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    Unos días después, Alizar me llamó para hacer una de las últimas revisiones a mi pata. Las curanderas estaban impresionadas con mi caso, sin lograr explicar por qué mi pie parecía recuperarse tan rápido, aunque las secuelas iban a estar ahí por unos meses más. Su única explicación estaba en los genes de Mew que corrían por mis venas.

    Él era un ser bastante longevo, se cree que incluso es inmortal. Era una especie cuyo nivel curativo era superior a la media y una herida que dejaría meses inactivo a alguien normal, Mew se sanaba con apenas unos días de reposo. Aunque sólo era una teoría, tenía mucho sentido considerando lo poco que me está llevando recuperarme de mi fractura.

    Era impresionante ver lo que esa parte de Mew pudo hacer sobre mi cuerpo. Era una buena razón por el cual mis heridas solían curarse rápido, más de lo normal.

    Además, en estos días no tuve contacto con el otro mewtwo, por lo cual no he salido de la cueva, así que pude dejar mi pata descansar con tranquilidad. Sin embargo, me mostraba preocupada por él, sabía que no era correcto ir en su búsqueda aún. Han pasado días, pero aún debemos procesar y asimilar lo que pasó antes de vernos de nuevo.

    Las dos gardevoir me miraron, se mostraban confundidas al verme tan pensativa en estos últimos días. No les conté sobre mi encuentro y no pensaba hacerlo, sólo le traería más problemas a él ya que lo ven como un monstruo.

    [...]
    —Mewtwo —escuché la voz de Ai mientras atravesaba la pared, se mostraba preocupada—. No has salido en tres días, ¿estás seguro de que todo va bien?

    Me quedé en silencio, sin estar seguro de que contestar.

    El encuentro tuvo un efecto en mí que aún no logro asimilar. Ahora hay un segundo mewtwo, uno que nació y se desarrolló en algún momento que es desconocido para mí. Todo parecía ser tan... irreal, como si fuera otro de mis sueños, donde ya no estaba solo en el mundo.

    Incluso llegué a considerar el hecho de tener una vida normal como cualquier otro ser, para luego despertar y darme cuenta de la cruda realidad.

    Hasta hace tres días, ella apareció ante mí y puso todo de cabeza. Aun así, el ser sólo dos especímenes de nuestra raza seguía siendo algo raro, incluso incómodo pensando en que somos de géneros opuestos. ¿Estaría esa presión “social” de seguir con la especie? No quiero pensarlo, y creo que en parte es la razón por la cual no quiero que Ai se entere de lo que pasó.

    ...

    ¿Por qué estoy pensando tal cosa en primer lugar? ¡Apenas la conozco!

    Ai siguió mirándome, seguía esperando una respuesta de mi parte...

    —Estoy bien.

    —Pero... no has comido —dijo al notar que las bayas que me trajo hace dos días seguían intactas.

    —Estoy bien, estoy acostumbrado a estar días sin comer.

    Ella pareció fruncir el ceño.

    —Pero... tampoco te vez bien. —Mencionó flotando alrededor—. ¿Has mirado tu cara, dormido siquiera?

    No dije nada más, me levanté y fui hasta el balcón para tomar aire fresco. Ella tenía razón, no había dormido en tres días, tampoco he comido nada. No tengo un espejo en este momento para ver mi rostro, pero ya tengo una idea de como estoy físicamente. ¿Tengo que decirle sobre lo que pasó? No lo sé, tal vez su reacción sea demasiado infantil. Sin embargo, también ha reaccionado de buena manera a ciertas cosas que he le llegado a contar.

    A lo mejor no es mala idea después de todo.

    —Conocí a alguien —dije apoyándome en el barandal.

    —Oh... Estás así porque conociste a una chica —contestó, ¿cómo demonios lo hace para saberlo?

    —¿Qué? ¡No!

    —¿Amor a primera vista? —Preguntó con cierta ilusión en sus ojos.

    —¡No! Y tampoco creo en tal cosa ¿cómo puedes amar a alguien si con suerte viste su rostro? Es absurdo.

    —¿Entonces por qué estás así?

    Suspiré.

    —No lo sé, posiblemente es por la impresión. —La miré fijamente—. Es otro mewtwo.

    Ella pareció inclinar la cabeza, creo que aún no le conté sobre mi condición de ser el único espécimen... o al menos lo era hasta hace unos días.

    —¿Nunca te lo dije? Mewtwo sólo era uno... soy un clon. —Mencioné—. Supuestamente fui diseñado para ser único en mi especie.

    —¿Qué es un clon? —preguntó—. Siempre me pareciste como un pokémon igual a los demás.

    —... ¿En serio? —fue lo único que pude decir ante esa revelación.

    Admitiré una cosa, nunca esperé que Ai fuera a decir eso. ¿Acaso los pokémon normales no sabían lo que es un clon? No lo quería creer, pero si lo pensaba incluso tenía sentido. No me gustaba ver como ella estaba sonriendo como si nada, de alguna forma sentía que no le tomaba importancia de la misma forma que yo. El ser un clon me hacía diferente a ellos, tal vez no eran conscientes, pero si es algo que pueden notar; un pokémon no cocina la carne que consume, tampoco tiene la necesidad de robar su alimento de la bodega de alguna tienda humana al no tener a que más acudir.

    Los pokémon salvajes, del bosque en especial, son muy diferentes a mí. Y por mucho que lo intente ignorar, no puedo.

    [...]​

    Sentí el aroma del pasto cuando al fin me permití salir a dar un paseo por el bosque. Ya tenía un destino en mente: el río. Ese era el lugar donde comenzó todo, mi encuentro no tan grato con otro de mi especie.

    Él se veía tan... diferente. Sus ojos reflejaban incomodidad al verme, como si muchas cosas dejarán de tener sentido en su vida, yo, por supuesto, sabía cómo él se sentía. Años creyendo una cosa y ver como se desmoronaba en segundos no era fácil para nadie. Nosotros lo creíamos con fuerza y nos afectaba emocionalmente ver lo contrario. Creer que nuestra vida no será normal y vivir con un estigma entre los demás pokémon era la prueba de nuestro incierto futuro.

    Mewtwo (así le diré), parecía más afectado y el reflejo del dolor en sus ojos era muestra de ello. No me veía sorprendida por el rechazo que le tenían, un pokémon con actitudes humanas no era normal, tal cosa era muy mal vista entre los pokémon del bosque. Suelen tener miedo a lo que no conocen, y ver a alguien hacer tal cosa con tanta naturalidad les incomodaba.

    Bueno, no vine aquí para hablar sobre él. Quiero estar relajada y tal vez meter las patas en el agua, aunque eso haga que tenga que cambiar mis vendajes después. O tal vez debería sólo sumergir mi pata sana, digo, será una pose algo incomoda, pero me evitaré problemas.

    Me senté en la orilla, el agua estaba fría y los pokémon tipo agua disfrutaban su hábitat. Con mi única pata comencé a juguetear en el agua, ignorando como un pequeño fletchling se posaba en mi mano, emitiendo su canto para llamar mi atención.

    Una sonrisa se dibujó en mi rostro, ver al pequeño pokémon volar a mi alrededor como si fuera algo normal me daba algo de envidia. Aunque me quitaran la venda, tenía que esperar un tiempo más antes de volver a surcar los cielos otra vez.

    El pokémon iba a apoyarse en mi hombro, pero salió volando apenas se vio una perturbación en el agua. Levanté la mirada un poco confundida, pensando que se trataba de un pokémon que llegó para beber.

    Era el otro mewtwo. Él me vio desde su lado del río, haciendo que la atmósfera se volviera incómoda. Mewtwo no parecía dejar de mirarme, como si aún no creyera que estaba ahí.

    —Eh... ¡Hola!

    Él no me contestó, comenzando a beber agua. Tal vez no me escuchó, o simplemente me está ignorando. Me levanté de donde estaba sentada para ir al otro lado.

    [...]
    —¿Aún no asimilas lo que pasó? —preguntó su voz... como si estuviera a mi lado—. Hola.

    Alcé la vista antes de darme cuenta que precisamente ella estaba a unos centímetros de mí, casi atragantándome al ver que ella estaba a mi lado. ¿En qué momento ella cruzó el río? ¿y más con una pata lastimada?

    —¿C-Cómo llegaste tan rápido?

    Ella empezó a reír de forma burlona.

    —Digamos que... tengo mis trucos. —Suspiré antes de levantarme para estar a su altura, viendo que nuestra diferencia de tamaño era más evidente.

    Me fijaba en lo que nos diferenciaba más al detalle, su piel era más pálida, sus ojos más claros y su pecho parecía tener una especie de protuberancia triangular. No pienso entrar en detalles, pero debo reconocer que los humanos que la crearon hicieron un buen trabajo imitando un proyecto que creí haber enterrado para siempre; hablando desde el punto de vista de alguien que recreó una maquina e hizo sus propios clones. Ella pareció darse cuenta de que la estaba mirando.

    Sé que no es necesario mirar tanto, se puede malinterpretar fácilmente, pero solo quiero ver que más diferencias anatómicas puedo encontrar.

    —Mis ojos están aquí arriba —murmuró algo molesta.

    No pensaba disculparme por eso, ni que tuviera una razón maliciosa para mirar su cuerpo.

    —¿Por qué viniste? —pregunté.

    —Venía para descansar, además de tener muchas cosas en que pensar. —Yo me veía en la misma posición.

    —Somos dos. —Desvié la mirada hacía el río—. La verdad me causó una gran impresión, años creyendo ser el único, para luego descubrir que la realidad es completamente diferente.

    Ella pareció estar de acuerdo con lo que dije.

    —Me siento igual —respondió—. No quería que este tema me afectara, fue por eso que no quise tomarle importancia... hasta que te vi por primera vez. Oh, bueno, y cuando supe que esa criatura que estalló en ira se parecía mucho a mí.

    Ella estaba ahí cuando eso pasó. Lamentaba que tuviera que ver el peor lado de mí, pero también me asustaba pensar que la pude haber lastimado. Miré su pata con atención, se veía mejor a cuando nos vimos por primera vez.

    —Ah... —Ella pareció notarlo—. Tranquilo, no fue por tu culpa, tuve un pequeño accidente.

    —Ya veo, por lo que vi, te gusta hacer acrobacias. —Dije observando el cielo y las aves volando en bandada—. Personalmente creo que es irresponsable de tu parte exponerte demasiado, pero no es asunto mío.

    No era mi problema, ¿verdad? Ella se vio un poco aludida por mi comentario, prefirió mirar hacía otra dirección, ambos teníamos problemas para mantener una plática decente con el otro. Era incómodo considerando que nos conocimos gracias a una cadena de eventos desafortunados; la mewtwo en unos segundos frunció el ceño, haciéndome ver que algo iba mal.

    —Siento que hay alguien aquí —murmuró.

    Comencé a mirar a nuestro alrededor. Tenía razón, alguien estaba observándonos. Su presencia no la sentí del todo, posiblemente se trataba de un pokémon tipo siniestro. Ella emitía gruñidos y bufidos, se sentía amenazada; sabía lo suficiente del lenguaje de los pokémon felinos como para darme cuenta. Este era mi problema, no el suyo. Y... si era cierto lo que dijo sobre que alguien me estaba buscando, entonces ya era el momento de defenderme.

    —Este no es tu problema... —dije esperando hacerla reaccionar.

    —Lo sé... pero no pienso dejarte, soy un mewtwo también, ¿no?

    —Tu pata está herida...

    —Lo sé, no te preocupes, no voy a luchar a menos que sea necesario —Contestó.

    Ella comenzó a calmarse, manteniendo la guardia esperando que nuestro observador aparezca. Odio admitir que se estaba ocultando bien.

    —¡Detrás de ti! —su grito fue lo último que escuche antes de sentir el golpe de un objeto contundente.

    Me hizo retroceder unos centímetros, pero al fin él se dejó ver. No me lastimó, por suerte.

    —Así que... tú eres quien me está buscando... Guardián.

    Fin del Acto I



    ¡Y se está acabando el año!

    [​IMG]
    Y es muy posible que este sea el último capítulo del año, la verdad quiero terminar el año relajada y no presionarme en hacer capítulos a lo bestia porque puede ser perjudicial para la historia y también así podré hacer las cosas con calma y sin apuro.

    El lado bueno, es que pude terminar el Acto I antes de que el año termine y eso me pone happy happy :D, en especial quiero agradecer a todos los lectores que se pasaron por la historia, la leyeron (sí, a los fantasmitas también) y comentaron. Sin ellos terminar esta parte de la historia no sería posible.

    También, agradecimientos especiales a Gold por ser el beta reader y tener que aguantar, sufrir y fangirlear por este gatito (aunque a veces morimos los dos e.e).

    Y... eso, nos veremos en el Acto II de la historia. Chauu!
     
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    J.Nathan Spears

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    Bueno, encuentro entendible que quieras tener un pequeño descanso n__n. Espero vuelvas con las pilas recargadas este 2019 que se viene -w-

    De momento, este episodio lo sentí muy tranquilo. La pata de Mizu está sanando bien gracias a los genes de Mew n__n. Y me divirtió la ignorancia de la joven July xD. Aunque si lo pensamos bien... ¿Qué tan probable es que un Pokémon común y silvestre sepa del concepto de clonación? Y sí, los Gardevoir son seres sumamente inteligentes, casi como los humanos... ¿Pero se puede esperar de un par de curanderas silvestres lo que significa la palabra "clon"? :V

    Como sea, el encuentro fue bastante tierno y tranquilo, con Mizu viéndose muy comprensiva ante lo que pasó con Mewtwo... hasta que se vieron interrumpidos por un... "guardián"

    Me pregunto a qué especie de guardián se referirán... ya quisiera ver en qué detona todo esto. Aunque deba esperar a Enero o Febrero xD. No importa, no tengo apuro :3

    Nos vemos, compatriota... ¡Y mucha suerte, CTM! :V
     
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    la que escribe

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    Holo. Bueno, bueno, al fin me digno a comentar.

    Al parecer ahora sí va a quedar la crema. Además del hecho de que los jovencitos recién se conocieron, tienen que lidiar con sus propias intenciones sobre el asunto, ahora tienen que enfrentarse a quien sabe qué cosa. Lo bueno de esto es que igual no se da más vuelta al asunto y, en la pelea, van a poder afianzar lazos. Esperemos que todo salga bien y a ver qué pasa, porque me sigo preguntando cómo se va a unir esto con el prólogo. Como sea, se ve que en el (o los) próximo capítulo va a haber harta acción y eso es bueno luego de un prolongado tiempo de "paz", porque vamos, hay cierto jovencito que no conoce el significado de esa palabra por definición.
    En general me ha gustado bastante. Aunque es un poco cortito, creo que sirve bien como conector a lo que pasará más adelante :)

    Saludines!
     
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  9. Threadmarks: Acto II parte 1
     
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    Antes de comenzar: cuando haya un número en superíndice, quiere decir que hay una nota de autor al final del capítulo.


    [​IMG]
    El pokémon que nos observaba parecía estar cubierto por una capa, su lengua rodeaba su cuello igual que una bufanda, contrastando con su piel azul. Él me miraba con unos ojos inquisidores, dispuesto a ejercer su castigo sobre mí, el objeto con el cual me golpeó se deshizo en sus ancas como si fuera agua.

    —Hasta que al fin pude encontrarte —profirió él, preparándose para otro movimiento.

    Mi compañera estaba observándonos, aún en su trance por el repentino ataque. Ella estaba mal de una pata y no podía hacer nada salvo mirar como uno de su especie era castigado, después de unos segundos ella pudo reaccionar y ver al pokémon con claridad.

    —¿Él es el famoso guardián? —preguntó—. ¡Pero si es sólo un greninja!

    No era un greninja normal. Había escuchado los rumores sobre él, un pokémon que fue entrenado por el propio Zygarde luego de salvar a la región de unas extrañas raíces que la azotaron. Además, según puede tomar otra forma, una que le hacía más fuerte: “Ash-Greninja”.

    ¿Por qué ese nombre se me hacía tan familiar?

    —Creo que está demás una presentación formal —pronuncié preparando mi cuerpo para el combate—. Sé perfectamente a que viniste.

    Greninja pareció fruncir el ceño.

    —Entonces haremos esto más fácil.

    Materializó un shuriken de agua dispuesto a lanzarlo contra mí. El combate a distancia era mi especialidad como psíquico, y en este caso, yo tenía la absoluta ventaja contra él. Si tenía algún movimiento tipo siniestro, no iba a poder hacer contacto en ningún momento. Un greninja normal era veloz, quiero comprobar si su entrenamiento con el pokémon legendario incrementó su velocidad base también.

    Greninja pensó con rapidez y lanzó su ataque contra mí. Como yo mismo esperaba, logré esquivarlo antes de responder con bola sombra, mantener la distancia era la prioridad si quería ganar esto. El pokémon siguió relajado luego de ver como evadí sin dificultad su movimiento, sólo era el primer paso y quien tuviera la mejor capacidad de reacción ganaría.

    Solo debo mantenerme así hasta encontrar el mejor momento de contraatacar.

    […]

    Mewtwo no dudó en pelear con Greninja cuando se dio cuenta de sus intenciones. No me sorprendía el hecho de que se defendiera, después de todo, era su vida la que podría estar en riesgo. Pero aun así, había algo que me molestaba, esos sentimientos encontrados al ver a alguien de mi especie siendo juzgado de esa forma por un pokémon “natural”.

    Sin darme cuenta, era la única testigo de las dos caras de Mewtwo; un pokémon que podía ser tranquilo e incluso gentil; a comparación del otro Mewtwo, alguien que podría matar si su poder salía de control. ¿Cuál de los dos era el verdadero? Yo no tengo una respuesta sólida que dar, pero puedo asegurar que algo no andaba bien en Mewtwo y odiaba sentirme impotente al no poder hacer nada para ayudar.

    Mewtwo continuaba manteniendo la distancia entre los dos, llegando a cruzar su mirada con la mía, como si me intentara decir que huyera. Aunque era lo más lógico que podía hacer, no me agradaba la idea de dejarlo así sin más. He pasado muchas cosas en pocos días como para dejarlo a su suerte, y no podía ver a un miembro de mi especie caer luego de todo el drama que hemos pasado y la alegría que me causaba el saber que no estaba sola.

    Mis manos comenzaron a moverse solas, acumulando energía con el fin de lanzar mi aura esfera y ayudar, pero Greninja se dio cuenta, lanzando un shuriken cerca de mí. Su intención no era lastimarme. O al menos eso quería creer.

    “No intervengas”, puedo interpretarlo de esa forma. Mewtwo iba a aprovechar el descuido, pero parecía que aquel pokémon estaba preparado para todo. Una réplica de greninja salió del agua e impactó un ataque en mi compañero. Mewtwo y yo quedamos perplejos, ¿en qué momento utilizó doble equipo?

    El clon se posicionó junto a su original.

    —Había oído rumores de un pokémon muy extraño pasando por la región, pero nunca imaginé que fueran dos especímenes en realidad.

    Los ojos de Mewtwo parecieron abrirse más por el dolor del golpe de un tajo umbrío, otra replica de greninja había aparecido detrás de él. Con esto, la estrategia de mantener distancia ya no servía al tener muchos clones de sombra1. Greninja parecía que iba a tener el control ahora.

    —Tenía mis sospechas, pero necesitaba confirmarlas —mencionó girando su mirada hacia mí—. ¿Has oído hablar de las Células de Zygarde?

    Mewtwo sintió que dos clones más lo tenían rodeado.

    —Claro que lo sé... —Mewtwo vio como uno se hizo visible en el tronco de un árbol—. Ya veo... ¿Así lograste ver y notar nuestras diferencias?

    —Se me encomendó buscarte y darle un alto a tus actos contra otros pokémon. Yo no iba a atacar a alguien que no tiene la culpa de tu crimen.

    Mewtwo intentó quitarse a las réplicas de encima, tuve que retroceder para que no me llegara algún ataque. De seguro Greninja quería hacerle creer que él tenía el control todo el tiempo y así hacerle bajar la guardia.

    Él en el cuerpo a cuerpo era un inútil, y no lo digo en el mal sentido, porque nuestra especie no está preparada para ese estilo de pelea. Mewtwo sólo estaba recibiendo ataques en ese momento, sin poder defenderse.

    ¿No pensaba hacerlo? ¿Iba a dejarse vencer así de fácil?

    Su cola comenzó a brillar, logrando así golpear al greninja real y haciendo desaparecer a los clones. El golpe hizo que el pokémon volara algunos metros.

    —¿Cómo...? —Su cola volvía a su color normal—. ¿Es ese contraataque?

    […]

    Si se me permite ser sincero, no esperaba que fuera de verdad a funcionar.

    Usar contraataque con mi defensa más la efectividad de su ataque contra mi tipo era casi un suicidio considerando que sus clones también hacían lo suyo. Gracias a mi poder pude acumular el daño recibido en mi cola y así volver a tener la distancia, eso era lo único que me quedaba luego de confiarme demasiado.

    El otro pokémon se estaba levantando, con una posición de manos volvieron las réplicas dispuestos a atacar de nuevo. Yo ya no me podía mover bien por las heridas; los greninja tienen un buen ataque, pero éste... éste era ya inmejorable. Mi cuerpo no iba a resistir otra ola de ataques siniestros, mi defensa ahora dejaba mucho que desear.

    Vi como de nuevo estaba tomando la delantera, aprovechando mi inmovilidad, acercándose con su katana oscura.

    —¡¡Mizu!! —Una voz hizo que él se detuviera, acabando con las sombras de paso.

    Los tres vimos hacia el otro lado del río, dos gardevoir nos estaban observando. Al parecer la más alta era la mayor de las dos, o eso quería pensar, fue ella quien mostró temor al ver lo que greninja estaba por hacerme y la otra parecía mirarme con indiferencia. De seguro esa fue quien huyó de mí hace casi una semana mientras leía.

    Usaron levitación para llegar a nuestro lado del río. La más pequeña se acercó a mi compañera.

    —¡No deberías estar en este lugar! —dijo tomándola de los brazos y examinando a la vez que su cuerpo no estuviera dañado—. ¿No te das cuenta que él es un pokémon peligroso?

    Obviamente se refería a mí. Quise ignorarla, pero las heridas no me dejaban moverme bien, la mewtwo pareció darse cuenta, alejándose de la gardevoir y se acercó a mí. Extendió su mano para ayudarme, dejado a la mayoría sin habla por esa acción insignificante.

    Mizu, así la llamó la gardevoir. Su nombre no estaba mal, al menos no iba a estar marcada con su nombre clave. Llamarla así también no sería malo, ¿no?

    Ella se dirigió a las psíquicas.

    —¿Pueden tratarlo? —preguntó preocupada al ver mi condición.

    Tanto la menor como el greninja la vieron con un rostro de reproche, pero para nuestra sorpresa, la mayor se acercó a examinar mis heridas. Recibí muchos golpes de tajo umbrío, llegué a creer que en realidad pensaba matarme.

    Mizu la miraba, esperando que diera algo de compasión a alguien como yo. Y sorprendentemente, eso fue lo que pasó.

    —Sus heridas son severas, si te atendemos ahora estarás mejor dentro de poco.

    —Pero... —Su hermana iba a replicar, pero la mayor le dio una mirada de desaprobación y la discusión terminó antes de empezar.

    Ella miró también al greninja.

    —Tú vienes también.


    Mizu hizo que me sentara, a comparación de la primera vez que nos vimos, su pata parecía estar mejor. Sin embargo, no me agradaba la idea de que me haya ayudado a caminar y apoyar parte de su peso sobre su pata para seguirle el ritmo a la gardevoir. Aunque no debió de tener otra opción viendo como la hermana menor se comportaba conmigo.

    El hada procedió a moler algunas bayas curativas, un ungüento para recuperar mis rasguños y evitar que salieran moretones muy visibles. Mizu estaba sentada a mi lado, mostrando preocupación y queriendo ayudar a la curandera al verme en este estado tan detestable. Ésta al notar sus intenciones le dio indicaciones a seguir.

    Sentí el aroma de la crema, haciendo que me estremeciera.

    —¿Es baya zidra mezclado con baya wiki?

    —Sí, ¿por qué? —preguntó.

    —Sólo no me gusta el sabor seco —respondí.

    —Oh, no es para ingerirla.

    —Es como esas cremas que usan las personas para aliviar el dolor —respondió Mizu, indicando que me quedara quieto para sanarme.

    Eso me dejó tranquilo, o eso creo, permití que ella pudiera tomar mi brazo y esparcir la mezcla por las heridas que estaban ahí. Mi puño se apretaba de enojo al ver al otro pokémon siendo atendido por la otra gardevoir. Simplemente, fui humillado por él incluso sin usar su máximo poder.

    Fui víctima de mi propia confianza.

    ¿Me estaré oxidando luego de mucho tiempo sin luchar? ¿Tendrá algo que ver mi reciente fatiga? Debo admitir que mi salud mental ha estado afectando mi poder psíquico, pero no había querido ver ese detalle por mi orgullo.

    Miré a donde estaba el greninja. El pokémon evitaba observarme, de seguro ya estaba planeando su siguiente ataque cuando saliera de este lugar.

    Mizu luego procedió con el brazo derecho y vimos como el ambiente comenzaba a incomodarla. Algo que yo mismo pude notar.

    —Si quieres puedo seguir —dije tomando un poco del ungüento para continuar.

    —Eh... está bien —contestó.

    Ella me permitió continuar, esparciendo la medicina en mi torso, en ese lugar fue el que más sufrió daño. Sentí como mis heridas reaccionaban y empezaban a arder. El daño por la efectividad de tipo era más doloroso que el movimiento común. Tuve suerte de que interrumpieran el combate.

    Miré de reojo la pata de mi compañera, ella no podía ocultar que se estaba sintiendo incómoda por haber hecho fuerza ayudándome a caminar.

    —No debiste cargarme —dije observándola.

    La hembra pareció sobresaltarse, pensó que no me había dado cuenta, pero se equivocaba.

    —Además, se te aflojó el vendaje. —Le hice una seña para que levantara su pata—. ¿Dónde te fracturaste?

    —Cerca de una mansión.

    Ella fue quien hizo esa ráfaga entonces. Le pedí a la gardevoir un nuevo vendaje para ella, necesitaba cambiarlo. La hermana menor nos miraba con desdén, como si no quisiera que me acercara a Mizu. No iba a negar que razones no le faltaban. Su mirada fue apoyada por el del greninja, éste se levantó cuando ella terminó con él.

    Antes de irse, fijó su mirada en nosotros.

    —Lo estaré vigilando...

    Las tres se quedaron mirándome, Mizu vio como terminaba su vendaje, levantándome de igual forma para irme.

    —Me disculpo si causé problemas —le dije antes de empezar a caminar a la salida.

    —Espera —escuché la voz de la mewtwo deteniéndome—. ¿Por qué? ¿Por qué crees que mereces ese castigo?

    ¿De verdad ella estaba preguntando eso? Creo que debo recordárselo.

    —¿No sería lo más justo? Después de todo, mis manos ya están muy manchadas de sangre. Además, ya te lo dije, estoy cansado de toda esta basura.

    […]

    Mewtwo parecía decir la verdad, no sabía nada de su pasado, pero ya vi con mis propios ojos de lo que es capaz su poder. Debo reconocer que es incluso más poderoso que yo, aunque nunca me he atrevido a usar todo mi poder. Ni siquiera con Genesect.

    El pokémon al ver que no hice una pregunta más prefirió irse.

    Suspiré al sentir como se iba la tensión de mi cuerpo, aunque las dos hermanas me miraban preocupadas por mi encuentro. En especial July, lo entendía, ya que ella lo había visto antes.

    —No me simpatiza que estés cerca de él —dijo apenas se alejó de nuestra vista.

    —¿Por qué? —pregunté.

    —No lo conoces —contestó con firmeza—. Es posible que sólo te esté manipulando para que seas blanda con él antes de apuñalarte por la espalda.

    Ella en parte tenía razón. No conocía a Mewtwo, pero tampoco podía juzgarlo por tomar el camino que eligió, yo pude haber terminado de la misma forma o incluso peor. No podía evitarlo, simpatizaba mucho con los demás y sentía que debía ayudarlos. ¿Con él sería diferente?

    No lo sé...

    Recuerdo el camino a la mansión, es posible que le haga una visita mañana.



    Notas:

    1. En japonés el movimiento “Doble equipo” se llama Kage Bunshin, posiblemente se les hace conocido por el ya famoso Kage Bunshin no jutsu de naruto, en la traducción dado en naruto, es Clones de nombra, sólo una curiosidad que quería compartir xD ya que Greninja está inspirado en un ninja.

    SALIMOS DEL HIATUS COÑO!

     
    Última edición: 8 Febrero 2019
  10.  
    J.Nathan Spears

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    Bueno, al fin saliste del hiatus... e hiciste aparecer al Greninja que solía viajar con Ash. Es una buena forma de justificar el que se haya separado de Ash. Muchos pensarán que no podrá tener su efecto vínculo sin Ash cerca... pero teorizo que con ayuda de Zygarde, ahora él puede sacar todo su poder sin ayuda de su entrenador... eso o ya lo puede hacer a voluntad solo recordando el tiempo que pasó con Ash...

    Ahora entiendo por qué los hiciste aparecer en Kalos en esta ocasión :V

    Pero por lo demás, la batalla estuvo bien narrada (aunque corta... pero es entendible por cómo se sentía Mewtwo en el interior) y las reacciones de los participantes fueron bien manejadas.

    Y claro, Mizu seguramente siente que su curiosidad (total, es una "gata" xD) supera a su temor... así que le va a valer tres hectáreas de PokéVerga lo que le digan Alízar y July (¡Milagro! siempre tengo problemas para recordar el nombre de la Gardevoir mayor, pero hoy estoy más despierto >:V)

    Pueees... no sé qué más añadir. Toma tu tiempo para planear la conti ;)
     
  11.  
    la que escribe

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    Hola, tanto tiempo sin aparecer por acá. Mis tiempos, si ya antes eran complicados, ahora son inverosímiles. Como sea, no vengo a eso.

    Como hace tiempo no leía, me costó un poco entrar en materia (tuve que leer la parte final del capítulo anterior para refrescarme la memoria....
    La cosa es que, me da la sensación que el ritmo está un poco acelerado, que si bien son las visiones de Boo y Mewtwo, la aparición de gredinja la siento un poco anticlimática. De hecho, se describe que ataca a Mewtwo y que lo está hiriendo, pero no siento, como lector, el impacto de esos golpes y de esas heridas.
    Aparte de eso, que Mewtwo sepa que es Ash-gredinja de buenas a primeras... me sigue pareciendo extraño. Lo sé, dejé de ver la serie y no sé nada de la actualidad de Pokémon, por lo que espero que haya una explicación para algún lector random más desinformado que yo.


    Creo que debería haber una coma : ...ejercer su castigo sobre mí. El objeto con el cual me golpeó...

    Aquí Mewtwo, en tono más dramático, pudo haber contestado directamente y de paso presentar al nuevo personaje.

    " No es un gredinja normal" contesté adoptando una pose de ataque y sin quitarle los ojos de encima a mi adversario "He escuchado rumores sobre él...."

    Sobre lo demás, creo que está bien. Tal parece gredinja no es un peligro hiper mortal (aún). Espero que no sea el alivio cómico o algo parecido.

    Ahora que Mizu (ahora sí, ya no más Boo) sabe donde vive el jovenzuelo, podrá ir a hacerle un par de visitas. Solo espero que Ai no se meta demasiado.

    Como sea, eso por ahora. Como siempre, esta es solo mi opinión, bien ignorante en muchos aspectos.

    Bien por salir del hiatus!

    Chau!
     
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