El coronel se sentó al borde de su lecho, mirando noctámbulo a las grietas que personificaban la crisis en su pared de madera. Dejó pasar un controvertido suspiro que trajo consigo cavilaciones de su extenso letargo en la vida. Todo comenzó en el equinoccio de otoño, cuando una madre asqueada por portar el fruto del pecado en su ser, por cargar durante nueve meses el fruto de la violación cometida por su padre, finalmente obtuvo el momento de catarsis esperada al ver a su retoño en brazos del anonadado taxista que se vio en la desdicha de asistir el parto en su vehículo. Nunca fue dado en adopción, el alcohólico de su abuelo había decidido hacerse cargo de su error cuando su hija al fin cometió el suicidio que tanto había anhelado. Las primeras noches donde la situación doméstica aquejaba a aquel retirado y trastornado militar, fueron las más traumantes para el futuro coronel. En una de tantas borracheras con aguardiente, el abuelo y padre replicó la profunda responsabilidad que había tenido en la muerte de su hija y madre del pequeño, llegando un día a revelar su bastardo origen, lo cual lo llevó a ajusticiarlo con sus propias manos. Su abuela le prohibió pisar alguna vez el piso de su casa y lo despidió a las oscuras y frías calles de los suburbios, donde el servicio militar fue la única institución que reclamaba gente como él. Todas las mujeres que con él se involucraban, terminaban seducidas por cuerdas de cáñamo atadas al techo del departamento del coronel. Llegó a contar quince mujeres que se suicidaron bajo su techo debido a la influencia depresora que ejercía el militar en ellas, lo mucho que las enamoraba solo con la gracia de atraerlas hacia su deceso. Tras la quinceava muchacha, el coronel decidió rebanarse el miembro para que ninguna mujer sintiera atracción por él. Hace dos meses, en un desgraciado operativo militar, debido a la mala planificación del coronel, más de tres mil hombres habían perecido en batalla. Tuvo que sosegar a tantas viudas y tantas sabandijas que crecerían sin un padre, que a las mil quinientas viudas decidió encerrarse en su departamento. Había convivido por sesenta días solo con raciones ínfimas para un adulto de su consistencia, agua potable y su afilado sable: el que ahora sostenía del puñal. Apuntó el filo del sable al origen de todos los problemas de su mundo, aquel desgraciado corazón malherido que se daba el lujo de seguir latiendo, aun cuando causaba tanta desdicha. Terminó con todo de una vez. Post tenebras, lux.
No cabe duda que la desgracio vino persiguiendo al coronel mucho antes de que él naciera. Al final terminó sacrificándose; tanto para acabar con su miseria como para acabar con las futuras muertes que sin malicia podría generar. Un relato muy crudo y sobre todo, bien desarrollado pues narraste desde el comienzo de la vida de aquel desdichado hombre su muerte. Desde mi humilde punto de vista, el relato me gustó y me pareció muy bueno.
Hay muchas cosas que me gustan de este escrito. Creo que hace ya tiempo te habia dicho que me declaro fan tuyo x). Por ahi quizas me hubiese gustado que te explayaras mas en algunas situaciones para hacerlo mas pintoresco al personaje, pero igualmente no creo que aquello le sue demasiado a la historia, asi que es algo mas bien personal. Las emociones estan bien transmitidas y la historia se siente vivida, al punto de poder entrar en la piel del coronel, sin embargo el final me parece demasiado abrupto, considerando lo predecible que es. Un final un tanto predecible no es necesariamente un mal final, pero creo que falto cuidado para darle mas carga emocional, para sentirlo como un desenlace no solo esperable, sino necesario para la historia, sin embargo desde el momento en que mencionas el sable en la mano ya el resto se vuelve un poco innecesario. Como siempre, un agrado leerte <3 Hasta la proxima!
Es un relato muy crudo sí. Y lamentablemente es lo que puede llegar a pasar cuando tu vida está rodeada de desgracia y tragedia, porque al final desde niño eres una esponja que absorbe información, y si estás rodeado de muerte, de odio y de negligencia, eso es lo que conocerás en tu vida y te va a afectar mucho en el ámbito emocional y físico. Al ser un militar, terminó afectado mucho más a su alrededor, y me imagino que inconscientemente fue su culpa y su actitud lo que provocaba tanta muerte. Se lee como un relato despreciativo, rápido y duro para que de justo y no se anda con rodeos. Pero creo que el resto después de mencionar lo de la espada en la garganta quedaba demás. Si después de esa frase se pasara al Post Tenebris, Lux, se hubiera entendido perfectamente y hubiera sido mucho más potente al final.
Tengo que decir que lo que más me gusta es la manera tan inteligente en que has condensado una historia consderablemente compleja en un microrrelato. Sacrificas espacio y detalles para tirar de lleno una historia llena de exabruptos, con una trama sinuosa y con elementos duros de fondo que darían para análisis más hondo. De esta manera, uno como lector tiene la tarea de llenar los huecos y enriquecerla como mejor le parezca, sin que se pierda en ningún momento su hilo. También me encanta lo folclórico que es, se puede relacionar fácilmente con el entorno cultural, por lo que se siente perceptivo. Es también notable la manera en que no sólo vas preparando sino justificando el final, dándole todo un contexto al porqué de su última decisión. No se siente sobrado a pesar de que los datos del segundo párrafo parecen quedar demasiado lejos de los del tercero. Pienso que todo complementa muy bien. Igual tiene su ligero toque patético, tragicómico. Al menos yo lo percibí así. Me gusta mucho tu estilo y lo respeto. Hay algo, sin embargo, que como lector no funciona bien conmigo, y son las oraciones tan largas. Me ocurrió expresamente con la siguiente: "Todo comenzó en el equinoccio de otoño, cuando una madre asqueada por portar el fruto del pecado en su ser, por cargar durante nueve meses el fruto de la violación cometida por su padre, finalmente obtuvo el momento de catarsis esperada al ver a su retoño en brazos del anonadado taxista que se vio en la desdicha de asistir el parto en su vehículo." Lamentablemente, es demasiado. Me ahogué. Lindo relato en general, que disfruté mucho y que leí varias veces para digerirlo mejor. Saludos (: PD: Reemplaza "traumante" por "traumático", y "quinceava" por "decimoquinta".
Muchas gracias a todos por sus comentarios. Valoro inmensamente el tiempo que se toman para leer mis palabras y disfrutarlas. Claramente seguiré cada uno de vuestro consejos :D espero que el próximo relato sea más de su agrado.
Buenas tardes, señor Duraznito. Empecemos con la critica. Los detalles técnicos te los habrán explicado arriba así que vamos directamente a la historia. Esta es una típica tragedia, donde el dolor y la desgracia acompañan al personaje desde sus inicios, en este caso desde su concepción. Nos vas contando la historia del individuo y nos explicas de manera poética las desdichas que hicieron que el militar decidiera encerrarse dentro de su apartamento y finalmente acabar con todo. En pocas palabras, una vida entera en tres párrafos (cuatro contando la frase final). Ese es uno de los aspectos que para algunas personas podrían chirriare pues podrían considerarlo pesado. Ese no es mi caso pero es algo a considerar. En lo personal, a mí me ha encantado. Muchos dicen que esto es exagerado pero les puedo asegurar que en realidad si existen, existieron y existirán, personas así de desgraciadas. Saludos.
