Drama El síntoma de las mariposas.

Tema en 'Relatos' iniciado por Faedhros, 19 Mayo 2018.

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    Faedhros

    Faedhros Iniciado

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    Título:
    El síntoma de las mariposas.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    672
    «¿Dónde estoy?» , se preguntó. A su alrededor se desataba una tormenta, y la gelidez de la lluvia le aguijoneaba el rostro con feroces punzadas. Los relámpagos cegaban la vista, los truenos ensordecían los oídos. Un golpe en el pecho no habría causado mayor efecto en Rachel; en cambio aquella tormenta... «¿Dónde estoy?» , volvió a preguntarse, «¿Estoy despierta? ¿Por qué todo se desmorona?». En torno a ella, un bosque se estremecía oscilante a causa del viento, los pinos y los abedules se tambaleaban, como alcoholizados, aparentando querer desprenderse en cualquier momento. El sonido que provocaban era como chillidos desesperados, gritos de auxilio. O quizás era ella quien gritaba, solo que no había nadie que pudiera escucharla. «Nadie... », las lagrimas le lamieron las mejillas a medida que descendían. Resultaron ser más frías que la lluvia.

    De pronto, una voz se abrió paso entre el disturbio: era tenue como un susurro y, sin embargo, éste sonido tan débil y distante captó su atención. Ella se volvió.

    —Sígueme —dijo la mujer, mientras se aproximaba a Rachel con pasos lentos y precisos. No tendría más edad que ella, quizás compartían la misma. En su rostro se reflejaba una serenidad casi palpable. Cuando estuvo demasiado cerca, pudo divisar en sus ojos una luz azulada que confería a sus rasgos delicados una belleza escalofriante, y su cabello... parecía flotar, como si estuviera en las insondables aguas de un mar en calma.
    —Sígueme —repitió, y la tomó de la mano—. Tengo algo que mostrarte.
    —¿Quién eres? —preguntó, pero no recibió respuesta.
    La mujer la arrastró consigo al interior del bosque, aún tomadas de la mano. Pasaron largos minutos cruzando entre la maleza hasta que encontraron un camino labrado en piedra que ascendía a lo alto de una colina. Lo siguieron, aunque sin saber por qué.
    En el lugar donde se divisaba el final del trayecto, más allá, brillaba una luz blanquecina y cegadora a través de las ramas entretejidas de los árboles. Cuando finalmente arribaron, se dio cuenta que estaban en los lindes del bosque, y que aquella luz que había visto era el cielo. Allí de pie, la luminosidad se atenuó y a la distancia logró ver un pequeño pueblo. Debajo de ellas, las olas de un mar ensombrecido arremetían contra el risco. La piedra era oscura y húmeda, con bordes tan afilados como navajas.

    —Allí —la misteriosa joven señaló con su dedo índice al lugar donde se encontraba Oaken Bay, el pintoresco pueblo donde vivía—. Gente morirá, lo he visto.
    —¿Ésto es un sueño? —preguntó asustada.
    —Sí. ¿Acaso importa? Gente morirá y está en nosotras impedirlo. Tú y yo, Rachel.
    —¿Por qué yo? ¿Por qué debería preocuparme por sus vidas?
    —Lo entenderás después. Dame tu otra mano.
    Lo hizo, y un leve cosquilleo le recorrió la yema de los dedos. El débil fulgor de un fuego comenzó a extenderse por todo su cuerpo. Las llamas le besaron las manos, los brazos, el rostro; y de repente estaba envuelta en ellas. La ropa se le deshizo y el viento arrastró el resto como si fuera polvo. No dolía. No dolía en absoluto. De pronto ya no sentía miedo, ni tristeza o ninguna otra emoción. Y si es que la sentía, el fuego se encargaría de consumirla.

    —¿Qué es esto? —preguntó a la joven de ojos azules.
    —Estás volviendo a nacer —un cuervo se había posado en el hombro izquierdo de la mujer. El ave se diferenciaba en mucho de otros que Rachel había tenido la ocasión de ver. Éste era blanco, y en sus cuencas danzaban dos esferas escarlatas que reflejaban sabiduría—. Ahora, salta. Salta, Rachel.

    Casi al instante, Rachel acató la orden. Dio un paso hacia atrás, después otro, y otro más hasta que ya no sintió el suelo de piedra.

    Cayó. Cayó y cerró los ojos. Sintió que volaba. Se imaginó que era un cuervo albino de ojos como el fuego que lo veía todo.

    Cayó, y antes de que pudiera sumergirse, antes de que pudiera sentir el fondo y probar la muerte, se despertó. Había nacido.
     
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    Rahzel

    Rahzel Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
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    ¡Hola! Mira que lo he leído y lo he releído y me siento un poco tonta, porque no estoy segura de haber entendido bien todo el proceso de la muerte, el renacimiento y su futuro de salvadora. En todo caso, lo encontré muy ameno de leer y sin faltas, lo que da gusto porque hace agradable la lectura.

    Esperaré a si hay una continuación y me termino de aclarar <3

    ¡Un abrazo!
     
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    Faedhros

    Faedhros Iniciado

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    Agradezco tu comentario. Tal vez sí dejé un poco a la imaginación todo el contexto que se menciona en este primer capítulo. Intenté narrarlo como si se tratara de un sueño profético, como si todos los elementos y sucesos ocurridos en el sueño tuvieran un papel importante en el futuro de la protagonista. Después de que despierta y vive el día a día, comienza a reconocer los patrones, y los elementos de dicho sueño. Algo así como alguien que ha leído un libro y después ve la película basada en dicho título: se tiene la idea de lo que va a pasar, pero no cuando ni como. Tal vez sea un poco confuso, y tampoco sé si lo estoy explicando bien.

    Saludos. :omg<3:
     
    Última edición: 22 Mayo 2018
  4.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

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    Bueno, Faedhros, no sé si esta historia tenga continuación o no (yo diría que no, pero tu comentario de arriba me dejó confuso).
    En todo caso, más que un nacimiento y una profecía, me parece a todas luces una reencarnación. Intenté verlo como, digamos, una profecía que se le confiere a una persona antes de llegar a la vida, pero en este caso más me suena a que Rachel ya ha vivido y ahora es el turno de que su alma pase a ser la de un animal.
    Qué relación tenga todo esto con el hecho de que mucha gente morirá en ese pueblo, eso no lo sé y supongo que el texto está hecho para que no lo sepamos.
    Tampoco puedo adivinar con ningún elemento por qué el cuervo y la mujer esa tendrán que salvar el pueblo, sólo noté que había una conexión muy intensa entre ambos personajes y que ahora que había reencarnado en el cuervo albino (si es que entiendo bien), su destino y el de la mujer están atados.

    Para ser un cuento breve tiene demasiados cabos sueltos, y si bien hay cosas que podemos ajustar con la imaginación (cosa que me encanta hacer cuando leo textos breves y misteriosos), me quedan bastantes piezas del rompecabezas que no se conectan con nada aparentemente. Podría entender que el bosque con la lluvia es una especie de limbo... que Rachel ha muerto de manera repentina... incluso que la mujer sea algún ángel redentor. Pero el resto de los elementos me superan bastante.

    En fin, sea como sea, fue un ejercicio interesante intentar trazar el resto de la historia en la mente. Saludos.
     
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  1. Melody cleary
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