Long-fic de Naruto - Ocaso y renacimiento Capitulo 1

Prologo​

El día llegaba a su fin en la Villa oculta de la Hoja. La mayor parte de sus habitantes se preparaban para cenar y terminar su día. En el hospital terminaban el turno de tarde para ser suplidos por aquellos que empezaban el turno de noche, todos salvo una pelirosa que miraba su ordenador con preocupación y con las lagrimas en los ojos -No, maldita sea... no puede ser verdad... -pero lamentablemente lo era, el resultado era concluyente. Se inclinó en la silla y miro a techo para después suspirar, negar con la cabeza e imprimir el informe.

Sakura lo guardo en su cartera y vio el reloj, las 21:36, ya era hora de volver a casa, por ello se levantó de su escritorio y dejo su bata en un armario que tenia para ello. El camino a casa era corto pero lo paso meditando en los informes que acababa de imprimir. “que injusto es eso” pensaba la pelirosa “dar tu vida a alguien y que se te trunque de esta manera”. Sus pensamientos la perdieron tanto que cuando se dio cuenta ya estaba en casa.

-Ya estoy aquí – saludo a su hija algo desganada. Sarada la miro, pues comenzaba a preparar la cena ya que su madre se retrasaba -Hola mamá ¿que te pasa?- la chica era perspicaz y su madre solía ser animada y positiva a veces hasta lo absurdo. Sakura simplemente negó -nada, simplemente he tenido un día duro en el trabajo, no te preocupes -La pelinegra asintió y no dijo nada mas sobre el tema, aunque algo no le olía bien.

La noche pasó y Sakura apenas había dormido nada, por lo que se levantó temprano y fue al hospital, aunque ella tenia el turno de tarde esa semana, tenía un objetivo en mente. Toco la puerta de uno de los despachos médicos -Adelante- se escucho al otro lado por lo que entró -Lady Tsunade con permiso quiero enseñaros esto – abrió su carpeta y dejo una docena de informes sobre la mesa, lo cual la ex hokage cogió y empezó a leer mientras ponía mala cara -¿esto es seguro?- pregunto la rubia -Si, hice mas de diez pruebas, no hay duda- Tsunade dejo los informes sobre la mesa -Esto lo va a destrozar, pero no queda mas remedio, hay que informar a Naruto y a su esposa Hinata... que ella tiene cáncer- los ojos de ambas se habían humedecido.

 

Capitulo 1
El mundo no es justo.

Todos los personajes de Naruto pertenecen a su autor original.


Una nueva mañana llegaba a la Hoja y la señora Uzumaki se preparaba para ir a una revisión medica. En un principio le extrañó ya que había ido hacía unos días pues cada vez se sentía mas fatigada, de manera que estaba segura de que ya sabían lo que era y en su interior albergaba la esperanza de que estuviese embarazada de nuevo, darle un nuevo hijo al clan, a su marido y un hermano a sus dos amores era algo que la embriagaba de ilusión.

Un clon del Septimo Hokage llego a la casa para acompañar a su esposa a ir al medico, ella le sonrío y ambos hablaron animadamente, mientras iban al hospital de la hoja. Hinata no dijo nada de su posible embarazo, esperaba que lo descubriesen juntos, pues no podía ser otra cosa, a fin de cuentas con Himawari también se había sentido bastante cansada.

El clon del Hokage y Hinata llegaron al hospital y fueron a la consulta, dentro de la misma estaban Sakura, Tsunade y Shizune, las tres tenían mala cara e Hinata supo en ese momento que esta visita no se debí a un posible embarazo.


-Hola abuela- saludo el clon de Naruto con su típica Sonrisa, sin embargo Tsunade ni siquiera respondió a la pulla, lo que le hizo temer a Hinata que el asunto era serio.


-Veras Hinata... Naruto os hemos convocado aquí... por que -A Tsunade las palabras le costaban salir – Hemos descubierto a raíz de unas pruebas – la rubia se mordió el labio inferior.


-¿Que ocurre Tsunade? -pregunto el clon de Naruto algo alarmado, pues el rubio sabía que había muy pocas cosas que hiciesen que se le atragantaran las palabras -responde.


-Naruto- dijo Sakura, no como una de sus típicos reproches, si no con algo que parecía lastima.


-¿Que es? ¿por que no me lo decís?- preguntaba cada vez un Hokage mas nervioso


-Hinata tiene cáncer- dijo Tsunade casi en un susurro que hizo que en la habitación reinase el silencio, hasta que el propio Naruto rompió


-¿Como? - No se lo creía, simplemente eso era totalmente absurdo, no le podían quitar la mujer que amaba, no, no - ¿como que cáncer? No, no, -se echó las manos a la cabeza hasta que unas manos cálidas tomaron su manga.


-Naruto kun – dijo Hinata con una sonrisa -Quiero... que deshagas este clon y que vengas tu... pero quiero que esperes al otro lado de la puesta hasta que te diga de entrar o salga¿de acuerdo?- Naruto hizo una mueca pero al final asintió y el clon desapareció.


Hinata miro a las tres presentes sonrío e hizo una reverencia -gracias por informarme con tanta premura ¿cuanto tiempo me queda?


Las tres se miraron y finalmente Sakura tomo la palabra -Ocho meses, aproximadamente, con tratamiento podrían llegar a los diez- La pelirosa dijo las palabras casi de carrerilla, no podía creerse que tuviese que decírselas a alguien tan cercano.


-¿Como de agresivo es el tratamiento?- pregunto nuevamente la señor Uzumaki


Esta vez fue Shizune quien hablo -Tienes un cáncer muy agresivo, por ende el tratamiento sería bastante agresivo.


-¿Que efectos secundarios tendrías, mas allá de los físicos?- Hinata volvió a preguntar cada vez mas desanimada pero tenia que reponerse, debía estar a la altura.


Esta vez iba a responder Tsunade cuando unos golpes sonaron en la puerta, señal de que Naruto ya había llegado.

[…]​

El Rubio estaba como un gato encerrado yendo de un lugar a otro por el pasillo del hospital, mil ideas recorran su mente, desde Orochimari hasta buscar algún artefacto de Akatsuki que le sirviese para darle la vuelta a la situación, e incluso ordenar al AMBU que partiese en todas direcciones en busca de algo... aunque sabía que en el fondo solo fantaseaba, pues por mucho que le doliese, posiblemente no había nada que pudiese hacer contra eso, no si la abuela, Sakura y Shizune le abrían dado algun tipo de opción.


El séptimo Hokage fue sacado de sus pensamientos cuando la puerta se abría y de esta salia Hinata, la cual se agarro a su brazo.


-Vamos Naruto kun – le dijo su esposa y camino a su lado, mientras Sakura y Shizune le miraban con cara triste.


-¿Que te dijeron?- pregunto Naruto, preocupado.


-Me quedan ocho meses- dijo Hinata sin mas apretándose contra el brazo de su esposo


-¿Y no hay nada que se pueda hacer?- preguntó el rubio con desespero


-Si, pero no lo quiero... harían que esos ocho meses fuesen una agonía, para mi y para vosotros, dándome apenas unos meses mas -Hinata se obligaba a mantenerse fuerte, quería llorar, pero no podía.


-Pero... -Naruto decidió callar, se limpio sus lagrimas y miro a Hinata- ¿Que puedo hacer por ti?


-Me gustaría hacer un viaje, un viaje con Boruto, Himawari y contigo, ver el País de las Olas, o el País del Arrozal, ya que solo lo vi cuando hacíamos misiones, pero nunca pude verlo con tranquilidad.


Naruto simplemente asintió.