Era una noche oscura y tormentosa, yo me dirigía de vuelta a mi casa en mi coche después de una fiesta, sabía que había bebido un poco demás por lo que, para evitar pasar por un control de alcoholemia fui por una carretera secundaria, esa carretera era algo famosa por la niebla que se acumulaba a medianoche, por lo que era algo peligrosa, pero con tal de evitar una multa y la posible retirada de mi carnet y vehículo valía la pena arriesgarse ¿No? Al fin y al cabo tenía una gran habilidad para conducir y por un par de copas no me iba a pasar nada. Eso penaba yo. A medida que avanzaba por esa carretera la niebla se hacía cada vez más densa y la lluvia que caía no ayudaba para nada, un par de veces tuve que controlar el coche para evitar perder el control del vehículo, la carretera era prácticamente inconducible, varias veces pensé en dar la vuelta o echarme a un lado y llamar a algún amigo para que me echara una mano con esto, pero decidí seguir, total estaba a unos diez kilómetros de casa. Mientras continuaba por el recorrido visualicé una especie de silueta a un lado de la carretera, no apreciaba bien quien era por culpa de la lluvia y la niebla a pesar de que llevaba puestos los faros antiniebla, hasta que estuve a un par de metros de la figura. Reduje mi velocidad y vi que era una hermosa mujer de cabello plateado con una blusa blanca de seda y un vestido largo del mismo color, estaba empapada por la lluvia, así que la pregunté. —Hola ¿Qué haces por esta zona en esta noche? — Ella me respondió. —Mi coche se ha averiado, la grúa no vendrá hasta mañana y me he puesto a caminar en busca de algún conductor. ¿Podría llevarme? mi casa no esta lejos de aquí. — Su voz era bastante suave y dulce, aunque algo me decía que era mala idea, pero yo siempre he sido un bonachón y tampoco podía permitir que esa joven anduviera por esa carretera a esas horas, podía enfermar o incluso la podían atropellar, así que acepté que entrara al coche. Ella abrió la puerta trasera y entró dándome las gracias por el favor. Al entrar sentí como si el ambiente dentro del coche se volviera helado, sentí varios escalofríos pese a que tuviera la calefacción a veintitrés grados, no le dí ninguna importancia, supuse que sería por el contraste con la temperatura exterior, así que arranqué y seguí por ese camino para llevar a esa joven. El ambiente era algo tenso porque ninguno hablaba, solo se escuchaba el sonido del motor, las gotas de agua que caían y el sonido de las ruedas sobre el encharcado asfalto, por lo que me dispuse a empezar una pequeña conversación para romper el hielo. —Y bueno ¿Cuál es tu nombre si no te molesta decírmelo? — Traté de sonar lo más educado posible mientras veía a la chica sentada tras de mí por el espejo retrovisor. Ella respondió con un semblante algo tímido y tierno. —Me llamo Claudia. — Si digo la verdad me encantaba oír esa dulce voz, era cautivadora y yo volví a preguntar. —¿Cuánto falta para llegar a tu casa? — Pasaron un par de segundos antes de que me respondiera. —Está ahí, al pasar esa curva. — Respondió señalándome con su dedo una curva muy cerrada que era bastante conocida por haber causado varios accidentes mortales, la verdad me sorprendió el comentario, tras esa curva solo había más carretera, además si dijo que su coche se había averiado ¿Por qué no nos lo encontramos? No era posible que se hubiera alejado tanto y más con esta lluvia y esta niebla, hasta que hizo un comentario que me heló la sangre y no he olvidado hasta el día de hoy. —Pero tenga cuidado, porque en esa curva fue donde morí. — La sangre se me heló al instante y su tono de dulce y tierno pasó a ser serio y tétrico y mientras me acercaba a la curva mi vista se iba poco a poco hacia el espejo retrovisor deseando ver de nuevo a la joven y que todo fuera una broma, pero al mirar no vi a nadie sentado en mi asiento, cosa que provocó que soltara el volante por unos instantes y al reaccionar pegué un volantazo para evitar el barranco, pero lo último que recuerdo es escuchar un fuerte golpe. Desperté en una camilla de hospital mientras mi mujer me veía con preocupación, al no haber sabido nada de mí llamó a mis amigos y cuando supo que tome esa carretera llamó a las autoridades para que investigaran la zona, fue allí donde me encontraron desmayado con mi coche estampado contra la pared que había al otro lado de la carretera, me llevaron de urgencia al hospital done trataron mis heridas, por suerte no fue muy grave, pero mi coche quedó siniestro total. Cuando la policía me interrogó sobre lo que había pasado, porque también me hicieron un test de alcoholemia dando ligeramente positivo, yo les conté todo sobre la chica y el momento en que desapareció, evidentemente no me creyeron y me cayó una multa de quinientos euros y seis puntos del carnet, tampoco me creyeron ni mi esposa ni mis amigos, todos pensaron que fue cosa del alcohol, además el asiento en el que se sentó la joven estaba seco cuando me encontraron, cosa que no era posible de haber estado sentada ahí por lo que conté, pero yo sé que todo eso fue real, hasta el día de hoy juró que fue real lo que vi, además que supe que a otros conductores en noches parecidas a la mía les pasó lo mismo. Ahora desde ese día no me atrevo a toma esa carretera de nuevo, ni siquiera de día. Tengo miedo de que la chica que vi aquel día vuelva a aparecer buscando llevarme a mí en un accidente.
No está mal. Algo duro, con un tono muy impersonal que le da un carácter anecdótico muy adecuado. Si acaso unos pocos errores de tipeo que desaparecen a la primera revisión, pero en general es un relato agradable de leer.
Pues sí, es una de esas leyendas que al escribir sobre la misma te da la opción de contar una historia y si es en primera persona en mi opinión queda mejor contando la anécdota que vivió la persona
Creo que habia escuchado alguna vez algo parecido, pero no de esta manera. En lo particular me gustó y la narrativa dentro de todo, es entretenida y te mantiene en vilo a lo largo de la historia. Espero que te pases más seguido por aquí :3 ¡Saludos!
Creo que hasta hay películas con el tema de aparecidos que murieron en la carretera, y buscan llevarse a la tumba a cualquier ingenuo que se deje convencer... buena narración, con sus momentos de intensidad y suspense que definitivamente te envuelve en el ambiente. Lástima lo de la multa, pero para que se le quite lo coscolino ofrecido y borracho... ☺. Saludos, gracias por tomarte el tiempo de escribir leyendas
Gracias por el comentario y tenlo por seguro porque me gusta mucho escribir de esto, en verano trataré de escribir varios trabajos sobre temas de mitos y leyendas Bueno, él sabía que había bebido un poco de más como en cualquier fiesta, también he tratado de reflejar la ironía del conductor que por librarse de una multa fue por otra carretera para evitar el control y al final se llevó la sanción, se quedó sin coche y un trauma de por vida