Long-fic de Pokémon - El Culto al Placer. Hasta pronto y gracias por los reviews.

Tema en 'Hall de la fama' iniciado por Edmund Daltonic, 23 Abril 2016.

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  1.  
    Dr Kaos

    Dr Kaos Guest

    al fin pude comentar.

    Debo decir que me gusto bastante como se sucedieron la seguidilla de eventos durante los anteriores caps, partiendo con la victoria de ash ( XD ok, yo apostaba por algun tipo de "derrota" para el inmortal...) con algo de ayuda claro... pero al menos el hizo su parte.

    XD por lo menos el entrenamiento si le sirvió (una forma interesante el shuriken de agua), ademas fue gracioso como comparo a los del culto con adictos (les quedo como anillo al dedo...)


    me entristeció la escena de Adelie intentando buscarse a sí misma o, más bien a su viejo yo... (y me dieron mas ganas por ver la continuacion del spin off) mas tras la aparición de philip... (a ver qué tramara ahora...)

    pasando ya al ataque frontal por parte de los equipos de Clint y Aria...

    concuerdo con nathan, fue realmente una delicia poder ver al fin a palermo contra las cuerdas, mas aun por la soberbia que mostro al estar segura que se saldría con la suya.... realmente goce verla derrotada y humillada (ya era hora)

    y al fin se pudo ver a la meloetta del culto en acción... arruinándoles la victoria a nuestros héroes... (y salvando a la bruja de la tortura mental? ).... si queda mecho... espero saber más de ella en los siguientes caps (sobre todo su vinculo con la diformidad...)

    en fin fue una buena ante sala para presentarnos el pasado de clint (o mejor dicho ordenar las piezas de su rompe cabezas...)

    aun que mas me preocupa todo aquel fenómeno que sufrió durante su ataque de ira...

    espero con ancias el siguiente.
    saludos!

    p.d: me intriga que digas que falte tan poco para el final.... mas como piensas atar todos en poco tiempo.
     
  2.  
    Edmund Daltonic

    Edmund Daltonic J

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    El Culto al Placer. Hasta pronto y gracias por los reviews.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    49
     
    Palabras:
    4347
    ¡¡COFF, COFF, COFF!!

    Este tema tiene más polvo acumulado que mis estantes. ¡Cielos, casi dos meses sin actualizar! Ahora si me pasé de holgazán, aunque en realidad fueron varios factores que me impidieron continuar, junto con el bloqueo más largo que he sufrido hasta el momento.
    Eso, sin contar los reviews que les debo a mis compas, ¡uff! Vámonos poniendo al corriente. Lo bueno es que ya es fin de cursos.

    Disfrutar el sufrimiento ajeno es propio de los seguidores del Príncipe Oscuro. ¿Ya anda por malos pasos, mi buen?

    Aún es algo ambiguo, pero retomará importancia en el futuro.

    Y lo que le falta por crecer en la historia. Ya verás.

    Si, pero lo mío ya fue desidia y flojera.


    Y yo al fin pude actualizar.

    Vaya que esa continuación se ha tardado (junto con... prácticamente todo lo demás). Pero habrá una última parte antes del fin de esta historia.

    ¿También andas por los mismos malos pasos que el buen Nathan?

    Precisamente el tema principal de este capítulo.

    Tendré que ser un magazo en ese aspecto. Ya verán cuando suceda.

    Y en fin, aquí está el bendito capítulo...


    CAPÍTULO 36. Sueños desgarrados.

    Parecía otra celebración como las anteriores desde que llegamos a ese refugio. Sin excusas ni demoras, debíamos estar en punto de las siete de la noche, completamente aseados y correctamente vestidos para asumir nuestros puestos en los distintos servicios de la enorme y ruidosa cocina. No importaba la edad de cada uno de nosotros, todos debíamos trabajar; incluso los más pequeños que recibían las tareas más simples y que no afectaran su ya de por si deteriorado desarrollo. Esa noche, sin embargo, se les había retirado del servicio para ser parte de un evento especial donde serían los invitados de honor.

    – El champagne debió haber salido hace cinco minutos – Exclamó un joven de tez blanca y complexión ligeramente más robusta que el resto de los refugiados debido, en parte, a ser uno de los primeros en formar parte del grupo. Además de que, por su minuciosa atención a los detalles, se le había asignado un puesto como ayudante del supervisor – ¿En dónde rayos está Sayid?

    Éramos diez cuando llegué, aunque algunos ya llevaban casi un año ahí. En el lapso de tres meses llegó el resto, a veces en parejas o solos. De cualquier forma, los más grandes se encargaban de recibir afectuosamente a los nuevos refugiados, muchos de ellos atormentados y aterrados ante la incredulidad de una nueva vida sin miedo. Un noble gesto cuyo efecto vivificante representaba la mejor medicina que pudiese existir.

    – La naturaleza llamó por él, Eddie. Pero ya lo tengo listo – Respondió su amiga, una chica tan delgada y larguirucha cuya complexión se asemejaba al tallo de un Bellsprout. No obstante, y gracias al régimen alimenticio al que fue sometida desde su llegada hacía apenas tres semanas, aquella ramita a punto de marchitarse recuperaba su vitalidad poco a poco para dar paso a la bella flor que brotaría vivazmente en el futuro.

    – Gracias, Annie – Respondió Eddie al mismo tiempo que examinaba la bandeja de plata para examinar que las copas estaban alineadas en el orden correcto – Vamos recuperando nuestras fuerzas, ¿no es así? – Le dirigió una sonrisa que ella recibió ocultando su colorado rostro, acentuado por la piel pálida propia de las regiones heladas del norte.

    De no ser por la ajetreada noche de una festividad importante, aquellos jóvenes bien podrían haber pasado un largo rato cruzando sus miradas afectivas y reforzando los lazos emocionales que habían formado desde la primera vez que se conocieron. Un comportamiento que reprochaban con severidad los encargados si se daban cuenta de ello. Es por eso que, cuando los sentimientos se anteponían al deber y perjudicaban el bienestar de los demás, la “hermana mayor” siempre acudía al rescate.

    – ¿Cuántas veces tengo que decírselos, corazones? – Interrumpió una chica escabulléndose por en medio de sus dos amigos mientras sostenía una bandeja de plata con los bocadillos que estaban a punto de salir – El Clauncher va alineado de cuatro en cuatro a lo largo de la charola – Dijo mientras acomodaba delicadamente los aperitivos de acuerdo a sus instrucciones, evitando así que el supervisor del evento se acercara a ellos para reprenderlos. Eddie y Annie se dieron cuenta de inmediato del regaño que estuvieron a punto de recibir y retomaron sus deberes, agradeciendo por debajo su oportuna intervención. La chica de tez morena y largo cabello castaño respondió con una sonrisa al mismo tiempo que otro de sus amigos alargaba el brazo para arrebatarle un bocadillo, aprovechando que ni ella ni el encargado estaban mirando – ¡Al, deja de comer y apresúrate con esas copas!

    Abigail… la “hermana mayor”.

    Ella… cuidaba de todos gracias a su instinto maternal innato que siempre nos hacía sentir la calidez y protección de una familia. Al contrario del resto de nosotros, ella había tenido la dicha de experimentar el calor familiar en su infancia, hasta que la aldea en la que vivía fue arrasada por un poderoso huracán que cobró la vida de sus padres. Siempre me pregunté qué la motivaba a dar la cara por ella y el resto de sus “hermanos” adoptivos a los que nunca dejaba desamparados. Sin mencionar que ella le hizo una muy grata modificación al nombre que portaba con desagrado… Al siempre sonó mejor.

    Con un rápido movimiento, y aun masticando el manjar que acababa de robar, Al continuó su tarea como si nada hubiese sucedido. Pero la mirada de divertido enfado de Abigail lo haría confesar al mismo tiempo de salirse con la suya – Sería irresponsable de nuestra parte que esto saliera de la cocina sin antes comprobar su buen sabor, ¿no creen?

    Abigail se limitó a sonreír y menear su cabeza de un lado a otro. Llevó la charola de regreso al área de servicio para reemplazar el bocadillo que Al había devorado, pero tan pronto como había dado media vuelta, fue asaltada por la misma imagen de la inocencia y ternura que sólo la más joven de ellos podía infligir en ellos.

    Y luego estaba ella…

    – ¡Al, Abi! ¡Aquí están! – Exclamó una pequeña de unos ocho años de edad al mismo tiempo que levantaba su brazo izquierdo para saludar y hacerse notar entre los mayores y el mobiliario más alto que ella. Aquellos que no estaban muy ocupados se acercaron para responder el saludo y admirar el gran trabajo textil que exacerbaba la imagen inocente de Sarah, quien exhibía dando giros con alegría – ¿Qué tal? ¿Les gusta?

    Sarah… era la niña más dulce que jamás había conocido. Desde que puse un pie en el dormitorio donde no deseaba ni dirigir la mirada a nadie, ella me recibió con la primera cándida sonrisa de bienvenida que nunca antes había recibido. Por meses me pregunté el porqué de esa expresión hacia un extraño e indiferente individuo que ni siquiera le devolvió el gesto... no sé, creo que… ella sabía que yo lo necesitaba.

    – ¡Wow! Ellos no escatiman cuando se trata de dar una buena impresión – Alabó Abigail dando palmaditas y tapándose la boca de inmediato para no enfurecer todavía más al encargado, quien ya daba muestras de enfado al ver la interrupción del servicio por una nimiedad… pero ni siquiera él tenía la voluntad para resistir los encantos de esa niña.

    – Nada mal el atuendo de ricachona … es broma. ¿Cómo rayos logras para verte mucho más adorable? – Añadió un desocupado Sayid después de tomarse a propósito unos minutos extra en el sanitario.

    Los ahí reunidos compartieron el momento con una risa colectiva. No podían negar que la intervención de Sarah los había tomado por sorpresa, más a sabiendas de que el propósito de la fiesta era que los donantes de la fundación convivieran con los más chicos, tal como había sucedido con los mayores en la semana anterior, por lo que estaban convencidos de que Sarah se había escabullido con la sola intención de saludarlos.

    – Sólo quería que lo vieran antes que nadie – Confesó Sarah ahora dirigiéndose hacia Al. En sus penetrantes y encantadores ojos carmín no cabía la emoción que sentía no por la celebración llevada a cabo en honor de ella y el resto de los menores a quienes había dejado en el salón principal por un momento, sino por lo que iba a suceder una vez terminado el festejo – Además, nos prometieron tener el salón principal para nosotros tal como la otra vez. ¡No puedo esperar!

    – Más les vale recordar bien los pasos que les he estado enseñando, corazones. Pues planeo bailar con todos ustedes y no quiero dedos machucados esta vez, ¿entendido? – Bromeó Abigail junto con otra risa colectiva de sus hermanos adoptivos al recordar las numerosas lecciones de baile a los que ella los había convencido de tomar. Un método bastante efectivo para compartir un poco de la cultura de su carismático y pintoresco país, además de una excelente forma de romper el hielo con los chicos y chicas aún demasiado inseguros como para fraternizar con los demás – Bueno, querida Sarah. Me encantaría que continuaras alegrándonos nuestra jornada, pero el evento está a nada de comenzar. No te desesperes, pues en un par de horas todos podremos aprovechar el lugar para la verdadera fiesta.

    Sarah asintió, aún más emocionada y risueña que hacía apenas unos minutos. Dio media vuelta para tomar el camino de regreso hacia el salón principal hasta llegar justo en la intersección que conectaba el pasillo y la cocina, donde la vista no podía permitir ver más allá. Se detuvo por un momento para hacer un último ademán despidiéndose de sus hermanos mayores con su brazo izquierdo estirado, junto con una tierna sonrisa que dirigía especialmente a la persona por la que más sentía afecto y quien, después de recibirla con una sonrisa solemne y sincera, retomó su puesto de servicio mientras congelaba ese breve y momento en su memoria.

    El último gesto que Almagor y el resto recibirían de ella.

    El resto de los chicos siguieron su ejemplo. Sin embargo, Abigail no podía desperdiciar la oportunidad de hablar sobre aquel tierno momento que evidenciaba una enorme mejoría en el comportamiento de aquel chico que por poco y golpeaba debido a su comportamiento agresivo y poco sociable en los primeros meses de conocerlo.

    – El progreso de esa risa va bastante bien. Me agrada. – Dijo mientras preparaba otra charola plateada que necesitaban con urgencia – Mucho mejor que esa mirada de Houndoom rabioso que usaste las primeras semanas desde tu llegada, Al.

    – Es todo gracias a ustedes – Respondió Al. Quizá no poseía tantas virtudes como el resto de sus compañeros, pero podía compensarlo con la sublime sinceridad de sus cortas respuestas y frases. Un encanto natural del que apenas estaba explorando, y que lograba tocar el corazón de las que lo rodeaban.

    Teníamos… bueno, ellos tenían sueños y metas que anhelaban alcanzar una vez liberados del sistema. Abi, por supuesto, ya poseía un plan ambicioso con el que pretendía darnos seguridad económica y una oportunidad de perseguir nuestros propios sueños sin olvidar los lazos fraternales de hermandad que habíamos desarrollado en ese tiempo. Una idea que se le había ocurrido desde aquella vez en que vimos la final de la conferencia plateada en el pequeño televisor que los chefs habían metido de contrabando para no perderse ni un segundo de una batalla de proporciones épicas.

    Una hora después, el huracán provocado por la estricta y ajetreada rutina que se acostumbraba en la cocina, había concluido; al menos hasta la hora del postre, pero para entonces el servicio sería tan tranquilo, que los jóvenes ya podían relajarse y pedir su bien merecido descanso en el pequeño cuarto asignado para ellos... junto con una botella de champagne que Al había logrado pasar de contrabando sin ser notado por alguien de la cocina. Un breve descanso antes de la montaña de platos y utensilios que se encargarían de lavar antes de la tan esperada celebración con el resto de sus hermanos.

    – Un año… – Susurró Abi tras darle un breve sorbo a la botella y retomar la cuenta regresiva antes de poder dejar la fundación y cumplir el sueño que había dirigido todos sus pensamientos desde hacía tanto – Ya verán, hermanitos. Una vez que me convierta en campeona de Kanto, nunca faltarán estos banquetes en la mesa de nuestro propio hogar.

    – Que cocinaré yo, por supuesto – Agregó Eddie, honrando su palabra de nunca más permitir que el hambre se llevara a alguien querido.

    – Y en la casa que yo construiré – Dijo Sayid, enfatizando su sueño de construir un hogar que resistiera cualquier embiste de la naturaleza, como aquel que azotó y destruyó el pequeño pueblo donde vivía.

    – ¿Qué me dices tú, Al? – Preguntó Annie con una voz baja, interesada en su compañero que había permanecido muy callado.

    Fue extraño… para ser alguien que jamás poseyó algo propio, y ante un mundo lleno de posibilidades, no ambicionaba demasiado. No después de vivir más de diez años en una tierra donde lo único que puedes conservar son las cicatrices de la lucha diaria. En esa época muchas ideas cruzaron por mi mente sobre lo que haría una vez dejada la fundación. Lo único que deseaba era permanecer junto a ellos y salvaguardar sus sueños a toda costa. Hice un juramento de que haría todo lo posible para que algún día se hicieran realidad.

    Esa misma noche, les fallaría a todos…

    ¡Al!

    La primera vez que lo escuché fue como si se tratara de un leve susurro que hacía eco en mi mente. No obstante, su angustiado tono lleno de terror me sobrecogió de inmediato.

    – ¿Uh? – Exclamó Al sobresaltándose un poco. La desaparición de su expresión solemne en cuestión de un instante confundió a sus compañeros.

    – ¿Estás en el mismo canal o sigues divagando en tu universo personal? – Bromeó Abigail nuevamente en un intento de recuperar la atmósfera de hacía un instante.

    Al meneó la cabeza. Quizá era el cansancio o alguna de las autosugestiones que aún se aferraban a su psique en proceso de rehabilitación – N-No, no es así. Creí escuchar algo, pero…

    ¡Al!

    La segunda vez fue más intenso y sonoro. Mis músculos se tensaron y por primera vez desde mi escape de Valkia, mi mente se puso en alerta máxima ante el inminente peligro que anunciaba aquel grito de desesperación… más bien, una llamada de auxilio.

    – ¿Lo escucharon? – Preguntó Al abandonando de un brinco su lugar sin importarle la botella que había derramado en su abrupto movimiento.

    – Oye, ¿estás bien, Al? – Preguntó Eddie ahora tan consternado y confundido como él.

    – ¿Qué cosa? – Agregó Annie con una mezcla de suma curiosidad y ligero temor ante un comportamiento que aún no había presenciado.

    – Un grito de ayuda – Respondió – ¿En serio no escucharon?

    Abigail y el resto intercambiaron sus miradas – ¿Cómo podrías distinguirlo a esta distancia? Además del millón de aparatos en la cocina que hacen prácticamente imposible escuchar algo.

    No quise admitirlo al principio, pero desde el primer grito pude descubrir quién era la poseedora de tan espantoso y descorazonado grito de ayuda. El sólo pensarlo me aterraba y desgarraba por dentro. Necesitaba estar dentro de mis cabales, analizando la situación y actuar de inmediato si alguien nos ponía en peligro.

    – Creo que me llamaba… creo que… – Tragó saliva después de los constantes jadeos que habían secado su garganta – era Sarah.

    Abigail lo miró con suma preocupación. A pesar de conocerlo desde su llegada, aquella mirada representaba una faceta que jamás había visto antes. Sin embargo, la idea de que Sarah lo hubiese contactado por algún medio desconocido se le hacía descabellada; no sin algún Pokémon psíquico de por medio… además de que ella y el resto de los más jóvenes corrieran peligro entre las personas que los habían rescatado, sólo apoyaban su hipótesis de que Al simplemente estaba demasiado cansado, y algún episodio de su vida anterior estaba haciéndolo pasar por un mal rato.

    – Vamos, Al… – lo animó dándole una palmadita en la espalda – Apenas si has bebido de esta botella. Ven, relájate un poco en estos cinco minutos de descanso que todavía nos quedan y yo prometo que…

    ¡¡¡AYÚDENOS POR FAVOR!!!

    El desesperado sollozo fue acompañado de un macabro escalofrío que recorrió la espalda de todos ellos. Sus blancas miradas y el completo silencio que se compartía en el cuarto fue la confirmación de que esta vez no fue solo Al el que había escuchado el grito.

    – Ok… eso en definitiva lo escuché… – Dijo Eddie después de un par de segundos.

    Con una simple mirada de apenas un instante, Al y Abigail supieron lo que debían hacer. Abrieron la puerta de golpe y, junto con sus amigos que los seguían por detrás, se abrieron paso para cruzar el pasillo que los llevaría al elevador principal.

    – ¡Vamos, chicos! ¡Nuestros hermanos nos necesitan!

    Ignorando a los encargados que fueron tras nosotros al percatarse de nuestro escape y, sin mirar atrás, corrimos con todas nuestras fuerzas, como si aprovecháramos cada gramo de adrenalina que nuestros cuerpos necesitaban para llegar a nuestro objetivo. Incluso Annie hacía un esfuerzo titánico por mantener el paso a pesar de la debilidad de sus extremidades. Conscientes de que con cada segundo que pasaba, disminuían las oportunidades de salvar a nuestros hermanos de lo que sea que les estuvieran haciendo.

    Llegaron finalmente a la puerta que daba al salón principal donde aquella sádica celebración se estaba llevando a cabo. Al forzar los picaportes de aquella barrera, se dieron cuenta de que había sido cerrada desde dentro. Forcejearon y golpearon la puerta numerosas veces con la esperanza de que alguno de los prisioneros escuchara el llamado y fuera capaz de abrir; extrañamente, no lograban escuchar sonido o melodía alguna de su interior.

    – ¡Empujemos todos a la cuenta de tres! – Exclamó Abigail, colocándose lateralmente para concentrar todo su peso y fuerza en un mismo punto – ¡Uno...! ¡Dos…! ¡TRES!

    El impacto de todos ellos fue suficiente para sacudirla, pero no para romper el poderoso picaporte. Sus miradas de angustia se exacerbaron cuando. para su mala fortuna, varios de los encargados, mozos e incluso cocineros estaban a nada de atraparlos y evitar que rescataran a sus hermanos. A más de uno se le cruzó la idea de explicarles lo que sucedía y pedirles ayuda, pero al considerar el escenario de que todo lo que habían creído de la fundación bien podría tratarse de un vil engaño, Eddie decidió encarar a sus perseguidores y así ganar valiosos segundos para efectuar el rescate.

    – ¡De nuevo! ¡Uno…! ¡Dos…!

    – ¡¡¡TRES!!! – Gritaron todos al unísono al mismo tiempo que el picaporte cedía no por sus fuerzas acumuladas, sino por voluntad del circo del horror que acababa de darles la bienvenida a tan vigorosos e imprudentes víctimas.

    Una sinfonía de muerte… una onda de energía que te golpeaba directamente el rostro y te arrebataba toda tu vitalidad en un santiamén. La cabeza me daba vueltas mientras la bizarra orquesta jugaba con mi mente. Quise dar media vuelta para comprobar que Abigail y los otros seguían conmigo, pero lo único que pude distinguir fueron figuras borrosas de las que ni siquiera podía confirmar si eran humanas u otra cosa.

    …Por favor… ya no más.

    Sin rumbo ni dirección, apenas consciente de mí mismo y con torpe andar, me enfoqué en buscar a mis amigos y salir de ahí tan pronto como fuese posible. Increíblemente, nadie parecía haberse percatado de mi presencia o simplemente todos estaban tan perdidos como yo. A veces chocaba con otros cuerpos o sentía que se aferraban a mis extremidades como si tratasen de llevarme a su orgía de perdición.

    ¡Ayúdenme, por favor!

    El tiempo dejó de tener sentido. Si estuve en aquel lugar dos segundos o dos días, no era capaz de discernirlo. Sólo podía escuchar aquella sinfonía que ahora tenía el descaro de tomar control de mi voluntad y reducirme, quizás, a un esclavo de su poder.

    Esos bastardos destruían sin piedad a mi familia… y lo estaban disfrutando.

    ¡Al!

    No podía permitir que terminara así: vencido, idiotizado y sin haber hecho algo. Tomé la última gota de mi voluntad y enfoqué mis pensamientos en la única emoción que en esos momentos parecía protegerme del efecto de la melodía. La ira se convirtió en mi escudo y mi espada; mi cuerpo recobraba poco a poco los sentidos hasta vislumbrar una imagen más clara de lo que estaba sucediendo y abrirme paso de entre una multitud que entorpecía mi avance.

    Aun con una visibilidad no menos borrosa que antes, e inconsciente de a quién fustigaba en mi frenesí, los hacía a un lado golpeándolos y empujándolos en un desesperado intento de hacerlos parar y rescatar a los que pudiera. Pero mis esfuerzos no estaban dando resultado, pues parecía que con cada puño que dirigía a esa comunidad decadente, estos se aglomeraban para amortiguar cada impacto con sus cuerpos. Y de pronto, después de luchar por lo que pareció una eternidad, ellos cedieron, apartándose no en una actitud de derrota e indignación al ser rechazados por mis esfuerzos, sino como se tratara de un telón macabro que acababa de abrirse para mostrarse la imagen más repugnante, cruel y enfermiza que ni siquiera había presenciado en el salvaje lugar donde crecí…

    Un brazo delgado quedando extendido sobre el suelo, fue lo primero que pudo vislumbrar una vez que los cultistas se alejaron del cuerpo inerte de su víctima, cuyas lánguidas reacciones en sus dedos evidenciaban aún una minúscula chispa de vitalidad que se aferraba a la existencia. El pálido tono de su piel y la fragilidad de aquella delicada extremidad, fueron suficientes para reconocer a la reservada y tímida chica del norte cuya vida se escapaba en esos instantes junto al flujo sanguíneo que comenzaba a emanar de su cuerpo. Bastaba un sólo embate para que Annie emitiera su último suspiro en forma de un nauseabundo y desgarrador grito que era obstruido por los fluidos acumulados en su delicada garganta.

    El sello se quebró.

    Un estruendoso grito de ira y dolor resonó por todo el salón decadente, un llamado a las armas y un juramento de venganza que sólo se consumiría hasta pagar el crimen con la sangre de los perpetradores de tal ruin acto, un eco que resonó hasta los más oscuros e intrincados dominios de la disformidad…

    Un poder silenciado al instante con la estocada del sable plateado hiriéndolo a sus espaldas.

    Sentí el frío del metal que acababa de penetrar mi pecho como si se tratara de un glaciar que congelaba mi corazón al instante. Y así habría sucedido de no ser por la sangre que brotaba a borbotones por la herida mortal infligida. El flujo carmesí provocada por la hemorragia continuó hacia mi boca, entorpeciendo mi acelerada respiración y haciéndome perder el conocimiento mucho más rápido que la última vez. Con las fuerzas abandonándome finalmente, colapsé sobre el charco creado con mi propia sangre, sumiéndome lentamente en el sueño eterno con la ira como mi único vínculo que aún me mantenía vivo.

    Pero aquella melodía no parecía satisfecha con nuestra tragedia. Pues como si se tratara de un asesino que se engatusaba con un último acto tortura para su derrotada víctima, me permitió discernir al fin los gritos de terror que mis amigos vociferaban a cada instante hasta que iban apagándose uno por uno, reemplazados por los insoportables gemidos y expresiones de aquellos que los estaban lastimando… los peores momentos de toda mi existencia.

    Al… A-Al…

    Tumbado ahí, apenas consciente y con la vida abandonándome con cada latido de mi corazón, escuché el último suspiro de Sarah… Me pregunté por qué nos habían hecho esto. Cómo pudieron habernos engañado de esta manera tan cruel para aprovecharse de nosotros y convertirnos en carne de cañón para satisfacer sus retorcidos placeres.

    No me quedaba nada. En mi delirio juré venganza de cual supe que jamás llegaría. Sólo la triste ironía de mi existencia: del haber escapado del último infierno sobre la tierra… sólo para entrar a otro. Al menos me llevaría el recuerdo de mis hermanos durante los días más felices de mi existencia, y la vaga esperanza de que, quizá, volvería a verlos en otro lugar.

    Y… creo que es todo.

    . . . .​

    El cuerpo yacía ahí. Ignorado por sus asesinos, pisoteado a veces por el constante movimiento de otras personas que se tambaleaban y empujaban unos entre otros, como criaturas salvajes disputándose los últimos restos del festín que los había hechizado con un vigor de tal magnitud, que los últimos rasgos de decencia humana se habían extinguido en sus corrompidos corazones.

    Y aunque le era detestable entrar en un lugar donde los adeptos veneraban a su más odiado adversario con banales expresiones de exceso y auto indulgencia, el potencial que poseía aquel muchacho recientemente fallecido a manos de indignos y fatuos individuos, era suficiente como para hacerlo ignorar aquellas molestias.

    Almagor…

    La voz era profunda y espectral. Un eco abismal que resonaba en su mente y reanimaba las suficientes conexiones de su cerebro para darle un último aliento, y así tener la suficiente vitalidad para la decisión más importante de toda su existencia.

    Otra oportunidad para consumir tu venganza. Una determinación y poder inconmensurable para castigarlos y sumir este mundo indiferente en las tinieblas de una guerra sin fin…

    El cuerpo maltrecho volvió a respirar lenta y profundamente. Todos sus pensamientos dirigidos hacia el único sentimiento que le quedaba después de aquel engaño en el que había perdido todo lo que le importaba.

    ¿Qué estás dispuesto a darme?

    – Mi cuerpo… mi fuerza… mi odio… – Susurró con una voz entrecortada y gangosa por la sangre coagulada que obstruía su garganta – Mi ira…

    En esa noche de sueños desgarrados y lazos de hermandad destruidos para siempre, una ira infinita alimentada con el odio y la sangre construyó el sendero que su máximo representante recorrería para desatar las llamas del conflicto eterno.

    Toma sus cráneos… constrúyeme un trono.


    TO BE CONTINUED…
     
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  3.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    No tengo mucho qué agregar, salvo que realmente dos meses sin actualizar es mucho n_nU aunque hubo una oportunidad en que pasé alrededor de seis meses sin actualizar cierto fanfic que tengo xD. No soy nadie pa' reclamar :V

    Pero bueno, este episodio está dedicado al pasado de Clint y a Almagor no fue para nada malo... pero lo leí súper rápido, así que lo sentí corto. Incluso dándole otra releída me pareció muy fugaz... y bueno, ahí fue cuando Clint conoció a lo del Culto. Vaya asesinos que resultaron ser o_ó

    Como sea, creo que ahí fue cuando la "Disformidad" se liberó del sello... ¿O no? Uff... bueno, a ver qué sucede.

    Espero no demores tanto en actualizar, mi pana :V
     
  4.  
    Dr Kaos

    Dr Kaos Guest

    Ok, un capitulo interesante (al revelarse al fin el fatídico dia en que todo cambio para clint...) más aun te deja ese sabor de impotencia sabiendo que todo se va a ir a la mierd.

    Si bien la primera parte se percibe como un momento breve, logra crear una bonita escena cálida, alegre... un bonito ambiente familiar de la misma forma en que describes al grupo de huérfanos en el que se incluye a Almagor.

    más aun en pocas líneas es suficiente para caracterizarlos... tal vez no para extrañarlos, pero si para darles un "peso"... hubiese sido agradable verlos un poco mas interactuar entre si...

    tal vez lo que si me falto fue algún momento más (o eructación) entre "Al" y Sarah.... si bien se da a entender el tipo de relación que tenían... siento que no logra trasmitirme completamente el aprecio que Clint sentía por ella (y que daba curiosidad por conocer a la "persona" por la que en parte este vengador comenzó su cruzada.... algo planteado a lo largo de toda la historia)

    tal vez sea por la presencia de los demás que opacan un poco la de la pequeña.... (no se... sensación mía... pero se me hizo pertinente explicarla...)

    ya sabemos que las cosas van a terminar mal pero... frases como esta no dejan de hacerme un nudo en la garganta, la típica escena alegre... una narrador... y la advertencia de que todo va cambiar... pero los felices actores no lo saben....

    la verdad es de esas escenas elaboradas que siempre tienen un buen gusto intrigante... y que te dejan para dentro... i liked.



    por otro lado, de las fiestas del culto... creo que esta fue la más intensa (por no decir sádica) que has mostrado (bueno teniendo en cuenta la existencia de la devoradora y su acompañante... no debería sorprender)

    pude sentir el vértigo y desconcierto que tenia Al" más aun la desesperación por encontrar a su amiga... lo para terminar viendo la muerte de otra.... si me dejo su gusto amargo... (

    su momento de ira aunque fugas... también te deja en shock, cuando esperas que pueda hacer algo... simplemente nada, termina todo.

    me gusto, se siente la diferencia de quien era antes, esa impotencia de que realmente no pudo hacer nada... era un victima mas y todo su juramento quedo en aquel momento quedo en nada... escuchando a la voces de sus amigos apagarse...


    Al final tenemos el momento sobre natural... una presencia mística desconocida que por lo que describes un opositor a la deformidad... reviviendo a Al... dejando más dudas aun....

    Aunque queda claro que la moneda de cambio fue su "Ira", convirtiéndola en su arma? .... lo que explica un poco lo sucedido al momento en que le dio caza a palermo...

    supongo que tendremos que esperar a la resolución de este arco de recuerdos.... para saber como demonios este chico logro escapar de aquella pesadilla...


    un saludo!

    p.d: tambien se me hizo corto el capitulo (aun no variando la cantidad de caracteres)... pese al drama, creo que fue mas libiano que los anteriores XD
     
    Última edición por un moderador: 12 Julio 2017
  5.  
    Edmund Daltonic

    Edmund Daltonic J

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    Título:
    El Culto al Placer. Hasta pronto y gracias por los reviews.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    49
     
    Palabras:
    4642
    Antes actualizaba cada semana, luego cada 15 días. Y ahora si lo hago cada mes, ya es ganancia, y eso que ya no traduzco los capítulos. Qué vergüenza.

    Debo admitir que a pesar de mis esfuerzos, fracasé en mi empresa de generar el sentimiento que quería transmitir. Y en parte creo que fue debido a la rapidez en la que desarrollé un evento clave en la historia. En mi prisa por actualizar después de tanto tiempo, descuidé esa parte, y debería darle un repaso y agregarle lo que creo que hizo falta. Aunque... da flojerita por ahora :p

    Bueno, al menos en este aspecto sí le atiné...

    ... pero en este, no me salió del todo bien. A editar se ha dicho... cuando tenga ganas.



    ^

    Otro logro. Muy bien.

    Es cierto. ¿Me dará tiempo unir todo con tan sólo un capítulo más para la conclusión?

    Vamos a ver si en este podemos reivindicarnos un poco.

    En fin, este capítulo quería entregarlo ayer 31 por motivo de mi cumpleaños, pero no quería dejarlo sin releerlo y corregirlo antes, además del último spin-off de los Valois que espero entregar el viernes. Después de eso... el último capítulo, un epílogo y el ascenso al plano superior de las historias concluidas.

    Cielos.


    CAPÍTULO 37. Sin honor.


    – Desperté en un hospital dos semanas después de haberme encontrado inconsciente y herido en la entrada de la ciudad.

    Un silencio absoluto reinó en el salón de reuniones segundos después de que su historia había concluido. Cada uno experimentaba sus propias emociones con base en la parte de aquel relato que a más de uno había provocado un nudo en la garganta, o helado la sangre por la crueldad en que tantos inocentes habían perdido la vida después de haber formado fuertes lazos de hermandad. Nadie sabía qué decir ni cómo reaccionar ante la crónica más desgarradora e impactante que jamás habían escuchado, o siquiera imaginado en un mundo que poco a poco perdía la relativa inocencia y tranquilidad a la que la mayoría estaba acostumbrado.

    Pero de todos esos sentimientos, existía uno que todos sin lugar a dudas los presentes compartían: el horror de que una maldad descomunal se había infiltrado en su mundo, y ejecutaba toda clase de perversas fechorías contra los más vulnerables y puros; todo detrás de una fachada de luces de colores, escenarios ostentosos y bellas chicas cuya máxima representante se asfixiaba en su propia culpa ante la repugnante obra que había ayudado a crear, y que ingenuamente creía poder salvar de su propia corrupción.

    – Pero… ¿qué sucedió con tus amigos? – Preguntó Ash rompiendo el silencio, al mismo tiempo que apretujaba a Pikachu con más fuerza, e inquieto ante el posible trágico desenlace que les había deparado a todos ellos – ¡Con tantas personas en ese lugar, alguien debió haberse dado cuenta de todo eso!

    – Lo mismo pensé. Por eso regresé a ese lugar tan pronto como fui dado de alta – Respondió Clint con calma y haciendo otro enorme esfuerzo para soportar el dolor que aquella vieja incertidumbre le había dejado – Pero el dueño del edificio aseguraba no haber tenido celebración alguna esa noche. Busqué ayuda con las autoridades hasta que un oficial por fin accedió a investigar después de insistir hasta el cansancio, pero… nunca encontraron evidencia que sustentara mi historia. Recibos, notas, testimonios… nada.

    – Cerraron el caso…

    – Nunca hubo uno como tal – Aclaró Clint cabizbajo ante el insoportable rencor que sentía por la autoridad que desconoció incluso la existencia de sus seres queridos – Solo, en un mundo que seguía su rumbo a pesar de lo que sucedió, y sin ningún lugar a donde ir, regresé a la vieja rutina de la vagancia y lucha por la supervivencia… tres meses después, Eldwin y Matilda me encontrarían y prestarían todo su apoyo para buscar la justicia que mis hermanos merecen... Y si hoy habría por fin cerrado este capítulo de no ser por… – miró sus puños envueltos en los vendajes que se teñían nuevamente con la sangre que aun salía a borbotones por culpa de su insensatez. Alzó su mirada, confrontando a todos los pares de ojos que se habían postrado sobre él, y fijó toda su atención hacia la única chica demasiado exhorta en su propia culpa como para prestarle atención – Te toca a ti…

    – ¿Eh? – Exclamó Aria asustada y dando un ligero sobresalto al tomar la palabra contra su voluntad.

    – Me he abierto por completo hacia ti a pesar de tenerte en pésima estima – dijo sin mostrar la más mínima pizca de empatía o cordialidad hacia ella, pero con una gélida sinceridad que mitigaba aquella grosera declaración – Si posees siquiera una pizca del honor que tanto profesas, es justo que respondas a todo lo que quiero saber.

    Las miradas de los presentes se postraron sobre ella. Para Aria, era como un jurado a punto de escuchar el testimonio de un acusado a punto de ser derribado por el peso de su propia culpa, al punto de confesar incluso de fechorías de las que no había sido partícipe. Quería irse de ahí; con su orgullo y honor hechos añicos en tan sólo unos instantes junto con una Orden que siempre estuvo corrompida hasta la médula, y sin nada más por qué luchar, lo único que deseaba era salir con al menos con un poco de dignidad que no la hiciera tropezar en su marcha de la vergüenza. Pero Clint no sentía misericordia – no podía culparlo –, y después de haber narrado su recuerdo más privado, ella se sentía obligada a honrar ese gesto con la información que pudiese proporcionarle.

    Aria respiró hondo e hizo a un lado el gesto cordial que Pierre le había extendido para ayudarla a sobreponerse. Incluso derribada, tenía que mostrar al menos cierta dignidad para que ni ella ni el resto de los presentes la tuviesen en peor estima de lo que ya la consideraban.

    – Adelante…

    – ¿Por qué guardaste silencio hasta ahora?

    Directo y eficaz. No esperaba menos de alguien que no titubeaba con un asunto de extrema seriedad, a diferencia de Palermo y sus enredadas tácticas.

    – Quizás crea que soy una mentirosa, pero… hasta hace unas semanas, nunca habíamos sido testigos de tales bajezas – admitió, alzando su mirada y conteniendo las lágrimas que estaban a punto de escapar – Admito que los rituales de la Orden podían parecer extravagantes y hasta cierto punto algo extremos, pero jamás habríamos permitido que involucraran a una menor.

    – Más inquietante aún, Aria – Interrumpió Elesa, tocando un punto que la tenía muy mortificada por aquella situación en la que estuvo a punto de sucumbir en su desenfrenada adolescencia antes de conocer a Clint – A pesar de tus casi diecisiete años, aún eres una menor. Y si bien tengo entendido, Palermo te acogió bajo su tutela cuando tenías catorce ¿En ningún momento te pusiste a pensar lo que ellos te estaban haciendo… lo que pudieron hacerte?

    – ¡Jamás lo habríamos permitido! – Gritó Pierre indignadísimos, al mismo tiempo que entraba en el salón para defender el honor de su protegida – Siebold, yo y Reginald éramos su guardia personal. Hasta que Aria cumpliera la mayoría de edad y decidiera participar en los rituales de la Orden, siempre podía contar con nosotros para protegerla y acompañarla a su dormitorio si las cosas subieran de tono. ¡Incluso Palermo ordenó que, bajo ninguna circunstancia, los otros miembros podían un dedo encima!

    – Pero todo cambió cuando, en la noche de iniciación de Serena, se declaró Brisement para ella.

    Los presentes intercambiaron una mirada desconcertada ante aquella palabra de la que jamás habían escuchado, pero que por la seriedad en la que Aria la acentuaba, apostaban que debía tratarse de algo sumamente grave.

    – ¿Qué demonios significa eso? – Preguntó Clint.

    – “El quiebre” – Respondió Pierre con una mueca de asco – Un viejo acto que consiste en estimular los sentidos hasta llegar al éxtasis, al mismo tiempo que se le somete a una violenta y perturbadora tortura física y mental. Un rito prohibido tan repugnante, que aquellos miembros a los que se les descubría haber practicado tal bajeza, eran expulsados y condenados a la deshonra.

    Clint guardó un par de segundos de silencio al mismo tiempo que trataba de procesar la información que le acababa de ser revelada. No por las implicaciones morales y éticas que tal vil acto representaba y que, de no ser por la luz de la antorcha en aquella noche, una niña de apenas doce años pudo haber sido ultrajada salvajemente hasta morir; lo que en verdad le hacía hervir la sangre como hacía un par de horas atrás, era la misma indiferencia que él había experimentado cuando otros le habían dado la espalda al crimen que lo marcó.

    – ¡¿Que todos ustedes están dementes?! – Estalló con una sonora reprimenda que hizo retumbar los cristales y asustar a más de uno – ¡Maldición! ¡¿Son tan estúpidos como para no tener idea de lo que pudieron haberle hecho a Serena?! ¡¿Qué demonios tuvo que suceder para que por fin se decidieran a hablar?!

    Surge se vio obligado a interceder y sujetarlo del hombro al ver que su amigo estaba a punto de perder los cabales nuevamente. Aria, intimidada no tanto por la agresividad en el tono acusador dirigida hacia ella sino por la realización de su complicidad en un desastre que pudo haber evitado desde el principio, recordó también – para su ya de por si maltrecho espíritu – de que fue la mano de Palermo, y no el trabajo duro de Serena, la que le había dado el título y la corona a su joven amiga. Pero sería un secreto que se guardaría al menos por ahora, so pena de agravar una situación de por si escabrosa y explosiva.

    – Adelie… Madam de Valois – comenzó – Por favor, no la juzguen como hice yo al principio. Tiene un pasado trágico que sólo Palermo conoce y que aprovechó para ordenarle infectar a Ash y a muchos otros miembros, sólo que…

    – ¡Espera, espera, espera! – Interrumpió con un sobresalto y una expresión de incredulidad ante aquel hecho que terminaba de tirar por la borda el último sentimiento de deferencia que le quedaba – ¿Tú sabías que esa mujer era capaz de hacer esto? ¡¿Sabías que iba a atacar a Ash?!

    – Ella… – titubeó, tragando saliva para aliviar el intenso dolor que se aglomeraba en su garganta – Siempre se me dijo que la señora de Valois era una especie de psíquica con la capacidad de estimular las partes del cerebro que controlan el placer. Sólo algunos solicitaban ese tratamiento, y siempre bajo la supervisión de otros miembros. Ni en el peor de los escenarios habría creído que la usarían para atacar niños como Ash y… ¡Cielos! ¡Lo siento tanto!

    La culpa terminó por carcomer su temple y las lágrimas que había contenido por tanto tiempo por fin se desbordaron en un culposo caudal de ansiedad que conmovió a más de uno, incluso a Ash que permanecía absorto, incapaz de expresar su enojo contra los cómplices de su delicada y circunscrita situación. Pero por muy sincero que fuese, aquel genuino acto de arrepentimiento no logró despertar en Clint la menor pizca de compasión. Y no lo culpaba, pues muy en el fondo, Aria sabía perfectamente que ella tuvo el poder de haber terminado con esto desde la primera vez que se conocieron. Evitar que más inocentes salieran lastimados, e incluso salvar la vida de alguien que no merecía morir por esa estúpida y enfermiza noción de falso honor que dirigió todos sus movimientos desde que fue acogida bajo la tutela de una mujer perversa. Por si fuera poco, la responsable de tanto dolor y muerte acababa de escapar en un momento de debilidad; y como tal, sus manos también estaban manchadas con la sangre de todos a los que la Orden exterminó.

    – Yo… ¡yo no quería creer lo que Palermo era capaz de hacer! – se excusó al mismo tiempo que Pierre le extendía su mano para ayudarla a levantarse pero que ella rechazaba en su escarmiento – Siempre la consideré una instructora estricta y hasta cierto punto maliciosa en sus actos dentro de la Orden, pero se cansaba de inculcar y recalcar los límites que jamás se cruzaban. Existía honor en ella, y fue que…

    – Dime que no sabías del ataque al Instituto…

    Aquella última oportunidad de redención se esfumó junto con la corriente de aire que soplaba dentro del enorme y agitado salón de reuniones. Aria agachó la cabeza y permaneció inmóvil, recordando el nefasto y sangriento crimen que no sólo dejó que sucediera, llevándose así la vida de una de las únicas personas por la que sentía verdadero afecto, sino que, en su paulatina cruzada contra el liderazgo de la Orden, había cooperado para que Palermo lo usara como un recurso contra la moral de Serena y los demás.

    – No puedo… sinceramente no sé qué decir salvo insultos y acusaciones que sólo me darán una falsa sensación de paz. Y tampoco quiero atormentarte más Aria ¿De qué serviría? – miró a Elesa por primera vez desde que enfrentó a Aria, y vio en su más grande tesoro la misma expresión de tristeza y agotamiento que el resto de sus amigos poseían, como si trataran de disuadirlo de abandonar el lugar y reposar el espíritu en cualquier otro lugar, lejos de los dolorosos recuerdos y deprimentes escenarios – Vámonos de aquí…

    Clint se marchó, seguido de sus compañeros y amigos que evitaron dirigirle la mirada mientras salían del salón antes de que las autoridades policiacas llegaran. Solo Serena permaneció ahí, observando con una mezcla de disgusto y desconsuelo a la reina menospreciada quien, en sus más sinceros deseos por proteger sus más preciadas creencias, lo perdió todo en salvaguardar los principios de un honor inexistente. Serena quería odiarla, y razones le sobraban, pero le era imposible incluso después de considerar lo siguiente: que, aunque errada, ella había decidido luchado hasta el final por sus creencias y los nobles principios con los que las exhibiciones Pokémon fueron creadas, o al menos así quería creerlo; pues de lo contrario, tendría que aceptar la versión cínica y perversa que unas cuantas personas le habían hecho al corromper el verdadero arte que aún ambas amaban realizar.

    – Gracias…

    – ¿Qué? – preguntó confundida y con la garganta terriblemente irritada – ¿Qué dijiste, Serena?

    – Gracias… por habernos avisado, aunque eso destruyera todo por lo que intentaste salvar

    – Serena, protegí una mentira que destruyó vidas… un vil engaño que perjudicó a la persona que tanto quieres y admiras… quecasi te destruye de no ser por…

    – Pero en el fondo… tú creíste de corazón en lo que representaba, ¿no es así? – Continuó, ignorando por el momento aquellos hechos que aún le dolía tomar en cuenta – Y al final hiciste lo correcto, pese a lo que iba a suceder. Yo no sé mucho de estas cuestiones de honor, pero… yo creo que enfrentar algo así eso es digno de admirarse.

    La tomó entre sus brazos para darle un cálido y afectuoso abrazo que al principio la dejó paralizada, pero que después de unos instantes de incredulidad ante tal muestra de ternura y compasión, contestó con una fuerza descomunal que casi asfixió a la joven de ojos azules. Muy en el fondo, y sonriendo de forma divertida por la brusquedad de aquel gesto, Serena aún la consideraba la máxima ejemplificación del sueño por el que había trabajado tan duro y derramado tantas lágrimas de sudor, tristeza y júbilo. Y si Aria llegaba a la misma conclusión que ella, entonces todavía había esperanza para reconstruir.

    En el gran salón principal, casi en la entrada del palacio ahora invadido por una gran cantidad de Pokémon que la Comunión de psíquicos empleaban para recabar información, Clint y el resto de sus amigos esperaban a que Serena terminara lo que fuese que estaba haciendo. No obstante, para algunos de ellos era poco claro el rumbo que tomaría aquella empresa después de lo acontecido aquel día, en especial cierto chico impaciente que no dudó en preguntar aquello que lo tenía desconcertado.

    – Clint… eh… Al o Almagor – titubeó Ash al verse confundido con la variedad de nombres que se referían a la misma persona. Al mismo tiempo, pensó que bien podía ser una gran oportunidad el aclararlo de una vez por todas – ¿Está bien que te llamemos así a partir de ahora?

    – No, Ash – Respondió de inmediato y con un tono extremadamente severo y tan poco cordial que bien hacía pensar que aquella simple pregunta lo había disgustado en demasía – Ese horrible nombre me fue dado por algunos de los seres más crueles y sanguinarios de este planeta. Y aunque una de las personas más queridas para mi le dio un cambio que lo hacía sonar menos terrible, aún representa la peor época de mi vida que intento dejar atrás. Así que… Clint… si, ese es mi verdadero nombre.

    Ash, intimidado por el tono de sus palabras, olvidó por completo el interés que tenía por lo que les deparaba en el futuro próximo. Surge, no satisfecho con la forma en que su amigo había contestado aquella inocente pregunta, colocó su enorme mano en el hombro del joven entrenador, en un intento de reconfortarlo y pedirle con su mirada solemne, toda la tolerancia y paciencia para su atormentado y necesitado amigo.

    De pronto, y desde el enorme portal que llevaba al templo del Culto por donde los miembros de la Comunión realizaban el trabajo más delicado de reconocimiento e investigación, Olympia se dirigía hacia el grupo con Caitlin detrás de ella; su mirada agachada y ocultando una expresión de profunda angustia como si acabara de ser testigo de algo sumamente perturbador.

    – Clint… – Dijo Olympia al llegar a su encuentro.

    – Asumo toda la responsabilidad en cuanto a la desobediencia que Caitlin mostró al desafiar las órdenes de la Comunión – se apresuró nuevamente recuperando su postura y tono cordial que lo caracterizaba – Me aproveché de su buena voluntad. Ella sólo quería ayudarnos.

    Olympia arqueó levemente la ceja derecha en señal de sorpresa. Al menos el explosivo protegido de Matilda demostraba humildad por primera vez desde que lo conoció, pero eso no compensaba la deliberada actitud y graves errores de su joven miembro.

    – Además de permitir el escape de nuestra única oportunidad de comprender la amenaza que se cierne sobre nosotros. Sin contar que reveló información extremadamente importante al enemigo por no poder contener sus emociones – enfatizó severamente, al mismo tiempo que Caitlin se encogía de hombros – Habría sido expulsada de inmediato, de no ser por la importancia que representa en el futuro de este conflicto…

    Clint suspiró. Una carga menos en su conciencia – ¿Algún progreso con la investigación?

    – Debo hablar con Ash – Dijo, ignorando la pregunta anterior.

    Clint frunció el ceño, escéptico ante tan apresurada petición – ¿Qué hay con él?

    Ash dio un paso al frente después de escuchar su nombre. Casi podía adivinar la razón por la que necesitaba hablar con él tan urgentemente.

    – Joven entrenador… Algo te liberó de la maldición que atormentaba tu cuerpo y espíritu, ¿no es así? – Preguntó con lentitud forzada que escondía la ansiedad que sentía ante la posible respuesta afirmativa que estaba a punto de escuchar – ¿Tú también escuchaste el llamado?

    – “Ustedes protegen…” – Recitó Ash con extrañeza, como si dijera algo sin tener la noción de la gigantesca importancia que escondía esas palabras.

    – ¡¡Por todo el cosmos!! – Exclamó Olympia; sus ojos totalmente abiertos como platos y cubriendo su boca junto con una expresión que mezclaba el horror y la emoción de un evento que cambiaba por completo el curso del conflicto – Pero aún es tan pronto…

    Clint, al igual que el resto de sus amigos, intercambiaban miradas desconcertadas. Él, sobre todo, detestaba la sensación de incertidumbre si esta representaba un hecho importante, por lo que no pudo prestar atención cuando Serena y Aria – esta última más tranquila e incluso alegre por tan grato momento – por fin abandonaban el salón donde el pasado y la culpa habían sido protagonistas.

    – ¿Qué está pasando?

    – Necesito llevarlo a él y a Serena de inmediato ante el resto de la Comunión para una evaluación de emergencia – anunció sin apartar la mirada de Ash por un par de segundos más; luego, dirigió su atención a las chicas que se unían discretamente al gentío que se había aglomerado en la entrada del palacio – Y a Aria también.

    – No me importa lo que quieras hacer con ella, pero ellos no irán a ningún lado sin que antes me digas qué sucede.

    – Ante las tinieblas del futuro conflicto, Caitlin, Ash y probablemente Aria hoy fueron elegidos como dignos portadores de la antorcha – dijo con convicción y esperanza – Al recibir el llamado y su misión, pudieron liberarse de la maldición cuyo efecto se había desvanecido gracias a la protección de la llama.

    – ¿”Ustedes protegen”? – Interrumpió Aria con la frase que la había liberado de un horrible suplicio que creyó terminaría con su vida. Luego, con todas las miradas postrándose en ella, decidió que no tenía más sentido guardar el secreto que se había guardado desde que la pesadilla comenzó – En la noche de iniciación de Serena, escuché una voz similar, aunque aquella dijo: “Él protege”. Luego un fulgor blanco que, al parecer, sólo yo pude presenciar, la liberó del trance. No le comenté nada a Palermo porque… bueno…

    Olympia guardó silencio un par de segundos antes de continuar – Exactamente, querida… – Dijo, exhausta y atiborrada por tantas revelaciones importantes en un solo día – ¿Podrías acompañarnos, por favor?

    “En otras circunstancias, su bendición debió haber sido un acontecimiento sin precedentes que simbolizara la esperanza en un nuevo porvenir a pesar de la guerra sangrienta que se avecina. Un día de júbilo en el que la luz sería recibida por una nueva Portadora, señalando a aquellos dignos de acompañarla hasta el final”. Clint repitió en su mente esas palabras que Eldwin le había dicho en su último encuentro, y un sentimiento de profunda incredulidad se apoderó de él. En su cabeza no cabía la idea de que alguien como Aria fuese considerada digna de tan importante carga. Debía haber algún error, un chiste de mal gusto o quizá… alguna otra razón que debía ser explicada, por tan burda que esta fuese.

    – Iré con ustedes… – Declaró al instante, siendo desalentado por Elesa.

    – Clint, estás demasiado débil como para soportar otra sesión psíquica. Sin mencionar que…

    – Estaré bien… – respondió con enfado y una sensación de náusea pues, a pesar de su gran temple, la idea de hacer trizas a su organismo nuevamente era suficiente como para enviar una involuntaria señal de advertencia por todo su cuerpo – Debo comprobar si se trata de un error, o en realidad el destino tiene un sentido del humor bastante enfermizo.

    Pero Surge apoyaba la negativa de Elesa – Amigo, tú no irás a ningún lado hasta que te recuperes por completo. Y si tengo que noquearte para mantenerte aquí, lo haré con mucho gusto – advirtió.

    – Temo que el futuro tiene preparado otro destino para ti, Clint… – Declaró Olympia con serenidad.

    – ¿Podríamos dejar de lado esas idioteces sin fundamento que tanto pregonas? – manifestó con rudeza. Había mantenido silencio ante el absurdo que la líder de la Comunión practicaba, pero la revelación de Aria lo había hecho por fin estallar – Es verdaderamente decepcionante que alguien con tu capacidad crea que el futuro sea regido por la voluntad de astros a millones de distancia. Muchos de ellos ya muertos.

    Olympia respiró hondo y contuvo la ruda réplica que estaba a punto de salir con toda la fuerza de su pecho. Nuevamente, haría gala de la magnánima paciencia que la caracterizaba – Al parecer tienes una idea muy errónea de lo que expreso con mis palabras, Clint. Haré caso omiso de tus insultos, pues siento en ti un enorme conflicto interior que carcome y rechaza a la excelente persona que Matilda tanto quiere – Dijo – Pero no necesito leer el firmamento de las estrellas para saber que tus acciones aquí repercutirán considerablemente en el devenir de las cosas. Mira… ahí está.

    Olympia dirigió la mirada hacia las puertas abiertas del palacio, cuyo gesto todos siguieron para encarar a la atinada declaración de la psíquica. A las afueras, decenas de patrullas llegaron al mismo tiempo, distribuyéndose y estacionándose en el espacio disponible. Oficiales Jenny con Growlithes y Herdiers, investigadores, y personal de inteligencia que de inmediato montó el equipo especializado, hicieron gala de la efectiva y eficiente fuerza policiaca de Kalos. Dirigiendo todo el operativo junto con su superiora Anabel quien también asistía como mediadora entre la policía y la Comunión, un hombre que rebasaba apenas los treinta años, de complexión delgada, aunque más robusta por la gabardina marrón que vestía, sobresalía de entre la multitud al mismo tiempo que se dirigía a la entrada del palacio,; sus facciones en el rostro remarcados con el semblante serio e indagador que un destacado detective de la Policía Internacional debía poseer.

    Un personaje algo extravagante, pero comprometido con su deber. Un individuo que Ash ya había conocido en más de una ocasión en los momentos críticos contra el equipo Galactic y, más recientemente, el equipo Plasma; y a juzgar por la manera en que Clint iba a su encuentro a los pies de las escaleras que daban a la entrada del palacio, también le era un rostro familiar.

    – Looker… – saludó con un tono seco y malhumorado.

    – Clint… – respondió el gesto con la misma severidad.

    – Debe ser costumbre de la Policía Internacional aparecer para contar los vasos rotos después de la fiesta.

    – Si… una lástima que no hubiese nadie que pidiera mi ayuda para intervenir a tiempo – respondió con sarcasmo y disgusto ante la injusta0 acusación.

    Clint rio sofocadamente sin abandonar su expresión seria. Apartó su vista de él y, sin más decoro, procedió a abandonar el recinto.

    – Nos vemos…

    Pero Looker no dejaría ir las cosas así. No esta vez. Justo cuando estaba a su misma distancia, el detective lo detuvo sujetándolo firmemente del brazo.

    – Sabes perfectamente que no sucederá así, Clint. Ni siquiera por toda la ayuda que me has dado en el pasado con el equipo Plasma o lo que encontraste respecto a Lysandre. Esta vez cruzaste una línea que te advertí nunca pasar – dijo. Clint no opuso ninguna resistencia ni dirigió palabra alguna, como si estuviese perfectamente consciente de lo que iba a suceder. A lo lejos, Ash y Serena intentaron intervenir, pero la pronta acción de Surge y Elesa les impidió tan deliberada insensatez – ¿Eran ellos?

    Clint suspiró. Aquella era la pregunta que por ocho años había ansiado responder afirmativamente desde que conoció a Looker cuando apenas era oficial en la jefatura. La única persona en todo el planeta que creyó en su palabra e intercedió por él al realizar una investigación en el lugar del crimen, sin ningún resultado concluyente a pesar de su mejor esfuerzo.

    – Y en mi debilidad, permití que se escaparan… – Respondió abatido. Tal como Olympia había dicho anteriormente, había llegado la hora de saldar cuentas por el camino que había decidido recorrer.

    Looker cerró sus ojos y apretó los dientes en señal de angustia por lo que su deber le obligaba a realizar a continuación.

    – Clint Laguardia… estás bajo arresto por obstrucción de la justicia y vigilantismo…

    En la entrada del palacio, y conmocionados por la aprehensión de Clint, Aria retrocedió un poco al escuchar la voz de Siebold que la llamaba frenéticamente y que, al juzgar por su expresión agitada y constante jadeo después de una intensa carrera hasta la entrada, tenía algo sumamente importante que decirle.

    – ¡Aria!

    – Siebold, ¿què sucede? – Respondió mientras iba a su encuentro y trataba de tranquilizarlo – No importa. Escucha: debemos acompañar a los oficiales y ayudarlos a recuperar todos los documentos que Palermo guarda en su despacho, en especial los que están en los compartimientos secretos. Cualquier evidencia podría servirnos para aminorar los cargos que Clint tiene en su contra, ¿entendido?

    Siebold asintió vertiginosamente – Puedes contar con ello. Pero Aria, acabo de recibir un mensaje urgente del hospital de ciudad Caña Dorada – dijo, tratando de recuperar su aliento – Reginald acaba de despertar del coma.


    TO BE CONTINUED...
     
    Última edición: 1 Agosto 2017
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    J.Nathan Spears

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    ¡Excelente episodio, mi pana! :D. Han ocurrido tantas cosas y tengo tanta opinión qué soltar que prefiero enumerarles n_n. Aquí va

    1- Me alegro que al fin sepamos lo que quiere decir "Brisement". Justo yo me estaba haciendo esa pregunta... la palabra llegó a mi memoria apenas leí la sección de "quoteo" que hiciste, y me preguntaba si algún día explicarías qué significaba... ¡Y justo ahora lo revelas! ¡Asombrosa premonición!
    2- ¡Mierda! Clint fue arrestado bajo cargos de vigilantismo y obstrucción a la justicia o_oU. Y es irónico, porque la policía, la susodicha "justicia" NO HIZO UNA MIERDA, mientras que Clint tuvo que hacer casi todo. Incluyendo la escena de Angron. Looker, eres un completo imbécil. Y tus subordinados unos inútiles. Si no te llamaron... POR ALGO SERÁ.
    2.5- A todo esto, ¿Qué pasará con Angron? O_OU
    3- No sé si pudiera acostumbrarme a llamar a Clint por su nombre "real", que es "Almagor"... pero supongo que es mejor así como lo expone él mismo. Será hoy y para siempre, Clint McTyranobolas xD
    4- ¡Reginald al fin despertó! Oh por Arceus... ya casi me había olvidado de él, de no ser porque Siebold y Pierre lo mencionaron. Pensé que ya había muerto... aunque bueno, me pregunto qué tendrá qué decir. Su testimonio podría valer una fortuna O_O
    5- Serena perdonó a Aria demasiado rápido :V. El resto, al parecer, no... es raro que Ash no se haya pronunciado al respecto.
    6- Olympia presiente que algo podría ir terriblemente mal... la Disformidad tiene que ver en el asunto, lo sé...
    7- Me gustó también la parte en la que Clint cuestiona las creencias de Olympia de forma muy, pero muy sonora. En serio que el destino es un completo hijo de una camionada de putas o_ó... en serio, vaya injusticias tiene este mundo. Por webadas así es que soy ateo -w-U
    8- Me extrañó que no apareciese Will, aunque fuera para burlarse sarcásticamente de alguien... quizás aparezca después. Quizás no n_nU.
    9- Por último, ya me causa curiosidad el papel que harán Ash, Serena, Caitlin y Aria como los "salvadores" owoU. Espero todo salga bien... en lo que cabe.

    Nos vemos en la próxima, pana... y deberías reciprocar un poco el gesto, ya sabes -w-U
     
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  7.  
    Edmund Daltonic

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    Es una palabra francesa. No buscarla en traductor le agrega suspenso, creo yo.

    Si, y no. Pero se profundizará en eso posteriormente.

    Uy, tienes razón. ¿Qué será de ese bastardo encabronado?

    Y yo queriendo borrar ese apellido. Lo inventé cuando la historia no iba tan seria como ahora.

    O significar una condena...

    Igual yo.

    La van a cagar. Y bien bonito XD.


    Y aquí la última entrega de los Valois... y después... cielos.



    Shot: El Ocaso de los Valois (Pt.5).

    En otro tiempo, la caída de las hojas en los últimos días de verano significaba uno de los momentos más preciados y esperados de su niñez. La tradición, comenzada a las pocas semanas de haber nacido como una de las tantas ideas que se le ocurrían a su madre y amorosa tía para estrechar los lazos familiares y de amistad entre viejos conocidos y nuevas hermandades, creaban una cálida y afectuosa atmósfera fraternal que hacía frente a las primeras heladas que azotaban sin piedad la región más norteña de Kalos.

    Desde las primeras horas del día, su tía Palermo supervisaba el montaje del servicio, el banquete y las decoraciones; no muy rimbombantes para distraer a los asistentes del plácido paisaje natural, ni muy austeras para no ofender el talento y esmero entregado en una celebración que trataba con delicadeza como si tratase de una de sus famosas coreografías. La fiesta otoñal iniciaba siempre a las cinco de la tarde, hora en la cual los invitados llegaban con estricta puntualidad, gozosos de saludar a sus viejas amistades y darle la bienvenida a los nuevos conocidos que año con año aumentaban, trayendo consigo a menudo otros Pokémon que se unían a los juegos infantiles de los numerosos niños a los que aquel evento estaba especialmente dedicado. Todo ello acompañado de un banquete modesto, pero exquisito, y las hermosas partituras que la ingeniosa señora de Valois tocaba en su concierto al aire libre; cada nota armonizándose con los apacibles sonidos de la naturaleza y la transición de las estaciones.

    Pero en aquel sitio olvidado y recóndito ubicado al pie de las montañas en la región más al norte de ciudad Viridan, sólo el frío subsistía. Un extraño evento transformaba el clima templado característico de la región en un inclemente viento helado que soplaba con fuerza y despojaba a los árboles de su frondosa copa antes de tiempo, obligando así a que numerosos Pokémon emigraran a un sitio más hospitalario para sobrevivir. Sólo aquellos hechos de minerales y otros compuestos inorgánicos parecían no molestarles en absoluto las condiciones precarias de su hábitat perturbado; sin embargo, preferían mantenerse al margen de aquella atmósfera de energía sumamente extraña que, curiosamente, se había manifestado al mismo tiempo que el clima comenzó a cambiar tan drásticamente.

    Como Venomoths atraídos hacia la luz, sólo cierto tipo de Pokémon se atrevía a acercarse con curiosidad al jardín de aquella enorme mansión donde un pequeño pasaba las tardes sentado en el césped sujetado con fuerza a su Solosis, totalmente callado y con la mirada cabizbaja; sumido en lastimera depresión y la incertidumbre de volver a su hogar. Para colmo, el aislamiento al que fue sometido a temprana edad, junto con la nula presencia de sus padres aun sufriendo las secuelas de su conflicto familiar que desembocó en tragedia, solo empeoraban su salud mental. Y aunque le destrozaba el corazón haber llegado a tal extremo para protegerlo, por el momento era todo lo que su tutora temporal, observándolo desde la enorme ventana que daba al jardín, podía hacer para salvarlo de un destino que le robaba el sueño.

    – Ya no puedo soportarlo más… – Exclamó al mismo tiempo que sujetaba su pecho con impotencia. Nuevamente, la idea a la que tanto temía cruzaba por su mente y buscaba algún signo de esperanza que desvaneciera esos temores – Quizá… si ellos entendieran todo lo que sucedió…


    – Palermo, ya hablamos de esto… – Llamó la voz de la razón que la acompañaba en aquellos difíciles momentos de incertidumbre y melancolía. Un hombre alto y fornido cuyos rasgos maduros y galantes, de una edad que parecía casi duplicar a la de su amante, exacerbaban la maquiavélica virilidad que la había cautivado – La Comunión de Psíquicos no tomará riesgos cuando se entere de lo que este pequeño hizo… no, de lo que sería capaz de hacer si otro incidente volviese a ocurrir. Nunca más volveríamos a verlo... y no quiero que pases por eso tú también.

    La aterradora advertencia la sobrecogió al igual que la última vez en que trató el tema con Asdrubal, en medio del caos que ella había ocultado usando todos sus recursos e influencias disponibles, además de injustos tratos y favores con personas que habían esperado a que una de las personas más reconocidas en el mundo de la farándula, se doblegara a sus más enfermizas demandas. Cualquier iniciativa para solicitar ayuda a las únicas personas en todo el mundo que podrían tratar a su sobrino, fue descartada de inmediato al recordar la vivencia personal de Asdrubal con dicha organización que lo había separado de su hermano a temprana edad, haciendo desaparecer cada evidencia y testimonio que comprobara la existencia de dicha persona. Un destino que su corazón no soportaría, y terminaría por destruir las vidas de François y Adelie.

    – Phillip necesita a sus padres… – Dijo desconsolada, pues a pesar de su cariño y atención, no había logrado levantar el ánimo de su sobrino desde que lo había traído a esa mansión en medio de la nada – Pero después de lo que sucedió… con François sumergido en su depresión y Adelie viviendo arrepentida en soledad, el sufrimiento de ese pequeño sólo se exacerbará si ellos no arreglan su relación.

    Asdrubal guardó silencio. Por su carácter serio y reservado, le era complicado buscar palabras de aliento y sutil, prefiriendo ser directo y dejar que sus actos hablaran por él. Y para alguien como Palermo, acostumbrada a la hipocresía y la falsa modestia que hacía extremadamente complicado encontrar a alguien de confianza en su trabajo, su amante representaba el apoyo incondicional y entregado que necesitaba en las peores crisis.

    – Respecto a lo de tu otro encargo… – Dijo por fin, buscando en el bolsillo interior de su saco un pedazo de papel que desdobló y entregó a ella – No hemos podido dar con esa Meloetta, pero pude descubrir en dónde vive el muchacho actualmente.

    – Quería usar este recurso para probar de la inocencia de Adelie, pero… – Palermo recibió la entrega y suspiró decepcionada al leerla; no por el contenido de aquella información, sino por la insignificancia que ahora representaba para reparar el desastre – Al menos podré hacerme cargo de un problema menos.

    – ¿Seguro que quieres hacerlo tú sola? – Preguntó con aspereza – Sabes que puedo traerlo hasta aquí sin tener que arriesgarte.

    – De no haber descuidado a Adelie esa noche, no estaríamos viviendo esta pesadilla – Respondió, admitiendo su falta y recordando el honor que la ataba a esta – Haré todo lo que pueda para volver a reunir a esta familia que tanto amo. Para que Phillip pueda sonreír nuevamente… Él es lo más importante para mí en todo el mundo.

    Asdrubal asintió – Yo cuidaré de él en tu breve ausencia.

    El hombre observó cómo Palermo salía al jardín para despedirse de su sobrino con un abrazo y un beso en la frente que apenas hizo reaccionar al pequeño. Después la acompañó hasta la entrada de la mansión donde su vehículo particular la llevaría al helipuerto más cercano, hasta el destino donde la sangre lavaría el honor perdido y la desoladora culpa que la carcomía…

    Los meses de espera habían llegado a su fin.

    Un nuevo representante estaba a punto de ser elegido. La continuidad del credo hacia su gloriosa culminación estaría asegurada una vez que el psíquico más poderoso de toda la tierra se encaminara por el sendero que había preparado especialmente para él.

    Mientras se dirigía hacia el pequeño, pudo sentir de inmediato la presión casi asfixiante en la atmósfera que su mente ejercía sobre la materia. Lejos de retroceder, Asdrubal esbozó la primera sonrisa sardónica desde el día en que plantó la primera semilla de la discordia en los Valois. Phillip poseía un enorme y espantoso poder que, por ahora, estaba sometido totalmente a sus emociones, y la breve partida de su tía lo había exacerbado al sentirse completamente vulnerable y solo; una suerte que se había manifestado hasta después de su partida, o habría postergado el plan más de lo necesario. Asdrubal continuó con su camino hasta que una escena captó su atención: del bosque, algunos Abra, Drowzee, uno que otro Mr. Mime y, curiosamente, varios Natu, se aproximaban al origen de aquel campo de energía como si fuesen atraídos contra su voluntad, involucrados en una lucha interna para recuperar el control de su cuerpo y huir para no sufrir el mismo destino de aquellos exhaustos compañeros que yacían en el suelo, como un macabro camino de moribundos colapsando a medida que la vitalidad abandonaba sus cuerpos.

    – Eso es bastante interesante… aunque un poco aterrador, si me permites decirlo – Dijo, una vez que lo había alcanzado.

    Salvo los habituales saludos, Phillip no había cruzado palabra alguna con aquel hombre extraño y reservado que lo hacía sentir inseguro, por lo que su intervención lo hizo reaccionar como si acabara de despertar abruptamente. Volteó a verlo con una mirada desconcertante para comprender qué es lo que quería decir, a lo que el hombre señaló el lastimero suplicio que sus poderes ejercían sobre las inocentes criaturas.

    Phillip se horrorizó al contemplar lo que en su desolación había provocado. Trató de detenerse, pero su miedo y ansiedad, aunado al nulo control de sus habilidades, no logró desvanecer el asfixiante campo que había convocado. De pronto, en un instante de lucidez, recordó que una de sus lecturas mencionaba que algunas personas con habilidades similares a las suyas podían emplear a los Pokémon psíquicos como mediadores para controlar sus poderes. Con sus manos temblorosas, tomó a su compañero y lo extendió hacia los Pokémon atormentados.

    – ¡HERÁCLITO! – Gritó como nunca antes, lastimando su escocida garganta – ¡DETENLO AHORA!

    Salvo por un repentino y muy débil cambio de presión en la atmósfera, junto un espectáculo de luces centellantes emitidos por los ojos del Pokémon celular, aquel valiente esfuerzo por liberarlos resultó inútil. Phillip comprendía que sus emociones eran las verdaderas causantes de aquel fenómeno, y el miedo a lastimar a otros sólo exacerbaba el tormento. Pero con su fuerza de voluntad hecha añicos por meses de depresión, controlar sus emociones era una tarea imposible de realizar. Si no podía disipar el campo de energía, sólo le restaba hacerlo estallar en una última y - así esperaba - rápida colisión que al menos acabara rápido con su sufrimiento.

    Tomando a Solosis nuevamente, pero esta vez dirigiéndolo hacia el cielo, Phillip concentró toda la energía que sentía fluir en el ambiente hasta el punto de convergencia donde su Pokémon podía asistir como regulador de todo ese enorme poder. Poco a poco, los Pokémon atrapados recuperaban el control de sus movimientos; los más fuertes incluso pudiéndose liberar y huir a medida que la influencia del campo de energía iba reduciéndose. Todo parecía marchar a la perfección hasta que, llegando al punto crítico, la energía se liberó en un poderoso impulso que retumbó en el cielo y mandó por los aires a los Pokémon que aún permanecían atrapados. Por fortuna, y a pesar de la violenta caída, no hubo víctimas fatales, solo criaturas que huían despavoridas para internarse en el bosque y no volver jamás. Solamente un Natu de color diferente al de su especie no había retrocedido, no perdiendo de vista al autor de aquella hazaña que superaba por mucho al de la mayoría de Pokémon tipo psíquico.

    Asdrubal miró al niño con la misma expresión de aquel Pokémon. El inusual y acelerado avance en el control de sus habilidades superaba por mucho sus expectativas, y ya fuese que se convirtiera en un futuro adversario, o en otro siervo de la Disformidad, no podía esperar el día en que demostrara todo el potencial que aquel mundo era capaz de concebir en un solo individuo.

    – Eso… fue simplemente asombroso, pequeño.

    Pero lejos de congratularse, Phillip seguía aterrado. Las lágrimas que había contenido por semanas ahora se desbordaban por sus órbitas y caían sobre el cuerpo gelatinoso de su compañero – ¡Lo-Lo siento tanto! ¡No sabía que...!

    – Está bien... no es tu culpa que ellos sean demasiado débiles para resistirse – Dijo con una voz reconfortante que por su actitud y aspecto resultaba espeluznante – Pero me pregunto… ¿Eran miradas de clemencia, pidiendo que los liberaras de su sufrimiento? ¿O quizá de impotente rencor al descargar en ellos tu dolor por la destrucción de tu vida perfecta? No, es algo más simple… y profundo al mismo tiempo – Reposó su puño en el mentón en exagerada señal de reflexión – Quizá fue miedo… Sí, eso parece… ¿Y tú sabes por qué?

    – Porque soy un monstruo… – Respondió de inmediato. Así se consideraba desde que sus poderes habían provocado no solo la separación de a sus padres, sino también arrebatado una vida inocente.

    Asdrubal sonrió al mismo tiempo que separaba los oscuros mechones de cabello para observar detenidamente esos penetrantes ojos celestes – Eres alguien muy especial e importante, pequeño ¿lo sabías? Pocos tienen esta capacidad de influir en los más débiles y atarlos al destino que tú le depares… como un constructor del futuro, un agente del cambio que rige la naturaleza y todo el cosmos.

    – Papi dijo que todo llega a su fin – Respondió con enfado al darse cuenta de la indirecta que había dirigido a sus padres – Incluso las estrellas y el universo. Pero que no por eso debemos estar tristes.

    Asdrubal lo miró sorprendido, sus órbitas muy abiertas y expectantes ante una respuesta que, como sus poderes, superaba sus expectativas. – Lamento si ofendí a tus padres, pues han hecho una magnífica labor al criarte. Sobre todo, con aquella muy madura forma de pensar para alguien de tu edad, pequeño. Al parecer, tienes una comprensión básica de la dualidad de la vida y la muerte… Lástima que no sea del todo cierta – Hizo una pausa y señaló nuevamente el páramo donde varios Pokémon pudieron perecer – Si, lastimaste a algunos inocentes. Una consecuencia inevitable, pero poco significativa a la vez. Después de todo, ¿quién no ha dejado su huella en la historia sin prescindir y aplastar a unos cuantos en su camino?

    Gracias a su sagacidad, Phillip no tardó en darse cuenta de lo extraña que se estaba volviendo aquella charla que, más que un simple intercambio de ideas, parecía un oscuro y maquiavélico sermón que desdeñaba, e incluso glorificaba el mal que había hecho.

    – Usted es un hombre malo – Aseveró. Por su carácter e inocencia, no se le dificultaba ser sincero con la gente que no le agradaba. Pero a diferencia de otras ocasiones, la incomodidad que sentía había convocado otro campo de energía, más leve que el anterior y que actuaba como protección.

    Asdrubal se sobrecogió levemente y culpó a sí mismo por su torpeza. No se trataba de otro débil individuo como Palermo a quien podía influir fácilmente con palabras que desea escuchar. De entre todos los seres vivos, los niños poseían la más pura sinceridad, y debía usar ese mismo valor si quería llegar a ese chiquillo.

    – Solo soy un portador de la palabra, pequeño. Nada más.

    – ¿Qué palabra? – Preguntó directamente. No por curiosidad, sino porque parecíale que aquel hombre escondía secretos que podían lastimar a otros, incluida su tía. Y no permitiría jamás que eso sucediera.

    – La única palabra verdadera de este universo… y todos los que existen – Contestó con voz lastimera – El bien y el mal… simples percepciones subjetivas para darle sentido y orden a un universo que no se rige por tan burdo concepto que...

    Pero el hombre no pudo terminar su frase. Phillip, harto de escuchar sermones absurdos y aburridos de un presunto representante de la verdad, lo arrastró usando una violenta versión de telequinesia que lo hacía chocar y sacudirlo una y otra vez contra el suelo, excavando la tierra con sus extremidades hasta llegar a la entrada trasera de la mansión. Lejos de terminar, y con Phillip siguiéndolo para continuar con el doloroso recorrido, el cuerpo de Asdrubal encontró que la tierra era un mejor lugar para continuar el castigo, pues ahora tenía una infinidad de muebles, objetos y robustas paredes y pilares donde su afeado rostro fue a parar en más de una ocasión. Menos de tres minutos de tormento que parecíale una eternidad hasta que, ya en la entrada principal de la mansión, su cuerpo fue usado como ariete improvisado para abrir las puertas y ser expulsado con rigor. Los pocos huesos que aún tenía intactos posiblemente perecieron con la violenta caída en el asfalto.

    – ¡Váyase de aquí y déjeme a mí y tía Pami en paz! – Ordenó con arrebato. No había disfrutado en lo más mínimo lo que había hecho; al contrario, sentía profundo remordimiento por haber lastimado a alguien más, aunque lo mereciera, por lo que su frenesí en la expulsión de aquel hombre se debía más que nada al aun escaso control de sus poderes. No obstante, proteger a su tía se anteponía a sus mismos límites.

    Con las escasas energías que le quedaban, Asdrubal trató de ponerse de pie. Primero usando sus brazos para levantar el cuerpo y luego sostenerse con las rodillas. De inmediato pudo darse cuenta de que había perdido la movilidad de la cintura para abajo, por lo que se vio limitado a solo voltear el tórax y dejar libre las vías respiratorias… no para llevar el oxígeno necesario hacia su lastimado organismo, sino para dejar escapar una lastimera carcajada ahogada en sangre que salía a borbotones de su garganta. Lo único que en su retorcida mente agradecía, era que el sello que había colocado en la mansión pudo soportar el enorme despliegue de poder de Phillip. De lo contrario, la Comunión ya habría estado a unos instantes de arruinar su oscura cruzada.

    – No puedo, pequeño… – Dijo jadeantemente y con la sangre escapando en cada palabra – No hasta que cobre la deuda que tus ancestros han ido acarreando por siglos desde que me pidieron que les mostrara la verdad.

    El Natu indagador que había seguido a Phillip por toda la mansión se detuvo al instante en que un flujo resplandeciente color claro y etéreo apareció del pecho del joven prodigio, dirigiéndose hacia la mano ensangrentada del demente como si se tratara de una rienda que limitaba sus movimientos y evitaba cualquier intento de escape. Phillip se paralizó por completo, soltando a su pequeño y gelatinoso compañero que hasta ese instante sostenía con vigor y preparándolo para la revelación que el apóstol oscuro había preparado especialmente para él.

    Una oscura y terrorífica visión del dominio más inconsistente y bizarro de la disformidad.

    – Cambio… – Susurró con una sonrisa sardónica. Su sermón ya no sería interrumpido – única constante de un universo en incesante transformación, y que está a punto de experimentar su mayor metamorfosis desde hace eones. Aquel resultado que este mundo desborda desde que desechó el conflicto bélico en aras de la evolución y el progreso hacia una edad de oro; campo fértil para que la voluntad del Arquitecto del Destino se haya manifestado de tal forma, que su poder opaca al resto de los amos de la Disformidad.

    El pequeño Heráclito trató de intervenir en el flujo que aprisionaba a su amigo, pero sus pobres habilidades apenas y le servían para acercarse a dos metros del conflicto. Desesperado, usó su teletransportación hasta el bosque para solicitar ayuda a los Pokémon salvajes que pudiera encontrar, pero el reciente asalto a la tranquilidad del hábitat los había ahuyentado, y nadie recurriría en su auxilio. Afligido, pero aun esperanzado, recordó a aquel Natu que había permanecido al margen del conflicto sin inmutarse. Regresó rápidamente al lugar para cumplir su empresa, pero apenas unos segundos desde su breve ausencia ya habían transformado la fachada de la residencia en un alucinante escenario traído desde los abismos de un mundo extraño.

    Las simples y limitadas cuestiones de la realidad serán tuyas para reconstruirlas y ajustarlas a tus necesidades o caprichos. El futuro no es la culminación de tu gloria, sino otro peldaño más en la interminable búsqueda del conocimiento que te dará las herramientas necesarias para realizar las más intrincadas y diabólicas maquinaciones de tu mente brillante… consolidando tu posición como el representante de la más pura esencia de la Disformidad.


    El lazo etéreo se desbordaba por entre las intrincadas manifestaciones de la Disformidad como un pavoroso caudal cuyas peligrosas aguas amenazaban con tragarse cualquier cosa que cruzara su paso. Y, para infortunio del inocente y solitario Natu, él sería la primera víctima de la más pura y retorcida manifestación del cambio.

    El Príncipe Oscuro ha abrazado a Palermo con los poderes que conlleva el placer desenfrenado y los excesos, pero estos son meros distractores que has rechazado con desdén. Emociones banales y burdas que sabes nunca podrán equipararse al poder que yace en ti y en todas las criaturas que habitan tu mundo.

    Finalmente lo encontró…

    Del flujo resplandeciente, una delgadísima hebra color negro escapaba del corazón de Phillip dibujando movimientos serpentinos como el de un Ekans reptante dirigiéndose a su presa. Con impío júbilo, Asdrubal extendió su mano para recibir la mordida venenosa de un oscuro acuerdo que le había tomado siglos de espera, y que ahora podía cobrar para la gloria de los poderes de la ruina.

    Ambición por el inmensurable conocimiento del cosmos y todo lo que se extiende más allá de sus fronteras. Poder absoluto para dominar el destino del universo. El cambio como realización material de tu interminable labor por el progreso, y la esperanza como postergación del tormento en aquellos que tratan desesperadamente de desenredarse de los hilos del destino a los que los has atado en tus intrincados planes.

    El alargamiento del pequeño y esférico cuerpo de Natu fue la primera manifestación. Una agresiva e impía burla de la transformación que eventualmente aquel Pokémon experimentaría con empeño y esfuerzo constante. En lugar de lisas y elegantes plumas verdosas que cubrirían su cuerpo como un manto, piel rojiza e hinchada por el abrupto crecimiento resaltaría por todas partes; aquel plumaje que asemejaba un rostro en el pecho ahora literalmente daba lugar a una cabeza extra cuyos alocadas e irritadas órbitas parecían escapar de su lugar. De sus delicadas y acartonadas alas, extremidades semejantes a los de un ser humano comenzaban a formarse en una acelerada mitosis que proporcionaba el material necesario para espantoso proyecto; tres dedos que terminaban con una afilada garra reemplazaban las alas secundarias y terciarias de un Xatu original, junto con una que otra pluma que se había salvado durante la transformación, aunque en muchas otras sólo le restaba el cálamo sangrante. Así sucedió también con los pies: de sencillos dedos unisodáctilos que sostenían el cuerpo, a extremidades más intrincadas similares a los de un Fearow. Pero la imagen misma del horror en aquella criatura se expresaba en la cabeza; ya no más aquella blanca mirada enfocada hacia el pasado y el futuro, ni tampoco el pico ligeramente enganchado que sólo abría para sencillos bocados y poco frecuentes sonidos, pues para emitir el ensordecedor chillido del abismo se exigía la fusión de mandíbula y pico dentado, junto con un par de brillantes ojos azules que vislumbraban el gran plan de su nuevo amo.

    Las bendiciones del Arquitecto del Destino yacen en tu ilimitada capacidad intelectual y dominio sobre el reino metafísico del que apenas unos cuantos pueden adentrarse sin enloquecer hasta la muerte. Úsalos en tus profanas maquinaciones y domina el destino de todos los seres vivos de tu mundo.

    El tono del flujo etéreo había sido invertido. Donde antes resplandecía como una luz vigorizante para exaltar el espíritu, ahora un hipnotizante color añil pulsaba como vigorosas llamas con cada pensamiento de su usuario. Sólo una delgada y casi invisible hebra resplandeciente señalaba el último bastión para restituir el escudo de un mundo ahora vulnerable.

    – Despierta, pues… mi joven Teje-Destinos.
     
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    J.Nathan Spears

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    El shot de los Valois en su quinta entrega me pareció muy bueno :D. Ahora de la sucia boca de Asdrúbal se supo quién era de verdad y qué buscaba. Disfruté como nunca la paliza telequinética que el joven Phillip le dio a ese granuja. Pero el goce fue efímero, la verdad, puesto que luego de eso sabes que Phillip se convierte en una especie de anti-héroe o anti-villano (ya ni sé cómo llamarle x'D) y con maquinaciones que son un verdadero misterio. Tal parece que el Culto al Placer no es más que un mero distractor para algo mucho más grande y terrorífico que se avecina...

    Por cierto, otra cosa... sobre el apellido de Clint

    Una lección que muchos autores deberían aprender es la siguiente: La seriedad en exceso hace que los relatos sean ABURRIDOS Y PESADOS. Y eso ahuyenta a cualquiera que no sea un erudito o algo más... yo no soy uno de esos y no sé si pueda llegar a serlo.

    Y otra lección: PEOPLE DON'T FORGET xD

    Pero ahora voy a pasar con una cosa que realmente me molestó. Esa fue el spoiler que terminaste dando.

    O sea, creo que no me molestaría tanto si no estuviese leyendo, a la par de tu historia, otra Original de mi amigo George Asai . No voy a decir qué historia es, pero esa misma acaba de dar un giro en la trama que da a indicar que la cosa terminará con un final muy pero muy feo. Y ahora me vienes a dar eso mismo, pero con mucha menos sutileza que la que él usó.

    Y personalmente, odio los finales tristes. Ver a los héroes morir en la batalla épica contra las fuerzas del mal y fracasar en su cometido da ganas de rebobinar la historia y cambiar algo. Por eso las visual novels son así, de múltiples caminos... pero un fanfic es algo más "lineal" a mi parecer, a menos que metas un final alternativo después, pero cuando el final original es el malo, el lector se va con un mal sabor de boca, sin importar qué tan buena sea la historia (a menos que el villano tenga en realidad una visión de un mundo mejor, quizás... y la termine haciendo sin corromperla). Esto no es solo perder una batalla Pokémon ni una liga entera... ¡Esto es algo increíblemente serio y tétrico! Y no sé cómo serán los detalles... creo que seguiré leyendo solo por mórbida curiosidad, pero igual creo que esto decepciona un poco y baja los ánimos.

    Nos vemos en otra... ._.
     
  9.  
    Edmund Daltonic

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    El Culto al Placer. Hasta pronto y gracias por los reviews.
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    Misterio/Suspenso
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    O parte de algo mucho más grande que se confabula en las sombras...

    Después de leer ese comentario, mi simpatía por aquel "tropiezo" comenzó a mejorar. De hecho, podré usar ese recurso posteriormente cuando... ¡ups! spoilers


    No entiendo por qué, después de tantas tonterías de mi parte, no termino de comprender las más sencillas formas de hacer venideras las "malas" noticias. Y en este caso, el cómo aquellas simples palabras dieron un mensaje completamente equivocado del porvenir de esta historia. Pero todo es mi culpa.

    Ahora explico (por si hay otro que quedó con el mismo mal sabor de boca): Como usted, mi buen Nathan, detesto los finales abruptos y tristes. No tengo problema si el resto de la historia parecía desembocar en esa tragedia, pero hacerlo por el simple hecho de hacerlo es flojo y despreciable. Ahora bien, esta gran historia (modestia aparte) NO SUFRIRÁ ESE MISMO DESTINO. Ese falso spoiler se me salió por idiota, y en este mismo instante iré a corregirlo, además de procurar tener más cuidado en las respuestas que escribo, pues lo último que necesito son lectores que se me vayan por dar una mala impresión.

    Por último, una disculpa por esta errónea predicción que desanimó tus expectativas de esta parte de la historia que, como ves, ha llegado a su conclusión. ¿Será triste, trágica o cómica? Eso lo deberás descubrir tú y el resto. Espero que sea de su agrado.

    Ah, y no se pierdan del epílogo.



    FINAL. Teje destinos.


    La fuerte e insoportable jaqueca interrumpió el letargo al que su iracunda salvadora la había sumido después de su apresurado escape de la muerte. Imágenes revolventes y borrosas poco a poco se esclarecían hasta dibujar un vago bosquejo del lúgubre, pero al mismo tiempo familiar sitio donde ahora se encontraba, junto con una voz cuyo volumen se iba acrecentando y purgándose a medida que recuperaba sus sentidos.

    – El protocolo era muy simple, inclusive para una criatura como tú – Dijo la voz masculina que, aparentemente, iba dirigida hacia ella. Por si el haber perdido todo por lo que había trabajado toda su vida no hubiese sido suficiente, ahora tenía que escuchar las reprimendas que su petulante e inclemente sobrino lanzaba en su contra.

    – Para ser su némesis, tienes una muy pobre noción idea de lo que estuviste a punto de despertar – Acusó nuevamente, pero esta vez Palermo podía distinguir que la voz venía de lejos. Se sobrepuso con sus escasas fuerzas que apenas podían sostener sus extremidades y, alzando la mirada, alcanzó a observar la discusión que Phillip sostenía con la pequeña y delgada figura que levitaba con gracia – Más que nadie debería saber el peligro que corremos si la influencia del Dios de la Sangre se manifiesta antes de que termine con mi trabajo.

    Aunque mareada y confundida, sus memorias regresaban lentamente al igual que sus fuerzas, al mismo tiempo que se preguntaba de qué estaban hablando y el por qué aquella criatura parecía ser responsable de un reprochable acto que justificaba la reprimenda por parte de su sobrino. De pronto, y como si un rayo acelerara los procesos cognitivos de su cabeza, recordó los recientes y peores momentos de toda su vida donde fue despojada de su dignidad por culpa, en parte, del Pokémon que alargó su sufrimiento innecesariamente.

    Palermo se puso de pie y, encaminándose con paso acelerado, cometió el peor error que una simple y débil persona podría perpetrar contra un ente iracundo y extremadamente peligroso.

    – ¡Tú!

    Aquel breve silencio proseguido de la sonora e impetuosa bofetada de Palermo mientras estaba desprevenida, marcó el epítome de su paciencia. Los grandes y encantadores ojos de Meloetta que antes provocaban ternura a quien los contemplara, ahora brillaban y emitían luces púrpuras que parpadeaban a medida que su odio crecía. Ninguno de los miserables seres de aquel mundo había cometido semejante bajeza de lastimar su delicada piel, por lo que su castigo sería ejemplar. No le importaba en absoluto que fuese pieza importante en su campaña de conquista, Meloetta entonaría la canción más horripilante y tormentosa de su repertorio, aquella capaz de hacer crujir sus huesos y desatar hemorragias por todo su cuerpo mientras se aseguraba mantenerla con vida el tiempo que considerara suficiente para satisfacerla.

    Y de pronto, una flama añil emergió de entre ambas para separarlas y dar fin a su absurdo conflicto.

    – ¡¡YA ES SUFICIENTE!! – Gritó Phillip con un tono y poderío tan poco propios de su seria personalidad, y que retumbó por toda la catacumba. Palermo y Meloetta retrocedieron por inercia, esta última recibiendo el ultimátum del joven prodigio – Si no te tranquilizas, yo mismo me encargaré de cortarte esas cuerdas vocales ¿entendido? Ahora largo…

    Meloetta frunció el ceño e hizo una mueca de profundo disgusto al no solo ver interrumpida su venganza, sino por la impotencia que sentía al enfrentarse a un ser que en esos momentos podía eclipsar y contrarrestar todo lo que era capaz de hacer. Mas aquel insulto no quedaría impune por mucho tiempo, pues entre la falsa noción de superioridad del Tejedor de Destinos, aún existían hilos que le eran imposibles de entrelazar; y pronto le daría un giro inesperado que volvería a poner las cartas a su favor. Dio media vuelta y se retiró levitando sin perder su gracia, dejando a ambos individuos a discutir sus banales asuntos.

    Palermo, pareciéndole perder el equilibrio y la perspectiva del sitio donde se encontraba, trató de apoyarse contra el muro que estaba a más de tres metros de distancia. Phillip, atento a cada uno de sus movimientos, logró sujetarla antes de su inminente caída; y usando su telequinesis, acercó una silla que se encontraba en el fondo de la habitación. La ayudó a sentarse con delicadeza y le ofreció un vaso con agua que ella bebió al instante, aunque en el fondo habría preferido que le hubiese servido un cognac o algo incluso más fuerte. No obstante, agradecía de corazón las atenciones de su sobrino; pero una última descorazonada estuvo a punto de alterarla nuevamente.

    – Phillip… tu madre. Ella está…

    – Descansando en una de las habitaciones de arriba. Fui por ella a nuestra villa justo cuando todo comenzó a colapsar – Contestó con una mezcla de tacto y severidad – Y te agradeceré que para la próxima me consultes antes de sedarla, pues con la dosis que le suministraste, ahora estaría muerta. Incluso con su inusual habilidad de curación sigue siendo una persona, no un Donphan.

    Palermo miró con desconcierto a la aparente naturalidad y calma con la que Phillip se expresaba en esos momentos. Si bien se mostraba algo tenso al discutir con Meloetta respecto a toda esa verborrea de la que no entendía, no parecía inmutarse ante la vulnerabilidad en la que se encontraban en esos momentos. Por supuesto, las catacumbas bajo una de las residencias de la Orden representaban un buen escondite temporal debido a su ubicación y a que dicha propiedad no figuraba en los libros oficiales; sin embargo, y después de una búsqueda exhaustiva sería cuestión de tiempo hasta encontrarlos, por lo que mantenerse en movimiento era esencial para asegurar su huida.

    – Phillip, este lugar no es seguro – Afirmó – Aunque con lo que ha sucedido, dudo que podamos vivir tranquilos nuevamente. Aun así, tengo que contactar a cualquiera que pueda ayudarnos en estos momentos, solo que….

    – Puede que el lugar sea parecido, pero no se trata del sitio que tú crees, tía – Interrumpió Phillip intentando tranquilizarla – Ven. Déjame mostrarte algo.

    Sujetándola de la mano, Phillip acompañó a su tía hasta el enorme portón de madera que, en las memorias de Palermo, conducía hacia un túnel de al menos un kilómetro de largo que desembocaba en campo traviesa; un recurso perfecto en caso de escape inoportuno o acceso secreto como el que recientemente había sido empleado para la elaborada farsa de la muerte de su sobrino. Phillip retiró el enorme tablón que aseguraba la entrada al túnel con ayuda de su telequinesis, y nuevamente empleó sus habilidades para empujar el portón. Lo que Palermo vio a continuación la dejó estupefacta.

    – ¡¿Qué es esto?! – Exclamó aterrada y sujetando con fuerza el brazo de su sobrino para recuperar equilibrio que estuvo a punto de abandonarla después de que ver el distorsionado y bizarro mundo frente a sus ojos.

    Edificaciones cuya base comenzaba por lo que en su limitado entendimiento parecía el techo, unidas por el vértice que se formaba con un reflejo de su imagen como si se tratara de un espejo. El suelo, o lo que ella interpretaba como una superficie sólida, estaba fragmentado por centenares de pedazos de roca flotante de diferente tamaño; algunos tan grandes como un estadio, y otros de apenas unos cuantos metros. No obstante, y tal como sucedía con los edificios, cada elemento que conformaba aquel mundo poseía un reflejo que lo unía a su contraparte más estable. Y desde una de las cascadas cuyo feroz torrente fluía hacia “arriba” para luego virar y dividirse en múltiples direcciones, el señor dragón espectral se dirigía con interés para inspeccionar a los curiosos inquilinos que acababan de entrar a sus dominios.

    – Me encargué de construir este lugar desde hace un par de años para mis trabajos “no oficiales” – Dijo Phillip admirando al mismo tiempo aquel bizarro paisaje cuya intrincada naturaleza nunca dejaba de sorprenderlo – Por supuesto, para que el efecto de las leyes de este mundo no interfiera con nuestro estilo de vida, es indispensable comenzar la construcción en el nuestro, por lo que decidí hacerlo en aquella catacumba - disculpa por no avisarte antes - En fin, aquí tenemos todos los servicios básicos para sobrevivir, junto con espacio suficiente para usarlo como sitio recreativo y alejarnos de la monotonía. Es importante prever todo esto, pues con el tiempo que estaremos aquí podría…

    – ¡¿Cómo se te ocurre traernos al Mundo Inverso?! – Gritó al mismo tiempo que intentaba cerrar el enorme portón con sus escasas fuerzas – ¡Su guardián no es conocido por su tolerancia hacia los intrusos que invaden sus dominios!

    – Vino para cerciorarse de que no hiciéramos ningún escándalo en su territorio – Respondió Phillip tranquilamente al mismo tiempo que utilizaba sus poderes para ayudarle a cerrar la puerta – Mientras no hagamos otro espectáculo como el que casi ocurre hace un momento, no nos verá como una amenaza.

    Palermo, no del todo satisfecha con las palabras confortantes de su sobrino, asintió para luego dirigirse al único sitio de reposo en ese vacío lugar. Aunque exhausta, y con una jaqueca que había vuelto después de desistir por un momento, se dio un momento para reflexionar y digerir paulatinamente cada momento que llevó a aquel desastre que acababa de suceder.

    – Está perdido… La Orden, mi reputación, mis influencias… aunque no todo aparece en los libros, lo que encuentren será suficiente para derrumbar el legado en un santiamén – Dijo al principio con voz lastimera y meneando la cabeza. Luego, y frunciendo el ceño como un Mightyena rabioso, la imagen de la principal responsable asaltó su mente y la llenó con ideas perversas de una sangrienta venganza – Mi único error fue confiar en esa miserable e ingrata zorrita a quien no puedo esperar por cortarle el cuello yo misma… – apretó los puños con sus largas y maltrechas uñas al punto de lastimar sus palmas – Debí haberle pedido a tu madre de que la infectara después del fiasco que fue la iniciación de Serena. ¡Ah, pero ya verá cuando la tenga en mis manos y borre esa idiota sonrisa de su rostro!

    Ante la exagerada e irracional reacción de su tía, Phillip no pudo evitar dar un largo suspiro y menear la cabeza en señal de reprobación. Era hora de colocar las cartas sobre la mesa y confrontarla con la dura realidad al que sus tontos actos la habían arrastrado.

    – Respóndeme con sinceridad: ¿en serio nunca sospechaste que Aria estaba formando una rebelión en tu contra?

    A pesar de suavizar la pregunta lo mejor que podía, Palermo encontró el insoportable y altanero tono que Phillip usaba para desprestigiar aquello a lo que consideraba algo banal o insignificante. Y a pesar de que su sobrino era una de las pocas personas que genuinamente quería, detestaba esa actitud petulante más que nada en el mundo. Ganas no le faltaban para abrir el portón de nuevo, provocar a Giratina y hacer volar la edificación para no tener que escucharlo.

    – No tienes ni idea del trabajo que me ha costado mantener la Orden oculta. O de los preparativos que tuve que hacer para fingir tu muerte y conseguir el material que necesitas – Acusó esbozando una mueca altanera – Viéndolo desde esa perspectiva, querido sobrino, tienes en parte la culpa de lo que sucedió.

    – ¿Y enviar a dos psicópatas - uno de ellos figura pública - para un trabajo tan importante, es tu idea de hacer un buen trabajo? – Dijo con seriedad, borrando de inmediato la sonrisa del rostro de su tía– Dos idiotas que ni siquiera pudieron cumplir su misión a pesar de la runa que les di para sellar los poderes de Zygarde.

    Palermo trató de protestar, pero fuera de un par de leves balbuceos, no pudo articular ninguna excusa que justificara la ineptitud de sus esbirros. Y ahora que lo pensaba claramente, haber cobrado el favor a Gretel para luego usarla como chivo expiatorio, había sido un plan en extremo arriesgado para una operación tan importante. Pero la tentación de matar dos Pidgeys de un tiro había resultado tan tentadora, que esta nubló su juicio, y el precio por su osadía había sido demasiado alto. No había otra responsable más que ella, y por muy difícil que le resultaba aceptarlo, el remordimiento la carcomería por el resto de su ahora errante existencia.

    – Nada… nada de eso importa ya – Respondió derrotada – Ahora tengo que planear la nueva vida que tendré que llevar de ahora en adelante, lejos de todos los que me conocen y me importan, pues la idea de flotar en esta mazmorra por el resto de mi vida n o es para nada agradable.

    – Eso es lo que crees… – Dijo desafiantemente.

    – No, es lo que es – Declaró con firmeza.

    Phillip asintió – Permíteme entonces cambiar tu perspectiva, tía – Dijo.

    El portón fue abierto nuevamente, para sorpresa y temor de Palermo que se refugió detrás de su sobrino, en caso de que la paciencia del dragón sombrío se agotara. Sin embargo, una figura femenina de cabello rosado y ataviada con el atuendo de las servidoras de salud de los Pokémon, entró por aquella puerta al mismo tiempo que empujaba un carrito cargado con grandes cilindros que parecían ser fabricados con aluminio, llevando en su costado el logo característico que identificaba el material biológico, así como la manipulación minuciosa y el resguardado que debía ser prioritario en todo momento.

    – La puntualidad de las enfermeras Joy es admirable – Afirmó Phillip mientras se aproximaba para recibir a la invitada.

    – Vaya lugar… – Dijo la enfermera Joy con el tono cordial y sereno que caracterizaba a la gran mayoría de las féminas en su oficio, adornándolo con cierto sarcasmo propio de su personalidad. Dio una rápida mirada a la vacía cámara de su encuentro al mismo tiempo que empujaba el carrito con la preciosa carga hasta llegar con el destinatario – ¿quieres revisar?

    – Si fueras tan amable – Respondió con cortesía mientras encendía su pantalla holográfica con la lista para cotejar el material recibido. Un denso vapor escapó al instante en que la enfermera Joy, usando guantes especiales, giró la tapa de uno de los cilindros para revelar el contenido de su interior.

    – Muestras de sangre, tejido adiposo, cutáneo, óseo… – Comenzó mientras señalaba cada uno de los cilindros para indicarle en donde estaba ubicado cada material – Biopsias de los órganos que solicitaste y, más importante aún: muestras encefálicas y cerebrales.

    Phillip hizo una última y minuciosa inspección al material entregado. Al analizar las muestras que le eran entregados en las cajas de cristal especializadas, no podía evitar admirar la calidad y destreza que aquella mujer poseía para preparar muestras de tan excelente calidad. “Si no fuese por la discreción de este proyecto…”, pensó, “no me habría venido nada mal un par de manos tan capaces y diestras”.

    – Todo está en orden… – Dijo por fin regresando el material a sus contenedores para luego enviarlos a las nuevas instalaciones de investigación y desarrollo – Acabo de liberar el candado de las cuentas fantasmas. Puedes disponer de él cuando te plazca, pero recuerda que no todas a la vez.

    La enfermera Joy sonrió, dando un muy breve suspiro de alivio. No por la profunda violación al juramento que había realizado en aras de la salud de otros, sino por la dulce y excitante sensación de una nueva vida llena de posibilidades. No obstante, había un último punto que debía considerar.

    – Y mi seguro de vida…

    Phillip asintió y, cambiando las pestañas mostradas en su pantalla holográfica, desplegó una serie de documentos notariados y firmados con los sellos de los organismos apropiados – Solicitudes de tu cambio de sede aprobadas desde hace seis meses y el crédito que tramitaste para tu nueva residencia en Alola, además de una carta de recomendación expedida por la organización mundial de la salud Pokémon… – Concluyó – Con esto las probabilidades de que te descubran son mínimas, pero es mejor ser precavidos.

    – Y no recordaré nada de esto, ¿no es así? – Preguntó por última vez, sólo para reforzar la confianza que tenía en su palabra.

    – Sólo lo que constituya una muy convincente historia – Respondió con convicción.

    La expresión cordial y amigable de Joy de pronto adquirió un tono seductor y lujurioso. Habiendo resuelto sus asuntos económicos durante el resto de su nueva y emocionante vida, lo único que podía desear para complementarla era el de tener un amante tan apuesto, brillante y poseedor de una voluntad y ambición propias de un líder nato.

    – ¿Y recordar un rostro tan atractivo le daría veracidad a esta historia? – Preguntó llevando su mano derecha hacia el rostro de Phillip, acariciándolo delicadamente y fijando su mirada en aquellos cautivantes y enigmáticos ojos azules. Pero la fría y vacía reacción ante tan obvia insinuación, descartó cualquier fantasía que se le hubiese cruzado por su mente; es más, el serio semblante de Phillip le indicaba que era hora de marcharse. Eso, y la expresión llena de indignación que aquella mujer mayor mantenía desde que entró a la catacumba. Dio media vuelta y cruzó por el portón hacia su nueva vida lejos del remordimiento, o la noción de haber llevado al mundo a un paso más cerca del colapso.

    – Estamos lejos de considerar esto una derrota, tía – Comenzó Phillip al mismo tiempo que su Pokémon, aquel fiel compañero que lo había acompañado desde la caída de su familia y hasta su reciente acto en ciudad Shalure, hacía su aparición para teletransportar los contenedores a su nuevo destino para comenzar de inmediato – Es decir, tú y mamá son las únicas que saben la verdad sobre mí, obtuvimos el material sin despertar la más mínima sospecha, y estamos seguros en este lugar que preparé para llevar a cabo la siguiente fase del plan, el cual marchará perfectamente mientras nuestros posibles adversarios arman un caso que los llevará a ningún lugar – afirmó con convicción – A mi parecer, e incluso con los sacrificios que tuvimos que hacer, esto es a lo que yo llamaría una vic…

    – Me usaste… – Interrumpió con un agudo nudo en la garganta, producto de la indignación que sentía al ver su legado sacrificado tan banalmente – Pudiste haber conseguido lo que necesitabas sin tener que involucrarme… sin tener que acabar con todo lo que construí durante toda mi vida, y aun así permitiste que casi me mataran allá arriba… ¿por qué?

    Había llegado el momento de rendir cuentas con lo que tanto temía que llegara a pasar, y a pesar de su prodigiosa mente calculadora, no sabía a ciencia cierta cuanto le costaría el haber abusado de tal manera a una persona quien, a pesar de sus enormes defectos y obscuros pensamientos, había depositado toda su confianza en el pérfido y egoísta individuo que todavía tenía la desfachatez de vanagloriarse con una victoria que sólo le había traído beneficios a él. Una mente dañada por el trauma a temprana edad y la constante exposición a los horrores de la Disformidad lo habían vuelto cínico e inconsistente con sus emociones, obligándose a portar distintas máscaras para interactuar con los demás, y al mismo tiempo alguien incapaz de discernir los límites de sus actos y las consecuencias que otros pagarían por estos mismos.

    – Jamás habría permitido que te lastimaran… pero tu Orden estaba destinada a caer – Dijo sin más titubeos y tratando de ser lo más sutil que podía para hacer más llevadera la desalmada realidad de sus actos.

    – ¡Oh! ¡¿ahora también puedes predecir el futuro?! – Gritó Palermo expulsando toda la ansiedad e ira acumulada en estas semanas de tensión que desembocaron en aquel atentado contra su vida que terminó por arrebatarle todo lo que poseía, y del que su propio sobrino también había sido partícipe.

    – ¡Analizo variables, interpreto números y balanceo ecuaciones para que el resultado sea lo más acercado a la realidad que deseo conseguir! – Respondió Phillip con la misma agresión que subía de tono a medida que perdía la batalla con sus emociones – ¡¿Cuánto tiempo creíste que ibas a durar después de que casi destruyes la vida otra chica inocente?! ¡Maldición! ¡¿Cómo se te ocurrió involucrar a Serena en primer lugar?! ¡¿En verdad fuiste tan tonta como para no medir las consecuencias de lo que iba a suceder?! ¡¡Agradece de que perder la Orden fue la única constante que pude utilizar para no arruinar todo por lo que he trabajado!!

    Palermo llevó ambas manos a su boca para ahogar el sollozo que estaba a punto de escapar de su afligida psique. La imagen del niño dulce y cariñoso al que había jurado amar y proteger desde que lo vio por primera vez en la sala de maternidad, se había hecho trizas ante las inescrupulosas e insensibles infamias de Phillip. Actos ruines tan perfectamente esbozados para herirla sentimentalmente y que cuyo origen debían remontarse al momento en que ella también había provocado la pérdida de la única persona en cautivar el dañado espíritu de su sobrino.

    – Nunca me perdonarás por lo que sucedió con Tabatha, ¿cierto?

    Phillip se encogió de hombros ligeramente. La discusión se había tornado extremadamente personal por culpa suya, y nada podía hacer para remediarla – Ella no tiene nada que ver con esto – aseguró con una sinceridad susceptible a la duda después de su atroz obra.

    – Debo decir que estoy impresionada – Dijo con lágrimas que limpiaba desesperadamente, acelerando la irritabilidad que conlleva el desbordar su tristeza – Sobrepasaste todas mis posibilidades y propias vilezas sin pudor ni vacilaciones para lograr tus objetivos. Ahora que abusaste de mi ayuda y me dejaste sin siquiera la más mínima pizca de dignidad, te concedo todo lo que conlleva el preparar esta guerra nefasta a la que te diriges, junto con la gloriosa victoria que sin duda conseguirás. Si aún te queda un poco de consideración hacia alguien que te quiere a pesar de todo esto, por favor, permite que me marche.

    Nada de lo pudo haber hecho pudo prepararlo para verla quebrantada de esa manera gracias a su pérfida mano. Desde su punto de vista, todo lo que le había reprochado a su tía no era peor a lo que él también se había visto obligar a hacer: lastimar a seres queridos e inocentes por igual, destruir el hogar que lo había acogido desde la caída de su familia, y manipular a docenas para cubrir su intrincada treta con la que pretendía cumplir su misión personal… sólo era el principio de una larga senda hacia la perdición.

    – Es demasiado arriesgado dejarte ir así… – Dijo levantando su extremidad y bloqueando la entrada con una barrera de luz que ondulaba constantemente como las olas de mar. Para Palermo, no fue ninguna sorpresa, pues ella habría hecho lo mismo con alguien por quien sintiera poca apreciación, y el hecho de saberlo le rompía el corazón.

    – Si, eso creí…

    – Este conflicto ya concluyó para ti, tía – Murmuró en un desesperado intento de confortar ambas consciencias – Sólo… sólo dame un poco más de tiempo y habré terminado con todo esto.

    – Has tomado mucho más que eso, mi niño… – Respondió con aflicción y una agobiante sonrisa – Por favor, sólo… sólo déjame en paz, ¿quieres?

    Y mientras Palermo daba media vuelta para dirigirse al lugar de su nuevo cautiverio, Phillip permanecía absorto en la oscuridad. No había momentos de reflexión ni remordimiento por sus actos; tampoco escenarios imaginarios en los que podía rebobinar el tiempo y modificarlo de manera que el daño fuese menor. Sólo un profundo y funesto odio que sentía hacia sí mismo y se acrecentara a niveles insoportables.

    – ¿Está hecho? – Una repentina voz femenina y madura proveniente del dispositivo móvil, interrumpió su momento de penitencia. Trató de reponerse de inmediato antes de contestar, pero las secuelas de la tormenta emocional seguían dominándolo.

    – De la forma más nefasta y deprimente que podía suceder… pero fue necesario. Tú mejor que nadie lo comprende – Respondió de una forma demasiado emocional y personal al que la mujer estaba acostumbrada. Pero habiendo escuchado toda la discusión, no le extrañaba que Phillip se encontrara demasiado perturbado. Por lo visto, incluso aquella prodigiosa mente calculadora podía venirse abajo ante la complejidad de las emociones humanas.

    No por eso deja de ser doloroso… – Respondió con un tono empático y gentil, casi maternal. Como aquel que no había empleado desde hacía casi dos décadas.

    – Yo sacrifico lo que queda de mi familia y tú ni siquiera interactúas con la tuya… – Era obvio lo que Phillip pretendía: en su momento de vulnerabilidad, tratar puntos sensibles para provocar ya sea disgusto o empatía, era su único medio para recuperar su compostura – Su intervención en el rescate de ciudad Shalure resultó un muy atinado golpe de suerte para no tener que involucrarme directamente. Ni yo habría imaginado que Aria la convencería de ayudarle.

    Pero sus intentos nuevamente serían insuficientes. La mujer al otro lado de la línea poseía una voluntad mucho más poderosa que la de cualquiera que él conociera, junto con un estricto sentido del deber y compromiso que ni siquiera los deberes maternales fueron capaces de disuadirla.

    La redención no es una recompensa de la que podamos disfrutar… esa es nuestra maldición – Dijo con empatía, dando por terminada la sesión de terapia y enfocándose en lo verdaderamente importante – ¿Prosigo como lo planeado?

    Phillip asintió. La certidumbre de contar con una aliada así le daba un muy merecido respiro para lo que debía hacer a continuación.

    – Debo hacer algo antes de comenzar la etapa dos del programa Astartes… – Contestó con sus convicciones restituidas, pues el siguiente paso deterioraría nuevamente sus principios – Mantenme informado de todo lo que suceda y, por supuesto, no le quites el dedo de encima a las actividades de la fundación Aether. Lo último que necesito en este momento es otro brote incontrolable.

    Entendido… – Respondió – Ten mucha suerte, pequeño…

    – Ya no soy…

    Pero Phillip ya no pudo terminar con su réplica. La mujer abandonó la breve llamada y el joven brillante había quedado nuevamente en completa soledad, salvo a su fiel Pokémon que intentaba reconfortarlo llevando su cuerpo gelatinoso hacia la palma de su mano.

    – De haber sabido que esto iba a suceder, nunca los habría contactado… – Murmuró mientras acariciaba la cabeza de su ahora desarrollado amigo – Pero siempre estarás a mi lado en este sendero de perdición, ¿no es así, Heráclito?

    Reiniclus asintió emitiendo su alegre gruñido balbuceante para luego acompañar a su socio hasta el laboratorio aun en la etapa de despliegue. Enormes y complejas máquinas encargadas de realizar las más minuciosas tareas, acababan de efectuar los últimos ajustes y calibraciones pertinentes, mientras que las cápsulas de preservación de tejidos se llenaban poco a poco con las soluciones líquidas esenciales para cultivar las semillas que sus futuras creaciones portarían para la próxima gran confrontación.

    Las… misiones… están en marcha.

    Phillip frunció el ceño y exhaló con disgusto ante aquella molestia del que creía haberse librado por fin, y que parecía venir a atormentarlo una última vez.

    – ¿Qué las penas de todo el mundo decidieron venir a mí para inundarme con su desdicha? – Exclamó con enfado – Ya soy lo suficientemente miserable con lo mío.

    Las primeras brasas … de la llama de la esperanza… han comenzado a arder.

    La voz espectral, lastimera y débil como el de un alucinante moribundo en sus últimos segundos, no pudo conmover al joven que en esos momentos retomaba su camino hacia el sitio para tomar el recurso que había ido a recoger.

    – Una luz falsa que terminará por sumergirnos a todos en los abismos del miedo inexpugnable – Explicó por centésima ocasión. Le era insoportable la terquedad de aquellos que insistían en su ignorancia a pesar de ser desenmascarada por la verdad – Te di un fragmento de mi poder con la intención de vigilar y proteger a las chicas que mi tía trajera a su Orden, y en su lugar cometiste la insensatez de involucrar a otra víctima inocente, cambiando por completo el curso de un de por si peligroso conflicto que me es casi imposible predecir… – Dijo a punto de perder la paciencia y obligarla a callar. Pero incluso para alguien como él, la manifestación colectiva de seres desgraciados y rencorosos en busca de consuelo, lograba conmoverlo – Extínguete de una vez, y libérate del dolor que te ata a este mundo, espíritu.

    Pero la voz no cedería aún. No sin hacer el último esfuerzo por recuperar lo que les fue arrebatado el día en que el gran enemigo ató en sus enmarañados hilos a la última defensa de la tierra.

    Tu misión… ¿Cuál fue?

    – La antorcha es sumisión y muerte… y ya hay demasiado de ella en este sendero por el que me he condenado andar.

    Al llegar al estante de sus pertenencias, Phillip se detuvo. Luego, y usando su telequinesia, abrió la puerta para sacar el atuendo que portaría hacia su primera batalla real: un evento fortuito que al menos podría usar como excusa para poner a prueba la base de su teoría. Del mueble, varias piezas de lo que parecía ser una ligera armadura de batalla de tonos oscuros, fueron desplegadas como si se trataran de objetos que acababan de cobrar vida, colocándose perfectamente hasta cubrir el cuerpo de su usuario. El ropaje que combinaba la clásica y estilizada elegancia de una época más fantástica con un estilo práctico y moderno - este último a petición suya - se trataba de un obsequio que su aliada le había hecho llegar cuando el momento de la verdad por fin lo alcanzara. Sin embargo, y aún con las modificaciones realizadas para hacer de aquel traje innecesariamente llamativo, había decidido vestir una capa negra con capucha. Como toque final para asegurar su anonimato, así como de una forma efectiva de lograr cierto efecto psicológico en sus oponentes, cubrió su rostro con un sencillo casco cuya careta ovalada, hecha de un material plástico extremadamente resistente, poseía un recubrimiento especial que lograba replicar el efecto reflejante de un espejo y del cual podía activar si así lo requería. Más que un noble caballero, Phillip se asemejaba a un oscuro hechicero.

    Y en uno de los pocos mobiliarios que había traído consigo al venir ahí, Phillip tomó la pokébola color plateada que contenía al prototipo de todos ellos; una “simulación” ultra realista como él prefería llamarle, y cuya leyenda marcada en relieve resplandeció con las luces blancas del laboratorio: Astartes Alfa.

    Un nombre que anunciaba el inicio de una nueva era marcada por el conflicto sin fin.

    Un futuro sumido en las sombras de la ignorancia, el miedo y la indiferencia hacia el bien común.

    Un mundo donde sólo hay guerra.

    Phillip de Valois de Kalos…

    Déjala ir…


    CRUZADA OSCURA.

    PRIMERA PARTE: El Culto al Placer.
    FIN.
     
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    J.Nathan Spears

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    Hombre... ese Phillip es todo un villano trágico. Sí, ha hecho cosas malvadas y a espaldas de la ley, pero de todas maneras, sus métodos infunden cierto respeto... excepto claro eso de los Pokémon mutantes, pero fue algo mínimo... al menos comparado con la manipuladora de mierda de Palermo. Dime algo, ¿Planeaste la escena de rompimiento de esa bruja con el propósito de hacer que sintiéramos un mínimo de simpatía por ella? Si es el caso, te informo que mi reacción al verla así fue: "¡¡ESO!! ¡¡VETE AL MÁS RECÓNDITO RINCÓN DEL CARAJO DIMENSIONAL Y PÚDRETE EN VIDA, MAMAHUEVOOOOO!!" (seh, se me salió el sádico perturbador que llevo dentro xD)

    En fin, narración y ortografía pulcras, como es de esperar. Me pareció raro que el enfoque solo fuera en Phillip principalmente, pero de todas maneras es un recurso inesperado y no muy visto, así que lo apruebo (?) ( owo) b

    A ver, qué más puedo añadir... me parece tierno que Heráclito, ya en forma Reuniclus, siga siendo una ternurita con su entrenador. Es un caso de lealtad inquebrantable que llega al kokoro ;3;. Incluso me atrevo a decir que, aún sabiendo las atrocidades que ha debido perpetrar su amo, él ve el panorama más amplio del futuro y decide seguirlo sin dilación. No por nada los Tipo Psíquico son los más listos y sabios ;)

    Espero el epílogo con ansias y un ánimo mucho mejor al que tenía antes del "falso spoiler" (/ 030)/

    Nos vemos n__n

    P.D.: La inclusión de la Joy sarcástica y seductora, ambiciosa por una vida más emocionante, es otro plus... a ver si termino leyendo más de ella o si termino escribiendo algo yo mismo xD
     
  11.  
    Dr Kaos

    Dr Kaos Guest

    Un final agridulce?

    i liked!!!!

    ok... debo decir que era predecible que lo que se avecinaba era el final de todo un arco... aunque claro, lo interesante se encontraba en esa expectativa de "qué tipo de conclusión" dejarías... o bien si en realidad si caería el final.... (jugaste bien con la insertidumbre...)

    el resultado fue gratificante...

    en fin prosedo a comentar los 2 cap que me faltaban... + el ultimo....


    Sobre el 57...

    Aunque no lograron atrapar a la bruja... al menos tomaron el cuartel y con toda la información que contiene.... (se viene un gran terremoto social en el mundo ante todos los secretos que pueden salir a la luz?)

    - ¿me pregunto como escapo de ese lugar?

    -Clint fue severo con Aria... pero la verdad ella se lo merece por su fe ciega en aquel credo (mas al encontrarse tan cerca de Palermo... sabiendo de su actuar)

    aunque de igual forma hay cierta lastima por ella... después de todo es una joven que fue doctrinada a una edad crucial en el crecimiento de una persona.... al menos pudo detenerse a tiempo antes de seguir cegándola, optando por sacrificar el culto (irónicamente con el fin de mantener el honor del mismo? ....por eso me gusta el nombre del título del cap :D )

    y si bien la "gratitud" de serena hacia ella por haberla ayudado se me hizo demasiado rápido... ( tal vez algo forzado en aquel momento... ) no se... creo que cavia la posibilidad de una escena mas reflexiva dejándonos a una aria completamente sin apoyo... (daba para que el "perdón" callera más adelante... tal vez era para algún mini conflicto?)

    aun con esa percepción... veo justo dado las ayudas que aria el presto a la chica por el cual toda esta historia dio comienzo....

    -la policía llego... (tarde como siempre) y nuestro buen Mc Tyranobolas, bueno laguardia (pinche clint.... cuantos nombres y apellidos tiene?) termino arrestado... gajes del oficio de un vigilante...

    y... en cierta forma no se puede culpar a locker en el pasado.... ¿que podía hacer un policía de ciudad contra todo un culto con influencias políticas y sociales?

    - y queda por ver como saldrá las cosas a Serena y cia en su reunión con la comunidad de psyquicos.... y que complicaciones traerán a sus ya revueltas vidas...

    ganaron esa batalla.... pero..... ¿a que costo?

    pa rematar el bello durmiente comatoso finalmente desperto....

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    y... sobre la Parte 5 de nuestros queridos Valois....

    creo que este capítulo fue el de mas "acción" de los que van del spin off...

    El desastre familiar se acrecienta...

    Me sigue pareciendo curioso ver a Palermo mover todas sus influencias con tal de salvar a los "Valois" (bueno se a visto el cariño que le tiene a su sobrino...), como también interesante que su presunta solución sea eliminar o darle un tortuoso castigo al pobre Reginald...

    O_o ironía que terminaría convirtiéndose en un especie de mano derecha.... será interesante descubrir cómo se dio eso...


    -Asdrubal por otro lado se ve todo un titiritero meticuloso y elocuente.... al menos mil veses mejor de lo que seria palermo... (la bruja no aprendió nada en esos años?!)

    por alguna razón... leyendo uno que otro dialogo... se me hace que el tipo es más viejo de lo que aparenta.... (y teniendo en cuenta como se mantenía madam valois .... ) ojala muestres más de él o, de lo que fue más adelante... (si es que no fue este capítulo su salida rápida?)


    -Pasando a los poderes de Phillip.... viendo todo ese caos que provoco a tan corta edad... >_> no quiero ni imaginarme los alcances que posé ya en el presente... @_@ ni que decir ahora que se convirtió en el verdadero sucesor del credo a la deformidad en su forma más pura (si es que no entendí mal.... )

    -como siempre.... es agradable leer el nivel que le pones a la descripciones de los sitios... (mas si tocan esos parajes subrealistas ?)

    - Pobre Xatu... debo decir que por alguna razón su transformación me recordó a Angron.... (o será mera coincidencia?) veremos a este siniestro Pokémon psíquico nuevamente?

    En fin... buen capitulo... solo quedaría preguntarme si este es el final del spin off o aun queda? (no recuerdo si lo habías mencionado antes)

    digo... @_@ aun quedan su buen dedadas... sobre todo por saber cómo Adele termino transformándose en la loca del presente... (mas bien como se completo su caida... )


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    Y finalmente el ultimo capitulo....

    Un final realmente interesante... lo disfrute...

    Te deja la sensación que al final el culto está condenado....

    ¿por lo que el comentado de la historia estaría cumplido?

    ¿la bruja cayó?

    ¿victoria para nuestros héroes?

    y después entra ese exquisito sabor agridulce.... ese al ver a Phillip erguirse como el aparente Big Boss siguiente... uno mucho mas meticuloso y peligroso de lo que fue Palermo (?)

    Dejando patente que para él, el culto era una herramienta desechable, tosca... de la cual parece mas sentirla como un estorbo.... incluso algo desagradable.... y que al fin pudo librarse de ella...

    Bueno... supongo que esto explica porque ayudo a Bonnie...

    No recuerdo si este nombre fue mencionado antes... pero todo indica que el culto jugó con demasiadas personas que "no debía".... oh bien claro algún otro evento relacionado pero diferente?

    (creo que será interesante ver el momento en que Phillip y Clint se vean las caras...)

    - Sobre la caída de Palermo... ok... por alguna razón no pude disfrutarlo...

    Perdió su adorado culto.

    Sus adversarios la acorralaron y pusieron en Checkmate...

    Fue completamente humillada.

    Su mente fue violada.

    Meloeta la trato sin respeto alguna...

    Y a la mínima de aparecer algo de esperanza de tener una retirada y próxima venganza digna aparecen.... esta es completamente aplastada por tal vez el único indique por el cual aun sentía cierta empatía, respeto (amor?)

    No se... sé que la vieja estaba ya de parsi emocionalmente golpeada... más aun cuando supo que la usaron como una herramienta desechable... y todo su ego esta hecho añicos (o polvo) ....

    Muy en lo personal... verla solo hundirse así sin más porque la traiciono su amado sobrino... como que no me es suficiente... como que no me termina de convencer....

    pero siento que en todo el rompecabezas que era ese personaje.... aun falta una que otra pieza... (y hasta saberla no podre sentir que puedo bailar tomando cerveza y riendo sobre el cadáver de la bruja?)

    OK OK OK... ya me calmo... @_@ aclaro sí que esta percepción es muy personal mía.... (probablemente me levante del lado malo de la cama.... )


    de cualquier modo... me gusto ese feel que trasmite que la caída del culto se debió básicamente por la soberbia de Palermo... y, pese a que su sobrino también tiene ese aire altanero... es una persona mucho mas meticulosa, precavida y practica...


    - ok... me sorprendí mientras leía la descripción de la nueva base... imaginándome que lugar era y luego se confirmaba.... (como rechuchas pudieron llegar hasta ahi?! )

    un lugar bien interesante.... solo diré.... -_- pobre Giratina... ahora tiene unos huéspedes de lo mas problemático... al menos espero que les cobre la renta....

    - por otro lado, despues de haber pasado tantas cosas.... una Joy sin escrupulos... las verdad no sorprende tanto... pero si me recordó....

    [​IMG]
    [​IMG]

    Admito que siempre quise ver alguna Joy mas preocupada por si misma... (sobre todo despues de esta foto, un par como que tienen una cara algo sospechosa... ok cosa mia...) ojala la volvamos a ver...

    Ok... tengo curiosidad por saber quién era la persona al teléfono... si es alguien que aun no aparece en escena... o bien lo hizo... (trato de recordar los incidentes en esa ciudad... pero pocos nombres se me vienen a la mente... O_o no sé porque... pero siento que si es alguien que ya apareció.... va ser una sorpresa shokeante... o en una de esas ya estoy divagando de mas.... )

    y hablando de esa llamada....

    tendremos reunion de locas en alola?

    En fin no mucho me queda por opinar... siento igual que se me quedaron varias cosas en el tintero pero bue... (mi mente anda algo revuelta últimamente...)


    más que nada preguntas.... de si volveremos a saber algo del Team Flare (que en este AU aun no han sido derrotados...), cuales son los planes del Teje destinos... y la lista sigue.... @_@ (de echo creo que se me pasa algo importante... pero se me fue... )


    igual esperare al epilogo... aunque no creo que allá respuestas... mas tal vez una pista donde se dirige la historia en la siguiente etapa... por lo que esperare ansioso la conclusión del "culto al placer"


    saludos!



    p.d: Heráclito es un fiel compañero... aunque me pregunto cómo abra tomado el los cambios de su amigo... y si el también a cambiado(mentalmente) ... o sigue siendo el inocente Pokemon de años atrás....


    p.d2: una pregunta aparte... ¿mr, no tuvo ningún problema con los terremotos sufridos en su pais? ¿todo bien?


    un saludo!
     
    Última edición por un moderador: 25 Septiembre 2017
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    Edmund Daltonic

    Edmund Daltonic J

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    El Culto al Placer. Hasta pronto y gracias por los reviews.
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    "Villano trágico". Esa palabra me gustó, pues es lo que mejor describiría a este personaje. Y creo que es más evidente cuando se contrasta su personalidad cariñosa de la infancia con el retorcido individuo que es en la actualidad.

    Bueno, lo intenté. Lástima que ya no se pudo abordar más a fondo en la pre-crisis de este personaje, pues al igual que los Valois, todo indica que también se convirtió en víctima y victimario dadas las circunstancias. ¿Será lo último trascendental que se sepa de ella? Sólo el tiempo lo dirá

    Es que de esta forma, embona de muy buena manera con lo que sigue. Ya verás.

    Me encanta ese Pokémon. ¿Por qué no lo usan más en la serie?

    Si es que regresa, sería para algo poco trascendental. Usa el recurso si quieres, por mi no hay problema.

    Al menos en el mundo de las exhibiciones Pokémon.

    Es lo que pasa cuando necesitas arreglar un conflicto rápidamente para no tener que emplear otro capitulote en ello. ¿Adecuado para el desarrollo de los personajes? a lo mejor no. ¿Te salva de tener que escribir algo tan tedioso? Si, aunque se sienta forzado. Otro pecadillo de la historia que espero pase por alto.

    La inconsistencia en los nombres es un recurso que me gusta usar. Tiene potencial para ser explotados en un sin fin de formas.

    Con el beso de un príncipe, seguramente. Qué jotos.

    Uy, ni te imaginas.

    Tendrás que estar al pendiente. Por que ya no se me salen los spoilers, ¡ya no!

    Si hay algo de lo que al menos puedo presumir, es el cuidado que le pongo a la descripción de los lugares. A veces.

    Todo eso y más en la sexta (¿o quinta?) parte del ocaso de los Valois.

    Mira nada más cuánta expectativa creé. Y todo para un "continuará". Pero todo saldrá bien, ya lo verán.

    Un antagonista con principios. ¿Por qué es tan raro de ver en estos días?

    Bueno, mi intención nunca fue atormentar a tan desdichado personaje, a pesar de que se lo mereciera. Las implicaciones de su caída son más profundas y las grietas apenas y se dejan ver, pero pronto toda la estructura se vendrá encima y las consecuencias serán graves...

    Aunque si quieren, puedo tirar a Palermo a un volcán activo. Todavía estamos a tiempo.

    Era ese lugar o el mar de Hoenn. Y todos detestan el mar de Hoenn.

    Creí haber puesto suficientes pistas para que descubrieran la identidad de dicha persona. Pero bueno, si quieren saberlo de una vez y no dar una releída al texto, abran este siguiente spoiler:

    Es la madre de Jessie

    Este si lo puedo spoilerear sin problemas: NO

    Bueno, estoy actualizando esta historia y respondiendo los comentarios. Así que todo indica que afortunadamente nada grave me pasó a mi. Gracias por preocuparte. Saludos


    Y pues bien... aquí se acabó esta primera parte del titán que he creado inconscientemente. Pero antes de ser enviado al plano superior de los fics completados por la jefa Plushy, permíteme escribir un último post de agradecimiento donde también aclararé algunas cosas en el futuro de la historia. Espero que a más tardar en tres días lo tenga listo

    Por lo pronto, disfruten de una última leída a este mundo que recree.

    EPÍLOGO.

    Aunque muchos no lo creyeran, no era necesario caer en algún túnel de gusano de Celebi para experimentar la distorsión del flujo temporal que, muy pocas veces, parecía ralentizar el orden natural del tiempo; una sensación extremadamente tensa y frustrante para el pobre individuo cuya percepción de la realidad distorsionada no se había sincronizado del todo con su vejiga a punto de estallar. Tal como Clint podía experimentarlo en esos momentos, cuatro gruesas paredes con suficiente iluminación -salvo aquellas estrechas esquinas-, y un enorme cristal polarizado por el que un par de oficiales bien podrían estar vigilándolo en ese momento, podían generar el mismo efecto.

    – Creí que la tortura psicológica no era lo tuyo, Looker. Al menos pudiste haber dejado unas donas y un cubo Rubik para distraerme – Dijo con ironía que disfrazaba el disgusto de llevar su propia cuenta del tiempo desde que había sido llevado ahí – O quizá un Playlopunny si no fueras un ojete.

    El sonido metálico y trepidante de la puerta al abrir, resonó por cada rincón de la habitación. Looker, con una carpeta color manila en mano, entró sin recelo y postró su mirada severa e inquisidora hacia el retenido.

    – Por todos los cielos, Clint. Pareces un niño de tres años que acaban de castigar.

    Clint frunció el ceño – Momento, ¿estuviste detrás del crital todo este tiempo? – Preguntó indignado – Eres un bastardo.

    Pero la actitud sarcástica de Clint cambió tan pronto como una de las mujeres más importante de su vida entraba a la habitación con aquella expresión mezcla de tenue serenidad y sincera gentileza que era tan común a su edad.

    – ¿Mati? – Preguntó sorprendido y extrañado de su inesperada presencia – ¿Qué estás haciendo aquí?

    – Intercediendo por ti; o al menor eso es lo que creíamos – respondió Mathilda tomándolo gentilmente con ambas manos para luego señalar con su mirada a Looker – Este caballero creyó que era adecuado que un miembro de la Comunión de Psíquicos estuviese aquí, aunque se ha reservado para decirme el por qué.

    Looker tomó un par de llaves que utilizó de inmediato para retirar las esposas del retenido. Clint rodeó la muñeca derecha y comenzó a frotarla para aliviar la molestia acumulada por varias horas de retención.

    – Siento mucho encerrarte durante tanto tiempo, pero no podía lidiar contigo mientras las cosas se complicaban a cada segundo – Aseguró Looker con franqueza – Te pondremos al corriente de lo que sucedió, pero ustedes deben escuchar algo muy importante antes de que prohíban hacerlo.

    La incertidumbre invadía a Clint. Nada de lo que Looker dijera tenía el menor sentido para él, pues lo único que lo tenía con pendiente era el estado de la búsqueda de Palermo. No obstante, si la situación era tan delicada como para traer a Mathilda -ahora nombrada oficialmente como una miembro de la Comunión-, su cruzada personal tendría que esperar.

    – Muy bien. Dime qué está sucediendo.

    Looker asintió. Tomó su dispositivo de la chaqueta para desplegar la pantalla holográfica que empleaba en su labor, y comenzó su relato.

    – Ante la posibilidad de que Palermo alertara a los más altos miembros de su Orden, decidimos actuar de manera fugaz para evitar la mayor fuga de sospechosos posible – Dijo al mismo tiempo que distintas imágenes de individuos con atuendos extravagantes color rojo eran desplegados en la pantalla – Laboratorios Lysandre fue el primero en la lista, dada la información que me diste. No hace falta decirlo, pero tuve que cobrar muchos favores y convencer a varios peces gordos para que un juez por fin diera la orden.

    Aquel dato capturó su interés. Al parecer, el intercambio de información con Looker sí había dado sus frutos – ¿Qué encontraste? – Preguntó.

    – Hace dos horas, toda comunicación, funciones y hasta el sitio de ventas de la empresa cesaron en un instante. Yo y un equipo fuimos a investigar de inmediato, pero el personal no estaba por ninguna parte. Ninguna persona cerca del edificio que los haya visto salir, ni videos de seguridad que confirmen el abandono del recinto.

    Clint se encogió de hombros al escuchar aquella revelación que encontró sumamente decepcionante.

    – Algún Pokémon con tele-transportación o algo parecido – Dijo desalentado – Supieron muy bien cómo escapar y ocultarse para no dejar rastro.

    Looker asintió nuevamente – Sería la explicación más lógica si no fuera por los dos chicos que dejaron inconscientes.

    Su interés volvió – Eso ya no tiene sentido – Dijo arqueando una ceja – ¿Y ellos cómo están?

    – Estables y en observación. Pero los Pokémon que estaban junto a ellos… – por primera vez Looker agachó la mirada para ocultar la expresión grotesca que quedó congelada al descubrir aquella escena – nunca vi un castigo tan brutal, en especial con aquel Charizard. Lo que fuese que los haya castigado de esa manera, parecía tener verdaderas intenciones de eliminarlos. Esperemos que cuando despierten, nos expliquen el por qué no fue así.

    – La Comunión tomó lecturas del lugar para descartar posible actividad psíquica – continuó Mathilda – Las pruebas dieron positivo, y estamos investigando arduamente qué es lo que sucedió ahí – volteó a ver a Looker con una expresión desconcertada – Yo misma pude haberlo puesto al corriente de todo esto, detective ¿Qué es lo que en verdad quería decirnos?

    Looker respiró hondo – ¿Y si les dijera que esas lecturas han sido recabadas antes en otros jugares muy, muy lejos de aquí?

    Mathilda y Clint intercambiaron rápidamente sus miradas como si corroboraran la trascendencia de lo dicho por Looker.

    – ¿De qué tan lejos estamos hablando? – Preguntó Mathilda expectante.

    – Al centro de la galaxia… o al menos eso era antes – Respondió sin titubeos. Dirigiéndose al switch que iluminaba la habitación, Looker apagó las lámparas e hizo un ajuste en su holomisor para usarlo en modo proyector de video.

    La imagen de a continuación dejó a los espectadores desconcertados por la inusual forma de aquel ciclón de luces rojizas que se asemejaban al iris de un ojo en la penumbra cósmica, así como intimidados por la escala que aquel gigante abarcaba en la fotografía comparada con el resto de cuerpos celestes. Al principio, Clint creyó que se trataba de un agujero negro, pero descartó rápidamente esa idea al recordar que era imposible recabar fotografías tan apropiadas para describir visualmente aquellas singularidades. Y, sin embargo, otros cuerpos celestes parecían ser atraídos hacia el oscuro centro de aquel fenómeno para ser engullidos en un santiamén.

    – Los astrónomos que lo investigan desde hace décadas lo llaman El Ojo, un fenómeno astronómico ubicado a decenas de años luz de nuestro sistema. Al principio se creyó que era una especie de nebulosa atrapada en un inusual campo gravitatorio que modificaba su forma y tamaño. Pero en los últimos meses, y contrario a todo conocimiento que tenemos del espacio… – Cambió la fotografía, esta vez mostrando la misma mancha, pero de un tamaño considerablemente mayor, tal como lo evidenciaban las mediciones anotadas en la imagen – Esa cosa ha aumentado su tamaño a una velocidad alarmante.

    Mathilda llevó la palma de la mano hacia sus labios en señal de preocupación. Si bien no era una experta en astronomía, el tamaño y masa de aquella singularidad podía provocar consecuencias letales para su mundo. Y si aquella eventualidad no fuese suficiente como para desatar en ella y en los dos varones presentes el más profundo instinto de miedo y supervivencia, el hecho de que estuviese directamente relacionado con el gran enemigo que combatían, arrebataba en ellos la esperanza de hacerle frente a algo mucho mayor de lo que jamás nadie hubiese enfrentado.

    – No obstante, hay un muy, muy extraño comportamiento que nos tiene totalmente confundidos – dijo con gravedad. Su actitud firme y recta ante la adversidad palidecía contra los horrores cósmicos – Lo que están a punto de ver está en proceso de ser clasificado como ultra-secreto.

    Y fue ahí cuando lo vieron. Cuatro manifestaciones de una amenaza cataclísmica dibujada en el cosmos, y que cuyas sombras ya envolvían a su pequeño mundo.

    Un cúmulo de gases púrpura daban forma esférica a la primera de ellas. Luces intensas y de tonos rosados escapaban de la densa nebulosa como exquisitas fragancias que hipnotizaban a las criaturas para someterlas en un festín de excesos y depravaciones en cada expresión e idea existente. De la esfera, una flecha cuya punta en forma de luna creciente, junto con otra invertida y ubicada a la mitad del astil, dirigía su letal impacto hacia el resto del cosmos como el proyectil disparado hacia el corazón de los orgullosos y decadentes de moralidad, transformándolos en entes perversos y autoindulgentes; esclavos en la búsqueda del máximo placer y el falso ideal de perfección.

    La segunda iluminó la habitación de tono añil, y con ello la misma representación de la naturaleza del cambio se hizo presente. Inconsistente en su quehacer, impredecible en su devenir y multifacética en la manifestación de todas sus expresiones, tal como el borde azul intenso dibujado en el ojo. La flama de la disformidad se erguía orgullosa, brillando maquiavélica y vivazmente como la antorcha de la victoria alzada en alto; gloriosa ambición de aquellos que recurren a cualquier fin para extender su dominio sobre los prescindibles, e ignorantes de su verdadera naturaleza como simples peones en el juego del destino.

    Pero las tonalidades de las llamas del cambio palidecían ante la luz escarlata del derramamiento de sangre. Ríos de fuego se extendían a través del firmamento como la ruina dejada al paso de un ejército; las masas cósmicas manifestadas en forma de líneas se entrecruzaban entre ellas dibujando una forma que parecía no tener sentido o concordancia al principio, pero una vez identificados los patrones, un inconfundible y macabro espectro de cráneo humanoide se asomaba por el cosmos. Digno trofeo de un señor de la guerra por la búsqueda de la gloria en el calor de la batalla, desatando en sus enemigos la ira infinita que dirigía todas sus acciones y pensamientos.

    Tres esferas deformes como póstulas en un cuerpo enfermo, una reposando encima de las otras dos como una triada corrupta, fue la representación del cuarto de ellos. Vapores cósmicos verdosos y marrones eran emitidos como si se trataran de gases fétidos y putrefactos de una pila de cadáveres en descomposición. Desesperanza y decadencia tanto del espíritu como el cuerpo al ser abatido por una terrible enfermedad fueron lo único que experimentaron con tan burda imagen. El inicio y el final, la inevitabilidad de la muerte y la ley universal de la entropía que rige todo lo existente.

    – Esos cuatro patrones se repiten cada determinado tiempo, cambiando a su vez la frecuencia electromagnética, forma y otras características que aún intentan descifrar – dijo Looker al proyectar la última fotografía para luego colocar las cuatro al mismo tiempo.

    Clint se acercó para inspeccionar aquellos símbolos con más detenimiento, como si tratara de descifrar algún propósito o plan oculto en tan abstractas figuras, sin éxito.

    – ¿Y eso qué significa? – Se limitó a preguntar.

    Looker se acercó hacia él. Ninguno cruzó su mirada, y en su ligar continuaron observando el panorama catastrófico que se erguía sobre todos ellos. No obstante, el silencio era más que suficiente para coincidir en que la verdadera batalla estaba por librarse, y se requeriría de todos los recursos y ayuda que pudieran reunir.

    – Armarás un equipo… – Dijo Looker por fin – Y nos ayudarás a averiguarlo.



    Esta historia continuará en CAOS ASCENDENTE…
     
    Última edición: 4 Octubre 2017
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    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Woooow... pedazo de saga que se nos viene, compa xD. Definitivamente esto no ha terminado. Por un momento, pienso que debió ir todo en una sola discusión, pero de todas maneras, supongo que eso solo traería problemas. Lo digo por experiencia :V

    No sé qué más añadir... lo has hecho increíble. Así que voy a terminar quoteándote :P

    ¿No querrás decir "palabras", "frase", o de volada, "calificativo"? xP

    Ni puta idea. Pero como la cosa se mueve por ratings, siempre nos terminan metiendo a los más populares. ¡Deberían entender que no vivimos de ver Lucarios! ¡No vivimos de ver Greninjas! ¡¡Y DEFINITIVAMENTE NO VIVIMOS DE VER...!!

    ¿¡Un Charizard (cuando menos) en la UCI!? ¡¡VAAAAMOOOOOS!! ¡JAJAJAJAJAJA! >=D FUCK YOU, CHARIZARD!!!!

    Pasa por alto, puesto que tendrías que hacer otra tarea titánica con tal de que hagas que sienta algo bueno por el mapa :V. Sobre Aria, pues no me podría importar menos... (ya he dicho esa frase antes y me la han revocado de alguna forma xD. Igual tentaré al destino xP)

    ¡¡HAZLO!! ¡¡HAZLO!! ¡¡HAZLO!!

    Se dice "spoilear", no "spoilerear" :V. Pero igual... ¿Hay algún motivo de peso para responder con tan rotunda negativa ante la pregunta de mi compatriota? xD

    En realidad es más común de lo que te imaginas... pero en el mundo del animé en general. Siempre encuentras villanos con ciertos códigos considerados honorables... aunque no es tan frecuente que sean el BIG BOSS. xD

    Por último... ¡¿La madre de Jessie aparecerá?! Woooow... quizás cuántos años han pasado. Ya me imagino la tiradera de interrogantes y puteadas que su "preciosa" hija le va a tirar O___o.

    Nos leemos en otra ocasión. Me largo de aquí, con una sonrisa en el rostro :V

    Y seh, antes que lo olvide, ¡Carajo, Clint! ¡Que PlayLopunny ya no emite desnudos! (?)
     
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  14.  
    Dr Kaos

    Dr Kaos Guest

    ......................

    *se mata* *revive*

    ...........es Miyamoto.... y no me di cuenta..... *se pone a revisar el capitulo anterior *

    ok... si.... están las pistas... esta demasiado obvio de echo... supongo que leí mal esta linea...

    ........ *toma un martillo para golpearse repetidamente la cabeza* @_@

    >_> ese feel cuando eres fan de un personaje y no te diste cuenta de su posible aparición (?) *se tira por la ventana*

    ya,,, ya me calmo....

    la verdad men... no se si estar feliz o odiarte por revelar esa "información".... (quería sorprenderme?) ok culpa mia por ver el spoiler....

    ok a quien engaño... ando saltando como toda una colegiala....

    *-* miyamoto-chan.... (tendremos el combo de miyamoto-chan y boss-chan?)

    * - * lo espero ansioso....

    lástima, supongo que debe ser por un tema de planificación, no? teniendo en cuenta que comenzaste el fic mucho antes de la salida de SM (y ni que decir de la aparición de Lusamine en el anime...)

    Realmente no, aunque en el caso especifico de el... si fue sorpresivo, más de la forma en que lo presentaste inicialmente... en muchos aspectos es un antagonista del que estoy ansioso por ver su desarrollo en el siguiente arco....


    ya entrando en el epilogo... no tengo demasiado que decir dada la función del mismo para ser un enganche a lo que viene.... tal vez lo mas preciso seria....

    HOLY SHIET!!!! ahora si nos fuimos a la B D:

    -ok, realmente espere ver a Clint lidiar con su estancia en la cárcel un poco más de tiempo... (era algo interesante) pero bue... XD al menos el inicio fue bastante chistoso....

    - y ni que decir que las cosas se distorsionaron aun mas... los flares desaparecieron... disformidad aparentemente ya está sobre todo el universo.... o_O y Locker pide a clint armar un equipo para averiguar que shusha pasa..... cuando dices que empieza el siguiente fic?



    Por último, me gustaría agradecer que hasta este punto de la historia... aquel elemento que me cautivo desde el principio siempre se mantuviese... esa onda más propia de una novela de investigación, buscar al culpable a base de pistas y razonamiento a la vieja usanza... un buen triller... y a pesar del toque fantástico (que ya de por si tiene Pokémon) ese toque siempre prevaleció... cuenta de ello está en el asalto a la mansión de Palermo... centrando su foco en una atmosfera resolutiva que termino siendo interrumpida.... :D me encanto....

    mención especial a la forma en que usaste los elementos del mundo Pokémon (algo a destacar en los fanfictions.. ya que más de un autor (incluso experimentado) parece olvidar como son los personajes y criaturas del anime (y la franquicia)

    :D en fin por último, diré que mi capitulo favorito sigue siendo aquel en que nos presentaste por primera vez a Eldwin y Mathilda (viejo de mierda, aun me rio de solo recordar su modo de actuar jajajjaj XD)

    simplemente me agrado la forma en que presentaste a esos dos, lo dije en su momento... siento que rápidamente uno podía crear empatía con ellos, a mi gusto se volvieron personajes entrañables... que realmente quiero volver a ver juntos....

    :D como lector de momento puedo decir que estoy más que conforme (aunque aún queda toda una segunda parte... O_o pero bue...)

    no tengo mucho más que decir, tal vez mi última duda seria si la historia cambiara parte de su planteamiento en el siguiente arco (al parecer el plano mas místico cobrara una mayor relevancia...) o, bien mandar el mismo teniendo como única variante un nuevo objetivo...

    independiente sea el caso, no quita mis ganas por ver la continuación y realmente quiero ver ya que tienes preparado para la segunda parte.


    un saludo!
     
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  15.  
    Edmund Daltonic

    Edmund Daltonic J

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    El Culto al Placer. Hasta pronto y gracias por los reviews.
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    Hasta pronto y gracias por los reviews.

    Antes de escribir estas líneas, tuve la irresistible tentación de leer todo el trabajo escrito hasta ahora y vislumbrar lo que poco más de año y medio de trabajo continuo pudo concretar. Después pensé en el tiempo que tomaría terminar esas ya 400 páginas y 175 mil palabras, y mejor deserté. No obstante, si hay un par de cosillas que en serio debo regresar y pulir. Es decir, ¿ya sabían dado cuenta que nunca escribí alguna descripción completa y detallada para Adelie y Phillip? Dos de los personajes más importantes de la historia, y a duras penas lo único que podemos visualizar de estos dos es que Adelie tiene cabello negro y ojos escarlata (azules cuando no está desquiciada), luce como modelo de Victoria’s Secret a pesar de su edad, y Phillip es una versión masculina de ella. E igual de sexy (lol).

    Una obra, por ahí leí, nunca está terminada al cien por ciento. Podemos esforzarnos para hacerla lo más apegada a nuestra visión, pero siempre habrá detalles que uno querrá mejorar, remover o cambiar para entregar lo mejor de nosotros mismos. En mi caso, esto no fue una excepción, pero como ya lo había mencionado anteriormente, la visión inicial que tuve al comenzar esta obra era bastante inferior al monstruo que se transformó al final.

    De apenas treinta capítulos contemplados, la historia dio varias vertientes y oportunidades que se me hicieron tremendamente irresistibles el no trabajarlas. En algunas tuve que soportar la tentación para no introducirlas y alargar lo que ya era de por si un trabajo extenso y, a medida que mis responsabilidades crecieron, agotador. En serio, cuando esta historia comenzó en su versión en inglés, podía entregar un capítulo a la semana y traducirlo, pero a medida que mis habilidades y auto exigencias crecieron, me complicaba demasiado seguir ese ritmo inicial que por fin me superó.

    Fue por esta razón por la que decidí darle una pausa a lo que ahora se convirtió en la primera parte de toda una saga que exige ser completada y transmitida. Creo que el cliffhanger que dejé fue al menos competente para darle cierre al Culto al Placer y preparar el escenario del verdadero conflicto cuando inicie el Caos Ascendente. Esta decisión se tomó debido a mi actual vida personal, en la cual he visto reducido bastante mi tiempo que tengo para escribir. Pretendo que la pausa dure hasta inicios del próximo año cuando concluya con el proyecto que por ahora ocupa la mayor parte de mi tiempo y energías; porque ganas no me faltan. Ah, si supieran lo que tengo preparado para ustedes…

    En fin. Antes de que me den crédito por algo que no es de mi total autoría, creo que ya es momento de hacer una muy importante aclaración respecto a los recursos que he estado empleando para crear al principal antagonista de toda esta historia que cree:

    La Disformidad, el programa Astartes, algunas frases, nombres y otros recursos que plagan la historia, no son de mi autoría, sino de una de mis franquicias de ciencia ficción favorita llamada WARHAMMER 40000.

    Así es, este fanfic debería ser catalogado como un crossover que, si bien no es por completo una combinación de ambas franquicias, si toma bastantes elementos icónicos de 40K que podrían catalogarlo bajo esa etiqueta. ¿Por qué no lo mencioné antes? De hecho, me pareció un poco decepcionante que, salvo un usuario de los foros de bulbapedia cuando existía la versión en inglés, nadie más parecía saber el trasfondo o podía seguir los guiños y recursos que emplee para revelar esta unión entre ambas franquicias que me encantan. Tenía pensado conservar el misterio y dejar que otros lo descubrieran y mencionaran… cosa que no fue así. Pero no me malinterpreten, creo que de cierta forma me pareció entretenido el ver que aparentemente nadie podía discernir este hecho; además de que, ahora que varios lo saben, pueden echarle un ojo a la gran y muy, muy extensa obra original. Quién sabe, puede que hasta queden enganchados como yo.

    Quizá me quite puntos por originalidad (cosa que, creo yo, no pretendí poseer), pero al menos me siento sumamente satisfecho por el cómo pude unir dos franquicias tan diferentes (una extremadamente tétrica y violenta) y producir algo que conserva la esencia de ambas. Además, y siendo honestos, 40K toma la esencia la serie Eternal Champion de Moorcocks así que…

    Ok, veo algunas inquietudes y actitudes curiosas que han hecho respecto a lo que sucederá con esta saga, sobre todo con los personajes y elementos que podrían o no volver. No quiero spoilear mucho (gracias por la aclaración, Nathan :p), pero entre algunas cosas que si puedo revelar, aunque no en su totalidad, son las siguientes:

    1. Eldwin y Mathilda: Adoro a estos dos. Y al parecer a más de uno le agradó esa personalidad tan ácida y alivianada del viejo. Es por eso que ambos tendrán un papel más relevante, sobre todo el primero. Lo que lleva a…

    2. ¿Ash tendrá más peso?: Siendo sinceros, le resté a Ash mucha relevancia en esta historia. Fue adrede, por supuesto, pero creo que ya puedo darle un poco más importancia a lo que viene. Y vaya que será bastante divertida, lo que lleva a…

    3. ¿Qué hay con la comedia?: A medida que progresó la historia, los chistes se fueron haciendo cada vez menos frecuentes, lo que es una lástima dado que al principio quise darle un gran toque humorístico. Pues bien, y a pesar de que la siguiente entrega será más oscura, el humor estará ahí para darle balance al tono de la historia. Prometo momentos más divertidos sin llegar a lo chusco como sucedió en los primeros capítulos de esta historia (que de hecho ya quedan algo fuera de lugar, ¿no creen?)

    4. ¿Y el toque de misterio? ¿En específico del grupo de Clint?: Se queda. De hecho, y ahora que el conflicto se ha diversificado con el objetivo de algunos personajes, cada uno tendrá su tono característico (acción y batallas en el caso de Ash, thriller y misterio con Clin y cía., etc.) Lo veo más organizado, ¿a qué no?

    5. Alola y fundación Aether: Dije “no” porque así cuando esto suceda, me vanagloriaré por lo listo que soy al hacerles creer antes que no, pero que siempre sí (XD).

    6. ¿Cuándo empieza el siguiente?: … ya, mejor vamos a lo que sigue.

    Bueno, una vez revelado esto, creo que lo consiguiente sería agradecer a aquellas personas cuyos ánimos, comentarios y críticas, esta primera parte de la historia no habría sido posible. Los dividiré en los sitios donde el fic fue publicado, y procuraré no olvidar a ninguno de los que merecen su mención especial. También he de aclarar que el orden por el que los menciono no tiene nada que ver en cuanto a la importancia que le doy a cada uno. A todos los aprecio por igual, ¿ok? (bueno… en la mayoría de los casos)

    Fanficslandia – foro de Pokémon

    A PlushyBerry: Sería adecuado iniciar con la persona que me extendió la invitación para compartir esta historia en el foro, conociendo a tan buenos amigos que ahora forman parte esencial para el seguimiento del fic. Sin mencionar que fue de las primeras personas que me dieron una crítica muy constructiva y sincera en mis primeros escritos. Actualmente sus labores como moderadora, beta en mil otros sitios y quién sabe qué otros cargos, le han impedido asomarse en otras historias, pero si lees esto, espero que cuando tengas el tiempo puedas retomar donde te quedaste pendiente. Mil gracias.

    A J.Nathan Spears: Al concluir cada capítulo, esperaba como un niño impaciente la opinión de mi buen compa (o “pana”, como les dicen en su país). Tus comentarios y consejos siempre fueron de extrema utilidad para el transcurso de la historia, la cual seguramente sería diferente de no ser por ti. De paso debo extender una felicitación por ser, junto con el buen Dr Kaos, los mejores ejemplos de usuarios que todo gran foro debe tener: totalmente comprometidos y con gran sentido de altruismo al procurar comentar y animar al resto de los que publicamos estas historias.

    Mi más sinceros agradecimientos, junto con una ovación de pie por tu ferviente actitud. Vales mil (y si, te debo un par de comments por ahí. No se me olvida).

    Al Dr Kaos: Quizá no sea la más vil y cruel mente maestra que el mundo haya conocido, pero vaya que sabe comentar y dar su opinión. Sin mencionar esa gran habilidad para analizar minuciosamente los escritos pieza por pieza. Mis respetos por tu paciencia, pocos la poseen (yo no). Tal como lo mencioné con Nathan, agradezco tu fidelidad con la historia, así como tu labor como comentador regular del foro. Más deberíamos seguir tu ejemplo… si no fuéramos medio flojos Xd. Saludos y espero leerte pronto ya sea en tus propios escritos, o cuando el Caos Ascendente inicie.

    Fanfiction.net

    A Leon: Comenzaré con el que, quizás empatado con Nathan de fanficslandia, es el lector más fiel que tengo. Tus comentarios, más allá de discutir las ideas y los eventos de cada episodio, denotaban una sincera pasión por la historia que construí; demostrado en lo bellamente escritos y minuciosamente ordenados que eran tus mensajes al publicarse ¿es por eso que a veces te demorabas en escribir? Porque si fue así, valió totalmente la pena. Siempre lograban esbozar una sonrisa de satisfacción en mi rostro al comprobar que mi esfuerzo era apreciado. Gracias, mi hermano.

    PD: Mi más sentido pésame por tu abuelo. Por cómo te expresabas de él, parecía ser a todo dar.

    PD2: He considerado retomar la traducción en inglés, pero… sin ayuda, me costaría mucho trabajo continuar.

    A TonoCygnus: Otro fiel lector que, aunque no tan constante, puedo tener la seguridad que estaba al pendiente de la historia. Optimista y concreto en sus comentarios, te agradezco sinceramente por tu atención. Nos estaremos leyendo.

    A thor94: Mi lector francés que se comunica en inglés para comentar en esta historia en español (¿?). No he sabido de ti últimamente, pero espero que hayas llegado hasta el final y quedes satisfecho con el destino de Ash… bueno, seguramente no tanto, pero en Caos Ascendente, su protagonismo será mucho mayor. Te lo prometo.

    A Merinare: Mención especial debo hacer antes del agradecimiento, pues fuiste la primera en ver un futuro prometedor en mí como escritor. Cielos, no recuerdo día en que haya tenido la moral tan alta como cuando recibí ese comentario. En fin, no sé si seguiste al pendiente de la historia, pero noté de tu mudanza a DZ y de tu historia que ahí escribiste. Debo ir pronto para pasar un buen rato con tu trabajo dejarte un comentario como se te merece. Gracias.

    A Dlandini: Otro lector del que ya tiene rato que no tengo noticias. De todos modos, te extiendo el agradecimiento por tu apoyo y comentarios.

    Al Sr.Caco: Parece que ya entramos en la sección de desaparecidos (XD). Pero tus comentarios siempre fueron y serán apreciados para la continuación de la historia. Gracias y hasta pronto.

    A Adriana-Valkyrie: Recibí un par de comentarios cuando la historia estaba en sus inicios. Me habría encantado saber tu opinión cuando fui evolucionando. Espero saber de ti pronto.

    Foros DZ – Pokémon

    ….. cutesalarisa…. SATORED, quizá… y Tyraniter al final…

    Ok, esta historia, junto con la gran mayoría de aquellas que son competentes y bien escritas (modestia aparte), se perdió en el mar de inmundicia literaria que inundó el foro antes de que tomaran cartas en el asunto. Tiene views, muchos de hecho, pero esas no se pueden rastrear ni mucho menos significan que sean populares o al menos leídas.

    Gracias de todos modos, y a ver si la secuela no sufre un destino similar.

    A todos los demás que leyeron esta historia y permanecieron anónimos durante todo este tiempo (algunos dejando al menos un like u otro iconito):

    Igualmente aprecio y agradezco su atención durante todo este viaje. Espero que la experiencia también les haya sido agradable.

    Y con eso… creo que concluyo. Ha sido un viaje arduo pero que está lejos de terminar. Simplemente hago una parada de descanso antes de volver a treparme en el transporte y continuar con la historia que me comprometí a entregar.

    Ya no quiero sonar muy redundante, pero no se me ocurren otras palabras para enfatizar mi agradecimiento por su lealtad: Mil gracias y ya nos leeremos luego cuando el Caos Ascendente embista al mundo que conocen con el martillo de la perdición y… bueno, ustedes entiendes.

    Otra cosa más… sí. Tal como sucede en las películas de Marvel, si han llegado hasta este punto, es adecuado recompensarlos con una última nota de despedida del Culto al Placer. Tómenlo como un ligero shot para rematar, antes de que retome las riendas de la historia.

    Hasta pronto.

    Edmund Daltonic. 29 de octubre del 2017


    AFTER CREDITS.

    Hacía décadas que no sentía algo similar.

    Colapsado en el suelo, inmóvil y apenas consciente después del azote que su cuerpo había recibido hacía unos instantes, intentaba desesperadamente que las señales eléctricas de su cerebro hicieran reaccionar su brazo derecho y accionar el dispositivo de emergencia que estaba resguardado en su bolsillo. Una medida de seguridad que, gracias a su extrema precaución para ejecutar sus planes sin necesidad de intervenir personalmente salvo en situaciones extremadamente importantes, a menudo olvidaba cargar encima. Después de todo, y tras años de cometer sus actos ruines mientras eludía a la justicia sin ninguna dificultad, ¿quién sería lo bastante demente como para hacerle frente al jefe de la organización criminal más poderosa de todo el mundo? Hizo una lista mental de posibles agresores, pero ninguno parecía haber sido capaz de tal ultraje que habría requerido burlar la mejor fortaleza construida por el hombre.

    Salvo un par de rumores acerca de su regreso, el equipo Magma y Aqua estaban oficialmente desbandados; sus líderes escondidos y los elementos científicos hacía tiempo que los había adquirido. Lo mismo con el equipo Galactic, desquiciados y perturbados al haber experimentado una realidad espacio-tiempo que el ser humano era incapaz de conceptualizar. Y a pesar de los roces que hubo entre su organización y el equipo Plasma, el estrepitoso fracaso de este último que desembocó en una guerra interna, demostró ser otra nimiedad más en su búsqueda por la dominación mundial. Con la excepción de la fundación Aether y su sumamente sospechoso interés en contactar entes de otro mundo, quedaban pocos candidatos.

    – Entiendo la impotencia y rencor que alguien tan importante e influyente como usted debe sentir en estos momentos… despojado de su ser y todo su gran legado – Dijo aquel hombre para luego susurrar un cántico de alguna lengua de la que jamás había escuchado antes – Pero le juro que este noble sacrificio será honrado por siempre en los banales de nuestra nueva historia…

    Aquella voz senil y ronca como la de un decrépito sacerdote consumido por una vida de servicio a su deidad, provocó en él unas ganas irresistibles de encarar a su victimario, al mismo tiempo que se preguntaba seriamente el cómo demonios había burlado su seguridad. Con su rabia a punto de hacerle estallar la sien, era imposible hacer caso al delirio que aquel sacerdote demente profería con claro fanatismo.

    De lo único que no dudaba, era que no lo había hecho solo. Un Pokémon sumamente habilidoso debía haber sido pieza clave en la trampa; pero si aceptaba tal hipótesis, debía por ende admitir que las defensas diseñadas para repeler cualquier ataque o recurso conocido que empleara Pokémon, tenía un defecto fatal.

    Pero preocuparse por un fallo arquitectónico se convirtió en una molestia minúscula al sentir el primer dolor punzante que comenzó en el vientre, y recorrió todo su cuerpo como millones de agujas hipodérmicas que clavaban su piel. Su horror e ira impotente se acrecentó al darse cuenta de la tortura a la que había sido expuesto; no contento su victimario en dejarlo inmóvil, había ejecutado alguna maniobra para que el dolor fuese el único estímulo que su cuerpo podía sentir. Fue entonces que lo vio.

    De no ser por aquellos extraños movimientos que aquella figura humana hacía con su rostro como si moldeara arcilla, bien podía asegurado de que se trataba de un esqueleto andante. La carne apenas y cubría los delgados huesos de aquel cuerpo decrépito y desnudo cuya espina dorsal sobresalía de forma espeluznante. De hecho, y si no hubiese estado a sus espaldas, bien podría asegurar que poca diferencia existía entre aquel rostro y un cráneo ya carcomido por organismos rastreros.

    Pero en seguida, la víctima atestiguaría la misma esencia del renacimiento a costa de otro ser. La escasa piel de aquella figura comenzó a moverse de forma extraña como si se tratara de un líquido hirviendo vigorosamente, y aumentó de volumen a medida que el dolor punzante le recordaba a la víctima el desafortunado e irónico suplicio al que incluso un hombre con su poderío e influencia le era imposible escapar.

    – No enfoque sus pensamientos en el dolor que este vital procedimiento requiere – Dijo para proseguir con otro verso de su cántico – Regocíjese por la gloria que otros gozarán cuando los poderes de la ruina por fin desciendan sobre su mundo y lo iluminen con la inmaculada verdad de este universo… y todos los que existen.

    Miró los pronunciados pómulos y la barbilla cuadrada que exacerbaban la mirada fría, calculadora y maquiavélica que alguna vez había poseído. La piel continuaba hirviendo a medida que se acomodaba lentamente para adaptar el nuevo rostro. Aquel despojo de lo último que quedaba de su identidad, se disolvió junto con las retinas que ahora reemplazarían los ojos vacíos e inclementes del ladrón de cuerpos. Ni siquiera lo que constituía su ser como la personalidad o recuerdos permanecerían intocables, pues dichos elementos eran más imprescindibles que la misma carne en el arte de la personificación.

    Y de entre el escritorio del que alguna vez el jefe del Equipo Rocket lideraba la conquista mediática y paulatina de su nuevo orden mundial, un curioso y pícaro Persian se acercaba con sus sofisticados movimientos felinos para conocer al ser que acababa de suplantar a su anterior dueño. No le importaba mucho la diferencia, siempre y cuando procurara el alimento y las comodidades a las que estaba acostumbrado.

    Un tortuoso, cruel y macabro procedimiento que lo llevaría un paso más cerca de la victoria, y del que había esperado con ansias efectuar desde la corrupción de los Valois.

    – Mis niños están perdidos y solos – Dijo ignorando al Persian que frotaba su cuerpo en su pantorrilla – La palabra debe ser divulgada.
     
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