“Aquel que desaparece, vuelve a aparecer” . Más de 5 años… ¿Cómo podía aguantar tanto tiempo sin él? Sin la persona que volcaba su mundo, sin el calor protector que sentía cada vez que lo necesitaba. Sin aquella sonrisa que le dedicaba solo a ella. El solo recordarlo, hacía que su mundo interior se hundiera en medio de una tempestad. Extrañaba aquellos besos que la hacían sentir viva, y aquellas palabras solo dedicadas a ella. “Yo no te hago sexo, yo te hago el amor” Aquellas caricias que le derretían la piel en un mar de placer. Y sobre todo, lo que guardaba en sus más profundos sentimientos, era el día en que se separaron. Celebrarían su quinto año de novios, junto a sus amigos. Iban en un crucero hacia Los Ángeles, Nueva York, solo quedaban dos días para llegar a su destino. Una joven rubia, dueña de una delantera proporcionada, y también dueña de unos ojos chocolate, su nombre, Lucy Heartfilia. Lucy iba caminando hacia su camarote, donde allí se encontraría con su novio. Entrando a la habitación, lo vio. Acostado en la cama con el torso desnudo, cubría sus ojos con su brazo, ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor, Lucy se acercó a él y suavemente comenzó a acariciarle su extravagante cabello de color rosa. El tiempo pasó rápido, y sin darse cuenta que el dueño de unos perfectos ojos oliva la observaban, desde hace ya, bastante tiempo. Con voz ronca logró captar la atención de la hermosa rubia. —¿Qué sucede Luce? —Se enderezó para quedar a la altura de ella —¿Pasa algo? —Levantó su mano para acariciar la nívea mejilla de su rubia. Lucy lo observó y esbozó una pequeña sonrisa —Realmente nada, solo quiero estar contigo…— Posó su delicada mano en el perfecto torso de Natsu— Toda la noche. Y con elegancia se acercó a él, posando sus labios en los de su hombre, aquél acto fue respondido con fiereza, por con amor. El pelirosa comenzó a besar con delicadeza, la cara, labios, cuello y pecho, estaba repartiendo un mar de besos en aquel cuerpo que muchas veces reclamó como suyo. La tomó de la cintura allegándola más a él. Aquello fue respondido con un jadeo de placer. —Te amo… —Susurró el pelirosa en el oído de Lucy —No sabes cuánto te amo…Mi vida sin ti….no tiene sentido Luce… La acostó con delicadeza, quedando él sobre ella. —Eres tan perfecta… Y le dio un delicado beso, mientras colocaba sus manos sobre su rubia cabeza. En un acto pausado, deslizó sus varoniles manos por debajo de la fina camiseta. Llegando a sus grandes atributos. —Natsu…basta…—Pero el pelirosa no la escuchó. Aquella noche se entregaron a los brazos de la lujuria, entregándose al mutuo amor en un deseo carnal. La habitación estaba llena de gemidos, aquellos cuerpos estaban llenos de sudor, reclamándose como suyos. Aquella ronda de deseo, placer y lujuria dio término y ambos cuerpos descansaban, abrazados el uno al otro. Los amantes ajeno a todo su exterior, no se daban cuenta que los oleajes eran más intentos, la lluvia caía con fuerza y los gritos no se hicieron esperar, despertando a la pareja. —¿Qué…sucede? —Murmuró con nerviosismo la rubia. Natsu tenía una mirada seria, el crucero pareció haberse hundido causando un estruendo —Ponte ropa Luce…— Pero más Lucy no se movía — ¡Que te vistas joder! —La tomó bruscamente del brazo, una vez que ambos estaban vestidos. Comenzaron a correr por los largos pasillos, más bien Natsu arrastraba a Lucy, el agua comenzó a inundar los pasillos. Corrieron deteniéndose en algunos lugares para ayudar a niños, embarazadas y ancianos. El cansancio se estaba haciendo notable en Natsu, Lucy se detuvo mirándolo con preocupación. —¿Te encuentras bien? —La respiración del pelirosa era cortada y forzosa. Natsu dio un suspiro ahogado —Estoy bien….sigamos, ya falta poco. Y al fin llegaron a la superficie, las personas estaban ya en los botes salvavidas, incluyendo a sus amigos. Cargo a Lucy al estilo nupcial y la llevó donde sus amigos. Entregándosela a Gray le susurró. —Cuídala como a tu vida… Gray la recibió, dirigió su mirada hacia el pelirosa — ¿Y tú que harás? —Sacarlos de aquí…con vida. Seguido, corrió hacia los controles para liberar los botes, a la vez que los botes se alejaron….el crucero cayó rendido a las frías aguas…seguido de un desgarrador grito. —¡¡¡¡Natsu!!! Luego de eso el cuerpo de Natsu desapareció, dándolo por muerto. La rubia miraba a su alrededor con nostalgia, estaba de pie frente al monumento de los desaparecidos. Ya retirándose del lugar, escucha una voz a su espalda. —Siento haberte echo esperar…Luce.
Hola! Me ha encantado tu historia. Mentira me ha maravillado. Que bonita la historia y con una trama que no te deja despegar los ojos de la pantalla. En serio, al principio pensaba que iba a ser con final triste, luego feliz, después de nuevo triste y al final un final feliz. En serio, el final es lo que más me ha gustado, ya que me ha sorprendido mucho. Pues pensaba que Natsu se había muerto y de repente y va y pones: —Siento haberte echo esperar…Luce. En serio me ha encantado la historia ha tenido un toque de suspense, de melancólico y de romance. Me ha gustado muchísimo, ni me he dado cuenta si has cometido algún error ortográfico. Nose que decirte más, mentira, te digo que escribas así o mejor. Bueno ahora si, me despido. Adiós!! =)
Woooow Wooow y woow, me sorprendió el final. Me encanto tu historia, me llegaron muchos sentimientos de los personajes.