La Primera vez nunca se olvida

Tema en 'Prince of Tennis' iniciado por Puccapucca, 10 Marzo 2007.

  1.  
    ayame003

    ayame003 Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    wooooooooo
    esta buena la conti
    aunqe ya la habia leido
    pero para que pongas la otra seh...
    ok?
    cuidate mochoo
    besos
    bye**
     
  2.  
    Esmeraldy

    Esmeraldy Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    ya eli esta conti ._.
    pero mi kerer la nueva :b
    es que tu fic es superbuenamente adictivo XD
    espero la conti pucca
    besos y bye
    ATT: esny-chan
     
  3.  
    Yaziii

    Yaziii Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    Este fic me gustoo muchoo
    siguelee prontoo ToT
    cuidateee
    baiii :D
     
  4.  
    Puccapucca

    Puccapucca Entusiasta

    Miembro desde:
    10 Marzo 2007
    Mensajes:
    60
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Primera vez nunca se olvida
    Total de capítulos:
    22
     
    Palabras:
    6799
    Re: La Primera vez nunca se olvida

    Hola a todos :o que bueno que les haya gustado este capitulo, ahora veremos mas RyoSaku:amor: por fin se ven despues de algun tiempo, disfruten

    REENCUENTRO

    Luego de haber planeado todo esto, con el firme propósito de reunir a su querida nieta con Tezuka, quien fuera su alumno predilecto años atrás, basto la simple aparición de un sujeto que ella detestaba más que a nadie, para echar por la borda el gran esfuerzo realizado para que esta cena fuera memorable o al menos el paso inicial para la relación.

    Al parecer las estrellas no estaban alineadas como Sumire pensaba, al menos no para sus planes, pero de seguro algún otro afortunado agradecería a las constelaciones por este favor.

    La aparición de Ryoma en la sala no fue de gran sorpresa para Tezuka, pues algo le decía que este chico no dejaría las cosas así como así, no obstante, se le había hecho extraño que aun no definiera nada con Sakuno, tenía la certeza que su antiguo compañero era un poco lento en las relaciones, pero nunca pensó que tanto, por unos momentos creyó que tendría una nueva oportunidad con Sakuno, aunque fueron rápidamente dilucidadas con la inesperada visita de Ryoma.

    En el preciso instante, que el joven padre entra en la sala, arrastrado por sus hiperactivos hijos, una gran duda y desagrado inundo su cabeza, pues no se esperaba encontrar, muy cómodamente sentado, a su antiguo capitán, quien al verlo ni se inmutó con su presencia, más bien demostraba una calma envidiable, como si su visita no tuviera ninguna importancia, lo que causo un mayor malestar en el chico.

    Pensamientos de Ryoma

    Pero que es esto…*acaso no esta claro…jajaja* que hace él aquí…*obvio…esta tomando el lugar que te corresponde…o correspondía, jajaja* y sentado como si fuera su casa…no puede ser y si mi Sakuno se cansó de esperarme…*pues claro…cualquiera se aburre de esperarte…que crees que Sakuno te iba a esperar toda la vida…jajaja parece que perdiste*…sabes no ayudas, cállate…no es posible mis hijos me hubiesen dicho algo…si, si…ellos me mantienen informado de todo lo que hace Saku…será mejor que no piense nada…*como si alguna vez hubieras pensado…de ser así ella ya estaría contigo hace mucho tiempo…acéptalo te ganaron*.

    Aun ausente de los acontecimientos que se desarrollaban en la sala, Sakuno terminaba de preparar la cena, no obstante, llegaron a sus delicados oídos unos ruidos de algarabía por parte de sus hijos, situación que presto interés en la chica, pues que era lo que estaba sucediendo como para causar tanto alboroto. Fue entonces que decidió dirigirse a la sala, y cual fue su sorpresa al llegar ahí.

    -Que es lo que pasa – emitía la chica mientras salía de la cocina – Ry…ryoma – gracias a que la luz era tenue, no se notó mucho su creciente sonrojo.
    -Mira mamá…mi papá llegó – con una gran alegría le confirmaba Ranko que no estaba soñando.

    Al corroborar lo que sus ojos veían, por unas milésimas de segundos sus miradas se cruzaron, provocando una electrizante conexión, que solo ellos pudieron percibir, para suerte de Sakuno, pues aquel contacto ocasiono que una lluvia de emociones contenidas, hicieran furor dentro de su cuerpo, teniendo raudamente que voltearse antes de que esos sentimientos la traicionaran, quedando en evidencia delante de todos, principalmente de su abuela.

    Pensamientos de Sakuno

    Ahhh que hace aquí…por que no aviso que venía…por que no le hice caso a mi abuela…estoy hecha un desastre toda desarreglada…maldición…ahora que hago…siento que se me va ha salir el corazón…cálmate Sakuno…respira sino mi abuela se va a dar cuenta…eso tranquila actúa con normalidad…así mira un punto neutro…si…eso ahora saluda.

    -Hola Ryoma…cuando llegaste – tratando de parecer lo más tranquila posible, desviando su mirada hacia las ensaladas que comenzaba a colocar sobre la mesa.

    Asimismo, el joven tenista vivió lo propio, aunque como era su costumbre pudo disimular mejor la emoción que le provocaba ver nuevamente a Sakuno, sin embargo, el se percató del nerviosismo de la chica, apreciando aquel brillo de felicidad en sus ojos carmesí, entregándole la seguridad que necesitaba para confirmar que no se había equivocado en venir, ya que al entrar una creciente molestia e inseguridad se estaban apoderando de él, principalmente, por la presencia de su más cercano competidor.

    Pensamientos de Ryoma

    Hermosa….te extrañe…que bueno que no te hallas arreglado para él…me alegro…aunque vestida así te ves igual de bella que siempre…significa a caso que no lo esperabas…o tienen tanta confianza que no importa lo que lleves…no importa…no me hubiese gustado verte muy preparada para recibirlo a él…es mejor así…espero y tú también estés feliz de verme.

    -Hola Sakuno…llegué hoy en la mañana – con su forma habitual de hablar – y no pude esperar a venir a verlos – señalando a sus hijos, pero sonriéndole con ternura a la chica, que nuevamente se sonrojaba.
    -Bueno…será mejor que cenemos – interrumpía Tezuka, ya que tampoco era que le agradara mucho esta escenita romántica – ya que sino la comida se enfriara.
    -Tienes razón – decía la anciana – supongo que tendremos que invitarte a comer – miraba a Ryoma con desagrado.
    -Abuela…por favor Ryoma no le hagas caso – ya más recompuesta, sobretodo al escuchar las palabras de su abuela.

    Aquella densa conversación, fue sola la primera de las batallas que el orgulloso tenista tendría que enfrentar para lograr su objetivo, aunque nunca imagino que Sumire, también fuera parte de sus enemigos, en realidad, esto lo tomo por sorpresa, solo más tarde al pensarlo detalladamente concluyó la antipatía que la anciana tenía hacia él, de seguro ella era una de las personas que conocía a cabalidad la historia con Sakuno.

    De todas formas, aun fuera de sus cálculos, estos desagradables acontecimientos, no serían los que truncarían el cumplimiento de sus tan anhelados objetivos, pues su amor por la chica de ojos carmesí y por los pequeños, eran absolutamente reales, por tanto estaba dispuesto a luchar por esos sentimientos, después de todo esa era la razón principal de su viaje, si es que no era la única.

    Se puede decir, que la cena transcurrió de lo más normal, además, que debido a la presencia de los niños, por más que Sumire hubiese querido, no podía hacer mucho ni siquiera decir palabras en contra de Ryoma, aunque estaba atragantada desde que apareció, lo único cierto era que sus nietos estaban tan felices con él, que una vez terminado de comer quedaron agotados por tan adrenalínica visita, así que pronto fueron a dormir, no sin antes pedirle a su papá que les fuera a dar las buenas noches, causando un mayor enojo en la anciana mujer.

    No habiendo otra alternativa, Sumire se resigno a recoger las cosas para marcharse con cierto grado de derrota, fue seguida por Sakuno, quien ya había ofrecido café a sus ilustres invitados, aunque un poco temerosa, pues sabía que vendrían las recriminaciones de su abuela, pero estaba tan feliz con la inesperada visita de Ryoma que casi no le importaba lo que la anciana le fuese a decir.

    En la sala…

    -Se puede saber lo que haces aquí – con un deje de prepotencia emitía el chico de ojos ámbar.
    -No es obvio…lo mismo que tu – sin perder la compostura.
    -No creo que hallamos venido por lo mismo – refutaba Ryoma – pues yo vine a ver a MIS HIJOS…y a mi Sakuno.
    -Pues yo también – al ver el desconcierto de Ryoma, agregó – además, Sumire-sama me invitó.
    -No se supone que desaparecerías de la vida de Sakuno – lo interrogaba molesto el chico – o solo jugabas conmigo.
    -Para nada…lo que te dije en New York era cierto.
    -Entonces que haces aquí – con incertidumbre hablaba.
    -Recuerdo haberte dicho que te dejaba el camino libre – mientras con toda calma bebía un sorbo de café – pero nunca mencioné que no volvería a verlos, ellos son parte de mi vida y yo soy parte de la suya, eso no lo puedes cambiar, Echizen.
    -Espero que no estés tramando nada…con esa…con Sumire-sama – sus palabras seguían siendo cortantes y desafiantes.
    -¿Tramando?...no sabía que eras tan inseguro, Echizen.
    -No lo soy – aunque eso no fuera muy convincente.
    -En todo caso…no debería importarte lo que yo haga…después de todo…es Sakuno quien escoge…o es que tienes miedo que ella me elija a mi – sus dichos eran más un desafío que otra cosa.
    -¿Miedo…Yo?...jaja…por que debería.
    -Ese es el Echizen que recuerdo…pero déjame decirte algo…si realmente quieres a Sakuno…tendrás que aceptar mi presencia – esto lo decía como una orden, y antes que Ryoma intentara enfrentarlo, prosiguió – ya que no pienso salir de sus vidas, no después de estar con ellos desde el principio – dichos que llegaron como una afilada clavada a su interior - aunque no solo a mi tendrás que soportar…ya que existen muchas otras personas que quieren mucho a Sakuno y a los chicos…así que por mas que quieras no podrás apartarnos a todos.

    Estas palabras iban dirigidas sin ningún tipo de consideración, pues el antiguo capitán de Seigaku no la tendría, tenía certeza que el chico de mirada ámbar tomaría estas cosas como un desafío, y eso era exactamente lo que deseaba, pues ya se había dado cuenta que Ryoma necesitaba una pequeña motivación para avanzar, pero cuales eran sus razones para ayudarlo, esos son uno de los misterios de la vida, que por más que uno se pregunte no halla respuesta.

    Todo esto que estaba sucediendo, en la sala de las Ryusaki, circunstancias que eran realmente incomprensibles para Ryoma, ya que su antiguo capitán de cierta manera lo estaba retando a competir o al menos eso era lo que él percibía. Sin embargo, esta conversación en vez de traer seguridad al chico tenista, trajo aun mayor incertidumbre a su cabeza, pues en algo concordaba con Tezuka y era que la última palabra la tenía su bello ángel, además, aunque no quisiera admitirlo tener como contrincante a su viejo compañero era de temer.

    Mientras tanto en la cocina…

    -Ni creas que no me di cuenta, Sakuno – entrando a la cocina detrás de la chica.
    -No se de que hablas abuela – sin mirarla a la cara, pues sino estaría en desventaja.
    -No te hagas la tonta…vi como mirabas a ese sujeto – sus palabras eran de molestia.
    -Ese sujeto tiene nombre…es Ryoma – por primera vez mirando a su abuela, antes que esta refutará – y te recuerdo que es el padre de tus bisnietos – hablaba con cierta emoción, por más que quería aparentar tranquilidad.
    -Espero que sepas lo que haces, jovencita…pero déjame decirte…
    -No abuela…te agradezco…que estés preocupada…por nosotros…pero…ya soy…a-adulta – tenía los puños apretados, como para darse valor suficiente como para enfrentar a su abuela, pero a medida que avanzaba menguaba su seguridad.
    -Lo sé…pero te estas comportando como una adolescente…sonrojarte por que te saluda…te falto saltar sobre él y listo – aunque no quería sus palabras fueron hirientes – otra vez caerás en sus brazos tan fácilmente…deberías…
    -ABU…ela – un pequeño grito cayó a la anciana, haciendo que esta quedará asombrada por tal arrebato – p-perdón...no quería gritarte…pero creo que debemos ir a la sala…no es de buena educación dejar tanto tiempo a nuestras visitas solas.
    -No creas que esta conversación ha terminado – pero su nieta ya había salido de la cocina.

    A pesar de sentir un poco de tristeza por la reciente conversación sostenida con su abuela, la desbordante alegría que recibió al ver a su querido Ryoma nuevamente, la ayudaron a no derramar lagrimas inapropiadas que perturbarán a un más a su persona; aunque tenía certeza que esta charla todavía no había llegado a su fin, pero al menos por este día ya no seguiría, pues a penas pudiese se iría a descansar y dar rienda suelta a sus sueños con su amado, lugar que estaba segura su abuela no podría invadir.

    -Ryoma…los niños deben estar esperando…acompáñame – su voz estaba un poco decaída, pero una suave sonrisa la camuflaba.
    -Si…con permiso – con una leve reverencia hacia la anciana, siguió en silencio a la chica de ojos carmesí.

    La habitación de los pequeños se encontraba en la planta alta, así que deberían subir la escalera que se hallaba en el pasillo. Sakuno dirigía el camino en completo silencio, no por que no quisiera hablar sino que estaba demasiado concentrada en sus pasos, pues no quería que una torpeza la hiciera caer, ya que sus nervios iban en creciente aumento, sobre todo al ser conciente que su amado vigilaba cada uno de sus movimientos.

    P.S.

    Debería a ver ido a su lado…ahora no puedo caminar normal…seguro piensa que no quiero hablarle…estoy tan nerviosa y si me caigo…que vergüenza…tengo que decir algo…me estoy volviendo loca…estoy tan feliz…pero mi abuela de seguro no me deja tranquila…no importa después arreglo eso…

    Por otro lado, Ryoma no estaba menos tranquilo, aunque su rostro no demostraba claridad de lo que le pasaba, solo se concentraba el la hermosa silueta que subía los escalones, con tanta elegancia y distinción, que para nada se veía disminuida por el atuendo que llevaba, sino que ella sabía como lucir una simple prenda como si fuera el más elegante de los vestidos.

    P.R.

    Que hermosa se ve…*viste como se contornean esas caderas*…que estas pensando…no seas pervertido…*ahora te haces el santo, jaja…no me hagas reír, seguro que quieres lanzaste sobre ella y…* cállate mente pervertida…debo controlarme…sino terminare arruinando todo…ni que fuera un animal irracional…

    Ambos jóvenes proseguían subiendo, cada uno sumido en sus propios pensamientos, por un lado una emocionada mujer que estaba radiante con la presencia de Ryoma, pues era lo que había estado esperando desde la última vez que lo vio. Sin embargo, sus nervios eran algo que la estaba descontrolando, pues no sabía cuanto más iba a soportar sin echarse a sus brazos, aunque este no le halla ofrecido nada, pero sentía tanta nostalgia de él que poco le importaba si luego este se marchaba, bueno solo en este instante, pues racionalmente analizando ella quería quedarse con él por siempre.

    A su vez, un hombre que se estaba auto-controlando para que sus hormonas no lo manipularan a él, pues su objetivo principal era conquistar a Sakuno, pero demostrándole que no solo deseaba su cuerpo, que era más que evidente con solo mirar a los ardientes ojos ambarinos, sino que también la amaba y quería protegerla, convirtiéndola en parte de su vida, así que antes de hacer alguna estupidez era mejor decir alguna tontería para aminorar aquella densa atmósfera que los rodeaba.

    Sin embargo, antes que pudiese emitir alguna palabra llegaron a su destino, al final de los escalones se encontraba un largo pasillo, con puertas a cada lado, las dos primeras eran claramente la de los chicos, pues sus nombres tallados en maderas colgaban de la puerta.

    Primero fueron donde la ingeniosa Ranko, era un cuarto muy femenino con las murallas de colores pasteles con bordes estampados con bellas flores, todo estaba perfectamente ordenado, había un estantes con muñecas, la gran mayoría tenían algo referente al tenis, ya sea la vestimenta, una raqueta, etc.

    Cerca de la ventana se encontraba una pequeña cama cubierta por un cobertor rosa pálido, con pequeñas mariposas que la adornaban. Además, estaba una mesita de noche que ahora tenía un retrato de Ryoma, que no era precisamente una foto, más bien era sacado de un afiche, había sido una improvisación, pues en una de las repisas de la pared se hallaba una buena foto de Sakuno y su hermano, que contrastaba con la de su padre.

    Se acercaron sigilosamente a la cama, con mucha suavidad y ternura la bella mujer se despidió de su pequeña hija, que apenas y estaba despierta, pero que no dudo en besar a Ryoma en cuanto lo vio, regalándole una cálida sonrisa, que al igual que su madre causaban innumerables sensaciones en su interior.

    Una vez concluido, fueron al cuarto de Yue, este estaba enteramente desordenado, no sorprendiendo a su madre, ya que era habitual en él, tanto desorden, todo desparramado por doquier. Las paredes vestían de un tono azul cielo, en donde se apreciaban unas pequeñas pelotas de tenis esparcidas sin orden aparente, acompañados por unas repisas con innumerables juguetes, que solo estaban tirados sobre estas.

    A un costado se encontraba la cama de Yue, cubierto por una colcha con dibujos de canchas de tenis y raquetas, era claro que ellos disfrutaban este deporte. Al igual que con Ranko, su madre se despidió de su hijo, no obstante, este permanecía completamente dormido, así que Ryoma solo acarició su cabeza con suavidad con temor a despertarlo.

    Ante este acto Sakuno rió, al ver el sorprendido rostro del chico, solo le explicó que no era necesaria tanta delicadeza, pues aunque hubiese pasado un tornado sobre él no hubiese despertado, a menos que fuese comida, claro esta este no era el caso. Todo esto causo un regocijo en Ryoma, ya que al igual que él, cuando dormían no había nada que los despertase, a excepción de la comida, aunque ahora el chico tenista tenía el sueño más liviano, sobre todo cuando se acostaba de mal humor, cosa nada rara en él.

    Al salir de la habitación, ambos padres se hallaban nerviosos, pues deberían enfrentarse por primera vez, con una torpeza casi infantil chocaron sus cuerpos al tratar de hablar, causando mayor alteración en ellos, no obstante, el joven tenista fue el más diestro en actuar, ya que al ver lo incomodo de la situación prefirió decir alguna cosa que pudiese interrumpir un poco el ambiente que los agobiaba.

    Claramente, su intento de emitir palabras fue truncado por su misma persona, ya que al llamar la atención de la castaña, sus deseos de tocarla fueron superiores a cualquier raciocinio. Con una ternura no conocida en el joven, coloco su mano con delicadeza en el rostro de la chica, acariciando con suavidad las ya sonrojadas mejillas, que gracias a la tenue luz del pasillo, podía disimular su gradual nerviosismo.

    Aun cuando, su parte racional intentaba por todos los medios controlarse, no espero mucho tiempo para apoderarse de los tentadores labios de Sakuno, acto que llevo a cabo con el mayor de los cuidados, generando un simple roce entre sus bocas, aparentando una inocencia que ya no poseían, pero que Ryoma quería representar, más para sí que para la chica, una forma ingenua de abstenerse al deseo.

    Lo que había comenzado como una cándida caricia, rápidamente se fue transformando en un apasionado beso, ya que ingenuamente sus participantes no imaginaron que el simple contacto de sus labios despertaría tanta pasión retenida, en donde, sus cuerpos solo reaccionaron a las vivencias pasadas, sin previa autorización de los involucrados.

    El tumulto de sensaciones y sentimientos que los embriagaban con solo un beso, no les dejaba claridad en sus mentes, la poca cordura que aun poseían prontamente se extinguiría, para desgracia de Ryoma, Sakuno aun tenía la capacidad de abstenerse a sus deseos, pues en unos instantes de lucidez divisó el nombre de uno de sus hijos, que estaba en una de las puertas del pasillo, trayéndola inmediatamente a la realidad.

    Situación que causo cierto desagrado en el joven, pero al ver que Sakuno lo alejaba con un poco de dificultad, se lo agradeció internamente, pues comenzaba a recordar cuales eran sus propósitos, los cuales se habrían ido al tarro de los desperdicios sino recuperaba la cordura, pero quería ir paso a paso, aunque nunca pensó que eso pudiese ser tan complejo.

    Fue así que este encuentro terminó tan abruptamente, con una pasión momentáneamente inmovilizada por la razón, pero con la certeza que pronto resurgiría con un simple roce entre ellos. Una vez hubiesen bajado, Sumire se encargo de recordarles que era ya muy noche, además, que esta era una casa de familia, por tanto, era recomendable que se fueran. Debido que Ryoma no quería causar más problemas a su amada, decidió irse sin reclamos, pero antes se encargó de invitar a Sakuno para el día siguiente.

    Una vez los chicos se fueron, la mujer de ojos carmesí se excuso rápidamente, alegando cansancio por la cena, para escapar de lo que sería el hostigante interrogatorio proveniente de su abuela, además, estaba demasiado excitada con la visita de Ryoma, pues todas las emociones vividas con él, renovaban implacablemente en su corazón.

    ***************************

    A la mañana siguiente, Ryoma estaba preparado para comenzar su estrategia de reconquista hacia Sakuno, aunque no era claro cual era esta, pero se dejaría llevar por lo que sintiera realizar en esos momentos, por supuesto, no haría nada por apresurar demasiado las cosas, no obstante, estaba conciente que no podía ir tan lento, pues era notorio que Tezuka no se quedaría tranquilo, así que debería aminorar cualquier oportunidad de avance de su antiguo capitán.

    Previo a estos sucesos, el joven tenista había enviado un mensaje a su querido ángel, invitándola, aunque más parecía una orden, “mañana paso por ustedes a las 11:30, iremos al parque de diversiones, te amo, Ryoma”, de todas formas si realmente era un mandato, la bella Sakuno se sentía gustosa de obedecer, pues pasar un día con Ryoma no era como para rechazarlo, además, debía aprovechar mientras se encontraba de vacaciones, pues de seguro después ya no tendría tiempo de verlo.

    Así fue como a la hora señalada Ryoma llego por sus invitados, sin mucha demora salieron corriendo los pequeños, que una vez se levantaron recibieron la genial noticia que irían a divertirse junto con su padre, por tanto, desde muy temprano estaban preparados, asomados impacientes en la ventana para divisar a penas llegara el joven tenista.

    -No veo la necesidad que vayas tú – interfería su abuela, que ya estaba muy enojada con esto.
    -Abuela…nos invitó a los tres…además, no creo que Ryoma se pueda encargar de los niños solo…tu mejor que nadie sabes como son – era una excusa perfecta, pues Ryoma no estaba acostumbrado a ellos, pero aunque lo estuviese Sakuno no desperdiciaría esta oportunidad.
    -Podrías a ver pedido a Akane que fuera…
    -Ya abuela…nos vamos, cuídate – dejando a la anciana con las palabras en la boca.

    Mientras en la entrada de la casa…
    -Hola papá – Ranko saltó estrepitosamente sobre los brazos de Ryoma, quien sorprendido con esta actitud, con dificultad logro tomarla.
    -H-hola…Ranko – recuperando un poco la postura – Hola Yue
    -Hola papá… - volteando hacia su casa - MAMA apúrate ya nos vamos…
    -Ya estoy aquí…h-hola Ry…oma – increíble parecía que nuevamente comenzaría con sus tartamudos.
    -Sakuno…por que hablas así – la interrumpía su hija
    -Ehh…nada es que salí muy apurada…pero ya estoy lista – tratando de fingir seguridad, pues había sido delatada.
    -Hola hermosa – depositando un suave beso en una de sus mejillas, causando un sonrojo que ni volteándose podría disimular – será mejor que nos vayamos…niños suban al auto.

    ************************************

    Al tiempo después, llegaron al tan anhelado lugar, que para mala suerte de ellos se encontraba atestado de gente, era considerable, pues pronto terminarían las vacaciones, lo que era una lastima, pues esto les traía mas de alguna complicación, debido a que ambos eran personajes conocidos, en cierta forma atrayentes, por tanto ninguno de los dos pasaría desapercibido, no obstante, solo cuando llegaron a este sitio se dieron cuenta de la situación, ya que ambos pasaron por alto esto, principalmente por la emoción que les proporcionaba estar juntos.

    Aun cuando esto se podría transformar en un verdadero fastidio, sobre todo para Ryoma, no contaban con muchas alternativas para poder evadir esto. Debido a que sus hijos estaban demasiado animados como para interrumpir el paseo, así que no les quedaba de otra que proseguir.

    Los cuatro caminaban con total calma hacia el interior del parque, Ryoma por un lado llevaba a Ranko en los brazos, pues la pequeña insistía en eso, situación que no molestaba al chico, no así a su hermano que no comprendía la actitud de su melliza, desde cuando se comportaba tan infantil. Mientras a un lado caminaban Yue tomado de la mano de su madre, que sin preocupación seguía su rumbo.

    Sin intención las miradas curiosas se posaban en esta familia, que de no ser por los progenitores, abrían pasado inadvertidos, aunque no lo suficiente pues de por si Ryoma y Sakuno captaban la atención de más de alguno curioso, ya que su atractivo no era cosa de ignorar. Por mucho que ellos se esforzaban por no ser tan notorios, era una tarea en vano, ya que su sola presencia era imponente, además, si se le agrega la escena completa, perfectamente se podía decir que era sacada de una publicidad familiar.

    Una vez ingresado al recinto, los pequeños hicieron correr a sus padres para llegar lo antes posibles a los juegos, aunque se llevaron más de una decepción, ya que a medida que recorrían el lugar, podían ver como las interminables filas no parecían avanzar, de todas maneras eso no era lo peor, ya que, aun cuando hubiesen estado vacías, en varias de las entretenciones que habían no les estaba permitido entrar, debido a su baja estatura, causando una gran frustración en los niños.

    Era una situación lamentable, en eso momentos Ryoma pensó que habría sido mejor haberlos llevado al zoológico o acuario, pero ya era demasiado tarde, pues la tristeza era notable en Yue y Ranko, de igual forma tendrían que aprovechar el día, así que ambos padres trataban de animar a sus hijos, llevándolos a otros lugares del parque que si les era permitido entrar, asimismo, ellos se abstenían de participar en los juegos, pues no habría sido saludables para la sana convivencia. Lo único que pudo aminorar un poco esta molestia fue que Ryoma les prometió que cuando tuvieran la estatura adecuada los volvería a traer.

    A pesar del nerviosismo inicial, por la gran cantidad de personas, poco a poco se fueron acostumbrando a que los estuviesen observando, sobre todo por que nadie tenía la osadía de interrumpir a esta familia, principalmente, por que Ryoma se encargaba de ahuyentar a cualquier impertinente que los quisiera fastidiar, claro esta que había algunos que sobrepasaban esta línea de contención y lograban al menos una agradable sonrisa de Sakuno, que en el mejor de los casos se iban dichosos con algún autógrafo de ambos.

    La tarde trascurrió tranquilamente, todo esto obviando algunas situaciones desagradables, como cuando que por cierta razón irrelevante, la pareja se separaba por unos breves momentos, quedando a la deriva para cualquier osado(a) que se atreviera a coquetear o conseguir algún beneficio indecoroso por parte de uno de ellos.

    Por lo tanto, esto causaba una furia en Ryoma que solo era apaciguada por la presencia de sus hijos, ya que no era conveniente que ellos presenciaran este tipo de escenas que podrían ser tan violentas, que de seguro Sakuno le reprocharía por esa actitud impropia en frente de los niños, aunque ganas no le faltaban de golpear a los fastidiosos que se acercaban a su querida Sakuno, debía conformarse con atraer a su amada para sí, abrazándola con posesión, evitando besarla por la misma razón anterior, sobre todo por que no sería muy casta su manera de hacerlo.

    Por otro lado, la bella chica ante semejante situación no hacia mas que enfurecerse, llenándose de celos incontenibles como también de inseguridades por los sentimientos del chico hacia ella, a pesar de ser una hermosa mujer siempre se aminoraba enfrente de otras, sobretodo por que la mayoría de las féminas, que a simple vista gozaban de una belleza indiscutible, poseían algo que ella no tenía, y era una personalidad avasalladora capaz de despertar la curiosidad de mas de algún incauto.

    Las razones por las cuales ellos actuaban de esa forma eran diversas, teniendo o no motivos para esto, se debía principalmente a sus propias inseguridades en cuanto a su situación actual como pareja, ya que por más que, aparentemente, se comportaban como tal, oficialmente no lo eran. Sin embargo, esto era algo fácilmente solucionable, si ambos se sinceraban y decidían formalizar todo esto, no necesariamente un compromiso legal, sino más bien una relación aceptada por ambos, algo más concreto de lo que ya tienen, un paso más adelante que les diera cierta confianza para continuar indagando hacia un futuro juntos.

    El cielo ya comenzaba a oscurecer así que la hora de partir llegó, aunque los niños no estaban muy contentos con esto, así que fueron reclamando todo el trayecto hasta el auto, pero en esta ocasión fue Ryoma quien los calló, de una manera paternal, que sorprendió a Sakuno, logró que sus hijos obedecieran sin problema subirse al vehículo. A pesar de su molestia, no tardaron mucho en ser vencidos por el sueño.

    Una vez llegado a la casa de las Ryusaki, el joven padre tuvo que ayudar a cargar a los pequeños hasta sus cuartos, pues en este caso ninguno de los dos parecía despertar, aunque para nada fue una molestia para Ryoma, lo único que lamentaba era que él tenia que marcharse una vez cumplido esta acción, realmente esto le afectaba, pues sus ganas de quedarse con ellos y, por supuestos, con Sakuno eran inimaginables.

    -Hasta que al fin llegan – los interrumpía Sumire en cuanto ellos bajaron las escaleras.
    -Abuela…me asústate – sorprendida al ver que su abuela salía de la oscuridad de la sala.
    -Buenas noches…Sumire-sama.
    -Buenas noches…Echizen…supongo que ya te vas.
    -Claro…ya es tarde…- dirigiéndose a la salida.

    A pesar de la molestia visible de su abuela, Sakuno fue a acompañar a Ryoma hasta la salida, no era que deseaba una confrontación con ella, pero tampoco quería que su amado se fuera sin despedirse de ella.

    -Nos vemos hermosa – mientras caminaba hacia su auto.
    -Claro…adiós – con un poco de decepción en sus palabras, al menos esperaba un beso, aunque fuere en la mejilla.

    Una pequeña sonrisa afloro en Ryoma al percibir la desilusión en las palabras de la chica, en el fondo eso era lo que quería provocar en Sakuno, así que sin perder tiempo camino pausadamente hacia la chica, con aquella seguridad que hacia temblar a la castaña, sin previo aviso la beso suavemente en los labios, pero esta vez sin perder la cordura, sobre todo por que sabia que Sumire podría estar vigilándolos.

    -Pensaste que me iría sin despedirme – mientras la miraba con una sonrisa seductora, volviendo a besarla – pues te equivocas, no olvidaría despedirme de mi novia.
    -N-novia – con incredulidad preguntaba.
    -Pues claro…antes de ser mi esposa…tienes que ser mi novia – sus palabras denotaban seguridad, posesión y amor.

    Por supuesto, esta pequeña declaración por parte de Ryoma, genero en la chica un gran alivio, aunque antes tuvo que asimilar los dichos, ya que todavía no alcanzaba a digerir la palabra novia, cuando de la nada el joven de mirada ámbar le lanza el término esposa, dos significantes mensajes para la gran mayoría de las personas, sobretodo para una mujer enamorada como lo estaba Sakuno, pues desde niña soñó con la posibilidad de ser alguien especial en la vida de Ryoma, aunque nunca pudo imaginar lo que realmente sería estar en esa posición.

    Ahora el hombre de sus sueños, le estaba afirmando que ella era una mujer especial para él, por esa razón le entregada tal apelativo, ser la novia de Ryoma Echizen causaba en ella que todo los sentimientos que había estado reteniendo desde que se reencontró con él, la extasiaran estrepitosamente desde su interior, no pudiendo detener aquellas emociones, que por el momento la dejaron paralizada en el frontis de su casa, observando embelesada la partida del joven tenista.



    Aunque estaba conciente que tendría que soportar las recriminaciones de su abuela, nada de lo que ella le pudiera decir en esos momentos, la haría despertar de su ensueño, al menos no por esta noche, pues después de mucho tiempo se sentía inmersa como en un cuento de hadas, sin olvidar que eso era sola una fantasía, pero que este día, se daría el lujo de vivirla sin importar lo infantil que pudiera parecer, total nadie podría entrar en su cabeza, solo ella y su príncipe Ryoma.

    Continuara...*perverso*


    Ok...espero les haya gustado, a mi parecer este capitulo quedo mucho mejor:aplausos: aunque se que hubo muy poco dialogo, pero tratare de mejorar a la proxima. Nos vemos:saludar:
     
  5.  
    luciazanabri

    luciazanabri Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    Queee lindo capi quiero la conti me encanto!!!! ¬¬ la vieja esa de Sumire me cae pesada como interrumpe ò_ó .....; bueno sigue tu fic ^^ :)
     
  6.  
    Gyakutenno

    Gyakutenno Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    sabes siempre paso por aki y aveces firmo en muchos lugares por fir mAR Y QUE pongan conti
    pero esta vez quiero que sea algo especial
    porque me di cuenta que vos escribis bien a veces se me viene en la mente que ya haz pasado por esto o que tienes experiencia y de verdad en como escribes me gusta
    espero que algun dia puedas tener una recompensa de esto sabes escribir muy bien
    ns vemos
    con muchos cariños
    rao
     
  7.  
    ayame003

    ayame003 Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    oooh
    pobrecitos taan chicos
    igual que el padre! ahahah
    ok
    qero contii
    luego, rapido ahora!
    :D
    cuidate
    bye**
     
  8.  
    Yaziii

    Yaziii Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    La contiii :D
    más, más, más contiii :D
     
  9.  
    sakurita_07

    sakurita_07 Entusiasta

    Géminis
    Miembro desde:
    1 Enero 2007
    Mensajes:
    132
    Pluma de
    Escritora
    Re: La Primera vez nunca se olvida

    oye tu fic s lo màximo,cuando leo lo q scribes m hace sentir bravazo:P , asì q lo ùnico q t pido sq q sigas scribiendo asì de bien y bueno tmb conti conti conti conti conti conti conti conti conti conticonti conticonti cotnic onti conti conti conti :) :) :)
     
  10.  
    Azuki

    Azuki Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    29 Enero 2007
    Mensajes:
    350
    Pluma de
    Escritor
    Re: La Primera vez nunca se olvida

    ayy paso asi de rapiditooo pero quiero q sepas q como siempre te dije...,!!!

    me encantan tus fics y me muero x saber el final de esta historiaa tan lindaaa..


    nos vemos besooo
    Naduuu :) :D :P
     
  11.  
    ryoma_sakuno

    ryoma_sakuno Usuario común

    Capricornio
    Miembro desde:
    18 Febrero 2006
    Mensajes:
    340
    Pluma de
    Escritor
    Re: La Primera vez nunca se olvida

    holaaaaa
    me èrdi de muuucho..
    es que no pude meterme ^^
    pero me tento q dar el tiempo para leer tu fic
    que esta muuuy weno
    ^^
    contiii
     
  12.  
    Esmeraldy

    Esmeraldy Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    conti T.T
     
  13.  
    Yaziii

    Yaziii Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    Contii !!
    Contii !!
    Contii !!
    Pliis :D:D:D
    ToT
     
  14.  
    Puccapucca

    Puccapucca Entusiasta

    Miembro desde:
    10 Marzo 2007
    Mensajes:
    60
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La Primera vez nunca se olvida
    Total de capítulos:
    22
     
    Palabras:
    7664
    Re: La Primera vez nunca se olvida

    ;) Hola a todos aqui un nuevo capitulo, sin mas que decir lean...

    LA BARRERA DE LA DISTANCIA

    Era una fresca mañana en la ciudad de Tokio, que recordaba a sus habitantes que tanto el verano como las vacaciones estaban llegando a su fin. Se observaba en el cielo una que otra nube esponjosa, que rápidamente era disuelta por la refrescante brisa que circulaba entre ellos.

    Algunos días habían pasados desde que Ryoma y Sakuno eran oficialmente novios, aunque todavía era un asunto que se reservaban para ellos, razones podrían haber muchas, no obstante, el joven tenista nunca fue muy comunicativo como para gritarlo a los cuatro vientos, para él mientras Sakuno se diera por enterada era suficiente, además, no estaba dispuesto, por el momento, a entregar un motivo más a su representante para fastidiarlo, suficiente tenía con verlo a diario, que cuando había prometido no ser notado, Ryoma se maldijo por ser tan ingenuo al creerle.

    -Oye Ryoma…hay que comprar café se acabo – gritaba desde la cocina Joe.

    -Mmm…- era aun temprano, recién comenzaba a despertarse y este fastidiosos ya comenzaba a molestar.

    -Ryoma…me estas escuchando – al no ser notado – bueno le diré a la hermosa Sakuno que venga mas tarde.

    -Que…donde esta – había llegado mas que rápido a la sala.

    -Jajaja…que ingenuo eres…que haría ella aquí a esta hora…jajaja

    -No tienes otra cosa mejor que hacer – con voz seca y su mirada de odio.

    -Ya, ya no te enojes…pero es que no tienes nada en la cocina – seguía registrando la alacena – al menos deberías atender bien a tus invitados.

    -Yo no te invite…así que si quieres algo búscalo tú…mejor aun lárgate de una vez…se supone que no te notaria – remilgaba mientras buscaba la caja con leche.

    -Jajaja…pensé que tú humor mejoraría al ser el novio de Sakuno-chan – observando atento las reacciones del chico – veo que los milagros no son efectivos en ti.

    -Por que no te callas…eso no es de tú incumbencia – tratando de ignorar a su compañero.

    -Entonces ya son novios – agarrando el cuello de Ryoma, mientras le desordenaba el pelo – todavía tenemos esperanza.

    -Quien dijo eso…suéltame – pero su rostro lo decía todo.

    -Tú…- al ver la cara de incredulidad del chico – si fuera mentira no te sonrojarías…jajaja si pareces un idiota con esa cara…ni cuando ganabas una final ponías esa cara de estúpido enamorado…jajaja – por esta vez, Ryoma no pudo refutar pues lo que decía Joe era cierto, pero tampoco era que lo iba a confirmar, así que salió indiferente hacía la sala.

    Por otro lado, la joven castaña siempre se caracterizo por ser una mujer discreta, además, a quien se lo iba a contar, a su abuela, por supuesto que no, al menos no por ahora, quería darse unos días para disfrutarlo sin que nadie interfiriera, ya que al momento de asumirlo de seguro le tocaría una larga y tediosa charla.

    -Hasta que al fin te veo, Sakuno – su abuela aparecía a sus espaldas, asustando a la chica.

    -Abuela…cuando… - era inevitable, sabía que tendría que hablar con ella, lo había estado postergando por días, evadiéndola cada vez que podía.

    -Ven a la cocina…preparé té para nosotras – la miró fijamente para evitar que esta la evadiera – y no te preocupes por los niños…ellos estarán jugando un buen rato con los vecinos.

    Por supuesto, su abuela se había encargado de todo, enviar a sus hijos a la casa de su vecina era la mejor de la ideas, pues cuando iban a jugar con esos niños ni se acordaban que tenían casa, así que eso les daba un buen tiempo para charlar sin interrupciones, situación que hasta ese instante Sakuno había estado esquivando.

    Una vez en la cocina, solo se escuchaba la bulla exterior, proveniente del jardín de los vecinos, pues la anciana estaba cómodamente sentada en una de las sillas, mientras servía el té que había preparado. A pesar de las circunstancias, la atmósfera que rodeaba al lugar era calma, aunque algo abrumador, pero todo eso podría cambiar de acuerdo a la charla que tendrían las mujeres Ryusaki.

    -Sakuno…siéntate, mientras te sirvo algo de té – le indicaba su abuela, al parecer ella no escaparía de esto.

    -Gracias abuela – recibiendo el contenido.

    -Bien…ahora que esta todo tranquilo hablemos – tomando un sorbo de té, al tiempo que miraba con calma a su nieta.

    -Hablar…de qué

    -Lo sabes perfectamente…no trates de escapar… - aunque no perdía la calma, su mirada cambiaba a una más dura.

    -Está bien…que es lo…que quieres…saber – no lo podía evitar, su abuela si sabía como ponerla nerviosa.

    -Ya que insistes en eso…entonces voy hablar

    La tranquilidad que las rodeaba en un principio ya no existía, pues ahora el silencio incómodo las invadía.

    -No me voy a interponer si tus hijos quieren ver a su padre…pero no creas que me voy a quedar callada, si eres tú quien se acerca a ese sujeto – sus palabras eran seguras, a Sakuno no le cabía duda que su abuela hablaba en serio.

    -Pero abuela…

    -No he terminado…no entiendo por que aun insistes en verlo…no después de todo lo que pasaste…ya olvidaste lo que sufriste…si es así yo no…Sakuno…

    -Abuela…yo no he…olvidado…pero…

    -Sakuno…entonces por que…

    -Ryoma y yo hablamos…lo que paso…esta….y…

    -Lo que paso…por favor Sakuno…no seas ingenua…ese sujeto…- su abuela no comprendía la inocencia de su nieta.

    -El no tiene toda la culpa…yo también soy…

    -Por favor hija…no te culpes…tu sufriste todo este tiempo por culpa de él…fue él quien te dejo embarazada y luego se marchó…

    -Pero… él no… sabía que…yo estaba…embarazada – la mirada se Sakuno comenzaba a nublarse por las lágrimas que deseaban salir.

    -Eso no cambia nada…a caso crees que él habría hecho algo si hubiese sabido…no te engañes – bufaba su abuela, incapaz de favoreces al chico.

    -No lo sé…nunca lo sabremos…pero…

    -Pero nada hija…ese sujeto no merece que tu le creas…no dejes que te engatuse con sus palabrerías…prométeme que no caerás en sus farsas…deja que sea el padre de tus hijos, pero tú aléjate de él…

    -No puedo…estamos juntos…somos novios – apretaba sus manos en la falda, estaba muy nerviosa, incluso dudaba de todo, por unos instante parecía aceptar los dichos de su abuela.

    -Novios…es inaceptable…bueno dile que terminaron y punto – al parecer su abuela no se daría por vencida – mira si quieres yo lo llamo y le dijo que tú no quieres verlo de nuevo…creo que eso es lo mejor…así no tratara de convencerte…no te preocupes – continuaba hablando sin considerar a su nieta, no se puede culpar a la anciana, ella pensaba solo en el bienestar de la chica.

    -BASTAAAA – aquel grito calo hondo en la anciana.

    -Sakuno…pero…

    Sumire estaba impresionada con semejante arrebato de su nieta, que al ver aquel rostro lleno de tristeza, con lágrimas que corrían sin interrupción por las mejillas sonrojadas de Sakuno, suspiró profundo al tiempo que bebía un poco de té, a la espera que la chica continuara.

    -Abuela…

    La joven de ojos carmesí respiró para calmarse y darse el coraje necesario para no detenerse en lo que iba a expresar, pues tenía certeza que si daba una pausa en su discurso, comenzaría a titubear no logrando completar sus palabras.

    -Lo siento…pero no voy hacer lo que dices…ya no soy una niña…aunque no quieras yo amo a Ryoma…y por mas que lo intentes no voy a dejarlo…se que sufrí mucho…pero no me arrepiento…

    -Hija…por…

    -Como quieres que me arrepienta…se lo que paso…pero si nada hubiese ocurrido…Ranko y Yue no existirían…por ellos volvería vivir todo de nuevo…pero esta vez…le contaría a Ryoma desde el principio – volvía a respirar hondo, ya sus lágrimas no la dejaban tranquila – además, ellos merecen un padre…lo necesitan.

    -Es cierto que necesitan un padre…pero eso no significa que debas perdonar a Ryoma…no te fuerces por ellos…- sin darse cuenta, nuevamente comenzaba a llamar al chico por su nombre.

    -Abuela…no entiendes…mis hijos necesitan de un padre…y yo necesito de Ryoma…por primera vez en mi vida…estoy segura de algo… - alzó su mirada haciendo contacto con la de la anciana – me voy arriesgar…se que Ryoma también me quiere…y yo a él…no sé como va ha resultar pero esta vez no dudaré…yo soy la única que puede decidir esto…quiero ser feliz junto a Ryoma y mis…nuestros hijos…así que nada de lo que digas o hagas me hará cambiar de idea… - ya con un hilo de voz – p-por…favor…abuela…compréndeme…

    -Has lo que quieras – se levanto de su asiento dejando sola a la chica.

    Igualmente que Sakuno, Sumire estaba que comenzaba a llorar, razón por la cual prefirió salir de la cocina, no por que temiera por su nieta, sino que por primera vez en su vida, pudo notar la seguridad en las palabras de la chica, aun cuando sonaba dudosa, su expresión era de entera seguridad, provocando que la anciana se diera cuenta que no había nada que ella pudiese hacer o decir, pues esta vez Sakuno no se retractaría.

    Sumire no podía evitar estar preocupada por su nieta, ya que para ella el sufrimiento que Sakuno tuvo que pasar no era cosa de olvidar, todo lo que quería era protegerla. Asimismo, tenía conocimiento que lo dicho por la chica era cierto, lo ocurrido fue responsabilidad de ambos, por más que se empeñara en culpar a Ryoma, pero sabía que no podía, siempre lo supo, aun así trató de negarlo.

    Sin embargo, las cosas estaban cambiando, su nieta ya no era la niña inocente de antaño ni Ryoma el adolescente inseguro que conocía, no tenía otra alternativa, pues en contra de su voluntad debería entregarle un voto de confianza a Sakuno, siempre confió en ella, por que dejar de hacerlo ahora, seria injusta si lo hiciera, además, no quería que a causa de sus temores, terminara provocando una lejanía innecesaria entre ella y Sakuno.

    Aquella conversación había concluido, a pesar de la tristeza de las mujeres un manto de alivio las cubrió, para ninguna de las dos fue fácil escuchar y/o decir lo que se dictaminó instantes atrás, sin embargo, se daban por satisfecha con esto, ya que lo que ocurriera de ahora en adelante tendría que suceder para bien o para mal, pero ambas sabían que contaban la una con la otra.

    **************************

    Una vez el trago amargo fue digerido, las cosas volvieron a su lugar, solo trascurrieron un par de días para que las Ryusaki retomaran su habitual relación, nada había sido sencillo pero valió la pena. Ahora solo quedaba seguir avanzando, y demostrarle a su abuela que había tomado la mejor de las decisiones.

    Aun restaban unos días antes de comenzar las ajetreadas labores profesionales y escolares, así que lo ideal era aprovechar la mayor cantidad de tiempo posible para estar juntos, sobre todo en pareja, pues desde que dieron inicio al noviazgo, sucedieron un sin fin de situaciones que no les permitió disfrutar de esa relación, ya que la pocas veces que se encontraron sus hijos absorbían prácticamente todo el tiempo, no era algo desagradable, pero si un poco perturbador si se deseaba compenetrar mejor su vida en común.

    -Entonces…nos podemos juntar ahora – se oía la esperanzada voz de un chico, pues hace días que no veía a su amada.

    -Lo siento…pero debo ir a Hong Kong…por unas fotos – decía la apenada voz de Sakuno – estaré unos…días fuera.

    -Te extraño… - aunque denotara seguridad, este tipo de expresiones ponían un poco nervioso al chico, aunque lo disimulaba lo mas que podía.

    -R-ryoma – nadie la veía pero se sonrojaba con estas muestras de cariño – yo…también…te e-extraño – se sentía triste, pues estar lejos del chico le causaba cierta inseguridad.

    -Lo sé…vuelves pronto – ya con un deje de molestia, pues la lejanía con Sakuno le comenzaba a producir mal humor.

    -Dentro de unos días – lo decía con un leve temor en su voz, situación que Ryoma percibió.

    -No te preocupes, no veremos cuando regreses…no vemos hermosa…te amo – decía un poco alejado el chico, provocando inseguridad en Sakuno.

    -Mmm…bueno hasta luego…también te…amo – su voz lo decía todo, la joven se encontraba triste y desilusionada por algo.

    -Cuando llegues a Hong Kong llámame… no importa la hora…puedes llamar cuanto quieras – sus palabras eran comprensivas, no solo por la chica sino también por él, que lo único que deseaba era estar a su lado – estaré esperando la llamada.

    -Siii…a penas llegue te llamo – al parecer estas palabras surtieron efecto, Sakuno quería de alguna forma que Ryoma necesitara de ella, aunque fuese un gesto mínimo no importaba, para ella era mucho mas que eso.


    Sin embargo, por mucho que se esforzaron no lograron pasar tanto tiempo junto como hubiesen deseado, principalmente, por que sus actividades profesionales se lo impidieron. Por un lado, Sakuno con los atrasos debido a los últimos acontecimientos, Keiko decidió que tenían que cumplir con varios de ellos antes de dar inicio a los correspondientes a esa fecha.

    Mientras Ryoma tenía lo suyo, ya que previo a comenzar con sus entrenamientos debía someterse a un riguroso procedimiento médico a modo de evaluación, verificando que se encontrara en perfecta condición física para dar inicio a sus preparaciones para retornar al circuito tenístico. Por tanto, así pasaron los últimos días que, supuestamente, tendrían sin preocupación para estar juntos.

    **********************************************

    Una vez comenzado oficialmente las actividades regulares, el tiempo que tendrían para disfrutar su relación, se vería reducido a prácticamente nada, pues los arduos horarios y entrenamientos, respectivamente, se convertirían en la principal causa de distancia, a pesar de hallarse en la misma ciudad.

    Sin embargo, esto es algo con lo que debían aprender a lidiar, pues a menos que uno de los dos renunciara a sus actividades, situación que no era el caso, no tendrían tiempo de verse, pero ya encontrarían el modo para contrarrestar este tedioso escenario. Pero antes deberían acostumbrarse a sus nuevas rutinas de trabajo, principalmente Ryoma, que tenía que conocer a su nuevo entrenador.

    -Estas listo Ryoma…hoy conocerás a tu nuevo entrenador – hablaba mientras llegaban a unas instalaciones deportivas.

    -Dime algo…yo lo conozco – con desconfianza emitía el chico.

    -Jajaja…lo mas probable

    -Si es ese sujeto…me niego – hablaba con malestar.

    -Lo siento…ya esta todo arreglado…como insiste en comportarte como un completo imbécil – decía con su rostro serio – no me quedo otra alternativa que buscar a alguien a quien no puedas contradecir o mejor que eso alguien que conozca muy bien tu forma de ser.

    -Por eso viniste a Japón – lo miraba con desconfianza.

    -Exacto…se que este lugar es donde mejor desarrollaste tu tenis…así que mejor que volver al inicio con alguien que te conoce muy bien…ya deja de chistar como un malcriado y entra de una vez.

    -Si no me gusta me voy

    -Al parecer el no ver a Sakuno-san te pone cada vez mas irritable…te estas comportando como un niño – su sarcasmo era evidente.

    -Nos vamos…tengo que comenzar el entrenamiento – alejándose de Joe, pues este había dado en el punto, hace días que no veía a Sakuno, y solo hablaba unos pocos minutos con ella, causando un mal humor constante en el joven tenista.

    Sin otra alternativa, Ryoma siguió a su amigo, sus sospechas sobre quien sería su futuro entrenador eran cada vez más claras, ya que quien otro podría ser que viviera en Japón y lo conociera tan bien, como para darle la seguridad a Joe que este no lo rechazaría.

    Al entrar al lugar, se apreciaba a simple vista que era un lugar construido para las actividades deportivas, con grandes instalaciones modernas, áreas verdes y lugares de recreación, todo un complejo deportivo, ideal para la concentración de quienes practicaran algún entrenamiento de alto rendimiento.

    -Al fin llegas…Echizen – una voz familiar despierta el interés del tenista.

    -Ehh…tú que haces aquí – con su típica arrogancia.

    -Esa es forma de tratar a tus viejos amigos…al menos saluda como la gente.

    -Jajaja…tú debes ser Momoshiro Takeshi – interrumpía Joe – muchos gusto yo soy Joseph Smith, representante de este pedante – con un tono de burla.

    -Mucho gusto…dígame Momo – ambos ignorando por completo a Ryoma – veo que conoce bien a Ryoma.

    -Joe…no me digas que te refería a él – sus palabras eran de total escepticismo.

    -No lo digas como si fuera imposible – Momo hablaba con una leve molestia, al percibir las palabras despectivas de Ryoma.

    -A caso tú eres entrenador – lo desafiaba con su mirada – por que si es así me voy.

    -Haber Ryoma…no te adelantes a los hechos…él no será tu entrenador.

    -Entonces…

    -Hola Echizen…tanto tiempo sin verte – a sus espaldas se escuchaba otra voz que lo sobresalto.

    -Inu-sempai – aunque se asusto al verlo, un gran alivio sintió al comprobar que no era Momo su nuevo entrenador.

    -Ya no soy tú sempai…bueno y ya estás listo para tus entrenamientos – un brillo en sus ojos le indicaban al joven tenista que nada bueno daba comienzo.

    -Claro…pero no debería aun no me dan de alta…

    -Ya esta todo arreglado…hable con tu doctor ayer…así que no hay problema…tengo una pauta de ejercicios para ponerte en forma…pero tú ya estas acostumbrado a mis métodos de trabajo…como no hay nada que explicar…será mejor que te cambies mientras preparo todos – al parecer su suplicio daba inicio ahora mismo, sabía los métodos de Inu, aunque eficientes eran de temer.

    -Bueno Ryoma…yo voy a finiquitar los último arreglos del contrato…no vemos…

    -Mmmm…a donde puedo cambiarme – miraba a su amigo de antaño.

    -Ven conmigo…yo te acompaño así platicamos como en los viejos tiempos – comenzaba a caminar muy contento.

    Sin mucha demora, llegaron a los camerinos, un lugar bastante amplio, con todo lo necesario para no tener que preocuparse por nada, solo por entrenar. Mientras iban caminando, Ryoma se percató que las paredes estaban adornadas con infinidad de fotos, por lo que se dio cuenta eran de personalidades famosas en el ámbito deportivo, incluso en una de ellas se pudo reconocer a él mismo.

    -Fuji insistió que debían haber retratos de todos los deportistas famosos de Japón – había comenzado hablar al ver la cara de sorpresa del chico – a modo de incentivo a los futuros deportistas.

    -Fuji – preguntaba con curiosidad.

    -Si, Fuji-san… él es uno de los dueños de este lugar, junto con Inu-san – al ver que su amigo lo miraba con cara de continúa, así lo hizo – ellos dos se hicieron socios, para construir el complejo deportivo más grande del país, como era un proyecto ambicioso, Fuji se encargo de conseguir inversionistas para esto, con la ayuda de Inu lograron generar un programa que les permitiera llamar la atención de ellos, pues en este lugar se entrenaría a las futuras estrellas de Japón, desde sus inicios, en donde los inversionista pudieran verlos actuar, así después sean ellos mismos que auspicien a los novatos, claro esto generara sus posteriores ganancias.

    -Ya veo…pero tú que haces aquí

    -Esperaba que lo preguntaras – se llenaba de orgullo por esto – bueno yo soy entrenador de novatos, además actúo como doctor – al ver el rostro de escepticismo del chico argumento – soy traumatólogo especialista en deportista – lo decía con una gran sonrisa en su cara.

    -Ahhh…tú…doctor – quitándole crédito a sus palabras.

    -No me mires con esa cara…soy uno de los mejores…además no soy él único…todos trabajamos aquí…

    -Todos…te refieres a…

    -Por supuesto…somos los accionistas minoritarios…jajaja

    -Explícate – Ryoma no solía ser tan curioso, pero por alguna razón este tema le intereso.

    -Bueno…primero esta Fuji e Inu, quienes son los que manejan todo esto, además de ser entrenadores de los avanzados, junto con Tezuka-san, que también actúa como doctor – nombre que no agrado al chico - Luego, estamos nosotros Eiji, Kaoru entrenadores de novatos e intermedios – causando cierta risa en Ryoma, no se imaginaba al serio de Kaoru entrenando a principiantes – y por último, a Kawamura-san quien se encarga de la alimentación de todos los estudiantes y profesionales.

    -Ahhh…ya veo…pero Suichiro-san…no esta aquí.

    -Si él también…ahora debe estar con tú representante…Oishi-san es abogado, se encarga de todo lo legal aquí, a veces nos ayuda con los entrenamientos.

    -Tezuka-san siempre viene aquí – su principal rival, debía estar preparado.

    -Mmm…no mucho…bueno ninguno esta mucho por aquí…aunque somos entrenadores…cada uno hace sus propias actividades…Inu-san se encarga de nuestros horarios…generalmente venimos un o dos veces por semana…a excepción de Fuji e Inu…pues ellos trabajan tiempo completo aquí.

    -Ya estoy listo…vamos…una última pregunta…

    -Dime…

    -Inu-san aun utiliza esos asquerosos jugos – la esperanzada mirada en sus ojos, causaron una risa en su compañero.

    -Ese es su secreto de éxito…otra cosa…estas retrasado en 10 minutos – causando una rápida reacción en el joven tenista, debía correr si no quería probar esos horribles brebajes.

    Sin embargo, sus intentos fueron en vano, pues en la entrada de las instalaciones se hallaba un muy sonriente Inu con una jarra muy sospechosa, además, de la cara de satisfacción de su nuevo entrenador, al parecer las viejas costumbre nunca se olvidan, fue así como se dio inicio a su nueva rutina.

    ***************************************

    A pesar de las largas horas de entrenamientos, Ryoma se hallaba complacido, pues hace muchos años que no disfrutaba tanto con esto, al parecer su amigo Joe tenía razón, volver al principio podría ser gratificante. No obstante, una vez terminado con todo volvía a sentir la falta de alguien, quien más de Sakuno, aquella mujer que no se apartaba de sus pensamientos, pero que por el momento tendría que conformarse con solo escuchar su preciada voz.

    Ya habían transcurrido un par de días desde que Ryoma había comenzado a entrenar con Inu. Se encontraba listo para irse cuando su viejo amigo Momo lo detuvo, en contra de su voluntad debió a ser caso, aunque no quisiera este ya lo llevaba arrastrando hacia su objetivo.

    -Oye…Momo que te propones – tratando de zafarse de su captor – tengo que irme... – sus palabras eran en vano, pues Momo no tenía ninguna intención de soltarlo.

    -A donde tienes que ir – lo miraba de reojo.

    -Eso no te importa – se cubría el rostro con la gorra, para ocultar un leve sonrojo.

    -Si vas donde Saku-chan…inventa otro pretexto…se perfectamente que ella no esta en Japón…así que inventa una mejor excusa.

    -Qué…como es que sabes de eso – soltándose del agarre, deteniendo en seco el trayecto.

    -Ya no te molestes…los demás te están esperando...parece que Joe tiene razón – al ver la cara interrogante de su amigo – el no ver durante un tiempo a Saku-chan te pone mas cascarrabias de lo normal…jajaja

    -No es gracioso…entonces si lo sabes me voy…- pero antes de poder huir Momo lo jalo junto a él.

    Al llegar donde Momoshiro lo conducía, un gran bullicio se escuchaba en el interior de una sala, pero Ryoma tenía pensado escapar antes de entrar, claro que su amigo se lo impidió al darse cuenta de sus intenciones.

    -O’chibi… - el aludido sintió como un peso era puesto en su espalda – tanto tiempo…que ingrato eres por no avisarnos que vendrías – le reclama un efusivo Eiji.

    -Eiji-san…podrías bajarte, pesas – con molestia emitía, aunque no era real, pues en el fondo se alegraba de ver a sus antiguos amigos.

    -Eiji…deja en paz a Ryoma…no vez que debe estar cansado con los entrenamientos – la voz madura de Oishi hacia aparición.

    Era un salón bastante amplio, con sillones en el centro y bien iluminado, además de un gran ventanal que daba directo a las canchas de tenis. Cuando los chicos entraron, ya se hallaban casi todos los demás, a excepción de Tezuka, situación que relajo un poco a Ryoma, ya que por ahora no tenía intención de verlo.

    Una vez los saludos fueron hechos, mientras comían la charla estuvo enfocada en los viejos tiempos que todos compartieron en Seigaku, como es la costumbre en estos casos. Pero la grata armonía fue interrumpida por una simple pregunta de parte del acróbata del grupo.

    -Hey O’chibi…ya conociste a tus hijos – captando al instante las miradas de todos.

    -Eiji eso no es de tu incumbencia – interfería Oishi.

    -Ehh…pero quiero saber si ya conoce a la pequeña Ranko y a Yue – decía con toda inocencia el pelirrojo.

    -Ustedes saben de eso – preguntaba un ofuscado Ryoma – cuando supieron – al ver las caras evasivas de sus amigos comprendió que hace mucho más tiempo de lo que él imaginaba.

    -Bueno Ryoma…nosotros supimos hace tiempo – emitía Momo con un poco de tristeza.

    -Cuanto – decía un inseguro chico.

    -Creo que ellos tenía más o menos año y medio – explicaba Fuji – y los conocimos cuando cumplieron 2 años…celebramos su cumpleaños aquí.

    -Ya veo – un cabizbajo Ryoma asentía, en realidad, se sentía algo desanimado, pues al parecer el único excluido en la vida de sus hijos era él, aunque la culpa no era de ellos.

    -Tezuka nos prohibió decírtelo – confirmaba Eiji, para desagrado de Ryoma, que al escuchar aquel nombre una rabia sintió que lo invadía.

    -Eiji…no deberías decir esas cosas…se pueden malinterpretar – regañaba Oishi.

    -Mira Ryoma…el que Tezuka nos halla prohibido contarte no es por lo que piensas – decía Fuji, al ver el malestar en el rostro del chico.

    -Tú que sabes – decía desafiante el joven tenista.

    -Más de lo que crees…- sus palabras eran agudas y asertivas.

    -Que estas diciendo – un ya molesto chico.

    -Será mejor que le contemos todo…ya no tiene caso callar – interfería nuevamente Momo.

    Un silencio abrumador invadió la bulliciosa habitación, todos se miraban con caras interrogantes, para decidir quien seria el escogido para relatar la historia. Esta indecisión por parte de los chicos, causaba mayor trastorno en Ryoma, ya que su cabeza maquinaba intrigantes teorías sobre esto, principalmente por sus propias inseguridades, imaginaba que algo no muy bueno se hallaba tras este inusual comportamiento.

    No obstante, todos los temores formulados por este agotador silencio, llegaron a su término, pues lo que Ryoma escucho no fue nada fuero de normal, a menos nada que pudiera causar algún problema en él. Su gran amigo Momoshiro, fue quien le informo de lo ocurrido.

    -Verás cuando estaba estudiando…me fui de vacaciones a Kyoto – iniciaba su relato Momo.

    -Después que Ann terminara contigo – interfería Eiji.

    -Eiji eso no viene al caso – un poco apenado decía Momo.

    -Pero si es cierto…si ella no hubiese terminado contigo no habrías viajado.

    -Eiji…deja a Momo continuar – reprendía Oishi.

    -Bueno como te decía…me fui de vacaciones a Kyoto…como sabía que Tezuka-san estaba estudiando allá…decidí ir a visitarlo…

    ********************* Flash Back*******************

    Era un día normal en la vida de Ryusaki, como todos los meses tendría que asistir al hospital para un control de rutina con el pediatra. En ese entonces, los pequeños tenían poco mas de un año, recién comenzaban caminar con mas soltura, pero aun torpes como para algo más.

    Sin retraso, los tres llegaron a las instalaciones hospitalarias, como era costumbre, Sakuno, primero los llevaba a la zona de juegos, así ellos se tranquilizaban un rato, mientras esperaban su turno. Fue entonces, que en un descuido Yue corrió fuera del área juegos, chocando estrepitosamente contra un hombre, que recién aparecía por este lugar.

    -Cuidado pequeño – aquel sujeto ayudaba al niño a ponerse en pie.

    -Mamaaa…- Yue emitía en un sollozo.

    -No llores pequeño…donde esta tu mamá – mientras consolaba al niño, observaba a ver a la supuesta madre.

    -Yue…te dije que no salieras de esta zona – una joven mujer acariciaba al pequeño – perdón por molestarlo…señor – sin mirar al sujeto.

    -Ryusaki – preguntaba el hombre – eres la nieta de la entrenadora ¿cierto? – casi confirmando al ver el rostro de la joven.

    -Momoshiro-sama – con sorpresa confirmaba Sakuno – que...hace usted…aquí.

    -Solo dime Momo…estoy de vacaciones…vine a visitar a Tezuka-san – hablaba sin dejar de observar al pequeño que se afirmaba de una de las piernas de su madre.

    -Ahh…él esta en la otra ala del edificio.

    -Él es tu hijo – no pudiendo aguantar más la curiosidad.

    -Sí…es Yue – un poco sonrojada y temerosa que la noticia llegara a oídos del chico que rompió su corazón, pero algo le tranquilizaba al ver que no era con Ranko con quien había chocado.

    -Ya veo…bueno me tengo que ir…por donde debo irme – no quiso inmiscuirse mas pues noto el nerviosismo de la chica, así que partiría, pero algo lo retuvo.

    -Mamá…- la voz de una pequeña los interrumpía.

    -Ranko – un repentino temor se percibió en su voz, como si quisiera ocultar alguna cosa.

    No fue mucho lo que Sakuno pudo hacer para evitar que Momoshiro se diera cuenta de algo, pues al percatarse de la presencia de la niña, este la observo incrédulo, ya que el parecido con su viejo amigo Ryoma era indiscutible, además, él era uno de los pocos que tenía una idea de lo que ambos chicos sentían el uno por el otro, aunque nunca imagino que hubiese resultado en esto, ahora comprendía la repentina desaparición de Ryusaki, de seguro ella había escapado para que nadie se enterara de lo ocurrido.

    -Momoshiro – una fuerte voz lo saco de sus pensamientos – que haces aquí.

    -Tezuka-san…eh…pase a saludar – con un poco de temor al escuchar la voz autoritaria de su ex capitán.

    Por mucho que Momo tuviese interrogantes, su antiguo capitán, no le permitió formular ninguna, lo aparto rápidamente del lugar. Una vez estuvieron solo, este le explicó la situación, con el firme propósito de respetar la decisión de Sakuno, aunque Momo no estaba convencido de esto, fingió aceptar que guardaría silencio.

    Sin embargo, cuando regreso a Tokio, lo primero que hizo fue comunicárselo a Eiji, quien al igual que él, pensaban que Ryoma tenía todo el derecho de saber que era padre. Aunque sus esfuerzos fueron inútiles, pues el joven tenista ya había decidido no querer saber nada de Sakuno, y por más que sus amigos intentaron convencerlo para que los escuchara este se negó.

    ********************* Fin Flash Back*******************

    Cuando el relato concluyo, nuevamente el silencio se hizo presente, aunque el rostro de Ryoma expresaba una leve tristeza. Ya que con el transcurso de la historia, se fue dando cuenta que su propio orgullo lo había apartado de sus hijos, incluso de Sakuno, pues tenía completa seguridad que si hubiese escuchado lo que Momo le quería decir, hace mucho tiempo que habría regresado por ellos.

    Lamentablemente, no todo lo que queremos hacer se hace realidad, una de esas cosas es desear que el tiempo pasado cambie, por más que nos empeñamos en eso, es imposible modificarlo. Esto es algo que Ryoma tenía presente, pero aun así lo deseaba.

    Aunque el saber que sus viejos amigos habían podido disfrutar lo que por derecho era de él, provocándole cierta angustia, sin embargo, no quería seguir lamentándose por eso, ahora tenía que concentrar toda su energía en vencer la nueva barrera que comenzaba a tomar forma con el paso del tiempo, la barrera de la distancia, pues ya era conciente de esto, era como si una fuerza invisible se empeñara en separarlos, situación que Ryoma no estaba dispuesto a tolerar.

    Tanto él como Sakuno se amaban, pero algo más persistente que eso les impedía consolidar su relación, no solo tenían que sortear con la constante presión de sus trabajos, sino también con sus hijos, que no eran una molestia en sí, pero impedían que ellos pudieran pasar tiempo a solas, una herramienta necesaria para fortalecer cualquier lazo entre las parejas, pues los escasos momentos que encontraban debían compartirlo con ellos.

    Al parecer las jugarretas del destino comenzaban a mover sus hilos, pues desde que asumieron una relación más seria, las circunstancias habían provocado cierta distancia entre ellos. Debido a sus carreras era evidente que algún día esto iba a ocurrir, pues ambos están constantemente viajando para cumplir sus compromisos, sin embargo, ninguno de los dos pensó que esto sucediera tan pronto ellos comenzaron la relación.



    Por lo tanto, aquella barrera capaz de obstruir cualquier relación, tendrá que ser superada por esta joven pareja, si es que realmente quieren formar una vida juntos, no obstante, deberán estar concientes que para que esto surta efecto, ambos tendrán que poner de su parte, para que ni la más dura de las distancias pueda quebrantar con el amor que sienten el uno por el otro.



    :D ok ya falta poco, solo algunos detalles, por fis comenten :(
     
  15.  
    Yaziii

    Yaziii Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    eeeeeee :11:


    puso contii !

    esperamos lo que sigue ..

    saludos !

    cuidate
    baii :x):
     
  16.  
    E.PrInCeSS

    E.PrInCeSS Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    wiiii al fin conti
    plissss seguilo
    esta mui bueno
    byee
     
  17.  
    Yaziii

    Yaziii Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    Sigueloo pliiis :11:
     
  18.  
    Azuki

    Azuki Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    29 Enero 2007
    Mensajes:
    350
    Pluma de
    Escritor
    Re: La Primera vez nunca se olvida

    Taaa re lindoooo! :D :)

    espero q la contiii prontico jaja :D:P
    cuidateee!
    Naduuu :) :D :P
     
  19.  
    al-kun

    al-kun Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    que triste que ryoma haya sido el principal causante de alejarse de saku
    por eso no me cae bien el enano es demasiado orgulloso ¬¬
    ok
    esta buena la conti
    pone la otra luego eso si
    ya chau
     
  20.  
    Yaziii

    Yaziii Guest

    Re: La Primera vez nunca se olvida

    No Al - Kun >.<
    Ryoma es lindoooow :x):
     
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso