Aclaraciones: este es un fanfic viejo ya existente, de mi propia autoría, pero decidí volverlo hacer ya que en ese tiempo no contaba con las inspiraciones, ni madures suficiente para desarrollar, una historia con tantos sentimientos envuelto. Con respecto la línea de tiempo la misma se desarrollará después de la gran guerra Ninja, pero a modo de un poco de AU ya que Stunade aún no se retira de ser Hokage, Neji solo queda gravemente herido, pero jamás muere (principalmente porque es uno de mis personajes favoritos). Más de ahí, e agrado unos cuantos personajes propios, que no aparecen jamás ni en anime, ni en el manga. Disfruten la historia… Epilogo: No podía sentir triunfo, no podía sentir paz, a pesar de estar todo en calma, aún existía algo dentro de él que lo inquietaba, no existía nada aun que lo pudiera calmar o bueno si existía, pero esa calma, ya estaba muy lejos y fuera de su alcance. Destruido así se sentía, como si lo hubieran matado mil veces para volverlo a revivir y seguir con ese tortuoso ciclo sin fin, pero masoquista el al seguir buscándolo. ¿Nunca han sentido como si el fuego los convirtiera en cenizas y aun así los sigue quemando? Pues así estaba el, las llamas en su ser ardían y la única manera de apagarlas… se había marchado. Kiba Inuzuka, era un caos andante, ni su fiel compañero era capaz de apaciguar ese dolor que siempre trataba de disfrazar en sonrisas, bromas y buenos tratos…simplemente tenía el corazón destruido. Capítulo 1: “El despertar” Desde ya mucho tiempo, se respiraba un ambiente de calma en Konoha, solo cierto conflicto por un lado otro, por otros, pero son cosas que se podían remediar fácilmente… casi todas las cosas que ocurrían, y entre esas cosas que no tenían una solución tan sencilla estaban la de cierto shunin de ojos gatunos de color café, tez morena, bien formado, de carácter amigable, pero a veces salvaje; apuesto para muchas y muchos…excepto para el que él quería serlo. El suave viento golpeaba su cara y hacia revolver su cabello, mientras descansaba o más bien torturaba su mente con recuerdos sobre un gran árbol en uno de los muchos campos de batalla de ese lugar, acariciando lentamente el lomo de su fiel compañero Akamaru, eso era una de las pocas cosas que podrían reconfortarlo, aunque fuera un poco. Nada ni nadie podía romper esa pequeña burbuja de relajación que él había formado, o eso pensaba hasta el momento cuando escucho un sonido leve, pero reconocible para él y su compañero- ¿Silbato de entrenamiento?, no que estúpido- pensó. Aquel ruido volvió a repetirse tres veces más, ¿pero por qué? Pensaba el, no habían nuevas camadas en entrenamiento…algo extraño sucedía, pero simplemente decidió ignorarlo, siguió con el masaje a su can, para poder volver a su burbuja de “paz” pero cuando por fin volvió a esa paz interna, vio como algo salía volando de entre las ramas, al principio no pudo distinguirla, pero poco a poco se dio cuenta, de que era una majestuosa Águila, con plumaje café, y garras imponentes… que se dirigían a el -¿Qué demonios?- exclamo mientas esquivaba el ataque del , no quería hacerle daño, no le gustaba lastimar animales, pero el ave persistía en su ataque, estaba a punto de sacar un Kunai cuando otra vez escucho un silbato pero esta vez acompañada de una voz, que jamás había escuchado. - - ¡Ichigo!- dijo uno voz femenina que parecía acercarse, lentamente, otro sonido de silbato, el ave aun quería atacar -¡ICHIGO!- otro llamado, pero el ave seguía con ganas de atacar al chico perro, el cual esataba apunto de atacar antes de que lo atacaran a él, pero en ese mismo instante pudo ver como una silueta salía también de dentro las ramas. - -¡Decepcionas Ichigo yo no te entre de esa manera!- decía aquella chica misteriosa de cabellera oscura atada en una coleta alta y la placa de Konoha utilizada como coleta de la misa, su ojo derecho estaba totalmente cubierto por un fleco que terminaba recogiéndose detrás de su oreja, pero aun asi lo suficientemente largo para jamás dejar ver ese ojo , su único ojo visible era de color negro, pero aun asi se podía ver reflejado en él, por el brillo que tenían. Era ninja sin dudar, llevaba las típicas Sandalias ninja y el típico pantalón un poco más debajo de la rodilla, su camisa roja manga larga con detalles de llamas en negro, le parecían algo curiosas, pero lo más curioso es que era bajita, bastante en realidad-Creo que me llega a los hombros- pensó Kiba. Tenía que admitir que quedó perplejo al verla salir de manera tan espontanea ¿Sera un Genin? Pero nunca la he visto antes. - -¿Quién eres?- Pregunto el ninja, mientras se colocaba en posición de ataque, por si las dudas de que fuera un enemigo. - Cálmate, no soy un enemigo ni quiero hacerte daño, permíteme presentarme soy Kai Tochashi y disculpa el comportamiento de mi águila Ichigo, aun esta en entrenamiento – Respondió con voz calmada y dulce. Mientras extendía su mano a manera de saludo-Un gusto ¿Y tú eres? - finalizo, mientras lanzaba una mirada de amabilidad hacia Kiba. -¡Eso no importa mucho, entrena mejor a tu ave casi me decapita ¡-Grito Kiba severamente, lo que causo que Kai retirara lentamente la mano, que jamás recibió el saludo. - Ya dije que lo sentía, no era su intención, discúlpeme señor sin modales – decía mientras recogía su manga derecha, la cual mostraba algo así como un brazalete que le ocupaba todo su brazo hasta el codo, toco el silbato que tenía amarado al cuello y de nuevo apareció el agila que se había ganado ya el odio de Kiba. - PS creo que lo diré de nuevo para ser amable chico, lamento lo de Ichigo no suele ser agresiva, creo que solo lo hizo por instinto, ¿verdad pequeña? – decía con una hermosa sonrisa, mientras acariciaba la cabeza del águila, Kiba tenía que admitir que aquella joven tenía un encanto raro, pero atrayente y poco a poco se fue perdiendo, sin darse cuenta que ya tenía rato observándola. -Mmm discúlpame ¿Cómo era que te llamabas? - Dijo Kai rompiendo aquel silencio que se estaba empezando a formar. Y mientras liberaba al Águila para que volara lejos. -Ah lo siento, soy Kiba Inuzuka, un placer, lamento mi agresividad hacer un rato. - respondió más relajado, mientras lanzaba una sonrisa coqueta- oye ¿De dónde eres? Jamás te había visto antes, creo. – Cuestiono -En realidad si he estado aquí antes, pero es una larga historia. - dijo la chica mientras se acomodaba la manga de su camisa. -No me molestaría escucharla en realidad. - respondio Kiba facilmente, Kai dudo- Oh vamos ahora soy yo el que trata de ser amable y no le resulta.- Dijo mientras sonreía, lo que hizo también esbozar una sonrisa a aquella chica. - Kiba, Kiba, eres persistente, hahahaha.- dijo Kai- está bien para no hacer la historia muy larga, solo diré que mi madre es de la Aldea de Konoha , y mi padre de la Aldea oculta entre la neblina, yo nací aquí pero nos movimos a la aldea de mi padre y de vez en cuando veníamos a este lugar a pasar el tiempo, y ahora por motivos extraños de la vida, hemos regresado.- Termino de explicar, mientras se cruzaba de brazos y tomaba una postura más relajada. - -Creo que ya entiendo todo – Dijo el joven alegremente -A ¿sí? ¿Qué entendiste? - Pregunto Kai con una gran sonrisa. -Pues bien, por haber nacido aquí eres considerada ninja de la hoja, es algo simple, eso siempre lo decían en la academia además es conocimiento…- Kiba se detuvo al darse cuenta, que ya nadie le prestaba atención y solo se dedicó a observar como aquella chica tenia encantado a Akamaru con sus caricias. - - Qué lindo, eres. - dijo mientras seguía acariciando a aquel perro. -Lo sé, soy muy guapo. - bromeo Kiba, Kai no pudo evitar mirarlo y reir, Kiba le regreso la sonrisa, así mucho que no bromeaba tanto y tan seguido, - -¿Cómo te llamas amiguito?- menciono Kai mientras recibía amistosas lamidas de aquel enorme perro. - -Se llama Akamaru – menciono Kiba mientras se volteaba y observaba como su compañero disfrutaba de las caricias que le daba aquella chica– le agradas – menciono mientras una sonrisa cruzaba su cara y se acercaba lentamente hacia ellos. - -Tienes un gran compañero, por casualidad ¿tu clan no entrena perros?– dijo Kai sin dejar de acariciar a Akamaru, el pelaje de este tenía algo que a ella le fascinaba, tan suave, ni las plumas de su águila lograban ser así de suaves. - - Vaya se nota que no vives aquí. - dijo Kiba en tono de broma, mientas se unía a acariciar a Akamaru. -Oh vamos, no seas grosero con la recién llegada. - respondió la chica mientras le daba un pequeño empujón, lo cual hizo recibir uno de regreso por parte de Kiba. -Bueno, si el Clan Inuzika es conocido por su gran gama de perros ninja, y Akamaru es uno de los mejores, si me permites presumir. - Alago el mismo a su compañero, era algo inevitable para él, Akamaru para él era el mejor amigo del mundo y nada ni nadie podría ganarle ese puesto… oh bueno si hubo alguien que en un momento sumo más importancia que Akamaru, pero ese alguien solo le trajo dolor y sufrimiento. -Vaya, que interesante, lástima que no puedo quedare más, tengo unas cosas que hacer. - dijo Kai mientras se incorporba y buscaba su silbato, para hacerlo sonar. - Fue un placer conocerte Kiba.- agrego mientas extendía su mano a modo de saludo, la cual Kiba acepto, el chico extendió la última sonrisa antes de que la chica se marchara, junto a su ave que volaba en lo alto del cielo. -Vaya Akamaru te ha caído bien aquella niña ¿verdad? - le pregunto a su mascota mientras se volvía a recostar del árbol-Hay que admitir que es igual de amable que de Hinata… no crees Akamaru.- Kiba lo único que escucho como respuesta de su amigo fue un pequeño lamente, tanto como Akamaru, como el sabían, ,que decir ese nombre era abrir una grieta en le corazón de Kiba, duele, duele demasiado cuando se ama a alguien pero esa persona no vive con el mismo sentimiento mutuo y eso era lo que todos los días torturaba a Kiba, desde aquel día, recordarla era una tortura y verla era como recibir mil puñaladas directo al corazón, la vida a veces suele ser injusta. -Naruto, eres un suertudo. - dijo mientras una melancólica sonrisa se dibujaba en su rostro Se les agradece dejar su sugerencia, opinión o corrección en todos los capítulos, para mejoras de mismo... no olviden comentar que tal les pareció... saludos
CAPITULO 2: LA TERNURA DE TUS OJOS Cierta agila volaba a toda velocidad tratando de alcanzar a su dueña, mientras que ella saltaba de rama en rama, para llegar al lugar donde se suponía que debería estar, y no haberse movido, pero ella era así, espontanea impaciente, curiosa y solo quería conocer. Una sonrisa se esbozó en su rostro cuando, recordé aquel agradable encuentro, la primera persona que le dio la bienvenida, le había parecido curioso su forma de ser, y no se lo podía sacar de la cabeza. - - - Kiba se retiraba lentamente del campo de entrenamiento sobre el lomo de su compañero, mientras esos recuerdos tortuosos paseaban por su mente ¿Por qué simplemente no podía olvídalo? Era algo que ya había pasado hace mucho, pero, aun así, el dolor seguía igual de fuerte como si acabara de pasar, Kiba odiaba sus recuerdos, realmente los odiaba. -flash back- Era un día soleado, tranquilo, después de tanto tiempo de caos, la brisa soplaba suave, pero fresca, para Kiba el día perfecto, parecía que todo conspiraba a su favor para que todo saliera totalmente perfecto, pero a veces las cosas simplemente no son lo que parecen. A medida que llegaba a su destino pudo ver, una silueta que le parecía familiar, y claro que era ella, el jamás podría confundir aquella silueta de aquella persona que le robaba el corazón. Al llegar pudo darse cuenta, que ella se encontraba nerviosa, no era necesario que ella se lo dijera, la conocía muy bien como para saberlo. -Kiba-kun , tengo que decirte algo muy importante y solo puedo confiar en ti- dijo la chica sin siquiera dejarlo saludarla, Kiba se sorprendió, el destino había sido muy grato con él, dándole esta perfecta oportunidad. -Yo…yo también – tartamudeaba nervioso, la alegría que poseía en esos momentos se le desbordaba ¡GRACUAS KAMI-SAMA! Era lo único que se repetía en su cabeza, y como si impulso nacido desde lo más profundo de su ser la abrazo alegremente, mientras reía. -Bueno tu primero – menciono alegre la pali azul al ver el entusiasmo de su compañero. -No las chicas lindas primero – expreso Kiba con un tono pícaro, lo cual causo un leve sonrojo y un sentimiento incomodo a Hinata, Kiba jamás la había alagado y tenía que admitir que se sentía bastante incomodo, ella no era el tipo de chica acostumbrada a esto. -Pues…yo, estén- Ella tenía que admitir que le costaba decirlo, nunca había expresado sus más profundos secretos a alguien, ella solía ser cerrada con los demás, prefería tener sus sentimientos ocultos, pero ya los mismos se había desbordados y si no los sacaba al aire, se volvería loca y ella confiaba que su gran amigo y compañero de equipo, seria alguien comprensivo, que la llenaría de consejos… ya que ¿eran muy cercanos, ¿no? -¡HINATA VAMOS DILO!.- Grito el chico perro, ya ansioso, ya que la chica tardaba mucho, en decir aquello tan importante. -Me gusta… me gusta Naruto-kun. – aquellas palabras destrozaron el corazón de Kiba “me gusta Naruto-kun” resonaba una y otra vez en su mente, era como si mil agujas se le clavaran directo en el corazón… -Fin del flash back- Él era incapaz de creer que aquel recuerdo aun rondaba en su mente, no importaba cuantas veces lo traba de olvidarlo, seguia hay vagando como fantasma, con el único objetivo de amargarlo, así como estaba pasando en esos instantes, desde aquel día que Kiba dejo sala Hinata en el campo de batalla, el parecía más irritado, se comportaba de manera fría ante cualquiera que le hablara de manera espontánea. Se encontraba con la cabeza gacha sobre el lomo de Akamaru ya por los caminos en donde se encontraban muchos comercios de la aldea, se sentía colérico, lo último que quería era lastimas a alguien con su rudeza, solo quería calma y que absolutamente nadie le hablara- ¡Maldita agila! – expreso mientras esquivaba el ataque de la misa agila de hace unos momentos, se encontraba molesto y eso era la gota que había derramado el vaso, el solo quería paz. - ¡donde mierda esta tu estúpida dueña para que te controle! – grito sin siquiera pensarlo, gran error, porque en ese mismo instante pudo escuchar una voz muy conocida para él. -Vaya… lamento las molestias. - Dijo aquella voz en tono serio, mientras Kiba se giraba no dejaba de maldecirse internamente, realmente necesitaba controlar su ira o más bien su dolor. -Lamento las molestia Inuzka.- expreso mirándolo fijamente a los ojos, volvió a sonar su silbato y el águila tomanba vuelo sobre ellos de nuevo,-Hasta luego.- dijo sin más Kai, mientras seguía su camino sin mirar atrás y Kiba se quedó hay de pie, ¿Era ella muy sensible? O de verdad él había sido un poco rudo, genial otro problema que se le sumaba. Tomo unos segundo en reaccionar y volver a la realidad, lo único que se le ocurrió fue seguirla mientas, repetía una y otra vez su nombre, pero ella era insistente y no volteaba, se le hacía difícil caminar entre la multitud y por eso decidió saltar entre los tejados, con le único fin de alcanzar, y cuando por fin la volvió a ver, salto para quedar justo frente a frente con ella, tenía que disculparse, era recién llegada y el solo mostraba hostilidad, y eso no era algo que se le había enseñado a hacerle a ninjas aliados. -espera – dijo Kiba, pero ella hizo caso omiso e intento seguir su camino, pero Kiba la sostuvo por el brazo para evitar su escape.-Oye espera un momento.- volvió a repetir pero su única respuesta fue una mirada tan… ¿tierna y retadora? , era como ver a los ojos a una inocente niña de cinco años mientras que a la vez era como ver a una Kunoichi que dio todo por ser ninja. - - - - Naruto se encontraba profundamente dormido, ya se parecía mucho a Shikamaru, ni siquiera se daba cuenta de que aquella inocente chica lo observaba dormir, coincidencia fue encontrarlo en ese lugar, pero sin duda una bella coincidencia que ella encantaba mirar. -Tu… eres linda- balbuceaba cierto rubio lo cual causo sonrojo a la peli azul que lo observaba. -Si… eres demasiado linda te quiero – seguía balbuceando el rubio y esta vez no causo sonrojo a la peli azul si no que del nerviosismo se desmayó. - - - -Lo siento – menciono Kiba mientras seguía observando aquella mirada tan dulce y a la vez enojada. -De, de verdad lo siento. - Volvió a repetir al ver que ella no le respondía -Hostil. - menciona Kai, en tono sereno y soltando se del agarre de Kiba, pare seguir su camino, pero el mismo la volvió a detener. - No quise decirte estúpida en realidad no, no creo que seas estúpida es que entiende yo…- fue intrépido por cierta chica. -Eres un amargado y explotas con el primero que se te tope. - dijo la misma, a Kiba no se le pudo evitar esbozar una sonrisa. -Si exactamente, soy un amargado. - dijo con una sonrisa. - Y de verdad permite disculparme otra vez, fui hostil. - volvió a decir con voz dulce. -Yo también lamento los inconvenientes, pero me podrías soltar – menciono suavemente Kai, mientras miraba fijamente a Kiba, causando un sonrojo en ambos. - - - Naruto comenzaba a despertarse de aquel gran sueño del tazón de Ramen infinito, para él la felicidad más grande, pero lastimosamente solo un sueño. Mientras se incorporaba de nuevo pudo darse cuenta de que cierta chica peli azul esta acostada no muy lejos del.- ¿Hinata?- se preguntó a sí mismo, mientras se acercaba lentamente, a ver si la misma se encontraba bien. -Oh que bien respira. -Pensó Naruto. -Eh Hianta despierta – decía mientras movía lentamente el cuerpo de la peli azul, sin fruto alguno. -Hinata – mención más suave – por favor despierta – dijo más lentamente causando el lento despertar de la peliazul, causándole a la misma una gran sorpresa al tener tan cerca de Naruto, era como un sueño del cual esperaba nunca despertar. -Eh Hinata ¿quieres ir a comer a Ichiraku? – mencionó feliz mente Naruto aun cerca de Hinata. -Si…si me encantaría – dijo feliz mente Hinata – pero unnn…Naruto podrías alejarte un poco de mi – menciono mientras veía a los ojos a la persona que más quiere en el mundo. -Lo siento. – Dijo el chico rubio mientras se incorporaba y ayudaba a su amiga a sentarse en el césped. Él tenía que admitirlo esa linda mirada de Hinata, le parecía lo más hermoso del mundo, afortunado aquel que la tuviera para siempre. - - - Kiba caminaba junto a sus acompañantes alegremente, en realidad hace mucho que no contaba cosas sobre su vida, ni de sus aventuras y eso era algo que realmente lo entusiasmaba, y Kai le entretenía bastante escuchar y aunque apenas se habían conocido, Kiba le parecía alguien bastante agradable. -Sabes y ya cambiando de tema más drásticamente ¿Qué tiene Ichigo contra mí? - pregunto Kiba curioso. -Pues no lo sé tal vez no le agrades – menciono divertida Kai. -Qué bien Akamaru te adora, pero a mi Ichigo me odia con toda su alma – dijo con sarcasmo Kiba. Kai rio-Es broma, solo que creo que le cuesta adaptarse a un ambiente totalmente diferente, solo será cuestión de tiempo, ya lo veras, él y tu serán grandes amigos. - Alego alegremente, mientras le dedicaba una sonrisa. Kiba acompaño esa sonrisa con la propia, a pesar de todo pasar tiempo con esa chica nueva, le parecía agradable. -Tu turno – menciono Kiba al terminar la historia de una de las peores travesuras de Akamaru, Kai se desencajo un poco, al parecer no entendia lo que había dicho Kiba, el a percatarse de eso dijo – pues cuéntame ¿ por qué entrenas a Ichigo?- -A pues… cuando era pequeña… -flash back- Una niña de casi 5 años de edad se dirigía corriendo muy alegremente con los brazos abiertos hacia un hombre muy alto de unos 35 años cabellos negros y ojos marrón, con todo el uniforme de un Chunin con la única deferencia que en su brazo derecho sostenía una majestuosa agila de plumaje marrón muy similar al de la tierra y un pico casi tan amarillo como el cielo. -Papi, papi, abrázame- decía mientras se abalanzaba sobre aquel hombre causando aquel agila tomara vuelo alejándose de ellos dos. – papi, Rin se fue – decía mientras se acurrucaba en el pecho fornido de su padre. -No te preocupes si no regresa sonare el silbato y volverá – mencionaba muy alegremente el hombre mientras desordenaba el cabello de su inocente hijita. -Yo quiero entrenar agilas como tu papi – decía la niña con tono decisivo mirándolo a los ojos. -Pues espero que seas la mejor – menciono el padre entre risas -Hoy te quedaras verdad – menciono la inocente niña con tono melancólico, ya casi no veía a su padre cada vez más le daban más misiones asiéndose imposible poder estar con él. -Lo ciento princesa – fue interrumpido por un chido de su hija ¡ash! como odiaba que le dijera princesa como si fuera una debilucha a quien debe proteger. -Papi, no soy una princesa pronto seré ninja como tú y te juro que cuando le sea entrenare agilas- dijo muy segura. -Sé que lo lograras pequeña- mención aquel amable hombre mientras la colocaba en sus hombros. -fin del flash back- -Espera, ¿Solo tu padre entrenaba águilas? - pregunto Kiba, se había perdido en el relato. -Ah si, era el único, pero yo quiero seguir con esa tradición. - dijo Kai mientras observaba a su compañero surcar los cielos- Aunque como adiestradora no se me da muy bien. - respondió con tono melancólica aquella joven chica. Kiba al ver que la expresión de tristeza, en el rostro de la chica-Oh vamos, solo tienes que adaptarte a este nuevo ambiente y veras que será buena adiestradora. - animo mientras la abrazaba fuertemente - Gracias Kiba- expreso con una gran sonrisa Kai, mientras posaba también su brazo alrededor de los hombros del chico, y hay estaban ellos, platicando amenamente mientras se sujetaban de los hombros, como si de viejos amigos se tratase – y dime Akamaru es como tu mejor amigo – pregunto curiosa. - por supuesto, además es mi deber cuidarlo y mantener la tradición de clan Inuzuka. – menciono alegre el chico perro pero toda esa felicidad se derrumbaría al ver algo que lo lastimo. De nueva cuenta se le agradecería sus comentario correcciones u opiniones c: permiteme saber si esta historia te a parecido de tu agrado.