La miré y sentí como el viento llenaba los huecos de la pequeña escena de película. Sus hermosos y delgados cabellos comparados con una apacible cascada dorada que chocaba con los delicados hombros blancos y desnudos de aquella chica que observaba con detenimiento los detalles de cada flor del jardín trasero. Pasaba por ahí con dirección a la entrada del palacio real con la orden de preparar a los guardias para cualquier emergencia que pudiera ocurrir en esos espacios. Estábamos en tiempos de guerra; la nación del sur estaba intentado expandir su territorio y había logrado su objetivo hasta llegar a los límites de nuestras tierras. No se los íbamos a dejar fácil, a decir verdad, no se los íbamos a dejar. Pero como todos los jóvenes mayores de diecisiete años tenían que en listarse para el ejército no tuve otra opción, y es que apenas los había cumplido, hace tres semanas para ser exactos. Tuve suerte ya que me posicionaron en la guardia real por ser uno de los soldados reclutas más calificados para estar en la legión que cuidaría con su vida al rey y su casa... a su hija. Todos los días podía pasar y verla parada en los extremos de los jardines, admirando la belleza de las flores, pero obviamente, yo observaba la suya porque me servía de distracción por segundos y aparte, me emocionaba cada vez que la veía, por una extraña razón. El tiempo pasaba. Las semanas se hicieron más y más cortas hasta que un día llegó la noticia de que el ejército enemigo acababa de pasar los límites de nuestros territorios, habían quemado ciudades, acabado con la vida de miles de personas y su principal objetivo era la corona real. Juro que me enojé demasiado, ¿qué les habíamos hecho nosotros para que vinieran en armas a matar a nuestra gente? No lo iba a permitir, no quería que más gente muriera, no quería que llegaran al palacio; no quería que tocaran a la joven rubia llamada Her. Esa noche finalmente llegaron a las puertas del palacio. No eramos suficientes como para enfrentarnos a un ejército completo, y aunque dimos todo, terminamos huyendo. Escoltamos al rey y a su familia al carruaje real pero fuimos emboscados por un escuadrón enemigo. Tuvimos que dividirnos, y para mi suerte, me tocó llevarme a la princesa a los túneles de escape subterráneos. Ella me tomaba de la mano mientras corría detrás de mí. Tuvo que cortar sus vestidos para tener una mejor movilidad, y no le importó mucho perder esos costosos trajes que relucían su hermosa figura. Finalmente llegamos, pero no había nadie, ni mis compañeros, ni el rey junto con la reina.............
¿Es el prólogo o el capítulo 1? Pues esos puntos suspensivos me dan a pensar que continuará. Y eso me gustaría porque se ha quedado en un punto muy interesante. ¿Lograron sobrevivir los reyes? Y si no, ¿qué hará el joven con la princesa? Quiero decir que es mucha responsabilidad, pues su vida depende todavía mucho más de él. ¿A dónde irá esta aventura que comienza? Nos vemos ewe
Pues, aún tengo pensado continuarla un poquito más y ya, pero estoy en blanco ahorita :c Pero gracias por el comentario, espero que te haya gustao'