Espero que os guste este fic, la verdad es que fue lo mejor que se me ocurrió y, no voy a mentir, quería ver que creaba con esta extraña combinación. –¿En qué pensabas al ayudar a sombrero de paja? –Esta pregunta sinceramente no me importa demasiado, ya que probablemente salga con una excusa que le permita seguir en su posición, pero tengo que hacer un interrogatorio a los Shichibukais que han realizado acciones conflictivas en contra de la marina–. ¿Tienes alguna excusa? La mujer de larga melena oscura me miraba mientras fruncía el ceño y adoptaba una pose que sacaba a relucir sus generosos senos, los cuales se encuentran tapados bajo su ajustada ropa. –Pero qué pregunta más tonta, obviamente estaba ayudando a mi futuro esposo a salvar al que hubiera sido mi cuñado –Tras decir eso, abandonó su pose y se dio media vuelta, dándome la espalda–, hasta que le negasteis lograr escapar con su hermano. Pensé que esas palabras podían resultar ser un abandono del cargo, pero pude ver cómo me señalaba que la siguiera hasta su castillo. El sonido de sus pisadas era bastante escandaloso debido a sus tacones, pero me di cuenta de que avanzaba bastante deprisa, tan rápido que me forzaba a dar grandes zancadas para poder mantener su veloz ritmo. Al llegar a una puerta enorme se detuvo, y tras unos pocos segundos tocó la puerta suavemente. Al instante la puerta fue abierta, lo cual me permitió ver como sus hermanas eran las que desde el interior habían abierto. –¿Qué es todo esto? –Pregunté un poco extrañado mientras contemplaba una mesa redonda con un gran banquete. La mujer simplemente avanzó y se colocó en una de las dos sillas que se colocaron con antelación. –Aun no siendo en absoluto como mi caballeroso prometido, creo que para hablar de temas importantes como mi estabilidad en el puesto de Shichibukai es necesario una gran mesa para discutir lenta y sabiamente. La verdad es que me sorprendió bastante su propuesta de una charla sin prisas, ya que Boa Hancock es conocida por ser una persona de sangre caliente a la hora de tomar decisiones. –Y bien, ¿qué es lo que tienes que decir en tu defensa? –Mi pregunta fue directa y sin rodeos, quiero irme ya a mi casa para dormir en mi cama, o en mi bici, o en… Bueno, tengo ganas de irme a dormir donde sea tras acabar con esto. –Verás, necesito mantener mi puesto cono Shichibukai para mantener a mi isla a salvo de los piratas y vendedores de esclavos –mientras piensa sus palabras se toma su tiempo para continuar–, así que me comprometo a no ser un estorbo para la marina en lo que respecta a capturar piratas –al decir eso se levanta y se pone al lado de su silla, mientras se arrodilla casi al instante–. Pero no puedo dejar que capturéis a Luffy. –¿Qué estas intentando decir? –Cada vez tengo menos ganas de seguir aquí. Hancock sin dejar de arrodillarse continúa hablando desesperadamente– ¡Que no permitiré que apreséis al futuro rey de Amazon Lily! –¿Futuro rey de Amazon Lily? –El chico no tiene pinta de ser de los que se comprometen a permanecer en un sitio, por lo que mi pregunta sale de manera casi espontánea– ¿Me estás tomando el pelo verdad? –¿Por qué debería? –Se vuelve a sentar en su silla, mientras su cara de sorpresa me desconcierta en gran medida, ¿acaso el sombrero de paja acabó conquistando a la mujer más difícil del mundo?– ¿En serio no has visto lo genial que es? Si no fuera porque tengo conocimiento del gran poder que tiene Hancock, podría decir que se parece a una joven adolescente enamorada del típico chico malo que no le presta atención. –Pongámonos serios, deja ya de bromear –estoy harto, la próxima vez va a tener que venir Kizaru o no vendrá nadie–. Si tanto te gusta, dime al menos una cosa que te guste del sombrero de paja. –¿Sólo una? –Su cara de indecisión la verdad es que me acaba de bloquear mentalmente–. Pues todo su ser, ya que es guapo, es gentil, es fuerte, es valiente, es… –Vale, vale, de acuerdo –me rindo, simplemente abandono–, no me interesa el porqué de tus actos –al menos dentro de poco me iré a dormir–, te quedarás como Shichibukai si te comprometes a capturar a los piratas que sean tus enemigos. Bastante cansado, salgo del castillo a duras penas. No llevo ni diez minutos en la isla y tengo un dolor de cabeza insoportable con solo pensar en tocar el tema principal, el sombrero de paja. Creo que le diré a Sengoku que no hubo ningún intento de traición y me ahorraré bastante tiempo y papeleo. ¿En qué momento ser almirante fue tan agotador? ¿Necesito darme un respiro? Posiblemente me acabe tomándome unas vacaciones.
Buenas!! Me paso a comentar. La verdad es que cuando vi tu pareja en la actividad pensé que no hubiera sabido que hacer si me hubiese tocado, pero tu has conseguido hacer un minirelato entretenido y algo gracioso entre dos personas que no han tenido contacto en la serie. Me ha gustado mucho :))