Cánticos y goles

¡Hola, qué tal! Regreso con la continuación donde el punto clave es el amor imposible ¿les ha pasado alguna vez?

Hola @Marina, muchas gracias por tus palabras y por continuar. Creo que a veces queremos decir que sí y respondemos lo contrario o viceversa, eso le pasó a Georgette, en este capítulo ella y Paris ceden el protagonismo a Mat y su amor platónico, por favor disfrútalo.

@Borealis Spiral, muchas gracias por tu apoyo. Mira cómo la señora violencia aquí surtió un efecto positivo en este par de chicos, vaya reconciliación ¿eh? Respecto a lo de ver campeón al Cuauhtémoc tienes mucha razón, aún es incierto, ya verás que no eres la única “maligna” con sus creaciones, espérate. Y para que te deleites con la maldición de Steven pues te dejo el capítulo, devóratelo.

@GRSara Vongola, gracias por permanecer. No sé quién sea mayor de ti y BS pero esa enseñanza que te dio del amor y la amistad es muy importante ¿sabes? Me las llegué a imaginar en su recámara en pijama, comiendo chucherías y platicando cual grandes amigas, de sus triunfos y frustraciones, anhelos y miedos, qué lindas, así se hace, son ustedes un buen par de hermanas. Un abrazo.

A todos los demás que se molestan en leer, muchas gracias, disfruten del show.



19

UN GOL POR EL AMOR


Viernes, último día de extraordinarios. Los últimos días de clases y esta semana de exámenes se fueron como agua, de hecho la gran mayoría de estudiantes ya no asistieron a la prepa esta semana, para ellos ya son vacaciones pues no tuvieron necesidad alguna de venir. Especialmente en el 5to “C” les ha ido bien a los mexicas y a algunos mejor como Paris, Fred y Mat, quienes han acumulado una buena cantidad de 100’s, los demás se ubican un escalón abajo pero todavía con notas bastante aceptables, sin embargo y por desgracia dos de ellos tuvieron serios problemas con las materias y el día de hoy han venido a hacer el último examen.

Efrén juega en su celular fuera del salón donde sus dos compañeros se esfuerzan por aprobar. Ha venido a apoyar a Paul y a Javier. Escucha pasos y voltea para mirar a Alejandro que también viene a solidarizarse.

-¿Todavía no salen?

-Nel, parece que va para largo.

Suspira el portero y se da la vuelta dándole la espalda al aula, mira la escuela prácticamente vacía, hasta el viento se escucha. Del aula contigua sale un chavo de hacer su examen, tiene un aire rapero y saluda con un gesto a la pasada. Alejandro le ha visto el ojo morado aunque trajera lentes oscuros y se acuerda del incidente aquel con Álvaro y Javier que logró por fortuna pasar desapercibido a los profesores, Isaack y el entrenador Villanueva, no así a sus amigos y compañeros que festejaron y aprobaron el acto. Sonríe el portero azteca y entonces sale el capitán, enseguida le busca en el rostro las huellas de la batalla que ya no tiene. Le da una buena palmada en la espalda.

-¡Ya era hora, carajo! –Simula golpearlo en la cara y gancho al hígado- ¿Qué, cómo te fue?

-No tan bien como yo quisiera, pero voy a pasar.

-¡Burroooo!

Le dice Efrén. Javier no responde pero piensa para sus adentros en que se la pagará en el entrenamiento de la tarde, pues recuerda su promesa de que nunca más dejará que se burlen de él. Diez minutos después también Paul sale con aspecto apesadumbrado, a éste le ha ido peor que a Javier a pesar de que el capitán ha hecho dos exámenes; el pobre Paul ha reprobado tres asignaturas, según él inexplicablemente pues la verdad tiene cabeza para esto y es la primera vez que no avanza en una clase, eso lo afecta más dañando seriamente su autoestima y si le aunamos que las cosas no andan bien con Steven, entonces tenemos un fantasma del chico Garza, más tarde se dará cuenta de que es precisamente su cuñado quien le ha puesto una monumental y maldosa jugada con esto de las materias reprobadas, pues ha movido influencias para fastidiar al mexica. Pero por ahora, continúa sufriendo aunque sienta el apoyo de sus amigos a los que se suman Paris, Fred, Al, Ray, Mat, Ian y Álvaro que llegan a la prepa y preguntan por la suerte de Paul y Javier.

A Ian se le ocurre que vayan por ahí a festejar y entonces Alejandro le hace gestos de que aguarde, de que algo anda mal, queriendo pasar desapercibido por Paul. Ian “la agarra” y cesa en su festejo, Ray le da un zape.

-Ustedes denle, yo me voy a la casa.

Habla triste Paul y se apuntan para acompañarlo Paris, Fred, Al y Efrén. Antes de marcharse, los chavos le demuestran su apoyo que parece no surtir efecto. Los demás mexicas se dispersan, Javier se retira acompañado por Alejandro y Álvaro, y Ray, Mat e Ian aunque lastimados por su amigo, se van a divertir a un cercano establecimiento de entretenimiento.

Paul y compañía antes de llegar a casa del primero observan la despedida de Paris.

-No te apures, Georgette no está. Dijo que va a llegar hasta las 6:00 pm. Vamos un rato a la casa, ándale…

El timbre desganado no abandona la voz de Paul y su cuñado por amistad no puede negarse. Ya en la casa, los chicos preparan unos sándwiches mientras el anfitrión los ve y medio participa en la plática. Cosmo ve tan decaído al pobre Paul y no puede concebir que una persona tan alegre y bromista como él esté así y se lamenta.

-Vamos al play, Paul, allá comemos.

-¡Sastre!

Participa Fred que ya trae en su poder cuatro sándwiches y uno más “muere” en su boca.

Paul se dirige a su habitación a instalar la consola más por cortesía que por real interés, rápidamente sus amigos lo alcanzan.

-Pon el Fifa, el que venías jugando con la Fiore ¡Hay que terminarlo!

Habla Efrén preparándose ya para jugar. Una vez que ya está el aparato listo:

-Me faltan todavía cuatro jornadas por jugar, voy empatado en puntos con el Inter. No vayas a perder.

Se le escucha más fuerza en la voz pero aún baja y seria. Comienza el show con la participación de Efrén demostrando no ser tan hábil en estas artes, para reniego de Paul y botana de Paris, Al y Fred. Tienen que arrebatarle literalmente, el control para salvar la partida y es Fred el comisionado para la tarea pero fracasa pues Cosmo le había dejado en números rojos. Sin embargo se saca la espina en los próximos dos partidos en los cuales gana y golea, pero su rival también ha ganado y llegan al último encuentro un punto abajo. Inicia el partido y Paul ya está transformado, ha recuperado totalmente el semblante y está atento al juego, en la mirada se le ven deseos de arrebatarle el control de las manos a Fred. Paris lo ha notado y se alegra por él. Por desgracia el desempeño de Fred no es bueno y pierde al medio tiempo por dos goles teniendo al borde del infarto a Paul y en un arranque de locura:

-¡Presta pa’cá! Vas a echar a perder toda mi temporada.

Sus compañeros lo animan a cubrirse de gloria e instantes después un anfitrión inspirado aplasta a su contrincante que, combinado al empate del Inter, se corona campeón… Mira hacia el techo y sonríe satisfecho, pareciera estar realmente levantando la copa. Se arrodilla y apunta con los dedos índices hacia el cielo ¡Lo que provocan los videojuegos en este muchacho! Sus amigos le miran aliviados, sin querer intervenir, así lo querían ver, justo así.

En otra parte de Autlania, Ian también se corona con el Olympique de Lyon en un torneo mucho más corto, mientras Mat juega Halo 4 y Ray deambula por aquí y por allá viendo a las chavas. De pronto ve una cantidad de “bombones” congregados alrededor de uno de los tapetes electrónicos y va a ver. Está bastante concentrado en “otros asuntos” que reacciona hasta que Mat:

-¡Pinky Ian, es bueno el desgraciado! ¡Vamos a…! ¿Qué estás viendo?

-No, nada. Ya iba para allá.

Ian manifiesta sus cualidades danzantes aprobando un tema rockero en el nivel más exigente para regocijo de varias chavas y sorpresa de Ray. Tiene su pegue este azteca. Se recupera de a poco cuando sus amigos lo abordan.

-¡Chido, carajo! Déjame intentarlo haber qué.

Dice Mat queriendo también probar la admiración de las muchachas. Ray e Ian se echan para atrás mezclándose entre las barbies, mmn.

Mat ha elegido una pista bastante difícil y no lo hace nada mal aprobándola aunque por debajo de la puntuación de Ian, sin embargo él quería ser aplaudido y así ocurre.

-¡Sigues tú, Ray!

Lo invitan sus amigos pero el 7 mexica se niega sacándole al ridículo. Le insisten pero no consiguen nada hasta que una pelirroja lo anima y presto y servicial Ray accede. No le haya mucho al juego pero confía en sus piernas y percepción. Inicia la pista y hace un muy buen trabajo sorprendiéndose él mismo de su rendimiento. Al final resulta que supera a Mat y también se lleva la ovación. Entonces se retiran los tres entre aplausos y silbidos y una sonrisota de oreja a oreja ¡Es fantástico ser admirados! ¡Es lo máximo ser una figura pública! Piensan. Pasada la adrenalina comen nachos, pizza y refresco en el restaurant del lugar, saboreando todavía las miradas y risitas de algunas chavas aquí y allá.

-Esto de ser famoso empieza a gustarme.

Habla Mat.

-Güey, haber si así te empiezan a gustar las chavas de la camada. Haber, elige una, ni modo que digas que no hay.

-No, no. Mi corazón le pertenece a la maestra Lizeth. Soy fiel.

-Oye, Ray ¿así se siente cuando metes un gol? ¿Todo esto?

Pregunta el cada vez más popular Ian.

-La verdad es todavía mejor. Es, súper padre ¡wao! Tendrías que verlo por ti mismo.

-Uf, qué difícil ¿sabes? La más cercana que he tenido fue la que me desvió el ‘inche Steven en el clásico. No ‘amen, sentí que era gol.

-¿Saben qué? Voy a meter un gol el domingo y se lo voy a dedicar a la maestra Lizeth.

-Cálmala, si no es tan fácil, Mat. No nomás es decirlo y ya, tienes que esforzarte un buen, estar en el momento y lugar indicados, que se… además, tú ni siquiera pisas el área ¿eh?

-Pues ahora la voy a pisar. Voy a anotar y quitarle esa sonrisa al Isaack.

-¡’Inche Mat, aguas con lo que haces! ¿Eh? No vaya a despedirte este carajo ¡en la máuser!

-No te apures, Ian, no la mete, si no es como hacer churros.

-¡¿Cuánto apuestas a que sí?!

-No la metes, Mat…

-¡¿Cuánto?!

-Ay cabr… -toma refresco, mira fijamente a su amigo al que le brillan los ojos de éxtasis- Mil varos.

Lanza la oferta creyendo que Mat se echará para atrás.

-¡Va! Y aparte una serenata para la maestra Lizeth o para Vane, si ganas.

-¡Ah, ‘uto Mat! ¡Sale, va!

-¡Eso carajos, eso! ¡Pinky Mat, yo te voy a ayudar a meter ese gol!

-Ni así la va a meter, ni tú tampoco, voy a venir anotando yo.

-Sí, como quieras, esa no es la apuesta, importa que yo anote.

Y mientras nuestros amigos se entretienen en estos bisnes ya disfrutando por completo de las vacaciones, Georgette no descansa. Su trabajo se ha reducido a la mitad, pero no tiene todo el tiempo libre pues ahora el diario de la ciudad capta toda su atención, bueno casi, pues aunque no para, en su lap trae ahora de fondo de pantalla la imagen de Paris y en su cubículo luce un tremendo poster del azteca, ambas cosas decoran su vida desde ayer. Su corazón ha “perdonado” a Paris y ahora lo ama más que nunca pero aún así no lo buscará ni contactará por ningún medio, esperará pacientemente que su príncipe azul la “rescate” y poderle entregar esta vez sí, su corazón…


En casa de los Garza, el día anterior al partido, Efrén, Fred, Al y Paris visitan temprano a su amigo para continuar con la terapia. El chico Estrella con un doble sentimiento, por un lado desea, anhela y sueña con ver a Georgis, pero por otro lado, un temorcito lo invita a sacarle la vuelta a la chica que hoy no está y parece que la situación se repetirá durante un buen tiempo, quizá todas las vacaciones, sólo se le encuentra por las mañanas antes de las diez y por las tardes allá de las 6 o 7 pm “¡Qué trabajadora es!” suspira ilusionado y soñador el 10 mexica. Por un rato deja a sus amigos, se “pierde” por la casa, curiosamente en la recámara de su amada donde para sorpresa y decepción suya, no hay un solo recuerdo de él, nada, mejor un poster de un grupo varonil coreano de rock ocupa un gran espacio en la pared central. Hace una mueca y se dispone a salir, no sin antes dejar sobre la cama una rosa, unos ricos chocolates y el dibujo de su autoría. No deja una nota ni tarjeta ni rastro suyo, Georgette sabrá que fue él, no puede ser nadie más. Sonríe el muchacho y abandona la habitación pero antes echa una última mirada… suspira, y su corazón late, late de felicidad, vigoroso y seguro.



Día del partido. Después del desayuno los aztecas abandonan el hotel para abordar el camión que los llevará al estadio donde en un par de horas enfrentarán al equipo de la ciudad. Ayer por la tarde viajaron a Nayaria llegando a eso de las 12:00 pm. Algunos mexicas salieron por la noche a conocer la ciudad, no así Mat, tratando de motivarse en su habitación, de concentrarse, ese gol tiene que caer a como dé lugar. Hoy, rumbo al estadio, juega en su PSVITA queriendo “calentar” desde ya, y Ray le observa de reojo desde el par de asientos contiguos con una sonrisa escéptica y el objetivo de ser él quien anote para “dar una lección” a su amigo. Instantes después el equipo granate calienta en el césped, admirando de paso el lindo estadio donde de ganar, podrían ascender al 9no lugar de la competencia, doce puntos debajo del líder general. Un rato después se libra la batalla: mexicas contra coras. Javier y Jhonny aún cumplen sus partidos de suspensión y calientan la banca malhumorados. El entrenador Bruno luce tranquilo y dirige tibiamente a sus pupilos. En apariencia todo está normal para Isaack que presencia el espectáculo en uno de los palcos, acompañado de Lizeth, pero pronto se dará cuenta de que será todo lo contrario.

Mat ya se ha llevado el primer regaño del entrenador por no apretar en la salida. Lo ignora, tiene que hacerlo porque este día hará todo lo posible por conseguir el gol, hoy no defenderá, todo será ataque. Y el entrenador Villanueva de pronto repara en que debe ser la primera vez, desde que tomó al equipo, que le llama la atención a Mat pero ni se imagina lo que viene, para colmo, Paul está mermado en su autoestima, desconcentrado y siendo uno de los centrales, lo que va a ser esa zona del campo durante todo el partido, anexémosle la baja de juego de Efrén en la médula del ataque y el cambio en la portería donde Alberto ha ocupado el lugar de Alejandro… Hoy el entrenador va a sufrir.

Pronto, el equipo local se hace con la pelota y domina el encuentro a placer haciendo ver muy mal al Cuauhtémoc en algunas jugadas. Y es que el rival encuentra una “avenida” desde su portería hasta la contraria; de no ser por su falta de variantes y por acertadas intervenciones de Antonio, que acompaña a Paul en la central; y por Al, el marcador bien podría haberse abierto hace tiempo. Pero no tardan mucho en conseguirlo y al minuto 20 ya ganan 1-0 para coraje del entrenador Bruno e Isaack. Al también se molesta y regaña a todo su aparato defensivo, esto no vale de nada y el baile continúa. El Cuauhtémoc no genera una sola, Efrén no recupera ni el aire y en el caso de Ray y Mat, cada que tienen el balón quieren hacer su propia jugada y mueren rápido en el intento. Fortuitamente consiguen por allí un cobro de tiro libre y Paris lo aprovecha para el empate a 1. Festeja formando en el espacio un corazón con las manos y acercándose a una cámara de televisión señala con los dedos índices hacia ella, pensando que Georgette entenderá que el gol va dedicado a sí. La verdad es que la chica ni está viendo el partido, más tarde ambos se darán cuenta de las cosas.

Sin embargo el gusto les dura poco a los aztecas y a diez minutos para finalizar el primer tiempo cae el 2-1 de los locales. A estas alturas el entrenador ya se quiere comer a Mat, Efrén y Paul, peor aún, cuando la primera mitad agoniza y él se apresta a hacer los ajustes necesarios en el vestidor, cae el 3-1 para su desilusión. Silba el árbitro y todos se marchan a descansar y una vez en su guarida, los reclamos de algunos aztecas golpean por doquier. Mat, uno de los causantes del desastre sabe que tiene que ser todo un sinvergüenza, escucha en apariencia arrepentido a sus compañeros pero no hará caso a las indicaciones, desde el primer segundo irá por su gol, sólo le preocupa que Ray o Ian puedan abrir la boca pero eso no pasa. Efrén sí que se duele por las exigencias del equipo y promete ponerse ya a jugar pero no tiene muchas esperanzas, el futbol no se le ha ido de los pies pero sí la ubicación, el timing, el ritmo, está completamente perdido en la cancha. Y Paul es al que menos se le dice algo, hay cierta comprensión por parte de todos por lo que está viviendo.

Todavía desorganizados pero esperanzados y con los objetivos bien claros, regresan al campo donde la localía ya les espera. Durante los primeros minutos Fred, Álvaro, Paris y Efrén aprietan la salida incomodando a los defensores e impidiendo que salgan jugando totalmente sueltos, obligando a dividir pelotas y ganando varias de ellas. Ian le ha recordado a Mat que le ayudará a conseguir la anotación y el 6 mexica sabe ahora que tiene un apoyo en el terreno de juego. Así lo demuestran en un balón que recupera el lateral izquierdo corriendo en diagonal hacia la otra banda para sorpresa de Ray y el entrenador. Van armando la jugada con la intervención de Paris y “a tropezones” hasta llegar al área enemiga, Ian puede disparar pero ese no era el objetivo, se detiene y busca a Mat que se había “extraviado” y cuando están a punto de robarle el esférico por la distracción, taponea, gana el balón y envía servicio a su socio a segundo palo. El balón le queda alto y se pierde la oportunidad, lo que genera el reclamo de Álvaro y Fred que sentían tener mayores oportunidades de anotar. Por fortuna Ray salva el balón antes de que salga por el costado y vuelve a lanzar el servicio mientras grita un reclamo contra los cómplices. Mat cree que le agradecerá el pase a Ray pero pronto ve que no va para él, va atrás, a la media luna donde Efrén conecta el balón de bolea y la pone en la orquilla convirtiendo un golazo para el 3-2. Esto merece “bolita” y tallones de coco de parte de los mexicas para con Efrén que disfruta y no de la anotación. El entrenador Villanueva e Isaack, cada quien por su parte, sonríen volados y anchos por sus muchachos, sonrisa que Mat le querrá quitar al propietario.

El Cuauhtémoc recupera el control del juego tras la anotación aunque el desconcierto de Paul y las individualidades de Ray y Mat desorganizan un tanto esto. A pesar de ello, el empate cae casi inmediatamente en un rebote que le cae a Fred a las afueras del área cora y con su sello particular, driblando quita como relámpago a dos rivales y todavía antes de ingresar al área, en el borde, toca la pelota y la pone lejos del alcance del portero. Festeja a lo brasileño, agradeciendo al Señor y sus compañeros lo felicitan, excepto Mat que recapacita en la facilidad con que su amigo anotó y se frustra por no poder igualarlo. También tiene habilidad pero la definición no es lo suyo, no posee ni el tacto ni el olfato de un delantero, aún así tiene que anotar.

Y su gran oportunidad se le presenta cinco minutos después, en un pase exacto que le filtra Efrén dejándolo casi mano a mano con el portero, sólo incomodado un poco por el central que cierra pero Mat tiene el tiempo suficiente para definir, por desgracia cruza demasiado su tiro y la pelota se pierde por la línea de meta provocando el reclamo de Álvaro que cerraba solo por segundo palo, y del entrenador Villanueva que ya está más tranquilo pero una de “esas” no las puede perdonar. Por su parte, Mat se lamenta y mira hacia el palco donde “su” maestra debe estarlo viendo. Aún queda tiempo para intentarlo, ese gol tiene que caer.

Ya no hay otro equipo dentro de la cancha que no sea el Cuauhtémoc, de pronto ya se ve como una “cáscara” e incluso se dan el lujo de armar jugadas fantásticas y querer definir de igual manera: Fred falla un gol seguro al querer meter el balón de taquito; Álvaro quiere colocar tanto su cabezazo que termina proyectando el balón por encima del larguero; Efrén pierde un mano a mano con el portero al tratar de definir con “demasiada crema” y el esférico sale chorreado por la línea de cal; y Mat se pierde otra al cerrar la pinza y en vez de nada más chocar la pelota, se emociona y prende con poder la pelota y la estrella en el poste, para colmo le rebota en la cara y en vez de ahora sí entrar a la portería, sale de la cancha dejándole unas lagrimillas al mexica, esto provoca algunas risillas de algunos rivales y de algunos compañeros como Ray. Ahora sí se frustra Mat, se maldice y ofende, mira el reloj y sufre por los ocho minutos que restan de tiempo.

Entonces sucede lo impensable: tras una llegada de milagro del equipo local se consigue un penal a favor provocado por Paul, ameritando la tarjeta roja. El entrenador Villanueva se ríe para no llorar. Los mexicas ya ni reclaman, están cansados, cansados de tanto fallar, pero animan a Al para que salve el partido. Y lo hace al detener el disparo cora… grata sorpresa la que origina el portero suplente sobre técnico y compañeros. Ni siquiera da chance a sus amigos de que lo feliciten, invita al contragolpe y proyecta a Fred que se enfila al área enemiga, acompañado por su marcador y esperado por otro más en su campo. El mexica busca un socio y ubica a Mat por la banda derecha, espera el momento preciso y le filtra el balón que recoge Mat y por la velocidad a la que va, el otro defensa no tiene nada que hacer. El chico Reyes está solo frente al portero con todo el tiempo del mundo para definir. Frena, trota, respira, se autocontrola… El portero le sale veloz al achique… El azteca no se lo deja llegar, fintea que va a disparar y provoca que el arquero abra las piernas… Y define de túnel… El balón entra gozoso al arco y Mat corre como loco gritando su gol… hasta que Ray lo derriba y lo felicita a su manera. Se unen al festejo el propio Fred, Ian, Paris y Álvaro aplastándolo varios segundos. Al cesar la celebración, un Mat adolorido se levanta la playera para mostrar un mensaje de dedicatoria del gol a la maestra Lizeth encerrado en un corazón. Mira hacia su palco y provoca la sorpresa de Isaack y el “ups” de Lizeth.

-¡Upa! ¡¿Qué le pasa a este muchacho, Sr. Ramón, acaso quiere perder la chamba?!

-¡Ja, ja, ja…! Caramba con Mat. Osado el chico, mira que dedicarle un gol a la mujer de tu patrón…

-¡El corazón, Ramón, el corazón! ¡Lo demás está bien pero ese corazón va a hacer que el joven Anderson llegandito a su oficina rescinda el contrato de este chico!

-¡Ja, ja, ja…! Muchacho bárbaro. Después de esto, creo que el rating por los partidos que juegue el Cuauhtémoc va a subir.

-¡Para empezar yo ya no me pierdo un solo partido de los aztecas!

-¡Ja, ja, ja…!

En el palco, Lizeth sonríe halagada pero por pena esconde el rostro a Isaack, éste se le acerca por detrás y cuando parece que la va a abrazar, dice secamente:

-Vaya cosa tu nuevo admirador ¿eh? –Lizeth siente que la risa le va a estallar- El típico muchacho que se enamora de su maestra. Tendré que esforzarme más, digo, ya tengo competencia.

Se muerde el labio para no reírse la maestra. Logra controlarse y se vuelve hacia su amado, colorada a más no poder y él pareciera estar pálido.

-¡Amor! ¿Estás celoso? No seas tonto, él es un niño…

-No estoy celoso.

-Ay amor ¡te quiero tanto! ¡Chulo! Ven, hazte para atrás, no quiero que la cámara tome esta carita así como está.

Isaack sabe que a pesar de toda su experiencia en chicas y relaciones amorosas, el gesto de Mat en verdad lo ha molestado y se siente un tonto y culpable por hacer caso a ello, a “cosas de muchachos”. Trata de convencerse de sonreír ante la travesura del azteca pero no puede, cosa que su acompañante sí y se esconde divertida, apenada, bella. Y Mat siente cómo a pesar de ser el rival, le afición le aplaude, no por el gol si no por el festejo en claro apoyo a la rebeldía, a la burla hacia la autoridad y se siente realizado, infinitamente feliz.

-Gracias mi musa…

¡Bendito sea el amor! Hace imposibles, ya lo ven. Para el próximo episodio la desgracia (esto fue como un dulce y flores) le llega a Paul, Steven se enfrenta a la inmisericorde culpa y ¿qué rayos hacen un mexica y un steeler conviviendo en plena calle como si fueran grandes amigos? No se lo pierdan, les agradará. Muchas gracias ¡bye!

 

Muy buenas tengan todos ustedes, regreso con un capítulo clave en el desarrollo de la historia, de ahí el título.

@Marina, como te habrás dado cuenta a Georgette tampoco le gusta el futbol, adora a Paris pero de su práctica deportiva lo único que le interesa es el buen cuerpo que le da al mexica y respecto a éste pues parece que sí se interesa por la labor de la chica Garza, ese es otro punto del amor ¿no? interesarse por el “mundo” de la persona amada. Y de Steven también conocerás en este capítulo su lado oscuro, por así decirlo, es uno de los “villanos”, debe actuar infame dentro de lo que cabe. Finalmente, no, Isaack no es tan rencoroso como para castigar al buen Mat, a apechugar mi ricachón, no hay de otra, las cosas de niños son sólo eso ¡Muchas gracias por tus deseos! Un abrazote.

@Felina, wow, cuánto amor por los aztecas, sí que les profesas una gran adoración y no sólo a ellos por lo que vi, también te atrae Isaack, es todo un galán, te entiendo, hace el esfuerzo por superarme, va por buen camino el sujeto, tal vez de aquí a veinte años, je, je. “Mugre Steven, pero conocerás el amor, maldito…” No en este volumen, tal vez en la segunda parte, déjame pensarlo… Respecto a Georgette y Paris quiero hacerte sufrir un rato más, por ello el actuar de estos chicos, pero bueno, ya sabes cómo van a acabar, eh, y se te ensancha la sonrisa. Por cierto, eres hija oficial del entrenador Villanueva, parece que nadie te pelea esa plaza, anda, ve a darle de comer ¡Muchísimas gracias por comentar! Espero que ya no te retrases tanto y si continúas pues te compadezco porque ya sé la razón. Un abrazo.

@Borealis Spiral, cuánto gusto tenerte aquí, en verdad, sonrío desde que veo tu nick (no por burla, por alegría). Ya ves la odisea de Mat y pues sí, el amor hace que cometamos las cosas más extremas ¿cuál te ha pasado a ti? Nada más que aquí no hay correspondencia, sólo sufrimiento, ya casi le parten el corazón al buen Matthew, ya casi, hasta a mí me duele leer ese capítulo ¿Así que eres gamer? Nunca lo imaginé, yo lo intenté pero no se me dio, quise hacerme el muy muy pero acabé atorado en un tal disco de “Metal Gear Solid 4” ¿puedes creerlo? Para algunas cosas soy una auténtica papa. Un abrazote, preciosa, que estés muy pero muy bien.

@GRSara Vongola ¿cómo estamos? Ojalá que aprovechando las vacaciones. Mira que Mat se ha robado el capítulo anterior y en dos capítulos más a él le robarán el corazón, pedazo a pedazo, prometo lágrimas para entonces pero a manera de preparación continúo con el desdichado Paul que no sabe el tipo de enemigo que se ha ganado, también en este episodio hay una escena dura, desde mi punto de vista, eso sí, la diversión no se las puedo arrancar a estos muchachos y espero que sea de tu agrado. Finalmente, ahora sé que tú eres la mayor y curiosamente yo las percibía al revés, no sé por qué, y me imagino que serás todo un ejemplo para ella, pues vaya que está bien guiada, ustedes dos son una adoración, en el buen sentido de la palabra (antes de que @Marina me fulmine con la mirada). Por favor, recibe un fuerte abrazo y te sigo deseando unas provechosas y divertidas vacaciones, hasta la próxima.

A todos los demás que siguen esta historia les agradezco, por favor, disfruten del episodio, que estén muy bien.


20

EL PUNTO DE INFLEXIÓN


Como aclaración debo mencionar que debido a la extensión de la obra y la cantidad de personajes que aparecen en ella, me centré en éstos dejando en segundo plano a muchos de sus familiares, apareciendo fugazmente y de tanto en tanto y en muchos casos ni siquiera existen los padres de los protagonistas, tal es el caso de Georgette y Paul, por lo que en este episodio las acciones propias de un padre o una madre, serán llevadas a cabo por la chica Garza. No hay mucha lógica en ello, pero de momento no pretendo arruinar el hilo de la historia con la irrupción de personajes creados para la ocasión; espero que comprendan el propósito y las dificultades presentadas.



Paris lee “La Caída de Númenor” en El Silmarillion mientras degusta un sabroso y calientito chocolate. Son las 7:10 am en plenas vacaciones pero este muchacho acostumbra hacer esto cada que puede: leer muy temprano para saborear más libro y bebida, como él dice. Ha acordado con Fred y otros mexicas verse a las 6:00 pm en casa del delantero para ver la Copa América ¡benditas vacaciones!

Por la tarde, en el “santuario” más de medio equipo ve el partido en la pantalla de 50 pulgadas que recién ha adquirido Fred, justamente para disfrutar del torneo, y hay que reconocerlo, no con poco esfuerzo. Botana, sándwiches, pastelillos, pizza, refresco y demás golosinas son el aperitivo de los chavos que comentan y disfrutan el encuentro, recuerdan partidos anteriores y analizan estadísticas.

-Pinky Fred, está muy ching… la méndiga pantalla. Yo también le voy a decir a mi mamá que me compre una.

Habla Efrén, voladísimo por el golazo que se mandó ayer.

-¡Anda, sí tú! Yo la compré con el sudor de mi frente, caón. Échate pa’cá las lunetas de puro coraje.

-¡Sshhh! Dejen ver el partido a gusto.

Mete su cuchara inoportuno Mat.

-¡Ah qué canijo! ¡¿Por qué me callas si yo soy el anfitrión?!

-Saca a ese carajo, Fred ¿pues luego? Chacho igualado éste, nomás porque ayer metió gol ya quiere mandar, ya casi se siente campeón.

-Y eso que aún me falta cobrar la apuesta.

Habla petulante el susodicho obteniendo un gesto agrio por parte de su “amigo del alma”.

-Oigan, neta ¿quién les gusta para campeón? Yo me voy con Brasil, como siempre.

Interviene Ian.

-Yo le soy fiel a mi selección, México para campeón.

-¡No, en serio ‘inche Mat! Estamos hablando así, realistas, no soñadores ni esperando un milagro. Tú a todo le quieres ser fiel, ese es tu gran problema: no ves otras opciones, te amarras y te mueres con una.

-¡Ya deja de regañarlo, Ray! ¡Siempre lo traes nada más para eso, ay cabr…! A ustedes dos sí les conviene que se den un “agarrón” para que se desquiten eso que traen. Yo voy con Argentina.

-Yo te apoyo Fred.

-A mí me gustan los locales, Chile.

-A mí Colombia…

Se divierten de lo lindo los aztecas, mientras que en otro lugar de Autlania, Marco mira a Lio Messi con su selección en una pantalla algo más grande, a solas. Tiene la pantalla en absoluto silencio pero ha encendido el estéreo y ha puesto música de Nirvana, Linkin Park, Guns and Roses y Scorpions para amenizar el juego. En un arrebato de emoción se promete a sí mismo levantar la copa una vez más.

Y en las oficinas administrativas del Club Cuauhtémoc, Isaack “trabaja” muy temprano, en realidad mira también la Copa América. Piensa a qué partidos de fase final va a ir a ver en vivo desde Chile y en un momento de “buen corazón” sopesa la idea de llevarse a todo el equipo a ver a la Selección Mexicana en el partido de Cuartos que dispute, pero pronto la idea se desvanece pues conseguir tantos boletos debe ser algo muy complicado, además claro, de la tramitación de los pasaportes. Entonces deja de ver la Copa y empieza a trabajar en ello, pide a su asistente que cheque algunos datos en la computadora y él hace unas llamadas. No está seguro de si pueda llevarse a sus muchachos hasta Chile, pero algo tiene qué hacer, se lo merecen.


Dos días después el Cuauhtémoc visita al Deportivo Guzmania en partido correspondiente a la última fecha de fase de grupos de la Copa. El local tiene 7 puntos y el visitante cinco. Esto es fácil: los mexicas ganan o ganan pues sólo hay un boleto disponible. Quieren clasificarse a Octavos de Final y tienen altas posibilidades de conseguirlo, se tienen confianza pues su juego los respalda. Mejor aún, Javier, Alejandro y Jhonny han regresado de la suspensión y el entrenador Villanueva agradece por ello, Paul nada más no le convencía en la central y no por otra cosa que su baja de juego a causa de sus problemas en la escuela, ha continuado igual, sin mejoras, por esa razón Efrén será titular en la media.

El árbitro hace sonar su silbato y los aztecas se lanzan a la guerra por su boleto a Octavos… El volcán Nevado presencia el liderazgo de Alejandro; la muralla que forman Javier, Jhonny, Damián e Ian; los ataques de catapulta de Mat y Ray; la magia de Paris y Efrén y la picardía y contundencia de Álvaro y Fred… Al final del encuentro los visitantes se imponen 3-0 con anotaciones de Álvaro, Fred y Ray en una manifiesta superioridad y consiguen el pase a las finales. Allá va el Cuauhtémoc, cuidado con ellos.



Son casi las 8:00 pm y Paul recién bañadito y cambiadito, toma su bicicleta y se dirige al parque de la Alameda donde Tania lo ha citado, específicamente un callejón apartado que forma parte de una dulcería, cerrada ya a esta hora. Llega y da una vuelta buscando a su conejita, no la encuentra pero sí a su hermano saliendo sonriente del callejón. Paul intenta dar media vuelta, todavía a unos cinco metros de la ubicación de su cuñado pero Michael y Alan lo interceptan y lo obligan disimuladamente a acercarse a su capitán. Hay algo de temor en el cuerpo de Paul pero trata de no demostrarlo, eleva su mirada y frunce el ceño.

-Tranquilo, indito, tranquilo. Nadie te va a hacer nada, no te pongas así.

Habla provocador Steven.

-¿Qué quieren? ¿Dónde está T…?

-Oh, Tania. Ella no va a venir, no te apures, no te va a ver llorar.

-Tú me mandaste el mensaje –Pregunta y afirma el mexica, es obvio que Steven saboteó el celular de su hermana- ¿Qué quieres? Ya deja de molestarme, no traigo nada contra ti…

-¡Pero yo sí! Me fastidiaste y eso lo tienes que pagar, mugroso.

-¡Deja de ofenderme!

-¡Quieto indio!

Michael toma del cuello a Paul con una mano, presionándole con vigor.

-Tranquilo Michael, no hay necesidad de eso, déjalo. Somos caballeros, no lo olvides, no te rebajes a su, ja, ni siquiera tienes nivel.

-¡Si vas a decirme o hacerme algo hazlo ya y déjame en paz ching… madre!

-Sshhh, no grites. Les digo la educación que tiene esta chusma –sonríen los tres steelers burlescos-. Por supuesto que voy a decirte algo ¿tú crees que me adentro en estos… “lugares”, nada más por gusto? Apesta a ingenio. Escucha garbanzo, soy yo el causante de que hayas tronado esas tres materias y agradece que no haya optado por una cuarta porque ese hubiera sido tu fin en la prepa, lo sabes ¿verdad? Aléjate de mi hermana, cabr… o el próximo semestre me encargo de que te expulsen, o algo peor ¿entiendes? No quiero que te le vuelvas a acercar a Tania, pero si quieres tentarme, adelante. Te puedes ir cuando gustes.

Se apartan los steelers y Paul con miedo, coraje, vergüenza, impotencia, no sabe cómo actuar y termina pedaleando lejos de sus rivales. En sus ojos se asoman unas lágrimas de coraje que le impiden mirar al cien el vaivén incansable de los automóviles y en un cruce… Sólo alcanza a ver la intensa luz del vehículo que alcanza a golpear la rueda trasera de su bicicleta con la suficiente fuerza para mandarlo por los aires… En ese instante no piensa en nada, sólo un nombre existe en su cabeza, y después todo desaparece…

…Momentos después Georgette llora sobre la cama donde Paul se encuentra inconsciente. Paris la consuela a un lado suyo. Se encuentran en la sección de Urgencias de un hospital, el cual le parece insuficiente e ineficiente a un también preocupado Isaack que llega a la habitación. Saluda a los muchachos y pregunta por el estado de salud de Paul. Paris le va a preguntar que cómo es que lo dejaron entrar pero recapacita pronto en las influencias que su patrón tiene y que son en estos casos cuando más las aprovechan.

Isaack mira con dolor a su muchacho e impaciente se dirige a buscar quién le pueda dar razón del azteca. El diagnóstico es tranquilizador: ninguna lesión de consideración, sólo golpes fuertes y raspones. Paul corrió con mucha suerte al no pasar de eso pues no llevaba consigo el más mínimo equipo de protección, por lo tanto bien podría decirse que ha salido ileso. También debido a que no es tan grave el caso y a la petición de Georgette hacia Isaack de dejar a su hermano en el hospital, es que el joven Anderson no se lo lleva a otra clínica de mayor nivel, de igual manera, Georgis agradece el gesto.

De todo esto informa Paris a sus amigos que solidarios y preocupados aguardan fuera del hospital. Todos están allí, también el entrenador Villanueva, Tania, Vanessa, Cameron, Román, Christian, la maestra Lizeth y otros buenos amigos. Por fin respiran aliviados al escuchar a Paris. Entre ellos se cuestionan haber si alguien sabe lo que pasó, pero nadie puede dar razón de algo. Enseguida Isaack sale y agradece la presencia de todos pero también los invita a que vayan a descansar pues Paul está “bien” y está por demás que los jóvenes se angustien más y se desgasten. Es apoyado por el entrenador Villanueva, la maestra Lizeth, Alejandro y Álvaro. Los chicos acceden y se retiran, solicitando que se les avise de cualquier cosa que suceda. Pero Tania no quiere retirarse sin antes ver a su novio y suplica que la dejen pasar. Sólo acceden si es acompañada por la maestra Lizeth. Ya en la habitación, Tania demuestra todo su dolor y angustia pero es tranquilizada por la maestra que había previsto eso.

Afuera, aguardan un rato más Isaack, el entrenador Villanueva, Álvaro, Javier y Alejandro. El joven Anderson expresa su idea de mandar a alguien para que se encargue de Paul durante la noche pues no considera conveniente que alguien de ellos o de las chicas se quede a atenderlo. El entrenador se ofrece voluntariamente a quedarse y Álvaro también se apunta. Javier se disculpa por no quedarse aunque quisiera, pero tiene que madrugar para apoyar en un negocio familiar de comida mientras está de vacaciones. Los demás lo comprenden y expresan que no debe preocuparse por nada. Alejandro argumenta que al día siguiente le corresponde ir a visitar a sus padres a su pueblo natal, situación que también se entiende pues sólo van un “rato” cada tres semanas, al igual que el resto de los foráneos, pero ahora que se han clasificado a las finales de Copa, posiblemente el plazo se prolongue dependiendo hasta qué instancias consigan llegar. Entonces ambos mexicas se retiran solicitando a Isaack que los mantenga informados en caso de que algo suceda.

Al final los deseos de Isaack se hacen realidad y todos se van a descansar quedándose con Paul una enfermera contratada, aunque ha costado algo de trabajo convencer a Georgette de que eso es lo mejor. De todos modos, expresa que estará allí a las 7:00 am, al pie del cañón.




Las cosas evolucionan bien con el pasar de los días, Paul se recupera de a poco y todos los días recibe en casa la visita por grupos de todo el equipo y demás amistades, especialmente de Tania que pasa largo tiempo en casa de los Garza, para coraje de Steven. Qué irónico. También hace un poco de bilis en un principio Georgis que no veía con muy buenos ojos a la joven Nielsen, pero después agradece su actuar y se llevan mejor de lo que antes era su relación. Cabe señalar que Georgette ha abandonado durante la última semana el diario oficial de la ciudad por cuidar a su hermano, situación que ha mermado un poco la calidad de la sección a cargo de ella con sus correspondientes bajas en las ventas, no cabe duda, es una líder en ese equipo de trabajo, ella sí es indispensable.

El domingo por la mañana…

-Amor, aquí te traigo el desayuno, espero que te guste.

Habla una Tania totalmente enamorada e incondicional.

-Gracias amor, ya lo creo que me gustará, cocinas riquísimo.

Miente Paul, la verdad a ninguna de las dos muchachas que habitan esta casa se les da mucho eso de la cocina, pero agradece que le atiendan con tanto cariño. Devora el terrible cake que le ha preparado, el café con leche sí que se salva, la fruta picada hasta en figuritas y el poco de yogurt de fresa. La verdad el desayuno es el platillo más decente que le preparan en el día.

-Amor…. ¿Aún no recuerdas cómo pasó… tu accidente?

Ya ha terminado de desayunar Paul. Quisiera decirle la verdad pero cómo hacerlo, cómo expresarle que su hermano tuvo mucho de culpa en el percance, no podría, no debería, o tal vez sí. Le pide que lo deje un rato solo y aunque Tania se extraña, acepta y se marcha retirando los trastes. Ya a solas, se frustra y se encoleriza Paul, sin embargo ríe con cierta satisfacción al saber que Steven debe estar echando lumbre por la boca por tener a su novia con él. Abre su celular y checa el mensaje que le mandara Steven del cel de su hermana, quisiera mostrárselo pero no. Ansía desahogarse y piensa y sabe que Paris podrá entender sin hacer una tontería. Planea platicar con él por la tarde, después de ver la final de la Copa América aprovechando que todo el equipo asistirá a la casa a verla, entonces sonríe ¡será una tarde tremenda!

Dicho y hecho, por la tarde la casa es un relajo con casi treinta personas deambulando, comiendo, bromeando y ensuciando por ella. Georgette es social y está acostumbrada al caos de una oficina pero esto es demasiado, está al borde del colapso, para colmo:

-Georgis ¿podrías llenar el tazón de más botana para ya no echar otra vuelta?

Pide Mat muy natural, oh oh, craso error.

-¡Sírvete tú mismo! ¡¿Pues qué me viste cara de chacha?!

Está a punto de arrojarle la bolsa de frituras en el rostro pero se contiene y sólo bufa y se retira a su recámara a “descansar” del futbol. Allí con ella encuentran también refugio Vanessa, Cameron y Tania que mucho amor y todo pero esto es insoportable. Desde dentro escuchan los “¡aaahh!” “¡pégale!” “¡eeah!” “¡goooll!” auténticos gritos de guerra que intimidan al enemigo. Pero finalmente, después de la tormenta viene la calma y las chicas abandonan la protección de la habitación y observan con tristeza y asombro los estragos que ha dejado a su paso el huracán futbol. Georgette se lamenta de que su hermano continúe convaleciente pues le encantaría “matarlo” con sus propias manos. Y allí está él, con sonrisa victoriosa, rodeado de “basura de guerra”, sentado cómodamente sobre el sofá, como rey mientras algunos chicos abandonan la casa y otros más atacan la cocina y el baño. Son una plaga.

-Te toca decirles a todos tus amigotes que les toca limpiar, porque si no, lo harás tú solito aunque te tardes toda la noche ¿entendiste, chaparro?

Le habla bajo Georgette a Paul mientras lo mira con “odio”.

-¿También a Paris?

Pregunta sardónico Paul. Georgette duda, respira ligeramente agitada y termina sin responder, dando la media vuelta y espetando un “jmm”. Se divierte Paul, enseguida solicita la ayuda de los que aún quedan y aunque reniegan y todo, lo hacen y muy bien.

-Yo por eso no quería venir, luego me ponen a limpiar. Sólo falta que me pongan a limpiar el baño.

Dice Efrén a Fred, entonces…

-¡¿Alguien se ofrece a limpiar el baño?!

-¿No te digo? ¡Aquí se apunta Fred, dice que sería un placer ayudarte en cualquier cosa!

-¡Yo no dije eso, mentiroso! ¡Paul, pon a este lacra por andarme levantando falsos!

Y comienzan a discutir en vano pues al final los dos, por buenos compas o por zonzos acaban haciendo la desagradable tarea.

-¡Juuuh! A esto le llamo valor.

-Con este tipo de buenas obras que me aviento yo pienso que ya tengo mi lugar apartado en el paraíso ¿Te acuerdas de la vez que entré a la prepa para salvar el pellejo al Sid, digo, al Javier? ¡Que ahora que recuerdo tú te salvaste y tenías tanta obligación como Paul y yo!

-¡Yo me salvé porque fue idea de ustedes! Acuérdate…

-¡No me cambies de tema!...

-¡¡Digo, ustedes dos dejen de discutir y pónganse a limpiar ese chiquero, ya me enfadaron!!

“Explota” Paul. Por un momento Efrén y Fred piensan en abandonar su labor pero resisten estoicos, se compadecen de su amigo y acuerdan cobrársela después o quizá ahora mismo que está tan indefenso, cierran el pacto con esas miradas que “asustan” al que las presencia y Paul, preocupado, busca el apoyo de Paris, lo encuentra en la cocina degustando unas galletas con queso crema y cuando es descubierto se apena y doble pues un pedazo de bocadín se le cae. Paul se pega en la frente con la palma de la mano y después niega con la cabeza. Paris se apresta a limpiar pero:

-Así deja cuñado, ahora necesito hablar muy seriamente contigo. Después te vienes a limpiar.

Salen de la casa, al descanso y toman asiento. Paul no se anda con rodeos y confiesa lo que ha pasado para asombro de Paris y consuelo suyo. Casi llora nuevamente el mexica pero su amigo hábil y humildemente lo tranquiliza y se compromete a encontrar una solución y punto final a esta tonta rivalidad.

Un buen rato después ya todo ha terminado, la casa está limpia aunque la cocina semivacía y Paris, Ian, Mat y Cameron son los últimos en marcharse. Georgette quisiera lanzar de una buena vez también a Tania pues esta ha dicho que permanecerá “un ratito más” y la reportera respira hondo y tuerce la mirada. Así, con estos “problemas” termina la jornada para Paul que se va a su recámara meditando en lo que ha acontecido, especialmente en lo que cree que Paris pueda hacer. Curiosamente, éste último, en casa también piensa en qué será lo más conveniente de hacer y ya a punto de conciliar el sueño, decide algo.

Al día siguiente muy temprano, después de leer el final de “La Caída de Númenor”, desayunar y ver las noticias deportivas, sale de casa. Se dirige al jardín de Las Montañas, de paso por una tienda de revistas compra su ejemplar mensual de futbol y ya sentado en una banca hojea la revista mientras espera. Apaga su reproductor cuando ve que ha llegado Marco. Se saludan.

-Espero que sea muy importante, tuve que pedir permiso en el entrenamiento. Sólo porque se trata de mí y por mi lesión que no ha mejorado por completo, me dieron chance. No volverá a ocurrir ahora que estamos en Octavos de Copa, me imagino que ustedes están igual ¿no?

-Pues nosotros estamos más relajados, nos van a doblar la sesión pero hasta el miércoles, todavía tenemos hoy y mañana para flojear.

-¿Y eso? La Copa no debería tomarse tan a la ligera, ya deberían estarse matando en el entrenamiento ¿Acaso no quieren…?

Caminan por la plaza y vaya que llaman la atención, cualquiera se preguntaría: ¿qué hacen el delantero estrella del Fénix y la joya más preciada del Cuauhtémoc juntos? Se han percatado de ello y se dirigen a un establecimiento de pastelillos y buen café, discreto y seguro. Apenas y se refugian pues ya una muchedumbre comenzaba a arremolinarse intentando asegurarse del “incidente”, pero el propietario del local, reservado y atendiendo a las necesidades de la extraña pareja, ha pedido a sus empleados que ahuyenten a la gente, mientras que los futbolistas son llevados hasta una mesa alejada del resto, diríase en una zona exclusiva.

-Por supuesto que queremos ganarla y te aseguro que la anhelamos más que tú y tus amigos. Pero así lo han decidido Isaack y el entrenador Villanueva, ellos saben lo que hacen ¿no lo crees?

-Ok, disculpa, no quería dudar de ustedes. –Piden unos bocadillos y un capuccino sólo para saborearse un rato, ya han desayunado ambos.- Bueno ¿a qué se debe esta reunión? Ya me regañaste.

-Ja, qué delicado vienes. Mira, antes de que despierte ese odio dormido entre nosotros, ja, ja, ja, no, es broma. Escucha… sí, supiste lo del accidente de Paul ¿verdad?

-Sí, claro, me enteré por Tania. Qué mal que haya pasado eso, pero lo bueno que está bien, en serio me alegro que no haya nada qué lamentar. He querido ir a verlo pero ustedes no salen de su casa y ya ves la popularidad que tengo por allá –sonríen-. No, pero he estado en contacto permanente con Tania, créeme, sé el santo y seña de todo lo que ha pasado en esa casa, ja… -Prueba un bocadín y luego su bebida- Alguna vez jugamos play juntos… cómo quis…

Suspira Marco, entonces Paris se anima a soltar la sopa.

-Paul me ha confesado que Steven tuvo algo que ver en el accidente.

-¿Cómo? ¿Acaso él, lo…?

Pregunta sorprendido. Un calorcito se enciende en su estómago.

-No, no. No de esa manera. Paul me dijo que…

Paris expresa las palabras de Paul y Marco paulatinamente se indigna, se enfurece, luego se apaga y no da crédito a lo que escucha.

-Este cabr… ha ido demasiado lejos. No p…

-Pienso igual ¡Marco hay que hacer algo, no podemos seguir así, mira en lo que ha parado ese odio que, yo no lo siento, sinceramente! Lo de Paul pudo haber sido peor ¿a dónde vamos a…?

-Voy a hablar con Steven, muy seriamente.

-No se vayan a pelear, Chino, tampoco se trata de que te metas en problemas, pero creí que podríamos hacer algo, por la buena.

-¡Pero claro que se va a hacer algo! No sé si por la buena pero estas cosas se van a acabar ¡Te doy mi palabra! Voy a hablar con ese perro hoy mismo, ese put… odio que hay se va a acabar ¡Y ve hablando también con el chango de Javier porque voy a seguir con él y si es necesario que nos partamos el alma para desahogarnos, así va a ser, con un demonio! Busca toda la ayuda posible porque la vamos a necesitar, esta familia ya no puede estar dividida ¡Que me parta un rayo si un incidente similar se vuelve a repetir!

Momentos después, terminada la reunión y tomado cada uno su camino, Marco regresa al entrenamiento y tiene que hacer un esfuerzo ingente por controlarse al ver a Steven. Entrena apartado del grupo debido a su lesión y medita largo rato sobre cómo debe abordar al portero. Al mediodía el entrenamiento se suspende para ir a comer, el equipo regresará a las 5:00 pm y Marco elige la noche para encarar el problema, piensa que si lo hace ahora mismo podría ser muy inconveniente. Vaya que se le hace largo el día pero por fin la oportunidad se le presenta…

-¿Qué tal los nuevos rines que le puse? Están geniales ¿no? Son de…

-Luego me presumes los rines. Em, Steven ¿hay algo que tengas que decir?

-¿Como de qué? No… escucha Marco, llevo prisa ¿podemos platicar mañana, a primera hora si quieres?

Abre Steven la puerta de su hummer y se apresta a subir, pero Marco lo impide cerrando con fuerza la camioneta. Pavel que ya se preparaba para salir del complejo, baja de su auto, percatándose de la escena.

-¡Hey, chicos! ¿Todo bien?

-¡Claro que sí, todo bien! Se nos fue la puerta, hasta mañana ¿ok?

Habla tranquilo el capitán red.

-Hasta mañana, sí…

Regresa Pavel a su auto y se retira echando una última mirada a sus compañeros que lo despiden con una risita.

-Ya te enteraste de lo de Paul ¿verdad? Escucha, las bicicletas son peligrosas en una ciudad así… ¡Zaz!

Calla Steven por el tremendo golpe que Marco le conecta, volteándole el rostro hacia su amada hummer. Se vuelve rápido revisándose la boca con los dedos, sereno, con mirada dura.

-¡Pudo haber muerto, Steven! ¡¿Quieres cargar con algo así?! ¡¿Qué…?!

-¡Yo no lo atropellé! ¡Ni siquiera se sabe por qué razón le ocurrió eso!

-¡¿No se sabe?! ¡¿Qué le dijiste, Steven, ya se te olvidó?! ¡¿Cómo crees que iba su cabeza después de encontrarse contigo, para qué lo citaste, querías fastidiarlo, ya estarás satisfecho?! ¡Dilo! ¡DILO!

-¡¡NO, NO LO ESTOY!! –Retrocede a Marco con las manos- ¡No soy un monstruo! Yo no quería que pasara eso… est… e-eh… Estoy muy…

Quiere disculparse pero no puede, su orgullo se lo impide.

-Ya madura Steven. Bienvenido al mundo real, espero que sepas responsabilizarte de todas tus acciones.

Es todo lo que dice, cualquier otra cosa estaría de más. Se marcha dejando a Steven solo contra toda la verdad y para que pruebe su sangre mortal, humana, roja también como la de cualquier persona. Se queda de pie, sí, cabizbajo, con la culpa, la vergüenza y la duda como acompañantes y merodeando en los alrededores del complejo incluso la humildad, esperando que le abra la puerta de su frío y soberbio corazón… ah, Steven Nielsen…

¡Por todos los cielos, Steven sí es mortal! Vaya, por fin se encontró a alguien que fuera capaz de decirle sus verdades, bien por ti Marco. En dos semanas se viene por fin la bronca mayor entre Chino y Javier, uno de mis momentos favoritos, debo decirlo y ¿alguien se acuerda de un tal Ignacio De la Plata? Pues va a volver y se tendrá que enfrentar a su hermano, sus compañeros y amigos y ni más ni menos que al entrenador Villanueva ¡auch! va a doler, ni modo, a agarrar al toro por los cuernos. Hasta entonces.

 

¡Hola mis amigos! Vuelvo para traerles este capítulo imprescindible en la historia que está llegando a su recta final aunque aún faltan varios capítulos.

@Marina, un placer leer tus comentarios y muchas gracias por decir que esta familia te ha enamorado, en verdad me halaga que esta bola de chamacos futboleros y demás personajes te gusten tanto, ese es un aliciente muy importante para continuar escribiendo sin lugar a dudas y ya aprovechando también expreso mi gusto por tus historias, principalmente las del tema fantástico que me encantan y disfruto mucho leer. Respecto a lo del fin de la rivalidad de los dos equipos… ya verás en un par de capítulos un encuentro entre Javier y Steven, es de mis favoritos. Bueno, no te entretengo más y disfruta del presente episodio. Muchísimas gracias.

@GRSara Vongola, hola qué tal! Respecto a tu mayorazgo entre tus hermanos y tu infantilismo es creíble, a mí no me lo parece pero por algo lo dices pero sí te creo porque en mi caso de tener ya una familia y todo continúo siendo todo un niñote: veo caricaturas y películas infantiles, compro figuras de colección, juego como cualquier chamaco, entre otras cosas; lo peor de todo es que no me da ni tantita pena, soy un caso perdido. Respecto a tu comentario de Steven tienes toda la razón, es odioso y maloso pero ya le tocará que le hagan ver su suerte, espérate tantito y disfrutarás que lo pongan en su lugar ¡Y mil gracias por leer y disfrutar de esta historia! Un abrazo.

@Felina, ya ves, cuando hay merequetengue entre estos chicos es una auténtica locura que nadie puede soportar, yo no me imagino a un montón de sujetos llegando a mi casa a hacer relajo y vaciar mi despensa ¡Oye! Eso mismo le pasó a Bilbo con Gandalf y los enanos… es agradable coincidir en algo con Tolkien. Aprovecho para decirte que pasé una deliciosa temporada contigo y me divertí y comí de lo lindo y para tu mala suerte creo que iré más seguido a verte no importa que no lleva para gastar ¡sólo quiero ver ánime, películas y comer! Muchas gracias por todo, Dios te bendiga y te sonría ¡Un abrazote!

@Borealis Spiral ¿así que tu hermano te regala videojuegos aunque no sea tu fuerte? Yo conozco a un par de personas que harían berrinche si supieran de eso. Yo tampoco juego ni en el celular pero supongo que a mi niño dentro de algunos años le encantará y veremos si por convivir con él se me vuelve a pegar algo de ello ¿Entendí bien? ¿Estarías encantada de que te expulsaran? ¿Tanto te gusta la escuela? Algún día tendremos que hablar de eso comiendo pizza y tomando refresco, tú di dónde. Respecto al comentario, mira que Paul se salvó de milagro y puede contarla como si nada le hubiera pasado, podrá seguir con sus payasadas durante el resto de la historia haciendo comparsa con el buen Efrén ¡Muchas gracias, preciosa! ¡Que estés muy bien, hasta la próxima!

A los demás que han probado de esta historia les agradezco de corazón, un abrazo y mi esfuerzo para todos ustedes, que Dios les sonría siempre.



21

EL PASADO NO SE PUEDE BORRAR, PERO…


Los días se suceden ligeros uno tras otro, divertidos, provechosos e inmejorables para los aztecas, incluso Paul ya sólo renquea un poco y sus marcas ya no resultan tan vistosas, de hecho ya bromea y bromean con él amenazando con pisarlo o patearlo.

Especialmente este día ha sido glorioso. Los muchachos festejan en el vestidor como si hubieran ganado la final cuando sólo han salido victoriosos en el partido de Octavos de Final de ida acabado de jugar en Aztlán. Es el marcador el que los tiene tan contentos: 4-1 han derrotado al Atlético Victoria, tienen un pie dentro de los Cuartos de Final, entre los ocho mejores de la competencia. Cantan, bailan, le juegan bromas al compañero de a lado, se golpean con toallas y jerseys mojados los traseros desnudos, en fin. También Román, Christian y algunos integrantes de la Huitzilopochtli forman parte del festejo.

Por su parte, el entrenador Villanueva forma parte de la celebración pero en las calles de la ciudad, entre los aficionados, tratando de pasar inadvertido pero a la vez enterarse de la felicidad de la afición, se imagina lo que hacen sus muchachos en el vestidor y para nada le gustaría estar allá.

Todo es sano, nada en absoluto que lamentar, los que sí lo hacen son el equipo y afición red que se mofan de su rival por celebrar sin haber ganado todavía nada, en cuanto a ellos, también se enfilan a los Cuartos de Final aunque todavía falte la vuelta donde cerrarán de locales, en la Fundidora. Están, a diferencia del Cuauhtémoc, obligados a ganar la Copa, por su status, por su gran momento en la Liga, por la exigencia de la afición y la directiva y sobre todo, por el hecho de no haberla ganado nunca antes, es una materia pendiente para este poderoso equipo.

De vuelta en Aztlán, por fin los chicos salen y toman caminos diferentes agitando los estandartes mexicas y soñando con la Copa. Fred va acompañado por Al y Paris pero se separa muy pronto de sus amigos pues ha quedado de verse con Violeta en las inmediaciones del estadio, específicamente un bar al más puro estilo pub inglés. El azteca la ha citado para agradecerle ese gesto de la formación de la barra, ahora sólo integrada por chicas, entre ellas Cameron y Vanessa y recientemente hasta por Tania, barra originalmente pensada para apoyar a Fred, de ahí el nombre “Los ángeles de Fred”, pero ante la necesidad de apoyar a todo el equipo y debido también al nombre tan… peculiar, es que las jóvenes le han aconsejado a Violeta cambiarle el nombre por “Las Mamazitecas”, jugando un poco con el término propio del mote granate, siendo aceptado rápidamente por los aficionados y algunos medios de comunicación popularizándose ante la belleza de sus integrantes, resaltada por los diminutos, asfixiantes y vistosos uniformes. De esta manera Violeta ha creado sin pensarlo a un monstruo y bromeando Fred se lo hace saber a su acompañante.

-Rayos ¿qué he hecho?

Pone rostro de una seriedad que a Fred lo derrite, éste ya bañado y cambiado luce como “para comérselo” según la joven. Aún no encargan nada, sólo toman del agua que cada uno lleva consigo.

-Créelo, nada malo, los hombres te lo agradecerán toda la vida.

-¿Tú también?

Finge preocupación y curiosamente en esa expresión es como más hermosa se ve, según la opinión del mexica quien no desaprovecha la ocasión y degusta de su presencia.

-Bueno no, yo… ya sabes, sólo tengo ojos para una persona.

-¿Querrás decir para mí? Y vaya que tienes ojos ¿por qué no dejas de mirarme las piernas? Ash, no soy el tipo de chava que le gusta enseñar… -Jala su short-falda en un intento inútil por cubrirse un poco más- Si fuera por mí nos vestiríamos todas como Morticia.

-Uy, entonces llamarían más la atención pero no para bien, capaz y las abuchean ¿eh?

-¡Oye! Acá está mi cara, deja de verme las piernas.

-Mija, no te estoy viendo de esa otra manera, como si fueras un manjar que, no estoy diciendo tampoco que no lo seas, lo eres, sólo que…

-Está bien, entiendo, entiendo. Por cierto, qué golazo te mandaste.

La chica descansa el mentón sobre sus palmas, tocando con sus dedos sus cachetes, en una pose muy soñadora, experimentando esa faceta oculta.

-Gracias… Viole, em… si no te sientes cómoda no tienes por qué hacer todo esto, yo sé que me quieres, no debes mostrar nada…

Violeta guarda silencio y se refugia en el respaldo del asiento, se toma su tiempo para intervenir meditando bien su respuesta.

-La neta no siento que sea yo, pero una parte de mí sí lo desea… comportarse… normal. Nunca me importó pertenecer a “tu” mundo pero ahora quiero probar, quiero hacer cosas que jamás habría imaginado hacer… Quiero mantenerme en las sombras, con mis ondas pero la verdad es que tú eres una luz muy fuerte y me haces sonreír… me suavizas… me matas…

-Viole…

De pronto siente la ingente necesidad de rodear la mesa y besarla apasionadamente y la chica agradece que no se aguante las ganas… Tanto ella como él sacan mucho del amor que durante tanto tiempo se habían guardado, saboreando el beso en cada movimiento, en cada inhalación y exhalación, en esas caricias inconscientes sobre rostro, espalda y cabello que se ofrecen provocando la sorpresa de muchos clientes del bar, sonrientes ante el arrebatado e inocente acto de amor de su ídolo, celebrado en silencio, con puros gestos por parte del propietario del lugar quien acertadamente piensa “qué hermoso es el amor”.

Por otra parte, Javier, Mat y los aztecas foráneos se dirigen a la Nopalera platicando del soberbio gol de Ray, actuado por éste para reniego de Mat quien piensa “qué odioso eres”, cuando:

-Hijo de tu p… madre.

Dice Javier al ver a lo lejos a Marco, seguramente esperándolos. Sus compañeros se percatan de lo irritado que se pone.

-Javier ¡Javier! ¡Güey, no vayas a… déjalo, no le vayas a hacer nada!

Dirige su mole presuroso el capitán granate contra Chino que no está muy seguro ahora cómo debe actuar.

-¡Te lo advertí cabr…!

Y sin decir más, un golpe vuela contra el rostro del steeler que mira asombrado y espantado la acción. Pero el puño de Javier no conecta a Marco para su fortuna, Alejandro lo detiene y sostiene por la espalda. Javier todavía más irritado forcejea por liberarse en vano. Ray también interviene derrochando su personalidad combatiente y esto tranquiliza por completo al capitán.

-¡Sólo quiero hablar! ¿Por qué te pones así?

Marco siente que las cosas se ponen a su favor: Alejandro y Ray contienen a Javier y Mat e Ian lo flanquean en una muestra de apoyo.

-¡¿Qué ching… quieres?!

-¡Felicitarlos! Sinceramente, felicidades por el triunfo de hoy, estuvieron geniales. Se merecen estar en Cuartos, lo digo con el corazón y lo saben ¿no, Mat?

Asiente el 6 azteca y Marco “se lo echa al bolsillo”.

-No necesitamos…

Flaquea Javier, de pronto ya no haya qué decir o qué hacer, Marco le está ganando en el manejo de la situación y él se está viendo como un terco tonto.

-Será mejor que hablen –interviene Alejandro-. Javier no seas obstinado, no te va a pasar nada con escucharlo. Si después todavía “se la quieres partir”, yo mismo te ayudo. Te vamos a estar esperando en la casa ¡Vámonos! Estos dos tienen mucho qué platicar.

Se alejan los mexicas y Javier no puede creer lo que sucede. Ya cuando están solos.

-Gracias por echar a perder el festejo.

Habla agrio el mexica.

-Quiero que hagamos las paces.

Marco no se anda con rodeos y va directo al grano ignorando el comentario mordaz de su ex amigo.

-Digo, Chino ¿tú estás…? ¿Qué tienes adentro? Es decir ¿cómo se te ocurre que puedes abrir una herida y después, así sin más disculparte y buscar la amistad? Creí que yo era el tonto, pero cualquiera sabe eso ¿no?

-¿Hablas de heridas? ¿Y crees que yo salí bien librado, que fui yo quien originó “esto”?

-Ya no quiero saber… Ahora estamos en bandos opuestos, tú estás bien, yo estoy bien, sólo, déjalo así, no muevas nada.

Javier hace como que se marcha.

-Fuimos grandes amigos, Javier. Pertenecí a tu familia, mi corazón no puede olvidar eso. En mi mente tengo tan buenos recuerdos con ustedes. No me cierren las puertas así, por favor. Sinceramente no les he hecho nada y lo sabes…

-¡Pero por supuesto que lo hiciste! ¡¿Es que ya se te olvidó que “gracias” a ti estamos “aquí”?!

-…Créeme que lo lamento en serio, jamás me perdonaré eso ¿pero qué podía…?

-¡No jugar! ¡Inventar una lesión, fallar, que te expulsaran, cualquier cosa! ¡¿Así agradeces, así tratas a tus amigos, a tu familia?!

-Javier, créeme que yo lo lamento más que nadie…

-¡¡NO ES CIERTO, CHINO!! …¡Eso es mentira! Si supieras lo que sentimos cuando se acabó el partido… cuando regresamos al vestidor, cuando regresé a casa con mis padres… ¡¡ME QUERÍA MORIR!! –Quiere decir que lloró pero se lo calla, aunque su organismo le falla y sus ojos brillan con lágrimas de un profundo rencor- ¡¡Por mí sigue lamentándote cabr…!! ¡¡Te mereces eso y más!! –Se apresta nuevamente a retirarse, Marco ya no intenta detenerlo- No me vuelvas a buscar, Chino, tú y yo ya no tenemos nada de qué platicar. Sé feliz con lo que tienes ahora… y que te vaya bien en la vida. Adiós.

Javier camina sombrío y Marco queda quebrado, sintiéndose peor que nunca, derrotado, con una llama en el corazón, una espina en la cabeza y hielo en el cuerpo. Esta noche no encontrará consuelo en el mundo.

-…

En la Nopalera, tan pronto los chicos ven la cara que se carga Javier al llegar con ellos, se reservan las preguntas y comentarios, es obvio que las cosas no salieron bien y el convivio se amarga pero se demuestran los fuertes lazos de amistad, cuestión invaluable.

Los días continúan sucediéndose volátiles con buenas y nuevas en el seno mexica: Isaack ha dicho a Paul que ha solucionado sus problemas en la preparatoria, claro, moviendo ciertas influencias mayores a las de Steven, esto ha provocado el alivio y la gratitud eterna del 8 azteca que promete a su salvador ponerle su nombre a su primer hijo; los Octavos de vuelta se han jugado con victoria a domicilio por 2-1 al Atlético, obteniendo el pase a Cuartos de Final, instancia donde enfrentarán al poderoso e histórico Gigantic; Álvaro está en plena pelea por el título de goleo en la Liga de Segunda con 21 goles, 3 debajo del líder, además de que en la Copa ya ha alcanzado las 6 anotaciones; el equipo se ha colocado hasta la sexta posición en la Tabla y miran ya muy de cerca la punta, a 9 puntos, situación que motiva al Cuauhtémoc, ahora todo ese futbol desplegado durante los últimos tres meses está rindiendo frutos, ahora pelean por algo más tangible, por glorias más grandes, por sueños más grandes…; y especial y más gratamente, Ignacio ha “vuelto”, bueno, en realidad sólo ha hecho contacto con Ray pero éste último piensa y asegura que su hermano va a volver con el equipo. En este instante se dirige a un parque cercano a la 8 de Julio por instrucción de Nacho vía celular. Es la hora de la comida, del descanso pues a las 5:00 pm tienen práctica, quizá por ello Mat acompaña renegando a Ray, a pesar de ello va en clara muestra de apoyo a su amigazo del alma. Llegan al lugar y de inmediato ubican a Ignacio, éste no está muy seguro de cómo comportarse pero Ray sincero lo abraza y le arranca una risa aunque mezclada con vergüenza y culpa. Mat no tan efusivo pero también saluda de abrazo al delantero.

-¿Qué haces aquí? Vamos a la casa, hay que comer, tenemos práctica ahorita a las 5 ¿eh?

-N-no, Ray… Yo todavía…

-¿Qué, no vas a regresar al equipo? Ya estamos en Cuartos, y sextos en la Liga.

-Sí, lo sé. No, lo que yo quiero decir… este, ay Ray…

-Ya hombre, vamos a la casa y allá platicamos.

Ve la duda en el rostro de su hermano.

-Ándale pinky Nacho, ya tengo hambre.

Trata de aligerar el ambiente Mat. Por fin lo animan y toman el autobús a la colonia Azucarera, en el trayecto platican de la eliminatoria de Octavos en Copa, detalles, pormenores y aventuras vividas. Ignacio nota cómo lo han recibido sus amigos y agradece en su interior que hasta el momento, el regreso si es que se da, no sea tan difícil, aunque de todos modos una sombra oscurece la bienvenida. Rato después la Nopalera está a diez pasos e Ignacio respira hondo pero no retrocede, sabe que esto tiene que hacerse. Al entrar descubren comiendo a Ian, Alejandro y Javier que ha traído algo de comida de su negocio para aclientarse y de paso apoyar a sus cuates. Con Ian no hay el menor problema, también le abraza pero es sarcástico hacia Nacho. Alejandro lo saluda de igual manera pero hace sentir toda su personalidad y transmite más un “ahora a responsabilizarte de tus actos” que un apoyo incondicional y libre de rencor. Javier de plano nada, al contrario cuestiona seco a Ignacio que muestra mucha más humildad de la que se pensaba que tuviera. Aunque incómodo el ambiente se ocupan de comer y platican de cualquier cosa que no tenga qué ver con el que andaba ausente, no por ignorarlo si no para no presionarlo más, eso sí, lo “invitan” a que los acompañe a la práctica vespertina. Ignacio no acepta la invitación argumentando que antes de ver al entrenador Villanueva, prefiere hablar con Isaack.

-Uy, eso va a estar cañón, todavía anda en Chile el carajo.

Habla irónico Ian.

-No seas mam… No te creas, sí es cierto que no está pero anda en Los Angeles, viene hasta dentro de cuatro días.

Interviene Alejandro.

-No te queda de otra, Nacho. Tienes que…

Sentencia Javier y los demás demuestran su apoyo a Ignacio.

-Bueno ya, Nacho, hay que agarrar al toro por los cuernos, ni hablar. Pero ya hay que comer ¿no? desde a qué horas me estoy ching… de hambre.

Hace reír a sus compañeros el buen Mat. Llegada la hora, los aztecas se marchan a la práctica echando por delante a Ignacio, éste se ha “armado” con sus atavíos de batalla (uniforme) internándose en la habitación que compartiera con Ray en un ritual, doloroso a la memoria pero necesario para el corazón.

Instantes después, en la 8 de Julio el recibimiento a Nacho es variado, mientras que algunos como Paris, Paul, Al y Efrén lo ven con agrado, otros lo quieren golpear para “que se le quite” como Jhonny y Antonio, otros más lo ven desde cierta distancia como Damián y Álvaro; y Fred lo ve con cierto coraje, envidia o celos, quizá todo, siente que su titularidad se verá en peligro. No hay mucho tiempo para otra cosa, de pronto el entrenador Villanueva hace su aparición saludando a los muchachos, entonces también ve al recién llegado y para sorpresa de todos lo saluda muy tranquilo. Cuestiona ambiguamente sobre su paradero. Algunos mexicas están con cara de “¿a qué hora estalla esto?”. El entrenador indica que se inicie la sesión y entonces Ignacio expresa su intención de regresar a la escuadra. El Jefe se vuelve hacia el muchacho y lo aborda con mirada dura, eso le pone los pelos de punta a varios chavos. Avanzan algunos segundos insoportables…

-Bueno, bueno… Su juego sin duda nos fortalecerá al ataque, qué bien que decidió regresar al equipo… -Los muchachos no entienden nada, creían que su líder sería hermético y lanzaría un tajante “no”.- Sin embargo… hay ciertos requisitos a cumplir para que regrese, si está dispuesto.

-Claro que sí, entrenador. Lo que sea, lo haré, he regresado con la intención de ganarme la playera, de merecerla…

-Considero que debe un par de disculpas ¿mn?

Se empeña el entrenador en hablarle de usted al chico haciéndolo sentir ajeno al grupo, provocando que el estómago se le caliente, su carácter no lo abandona y esto que le piden es demasiado pero se esfuerza por conseguir su objetivo. Respira profundo y sus compañeros esperan expectantes las palabras de su amigo. Javier estudia la mirada del entrenador, ésta es relajada, controlada, no pareciera disfrutar de lo que ocurre, lo admira. Paulatinamente, como si le doliera, Ignacio se disculpa primero con sus compañeros y después eligiendo palabras más corteses y laudatorias se excusa con el entrenador a quien inmediatamente después de hablar el “acusado”, se vuelven todas las miradas.

-Acepto las disculpas, muchacho –ha corregido el trato de “usted”- y agradezco tus palabras. No sé qué digan tus compañeros… -la aceptación es casi general pero fría, vacilante-. Tomaré eso como un “sí”. Pues, además de la disculpa al joven Anderson tan pronto regrese a Autlania, creo que eso sería todo –asiente Ignacio-. Bienvenido de vuelta al equipo, joven De la Plata… -sonríen ya varios de sus compañeros cantando victoria, sin embargo:- Podrás ocupar la banca en el próximo partido.

Eso sí no lo esperaba Ignacio y se le nota en la cara, se le percibe realmente turbado, inconscientemente hace un gesto de furia.

-¿Pasa algo, joven De la Plata? No creerías que volverías para continuar en la delantera ¿o sí? Verás, el joven Palacios está teniendo un rendimiento muy alto y además es bastante disciplinado, es inamovible. Tendrás que superarlo para ocupar su lugar ¿soy claro?

Pronto recapacita Ignacio y se sabe afortunado de que se le esté dando una nueva oportunidad. Asiente en muestra de aceptación de la “oferta” y se resigna a estar a la sombra de Fred y a trabajar duro para volverse a ganar el lugar. Por su parte, Fred cree que se convertirá en el villano de la historia y que Ignacio lo odiará por usurpar su lugar. Se desconcentra. Entonces el entrenador Villanueva ordena estentóreamente que inicie la práctica pero ya se le percibe más fresco, como contagiado por la alegría de los muchachos y éstos se lanzan al entrenamiento motivados, ansiosos, ligeros, completos. De inmediato Ignacio se parte el alma en la sesión tratando de ganarse su puesto lo más pronto posible… La familia vuelve a estar completa y el entrenador Bruno la ve con orgullo mientras los rayos del sol iluminan sus ojos miel… El Cuauhtémoc se fortalece aún más y apunta a lo más alto…

Después de la práctica los mexicas se organizan rápidamente para festejar el regreso de Ignacio en la Nopalera. Todos van aunque sea un rato, incluso Fred con sus pensamientos que aclara con Ignacio por iniciativa de éste último. Charlan durante todo el camino de la 8 de Julio a la colonia Azucarera y la amistad entre ellos se fortalece más. Ya en la casa de los foráneos el relajo se desata… Tienen todos los motivos para sonreír, cantar, bailar… En un respiro que se dan los hermanos De la Plata abandonan la casa unos instantes.

-Gracias Ray, por todo esto. Por un momento pensé que, pues no…

-Eres mi hermano, carajo ¿crees que te cerraría las puertas?

-Las puertas me las cerré yo…

-Tranquilo, todo va a estar bien.

-No todo… reprobé el semestre. De eso sí nadie me salva.

-Hablemos…

-No. No hablaremos con Isaack excepto para ofrecerle una disculpa. Debo pagar por mis tonterías y lo más justo es que repita el semestre no importa que me retrase más.

-Si sigues así vas a salir la prepa de veinte años. -Bromea Ray y se relajan.- Eso sí, tendrás que ganarte la titularidad y a como veo que anda jugando el méndigo Fred, va a estar cañón, pero al menos ya estás dentro. –Lo ratifica Ignacio, da un trago al refresco que trae- Éste, em, Nacho, hay algo que pues, quisiera preguntarte…

Se encoge de hombros Ray.

-¿Dónde estuve? –Se adelanta Ignacio adivinando la pregunta. Ray asiente en silencio. Vuelve a respirar hondo-… Me fui a Perla Tapatía creyendo que, pues, alguien, algún equipo me iba a dar chance… pero pues no hubo nada y me puse a chambear.

-Mis papás están muy preocupados por ti.

-Les hablé un par de veces…

-Pero no les dijiste dónde andabas ni con quién ni qué estabas haciendo. Imagínate cómo están. Debiste pensar también en ellos.

-S-sí…

Ignacio agacha la mirada arrepentido y avergonzado.

-¿Cuándo vas a ir a la casa?

-De allá vengo… -levanta la mirada y sonríe aliviado y contento- Te mandaron saludos. Desde el sábado estuve allí y ya hablé con ellos. Tenemos unos pas maravillosos, ay los jefes…

-¡Cabr…! ¡¿Y por qué no me habías dicho?!

“Encara” Ray a su hermano mayor.

-¡Oh, primero quería saber qué pasaba aquí! –Sonríe divertido- Y pues como ya todo está bien…

-¡Recabr…, ojalá que te quedes en la banca toda la temporada! ¡Perro!

Bromean los hermanos De la Plata y lanzan unos golpecillos demostrándose de esas formas su cariño, escena que presencian Ian y Mat, pachitos los dos.

-Ándale, ve para que te pongan una buena recia.

Le dice el primero al segundo en son de vacilada. Dentro de la casa, música de Metallica ameniza el ambiente y las hamburguesas que preparan Paul y Efrén vuelan rápido para coraje suyo, “bola de tragones” piensan los chefs. Paris observa a Javier y recuerda que Marco le había dicho que hablaría con él. Sale de la casa pasándole por un lado a Mat e Ian y después a Ray e Ignacio y responde que irá a la tienda cuando los hermanos le preguntan a dónde va. Le encargan más botana. Ya a solas le marca desde su cel a Chino… Éste prácticamente se va bajando del auto, llegando apenas a casa. Informa con voz cansada de su encuentro días antes con Steven y Javier, y Paris también se desilusiona y se apena por preguntar a lo que Marco dice no haber problema pero no da muchas esperanzas a Paris y él tampoco las tiene. Entonces se agradecen las intenciones mutuamente y despiden corteses. Del lado mexica Paris se lamenta por no ver claro un panorama de unión entre los dos equipos y regresa a la Nopalera cabizbajo, con las manos vacías.

-¿Y la botana?

Preguntan los hermanos aztecas.

-No había.

Contesta por lo bajo Paris sin mirarlos, ingresando en la casa, dejando a Ian y compañía con cara de “what”.

Del lado red, Marco entra a casa donde su mamá se alegra por su presencia y le avisa que lo esperan en la estancia. El delantero extrañado se dirige hacia allá y encuentra sentado a Steven.

-Hey Marco. Espero que no te moleste que te venga a visitar.

-Claro que no, pero ¿por qué no me dijiste que venías para acá? Nos pudimos venir juntos.

Toma asiento el anfitrión. Su mamá interviene diciendo que estará un rato tejiendo en su recámara, que más tarde bajará a darles de cenar. Ausente ya la señora, Marco vuelve la mirada hacia su compañero y espera…

-…Estuve pensando en lo que me dijiste… -Marco aguarda y Steven se siente sumamente incómodo pero se esfuerza por sacarlo- Acepto mi parte de culpa… Está bien, me equivoqué, me excedí, lo reconozco y voy a pagar… -Marco está expectante, esto lo quiere escuchar- Voy a permitir que sigan saliendo esos… Tania y… Paul…

-¡Eso me alegra y mucho, Steven! Sobre todo por ellos, tanto que se aman, sería muy injusto que continuaras oponiéndote. Paul la trata bien, la respeta, no tienes nada de qué preocuparte.

“Es la vergüenza lo que me preocupa”, piensa Steven. –Eso sí, Marco, no esperes que me lleve bien con él y no me importa a qué te suene eso, haré mi esfuerzo pero no esperes un milagro, al menos me tomaré mi tiempo para tratar de resolver otros asuntos más adelante.

Marco entiende que esos “asuntos” significa la amistad del steeler con el mexica, sabe del esfuerzo que su compañero hace y acepta satisfecho y asiente con semblante dulce. Steven luce como un gruñón y presto se levanta y despide.

-¿No te quedas a cenar? Anda, quizá te guste la comida “terrenal”.

-Marco…

-Sí, ya hombre. Ándale, quédate, mi mamá cocina muy rico, te…

-No lo dudo, pero… ah… está bien, está bien. –Exhala y pasea la mirada por la sala, luego ubica la mirada del anfitrión y dice humildemente- Me quedaré a cenar. Gracias por invitarme, por… todo…

Quién lo dijera ¿no? Un Steven irreconocible y demostrando que también es humano ¿Recuerdan el último momento de alegría de Mat? Porque a partir del próximo episodio ese chico jamás volverá a sonreír en esta historia; por otra parte este intenso encuentro entre Marco y Javier tiene sus consecuencias. Muchas gracias por su apoyo, hasta entonces.

 

¡Hola a todos! Aquí les traigo un capítulo lleno de dolor, la historia entra en un periodo difícil cual asedio sobre ciudad fortificada, les dejo en mi casa, su casa, pasen por favor.

Hola @Borealis Spiral, vaya que me sorprende que digas eso de la escuela, sólo es eso ¿ya estarás en la universidad? Yo hace diez años que la salí y la disfruté tanto. Creí que extrañaría mucho el ambiente y a los amigos pero para nada, logré superar esa prueba sin tantos problemas. Respecto a la obra ya ves al orangután de Javier cómo se comporta, el sujeto tiene un gran resentimiento pero ya comprobarás en el capítulo actual que ese hielo se está derritiendo y las cosas comienzan a pintar mejor para los protagonistas. En cuanto a Ignacio qué bueno que te alegre su regreso, él es un delantero despiadado por lo que le hace falta a su equipo, es cierto, nadie es indispensable pero toda la ayuda extra es bienvenida ¿no? Muchas gracias por estar aquí, un abrazote, que tengas un delicioso fin de semana.

@Felina, en primer lugar debo agradecerte por el hermoso obsequio, en verdad que lo valoro y pues me será de gran utilidad ahora que las ganas de dibujar regresan después de tantos años de sequía. Lo del internet es una lástima, sé cuánto lo necesitas y da coraje que los desgraciados no ofrezcan un buen servicio, si puedes cámbiate a la competencia, éstos no te arreglarán nada. Bueno, pasando al fic no sé si recuerdes pero hoy le parten el corazón a Mat (tu amado Tommy, lo recordarás así). Me da algo de pena escribir estas escenas pero tenía que suceder, un niño no puede quedarse con una mujer hecha y derecha ¿Y Paris y Georgette? Sí, te los debo, me parece que reaparecerán en unos tres cuatro capítulos, ya casi. Bien, pues en cuanto pueda pido un permiso y me lanzó para allá a ver ánime, haber si para entonces ya te puedo corresponder con un dibujo de Kuroko y Kagami ¿los escribí correctamente? Te quiero un buen, que Dios te sonría.

@Sara Vongola, hola muñeca, qué bueno verte ¿Sabes? Retomando a nuestro niño interior, en más de una ocasión, para inspirar confianza entre mis alumnos les he revelado mis secretos más oscuros: veo My Little Pony, Peppa Pig, Backyardigans, Jorge el Curioso, Princesita Sofía, Doctora Juguetes… Me da algo de pena pero siempre funciona, deberías ver a mis alumnos de sexto, algunos gigantescos preguntándome seriamente, dudando aún: “Profe ¿de veras ve esas caricaturas?” Je, je, no se la creen, me da pena pero eso pasa por tener un hijo de tres años. Bueno, respecto a la historia te comento que la revolución que está ocurriendo en el interior de Steven apenas empieza y para el próximo capítulo se le viene otro trago amargo y otra lucha interior ¡Aquí las cosas están mal y el imperio que está gestándose debe cimentarse sobre una base por demás sólida! Así que a sacudir a los de personalidad más fuerte y a limar asperezas. Gracias por seguirme y aguantarme, un placer, que Dios te bendiga.

@Marina, no te apures, esto va lento y sé que cuando no se puede, no se puede, tú y yo ya tenemos otro tipo de deberes más fuertes y te entiendo, mira, tampoco había entrado al foro en dos semanas, el inicio en la escuela ha estado muy activo y aquí en la casa nunca cesa la actividad, de hecho cuando estoy en la escuela descanso del torbellino que es mi niño, sin llegar a ser un desastre, es una lindura mi peque. En cuanto a tus comentarios concuerdo con la belleza del amor, trato de poner aquí algo de él, siempre es necesario, no se puede vivir sin él, al menos de una manera feliz. Me agrada cómo te expresas del entrenador Villanueva, para mí, un señorón también, un padre a su manera ¿es posible convivir con chicos todos los días, conocerlos, reír y llorar con ellos y no encariñarse? Muchas gracias por tu apoyo, es una suerte contar contigo y tus muchachas, que Dios les bendiga a toda su familia, un abrazo.

A todos los demás muchas gracias por leer, para todos ustedes el episodio, que lo disfruten.


22

EL LLANTO DE UN INDÍGENA


“Eres la persona sencilla, inmaculada, sensible, soñadora, perfecta, que mis sueños afirmaban que existía y que mi corazón te ha reconocido, la parte de la cual eres su complemento…”

Esto y más, muchas más expresiones e inspiraciones escribe un enamorado Mat en casa, su fuente, la maestra Lizeth, cuya fotografía embellece la recámara del mexica. De pronto alguien toca a la puerta y se lleva violentamente el paraíso en el que Mat se encontraba. Se escucha un “bah” por fuera y Ray e Ignacio entran al lugar pisoteando las ilusiones de su amigo que no los recibe con el agrado de costumbre y eso se nota.

-¿Qué andabas haciendo? Ándale güey, háblales a tus hermanas para ir a dar la vuelta por a’i.

-¿Por qué no les hablan ustedes? –Disimula su molestia pero de todos modos no pasa del todo desapercibida- Anden, váyanse los cuatro, no quiero incomodarlos, hacer mal quinteto.

-¿Estás enojado?

-No.

Farfulla gruñón Mat, pero molesto y todo un rato después los cinco se pasean por una plaza comercial. Cameron y Vanessa expresan su alegría por el regreso de Ignacio, especialmente la primera, por su parte Vane y Ray lucen más compenetrados pero todavía no son novios, “no sé qué diablos esperan”, es el pensamiento de Mat. Ingresan a una tienda de ropa sólo por ver pues se vende ropa de marca y precio bastante inaccesible a sus posibilidades, aún así se ilusionan con los diseños, tanto ellas como ellos.

-Está padre. Creo que se te vería bien.

Dice Marco a Ignacio que miraba una y otra vez una playera, alejado de sus acompañantes, perdiéndose un rato mientras Ray recuerda un episodio de la infancia de su hermano, por demás vergonzoso. El azteca agradece el consejo pero duda.

-Deberías llevártela, te lo recomiendo… Supe que regresaste, Paris me lo dijo. No te molesta eso ¿o sí?

-N-no, está, no veo el problema –Se vuelve hacia la prenda y nuevamente hacia Chino- Creí que aztecas y steelers no se hablaban.

-Pues de mi equipo soy el único y del tuyo sólo Paris. Pero no veo inconveniente en cruzar unas palabras con ustedes ¿y tú?

-No, yo tampoco, ni siquiera soy de aquí. Aquí entre nos, no siento el sentimiento así como los otros, aunque sí defiendo la playera y me gusta ganar. Disfruté mucho el gol que le anoté a Steven, no se lo vayas a decir ¿No te molesta eso, o sí?

-No se lo diré. Y de lo otro, pues ¿no te enfermaste del coraje cuando les empaté en el último minuto, o sí?

Ríen irónicos ambos.

-No eres tan odioso ni tan patán como se dice.

-¡Ja! Me halagas. Y tú…

-¿Entonces me la llevo?

Asiente Marco. Paola los encuentra y saluda a Ignacio que por primera vez la tiene tan cerca y vaya que la chica tiene presencia. Lo ruboriza aunque finge demencia.

-No sabía que tuvieras tanta amistad con los aztecas. Steven y los demás se sentirán celosos.

Habla melodiosa la chica.

-Sólo le recomiendo algunas prendas.

-Y… ¿podrías aconsejarme algo para regalar a una chica?

Ignacio se dirige a Pao.

-¿Novia, amiga, hermana?

-Olvídalo, jamás… Disculpen, tengo que encontrar a mis amigos, no me vayan a dejar…

-Te quedas con nosotros. Somos buena compañía.

Habla Paola.

-No lo dudo, em… Un placer ¿eh? Gracias por lo de la playera.

Muestra la prenda a la pareja y se aleja algo incomodado. Tan pronto los pierde de vista larga la prenda y llega hasta sus amigos, éstos le preguntan que dónde estaba, al escuchar la respuesta se sorprenden y le aconsejan que no ande frecuentando ese “tipo de amistades”. Mat está a medio regaño cuando…

-¡Ya cállate! Mira quién está ahí.

Ray invita a su amigo a que mire a su amada, por desgracia, como de costumbre últimamente acompañada de su galán. Se encuentran en la sección de joyería, muy entretenidos. El tema “Por eso yo te amo” suena en la bocina del lugar. Como llamado por una extraña fuerza, Mat se dirige hacia la pareja pero desde cierta distancia como cuidando no ser visto. Ray y los demás le chistean y le preguntan que a dónde va. Mat logra llegar lo suficientemente cerca para mirar lo que hacen Lizeth e Isaack. Al principio se le ve muy sereno, pero cuando su patrón le mide un anillo a su princesa, esta sonríe maravillada y después se besan y se abrazan con vigor, al azteca le brinca el párpado y se le calienta terriblemente la panza. Abre la boca como para respirar mejor, aprieta con la mano una prenda que le ha quedado al alcance y entonces siente la mano de Ray sobre su hombro.

-El amor es…

Le tiembla la boca al mexica, unas lágrimas también amenazan con brotar de sus ofendidos ojos.

-Ven Mat. No les hagas caso. Ven…

Dan la media vuelta y se alejan. De pronto el tema “El Perdedor” se escucha y provoca paulatinamente algo en el interior del joven Reyes. Impetuosamente, Mat se vuelve y regresa presuroso hacia la pareja. Ray trata desesperado de detenerlo. La suerte le sonríe al 6 granate pues su amor platónico se encuentra sola, quién sabe a dónde ha ido Isaack, pero eso de repente ya no le importa, lo encararía de ser necesario. Lizeth lo ubica antes de que llegue con ella y lo obliga con rostro sonriente a que cambie su expresión desencajada y aminorar el paso. Por fin llegan ambos con ella, incluso Ray que hubiera preferido detenerse al ser descubierto pero “ya para qué”, se dijo y mejor acompaña a su amigo por si acaso.

-¿Qué hacen aquí, chicos? ¿También de compras?

-Ustedes ¿van a casarse?

Pone Mat el dedo en la llaga. Lizeth se sorprende pero actúa con naturalidad. Ray no halla dónde meter la cara.

-Bueno, no lo sabemos, no lo hemos decidido todavía ¿Por qué lo preguntas? –Recuerda el anillo y se imagina lo que el chico sospecha- ¡Ah! ¿Lo dices por…? No Mati… -sonríe entre nerviosa, apenada y divertida-… No es un anillo de compromiso, sólo es, un obsequio de Isaack…

No encuentra qué más decir, no está segura si deba dar más explicaciones. Mat se siente mucho más aliviado, parece que no pasó de un susto ingente todo aquello, sin embargo aún la sombra de ese beso lo cubre.

-Usted ¿lo ama?

Lizeth se sonroja por lo directo del chico, la hace pasar saliva.

-Mat… Debes estar enterado de la relación que existe entre nosotros ¿Qué es lo que quieres, qué pretendes con esto?

Mat agacha la mirada. Se muere por decírselo, por confesarle el mágico y poderoso amor que siente por ella, pero no así, no allí. Ese momento tiene que ser especial, no ordinario, común como lo percibe ahora. Lizeth por supuesto que sospecha, peor aún, sabe, y trata de hilar algunas frases en su mente para tranquilizar a Mat. A Ray ya de plano le parece insoportable aquello, sabe que no debería estar allí en este preciso momento y no halla cómo desaparecer.

-Yo… -se esfuerza Mat, sufre, lucha contra su parte que se opone a soltarlo- …Yo siento… eh…y…

-No –lo interrumpe de golpe, justo a tiempo, pero quizá no justamente, no para él- No sigas, mijo… -a Mat no le agrada para nada cómo dice esta última palabra, lo hace sentir chico, menor, más lejano a ella- N-no se puede Mati, sencillamente no es posible… -cada aliento que emana de la hermosa boca de Lizeth remueve los cimientos del palacio donde Mat guarda su amor, sus sueños, sus esperanzas e ilusiones… tan frágil y poderoso a la vez, de todos modos se desmorona a cada palabra que oye, a cada segundo que la mira a los ojos incapaces de mentir, esta vez por desgracia… -Tienes que entender, por tu bien… Ya no sigas con esto, ya… Cuánto lo siento…

Se aleja la maestra, profundamente apenada, dolida. Su calzado resuena como un tambor dentro de la cabeza del azteca, éste se queda congelado, todavía “saboreando” el desencanto, consumiéndose muy, muy lenta, fría, pesada y dolorosamente… Ray siente el momento como una derrota, un mal sueño suyo, en verdad le duele ver a su amigo así… Entonces aparecen inoportunas las hermanas de Mat e Ignacio.

-¿Qué hacen aquí paradotes, y…?

Con una seña Ray les indica que algo anda mal. Los chavos aún se ubican a la espalda de Mat. A pesar de ignorar lo sucedido, sus hermanas lo abrazan cariñosamente y lo invitan a salir de la tienda sin importunar, esperarán a que Ray o él mismo les informen. Le llevan como a un enfermo, paso a paso. Un tema romántico, de esos que llegan al corazón suena, para colmo, “maldito lugar”, espeta Ray molesto, indignado. Por su parte, la maestra Lizeth:

-Amor ¿por qué no esperaste en la joyería? Um ¿te sientes bien? ¿Qué pasa? Dime.

-Sólo vámonos de aquí, después te explico ¿sí?

Se aleja también la pareja del momento, ella sintiéndose culpable, un tanto miserable… el amor…

Mat no pronuncia palabra regreso a casa y sus acompañantes tampoco encuentran qué decir. Tan pronto llegan al hogar de los Reyes, Mat se refugia en su habitación, se recuesta boca abajo, y, llora…

Sus hermanas y sus amigos respetan su dolor y aguardan en la estancia escuchando el relato de Ray, lamentándose.

No se sabe en qué momento se queda dormido Mat, pero se toma un breve descanso, un fugaz alejamiento de la realidad, sin embargo regresa para que la brutal realidad le restriegue en las narices su verdad, su vida. Se siente terriblemente cansado, débil. Mecánica, instintivamente se levanta, toma una libreta y una pluma, aguarda unos minutos con la vista perdida, y escribe… Un rato después sale de la habitación y se mete al baño a ducharse. Vanessa y los demás le hablan en vano, entonces se asoman al cuarto como presintiendo algo y descubren una hoja suelta de libreta sobre la cama. Dudan los chicos excepto Cameron que se acerca y lee…

“Un día parteaguas…

El cielo se ha oscurecido, el mundo se ha marchitado, las canciones son tristes, el futbol ha perdido su encanto y el amor es una enfermedad…

Estos ojos que ahora lloran, empezaron a brillar, a sonreír el día en que la bondad del Señor me permitió conocerte… Un Ángel entre mortales… Antes de ti no había nada, y ahora…

Ojalá y te borraras de mis sueños, y poder desdibujarte…

Ojalá pudiera ahogarte en un charco lleno de rosas y amor…

Ojalá se me olvidara hasta tu nombre, ahogarlo dentro del mar…

Ojalá que tu sonrisa de verano se pudiera ya borrar…

Vuelve corazón, uuh uh uh uh, vuelve a mi lado…

Vuelve corazón, no vuelve, no vuelve, no vuelve, no…

Ojalá te borraras para siempre de mi vida para no volverte a ver…

Ojalá te borraras por las noches, en el día, para no volverte a ver…

Ojalá te esfumaras de mis sueños, vida mía, para no volverte a ver…

No, ni en sueños…

¿Cómo puedo yo borrar tus ojos, vida, están grabados en mi ser?

¿Quieres de una vez por todas ya marcharte y borrarte de mi ser?

Ojalá que la lluvia me ahogue entre sus brazos para no pensar en ti.

O que pase un milagro, pase algo que me lleve hasta ti.

No, ni en sueños…


Muere aquí, hoy, así…

Matthew Reyes.

Hijo amado, hermano amado,

amigo estimado, amor no correspondido…”


Lágrimas de tristeza brotan de los verdes ojos de Cameron, provocando que los demás deseen leer la hoja. Al final de ello la frustración corre por sus venas, nadie culpa a nadie. Se preguntan qué harán ahora, cómo ayudarán a Mat a salir adelante.

-Ni siquiera el futbol podrá aliviarle el alma, o la distancia u otra chica –habla Ignacio mirando a Cameron, quisiera abrazarla, la valora ahora más tras probar la soledad de su amigo- Y pensar que se viene el último semestre, ah, diablos…

Raspa la voz. Aparece entonces Mat detrás de ellos, cubierto únicamente de la cintura hacia abajo por una toalla. Ido, en apariencia.

-¿Podrían dejarme solo? Quiero dormir.

Habla lastimosamente y sus hermanas lo vuelven a abrazar sin ser correspondidas. Cameron empieza a decirle que todo estará bien, que es un muchacho maravilloso y que pronto encontrará la bendición del amor. Pronto, los cuatro se encuentran animándolo, al principio tibiamente, después convencidos y efusivamente. No obtienen la más mínima respuesta, Mat insiste en dormir y a su pesar, lo dejan solo en la recámara. Todavía duran un largo rato en la estancia platicando de lo ocurrido, pero finalmente abandonan la casa los hermanos De la Plata, advierten que estarán al pendiente del celular por cualquier cosa que haya. Se marchan entre suspiros tanto por lo que le pasa a su amigo por lo que les provocan las chicas, incalculablemente valoradas desde este preciso día. Estas por su parte tocan a la puerta de la habitación de su hermano y ofrecen algunos alimentos y bebidas del modo más amable y cariñoso que pueden, pero nada consiguen. Mat ha puesto música, una carpeta a la que ha denominado “Pain” (dolor) imaginando que algo le provocará, ya sea hundirlo definitivamente o motivarlo a superar esta crisis. Escucha sentado en su cama el primer tema:

“Podría estarme despierto solamente para oír tu respiración, mirar tu sonrisa mientras duermes, mientras te alejas y sueñas…”

Mira un poster pegado en la puerta, se trata del Caballero Dragón, Shiryu, uno de sus ídolos.

-Tú tienes a Shunrei. Siempre estuvo a tu lado, incondicional… qué afortunado eres. Sabes, yo no tengo a nadie así, aunque supongo que ustedes hubieran deseado pasar más tiempo juntos… -después se vuelve hacia otro poster, el de Soujiro, también ídolo suyo- Y tú nunca tuviste un amor contigo, estuviste solo como yo, aunque tu vida fue mucho más dura que la mía… Dios ¿qué voy a hacer? ¿Cómo…? Dios mío, no… no…

Siente morir y vuelve a llorar desconsoladamente. Ah, Mat… pobre muchacho, su corazón eligió mal ¿cuántas veces pasa eso? ¿Cuántas veces se lleva a un nivel arriba y cuánto dolor provoca después? Su “verdugo” ha abandonado a Isaack con triviales y poco convincentes pretextos. El joven Anderson ha accedido pero tan pronto lo considere conveniente hará presencia para apoyar a su pareja. Lizeth se ha refugiado en casa, en los brazos de su sillón. Escucha música de relajación, específicamente música céltica, devora lunetas y trata de convencerse de que no tiene culpa de nada, que en todo caso el causante de todo es el mismo Matthew y piensa qué hacer de su parte para solucionarlo, para ayudarse a ambos.

En otro lado de Autlania, no muy lejos de la casa de la maestra, los sentimientos son muy contrarios a los que viven Lizeth y Mat. Javier trabaja en el puesto de comida de su familia. Está muy contento, el mediodía es espléndido y saborea todavía la victoria en Liga del sábado donde anotó un gol de cabeza. Hay algo de clientela pero todavía se pueden dar abasto él y su gente. Entonces aparece en la fonda un muchacho bien vestido, sonriendo a las personas, yendo hasta la barra a las narices del capitán granate al que se le borra la sonrisa que traía.

-¡Sólo he venido a comer! Para que no te vayas a enojar, no me quieras sacar, ey ¿no vas a correrme, o sí?

Habla Marco adelantándose a Javier que ya abría la boca.

-…Claro que no, Chino. Prefiero ponerle mucho picante a tu comida.

Sonríen ambos, quizá por primera vez en mucho tiempo.

-Se les ha agriado de un modo feo su forma de ser. Creí que los sangrones amargados éramos nosotros.

-Espero que no lo digas por mí, Marco.

-¡Alejandro! Aquí andas, no te vi hace rato ¿en el baño, verdad? No, no te apures, no lo digo por ti, me refiero a Ignacio, lo vi en la mañana y haz de cuenta que estoy platicando con este…

Estuvo a punto de decir “simio”, justo a tiempo se calla pero deja los ojos muy abiertos en seña de pena.

-¿Y dónde dejaste a tu chava? La hubieras traído… -“¿Qué pasó?” dice Marco ofendido- No, lo digo para que probara la comida de aquí, se lucen estas gentes. En buena onda.

-Seguiré tomando pedidos, en vista de que ustedes no van a comer. Sigan platicando, deben tener mucho qué decirse.

Habla irónico Javier y quizá podría decirse celoso.

-Oh, no te agüites compa, ya vamos a pedir, primero tú, te recomiendo las quekas de pollo que prepara este ca’ón, bueno ¿sí comes esas cosas, no?

-No mucho, pero si en verdad tienen tan buen sazón, hay que probar. Pero me las preparas Javi, como a todos los demás, no vayas a ponerle otras cosas.

-¡Ah eso sí! Sin mam… ¿eh, Javier? Hoy es el invitado de honor y debes tratarlo como tal. Y a mí sírveme unas enchiladas sabrosas de re chupete, mmm, nomás me acuerdo y se me hace agua la boca.

-¿Algo más? –Habla desganado Javier- A’i se hacen compañía.

Se retira y deja a los chicos platicando bastante bien, aparentemente ni uno ni otro tienen rencor o deuda alguna, parecieran dos buenos amigos. El capitán azteca lo nota y algo se mueve en su cabeza, dura algunos instantes pensativo, espera que algún coraje, algún rencor brote de adentro y le caliente la sangre, pero no, no hay nada… sólo una gran tranquilidad y esto le provoca una cálida y reconfortante sonrisa. Más tarde vuelve con los chavos con los platillos humeantes y olores suculentos. Marco, tan pronto ve la comida se le hace agua la boca y le nace en el estómago un antojo atroz, Alejandro le mira de reojo y sonríe satisfecho, se apresta a devorar sus enchiladas.

-Tráete unas aguas frescas ¿no, Javier? ¿O me las voy a pasar a brincos? Me traes una de Jamaica y acá a Chino una de lima, le va a gustar.

-¡Ah! ¿Ya le dices también “Chino” y encargas por él? ¿Qué: también le vas a pagar la cuenta?

-¡Pues si se me pega la gana, sí! A’i nomás después nos emparejamos ¿verdad?

-Sí, claro. Oye, eres un tipazo ¿eh? Neta. De saber que así la iba a pasar aquí, me hubiera venido un mes antes. Por cierto, Javi, sabes, tengo un negocio por estos rumbos y pues tengo que atenderlos, bueno, checarlos de vez en cuando, digamos un par de veces por semana y, la casa me agarra lejos, em, supongo que puedo llegar a comer aquí ¿verdad?

Javier se queda un rato callado mientras Marco lo mira expectante y Alejandro muerde gustoso una enchilada. Finalmente:

-No hay descuentos para nadie, y, a veces sin previo aviso cerramos para, hacer otras cosas, y también pues aquí está lleno frecuentemente de afición del equipo, no respondo por ellos, podrías…

-¡Gracias Javier! Sabía que podía contar contigo.

-Si, eh, de nada.

Dice entre dientes y se da la media vuelta con un sentimiento de ligero alivio, incapaz de borrar la expresión de alegría de su rostro. Marco, en cambio sabe ahora sí que es el inicio de la renovación de la amistad, del reencuentro. Aunque nadie lo ha dicho ni hecho, se sabe perdonado y con las puertas entreabiertas, suficiente para él. Siente una profunda felicidad y no lo puede disimular, entonces ataca a su quesadilla que le sabe a gloria, todo ello percibido por Alejandro que también siente alegría por ellos y continúa degustando aquel exquisito manjar.

Casi una hora después, comiendo, platicando, recordando, Marco se despide de los mexicas, de Alejandro muy fraternalmente y de Javier más seco a causa de éste pero de igual forma, ligero y fresco, nada qué ver a antes de ese día. Se marcha pasando entre las mesas con sonrisota en la cara, sube a su auto y corre veloz y feliz.

-¿Se habrá dado por vencido? ¿Por fin volveremos a ser amigos? ¿Puedo cantar victoria?

Éstas y otras reflexiones piensa en su cabeza, decide que le contará de todo lo ocurrido a Paola ahora mismo, acelera y canta feliz, su alegría es tal que pareciera haber conseguido un título.

“Me dijeron que llamaste pero ya me había ido, hoy salimos más temprano del taller…”

Canta a todo pulmón el tema “No me importa el dinero” de Julieta Venegas y los Auténticos Decadentes.

Marco ya canta victoria y hará planes junto a Paris para aprovechar este momento pero el tiro les saldrá por la culata cuando Steven, Javier y Alejandro se vean de frente ¡Saldrán chispas! ¡Esos chicos se odian! Mat se dará cuenta que aunque el amor le da la espalda, la amistad está con él; además descubriremos a Isaack y al entrenador Villanueva ¡en tremenda borrachera! No se lo pierdan, les agradará ¡Hasta la próxima!