One-shot de Naruto - Siempre a tu lado (ItachiXKonan) [terminado]

Buenas tardes. Después de un año traigo una nueva historia que quería compartir con ustedes, es una pareja que quizás la vean extraña, pero, denle una oportunidad, siempre es bueno innovar y salir de la rutina. Bueno ya no tengo nada más que decir, espero que disfruten este corto prólogo. Actualizaré una vez por semana.

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Siempre a tu lado.


Prólogo.


Uchiha Itachi era un chico de cabello negro, su ojos del mismo color, su piel era clara, tenía 16 años y estudiaba en el Konoha School. Su padre se llamaba Uchiha Fugaku; un hombre de expresión seria muy parecido a él. Su madre se llamaba Uchiha Mikoto; ella era dulce, tierna y amaba a sus dos hijos. Su hermanito Sasuke quien tenía 13 años de edad, era un niño bastante apartado de las personas, cosa que le preocupaba a su hermano mayor quien siempre trataba de que socializara con los demás.

Se caracterizaba como una persona de carácter frío… ante el mundo, pero en realidad; en el fondo, era un chico dulce y cariñoso que se preocupaba por su hermano y su familia.

El chico era un genio para todo, tanto para la escuela como para los deportes y actividades que se proponía realizar. Practicaba football soccer en su escuela; de hecho, era el capitán de su equipo, la mayoría de las chicas moría por ser correspondidas por el azabache; sin embargo, a él sólo le interesaba una chica en especial, aunque no daba a conocer sentimiento alguno por ella; su nombre era Yutaka Konan. Itachi también tenía un mejor amigo, su nombre era Shisui y era su primo.

Yutaka Konan era una chiha de piel clara, más clara que la de Itachi, su cabello era de color azulado, llevaba una flor hecha de origami (papel) en el lado derecho de su cabeza, sus ojos eran de color marrones claros, tenía 16 años e iba en el mismo grado que Itachi, sólo que en secciones diferentes. Konan sólo vivía con una tía ya que sus padres habían muerto en un accidente cuando ella era muy niña. Se destacaba muy bien en los estudios, en especial en el taller de origami, le encantaba ese arte. Ella era novia de un chico llamado Nagato, que le llevaba un año de adelanto tanto en edad como en estudios.

Ambos chicos tenían vidas diferentes, uno amaba sin ser correspondido, contemplando a diario a esa persona que tanto anhelaba. La otra tenía una pareja, pero que a pesar de ello no era feliz. Sus vidas están destinadas a ser cruzadas de una manera un tanto extraña, pero que se complementarán el uno con el otro.

Los amores verdaderos muchas veces nos llegan de donde menos nos imaginamos, ahorita estás con una persona, pero no sabes si en verdad esa es la persona con la que pasarás el resto de tu vida. En ocasiones debemos mirar más allá de nuestra realidad, y contemplaremos un mundo diferente a como lo venimos observando.

Aunque dejara de existir jamás me separaría de tu lado. Estoy ahí, mirándote desde lejos, cuidando cada uno de tus pasos, alerta a cada acontecimiento, porque cuando menos te lo imagines, saltaré como un león y pelearé por tu amor cueste lo que cueste. No más lágrimas… sólo alegría, porque siempre estaré a tu lado.​

Uchiha Itachi​

CONTINUARÁ...

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Cualquier comentario o crítica constructiva, por favor que venga sustentado, para que no caigamos en el spam.

De antemano, muchas gracias por leer. Nos vemos la siguiente semana.

 

Hola, después de tanto tiempo, (y les pido perdón por eso) traigo la continuación de esta historia, espero que el primer capitulo sea de agrado y si tienen alguna duda o critica constructiva que hacer, no duden en escribirla.

Agradecimientos: Gracias Cosette por molestarte en leer, espero te guste este capitulo.

Advertencia: Agregué un personaje que no es parte de Naruto (Mary sue, OC o como quieran llamarle) trataré de que el personaje no sobre salga mucho.

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Siempre a tu lado


Capitulo 1: Primer paso


El sol salió anunciando un nuevo día, un nuevo año, una nueva esperanza, nuevos amigos y nuevos enemigos, nuevos profesores y nuevos retos.

En una cama individual descanzaba una chica de cabellos azules, ojos marrones y piel clara, su nombre era Yutaka Konan.


—Konan-chan, baja a desayunar que se te hace tarde para ir a clases —llamaba la tía quien estaba preparando el desayuno. Kaori Yutaka era su nombre, la tía de Konan era hermana de su difunto papá, y la única que quizo quedarse con ella cuando sus padres fallecieron. Las tías de Konan de parte de su mamá no la querían por ser hija de un pobretón, o eso decían ellas.


Al escuchar la voz de su tía se levantó de inmediato, sabía que si la hacía esperar se iba a enojar. Se metió al baño para ducharse rápido, tomó el uniforme y se vistió a mil por horas, no se maquilló, ella prefería ser natural. Tomó su flor de origami y se la colocó en el cabello, ella no salía sin su amada flor. Bajó las escaleras a una velocidad increible y se sentó junto a su tía quien ya la estaba esperando en el comedor.


—Buenos días, Konan-chan —saludó con una dulce sonrisa.

—Buenos días tía Kaori —contestó también regalandole una linda sonrisa.

—Apresurate sino vas a llegar tarde —le recomendó.

—Sí.


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En un lugar no muy retirado de allí, especificamente en la mansión de los Uchiha, ya todos estaban reunidos en el comedor, desayunando y platicando sobre los partidos de futball que tendrán Itachi y su equipo. Fugaku y Mikoto estaban muy orgullosos de su hijo; en realidad de sus tres hijos: Itachi, Shise (Mary sue fuera de canon) y Sasuke el menor de sus hijos y más consentido


—¿Entonces dices que ya se están acercando los partidos regionales? —comentó su padre a modo de pregunta.

—Sí padre, comienzan dentro de dos meses, ya estamos entranando duro —explicó Itachi.

—Se que van a ganar esas regionales, ustedes son excelente jugadores —dijo su hermana Shise animándolo.

—Gracias por tu apoyo —contestó Itachi en agradecimiento.

—Bueno muchachos, ya se les hace tarde —dijo Mikoto levantándose de la mesa, por lo cual los demás hicieron lo mismo— el chofer los está esperando, espero que pasen un buen día, tu también querido —esto último lo hizo dándole un beso a su esposo.


Se montaron en el auto para irse a clases, todo el camino estuvo silencioso, cada uno iba metido en sus pensamientos, el auto hizo una parada en el semaforo. Itachi estaba mirando por la ventana cuando vio a Konan que iba de camino a la escuela, el semaforo había cambiando de señal, pero Itachi le pidió al chofer que detuviera el auto, que llamara a esa joven; el por ser un caballero no podía permitir que la chica caminara al colegio estando él cerca.


—¿Qué haces? —le preguntó Sasuke.

—Nada sólo va a llevar con nosotros a Yutaka Konan —dijo Shise con una sonrisa de picardía al estilo Uchiha.

—¿Tiene algo de malo? —preguntó su hermano mayor con un tono calmado.

—No —contestó, pero ella ya sabía que lo hacía porque le gustaba.

—¿Ustedes? —expresó la chica con sorpresa.

—Te vimos caminar hacia la escuela, así que mi hermano le pidió al chofer que se detuviera, ven entra. —le explicó la joven Uchiha, no dejando hablar a Itachi. Konan se montó en el auto quedando de frente al Uchiha mayor.

—¿Cómo estás, Uchiha? —saludó un tanto tímida.

—Bien, gracias —saludó para luego regalarle una sonrisa, cosa que sorprendió a la chica y a los hermanos de Itachi quienes estaban con la boca abierta a más no poder.


Al llegar al instituto, justo cuando se bajaban del auto se escuchó el timbrar de la cámpana anunciando el comienzo de las clases, cada uno tomó caminos diferentes para ir a sus aula. Konan iba algo apresurada cuando alguien la detuvo en el camino.


—¿Se puede saber qué hacías en la limosina de los Uchiha? ¿Acaso me quieres dejar y ligarte a Itachi por tener mucho dinero? —le reclamó con palabras irientes.

—¿Cómo puedes pensar semejante barbaridad?, es más, ¿si en verdad me quieres, cómo eres capás de hablarme así?, no te imaginas lo mucho que me duelen tus palabras —habló con una voz dolida, para luego dirigirse a su aula.

—¿Quién dijo que te quería? —susurró ya cuando la chica se alejaba, dando una sonrisa de medio lado.


Lo que él no sabía era que alguien los observaba desde lejos, esa persona vio como el discutía con su novia y no solo eso, pude leer en sus labios lo que el pelirojo había dicho en un susurro, cosa que no le había gustado a dicha persona.


—Ahora más que nunca lucharé por tu amor…

CONTINUARA.


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Actualizaré en una o dos semanas, todo depende de que tiempo tenga.

Hasta la proxima.

 

Hola acá les traigo el siguiente capitulo de esta historia.
Se que dije que actualizaría en una semana, pero la inspiración me ganó y no podía esperar tanto para publicarla.
Espero sea de su agrado y no olviden hacerme saber cualquier error.

Agradecimientos: Gracias Sakuro por leer, me alegra que te haya gustado, gracias a aquellos que leen, que aunque no dejan sus comentarios, se que están siguiendo la historia.

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Capitulo 2: Confrontando al enemigo​

La primera clase ya había pasado, tenía dos horas libres debido a que el profesor de literatura se enfermó así que decidió ir a entrenar un rato; se veía molesto, con un semblante más frío de lo normal, en sus ojos se reflejaba las ganas de querer matar a alguien, pero él era Uchiha Itachi, no podía salirse de control, debía controlarse a sí mismo; se decía tratando de calmar su enojo.


—¡Hey se te ve mal! ¿Te pasó algo? —preguntó Deidara quien venía entrando a las canchas en esos momentos.

—No es nada —contestó.

—Si tú lo dices —dijo sin insistir, sabía que cuando Itachi estaba molesto no le gustaba que lo molestaran y mucho menos que indagaran en el asunto ya que no era incumbencia de nadie.

—¿Qué haces aquí, estás libre? —preguntó para acortar la densa atmósfera.

—Sí, los martes tengo una hora libre y luego tengo taller de dibujo, pintura y escultura, este es mi día favorito —contestaba el rubio con gran emoción— vamos a entrenar tu y yo —propuso.


Itachi aceptó la propuesta de Deidara quien también era parte del equipo, a pesar de que al rubio le gustaba más el arte siempre le dedicaba un tiempo al deporte, su padre decía que el deporte era salud. Deidara iba en la misma clase que la hermana de Itachi; de hecho, le gustaba, aunque discimulaba ya que la chica tenía novio, o eso pensaba él.


Estuvieron entrenando durante una hora, hasta que Deidara tuvo que ir a su otra clase, luego se quedó él sólo, sentado en el pasto y pensando en lo que había escuchado en la mañana, ese era un asunto que le preocupaba, sabía que Nagato no era una buena persona y temía que le fuera a hacer daño a Konan. Se levantó de golpe, más molesto que nunca al pensar en en el hecho que la chica que amaba estuviera sufriendo por culpa de ese imbecil.


Se levantó del pasto para seguir entrenando cuando de repente escuchó unas voces que venían discutiendo, se sorprendió al ver a Konan con Nagato que venían en dirección a las canchas Itachi sabía que ella estaba en clases a esta hora, ¿qué hacía fuera de clases entonces?, por lo que se veía ella le venía reclamando cosas al oto joven, pero igual él también le reclamaba a ella. Itachi quería acercarse pero eso no era asunto de él. Se volteó para seguir entrenando cuando la voz del pelirrojo llamó su atención.


—Por favor no lo hagas, él no tiene nada que ver con esto —suplicaba la joven.


—Tú y yo tenemos que hablar Uchiha —le retó, cosa que molestó a Itachi— no creas que no sé que estás sonsacando a mi novia, esta mañana me fije que venía en tu limosina, ¿acaso la quieres comprar con tus lujos? —reclamó.


—No sé de que hablas —contestó de forma calmada, pero con unas inmensas ganas de golpearlo, por idiota— sólo la traje al instituto, porque iba pasando justo por donde ella venía, no podía dejarla caminar pudiendo traerla yo —explicó.


La chica estaba con la cabeza gacha, estaba muy avergonzada, cada día se decepcionaba más de ese chico, se sentía tan apaenada que no podía mirar al Uchiha, ¿qué pensará él de ella?, de seguro que ya no le iba a dirigir la palabra, eso era algo que le preocupaba y no sabía por qué.


—Además no sé que tanto reclamas, si tú te estabas besando de lo más apasionado con una chica de tu salón, ¡¿con qué pantalones me vienes a reclamar nada?! —exclamó mientras gruesas lágrimas bajan por sus rozadas mejillas, luego salió corriendo d allí.


—A mi no me engañas, se que desde hace mucho te interesa Konan —le aclaró— estoy con ella, no porque realmente la quiera, sino para hacerte arder a ti, te odio tanto Uchiha, que si pudiera en estos momentos te eliminaría. —le dijo en un tono de burla.


—Lastima que hayas perdido el tiempo en cosas que no valen la pena —le dijo para darle la espalda e irse, pero el otro dijo algo que lo molestó mucho.


—Aunque pensandolo mejor, tu hermanita está mucho más buenota que Konan, con mis dotes de galán quizás pue… —no pudo terminar la oración ya que Itachi lo había tomado por el cuello de la camisa.


—Atrévete a ponerle un dedo encima a mi hermana y no vivirás para contarlo, basura —por un momento Nagato notó que los ojos de Itachi habían cambiado a un color rojizo, cosa que le causó un poco de temor. Itachi lo soltó y el cayó al suelo —¿así que ese es tu punto debil? —dijo con una sonrisa de medio lado, después de que Itachi ya se había ido.

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La campana de la hora del almuerzo había sonado, los jovenes ya se reunían para comer. En el comedor estaban todos los amigos de Itachi, más sus dos hermanos. Sus amigos eran los del equipo: Deidara, Shisui, Tobi, Sasori, Hidan, Kisame, Kakuzu y Kimimaro; el novio de su hermana. Venía con una cara de pocos amigos que notaron todos, se sentó al lado de Sasuke quien se estaba tomando un jugo de tomate.


—Al parecer no tuviste un buen día, aniki —dijo el menor viendo como su hermano se frotaba las sienes.


—Mejor ni me hablen —sugirió.


—¿Se enteraron del último chisme? —preguntó Kimimaro ganandose la antención de todos— parece que Nagato va a terminar con Yutaka Konan, para hacerse novio de una más guapa, o eso escuché —Itachi lo miró con una cara de “idiota no sabes lo que dices”.


—No creo que ese asunto nos interese mucho, ese es un pobre diablo que no sabe respetar a la damas; conozco a muchos así —comentó Deidara mientras miraba con mala gana a Kimimaro ya que este también era un mujeriego.


—Puedes nombralos Deidara-sempai —habló Tobi con insistencia ya que él también sabía la clase de chico que era Kimimaro.


—Por respeto, no, y ya no molestes —le dijo.


—Por respeto, ¿a quién? —preguntó Hidan.


—Asdf, ya no hagan preguntas —mencionó molesto.


—Si lo dijiste fue por alguien —esta vez fue Shise la que habló.


—Ya dije, no es nada —le sonrió para luego guiñarle un ojo, por lo que la chica se sonrojó, cosa que nadie notó.


—Disimula tonto, ¿o quieres que el novio se de cuenta y te reclame? —le sugirió Sasori en voz baja ya que Kimimaro lo miró feo cuando le guiñó el ojo a su novia.


—Descuida, ella está tan enamorada de ese idiota, que a veces no se acuerda que existo —le explicó.


—¿Qué tanto cuchichean ustedes? —preguntó Kisame al rubio y al pelirrojo.


—Cosas del equipo, y no preguntes —contestó Sasori.

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Después de la vergüenza que le hizo pasar su novio, corrió hasta la azotea y allí se quedó llorando a más no poder, ¿cómo él, la persona que escogió para amar, le podía hacer tanto daño?, las lágrimas seguían bajando por su rostro, se sentía frustrada, molesta, apenada, triste y muy decepcionada, pero ya lo había pensado mucho; terminaría esa relación que tanto daño le ha hecho, de todos modos, escucho de boca de algunos chismosos que Nagato la pensaba términar.


—Sería masoquista si sigo con él —se dijo en voz alta— ya no verán más a la tonta de hace unos mínutos, sé que él estaba jugando conmigo, pero ya no permitiré que nadie más me haga daño —fueron las últimas palabras que dijo para levantarse y secarse las lágrimas. Su expresión había cambiado, su mirada ya no reflejaba dulzura, ahora era penetrante y fría.


CONTINUARÁ…

 

Hola a todos y todas, traigo el siguiente capitulo de esta historia, perdonen por tardar tanto, pero ya comencé a trabajar y a veces no me da tiempo de hacer las cosas. Espero sea de su agrado, este es más largo que los anteriores.

Gracias a todos por leer: @Victoria Uchiha

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Capitulo 3: Nada será como antes


Después de meditar en su decisión y de saltarse algunas clases, se dirigió a su casa. La caminata le sirvió para seguir pensando en lo que haría de ahora en adelante, tan sumida iba en sus pensamientos, que no se daba cuenta que detrás suyo venía alguien siguiendola desde que había salido de la escuela. Ese alguien adelantó sus pasos para alcanzarla quedando él a un lado de la chica. Konan salió de sus pensamiento al sentir un suave aroma que provenía de algo o alguien, mayor fue su sorpresa al ver a Shise Uachiha a su lado.


—¿No deberías estar en tu limosina rumba a tu casa, Uchiha? —preguntó sin animos, pero sin dejar de sentirse avergozada, de seguro su hermano le había contado lo sucedido.


—Debería, pero te vi salir, así que decidí seguirte, quería platicar contigo. —contestó en tono serio la chica.


—¿Y qué se supone que tú, una chica de la alta sociedad, querría hablar con una becada? —le dijo en tono despectivo, cosa que molestó a la joven que la acompañaba.


—A mí no me importan las clases sociales, yo soy libre de escoger mis amistades y nadie me lo va a impedir, además, ¿por qué me hablas así?, sólo intento ser amable, pero ya entendí el mensaje —contestó indignada para luego irse.


—¡No espera! —la detuvo— perdón, yo no quise hablarte así, sólo que no tuve un buen día. Se que no es excusa, que no debería pagarla con nadie y menos contigo, pero me siento muy mal —explicó casi al borde de las lágrimas.


—No sé que te haya pasado, pero, si necesitas a alguien con quien hablar aquí estoy —le contestó con una voz calmada, la cual hizo que Konan se sintiera calmada.


Shise la invitó a tomar un café y platicar de lo que le estaba pasando a la joven. Konan se dio cuenta de que quizas se estaba ganando a una amiga, cosa que nunca había tenido. Tantas veces se habían topado en los pasillos y nunca habían cruzado palabras alguna, y justamente cuando más necesitaba de alguien; allí estaba ella, la persona que menos imaginó, la niñita rica de papá y mamá, como le decían la mayoría, ya que la familia Uchiha era la familia con más poder en Japón.

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Itachi y Sasuke llegaron a su casa (mansión) el mayor había entrado primero a la casa, saludó a su madre con un beso, Sasuke hizo lo mismo. Itachi se dirigía directo a las escaleras cuando su madre lo detuvo.


—Itachi, ¿dónde está Shise? —preguntó Mikoto al notar que dos de sus hijos habían entrado, pero faltaba su hija.


—Pensé que ya había regresado, ella salió primero que nosotros —explicó el muchacho.

—Pues aquí no ha llegado —le dijo la señora Uchiha en tono de preocupación.

—De seguro salió con su noviesito —comentó el menor de los Uchiha en tono de molestia. Kimimaro no le caía bien, ni a él ni a su padre.

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Estaban tomando chocolate caliente con roles de canela en uno de los cafés más reconocidos de la ciudad, no cualquier persona iría allí. Konan estaba boquiabierta nunca había piso un sitio como ese, al principio se había negado, pues ella no tenía para pagar un café de allí, pero Shise insistió diciendo que ella la invitaba, así que un poco apenada aceptó.

Platicaron por largo rato sobre las cosas que le sucedían a la chica de pelo azul, Shise sólo la escucha. La chica lloraba con cada palabra que decía, hacía tanto tiempo que quería desahogarse con alguien, pero no encontraba a alguien en quien confiar. Terminó de contar y de sacar todo lo que llevaba por dentro, para luego dar un suspiro de cansancio.


—Es increible todo lo que me cuentas, ese chico es troglodito. Lo he visto en los pasillos, nunca me ha caído bien, se veía bastante despóta, ahora que cuentas como es, creo que no me equivoqué en juzgarlo de tal manera —expresó dando un sorbo a su chocolate.


—La verdad no sé como pude aguantar tanto —decía secandose las lágrimas.


—A mí me pasa algo así, pero no tan trágico como tu historia. —comenzó a explicar— Kimimaro Takuya es mi novio, pero es un mujeriego con toda y sus palabras, creo que entre él y Pein se han llevado a la cama a casi todas las chicas del instituto, desde hace meses que quiero cortar esta relación, pero aún no encuentro pruebas de engaño, te juró que ya no lo soporto —explicó en tono molesto y con el seño fruncido.


—Creo que no tendrás que buscar más pruebas, allí tienes una —le dijo Konan señalando hacía el parque que estaba en frente, allí estaba Kimimaro arrinconando a una chica peliroja contra un árbol para luego darle un fogozo beso.


Shise se levantó de su asiento, cruzo la calle y caminó firma hacia donde se encontraban los dos chicos; Konan se quedó en su sitio, eso era algo que Shise debía arreglar.


—Hasta que por fin puedo comprobar con mis propios ojos lo que tanta gente comenta en el instituto —habló en tono calmado. Kimimaro al escuchar esa voz se separó al instante de la chica y miró a Shise con asombro— Mejor ni te molestes en explicarme “Kimi-chan” —expresó en modo de sarcasmo ya que así le había dicho la chica— tu no vales nada, eres la peor escoria que existe en esta tierra. Ya sabía que me engañabas, sólo necesitaba verlo con mis ojos —explicó.


—No es lo que crees yo… —Shise no lo dejó seguir, le lanzó una bofetada con todas sus ganas. Cerca de allí venían Sasori y Deidara que iban a la cafetería a comprar algunos dulces, el segundo chico quedó atónito por la acción que la joven había realizado.


Con Deidara y Sasori

—A eso le llamo yo, ser una fiera —dijo Sasori, con una sonrisa de medio lado.

—¿Qué habrá pasado umh —dijo Deidara asombrado.

—No lo sé. Mira allí esta Yutaka Konan, vamos a saludarla —propuso Sasori, para luego entrar a la cafetería.


De vuelta con Shise y Kimimaro.


—Ja él te engaña porque no recibe de ti lo que yo le doy —dijo de manera descarada la chica que estaba allí— Yo sí mimo a Kimi-chan como a él le gusta, ¿verdad amor? —dijo, por lo cual Shise no se aguanto y le dijo sus verdades.


—Por favor, no seas ilusa, lo mismo que hace contigo, lo hace con otras. Me das lastima, tan joven y tan zorra, no tienes dignidad de mujer y mucho menos pudor, ¡ah! y menos un apellido como el mío, cosa que buscaba Kimimaro. Descuida te lo regalo, es todo tuyo, no me interesa andar con alguien que no valora lo que tiene. Pobre de ti, y pensar que pronto te votará como un trapo viejo al cual se cansó de usar. —dicho esto se fue dejando a los dos sin palabras.


—wuf —suspiró— hace mucho que quería hacer esto —dijo aliviada. Entró en el café donde estaban Konan, Sasori y Deidara. —Oigan, los invito a mi casa —dijo por lo cual los tres se sorprendieron, ellos pensaban que Shise llegaría hecha un mar de lágrimas, tal parece que nada hubiera pasado. Llamó a su madre para decirle que llevaría tres invitado, Konan, deidara y Sasori hicieron lo mismo, llamaro a sus padres para decirles que hirían a casa de los Uchiha.

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Al llegar a la mansión Uchiha, pasaron a la sala, donde estaba Itachi leyendo un libro. Cuando Konan vio a Itachi allí, se puso nerviosa, pues sentía mucha vergüenza con él por lo que le habá dicho su Pein, no tenía cara para verlo, pero ni modo ya estaba allí.


—¡Hola Ita! —saludó Deidara sentándose a un lado de Itachi— ¿Qué lees umh? —preguntó con curiosidad.


—Nocturna, una novela de vampiros —le contestó.


—¿Qué tal Uchiha? —saludó Sasori.

—Hola Akasuna.

—Buenas noches —saludó casi en un susurro la chica.

—Hola Konan —saludó Itachi, quien sentía un deje de felicidad al ver allí a la chica por la cual había perdido tantas horas de sueño.


—Buenas noches chicos, hace bastante que no pasaban por acá, sobre todo tú Sasori-kun —saludó Mikoto.

—Perdone Mikoto-san, estaba muy ocupado, a veces mis padres son estresantes —explicó el pelirrojo.


—¿Y tú Deidara, porque ya no habías venido? —le preguntó Mikoto al rubio. Deidara era el chico que los padres de Shise querían para ella, Fugako siempre se lo recalcaba a su esposa ya que era hijo de uno de sus mejores amigos de la infancia y de toda la vida.


—Por qué también estaba ocupado, umh “pensando en como ganarme el amor de su hija” —contestó para luego pensar.


—Hija, y ¿quién es tu amiga —preguntó Mikoto mirando a Konan. Shise le contestó diciendo:

—Ella es Yutaka Konan, estudia con Itachi. Konan ella es mamá, la madre más dulce que existe en todo el mundo —explicó Shise para darle un abrazo.


—Gusto en conocerla señora —saludó de manera tímida, cosa que no pasó desarpersivida por Itachi, quien sonrió de manera leve.


—El gusto es mío muchacha. ¿Así que estudia con mi hijo? ¿Itachi, porque nunca la has traido a la casa? —preguntó.


—Por que nunca se ha dado la oportunidad —explicó.


—Bueno pasemos al comedor, hoy tu padre no vendrá a almorzar, está con Minato en una junta muy importante en referencia a las empresas de Londrés —explicó la señora Uchiha.


Se sentaron a comer. Allí estaban aparte de los invitados, Sasuke y Sai quien a cada rato hacía comentarios vergonzosos de Itachi cosa que ya estaban molestando al mayor, Konan sonreía cada vez que Sai mencionaba algo gracioso y en ocasiones se sonrojaba con cosas como “ustedes harían una linda pareja o sus bebes saldrían muy guapos”, Deidara igual no paraba de reir, por lo cual recibió un golpe en la cabeza por parte de Itachi quien estaba apunto de explotar.

La cena terminó. Los chicos fueron al jardín a platicar un rato, ya eran las nueve así que Deidara y Sasori ya se iban por lo cual Konan aprovecharía el abentón para no irse sola. Deidara y Sasori se despidieron, pero antes de irse Deidara se acercó a Shise y le dijo:


—Nos vemos mañana —susurró en su oído por lo cual Shise abrió sus ojos a más no poder, ¿qué fue eso?, se preguntó.


Konan también se despidió de ella con un “mañana hablamos”. Itachi decidió acompañarla hasta la puerta donde se despidió de ella con un beso en la mejilla y con una sonrisa que le sorprendió a la muchacha.


—Nunca permitas que nadie te pisotee, tu vales mucho —expresó, lo cual la joven sólo atinó a decir “gracias”.


CONTINUARÁ

 

Hola , vengo con el siguiente capitulo de esta historia, no es tan largo como el anterior, pero espero lo disfruten y sea de su agrado.

Agradecimientos a : @Sakuro @VictoriaUchiha. Gracias por seguir mi fics, este capitulo va dedicado a ustedes.

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Escenas del capítulo anterior


Konan también se despidió de ella con un “mañana hablamos”. Itachi decidió acompañarla hasta la puerta donde se despidió de ella con un beso en la mejilla y con una sonrisa que le sorprendió a la muchacha.


—Nunca permitas que nadie te pisotee, tú vales mucho —expresó, lo cual la joven sólo atinó a decir “gracias”.

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Capitulo 4: un día extraño


Esa noche, fue de perros para ella, daba vuelta en su cama; realmente no podía dormir... y mañana tendría que ir a clases, pero como iba a dormir bien después de lo que Uchiha Itachi le dijo antes de irse. No podía sacar esas palabras de su mente; mucho menos la imagen del muchacho y esa sonrisa que le encrespaba la piel.


—Estoy actuando como una estúpida —se dijo para levantarse e ir a la cocina y tomar un poco de agua, necesitaba despejar su mente. Para entonces eran casi las tres de la mañana, sólo faltaban dos horas para amanecer.


Se sirvió un vaso con agua, lo tomó de una y volvió a su habitación, media hora después se quedó dormida. El despertador extrañamente había sonado a las siete de la mañana, muy tarde. Se levantó bastante alarmada, se metió al baño y se ducho de manera veloz, ni siquiera desayunó, esta sería la primera vez que llegaría tarde; efectivamente, llegó a la institución pasada las ocho y veinte, había demasiada gente en el metro. Al llegar se dirigió a su aula, pero el profesor no la dejó pasar así que tuvo que quedarse por fuera a esperar la siguiente clase. Un rato después se encontró con Sasori que venía bastante apurado.


— ¿Qué haces acá… y sola? —preguntó Sasori un tanto agitado.


—Llegué tarde, entonces Iruka-sensei no me dejó pasar, ¿y tú, por qué vienes tan agitado? —le explicó para luego, preguntar.


—Es que también llegué tarde; por ende, creo que tampoco me dejarán pasar —dijo ya más calmado—. Acompáñame a la cafetería, ¿ya desayunaste? —preguntó. Así que la invito a comer por lo cual ella le dio las gracias.


La primera clase pasó para luego seguir la segunda. Konan se dirigió al salón, no quería llegar tarde otra vez. Abrió la puerta y lo primero que vio al entrar fue a Itachi al fondo del salón escuchando música y con los ojos cerrados. No sabía qué le sucedía, desde hace varios días que se sentía nerviosa al notar la presencia del moreno. Pasó y se sentó en su puesto que estaba a dos filas de Itachi, él no notó la presencia de la chica puesto que tenía los auriculares en sus oídos.


Un rato después los estudiantes comenzaron a llegar luego apareció el profesor de Química Orochimaru, quien sacó a Itachi de su relax y luego dar comienzo a su clase. A Konan le costaba prestar atención, tenía demasiado sueño, casi que te queda dormida sin darse cuenta. Junto con terminar la clase salió rápido para el baño para lavarse la cara, a ver si así se le quitaba el sueño; sin embargo, no se había percatado de que alguien la había seguido. Al salir del baño se encontró de frente con Pein quien la miraba con una sonrisa sínica.


—Permiso —pidió de manera seca.


— ¿Cómo has estado in mí gatita? —le preguntó descaradamente.


—Realmente no me haces falta, así que no he extrañado tu presencia —le contestó de manera estoica.


— ¿Acaso ya te revolcaste con ese imbécil Uchiha Itachi?, claro, su familia es más poderosa que la mía, ju —le dijo tomándola por el brazo, por lo cual ella reaccionó soltándose y dándole una fuerte bofetada, pero él fue más rápido y la atrajo de nuevo estampándola contra la pared y tomando su cara de manera brusca— nunca más vuelvas a ponerme una mano encima porque te vas a arrepentir —le advirtió, ella optó por entrar de nuevo al baño y quedarse allí llorando de impotencia.


— ¡Estúpido, ahora lo odio más! —dijo exclamando un grito que se ahogó entre lágrimas.


Itachi quería seguir a Konan, pero no lo hizo, no quería incomodarla. Estaba preocupado, la chica no había entrado a la primera clase y de paso había salido rápido del salón, había notado también que la chica no prestaba atención a la explicación de los ejercicios que estaba desarrollando Orochimaru. Se levantó de su asiento, salió al pasillo para ver si encontraba a la chica, pero el mal humor se le subió a la cabeza cuando vio a Pein hablando con su hermana, al parecer le interrumpía el paso. Caminó hasta donde estaban ellos y se paró detrás de su hermano mirando al chico de pelo naranja de una manera amenazante.


— ¿Qué pasa? —preguntó el Uchiha a su hermana.


—Este idiota no me deja pasar, no sé si es que piensa que voy a caer con esas palabras lindas mal usadas —contestó Shise de mala gana.


—Sólo intento ser amable, cariño… —esto lo dijo acariciando su mejilla cosa que le molestó a la chica y a su hermano mayor.


—Por qué mejor no vas a ligar a otra parte, a Shise no le interesas —le habló.


—No importa, trataré de que se interese por mí —dijo para luego guiñarle el ojo a la chica, darse la vuelta e irse.


—Es un imbécil, ¿acaso cree que no sé qué tipo de persona es?, o será que de verdad es un idiota que sólo piensa con sus testículos —agregó de mala gana.


—No hace falta que digas esas palabras —sugirió el Uchiha— sólo no le hagas caso, y cuídate de él, es posible que lo haga para molestarme, ya me lo había mencionado el otro día.


—No te preocupes, lo tendré en cuenta. Por cierto, ¿has visto a Konan?, no la he visto en todo el día —preguntó a su hermano quien le dijo que había llegado tarde, pero que luego salió rápido de la segunda clase y de ahí no la volvió a ver.


— ¡Hola! ¿Qué hacen? —preguntó Deidara quien se apareció de la nada detrás de Shise, quien dio un salto ya que se había asustado por el efusivo saludo del rubio artista.


—Bien —dijeron ambos Uchiha al unísono.


— ¡Excelente! —contestó con una sonrisa— Shise, ¿puedo ir a estudiar matemáticas contigo?, no entendí bien eso de seno y coseno, me vuelvo bolas —dijo algo apenado, cosa que no era cierto, sólo quería pasar rato con la muchacha y de pasó cortejarla de manera disimulada.


—Claro, no hay problema —dijo con una sonrisa de medio lado y cruzándose de brazos— pero tu llevas la merienda —comentó de manera divertida, sabía que Deidara llevaría chocolates, era adicto a ese dulce… igual ella.


—Bien, nos vemos a la salida. Itachi, te espero en las canchas —dijo para luego irse.


— ¿De qué te ríes? —preguntó la chica.


— ¿No te das cuenta? —preguntó un tanto sorprendido.


— ¿De qué? —volvió a preguntar.


—De nada, algún día lo sabrás —le contestó para luego irse y dejarla con la duda, ella iba a detenerlo, pero luego se arrepintió; no podía ser lo que se imaginaba.


CONTINUARÁ…

 

Gracias Victoria Uchiha por Leer.

Aquí está la siguiente continuación.

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Capitulo 5: Una Cruel Verdad


Itachi iba camino a las canchas, estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta que había pasado por al lado de Konan quien se le quedó mirando de manera rara ya que había pasado por su lado y ni siquiera paró para saludarla. El joven Uchiha estaba preocupado porque no había cruzado palabra en todo el día con la chica, ¿qué le habrá pasado?, se preguntaba Itachi, ¿dónde se habrá metido?, ¿por qué saldría tan rápido del aula?, eran las preguntas que se hacía.


Llegó a las canchas encontrándose con Sasori y Deidara quienes estaban haciendo algunos ejercicios de estiramiento, el se dirigió a los vestidores para cambiarse e integrarse al entrenamiento, ya faltaba poco para los siguientes partidos y tenía que esforzarse más para poder llevar a su equipo a la victoria. Estuvieron entrenando hasta las seis, Itachi, Deidara y Sasori estaban esperando a Shise y a Konan que probablemente vendría con ella, cuando dos chicos y una chica hicieron acto de presencia.


—Valla, valla, miren quienes están aquí; los sabelotodo —dijo Kimimaro sin importarle que Itachi estaba con ellos.


—Itachi, ¿cuándo llegará el día que llame tu atención? —decía la chica pelirroja mientras le pasaba las manos por el cuello al moreno, quien no hallaba como quitársela de encima.


—No te hagas ilusiones bombón, a él ya le gusta una que no te llega ni a los tobillos, ya que tú tienes clase y ella no —comentaba Pein para hacer molestar a Itachi.


— ¿Qué sabes tú de clase si eres una deshonra para tu familia? —contestó Itachi molesto terminándose de quitar a esa chica pegajosa.


—Ja, si tus padres supieran la clase de tipejo que eres, de seguro te enviarían a una correccional en Suiza, ni siquiera estás a nuestra altura —esto lo dijo Sasori, quien era hijo de una familia muy prestigiosa.


—Te crees mucho porque tus papis casi son de la alta alcurnia, pero poco me importa tu opinión —espetó de mala gana— mejor vámonos, no soporto a estos tres.


—Lo mismo pensamos de ustedes, baka-Pein, Kimi-baka —dijo Deidara sacando su lengua a modo de burla, por lo cual se ganó una mirada asesina de Pein y de Kimimaro, la chica Akane sólo se reía por las cosas que decía el rubio.


Los tres jóvenes se fueron y ellos seguían allí parados esperando a las chicas, Sasori no entendía porque las mujeres se tardaban tanto, a veces es difícil entenderlas, por eso no tenía novia, se sentía bien siendo libre. Cinco minutos después las chicas llegaron, se fueron hasta la mansión de los Uchiha, pero antes pasaron a comprar algunos chocolates. Itachi, Sasori y Konan como eran del mismo año, se quedaron en la biblioteca estudiando para un examen de química que tenían, a pesar de Konan también era del mismo año; no era de la misma aula, pero los profesores eran los mismos. Shise y Deidara se fueron a la habitación de la misma a estudiar matemáticas, pero con la condición de que la puesta de su habitación estuviera abierta, cosa que le extraño a la chica.

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Por otro lado, Sasuke y Naruto estaban en casa de Hinata quien era la novia de Naruto, la joven Hyuga los invito a comer roles de canela con chocolate caliente, a su mamá le quedaban deliciosos los roles de canela.

El motivo de esa invitación era para que Sasuke y Sakura se encontraran, la chica estaba enamorada de Sasuke, pero se le hacía difícil entablar pláticas con el menor de los Uchiha; por lo tanto, Hinata y Naruto planearon esta merienda para que ellos se conocieran más.


—Sasuke-teme, —llamó el rubio— ¿qué piensas de Sakura-chan? —preguntó mientras le daba una mordidita al rol de canela.


— ¿Qué pienso de qué? —preguntó Sasuke sin importancia mientras le daba un sorbo a la taza de chocolate.


—Tonto, que si te interesa, si te parece linda, si te mueve el piso —dijo Naruto un poco fastidiado.


—Sí es linda, pero ni me interesa ni me mueve el piso, lo siento, pero ella no me gusta —le aclaró a Naruto quien quedó con la boca abierta a más no poder— pero si hay una chica que me interesa… es Karin, tu prima —culminó, dejando a un Naruto sorprendido.


— ¿Mi prima Karin?, pero si ella es tan pegajosa, tan chillona y pesada, además es demasiado superficial, ni siquiera hacen linda pareja —terminó de comentar.


—Lamento que mi respuesta no sea de tu agrado —dijo para luego levantarse e irse, le había molestado la manera en que Naruto se había expresado de su prima. El no tenía la culpa de haberse enamorado de Karin, había algo en la chica que le atraía; y no era su color de pelo.


—No te vayas Sasuke, discúlpame es que esa respuesta me sorprendió —se disculpó Naruto.


—De igual forma, ya debo irme, mi madre me espera —se despidió para luego encontrase con Sakura quien venía agitada y con un pastel de chocolate en la mano— Hola Sakura —saludo para luego salir y tomar un taxi.


— ¿Por qué se va Sasuke-kun? —preguntó Sakura un tanto decepcionada.


—Se molestó por algo que dije. Sakura, al parecer a Sasuke le gusta Karin, me lo dijo hace poco —comentó Naruto, sabiendo que la chica se pondría triste, a ella no sólo le gustaba Sasuke, ella amaba a Sasuke; no puede ser que su amor no sea correspondido. Una lágrima rodó por sus mejillas, dejo el pastel y se fue de nuevo a su casa, más que triste se sentía frustrada. Naruto y Hinata no querían que saliera así ya que había comenzado a llover, pero la muchacha necesitaba estar sola.


Caminó por las solitarias calles mientras la lluvia comenzaba a hacerse más fuerte, las lágrimas se confundían con la lluvia, le dolía tanto que el amor de su vida quisiera a otra, pero más le dolía el saber que el chico gustaba de la chica que más la odiaba a ella; Karin Uzumaki, una chica malvada, déspota, pegajosa (como decía su primo Naruto), calculadora y sobre todo mentirosa y envidiosa. Karín siempre trataba de ponerla en ridículo delante de Sasuke y como era una con mejores notas en el salón siempre intentaba hacer grupo con el Uchiha; no podía negar que hacían un buen equipo, ¿qué oportunidad tendría ella?... ninguna. Siguió llorando durante todo el camino hacía su casa, por suerte sus padres no estaban, entró y se dirigió hasta su habitación, se metió al baño y se ducho para luego salir y acostarse, allí en su cama no pudo evitar que las lágrimas volvieran a salir y así se quedó dormida.


A veces el amor podría llegar a ser tan cruel, pero si amas, debes dejar ir a esa persona. En otras ocasiones la vida te llega a sorprender tanto que luego te recompensa todo el sufrimiento que has tenido por su causa, sólo se debe ser paciente y saber esperar, se debe ser fuerte y valiente para poder lograr las cosas y con mucho esfuerzo y dedicación algún día las podrás obtener, nada más déjale espacio al tiempo y te sorprenderá lo que podrás llegar a ver.

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En la casa de Hinata.


—Me dio mucha pena Sakura, no puedo dejar de pensar en lo que habrá sentido cuando le dijiste todo eso, ella es mi amiga y no me gusta verla sufrir… tenía tantas esperanzas en que quizás Sasuke se fijara en ella —hablaba Hinata con un semblante de tristeza en su rostro.


—Lo sé Hina-chan, pero ya nosotros no podemos hacer más, hicimos lo que estuvo a nuestro alcance, Sasuke fue claro y nosotros debemos respetar su decisión, dattebayo —le explicó a su novia para darle un abrazo y un suave beso.

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En la mansión Uchiha


Itachi y Konan seguían estudiando en la biblioteca, Sasori tuvo que irse ya que sus padres lo estaban llamando para decirle algo importante. La sirvienta entró y les dejó una galletas con té verde; el favorito de Itachi. Konan se sentía algo nerviosa, la verdad es que le perturbaba en demasía la presencia de ese moreno, sin querer se le quedó mirando: sus largas pestañas, su piel blanca; se notaba su suavidad, sus labios finos; por un momento pensó en morderlos, pero se gritó mentalmente, ¿cómo es que tenía pensamientos de ese tipo con Uchiha Itachi?, estaba muy sonrojada, tanto que quería salir corriendo… por suerte Itachi no notó la mirada de la chica. Konan se levantó dispuesta a irse, pero Itachi la detuvo.


— ¿Qué pasa? ¿Para dónde vas? —preguntó Itachi un poco extrañado por la reacción de la joven.


—Necesito irme, hay cosas que debo hacer en casa —hablaba muy nerviosa cosa que notó el Uchiha.


—Está lloviendo muy fuerte, no te puedes ir así. ¿Además por qué estás tan sonrojada? —preguntó con una sonrisa picara por lo cual la chica abrió los ojos por el nerviosismos. Benditos nervios, ¿por qué la traicionaban en estos momentos?


+++++++++En otro lado de la mansión+++++++++++


— ¿Tú crees que lo pueda hacer bien el día del examen?, ¡las matemática alteran mis nervios, eso causa que me dé más hambre y haga locuras de las cuales me arrepienta umh! —decía Deidara quien estaba algo nervioso y emocionado, también estaba algo inseguro, él quería decirle a la chica lo que sentía, pero no se atrevía temía que la joven lo rechazara o peor aun… acabar su amistad, eso sería catastrófico, ahí si colapsaría.


—Jajajajaja, eres bastante exagerado, rubio —le dijo, cosa que sorprendió al joven, nunca había visto a Shise sonreír así.


—No te rías, no es exageración, además estoy en un dilema… me gusta alguien y no sé cómo decirle lo que siento —ups, eso se le había salido, Shise no tenía porque saberlo, de seguro sospecharía de él, según Sasori; era algo obvio avece— yo y mi bocota —susurró.

— ¿Ah sí? —de cierto modo la chica se sentía molesta y no sabía por qué— ¿y se puede saber quién te gusta Deidara? —preguntó en tono de molestia, levantándose de la silla y dirigiéndose a la ventana.


—Pues… —No pudo terminar de hablar ya que todo quedó en tinieblas, al parecer es un apagón— ven bajemos a la sala, de seguro Itachi y Konan también están abajo.


+++++En la biblioteca+++++


—Vamos, parece que es un apagón —sugirió la chica.


—No me has contestado a mi pregunta —por Dios Itachi a veces era demasiado insistente. El chico la haló y la atrajo hacia él en un abrazo para luego hablarle al oído— hay muchas cosas que no sabes, pero que necesito que sepas —terminó de decir para luego juntar sus labios con los de ella, ahora si Konan abrió los ojos a más no poder, ¿era cierto lo que estaba pasando?, pero su ensoñación no duró mucho ya que Deidara entró sin avisar, por suerte no los había visto ya que todo estaba oscuro...


CONTINUARÁ…

 

Hola a todos, aquí traigo el siguiente capitulo, perdonen la demora, pero he estado muy ocupada y sin tiempo para escribir. u.u

Agradecimientos a: @Victoria Uchiha y @Monokuma

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Escenas del Capitulo Anterior


—Vamos, parece que es un apagón —sugirió la chica.


—No me has contestado a mi pregunta —por Dios Itachi a veces era demasiado insistente. El chico la haló y la atrajo hacia él en un abrazo para luego hablarle al oído— hay muchas cosas que no sabes, pero que necesito que sepas —terminó de decir para luego juntar sus labios con los de ella, ahora si Konan abrió los ojos a más no poder, ¿era cierto lo que estaba pasando?, pero su ensoñación no duró mucho ya que Deidara entró sin avisar, por suerte no los había visto ya que todo estaba oscuro...



Capitulo 6: Noche Lluviosa, historias de terror, y bromas.


Después de ser interrumpidos, salieron de la biblioteca, Konan; quien se la estaban comiendo los nervios por lo que había pasado, no sabía si lanzarse a la lluvia o quedarse allí… jamás imaginó que Uchiha Itachi sería capaz de hacer semejante cosa; ¿acaso quería burlarse de ella?, fue el primer pensamiento que se le vino a la mente.


La lluvia no paraba y la luz nada que volvía, los jóvenes seguían en la sala, cada uno en sus pensamientos, hasta que Deidara decidió romper el silencio, se estaba hartando de tanta tranquilidad, de hecho, él no podía estar un momento tranquilo, era muy inquieto, escandaloso y con un carácter explosivo.


— ¿Por qué no hacemos algo divertido?, tanta calma me desespera —sugirió desde su asiento.


— ¿Qué sugieres Picazo? —comentó Sasuke para hacerlo molestar, consiguiendo su cometido ya que Deidara bufó con molestia.


— ¿Por qué me llamas así, cacatúa?, yo soy mejor que Picazo —inquirió con una sonrisa prepotente.


—Ey, ni se les ocurra pelearse en estos momentos —advirtió Itachi siendo el mayor de los presentes— Deidara, no se a que te refieres con hacer algo divertido, sin luz eso es imposible —comento el Uchiha.


—Comadreja, ustedes los Uchiha no saben de diversión —le dijo con una sonrisa de medio lado, mientras que los mencionados del clan hacían una mueca de disgusto. (Por cierto, comadreja es lo que significa el nombre de Itachi).


— ¿Y tú te las sabes todas bakadara? —esta vez fue Shise quien habló.


—Ya dije que no quiero peleas, mejor esperemos a que esto pase y listo —volvió a comentar Itachi.


Siguieron sentados, por fin el rubio pudo calmarse y ahora platicaba con Konan de cosas que le había sucedido cuando era niño, otras sobre su hermano y otras de Itachi, cosa que no le hacía gracia al Uchiha. Sasuke y Shise estaban utilizando el teléfono, que por suerte tenían carga, ambos sonreían mientras miraban el aparato, cosa que les extrañó a los demás.


****Conversación de Sasuke y Shise****

— ¿Qué te parece si le damos algo de diversión a tu noviecito?

—El no es mi novio.

—Pues lo parece —sonrió

—Como sea, ¿qué se te ocurre?

—Darle un susto en el que no le quedarán más ganas de mencionar nuestro apellido.

—Bien, en el ático hay cosas que nos pueden servir, pero sin luz no podremos conseguirlas.

—No hace falta ir al ático, aquí tengo todo lo necesario —sonrío con malicia

— ¿A qué te refieres?

—La cocinera nos ayudará. Le contaremos la historia de la chica que murió en la cocina, esa que nos contaba Itachi cuando éramos pequeños. El muy tonto es asustadizo al igual que el dobe de Naruto —comentó sonriendo.

—Está bien, pero pásale un mensaje a su teléfono, porque si vas podrían sospechar.


****Fin de la conversación****


— ¡Oigan! ¿Se puede saber qué hacen, al parecer se están divirtiendo Uh? —Preguntó el rubio de manera inocente sin percatarse que estaban planeando algo en su contra.


—Nada que te interese —contestó Sasuke en tono frío.


—Eres un odioso Uchiha, por eso no tienes novia —comentó el rubio con mala gana.


—Oigan, yo debo regresar a mi casa, aunque sea en taxi —habló Konan preocupada.


— ¿Si quieres puedo llamar a tu casa y avisar que te quedarás por la lluvia?, de hecho es imposible salir así —sugirió Shise, por lo que Konan hizo un gesto de negación.


— ¿Quedarme aquí?, no creo que pueda —dijo para luego lanzarle una mirada a Itachi. Eso de quedarse en casa del Uchiha no estaba bien, y menos después de lo que pasó, ella no podía mirarlo a los ojos, estaba avergonzada… y eso que no fue ella la que hizo tal acto.


—Dormirás en mi habitación, mi cama es grande, cabemos las dos —comentó la Uchiha.


—Está bien —suspiró con pesadez. Por lo cual Itachi sonrió disimuladamente.


—Oye, todo está lista —susurró Sasuke en el oído de su hermana.


—Bien —sonrió de medio lado.


Volvieron a sentarse en el sofá, pero esta vez a escuchar la historia que iba a contar Sasuke, todos estaban a la expectativa, menos Itachi quien se sabía la historia de memoria, pues la había inventado cuando tenía tan sólo trece años. A medida que la historia avanzaba el ambiente iba cambiando, el escenario era perfecto, los truenos, la lluvia, los relámpagos y centellas. Cada vez que se escuchaba un relámpago, se alumbraba la casa; casualmente en la cocina. La historia iba casi a la mitad, Sasuke tenía razón, Deidara era asustadizo para estas cosas como su hermanito Naruto, de vez en cuando el rubio miraba hacia la cocina, pero en una de esas veces que miró un relámpago cayó y alumbró el lugar dejando ver una figura o sombra que al alumbrar de nuevo no se vio; el chico tragó grueso y volvió la vista hacia el Uchiha que seguía en su labor de relatar la historia de terror, que para Deidara se estaba haciendo realidad.


—Oigan, eso es… sólo un mito, ¿verdad? —decía el chico artista casi que en un susurro.


—No, Namikaze, esto es real —comentó Sasuke con total seriedad— de hecho, la mujer que asesinaron en la cocina, era la esposa del hermano de nuestro bisabuelo, ya ves que está casa es muy antigua —le explicó, mientras retenía las ganas de reírse, por la cara que puso el muchacho.


Sasuke continuó con la historia, ya faltaba poco para que terminara. Shise sonreía al ver la cara de espanto que tenía el joven rubio. Konan también estaba asustada, y pensar que tenía que pasar la noche en esa casa; según ella, esto parecía una historia de terror, donde todos desaparecen y ella se queda sola a expectativas de lo que pueda suceder. Volvió a tronar y junto con el trueno vino el relámpago que alumbró de nuevo a la cocina alumbrando la sombra de una mujer que al parecer tenía un vestido y un cuchillo en su mano, Deidara abrió los ojos a más no poder y se levantó de golpe.


—¡¿Vieron eso?! ¡Era una mujer, y tenía un cuchillo en su mano, la muerta viene por nosotros uh! —gritaba Deidara quien estaba aterrado por lo que había visto.


—No seas ridículo, allí no hay ninguna mujer —comentó Itachi casi al borde de la risa, nada de esa historia era cierto.


—La vi dos veces, estaba allí, justo en el mismo sitio donde la había visto la primera vez —explicó el joven Namikaze, hecho un mar de nervios.


—Deidara, no pudiste ver nada porque nada de esa historia es cierto, esa historia se la contaba yo a Sasuke y Shise para que me dejaran de molestar; yo la inventé, y ellos lo saben —le explicó Itachi, pero de pronto se escuchó la estruendosa risa de Sasuke y Shise quien tuvieron que sentarse debido a la intensidad de la risa.


—Oye, viste que los Uchiha si sabemos divertirnos —afirmó el menor con prepotencia, ante la mirada confundida de su hermano mayor y del rubio artista. En eso llegó la luz, pero ya era tarde, casi las doce de la media noche.


—Todo fue planeado, por mí y mi hermanito, queríamos darte una lección por haber dicho que eras aburridos, es por eso que a los Uchiha no se debe retar, y menos en su territorio, Dei-da-ra —aclaró Shise con una sonrisa de medio lado.


—No lo puedo creer —decía molesto, mientras se levantaba y se colocaba en frente de la chica quien no se inmutó por la cercanía del muchacho— los Namikaze también nos sabemos defender, U-chi-ha —esto último lo dijo mirando a la chica a los ojos para luego tomar el rostro de la Uchiha y acortar la distancia con un beso, Shise cerró los ojos de golpe, Konan abrió la boca por la impresión e Itachi sólo suspiró de cansancio— me largo, tomaré un taxi —y dicho esto salió sin importarle el díluvio que estaba cayendo allá afuera.


—Oye, reacciona —decía Konan moviendo a la chica que seguía parada sin pesatañar.

—¿Cómo pudo? —decía para luego sentarse de sopetón.

—Le gustas, eso todo el mundo lo sabe. Que tengan buenas noches —le dijo Itachi para luego despedirse.

—Igual —dijo Konan sin mirarlo— descuida, que no fuiste la única, a mí me pasó lo mismo hoy, pero te contaré mañana, ahora vamos a dormir, estoy super cansanda —sugirió la chica del origami, pero eso era mentira que iría a dormir, con el beso que le dio Itachi, eso era imposible; relamente no sabía como iba a actuar delante de él ahora.


CONTINUARÁ…

 

Saludos. traigo la continuación de esta historia. Espero perdonen mi tardanza, la verdad no había podido sacar tiempo.
Espero les guste el capitulo, es bastante largo.
Gracias por leer @DANY me alegra que te guste la historia.
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Capitulo 7: Confesiones y decepciones


El resto de la noche continuo lloviendo, de hecho aún en la mañana seguía los truenos y relámpagos, por lo que dedujeron que no habría clases. Konan había llamado a su tía Kaori para visarle que no iba a llegar por la intensidad de la lluvia; su amiga le ofreció quedarse en su casa. Ella fue la primera en despertar, se asomó por la ventana y observó el mal tiempo que había: el cielo estaba de un oscuro intenso, las gruesas gotas de lluvia pegaban contra la ventana, y los truenos no se hacían esperar, era imposible regresar a su casa así. El recuerdo de la noche anterior llegó a sus pensamientos, trayendo consigo un leve sonrojo, sentía vergüenza, no sabía cómo iba a mirar a Uchiha Itachi de ahora en adelante, no sabía cómo actuar; lo que sí sabía era que los nervios se la iban a comer si se encontraba frente a frente con el causante de dicho sentimiento ¿Se estaría enamorando de él? ¿O sólo era una simple ilusión?, preguntas como estás se hacía la joven quien de inmediato entra al baño para darse una ducha de agua calienta ya que hacía mucho frío.


—Ese beso tampoco me desagradó —expresó en un susurro mientras se tocaba los labios.


— ¿Qué dijiste? —Preguntó la joven Uchiha quien iba entrando al baño, por lo cual la chica de cabello azul dio un leve respingo ya que se había asustado por la presencia de la chica de cabello negro.


—Nada, sólo decía que está haciendo mucho frío —dijo para disimular.


—Sí —dijo para luego suspirar de cansancio— ven bajemos a desayunar —le propuso.


— ¿Qué?, eh está bien —le dijo. Hay no, ¿qué haría?, de seguro Itachi estará allí, ¿cómo reaccionaría ante su presencia?— aunque la verdad no tengo mucha hambre —expresó para ver si se podía zafar de la situación, pero el grujir de su estómago la delató.


—Sí claro, ven —dijo la joven para luego rodar los ojos— que no te de vergüenza, ¿somos compañeras no es así?


—Sí.


Luego de arreglarse salieron de la habitación, bajaron las escaleras y llegaron al comedor. Los nervios de Konan bajaron al darse cuenta que el Uchiha no estaba en esa mesa. Saludaron a Mikoto, a Fugaku y a Sasuke quien venía entrando al comedor, mientras bostezaba.


— ¿Dónde está Itachi? —preguntó Sasuke quien le dio un sorbo a su jugo de naranja.


—No ha despertado, de seguro pasó mala noche —contestó el mayor de los Uchiha.


— ¿Qué tal dormiste Konan? —preguntó Mikoto con una sonrisa.


—Muy bien, gracias por preguntar Mikoto-san —contentó con amabilidad. Mikoto le recordaba a su madre, tan dulce y preocupada, lástima que el cruel destino se encargó de arrebatársela.


—Que bueno, espero te quedes para el almuerzo, hoy cocinaré pollo con salsa de champiñones —le invitó por lo cual la joven se sorprendió.


—No creo que pueda, mi tía me está esperando —dijo con nerviosismos.


—Umh, bueno, pero si la lluvia continúa no te podrás ir así.

Terminaron el desayuno y se dirigieron nuevamente hasta la habitación de Shise. Una vez adentro la Uchiha encendió el ordenaron y entraron al facebook, donde encontraron una foto de Pein con una chica donde salían bastantes acaramelados. Konan se levantó de donde estaba y se paró al lado de la ventana para contemplar la lluvia, se sentía molesta, ¿por qué él si tenía derecho de ser feliz y ella no?, ¿por qué la seguía molestando e insultado como la hizo la vez pasada? ¿Acaso la odiaba, por qué?, una lágrima de amargura rodó por sus pálidas mejillas, mientras su seño se fruncía poco a poco. Shise se acercó a ella para ver como estaba.


—Lo siento, no sabía que una foto de él sería la primera pagina de mi face —se disculpó algo apenada.


—No te preocupes, sólo me molesta su cinismo. El otro día me insultó, me trató muy mal, realmente no entiendo qué quiere de mí, a veces pienso que sólo jugó conmigo —expresó con un deje de tristeza.


—Escucha, de seguro que la persona que realmente te merece y me refiero a tu alma gemela, debe andar por ahí muy cerca —y esto lo dijo refiriéndose a su hermano, ella sabía que Itachi estaba enamorado de Konan desde hace tiempo, aunque él no lo admitiera delante de él.


—Pues… creo que tienes razón —esta vez sonrió al ver pasar a Itachi quien se dirigía hacia abajo.


—Al parecer está escampando, si quieres le digo al chofer que te lleve, así aprovecho y resuelvo un asunto —comentó para luego fruncir el seño.


— ¿Qué asunto? —indagó la chica.


—Te contaré luego.


Bajaron de nuevo. Konan de despidió de la Señora Uchiha quien la invitó a almorzar el domingo, Itachi no estaba por todo es, hasta salieron y lo encontraron sentado en un escalón de la entrada. Miró a Konan de pies a cabezo, para luego sonreír de lado y decirle un “nos vemos mañana en el instituto”, esa acción se le hizo rara a la hermana del joven, pero decidió ignorar dicha acción, ella ya tenía otra cosa importante que hacer. Salieron de la mansión, llegaron primero a casa de Konan y de allí se dirigió a la mansión Namikaze la cual no estaba muy lejos de allí. Al llegar bajó rápido para que no le cayeran las finas gotas de agua que quedaban de la torrente lluvia de la noche anterior. Llegó a la entrada de la mansión, tocó el timbre y esperó a que le abrieran. El ama de llaves la hizo pasar a la sala mientras llamaba a la señora de la casa. No pasó mucho tiempo cuando una señora elegante de cabellos rojos y largos, piel acanelada y ojos purpuras entró a la sala saludando con una cálida sonrisa, hacía bastante que aquella joven no los visitaba.


— ¡Shise-chan!, que gusto verte. ¿Qué te trae por aquí ttebane? —preguntó emocionada la mujer.


—primero a saludar, también me da gusto verla Kushina-san, y segundo porque necesito hablar de un asunto con Deidara —le explicó.


— ¡No me digas que ya son novios ttebane! —exclamó emocionada con estrellitas en los ojos, por lo que la chica abrió los ojos de sobremanera.


—No… no, no, es sólo que quiero preguntarle algunas cosas —aclaró, algo apenada.


—Ah… está en la biblioteca, pasa, tú ya sabes el camino. La verdad es que no sé cuando me darán una noticia tan grata como esa —dijo algo cansada para luego irse.

Shise sonrió, la verdad es que Kushina Namikaze era igualita a su hijo menor, Naruto, o al revés. Era una señora muy amable, mucho más dulce que su mamá, pero con un carácter bastante aterrador, el cual heredó su amigo rubio, quien no se salvaría de las preguntas que la Uchiha pensaba hacerle. ¿Qué le pasaba? ¿Cómo pudo atreverse a semejante cosa? ¿Se suponía que era mi amigo? Entró al pasillo encontrándose con la biblioteca de frente, se acercó y tocó, espero y luego escuchó la voz de su amigo el cual le indicaba que pasara. Al entrar a la biblioteca vio al rubio parado frente a la ventana, él aún no se había percatado de que era ella, pero no tardó mucho en darse cuenta cuando escucho la joven de la joven que lo saludaba con un “hola”. Volteó casi en cámara lenta para encontrarse con los oscuros ojos de la chica que lo miraban desde la puerta, tragó grueso para luego preguntar:


— ¿Q…qué haces aquí uh? —preguntó nervioso.


—No sé por qué preguntas, supongo que conoces la respuesta —contestó con un semblante más serio de lo normal— ¿Por qué?, ¿acaso intentas jugar conmigo?, ¿o sólo lo hiciste por orgullo?


Esas preguntas dejaron frío a Deidara, él sabía la respuesta exacta, pero no sabía si responder, temía perder la amistad de la joven, de hecho antes de que Shise se hiciera novia de Kimimaro él se le iba a declarar, pero este se adelantó. Debía pensar bien lo que iba a decir, para él esto no era un juego, tampoco lo hizo por orgullo, era como una declaración, sólo que no sabía cómo decirle lo que sentía.


—El que calla otorga, supongo que ni siquiera sabes porque lo hiciste, debo deducir entonces que fue un impulso nada más, te sentías humillado y lo hiciste para no ser el único avergonzado en la sala —indagó muy molesta, quería una respuesta y al parecer no era la que se imaginaba, por desgracia.


Ahí está de nuevo, quería gritarle que no era así, que en realidad la quería, pero las palabras no salían, maldita cobardía, ¿qué le pasaba?, la chica se estaba yendo y él no tenía las pelotas para decirle la verdad, ¡muévete idiota! Gritó una voz dentro de él, pero su cuerpo no respondía, hasta que detuvo a la chica con una voz casi inaudible.


—No es así, no es como piensas. Sí soy orgulloso, a veces llego a ser algo estúpido, pero jamás jugaría contigo, tampoco usaría la venganza para humillarte, me conoces, no soy así —comenzó, ya no había vuelta atrás, tenía que decirle la vedad.


— ¿Y entonces?


—Una vez conocí a un chico, que gustaba de una chica muy linda, ese chico era tan tímido que no se atrevía a confesarle lo que sentía, un día el chico tomó el valor de ir a decirle a la joven lo mucho que la quería y lo especial que era para él, pero cuando llegó al lugar donde estaba la chica, otro joven se había adelantado, la chica ya se había hecho novia de ese joven, que no era una buena persona, era un don Juan que sólo buscaba a la princesa por interés, los meses pasaron y ese chico veía desde lejos como el otro joven de malos sentimientos andaba con la chica que él amaba, pero no sólo eso, ese chico andaba con otras chicas, pero mi amigo no podía decirle a la chica que amaba porque quizás ella no iba a creerle y así pasó el tiempo, pero ese chico se hartó de amar a escondidas, él no va a permitir que venga otro lobo disfrazado de oveja a robarse a caperucita, nunca más. ¿Entendiste?, o te lo explicó de manera kinestesica.


—T… tú… te enamoraste de mí… desde antes que fuera novia de…. El idiota de Kimimaro —dijo sorprendida.


—Eso fue lo que dije. Mi único miedo era que dejaras nuestra amistad de lado por tal motivo, me dolería mucho tu indiferencia —expresó para luego bajar la cabeza.


—Realmente eres un tonto, como permitiste que terminara siendo novia de ese imbécil —dijo molesta— ¡Tú!, también me gustabas y sólo hice para ver si te daban celos, pero nada, continuaste con tu vida. —le reclamó y salió de allí como alma que lleva el diablo.


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Por otro lado. Sasuke, Naruto, Hinata, Shikamaru, Ino, Gaara, Sakura, Sai estaban en el centro comercial, se habían dispuesto a ver una película, pero primero comerían unos helados, así que caminaron hacia la Ice Cream, que era la nueva heladería del centro comercial, se sentaron y pidieron sus helados, platicaban amenamente hasta una chica pelirroja de estatura media, anteojos, usa una ropa bastante provocativa y con una sonrisa altiva, su nombre era Karin Uzumaki, prima de Naruto por parte de su mamá, Karin era una chica, odiosa, gritona y hasta altanera, odiaba a las personas que no eran de su misma clase social, las humillaba y les hacía sentir muy mal.


—Hola Primito —saludó a Naruto con un abrazo y un beso, quien le desagradó un poco el gesto. A pesar de ser como es, Karin quería mucho a sus primos y a su tía— hola Sasuke-kun —saludó de manera melosa al joven Uchiha, quien saludó de manera seca.


— ¿Qué hace por aquí Karin? —preguntó Naruto, quien miró de reojo a sus amigos, los cuales no pasaban a la pelirroja a excepción de Hinata que era amable con todos.


—Fui a visitar a la tía Kushina, a ti y a Dei, pero ella me dijo que tu no estabas, así que me dijo que estabas acá y decidí venir —sonrió con astucia, porque así era ella, una chica muy astuta, ella sabía que Sasuke siempre andaba con Naruto para todos lados porque era su mejor amigo. A Karin le gustaba Sasuke desde que entraron al instituto, hace un año.


—Te hubieras quedado a descansar en tu casa, no haces falta aquí —esta vez comentó Gaara a quien le irritaba la presencia de la pelirroja por ser escandalosa, pegajosa y tener un humor de perros.


—Gaarita querido, yo hago lo que me plazca y voy a donde me plazca, así que no te metas en mis cosas, mapache amargado. —contestó de manera ofensiva.


—Por ese motivo no te soporto. Naruto, si esta señorita va a entrar al cine con nosotros, avísame para regresarme a casa —advirtió el pelirrojo. Naruto estaba entre la espada y la pared, si le hacía el feo a su prima, de seguro esta le diría a su madre entonces Kushina se enojaría muchísimo y lo castigaría, pero si despreciaba sus amigos por ella, entonces sus amigos de seguro se molestarían con ella.


—Chicos mejor dejamos la película para otra ocasión —comentó desanimado. Por lo cual el resto miró feo a Karin, incluyendo a Sasuke.


—Se que no soy bienvenida entre ustedes, pero como quiero mucho a mi primito, me iré, así que no hace falta que se vallan. Nos vemos Naru-chan, me debes una invitación. —Se despidió con un abrazo de primo, no sin antes voltear hacia Sasuke y despedirse de él con un beso, que tomó al Uchiha por sorpresa— Nos vemos Uchiha-kun —dijo esto último para luego guiñarle un ojo.


— ¿No te desagrada ese beso?, de seguro y viene envenenado —expresó Sai con disgusto.

—Que va si hasta le gustó —dijo Naruto con Picardía.


—No molesten —dijo de manera seca, para luego mirar a Sakura quien tenía un semblante de tristeza.


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Pasó el día y la noche y llegó el día sábado, la señora Uchiha estaba un poco atareada, necesitaba organizar todo para mañana, su cuñado llegaría en la mañana. Itachi iba bajando las escaleras mientras veía a su madre que caminaba de un lado al otro, tría un florero un poco pesado, el cual el mismo le quito de las manos y lo colocó en su sitio.


—Madre, debes hacer las cosas con calma, la casa está bien, y la comida; tú eres experta en eso —le dijo tomándola de la mano para sentarse en el sofá.


—Es que mañana viene Madara con su nueva esposa, y no me gustaría que algo saliera mal, además también invité a Konan-chan —esto sorprendió a Itachi, al parecer su madre se había encariñado con ella.


— ¿Konan?, de igual forma, ya no te agites, todo está bien. —acotó.


—Ita, a ti te interesa esa chica cierto —preguntó su madre acariciando su cabeza, cosa que hacía relajar al muchacho.


— ¿Por qué me lo preguntas?


—Por qué soy tu madre, te conozco cada gesto, cada movimiento, se cuando estas de buenas o de malas, también se cuando sufres o amas —le explicó dulcemente.


— ¿Ella te ha caído muy bien cierto?


—Jovencito no evadas mi pregunta con otra y contesta —amenazó Mikoto por lo cual Itachi sonrió de medio lado.


—Sí… pero ella no está interesada en mí —dijo con desdén.


— ¿Estás seguro?, si no luchas por lo que amas jamás obtendrás eso tan preciado, ¿o prefieres que una bestia te arrebate lo que es para ti? —interrogó.


—Tienes mucha razón, aprovecharé al máximo el día de mañana —dijo para levantarse.


—Que bueno, por cierto, he notado un poco rara a tu hermana, ¿no te ha comentado nada? —preguntó la señora.


—No, pero puedo imaginar lo que tiene. Está pasando por el mismo síndrome que yo, pero un poco diferente —contestó de manera divertida, por lo cual su madre también sonrió.


Volvió a subir las escaleras hacia su habitación, entró en ella, tomó su teléfono y marcó el número de Konan, la invitaría un rato a la plaza de las palomas.


—Hola

—Hola, te habla Itachi —saludo. Lo que no sabía era que la chica había quedado helada al escuchar la voz del muchacho.


—H…hola, ¿qué se te ofrece? —preguntó con nerviosismos.


—Te llamaba para invitarte un rato a dar una vuelta —una sonrisa de medio lado se dibujó en su rostro al imaginar la cara de la chica.


—Ah… ¿estás seguro que no te equivocaste de número?


—Claro que no, tú eres Konan y es a ti a quien estoy invitando —aclaro. La joven no se lo podía creer.


—Eeeh, está bien, acepto.


—Bien, pasó por ti a las 4:30 PM. —Le dijo para luego colgar— Pein, cuídate del león porque comenzó a rugir —susurró para sonreír con malicia al acordarse del chico de los pelos naranja.


CONTINUARÁ…

 

Saludos, traigo el siguiente capitulo de esta historia, espero les guste.
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Aclaraciones: hay nuevos personajes, que pertenecen a la serie de Naruto.

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Capitulo 7: La cita. ¿El es Madara?


Estaba tendida en su cama de larga a largo, mirando hacia el techo y procesando lo que el Uchiha le había dicho, ¿una cita?, porque eso donde lo pongan es una cita. Se levantó de golpe y comenzó a caminar de un lado al otro. Ahora venía la pregunta del millón, ¿qué usaría?, a decir verdad no tenía mucha ropa bonita. Comenzó a buscar en su closet, sacó una falda de color crema y una blusa manga corta de color negro, un poco holgada en las mangas. Entró al baño y se ducho; allí estuvo casi cuarentaicinco minutos pensando en cómo actuaría frente al sexy moreno. Salió de la tina, secó su cabello y comenzó a vestirse, luego se colocó como cansado sus All Star de color negro. Esta vez llevaba el cabello suelte que llegaba no más debajo de sus pulmones, se maquilló de una manera sencilla que consistía en polvo, rubor, una sombra clara y un color rosa pálido en sus labios, luego se colocó un perfume suave y por último su rosa de origami, pero que olía a lirios. Miró su reloj, eran las cuatro y diez. Tomó su mochila y bajo a la sala, se sentó en uno de los sofás a esperar. Ahora que caía en cuenta, él había dicho que pasaría por ella, pero Itachi no sabía donde vivía… ¿o sí?, ella nunca le había dado la dirección y tampoco la había llevado a su casa; ah, pero estaba su chofer, de seguro le pediría la dirección a él a su hermana… por cierto, ¿Cómo le habrá ido con los Namikaze?


Tan sumida estaba en sus pensamientos que no escuchó la primera vez que sonó el timbre, volvieron a tocar y esta vez sí escuchó, salió de sus pensamientos y se dirigió a la puerta, pero lo que vio la dejó con la boca abierta y con un sonrojo intenso. Era Uchiha Itachi quien vestía con un jean negro medio ajustado, una franela blanca pegada y una chaqueta de cuero negra; no sólo eso, de él se desprendía un aroma delicioso o eso pensó la chica quien no podía mover si un musculo debido a su impresión. El chico llamó su atención y esta bajó la cabeza.


— ¿Nos vamos? —preguntó con una sonrisa de medio lado.

—Eh… sí, voy por mi abrigo —dijo para luego subir las escaleras y bajar con mucha prisa.


Salieron hasta la acera, pero Konan se quedó perpleja cuando vio el auto negro frente a sus narices. Nunca había estado a solas con alguien y menos en un objeto como ese… “el Uchiha podría hacer lo que quisiera allí adentro, y nadie la escucharía”, fueron sus locos pensamientos. Itachi abrió la puerta del copiloto para ella entrara, luego rodeo el auto para entrar y encender el auto, para luego comenzar a conducir.


De vez en cuando miraba de reojo a la chica, cosa que lo hacía sonreír de manera lasciva, no podía negar que hoy estaba más hermosa que nunca, casi que sus emociones lo traicionan cuando la vio, pero no podía mostrar ese lado pervertido de él, no por ahora, pensó mientras una sonrisa de medio lado se formó en su rostro. Siguió conduciendo hasta un parque donde se veía la abundancia de los cerezos, sus pastos verdes, bancas y muchas familias disfrutando del bello paisaje; este parque queda en las afueras de Kioto, tardaron casi una hora en llegar. Itachi bajó del auto, lo rodeo y le abrió la puerta a la chica y le extendió su mano para que bajara de él. Konan quedó sorprendida por el hermoso paisaje que sus ojos veían, parecía un Edén. Caminaron por un sendero rodeado de cerezos, cada uno iba metido en sus pensamientos hasta que el chico decidió hablar.


—No te lo dije antes, pero, estás muy hermosa, Konan —expresó el moreno esta vez con una cálida sonrisa, cosa que hizo sonrojar a la chica.


—Gracias… también te ves bien —dijo un poco cohibida.


—Gracias —sonrió de medio lado— te traje a este lugar porque necesitamos aclarar un asunto, ¿no crees? —habló sin rodeos.


—Lo sé —susurró la chica.

Hubo un corto silencio el cual se rompió cuando Itachi le pidió a la Yutaka que se sentara en una de las bancas; acto que él imitó. Itachi la miraba con el semblante serio con el que miraba a todo el mundo, sin dejar esa paz y relajación que mostraba en todo momento, tomó la mano de la chica, acto que le sorprendió mucho a la joven, luego se acercó un poco más a ella.


—No quiero que pienses que estoy jugando contigo, lo que siento por ti en sincero —le explicó.


—Habiendo tantas chicas hermosas que mueren por una sonrisa tuya, ¿por qué a mí?, yo que tengo tantos problemas, y ni siquiera soy de tu estatus social —decía sin mirarlo.


—Konan, tú me gustas desde hace mucho tiempo. Me gustaste desde que te vi llegar a mi salón de clases, pero mi orgullo no me permitía aceptar la realidad y por un tiempo te perdí al verte de novia con ese cretino de Pein, pero ahora no permitiré que otra persona te arrebate de mi lado. Eres el amor de mi vida, aunque nunca habíamos entablado alguna conversación, siempre te veía desde lejos, contemplando tu belleza y tu dulzura, tu hermosa sonrisa que me hacía sonreír a mí —confesó.


La chica estaba con los ojos abiertos a más no poder, tenía que procesar todas esas palabras, ¿en verdad era Uchiha Itachi?, nunca imaginó que él, el chico más serio y antisocial del salón le esté declarando su amor, pero más se sorprendió al sentir la humedad y calidez de los labios del chico sobre los suyos. Un poco más y se infarta.


—No voy a pedirte que seas mi novia, no todavía. Sé que aún no superas lo que te hizo Pein, pero cuando estés lista ahí estaré para ti —le dijo. Sin embargo ella no podía articular palabra alguna, pero tomó el valor y también le dijo.


—No te voy a negar que me duele la traición de Pein, pero en mí está naciendo otro sentimiento, tú también me gustas Itachi, pero aún no estoy preparada para otra relación. Gracias por todo, gracias por esperarme, eres lo contrario a lo que piensan de ti en el instituto —le dijo.


—Lo que piensen de mí el resto del instituto me vale, sólo me interesa lo que tu pienses de mí —sonrío.


—Sólo espero que tu club de fans no se enteren de tus sentimientos hacia mí, sino seré devorada por ellas —comento para luego reír.


—Descuida yo te protegeré de esas devoradoras —también dio una pequeña risita— ven vamos a comprar dangos, son mis favoritos —sugirió, para luego tomar su mano y caminar, esto lo hizo inconscientemente, la chica se había sonrojado a más no poder.


Y así pasaron el reto de la tarde, comiendo dangos, caminando por el parque, platicando de sus gustos y de lo que no les gusta, cada vez se conocían un poco más y se daban cuenta que tenía muchas cosas en común. Itachi le comentó que su madre la apreciaba mucho, que era muy afortunada porque no todas las chicas o chicas que se acercaban a sus hijos o hija le caían bien, por lo que Konan sonrió con halago al saber que su futura suegra la apreciaba. Después de ese paseo Itachi la dejó en su casa, se despidieron con un beso en la mejilla y el Uchiha le dijo que pasaría mañana por ella a las siete treinta para lo de la cena que iba a haber en su caso, por lo cual ella asintió.


Subió hasta su habitación, al parecer su tía tendría guardia el día de hoy, ya la casa está sola. Entró a su cuarto tomó una relajante ducha y se acostó, estaba tan cansada que al poner la cabeza en su almohada se quedó dormida de una vez.

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Se levantó muy temprano, hizo los quehaceres del hogar, el desayuno para ella y para su tía quien de seguro llegaría cansada del hospital. Abrieron la puerta de la sala anunciando que llegaban, Konan salió de la cocina a recibir a su tía Kaori con un cálido abrazo. Luego caminaron hasta la cocina y ella le sirvió una taza de café y se sentaron a platicar.


—Tía, deberías comer algo —le sugirió.


—No te preocupes hija, comí hace tres horas en la cafetería del hospital —le dijo— pero cuéntame, ¿cómo te fue en tu cita? —le preguntó con picardía.


—Muy bien, Itachi es muy lindo… en todos los aspectos —sonrió mientras se acordaba de todo los que había pasado esa tarde— está enamorado de mí —le comentó.


—Eso es genial, ese chico es de muy buena familia y no parece patán, como el noviecito ese que tenía —le dijo con molestia al acordarse de Pein— pero, ¿a ti te gusta?


—Sí, pero aun no estoy preparada para otra relación, él dijo que me esperaría hasta que estuviera lista —le dijo.


—Eso habla muy bien de él. Bueno hija, voy a recostarme estoy cansadísima —le comentó.


—Espera tía. La mamá de Itachi me invitó a una cena que habrá en su casa por motivo de la llega de un tío de Itachi, ¿puedo ir? —le comentó para luego pedir permiso.


—Claro mi niña, sólo no llegues tan tarde, tienes permiso hasta la media noche cenicienta —le dijo sonriendo para luego darle un beso en la mejilla e irse.


—Gracias hada madrina —sonrió.

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En casa de los Uchiha


— ¡Sasuke! —Llamó algo alterada— ¿dónde está tu hermana? —preguntó alterada Mikoto quien traía los nervios de punta.


—Que voy a saber yo, mamá, no soy su niñero. Debe estar en la biblioteca o que se yo —contestó mientras se comía un rojo y jugoso tomate, su favorito.


—No me contestes así jovencito —le reclamó.


— ¿Para qué me buscabas, madre? —preguntó la chica, quien no se había aparecido ya que conocía el humor de su madre cada vez que Madara se aparecía por acá con sus conquistas.


— ¿Qué busco?, que me ayudes por favor, por Dios, ¿qué le pasa a mis hijos, acaso el amor no los deja bajar de esa nube? —comentó algo cansada para luego sentarse en el sofá.

—Madre, estás exagerando, mírate ni siquiera has ido a arreglarte, todo está bien, los cocineros ya se están encargando de la cena, la casa está más que arreglada, todo está listo, sólo faltas tú. Deja la presión, porque te alteras tú y nos alteramos todos, casi haces que Sasuke se ahogue con una semilla de tomate —comentó con una sonrisa de medio lado, por lo cual recibió una mirada asesina de su hermano menor.


—Lo mismo le dije ayer, pero creo que se le olvidó —esta vez habló Itachi quien venía de la biblioteca y traía un papel en la mano— Ototo-baka, Naruto te envió esto —le dijo a su hermano quien lo miró feo por lo que había dicho. Tomó el papel y subió a su habitación.


—Mikoto, amor, mira quien está aquí —anunció Fugaku quien iba entrando desde la puerta principal. Mikoto palideció, ante aquella voz, ya no había que hacer, sólo esperaba que todo estuviera bien y en su lugar. Itachi y Shise se levantaron y ayudaron a levantar a su madre quien ya no tenía fuerzas.


—Cuñado, que gusto verte, hace tanto que no venías por aquí —comentó la morena con una sonrisa.


—Mikoto, también me da gusto verte, ya les echaba de menos a mi familia. Itachi, ¿eres tú?, valla si ya eres todo un hombre. Shise, estoy más que sorprendido, has crecido desde la última vez —comentó sorprendido de ver a sus sobrinos para luego darles un abrazo.


—Tío, también nos alegra verte —saludo Itachi.


—Cómo están mis primos Shisui y Obito —preguntó Shise.


—Ah, están muy bien, vienen ahí —señaló a dos jóvenes de cabello corto, pero muy parecidos, uno con semblante serio, ese era Shisui y el otro con una sonrisa de oreja a oreja, ese era Obito.


—Hola tío Fugaku, Tía Mikoto, me alegra mucho verlos. Hola primos —saludaron los chicos. Tobi u Obito vivía en Tokio, por eso no se sorprendía de ver sus tíos y primo, pero Shisui vivía en Londres con su padre, su tío Izuna y sus primos Kagami Uchiha y Setsuma Uchiha, quienes no pudieron venir por razones de trabajo de Izuna.


—Hola —dijeron Itachi y Shise al unísono.


—Fugaku, aquí falta uno —no terminó de hablar cuando vio a Sasuke bajar por las escaleras.


—Hola tío Madara, ¿qué tal Shisui? —saludo.


—Hola —saludo Shisui con una sonrisa.


—Sasuke has crecido mucho, si hasta te pareces a mí —sonreía orgulloso, y hasta cierto punto, Madara y Sasuke se parecían, más que todo en lo orgullosos.


—Umh —expresó.


—Pero que mal educado soy, miren ella es Mei Terumi, mi esposa —presentó a la mujer quien no había mencionado palabra alguna hasta ahora. Era pelirroja de piel clara, ojos verdes, lucía un vestido azul escotado que hacía resaltar sus voluptuosos pechos, en apariencia era muy elegante.


—Gusto en conocerte Mei-san —saludó Mikoto de manera cortes, lo mismo hicieron Fugaku y sus hijos.


—Igualmente —sonrió un tanto prepotente, cosa que no le agrado a Mikoto.


Después de conversar un rato, Madara y su esposa se fueron a descansar, lo mismo hizo Shisui. Mikoto también estaba cansada así que también fue a recostarse. Las horas pasaron volando, ya todos se estaban arreglando.


Itachi salió a buscar a Konan, quien lucía un lindo vestido color azulado. El joven cada día se sorprendía con la belleza de la joven, era esplendida, sin duda una obra de arte; como diría su amigo Deidara.


Llegó las siete de la noche, en la mansión de los Uchiha, la familia estaba reunida: Fugaku, Mikoto, Madara su esposa Mei, Sasuke, Tobi, Shisui molestando a su prima Shise, Itachi y su amiga Konan, aunque Shisui decía que eran novios. Sonó el timbre de la casa, era la familia Namikaze quien iba llegando: Minato, Kushina, Deidara y Naruto. Mikoto sólo los invitó a ellos por ser los más allegados.


Los Namikaze al entrar saludaron a todo mundo. Minato se sentó a conversar con Fugaku y Madara, Kushina con Mikoto y Mei, la esposa de Madara, Naruto, con Sasuke, Itachi y los Primos de Shisui, a Deidara no le quedó de otra que incluirse en la conversación puesto que la Uchiha lo ignoraba, claro no por eso dejo de saludar cortésmente a Konan y Shise quienes platicaban desde que la Yutaka llegó; de vez en cuando Itachi y ella se lanzaban miraditas de complicidad, y eso era algo que Mikoto notaba muy bien, por lo que hoy estaba más feliz que nunca.


—Mikoto, ¿qué piensas de una relación entre mi Dei y Shise? —pregunto Kushina mientras le daba un sorbo a su copa de vino tinto.


—Pues que la apruebo totalmente, Dei-kun es como un hijo para mí, pero creo que mi hija aun tiene al noviecito ese que me desagrada —comentó con mala gana.


—No, según le escuche a Naru-chan ellos ya terminaron —le aclaró.


—Shise no me ha comentado nada, quizás está molesta. Aunque me alegra la noticia —comentó.


—¿Tu hijo Deidara es el de cabello largo, cierto? —Preguntó Mei la esposa de Madara quien no se había metido en la conversación hasta ahora— pues sí, hacen una linda pareja —miró a ambos chicos.


—Quien no me agrada en la amiguita de Itachi-kun, a leguas se ve que no es de nuestra clase —habló en tono de discriminación, acto que no les gustó ni Mikoto ni a Kushina.


—La clase social no tiene nada que ver en el amor —comentó Mikoto molesta.


—Tu hijo merece algo mejor, tengo una sobrina muy parecida a mí, que por cierto llega mañana, su nombre es Harumi Terumi, ella tiene mucha clase y es muy elegante —comentó con orgullo, esa mujer ya les estaba cayendo mal.


—Puede tener mucha clase, pero si Itachi no la ama, de nada sirve tener esas cualidades —espeto Kushina muy molesta.


—De igual forma, Mikoto espero no te moleste que se quede aquí —le soltó Mei.


—No tengo problema en ello —contesto. Se avecinan problemas. Esos fueron sus pensamientos.


CONTINUARA…


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Izuna Uchiha: es el hermano de Madara, sale en el manga

Mei Tarima: es la Mizukage

Shisui Uchiha: aparece en el manga

Kagami Uchiha: es primo de Itachi, el sale en el anime

Setsuna Uchiha: es prima de Itachi sale en el anime