Long-fic de Naruto - Una niñera o ¿Algo más? [NeTen]

Ola! mil disculpas! me he perdido una vez mas, he querido traerles la conti desde antes, pero han sucedido muchas cosas, recuerdan que entre a la universidad? pues no me pude inscribir por razones económicas, y ahora trabajo. Es muy pesado, pero la paga es buena :D

ahora despues de tantas cosas mias, la conti!:

Capitulo 9​

Neji

—Estoy tan enamorado, no puedo dejar de pensar en ella, ah… mi amada Tenten—pronuncio una voz masculina a mis espaldas

—¿Qué quieres Lee? —pronuncie ignorando su anterior comentario.

—Aun no se te quita lo amargado, sabes—bufo el pelinegro tomando asiento en uno de los sillones que adornaba mi oficina—. ¿Ya sabes que harás para navidad?

—Si, estaré con Amaya y Tenten—respondí sin dejar de revisar los papeles que tenía en manos.

Una sonrisa llena de morbo surco el rostro de mi fiel amigo.

—Si no vas nada lento—susurro, le lance una mirada asesina—. Vi-vine a traerte esto para que lo firmes ¿Te molesta si paso la navidad con ustedes?

—Sabes que eres bienvenido en mi casa.

— ¿Puedo llevar a mi novia?

—Eso es asunto tuyo.

Firme los documentos que me entrego dejándolos caer sobre el escritorio. Frote mis sienes y recargue sobre mi silla.

Las inocentes palabras de Amaya no dejaban de retumbar en mi cabeza, ¡¿Cómo que una madre?! Y más ella…

Solté un largo suspiro.

—Ya suéltalo—pidió mi amigo sin rodeos.

—¿De que hablas?

Él me vio con una cara que reflejaba obviedad, claro él más que nadie me conocía a la perfección no tenia caso quedarme callado, por algo era mi mejor amigo.

—Es Amaya y su regalo de navidad.

—¿No sabes que darle? —interrogo arqueando la ceja.

Negué con la cabeza.

—Es lo que me pidió.

—¿Pues que te pidió?

—Una mamá…

Soltó una enorme carcajada que me molesto.

—¿Piensa que se venden por internet o en un supermercado?

—Eso no es lo peor—intervine —. Adivina ¿A quien me pidió?

Vi como iba preguntarme “¿A quien?” cuando cerro la boca de golpe y una sonrisa picara recorrió sus labios. Eso era clara señal de que sabia a que me refería.

—Exacto, me pidió a Tenten.

—¿Me llamaba señor Hyuga? —cuestiono una dulce voz al pie de la puerta.

Lee y yo nos petrificamos al instante, esa voz era de la mismísima ¡Tenten! ¿Qué hacía ahí? ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? ¿Había escuchado nuestra conversación? Como en pocas veces no supe que hacer o decir. Volteamos con dificultad a la puerta encontrándola a ella y a mi pequeña.

—¿Qué hacen aquí?

—Vinimos a visitarte papi—pronuncio mi pequeña.

—Este no es lugar para eso—dije secamente. Mi cerebro se había bloqueado y no supe reaccionar de otra manera.

—Discúlpela señor Hyuga, sólo veníamos por algo que ella dejo aquí hace tiempo y que es muy importante—intervino mi ángel—. En un momento nos retiraremos.

Amaya entro en mi oficina directo al lugar donde siempre guardaba las hojas y crayones con que dibujaba cuando la llevaba al trabajo. Urgo en sus cosas, cuando encontró lo que buscaba lo metió en un bolsillo de su vestido.

Regreso a donde Tenten sujetándola de la mano y se marcharon.

La oficina quedo en silencio hasta minutos más tarde sonó el teléfono.

***​

Tenten

Que hubieran niños brabucones no nos hacia mucha gracia a ninguna y menos saber que habían raptado a las niñas, si se enterara Neji me mataría.

Nos levantamos de nuestro asiento y caminamos hasta los juegos. Efectivamente tal como lo describió Kei unos niños molestaban a los que intentaban acercarse a los juegos, lo irónico o gracioso hasta cierto punto era que estaban disfrazados de piratas y portaban espadas de plástico.

Reían orgullosos de intimidar a los demás pequeños.

Las niñas permanecían atadas en lo alto de un juego que simulaba un castillo al que se ascendía mediante unos gruesos escalones de madera que conectaban a un puente colgante que se mecía de un lado a otro, después se debía atravesar por una serie de túneles con pequeños orificios simulando ventanas, posteriormente habían otras escaleras al subir por ellas se llegaba a donde estaban la niñas, para bajar había una gran resbaladilla.

También había otro juego con forma de un barco pirata, otro de un dragón, todos llenos de escalones, resbaladillas, columpios y toboganes.

—Ya llegue niños—pronuncio Kei agitado de correr.

—Llegaste justo a tiempo para patearles el trasero, toma una espada de ahí—señalo Aoi a un bote donde se encontraban varias espadas y otras armas de plástico, justo a un lado había un gran cofre con varios disfraces y sombreros que podía tomar para jugar.

Ahora entendía porque esos niños vestían de piratas.

El pequeño Uchiha tomo una espada con una sonrisa arrogante, igualita a la de su padre.

—¿Por qué traen esos ridículos sombreros Akira y Yoshiro? —cuestiono Kei apenado.

—¿Qué tiene de malo? —intervinieron Taro y Kita al unísono.

—¡Ustedes tienen todo el traje completo! ¿De que se supone que están vestidos?

—De príncipes por supuesto, si ellos son piratas hay que ser los príncipes—respondieron ambos.

Su respuesta fue muy lógica y aceptable, por lo que finalmente todos los niños terminaron vestidos como príncipes y sus respectivas madres no tardaron en sacar sus cámaras y tomar fotos.

—¿No deberíamos intervenir? —cuestiono Hinata preocupada sin dejar de tomar fotos.

—Es un asunto entre niños, deja que lo resuelvan y disfruta del momento intervendremos a menos que se pongan feo las cosas—respondió Temari confiada.

Kumiko se alejo de su mama en dirección al cofre, al llamarla Sakura dijo que también quería disfrazarse; se puso un vestido ampón y una corona de princesa. La Haruno le hizo una sesión fotográfica exclusiva a ella.

Los demás pequeños subieron por los escalones de madera empuñando sus espadas. A lo lejos se escucho la voz del líder de los piratas ordenándole a su tripulación atacar a los pequeños héroes.

***​

Neji

Estar en la oficina sólo me estresaba más, termine todos mis pendientes, así que me retire a mi casa donde me encerré en mi habitación ¿Y si en lugar de regalarle a Tenten como mamá le regalaba una foto de ella? Eso podría servir ¿No? Me sentí un hombre realmente estúpido al nivel de Naruto. Las ideas que rondaban mi cabeza eran por demás tontas.

Me puse serio a pensar ¿Cómo podía darle tanta importancia al capricho de mi hija? Y más como con tanta seriedad pensaba en Tenten, desde que la conocí la bautice como un ángel, ese era su pseudónimo, yo era el único que lo conocía.

¿Por qué con ella sonreía y veía todo de un color distinto? Mi corazón latía aceleradamente con sólo oír su voz o un simple murmullo, su inigualable sonrisa era mi sol, sus orbes marrones me hechizaban, no podía negarme a ella y de una u otra forma siempre estaba presente en mi vida ¿Cómo había ocurrido eso? No tenia idea de como empezó y si era posible pararlo, aunque en realidad no quería detener nada.

Sonreí como un mocoso enamorado, ocultaba mis ojos tras mi brazo derecho, definitivamente estaba enamorado, como un niño de quince años, como un estúpido y sí, la quería sólo para mí. Y Amaya con lo de su regalo me dio el permiso para intentar algo con ella.

Pero… ¿Y ella? ¿Qué sentía por mí? Necesitaba saberlo, el miedo no me dejaba en paz, me aterraba perderla por una imprudencia.

Tocaron a mi puerta, la pequeña voz que escuche hizo me levantara de la cama donde me encontraba recostado.

—¿Qué sucede princesa? —interrogue al abrir la puerta.

—Papi, ya llegamos y ¿Adivina que? me pregunto ilusionada, sus ojitos brillaban.

La observe esperando a que continuara hablando y ella entendió.

—Invite a mis primos a pasar la navidad con nosotros y también a mis nuevos amigos y a sus papás—me comunico—. ¿No te molesta verdad?

Levante la vista buscando a Tenten y una explicación.

—Lo siento señor, en el centro comercial nos encontramos a Hinata, Ino, Sakura y las demás chicas; estuvimos con ellos en el campamento de la escuela de Amaya—me explico—. Esto ocurrió por un descuido mío, pero no se preocupe les hablare para explicarles adecuadamente.

Negué con la cabeza.

—Esta bien, así déjalo. Mientras más gente mejor.

Ambas me sonrieron contentas, y agradecieron tantas veces como les fue posible hasta que se quedaron sin saliva y sin voz.

—señor, María me pidió que le preguntara por la cena ¿Quiere que me encargue de ella?

—Si no te molesta—le respondí amablemente, nada me agradaría más que eso.

Ella asintió.

***​

Tenten

El rescate de los “príncipes” fue todo un éxito. Ver un espectáculo así fue divertido no sólo para nosotras, sino para todos los presentes. Después de que los niños derrotaron a los piratas y rescataron a las damiselas en peligro bajaron de los juegos, sin embargo los niños que causaron el problema fueron a llorar con sus padres que molestos vinieron a reclamar.

Esos niños no iban con sus madres, sólo con sus padres que daban una imagen agresiva y temeraria.

—¿Quiénes te molestaron hijo? —pregunto un señor robusto y con barba crecida.

—Fueron esos niños papá—señalo el pequeño apuntando a nuestros pequeños.

El hombre se encamino a ellos con una sonrisa siniestra haciendo retroceder a todos a su paso. En el camino se le interpuso Sakura sorprendiendo a propios y extraños.

—Quítese señora sino quiere salir lastimada, les enseñare una lección a esos mocosos—pronuncio molesto.

Sakura le sonrió amablemente por no decir cínicamente.

—Lo siento mucho señor, pero esos mocosos son mis hijos y no puedo permitir que los toque—respondió la Haruno—. Y creo que eso de salir lastimado lo debo decir yo.

El hombre frunció el seño aun más, era obvio que no le gustaba ser desafiado. Las chicas y yo suspiramos, pobre hombre no sabía lo que le esperaba si insistía.

El hombre intento sujetarla y quitarla del camino, mi amiga de orbes jade fue más rápida y fuerte, en unos segundos ya lo había arrojado contra el piso aboyándolo. Ella sacudía sus manos con una enorme sonrisa.

—No por nada fui una niñera de clase S—pronuncio orgullosa. De su bolsa saco un cheque que le extendió al encargado del local pagando los daños.

Los demás que acompañaban a ese hombre salieron con sus hijos despavoridos. Los señores del establecimiento le agradecieron darle una lección a ese hombre, pues ya les había causado varios problemas.

—No Ino, yo puedo preparar eso, mejor encárgate de…—ahora discutía con mis amigas por teléfono sobre la ya tan ansiada Navidad—. Es cierto, Hinata puede encargarse de eso.

Teníamos que planear una cena estupenda ya faltaban escasos tres días y aun no había nada listo. No concordábamos muy bien.

—Esta bien, entonces mañana nos vemos después de que deje a Amaya en el kínder ¿Y Karin si podrá? Es genial que haya conseguido que alguien la cubra.

Colgué el teléfono. Ya había llevado a Amaya al kínder ahora estaba sola en la mansión. Neji trabajaba y arreglaba asuntos pendientes.

Voltee a mi buro encontrando un sobre blanco. Lo observe unos momentos y lo tome entre mis manos, ya no podía seguir así, sentía que lo estaba traicionando.

—Kidomaro…—solté después de un profundo suspiro.

Él se encontraba de viaje, y no sabia cuando regresaría y después de la última pelea que tuvimos ni él me busco ni yo a él. Una relación así nunca funcionaria.

Baje las escaleras encontrándome con el chofer.

—¿Va a salir señorita? —me pregunto amablemente, ya que el era encargado de llevarme y traerme de cualquier lado por ordenes del Hyuga.

—Sólo un rato, pero no te preocupes no tardare. Te hablare si te necesito—le indique.

Llamé un taxi, abordándolo en cuanto llego. Le indique la dirección a donde me dirigía.

Y ahí estaba, de pie frente a la fría puerta blanca de su departamento. Metí la mano en mi bolsillo estrujando el sobre blanco, debía estar totalmente segura de lo que iba a hacer, ya que no habría marcha atrás.

Tome la carta y la desarrugue metiéndola por debajo de la puerta. Después de todo eso era lo correcto, mi corazón latía por alguien más, ya se había perdido el encanto con Kidomaro y lo mejor era aceptarlo y terminar con esa situación que no hacia otra cosa que lastimarme y confundirme.

Me di la vuelta y salí a toda prisa de ese edificio, no tenia más que hacer en ese lugar. Emprendí una caminata a mi departamento tenia tanto tiempo sin visitarlo como de no ver a Kidomaro.

Metí la llave en la puerta. Al entrar mi pie piso algo, era una carta acompañada de una flor ya marchita. Inmediatamente supe de quien era, no la abrí mucho menos leí, no tenia valor para hacerlo.

El polvo estaba presente en todo y algunos insectos también. ¡La limpieza era urgente!

***​

Neji

Los días habían transcurrido tan rápido, Navidad, esa palabra nunca me emociono tanto como esa vez.

Mi princesa se despertó tan temprano que me sorprendió, cantaba y bailaba por doquier, le ganaba a un perico. Regularmente la hubiera callado al poco tiempo, ese día lo deje pasar, era un día especial.

Nos sentamos a la mesa en cuanto mi ángel termino de preparar la comida.

—¡Es tan emocionante! Será mi primera navidad decente—exclamo mi pequeña abriendo sus bracitos.

—Me alegra que estés emocionada, pero debes comer o no tendrás energía suficiente para el resto del día—añadió Tenten—.Y usted también señor Hyuga, no ha tocado su plato.

Me sorprendí un poco, estaba tan embobado viéndola que no preste atención a la comida.

Como Tenten se estaba haciendo cargo de la comida y lo que necesitábamos, les di el día libre a todos mis empleados. Incluidos a María la cocinera que tantas veces me había pedido el día para visitar a su familia. Y como no tenía ni quería a otra cocinera de último momento nunca la dejaba ir.

Tenten se levanto de su asiento en cuanto termino, ya que tenía que terminar los preparativos y entre ellos la cena de esa noche, aun que sólo una parte, pues las demás chicas le ayudarían también.

Las horas pasaron volando. El timbre de la puerta principal sonó ya habían llegado los invitados.




.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

¿Les gusto?
¿Hubo parte favorita?
¡Tenten deja a kidomaro! ¿Sera cierto?¿Realmente deja todo terminado en esa carta?
¡Navidad en grupo! ¿Que creen que suceda con todos reunidos en un solo lugar?
¿Que tal el desenlace de los pequeños?
Navidad llego al fic! :D ¿Qué esperan para el sig cap?


att:Himeko-chan♥

 

Ola! lamento haberme desaparecido tanto tiempo, entre el trabajo y otras cuestiones familiares, no tuve fuerzas ni motivacion para seguir escribiendo, la inspiracion simplemente no llegaba. Espero les guste este cap, pues justo acaba de ser navidad. Habia intentado subirlo desde la semana pasada, antepasada y asi, pero siempre habia algo que no me dejaba, el trabajo, el internet, la computadora! En fin, les dejo el cap :)

Capitulo 10
​

Neji

—¡Feliz Navidad! —exclamo la rubia de orbes celestes arrojándome confeti y serpentinas.

—Pasen, Tenten esta en la cocina —respondí.

Amaya apareció detrás de mí, alegre saludo a los pequeños niños que acompañaban a Sai e Ino invitándolos a jugar.

Ellos fueron los primeros en llegar, Sai cargaba lo que al parecer era una parte de la cena. Camino hasta la cocina, me quede de pie con la puerta abierta y lo seguí con la mirada observando como se relacionaba con la castaña.

—Feliz navidad querido—pronuncio una voz chillona en mi oído.

Fruncí el ceño más que de costumbre, sabia que me encontraría y no quería voltear.

—¿No me vas a hacer caso cariño? Que cruel eres—se quejo lloriqueando.

—Déjate de tonterías Naruto y pasa—indique cerrando mis orbes opalinas.

Hinata me agradeció y pasó junto a sus pequeños que se unieron a Amaya y los otros niños.

—Tsk, sigues siendo un amargado—bufo ofendido.

—Y tu un inmaduro—respondí sin voltear.

Ambos comenzamos a discutir tonterías sin sentido, siempre evitando voltear a verlo. Eso era algo que no debía hacer a toda costa.

—¡Mira! Es el amante de Tenten—exclamo Naruto señalando al portón, inmediatamente voltee cayendo en la trampa de mi “querido” amigo.

Sentí un gran asco, pues él aprovecho mi descuido sujetando mi rosto para besuquear mi mejilla. Me dejo una gran y asquerosa marca de lápiz labial.

Luego se soltó a reír a carcajadas, y paso al interior de la casa.

El timbre no dejo de sonar. Al poco rato la casa estaba llena de personas corriendo por aquí y por alla. Los pequeños estaban sentados alrededor del árbol de navidad, lo contemplaban embelesados, apenas pestañeaban. A pie del árbol había cajas y cajas de regalos envueltos, parecía más una tienda departamental.

Me senté en la sala a conversar con mis nuevas amistades mientras bebíamos algo de refresco. Hablamos sobre política, el clima, cosas si gran importancia. Hasta que mi vista se la volvió a robar Tenten al bajar por las escaleras con otra vestimenta. Llevaba un hermosos vestido tejido, unos mallones y botas, era algo sencillo pero la hacia lucir encantadoramente sexy.

—Se te va a caer la baba Neji—pronuncio Naruto burlescamente. Mientras me apuntaba con una cámara de video que Lee había llevado para grabar todo.

—Déjalo, es un hombre enamorado—dijo Shikamaru con pereza rascándose la cabeza—. Ya tengo hambre.

—No deben de tardar las chicas—aseguro Sasuke recargándose en el sillón.

—Sí, pero me da algo de lastima Sai—añadió Uzumaki viendo como era el único con mandil que ayudaba en la cocina.

—Creo que en realidad deberíamos estar ayudándoles como él—respondió Gaara.

—¡Nah! Déjalo, él esta ayudando por todos nosotros—contesto Suiguetsu bostezando.

—De seguro tú has de ser igual de mandilón que Sai—afirmo Naruto.

—¿Yo? El galán por el que se derretían todas a mi paso ¡Ja! ¿No estarás más bien hablando de ti?

Ambos comenzaron a discutir sobre quien era el mandilón en cuestión. Hasta que el grito de sus adoradas esposas los hizo levantarse del sillón y ponerse a ayudarles junto a Sai.

—Ambos son mandilones—sentencio Gaara suspirando.

—Hombres enamorados. Todos somos así cuando se trata de la mujer que amamos—dijo el pelinegro observando la nieve que comenzaba a caer a través del ventanal.

El pelirrojo asintió.

Dirigí mi vista a Tenten que reía libremente ante los gestos de Naruto. Por aquella mujer podría hacer muchas cosas tan ridículas como esa, pero ¿Y si al final no era la mujer que inicada?

***​

Tenten

Me levante muy temprano por la maña segura de que seria un largo día, pero muy gratificante al final y no me equivoque. Amaya era la más entusiasmada, me ayudo a arreglar los últimos detalles de la casa; como revisar que hubiera papel y jabón en los baños. Que nuestros regalos estuvieran en el árbol y conto todas y cada una de las esferas que había en el arbolito, asegurándose de que ninguna faltaba. Cuando ya no había mucho que hacer se fue a sentar al pie de la escalera junto con el despertador de Neji entre sus manos, revisaba constantemente la hora ansiosa por la llegada de los demás.

Neji llevaba unos pantalones color crema y un jersey color vino, su piel lucia sorprendentemente blanca, sus ojos perlados brillaban con intensidad y su cabello obscuro contrastaba mágicamente. Me dio la impresión de que no era un ser de este mundo.

Permaneció sentado leyendo un libro y ayudaba de vez en cuando con algunas cosas. Me dedique a observarlo disimuladamente mientras iba de un lado a otro arreglando las cosas. Como siempre emanaba un aura de tranquilidad y paz absoluta, como si nada fuera capaz de perturbarlo ¿Qué pensaría? Sin embargo cuando yo tenía alguna dificultad aparecía detrás de mí solucionando mi problema. Me dio la impresión de ser algo así como un ángel.

—Se te va a quemar el pavo—pronuncio una voz sacándome de mis pensamientos. De inmediato gire en dirección del horno dispuesta a sacar el pavo.

Me detuve al escuchar la estruendosa carcajada de Ino, pues comprendí que solo era una broma. Me moleste un poco y lo noto enseguida.

—Perdón, pero si sigues en las nubes y viendo a Neji de esa manera en verdad se quemara. Mejor ve a cambiarte ya, para comenzar a cenar todos.

Iba a protestar, pero cerré mis labios, simplemente asentí y me retire. No podía discutir cuando yo sabía que era realmente cierto. Cuando regrese con ella a la cocina Naruto y Suiguetsu ayudaban, aunque mi descerebrado amigo rubio se dedicaba a hacer bromas y gestos tontos que me sacaron varias risas estúpidas.

—¡Niños a la mesa, ustedes también chicos!—anuncio la Yamanaka ajustándose el mandil de la cintura.

La cena estuvo deliciosa, tal vez porque todos ayudamos a hacerla o porque estábamos reunidos como una gran familia; Naruto haciendo chistes, Sasuke golpeando al Uzumaki y cuidando que sus hijos comieran bien. Hinata servía comida a quienes querían más. Karin parecía que iba a matar a Suiguetsu y luego lo besaba e insultaba, Tayuya su hija vigilaba que los demás pequeños se comportaran en la mesa, extrañamente todos obedecían.

Neji dio un breve discurso y brindamos. Lee muy emocionado registro las breves palabras con su video cámara.

Lo siguiente fueron los regalos. El intercambio fue asombroso, cada familia dio un obsequio para cada una de las personas ahí presentes nadie falto, pues yo me encargue de preparar los regalos en nombre de Neji y Amaya.

Los niños comenzaron a cantar villancicos cuando se abalanzaron sobre el gran ventanal que daba al jardín. El exterior se estaba volviendo blanco a causa de la nieve que caía. De inmediato se enlistaron en la puerta con ojos de borreguito esperando que les abriéramos la puerta para dejarlos salir, y tal como esperaban lo hicimos no sin antes abrigarlos totalmente, parecían muñecos rellenos de algodón con tantas bufandas, gorros y guantes.

Nosotros también le hicimos compañía y no tardo en hacerse una pequeña guerra campal de todos contra todos. Pero para mi solo existía Neji, era lo único que podía ver.

Y así, de pronto vi como le crecían unas alas blancas en su espalda y se agitaban inmunes a la fría ventisca que meció mis cabellos y helo a los demás. Con una bola de nieve me acerque a él caminando lentamente, el mundo se había detenido. Estaba frente a un ángel.

***​

Neji

Después de la cena, los regalos y esas cosas salimos a jugar en la repentina nevada que caía en el exterior. Naruto inicio una guerra sin sentido como siempre, de todos contra todos. La nieve me golpeaba por todos lados, ni siquiera era capaz de ver de donde venían.

Una fría brisa nos recorrió a todos dejando paralizada la guerra. Hasta entonces me percate de que Tenten estaba parada frente a mi con la mano alzada, sostenía una bola de nieve.

Bajo su brazo conservando la bola de nieve, con unos pasos suaves avanzo hacia mi, parecía flotar sobre el suelo blanco, su cabello castaño se elevaba ligeramente por el viento. Y brotaron de nuevo esas alas blancas de su espalda, tal como la primera vez que la vi. Volvía a ser un precioso ángel que se dirigía hacia mí.

El tiempo de detuvo, no se escuchaba ningún ruido. Todo era silencio.

Entonces parpadeé y estaba frente a mí, a escasos centímetros. Pase mi mirada por cada parte de su perfecto rostro, sus bronceadas mejillas, su pequeña nariz, sus rosados labios; sostuve mi mirada en sus ojos marrones que destellaban como el oro. Eran tan hipnóticos y misteriosos que me hubiera quedado mirándolos el resto de mi vida. Vi como levanto su mano y me estrello la bola de nieve en la cabeza.

Sonreí de lado mientras la nieve resbalaba por mi cabello convertida en agua. Mantuve mi serenidad y antes de que ella reaccionara la sujete de la muñeca acercándola a mi, presione sus caderas y la bese apasionadamente. Ella correspondió y nos sumergimos en un mundo alterno, donde no había lugar para nadie más.

Vi como todo se volvió mas blanco de lo que era, ya no caía nieve sino plumas de ángeles blancas.

Al separarnos Amaya grito como loca, saltaba de un lugar a otro diciendo que al fin tenia el regalo que tanto quería.

***​

Tenten

Cuando comencé a caminar jamás imagine lo que sucedería. El beso de Neji me tomo por sorpresa, pero de algún modo era algo que ambos queríamos desde hace tiempo. Yo pude corresponder porque ya no tenía ninguna atadura, la relación que tenia con Kidomaro estaba terminada.

Los gritos de Amaya nos hicieron darnos cuenta de que teníamos compañía. No estábamos solos como creímos por instantes, los murmullos se elevaron y comenzaron a llover comentarios muy picaros.

—Bonita escena de recuerdo nos han dado—pronuncio Lee que no se había despegado de su cámara y había grabado todo el apasionante beso.

Me puse totalmente roja al tiempo que le daba la espalda a Neji, me agache por una bola de nieve que lance en dirección a Lee y termino en el rostro de Naruto que se retorcía de la risa. La guerra comenzó de nuevo.

—Hablaremos luego—me murmuro Neji suavemente, nadie más lo escucho.

Seguimos corriendo de un lado a otro sobre la nieve, haciendo figuras y muñequitos aun con el frio que se volvía mas intenso cada vez.

Cuando entramos a la casa nos quitamos la ropa húmeda, servimos chocolate caliente entre todas las chicas.

La pequeña Tayuya se acerco tallando sus ojitos cansados, arrastraba los pies y su cabeza se iba de lado.

—Mama ya tengo sueño—pronuncio apoyándose en la entrada de la cocina.

Matsuri corrió hasta su pequeña tomándola en sus brazos.

—Chicas, creo que es hora de retirarme —anuncio la castaña cargando a su pequeña.

Las demás asintieron y despedimos a la familia de Gaara y Matsuri con grandes sonrisas. Terminamos de guardar la poca comida que sobro y también se retiraron. Todos los niños estaban totalmente dormidos.

—Llevare a Amaya, tu puedes ir a descansar—intervino Neji al ver que la tomaba en brazos del sillón. Se la entregue a él, me di la vuelta y cuando me iba a retirar Amaya me sujeto del suéter murmurando un “no te vayas”.

Subimos juntos, la arropamos entre los dos. Y cuando le dimos el beso de las buenas noches entreabrió sus ojitos adormilados, nos sujeto a ambos de la mano.

—Gracias, los quiero mucho—balbuceo para quedarse dormida.

Después dejo caer su manita. Nos retiramos de su habitación.

—Buenas noches, Tenten—pronuncio Neji haciéndome sobresaltar.

—Buenas noches Neji—respondí con una sonrisa y un leve sonrojo.

Me dirigí a mi cuarto y antes de entrar el volvió a hablar.

—No olvides que tenemos una plática pendiente.

Me cambie de ropa y dejándome caer sobre mi cama. Hundí el rostro entre la almohada mientras repasaba todo lo sucedido en aquella ocasión ¡Neji me había besado! ¡Diablos, nos habíamos besado! Estaba tan feliz, que no lo podía creer.

Esa noche dormí viendo estrellas en todas partes.

***
​

Neji

Cuando desperté fue gracias a los saltos de Amaya sobre mi cama, me sacudía y decía algo de unos regalos.

Me levante y sin mas ella me sujeto de la mano para arrástrame hasta el árbol de navidad, donde tomo una caja de colorido papel y sacudió dando pequeños saltitos.

De la cocina, salió Tenten con una bandeja que contenía pequeños platitos de fruta con yogurt y chocolate caliente. Ya era mediodía, pero el frio no desaparecía. Nos sentamos sobre un tapete y abrimos todos los regalos con el televisor encendido de fondo.

Estábamos nosotros tres únicamente en toda la mansión, pero se sentía una gran calidez. Estaba ocurriendo algo inaudito en esa casa; estar los tres a mediodía aun en pijama y sin peinar como era debido creaba una unión mágica, esa que solo tienen las verdaderas familias.

Me levante de improvisto y fui a mi habitación, a mi regreso traía una pequeña caja que le extendí a Tenten.

Ella lo tomo sorprendía.

—Es para ti.

Lo abrió delicadamente.

No era gran cosas, sólo un simple reloj. A la hora en que había ido a escoger algo para darle no supe escoger, quería todo y nada a la vez. Todo parecía demasiado para ella como la sortija de diamantes que quería darle o el collar de oro en forma de corazón con un rubí incrustado, pero ninguno se compraba a su belleza; y cuando quise comprarle ropa termine en el área de lencería imaginándome como luciría con los sexis modelos que ahí vendían. También termine en el área de comida imaginando sus deliciosos guisos que preparaba o haciendo el pastel de cumpleaños de mi princesa.

Incluso pensé regalarle una botella de vino, uno caro y delicioso, pero no sabia sus gustos. Otra opción que me salto fue flores, estuve a punto de comprar todo un invernadero para ella. En fin cualquier cosas que cruzaba mi cabeza resultaba ser muy descabellada.

Así que al final me decidí por ese sencillo pero lindo reloj plateado de correas azules, pero era lo más sensato que podía darle, además de que como siempre usaba un reloj en su muñeca lo llevaría siempre.

Cuando lo abrió vi una dulce sonrisa en su rostro. Me agradeció, pero Amaya comento que eso no era suficiente, que me diera un beso.

Ella se quedo pensándolo unos segundos, pero luego su cara mostro que había encontrado la solución al problema.

Se acerco a mi rostro y beso tiernamente mi mejilla, no fue la gran cosa, mas en mi interior todo revoloteaba como si me hubiera tragado más de mil mariposas de una sola vez.

Amaya bufo que no se refería a ese tipo de beso, Tenten se echo a reír, la tomo en sus brazos cubriendo todo su rostro con besos haciéndola reír.

***​

Tenten

Me sentí como en un cuento de hadas. Todo era tan… ¡Perfecto! Sí, era perfecto. El regalo de Neji me sorprendió, y me encanto ¡tanto! Era un precioso detalle, ahora cada vez que quisiera ver la hora en mi reloj me acordaría de el.

Le obsequie un pequeño beso en la mejilla, pero con las mejores intenciones del mundo. Aun cuando fue solo un ligero rose el piso se movió descontroladamente bajo mis pies, sentí como si mil descargas eléctricas llegaran a mi del cielo acompañadas de una torrencial tormenta.

Amaya inconforme con el inocente beso que le di a su padre protestaba con ganas. La tome en mis brazos y bese sus suaves mejillas, su frente, su nariz y su pequeña barbilla haciéndole cosquillas, se inmediato respondió con sonoras carcajadas.

Yo por mi parte también tenía un regalo para él.

Le extendí y la tomo de inmediato. Encontró una corbata en color azul rey con líneas inclinadas en color plata, la corbata hacia un perfecto contraste con su piel.

—Ahora es tu turno de darle beso—pronuncio pícaramente Amaya.

Él sonrió de lado, me atrajo hacia el y beso mi mejilla, así como yo lo había echo antes. El efecto fue casi el mismo que cuando lo bese, solo que ahora sentía que las mariposas que mágicamente habían aparecido en mi estomago querían salir a chorros por mi boca, nariz, oídos ¡por todas partes! Sentía que iba a explotar si me volvía a tocar.

Su regalo había sido un enorme reto, aun para ser una simple corbata. Cuando fui a la tienda departamental me enamore de la corbata desde la primera vez que la vi. Sin poder evitarlo me la imagine pendiendo del cuello del Hyuga; también yo a su lado ayudándole a arreglarse la corbata por las mañanas tal como una recién casada. Luego de un momento a otro estaba solamente él y la corbata viéndome sensualmente, mas no había ninguna otra prenda. Me sonroje bruscamente y aparte la corbata de mi vista. Eso era inaudito ¡¿Cómo podía una simple corbata hacerme imaginar todo eso?!

También cruzo mi mente regalarle un anillo de compromiso cuando pase por una joyería y proponerle matrimonio, me reí de mi misma por eso. También en hacerle algo casero como un pastel gigante de chocolate coronado con una foto mía o meterme a mi misma en una caja de regalo con un moño puesto sobre mí. Sería simplemente fantástico ver su cara de sorpresa. Busque por todos lados algo apropiado y con sentido, pero nada cumplía ese requisito.

Termine con la corbata en la mano y pagando en la caja registradora. La única que sabia de mis alocadas ideas era yo, así no había problema en dársela ¿No?

El timbre en la mansión sonó sacándome de mis pensamientos. Neji que aun me abrazaba me soltó para ir a ver de quien se trataba. El frio viento que entro nos borro la sonrisa a todos. No sabia porque, pero el encanto había terminado.


.-.-.-.-.-..-.-.

Bueno termino el cap, ojala les guste y lo disfruten. Tambien les deseo unas felices fiestas, se ue ya es tarde porque navidad ya paso, pero igual un feliz año nuevo!

y unas preguntatitas

¿Les gusto?
¿hubo parte favorita?
¿Una blanca Navidad? ¿Esperaban que la pasaran asi?
¿Algunas vez sufrieron tanto como Neji y Tenten por un regalo?
¿El encanto habra terminado o simple imaginacion de Tenten?

att:Himeko-chan :3

 

Ola! les traigo el sig cap espero que les guste, amm... pues verán que la historia da un giro, aun asi espeor que les gutes muajajaja :D
y mil gracias por sus comentarios! me hicieron el dia
Saku Haruno perdón por no avisarte, no fue mi intención ^^U

Capitulo 11​

La ráfaga helada que entro al abrir la puerta congelo todo. De forma inesperada el ambiente dejo de ser cálido y brillante como fuegos artificiales.

—Vaya nunca imagine ver al perfecto Neji Hyuga en pijama y desalineado a las tres de la tarde—señalo observando su reloj de mano aquella silueta.

Sentí no solo como mi cuerpo se congelaba, sino también mi alma, mis células, mis pensamientos ¡Todo! Era como estar viendo los fantasmas del pasado. Un maldito monstruo que se escondía bajo una mascara con bellos cabellos dorados como el sol, unos hipnóticos ojos violetas y sensuales labios carmín.

—¿No me vas a invitar a pasar? —pregunto entrando por ella misma. Paso su mirada por toda la estancia buscando algo, hasta que su vista se poso en Amaya y Tenten que no dejaban de observarnos.

Ella se acerco hasta mi princesa.

—Así que es ella—pronuncio con gran satisfacción.

Mi princesa la observo algo desafiante mientras apretaba fuertemente la mano de la castaña a su lado.

—¿Quién es usted señora? —pregunto dudosa.

Esa mujer hecho su rubia melena hacia atrás, se inclino hasta una altura prudente y sonrió.

—Soy tu madre ¿No estas feliz de conocerme? Ahora ven a mis brazos.

Amaya la observo y corrió a esconderse tras la Amma que se había quedado anonadada. Yo corrí en cuanto la escuche pronunciar aquellas palabras, tenía tantas ganas de retorcerle el cuello, la sujete del brazo y obligue a levantarse.

—No es cierto… —murmuro mi princesa con sus ojitos crispados— ¡No es cierto! ¿Verdad? —me suplico.

Yo me sentí muy cobarde e inseguro de responderle.

—Hablaremos mas tarde. Haruka ven conmigo— pronuncie arrastrándola a mi despacho sin oír sus palabras.

¿Qué diablos era eso? De la nada esa mujer aparecía de nuevo en mi vida y justo cuando todo parecía ir realmente bien.

¡Maldito destino!

***​

Tenten

Cuando la puerta se abrió vi una bella escultura que parecía de hielo, tan hermosa y fina. Hasta que no se movió, no me di cuenta del embrujo que esa mujer tenia en quienes la miraban, de piernas largas y esbeltas con una delgada cintura y unos dorados cabellos tan brillantes como el sol. Sus ojos cuando se acerco a nosotros me resultaron tan exóticos e inquietantes.

Cuando la escuche pronunciar que era la madre de Amaya mi mundo se vino abajo. Todo comenzaba a carecer de lógica, nada, absolutamente tenia sentido ¿Qué demonios estaba sucediendo? Apenas unos minutos antes todo era tan distinto.

Neji la sujeto y se llevo a algún lugar de su casa. Yo estaba en shock, Amaya me abrazo mientras sollozaba y se aferraba a mi cuerpo desesperadamente, eso me hizo reaccionar y darme cuenta de que yo no era la más afectada, sino la pequeña niña que buscaba refugio en mí.

La abrace intentándole dar una seguridad que yo misma no poseía.

—Tranquila, todo esta bien. No debes llorar.

—¡Pero ella no es mi mamá! Yo quiero que seas tú—señalo desesperada.

La acaricie dulcemente.

—Ven, vamos a cambiarnos, no podemos estar en pijama todo el día—respondí con una amable sonrisa.

Subimos las escaleras, primero fuimos a la habitación de Amaya. La bañe, cepille su cabello, peine, la vestí y perfume con gran cuidado; como si se tratara de una fina muñeca de porcelana que pondrían en exhibición. Incluso la misma Amaya así me lo hizo ver.

Luego ella me acompaño a mi habitación, esperó en la cama mientras me duchaba rápidamente, y ahí mismo siguió mientras me vestía y arreglaba de una manera inusualmente formal.

No entendía porque razón estaba actuando así, pero algo dentro de mí me decía que lo hiciera desde ese día porque no seria la única vez.

—No quiero que te vayas—pronuncio entrecortadamente.

Yo voltee y le sonreí, mas no dije nada. Mi voz me traicionaría y lo que tenía que hacer en esos momentos era darle seguridad, tranquilizarla y prepararla para lo que fuera; después de todo era mi trabajo, y así me habían capacitado como niñera.

—¿Quieres un bocadillo? —interrogue al girarme.

—Esa ropa no me gusta—respondió ignorando lo que le había dicho—. Me gusta más la ropa que siempre usas.

—Te preparare unos panecillos de chocolate—conteste. Igual que ella no quería responder a su comentario, la ropa que usaba era en colores claros, pero algo formal. Ropa típica de una niñera al servicio de una familia adinerada, como próximamente seria.

Fuimos a la cocina tomadas de la mano. Me puse un mandil y me dispuse a hacer la mezcla para los panecillos, siempre dejaba que Amaya me ayudara o la invitaba a hacerlo, pero esa ocasión no lo hice.

***​

Neji

Cerré la puerta de un fuerte golpe. Estaba totalmente molesto. La solté hasta que estuvimos dentro de mi despacho dejando que cayera sin delicadeza sobre unos de los sillones que tenia.

La observe furioso

—¿Qué haces aquí? —pregunte serenándome. Mi voz salió fría y amarga.

—Me alegra verte de nuevo, Neji—respondió con sarcasmo. Al principio se había asustado un poco, mas después se mostro confiada.

—Si no es nada importante lárgate de mi casa—ordene cortante.

—Te ves muy sexy en pijama y desordenado—respondió lanzándome una mirada provocadora.

—Vete al diablo.

—¿Recuerdas la noche en que hicimos a Amaya? Esa vez bebimos mucho—rememoro como si fuera algún tema común y corriente—. No se me ha olvidado lo apasionado que eres.

Respire profundo, mostrar mi cólera con ella no funcionaria. Ella sabia que me encontraba desconcertado y se estaba aprovechando de ello. Debía tranquilizarme y cambiar la estrategia.

Me acerque a ella con semblante estoico, mi rostro no reflejaba ninguna emoción, ni siquiera mi cuerpo mostraba alguna señal que indicara lo que me estaba pasando. Vi como ella se giro hacia mi, atenta con sus ojos purpuras.

Cuando llegue a donde estaba me incline sobre ella, acercando nuestros rostros.

—Me alegra que tengas tan buena memoria y después de tantos años hayas decidido visitarnos, pero si no me dices a que viniste te haré pedazos y recordaras por el resto de tu vida la razón por la que era tan temido en esa época—le susurre amenazadoramente. Mi cuerpo y rostro estaban serenos, más mi mirada era otra cosa, pude leer el miedo en ella en cuanto me sostuvo la mirada, de inmediato retrocedió en su asiento agachando su mirada.

Yo me levante dirigiéndome en dirección a la puerta.

—¡Espera! —grito desesperada.

Me gire tranquilamente, no dije nada.

—Yo… yo he regresado por mi hija, quiero conocerla y quiero que formemos una familia juntos, los tres—pronuncio con voz temblorosa.

No dije nada. No porque no quisiera, sino porque no se me ocurría algo para decir. Al ver que no decía nada, se aventuro a volver a hablar.

—¿Qué dices?

—¿Estas loca?

—No, es cierto. Yo he cambiado, no sabes cuanto he deseado sostener entre mis brazos a esa pequeña que nació de mis entrañas. Me he arrepentido cada noche de haberlos dejado, pero la vergüenza no me había dejado acercarme a ustedes.

—¿No crees que es demasiado tarde? —interrogue como si nada.

—Si, pero aun estamos a tiempo de remediar todo eso. Mas vale tarde que nunca ¿No crees?

—¿Realmente quieres saber que es lo que creo?

—Y-yo creo que Amaya me necesita, una madre es indispensable en la vida de sus hijos, para que crezcan bien.

—Hemos estado bien sin ti. No te necesitamos ni ella, ni yo—respondí encaminándome a la puerta.

Justo cuando toque la manija de la puerta la escuche sollozar. No me iba girar y decirle que si a su loca propuesta. No cuando ella se marcho sin importarle mis suplicas cuando más la necesitaba.

—Entonces… ¡Tú serás el culpable de todo esto! —Grito con todas sus fuerzas.

Solté la puerta volteando hacia ella.

—¿Culpable? ¿De qué?

Avance con pasos lentos a donde estaba de pie, con un semblante frágil. Le eche un rápido vistazo, hasta en ese estado lucia bella, pero para nada se comparaba a un ángel.

—Yo puedo ver a la cara a mi hija tranquilamente, porque nunca la abandone. Puedo sostener su inocente mirada porque nuca la engañe ni le mentí, le he dado todo lo que necesitaba y quería, la he llenado de amor, y sobre todo porqué ella sabe la verdad.

Trago grueso, mas me devolvió la mirada. Haciendo gala de aquello que también la hizo tan famosa como a mi. Era cierto eso de que las personas nunca cambian.

—N-no podrás verla cuando te pregunte si realmente soy su madre y le digas que si, pero me has echado a la calle y lejos de su vida. Puede que ahorita no te diga nada, pero cuando sea más grande te lo echara en cara por haberle quitado la oportunidad de tener una familia. Y lo más importante: una madre.

Me quede en silencio. Esa era una opción, pero bien podría suceder ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Y si estaba equivocado? Debía poner las cosas claras, lo más importante ahí no era yo o ella, sino Amaya. Mi pequeña era lo importante.

—Es curioso que aun tengas el coraje de venir a preguntarme y reclamar algo que no mereces, prefiero estar muerto antes que junto a ti de nuevo, solo sabes hacer promesas vacías y no sabes cuanto quiero que desaparezcas en este mismo instante. Eres una maldita pesadilla.

—Entonces ¿Cuál es tu respuesta? —pregunto tranquilamente.

Sonreí de medio lado, de manera sarcástica. ¿Cuál era mi respuesta?

***​

Tenten

Le dio pequeños mordiscos a su panquecito sin acabárselo completamente. Solo jugaba con el panecillo, me limitaba a observarla.

Dos siluetas aparecieron en la entrada de la cocina. Sentí que el corazón comenzaba a latirme con una fuerza descomunal pronto se saldría de su sitio y nadie podría alcanzarlo.

Amaya también las reconoció, dejo aun lado su panquecito y levanto desafiante su rostro.

—Amaya, Tenten—se aclaro la garganta Neji como para que salieran las palabras adecuadas—. Ella es Haruka, y es tu madre Amaya. A partir de ahora vivirá con nosotros.

Un silencio sepulcral reino en la cocina. De pronto escuchábamos como la nieve golpeaba suavemente los cristales de las ventanas.

—Ella no es mi mamá—respondió Amaya con una voz tan fría y cortante que jamás había escuchado en un niño, se bajo del banco donde estaba de un brinco.

Se marcho de la cocina dejándonos a todos con la boca abierta.

—Mucho gusto, soy la niñera de Amaya—me presente—. Tenten Amma, ahora si me disculpan, iré tras Amaya.

Me marche tan rápido como pude ¡El mundo estaba al revés! Cuando subí las escaleras estuve a punto de resbalar, las piernas se me doblaban como hilos, pero debía encontrar a Amaya. La busque por todos lados, mas no lograba dar con ella.

Finalmente fui a mi habitación encontrando un bulto sobre mi cama envuelto entre mis cobijas.

Escuche de inmediato sus sollozos.

Me acerque sigilosamente a ella y cuando estuve junto a ella salto a mis brazos sin darme tiempo a hacer o decir nada. Le correspondí abrazándola fuertemente.

Cuando ya estuvo mas tranquila comenzamos a entablar una conversación.

—¿No es genial Amaya? Ahora tienes una mamá—pronuncie dulcemente.

Ella volteo a verme, con gran disgusto.

—Ella no es mi mamá.

—¿Por qué dices eso? Tu papá nos dijo que si lo era, deberías estar feliz.

—¡Pero yo no la conozco! ¡No la quiero!

—Para querer a alguien debes conocerlo primero, pero si te pones así nunca lo lograras. Podrías incluso llegar a querer mucho a tu mamá.

—Pero yo…

—Pero nada, también debes disculparte con tu mamá por lo grosera que fuiste con ella allá abajo—sentencie dulcemente.

Ella iba a protestar de nuevo cuando la calle con un abrazo.

—Estoy muy feliz por ti, al fin tendrás una familia, esta vez será de verdad—anuncie con ternura.

Por dentro me estaba desmoronando, pero al mismo tiempo no podía evitar sentirme feliz de que Neji y Amaya hubieran encontrado eso que les faltaba, Amaya tendría una madre y Neji… una esposa que estaría para él siempre.

Después de un rato cayo rendida en los brazos de Morfeo.

La puerta de mi cuarto se abrió dejando ver la presencia de Neji. Le sonreí, cargue a Amaya y Salí de ahí, estar con él a solas me iba amatar.

Cuando salí del cuarto de Amaya lo encontré en el pasillo observándome detenidamente.

—Neji… yo—balbuceé.

—Te queda bien esa ropa—pronuncio.

Se giro dándome la espalda.

—Yo… se que no es el momento, pero me gustaría saber que sucederá con…

—Descuida. Tu trabajo esta a salvo, serás un gran apoyo para Haruka cuando intente acercarse a Amaya y para enseñarle como hacerse cargo de ciertas cosas de la casa. Ahora que será la señora Hyuga debe estar bien preparada.

Me quede sin habla, estaba a punto de preguntarle acerca de lo nuestro, de lo que sucedería o si debía esperar. Sin embargo con esa respuesta me lo había dicho todo.

Antes de que me marchara debía decirle algo, no quería quedarme como una estúpida que había sido dejada casi al día siguiente como una tonta, que se entusiasmaba con un simple beso.

—Realmente me alegro de que haya encontrado a la madre de Amaya, y una hermosa mujer en la que apoyarse en momentos duros. Sin duda serán una gran familia.

Dicho eso huí a mi habitación como una cobarde.

***​

Neji

Las palabras que me dijo me atravesaron el corazón, pero me las tenía bien ganadas. En lugar de explicarle las cosas y hablar bien, me limite a actuar como un cobarde.

Me senté junto a mi princesa en su cama, acaricie su rostro dulcemente ¿Realmente estaba bien lo que había hecho? Haruka venia de una buena familia, y tenia una buena reputación en su campo laboral, pero no tenia ese instinto maternal y aunque me jurara lo contrario, para mi era difícil verla como una madre y señora de casa. Esperaba por el bien de mi princesa haber tomado la decisión correcta, pero eso solo lo sabría con el tiempo.

Esa noche a pase en mi despacho, Haruka se había instalado en mi habitación y no compartiría la cama con ella, así tuviera que dormir el resto de mis días en el suelo. ¡Bendita hora en la que había aparecido! Justo cuando mi vida comenzaba a tener sentido.

Sentía una ganas tremendas de embriagarme y no saber de nada, pero no podía darle ese ejemplo a mi hija, nunca me perdonaría darle un espectáculo semejante como el verme totalmente alcoholizado.

¡Todo se había ido al diablo! Y era mi culpa.

Al día siguiente me levante sin ganas.

Fui a mi habitación para y ducharme y cambiarme de ropa, esperaba encontrarme a Haruka aun en la cama, mas no había nadie. La habitación estaba desierta.

Cuando baje escuche unos gritos que provenían de la cocina. Eran tan agudos y chillones que me irritaron al instante.



***
Bueno hasta aqui les dejo, espero que lo hayan disfrutado :D

El encanto terminajo muajajaja pero ¿Les gusto?
¿hubo parte favorita?
¡Haruka aparecio! ¿Esperaban que fuera ella? yo se que todos apostaban por Kidomaro jeje -3-
¿Neji habra tomado la decision correcta?
¿Podra Tenten soportar eso? ¿Que harían ustedes?
¿que esperan para el prox cap?

att:Himeko-chan♥