Aún recuerdo la primera vez que lo vi. La luna llena, tan reluciente y espléndida aquella noche, iluminaba su pálida tez. Como un fantasma, se deslizaba con elegancia por las calles de Venecia. Yo entonces ni siquiera había visto su rostro, solo podía ver aquellas largas y huesudas manos que parecían acariciar con dulzura las cuerdas del viejo violín que sostenía. Por un momento mi cuerpo parecía moverse solo, como si la música hubiese hecho de mí una marioneta. Desde el otro extremo de la ciudad podía escuchar con total nitidez cada nota, y corrí, corrí desesperadamente en su búsqueda. Fue entonces cuando al fin pude contemplar su esbelta figura perdiéndose entre los callejones. Toda la noche vagando de acá para allá. Quién sabe si solo era mi curiosidad quien me mantenía despierta o tal vez aquella nostálgica melodía que me hizo presa del violín. Al fin mis pasos se detuvieron un momento. Silencio. Caí de rodillas contra el suelo, débil, y, arrastrándome míseramente, pude visualizar su silueta. Tras ellos contemplaba la llegada del alba, callada y tranquila. Vi, por primera vez, aquellos claros ojos azules perdidos entre sus cabellos azabaches. Sus marcadas ojeras, que le atribuían aquella expresión triste y cansada. Y sus labios carnosos, paseándose lentamente por el cuello de la dama, a quien no conseguí ver bien. Sus largos cabellos ondulados y plateados como la luna que huía con disimulo casi rozaban el suelo. Su tez, tan pálida como la de su amado. No recuerdo muy bien qué pasó después. Cuando desperté sentí que había dormido toda una eternidad, que cientos de años habían pasado desde aquello. Pero no. Aún podía escuchar el amargo sonido del violín en algún parte. Junto a él, las melodiosas notas del piano que lo acompañaban. N/A: Hace relativamente poco escribí una breve historia para un concurso literario. El personaje principal, el joven violinista, está basado en un amigo -o mejor dicho, él es el personaje-. Como me quedé con ganas de más decidí escribir este drabble, aunque no me termine de convencer el resultado.
Vaya, este relato a sido profundamente tetrico. Pero me ha fascinado. No he tenido la oportunidad de leer esa otra historia suya, pero planearé el intento de hacerlo. Me he encantado con su forma de escribir. ¿Quién era el violinista? ¿Quién era la mujer que sintió eso? Bueno, al menos sé que la pianista era pareja del huesudo hombre. ¿Qué más puedo decir? Admiro la forma que llevó el suspenso en este cortito relato. Lo digo porque en lo personal sé que es algo difícil este estilo de escritura (al menos para mí) y mantener el ritmo de suspenso dramático. Gracias por este escrito, y siga hacia adelante.
La única forma de leer esa historia es pidiéndomela por privado, porque no está publicada en Internet (aunque planeo hacerlo el año que viene, que es cuando se publican las historias ganadoras del concurso, como la mía). Pues en realidad no me preocupo por mantener el suspenso, simplemente me limito a escribir la historia y lo que imagino, y así queda (?) Gracias a ti por comentar.
Oh, vaya, que mal que esa otra historia no esté publicada en internet, pero entiendo que deba ser así si es que está participando en un concurso, espero que te vaya de lo mejor en éste y obtengas uno de los principales lugares. En cuanto a este corto, me gustó mucho e hizo que mi imaginación volara. Me hizo sentir que la protagonista se enamoró, sí, de las melodías que el violinista tocaba, incluso pensé en las notas que salían de ese violín, debieron ser maravillosas para que ella lo siguiera hasta donde lo siguió y luego al despertar, quizás no de un sueño, sino de un trance profundo, escuchar esas notas acompañadas por las del piano. Violín y Piano hacen una hermosa pareja xD Interesante que hicieras a tu amigo un personaje. Saludos.
El caso es que el concurso ya acabó -donde por cierto gané el primer premio, ¡viva! XD-, pero no publicaré la historia en Internet hasta que no publiquen las historias, es decir, que los relatos de los ganadores después de unos meses los encuadernan. Él es el personaje. Siempre me pregunto de qué libro se habrá escapado. Me alegra que te haya gustado, saludos.