Prólogo. Noche en la pizzería. Lo que nunca me imaginé. -Prólogo- ¿Que pizza iban a pedir?. Ni para eso se podían poner de acuerdo. ¿Tan difícil podía ser concordar en algo? ¡Todos odiaban esa situación! -¿No te puedes callar ni cinco minutos?- Gritó él con todo el enfado del mundo. Toda aquella situación era tan estresante. ¡Todo por culpa de Diana! -¿Y a ti, tanto trabajo te cuesta dejarme en paz?- Le contestó. Estaba tan enfadada. Ahora mismo lo único que deseaba era estampar su cara contra la mesa. -Chicos callaros, debéis calmaros, todo el mundo os mira.- Les estaba suplicando Amanda. Suspiró. Necesitaba tanta paciencia para seguir con todo eso.... ya no sabía de donde sacarla. Diana y Raúl, Raúl y Diana. Se mirara por donde se mirara siempre iban a tener esa "cosa" entre ellos. Desde que se conocieron chocaron completamente, y aunque sus amigos muchas veces se cansan de sus contantes peleas y riñas.. no pueden hacer más que pararlos. -¿Pero no has visto cómo se ha puesto por una simple pregunta?. Es que parece tonto... ¿De verdad que no pellizcas cristales o comes madera por la noche? Por qué ya lo tuyo no es normal. -¿Y tú naciste así o cada día te haces más insoportable? Es que -dejo salir un puff- que se hizo bien sonoro por todo la pizzería- que has matado a todas tus neuronas de tanto esnifar esmalte- Dijo con una sonrisa burlona. -¿Queréis parar?- Les regañó Lidia, parecían niños pequeños. ¿Dónde estaba toda su madurez? -Chicos deben darse cuenta de que no pueden estar peleando a cada segundo, a veces, han de aguantarse con lo que el otro diga, haga o piense, o jamás dejarán de pelear. -Lucas tiene razón, si no dejáis de pelar yo me voy.- Susana tenía menos paciencia que los demás. -¡La que se va soy yo!- Se levantó - Estoy cansada de tanta tontería, si quiere pedir pizza familiar que la pida, a mi me da igual me voy a mi asa. -¡No, da igual, quédate a comer tu tonta pizza mediana, que yo me voy a mi casa!- Se apresuró hacía la puerta. -¿En serio?... Estos dos son tontos, ¿No se dan cuenta de que si ambos se van para su casa... acabaran en la misma casa juntos?. -¿¡Por eso se estaban peleando?!- Lucas no daba crédito a lo que había escuchado, el había llegado hace apenas un rato, y no sabía el motivo de la pelea, no había preguntado tratándose de ellos sería alguna tontería, pero tampoco supuso que sería por tan poca cosa. Cada uno por una puerta, salieron de la pizzería y se marcharon caminando cada uno para su casa... para la misma casa. No se daban cuenta de nada. Estaban ciegos... siempre igual. No coincidían en nada. No hablaban para nada que no fuese discutir. Diana se fue directamente a casa, pensando en esa horrible noche que había pasado. Segundo tras segundo recordándolo en su cabeza. Raúl dio una vuelta a la manzana pensando en lo que había ocurrido... todo era tan dificil Tenía que discutir con ella... pero lo odiaba. Lo odiaba tanto... Género: Amor, odio, suspense, amistad, drama (un poco...) Gracias por leer.
Hola, Bueno pues como prólogo está interesante. Deberías revisar mejor, faltan bastantes tildes y fíjate que por qué va separado solamente en preguntas, en una afirmación o respuesta debe ser porque. Del mismo modo la frase debe ser, creo, la que se va soy yo. Ya que el verbo concuerda con "la" que es tercera persona. Fuera de eso y de los tildes, está interesante y pinta bien. Saludos, Claudio
Oh, parece que tuviste una explosión de escritura, x'D. Tienes otro escrito, que iré a leer en cuanto termine mi post. ¿Por qué será que esto me huele a un "Del odio al amor hay un solo paso"? No sé por qué será.... -sarcasmo mode on- Y es que esos dos discuten como unos amiguitos mios que ahora ya estan mas que felices siendo pareja *3*. Por eso adoro este tipo de historias. n.n ________________________________________________________________________________________________________ ¿Que piza (pizza) iban a pedir?. Ni para eso se podían poner de acuerdo. ¿Tan dificil podía ser concordar en algo? ¡Todos odiaban esa situación! -¿No te puedes callar ni cinco minutos?- Gritó él con todo el enfado del mundo. Toda aquella situaciónn era tan estresante. ¡Todo por culpa de Diana! -¿Y a ti, tanto trabajo te cuesta dejarme en paz?- Le contestó. Estaba tan enfadada. Ahora mismo lo único que deseaba era estampar su cara contra la mesa. -Chicos callaros, debéis calmaros, todo el mundo os mira.- Les estaba suplicando Amanda. Suspiró. Nesesitaba tanta pasiencia (paciencia) para seguir con todo eso.... ya no sabía de donde sacarla. Diana y Raúl, Raúl y Diana. Se mirara por donde se mirara siempre iban a tener esa "cosa" entre ellos. Desde que se conocieron chocaron completamente, y aunque sus amigos muchas veces se cansan de sus contantes peleas y riñas.. no pueden hacer más que pararlos. -¿Pero no has visto cómo se ha puesto por una simple pregunta?. Es que parece tonto... ¿De verdad que no pellizcas cristales o comes madera por la noche? Por qué ya lo tuyo no es normal. -¿Y tú naciste así o cada día te haces más insoportable? Es que -dejo salir un puff- que se hizo bien sonoro por todo la pizería (pizzería)- que has matado a todas tus neuronas de tanto esnifar esmalte- Dijo con una sonrisa burlona. -¿Queréis parar?- Les regañó Lidia, parecían niños pequeños. ¿Donde estaba toda su madurez? -Chicos deben darse cuenta de que no pueden estar peleando a cada segundo, a veces, han de aguantarse con lo que el otro diga, haga o piense, o jamás dejarán de pelear. -Lucas tiene razón, si no dejáis de pelar yo me voy.- Susana tenía menos paciencia que los demás. -¡La que se voy (Creo que aquí, quisiste decir "va")soy yo!- Se levantó - Estoy cansada de tanta tontería, si quiere pedir pizza familiar que la pida, a mi me da igual me voy a mi (c)asa. -¡No(,) da igual, quedate a comer tu tonta pizza mediana, que yo me voy a mi casa!- Se apresuró hacía la puerta. -¿En serio?... Estos dos son tontos, ¿No se dan cuenta de que si ambos se van para su casa... acabaran en la misma casa juntos?. -¿¡Por eso se estaban peleando?!- Lucas no daba crédito a lo que había escuchado, el había llegado hace apenas un rato, y no sabía el motivo de la pelea, no había preguntado tratándose de ellos sería alguna tontería, pero tampoco supuso que sería por tan poca cosa. Cada uno por una puerta, salieron de la pizería y se marcharon caminando cada uno para su casa... para la misma casa. No se daban cuenta de nada. Estaban ciegos... siempre-igual. No coincidian en nada. No hablaban para nada que no fuese discutir. Diana se fue directamente a casa, pensando en esa horrible noche que había pasado. Segundo tras segundo recordándoolo en su cabeza. Raúl dio una vuelta a la manzana pensando en lo que había ocurrido... todo era tan dificil Tenía que discutir con ella... pero lo odiaba. Lo odiaba tanto... ____________________________________________________________________________________________________ Creo que este lo hiciste con un poco mas de prisa, ya que se te fueron varios dedazos. Claro, no es nada grave. Te marqué los guiones con rojo por que es mejor que uses el guión largo en los diálogos (—). Éste lo pones presionando Alt+0151 y ahí lo tienes. :3 Los errores ya te los marqué, no te apresures a escribir un fic. Tómate tu tiempo para revisarlo y leerlo. Así no tendrás problemas con los dedazos y eso. :3 Espero el proximo capítulo. Suerte• P.D. ¿A qué se referían con "la misma casa"? o.O ¿Viven juntos?.
@chclau @Angie Gracias por comentar ^^ y por la ayuda que me habéis ofrecido, creo que ya está todo más o menos corregido y... ya voy a subir el siguiente capítulo. Espero que les guste. @Angie a mi también me gustan las relaciones de amor-odio *w* son tan lindas~
Capítulo 1: Un pequeño portazo. Siempre habían tenido un relación de odio... aunque vivían en la misma casa. Se levantó de la cama y miró su reloj, marcaba las 7:00, todavía tenía bastante tiempo hasta llegar al instituto, así que no tendría por que darse prisa. Entro en la ducha para intentar despejar su mente, que desde hace unos días se sentía tan confusa al igual que ella, siempre se habían odiado, y aunque sus padres la obligaran a vivir en el mismo hogar (mientras ellos estaban de vacaciones), si es que se podía llamar así, ya que más bien parecía un apartamento, bastante grande, si, pero vivir con él hacía que pareciese que vivían en unos cincuenta metros cuadradas. Las peleas últimamente eran más y más fuertes, cada vez por tonterías más grandes pero es que no lo podía evitar.. y tampoco podía permanecer lejos de él. Vivían en la misma casa, tenían los mismos amigos, sus padres se llevaban odiosamente bien ¿Cómo se iva a alejar de él? ¿Por qué mis padres me han obligado a irme a vivir con él? ¿Y por qué los padres de él han aceptado? Suspiró profundamente, necesitaba relajarse y aunque la ducha ayudaba, no conseguía hacerla olvidarse de todo. -¿Te podrías dar prisa si no quieres llegar tarde?- Preguntó él desde el exterior de la puerta. “Ya empezamos, nada más abrir los ojos y más peleas.” -No se si te has golpeado con la mesita de noche o lo que te ha pasado, tampoco me importa, solo dejame ducharme tranquilamente.- Contestó Diana con un tono hostil. ¿Por qué venía a buscar pelea si había otro baño? ¡Era insufrible! Ni ducharse tranquila... Pelear tanto no ha de ser bueno, pero desde el primer momento sentí.. una aberración contra él, no se si es su culpa o la mía pero él también la siente hacía mi por lo que se ve. -¡Que te des prisa! -¡Que te pierdas!- Contestó ella cortando el agua- Hay otro baño, con una bañera, ya se que tu eso de la ducha no mucho, así que puede que no sepas pero... ¡Al lado de tu cuarto hay un baño! ¿Sabes lo que es eso? Pues si, hay una bañera, pues ala corre y me dejas un ratito en paz. -Oh pero mira que inteligente se ha vuelto la niñita, pues si, se lo que es la ducha al contrario que tú- Genial, una manera fabulosa de pelear, “Es que es verle la cara, con esos ojos brillantes azules tirando a grises, esos labios...¿Pero que narices pienso? ¡Que ganas de matarla!”- Es que tengo mi ducha rota, idiota. -¿Por qué no me extraña?. Tu y tus manazas.. no hablemos de mi pobre mp3... ¡Por tu culpa está ahogado!. -¡Ahogado, ahogado! Por tu culpa esta a-h-o-g-a-d-o- Imitó- Uy si.... que se me escurrió en el lavabo con agua...- Se burló él. -Haz el favor de salir de aquí.. si quieres tu cabeza intacta, en serio... sal, ¡ahora!.- En ese momento se dio cuenta de que estaba discutiendo con él a las 6 de la mañana, medio desnuda dentro de una ducha. ¿Tan lejos habían ido las cosas? Él también pareció percatarse de la situación, por que miró a las cortinas como si quisiera mirar a través de estas, cosas que le hizo estar más furioso. Abrió el grifo, cosa que produjo unos insoportables gritos provenientes de Diana. -¡Raúl te juro por lo que más quiera qué te mataré!- Gritó muy enfadada, y sin pensarlo dos veces cogió la toalla la lió a través del cuerpo y salió en su busca para hacerle pagar que la hubiese quemado.- Como te pille te mato, imbécil. -Ja, primero vamos con lo de pillarme y después intentas matarme- Dijo mientras corría lentamente- Jum... corres por la casa persiguiendo a una pobre criatura en toalla, mientras pegas gritos diciendo que me vas a matar.. ¿Soy el único que ve que estás completamente paranoica?. -¡Todo esto es por tu culpa!. Si me dejarás en paz, yo ahora estaría vistiéndome o preparando el desayuno. Corrió un poco más y consiguió alcanzarlo. Pero al agarrarlo hizo que el se quisiera apartar, tropezando y cayendo los dos al suelo. Se quedaron a centímetros de distancia. La casa en silencio, cosa bastante inusual. Diana se fijó en Raúl que estaba atónito, ya fuese por la cercanía o por.... ¡Se le estaba cayendo la toalla!. Se apresuró a levantarse y colocarse bien la toalla, subiendo ligeramente las escaleras y encerrándose de nuevo en el baño, dejando atrás la situación anterior. Sin poder evitarlo dio un portazo. Raúl seguía con su sonrisa burlona, se apresuró de nuevo al baño, aún sabiendo que ella estaba bastante molesta por lo que había ocurrido anteriormente. -¿He ganado? No me has matado al final, enana, eso es que he ganado.- Rió. Sin darse cuenta de que la puerta estaba siendo abierta, se llevó un portazo en la cara, aplastando su nariz. -Oh, ¿Te he dado?- Preguntó con un tono burlón e irónico.- Bueno así tendrás una nariz más o menos normal y conseguirás que una chica se fije... en... ti- Dejó de hablar- ¡¿Te he hecho sangre?!- Se comenzó a reir, aunque una parte quería ayudarlo.. y se sentía un poco más, pero estaba muy furiosa por lo ocurrido anteriormente. -Diana, esto ya... es... ¡me voy!- Dijo sin más y se marcho. Diana se quedó atónita en su habitación, “Osea... el me quema y casi me desnuda y yo accidentalmente le doy un portazo en la nariz....¿y se va? Claro, por que no, juzguen a la niña, ella es la mala del cuento.” Pensó para sus adentros. Sintiendo el agradable silencio que había inundó la casa, se preparó el desayuno y se dispuso a ir al instituto ahora le tocaba... hoy ¿era?... Sacó el móvil, martes, por lo cuál hoy tocaba la hora de arte. Bueno era un alivio que tocara con el señor Smith, no era tan estricto respecto a los horarios. Entró sin pensarlo dos veces, ya llegaba tarde por culpa del accidente de Raúl, así que ya tenía un retraso pero seguro que la dejarían entrar. Empezó a correr, y cuando llegó a la puerta tocó suavemente a la espera de una respuesta. -Señorita Diana, ya me preguntaba si hoy hacía el honor de asistir a clase.- Comentó el profesor. -Si..yo... lo siento, es que me he retrasado por un...- Fue interrumpida. -Bueno pase, pero... ¿Sabe donde está su amigo Raúl?- Automáticamente condujo su mirada hasta el asiento de Raúl, el cuál estaba completamente vació. ¿Donde se había metido ahora este? -No...yo no lo se- Siempre le había costado hablar en público, pero ahora más, cuando la interrogaban y era mirada fríamente por las miradas de sus compañeros.- Seguramente estará a punto de lleg- Fue interrumpida por los gritos dirigidos desde el pasillo. -Señorita Torres no cierre la puerta- Escuchó a la directora. Cuando estaba lo suficientemente cerca, se hechó a un lado para que pudiera entrar- El señor Párraga está en la enfermería, ha tenido un pequeño contratiempo y se golpeó en la nariz- Una oleada de culpa golpeó el estómago de Diana- y está en la enfermería, hoy no acudirá a clases y se marchará a casa. -Oh.. bueno está bien, espero que se mejore, pase Diana, empezaremos con la clase. Durante toda la clase no podía hacer otra cosa más que pensar en todo lo que había ocurrido esta mañana y sentirse culpable.. encima se había reído de él.. “Iré a verlo... y me disculparé”- Antes de levantar la mano para inventar una excusa, le llegó un papel de Amanda.
pequeño portazo.- Diana. Siempre habíamos tenido un relación de odio; aunque estuviésemos en la misma casa -no obstante, esto era bastante reciente-, pero últimamente todo había empeorado, quizás ese era el motivo de que nuestras peleas hayan aumentado, el hecho de que vivimos juntos. Me levanté de la cama y miré el reloj, marcaba las 7:00, todavía tenía bastante tiempo hasta llegar al instituto, así que no tendría porque darme prisa, aunque lo prefiero, así no me tendría que encontrar con 'Raúl-el-estúpido-simio'. Entré en la ducha para intentar despejar mu mente, la cuál, desde hace unos días se sentía tan confusa, siempre nos habíamos llevado mal, por lo menos desde que tengo memoria, mucho, y aunque nuestros padres nos obligaran a vivir en la misma casa, mientras ellos estaban en unas supuestas 'vacaciones', -aunque más bien parecía un piso, bastante grande, si, pero vivir con él hacía que pareciese que vivíamos en unos cincuenta metros cuadrados-. Las peleas crecían y eran más y más fuertes, incluso por tonterías podíamos estar peleando por horas, pero es que no lo podíamos evitar, al menos yo. Era verlo y algo hervía en mi cuerpo; era un sentimiento bastante extraño. Sin embargo, tampoco podía permanecer lejos de él, ya que sentía que algo me faltaba, y eso era algo que me molestaba. Residíamos en el mismo lugar, bajo el mismo techo, teníamos los mismos amigos, nuestros padres se llevaban odiosamente bien ¿Cómo me iba a alejar de él? -además también estaba esa extraña sensación-. Y eso es lo que me molesta, que aunque desde el primer momento hubiese intentado alejarme de él, todo estaba en mi contra, sin mencionar a mi yo interno. Incluso él, siendo tan agradable y simpático a veces, como si algo pudiese cambiar. “¿Por qué mis padres me han obligado a irme a vivir con él?. ¿Y por qué los padres de él han aceptado?. ¿Por qué mi hermano no me había dejado pasar estos días en su casa?. ¿Por qué...?” Suspiré profundamente, necesitaba relajarme y aunque la ducha ayudaba, no conseguía despejar mi mente completamente, la idea de tener que malgastar todo mi verano a su lado, seguía ahí. Quedaba poco para acabar las clases y justo cuando empiezo a pensar que todo va a ir bien porque voy a estar lejos de él, este verano mis padres me dicen, tan tranquilos, que debo convivir con 'el-simio-idiota' todas las vacaciones, ya que ellos se van a 'no se qué' conferencia donde no aceptan a jovenes-adolescentes. ¿Qué clase de conferencia era esa?. ¡Eso es discriminación.... exacto, discriminación a los jóvenes!. ¿Y si esa conferencia nos interesara? -Cosa que no va a pasar- pero, ¿Y si así fuera?. -¿Te podrías dar prisa si no quieres llegar tarde?- “Genial, el culpable de todo mi malestar ya se ha despertado”.-Pensé, mientras la sensación de odio, combinada con algo más renacía de nuevo. “Ya empezamos, nada más abrir los ojos y más peleas.” - Gritó mi subconsciente.- Aunque sabes, que sin esto tu día no estaría completo. -No se si te has golpeado con la mesita de noche o lo que te ha pasado, tampoco me importa, solo déjame ducharme tranquilamente.- Contesté de manera hostil. La verdad es que ya había terminado de bañarme, pero no le iba a dar el placer de hacer lo que él quería. Además, ¿por qué venía a buscar pelea, si había otro baño?. ¡Es insufrible!, ni ducharme tranquila puedo ahora. “Pelear tanto no ha de ser bueno, pero desde el primer momento sentí.. una aberración contra él, un sentimiento difícil de explicar, no se si es su culpa o la mía, pero él también la siente hacía mi por lo que se ve.” Mis pensamientos empezaban a desvariar. -¡Que te des prisa!- Me volvió a gritar golpeando mi puerta. -¡Que te vayas!- Contesté golpeando la puerta de vuelta.- Hay otro baño, con una bañera, ya sabes, eso que tú nunca usas, al lado de tu cuarto. ¿Lo sabes, verdad? Pues si. Ve allí, y si quieres, te dejo ahogarte en ella. Corre, haber si hay suerte y así me dejas un ratito en paz.- Sé que eso sonó duro, casi insensible, pero no era nada comparado con lo que otras veces nos decíamos, además creo que una parte de mi estaba bromeando. -Oh pero mira que inteligente se ha vuelto la niñita de papa y mama, yo si uso la ducha, en cambio tu deberías aprender a meter 'algo' en esas cosas a las que llamas sujetadores, ya que no tienen nada que sujertar, por lo menos a ti. Y si no sales rápido, te sacaré de ahí en un abrir y cerrar de ojos. - Genial, una manera fabulosa de empezar el día. Definitivamente es más idiota de lo que yo pensaba. A veces las ganas de cometer un homicidio, me llevan a tener pensamientos sádicos.- Es que tengo mi ducha rota, idiota.- ¿Idiota?. Idiota su padre, aunque no tenga culpa de haber creado a un batracio idiota como este. “Respira, respira”- me dije a mi misma mientras intentaba no salir y aporrearle la cabeza con la silla de cuero, que tiene clavos sueltos. -¿Por qué no me extraña?. Tu y tus manos rotas.. no hablemos de mi pobre mp3... ¡Por tu culpa está a saber donde!.-Escuché risas al otro lado de la puerta. -¡Ahogado, ahogado! Por tu culpa esta a-h-o-g-a-d-o- Me imitaba- ¡Ay si, que se me escurrió en el lavavo!- Si no dejaba de burlarse de mi, pronto iba a... -Haz el favor de salir de aquí, si quieres tu cabeza de simio intacta. Te estoy advirtiendo, sal, ¡ahora!- Grité abriendo la puerta y colocándome en frente de él. Nadie se burlaba de mi y mucho menos, aquel insoportable e idiota de 3 años de mentalidad. ¿En qué momento, a partir de ahí, me dí cuenta de qué estaba discutiendo con él a las 7 y media de la mañana, medio desnuda, a la salida del cuarto del baño?. Él también pareció percatarse de la situación, porque me miró de una manera intensa y rápidamente apartó la mirada al suelo, como si quisiera que este se lo tragase. -¡Raúl te juro por lo que más quiera qué te mataré!- Grité más enfadada al ver que se estaba a punto de colar en el baño. Sin pensarlo dos veces lo cogí del brazo, pero se soltó fácilmente y corrió -y yo detrás de él- con la toalla liada en mi cuerpo para hacerle pagar por todo lo de hacía unos minutos..- Como te pille te mato, imbécil. ¡¿Cada día te vuelves más y más tonto, o es que por las noches te entrenas para parecerlo?!- No me podía controlar, las palabras salían de mi boca sin pasar antes por mi cerebro. -Ja, primero vamos con lo de pillarme y después intentas matarme- Dijo mientras disminuía el ritmo, estaba claro que se estaba burlando de mi porque no corría tan rápido como él.- Jum... corres por la casa, persiguiendo a una pobre criatura, en toalla, mientras pegas gritos diciendo que me vas a matar.. ¿Soy el único que ve que estás completamente paranoica?.- Reía y reía sin parar, y eso estaba haciendo que me cabrease mal. ¿He dicho que tengo mal humor por las mañanas? Bien, pues si a eso le aumentas todo esto, esa combinación es explosiva. -¡Todo esto es por tu culpa!. Si me dejarás en paz, yo ahora estaría vistiéndome o preparando el desayuno.- Grité en mi defensa sin dejar de correr tras él. Corrí un poco más y conseguí alcanzarlo. Pero al agarrarlo hice que él se quisiera apartar, de nuevo, tropezando y cayendo los dos al suelo. “Auch, menudo golpe”- Me sobé la cabeza y miré a mi alrededor. Nuestros rostros quedaron a centímetros de distancia. La casa en silencio, cosa bastante inusual estando nosotros solos. Me fijé en Raúl que estaba atónito, y sus ojos algo brillosos, ya fuese por la cercanía o por.... ¡Se me estaba cayendo la toalla!. -¡Me quiero morir!- Dios mío, que mal... Me apresuró a levantarme y colocármela bien. Corrí escaleras arribas y me volví a meter en el baño, intentando analizar y olvidar todo lo sucedido anteriormente. Al entrar, entre los nervios y lo extraña que me sentía no pude evitar que la puerta se me escapara y acabase dando un portazo. Escuché unos golpes provenientes del exterior del baño. ¿Aún quería seguir con lo anterior?. -¿He ganado? No me has matado al final, enana, eso es que he ganado.- Rió. Aunque su risa no era como las otras, estaba algo temblorosa. Un escalofrío me recorrió de arriba hasta abajo al ver que la puerta se estaba abriendo, y como si de un instinto primario se tratase, cerré la puerta, sin pararme a pensar en nada más, hasta que escuché un grito, bastante grave, del exterior. -Oh, ¿Te he dado?- Pregunté con un tono burlón e irónico, mientras volvía a abrir la puerta- Bueno así tendrás una nariz más o menos normal y conseguirás que una chica se fije... en... ti- Dejé de hablar- ¡¿Te he hecho sangre?!- Me a preocupar, aunque no pude evitar que una pequeña carcajada saliese de mí, me sentía bastante mal, así que me acerqué y le tendí la mano. Estaba muy furiosa con él, pero algo en mi interior me gritaba que debía hacerlo, y que si no lo hacía la presión en mi pecho no desaparecería. -Diana, esto ya... es... ¡me voy!- Dijo sin más y se marcho dejándome atónita. ... … Estaba en blanco, apoyada en la puerta del baño, intentado asimilar. Veamos, me irrita, me saca del baño, casi me quita la toalla, aunque-no-haya-sido-su-culpa, si lo se, y después sigue con la burla. Después, le doy sin querer, un portazo, ¿Y se va?. ¿Sin más?... ¿Pero que narices...?. “Está bien, así será.”- Pensé aún más enfadada.