[Segundo juicio] Asesino de Michael Stengel

Me llevé mis manos a la boca y cerré los ojos con fuerza. Esto era demasiado cruel para mi. Caminé sin mirar atrás para intentar no conservar la imagen del asesinato, pero me era imposible. Subí también al elevador y salí al fin de esa sala de torturas.

 

Simplemente subí al elevador, evitando pensar en lo sucedido, tenía miedo de que llegara a suceder de nuevo y muy pronto con algún otro compañero.

 

Antes de que pudiera terminar de decirle a Alex lo que queria, Monokuma oprimio el boton de castigo y se lo llevo. Mientras veia el desarrollo del castigo tenia una mezcla de dolor, impotencia y desesperacion... Ese maldito oso estaba logrando su objetivo. Simplemente fue demasiada crueldad, era inhumano... Valga la redundancia. Tuve nauseas, pero no vomite, en cambio, lloré. Al terminar el juicio todos se iban de la sala, yo simplemente me quede de rodillas en el suelo... Alex ya no estaba. Baje la cabeza mientras apretaba su pistola sostenida entre mis manos, bueno... Supongo que ahora era mia. — Alex... — Quede un largo rato ahi en silencio.

 

Volví a la sala del juicio, me preocupo Rin y quería hacerle compañía, me aserque y me senté juntó a él.
—Duele ¿Verdad?—Le pregunte, conocía la sensación de perder a un amigo, pero la mía fue peor ya que perdí a mis padres.

 

Esto era una mierda, Alex había caído... una lastima, de su aura brotaba una fuerte música.

—Fin...—Suspire con la voz temblante y salí del lugar hacia la sala de música.

 

Derepente senti la presencia de alguien a mi lado, no estaba completamente solo, ¿O tal vez volvio porque se preocupo de mi estado? Voltee la cabeza y mire a la persona que estaba ahi, era Dani... Bueno, creo que lo que decia mi madre era verdad; "Si haces un buen gesto sin esperar nada a cambio, algun dia alguien hara lo mismo contigo".
Tenia los ojos hinchados... Maldicion, me los frote con la manga del cardigan que llevaba y le respondi:
— Debo estar hecho un desastre, ¿No? — rei. Fue lo unico que alcance a decir... La verdad era algo asi como un mecanismo de defensa, no seria correcto que la persona quien le dijo que fuera fuerte, le demuestre debilidad. Mas bien, esta nueva realidad no nos tenia permitido ser debiles.

 

—Un poco—Comente en broma—. Yo sé que se siente ver morir a alguien cercano—Dije con una triste sonrisa—, Detesto el sentimiento de no poder hacer nada para evitar que mueran. Pero me dije que no permitiría que me vieran triste, intentare sonreír ya que llorar es muy fácil y las cosas fáciles me aburren.

 

Hace un momento, tras el gran dolor que genero en mi la muerte de Alex, no pude mas que caer y llorar de impotencia en la sala en donde se celebro el juicio, solo, como empece. En ese momento llego Dani, ¿Quien mejor que ella para entender lo que siento? Ella habia pasado exactamente lo mismo con Nix. Tras unos largos minutos perdido en un mar de pensamientos, recorde lo que me habia dicho mi camarada antes de despedirse, lo que me susurro en secreto, lejos de oidos curiosos, con las piernas un poco temblorosas, me reincorpore y mire a la chica, le sonrei:
— Gracias, Dani... — mire la pistola que Alex me entrego — Tengo algo que hacer, si me disculpas. — Sali de esa maldita sala y fui al ascensor, rumbo al cuarto de mi difunto amigo.

 

Sonreí feliz de que lograra animar a Rin, me levanté y fui directo al elevador, necesito distraerme y hablar un poco con mi almohada.

 

De la larga espera, me habia quedado dormido sin darme cuenta. Supongo que pasa, así que me levanté y salí del elevador decidido a recorrer las habitaciones.