[Segundo juicio] Asesino de Michael Stengel

Mi estómago gruño.—la espera me dio hambre—Dije con una sonrisa nerviosa.

 

Vi la actuación de aquel chico y... bueno, no tuve palabras. Parecía un perrito, y esas barritas un hueso que ansiaba morder.
Al final acabarán todos igual de locos que él, pero bueno, parece que Ren eso de la locura lo traía ya de casa.

 

—En fin, lo hecho, hecho está. —finalicé, riendo con nerviosismo.

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No intenten mantener conversación conmigo, yo ya me voy xD

 

--¿¡Pero qué...!? --exclamé al ver que Ren me robó mi última barra y se la acababa delante de mis narices. --¡Oye, que esa era la última!

Casi me levanté para cantarle las cuarenta pero decidí mejor quedarme en mi sitio, al fin y al cabo solo era una tonteria sin importancia. Le miré durante un segundo y no pude evitar reir levemente. En el fodo el chico me caía bien.

 

Ver eso me hizo sonreir levemente, y pensar que de todos yo era de los mas pacientes. Entonces pensé en dar mi barra que tenia en mi bolsillo, no iba a comerlo ahora entonces lo saqué y alzando mi mano dije-Yo tengo esto de hace rato y no creo comerlo ahora,¿alguien lo quiere?.

 

—Yo quiero—Dije mientras mi estómago gruñía levemente.

 

Escuché que Daniela lo queria entonces me levanté, caminé hacia ella y con una sonrisa le dije-Ten, espero que te pase el habre.

 

Vi que Anthony sacaba algo de su bolsillo, lo observe disimuladamente con la mirada sin girar la cabeza, al sacar su mano, sostenia una barra de cereal. Acto siguiente la ofrecio diciendo que no se la iba comer, Dani fue la primera en responder, mas no pude evitar notar la mirada de Ren hacia la comida del chico, probablemente la robaria de nuevo, ¿Se cree Crow o algo asi? Suspire y simplemente segui observando, para ver el desenlace de esta pequeña escena. Mientras pasaban los minutos y Monokuma nos hacia esperar mas y mas, ya habia pasado hora y media desde que el ultimo de nosotros entro al ascensor, ¿Cuanto mas nos haria esperar? ¿Se habra olvidado que nos mando llamar? Nadie mas iba a venir, hay alumnos que ni siquiera se han dignado a presentarse y el director espera a que vengan a la clase de juicio... Bah.

 

—Gracias—Recibí la barra con una sonrisa, la abrí y comencé a comerla en silencio.

 

Ya había comido la mitad de la barra, doblé el papel cerrándola y la guarde en algún bolsillo de mi chaqueta, la terminaría luego, ahora sólo nos queda esperar a que el ascensor baje.

 

Sí que se estaba haciendo larga la espera... Para mantenerme entretenido, hacía girar la pistola en mi dedo índice; como los vaqueros del Lejano Oeste, una vez más.

 

Barras de cereal por todos lados.
Esto empezaría pronto, o al menos eso esperaba... estaba tan aburrido y sin instrumentos que solo podía palmear mi panza para producir algún divertido ritmo improvisado.

 

—¿Y que tal si tocas una guitarra de aire? —le pregunté estúpidamente aquel chico, aunque era mejor que escucharlo tocar su panza, sin duda alguna.

 

No entendía lo que las personas muchas veces me decían, para no parecer grosero voltee hacia el pelirrojo y le sonreí.
—Cool—Sin saber que hacer a continuación para que mi respuesta tenga sentido, baje la cabeza y seguí con percusión de mi vientre

 

Saque nuevamente la barra de mi bolsillo y continúe comiendo.

 

—Comienzo a preocuparme por nuestro querido director —dije irónico—, a estas alturas ya deberíamos bajar... aunque suene algo paradójico.

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@Patch, nos aburrimos D:

 

—Si hubiera sabido que tardaríamos tanto hubiera desayunado debidamente...—me lamenté al notar que no íbamos a bajar en un bueen rato y aún seguía con hambre.

 

—Claro que si se tiene tanta hambre podemos salir del elevador, ir a comer y regresar ¿No? Digo, si se puede entrar, también se puede salir. Claro que existe la posibilidad de que el ascensor -o "descensor" como lo llamo yo- esté sellado y no podamos salir hasta acabar el juicio, pero también puede que sea completamente posible que podamos abrirlo desde aquí dentro con pulsar el botón de abrir, dirigirnos a la cocina, comer algo, regresar, y continuar con el martirio. Eso o quedarnos aquí encerrados por tiempo indefinido y desarrollar claustrofobia.

 

—Podríamos jugar una carrera, ida y vuelta, hacia la cocina —propuse—. Pero no ganará el que llegue primero, sino el que traiga consigo la mayor cantidad de comida. Después de todo, el riesgo es quedar fuera del ascensor.

 

—Salir se puede salir, Ren. —le respondí al chico pulsando un botón naranja que abrió la puerta de par en par. —Y si haceis eso yo me apunto. —sonreí divertida ante la idea.