[Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Steve Yops, 3 Agosto 2010.

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  1.  
    JavierLove

    JavierLove Escribiendo con el Corazón....

    Leo
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    19 Enero 2014
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    Amigo porque le as puesto esa apariencia a Dawn ,no es mala es como la mala del cuento :S , pero me gusta Fanfic siguele ,
    saludos :D
     
  2.  
    JavierLove

    JavierLove Escribiendo con el Corazón....

    Leo
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    19 Enero 2014
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    Entonces , ya sabre porque Dawn es mala,mejor me espero el otro fic :D
     
  3. Threadmarks: Capítulo 15: Un triple golpe de regreso
     
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    9683
    ¡Hola, hola! Sé que me demoré un poco más de lo usual xD Pero créanme que lo compensaré con este capítulo. Ya se puede volver a dar Me Gusta a las historias :'DD pero no crean que eso los va a librar de comentar, ¿eh? jajajaja, es broma. Espero que lean el capítulo, que los disfruten, y que dejen un comentario para que pueda saber que tal les pareció.

    Capítulo 15: Un triple golpe de regreso

    Como bien sabemos, May y Ash pudieron regresar sanos y salvos a la Poké-academia.

    Al llegar, la directora les preguntó a ambos chicos la razón de su retraso; y luego de escuchar a May y llamar al centro comercial para confirmar los hechos, decidió llamar a la coordinadora de cabellos azules a su oficina para sancionarla por lo que hizo.

    Ahí estaban May y Dawn, en espera de la decisión de la directora Helen.

    —…y, ¿cuál será mi sanción? —preguntó la coordinadora de Sinnoh temerosa.

    La dirigente del instituto miró fijamente a la chica y exhaló con cierto aire pensativo.

    —Ya que le gusta hacer bromas con los baños… su castigo será ahí precisamente. Mañana va a limpiar los baños de mujeres, luego de que todas las alumnas se hayan duchado.
    —¿¡QUÉ!?

    Dawn pegó un alarido tan fuerte que hizo que la castaña y la directora pegaran un salto del susto.
    La cara de la joven de bufanda rosa lo decía todo, era una mezcla de pavor y desagrado… ¡Limpiar los baños!, ¿en serio?

    En menos de cinco segundos, la coordinadora de Sinnoh se acercó con gran velocidad al escritorio de la directora, y se puso de rodillas con las manos cruzadas.

    —¡No, no!, ¡directora, por favor! —suplicó la chica proveniente de pueblo Hojas Gemelas—. Si quiere, ayudo a servir la comida en el restaurante, o si no…
    —La decisión ya está tomada, Berlitz —la interrumpió la dirigente del instituto con seriedad.

    La chica de ojos color lapislázuli se levantó de mala gana, y se cruzó de brazos mientras comenzaba a hacer pucheros de la resignación. Ya no había nada que hacer…

    —¿Quisiera decir algo, señorita Balance? —preguntó la directora.

    May se dignó a negar con la cabeza. No había dicho ni una sola palabra, y al ver lo estricta que era la señora Helen le daban menos ánimos para hablar.

    Ahora que el asunto estaba concluido, la directora les indicó a May y a Dawn que podían retirarse.
    Al salir de la oficina, May estaba a punto de irse, pero fue detenida por su “rival”.

    —Eres de lo peor… —dijo Dawn.
    —¿Disculpa?
    —¿Acaso crees que es muy divertido andar limpiando baños?
    —No sé con qué cara me haces reclamos —dijo May con valentía—. Tú misma te lo buscaste, ¿o acaso crees que es muy divertido que te encierren en el baño de un centro comercial?

    Esta vez Dawn no supo que responder. Resignada y orgullosa, desvió la mirada y cruzó los brazos.

    —Mira, no sé porque me tratas tan mal, pero ya estoy harta; si te sigues metiendo conmigo no me quedaré de brazos cruzados —dijo la castaña.
    —¡Uy, qué susto! —exclamó sarcásticamente la coordinadora de Sinnoh—. Ya qué andamos pidiendo explicaciones, te responderé con esta pregunta: ¿Crees que está bien andarse fijando en los novios de otras personas?

    May abrió los ojos como platos ante aquella pregunta. Tragó saliva de los nervios e inmediatamente trató de mirar hacia otro lado como escape.

    —N-no sé de qué me estás hablando… —susurró la coordinadora de pañoleta verde.
    —¿Ah no? Claaaro… Qué predecible resultaste. Yo ya sé que estás enamorada de mi novio… —dijo la chica de ojos color lapislázuli, haciendo énfasis en las palabras en cursiva.

    En ese momento, May hizo un gesto, haciendo ver que se encontraba completamente aturdida…

    —Piensa lo que quieras, Dawn. Ya fue suficiente con tener que haber sido víctima de tus jugarretas como para tener que aguantar tus arrogancias todavía más…

    Aquella frase hizo que la coordinadora de Sinnoh se quedara con la boca abierta de la impresión.
    Sin decir más, May se marchó sin detenerse ni un solo segundo, mientras que Dawn la seguía con una despreciable mirada.

    —El silencio dice más que mil palabras, May Balance… Esto se hace cada vez más obvio.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Ash se había vuelto a reunir con Pikachu, y estaban ambos pensativos mirando el ocaso desde el patio de recreos, sentados en una roca.

    —Dawn cada vez se parece menos a lo que alguna vez fue… —susurró el azabache—. No sé si esto vaya para algún lado.

    Pikachu miró a su entrenador con pesar mientras susurraba su propio nombre. Por más que no le agradara la novia de su dueño, el pokémon sentía la decepción y confusión que tenía el joven de gorra roja.

    —¡Oye, Ash! —exclamó una voz.

    El entrenador con “z” en las mejillas y el ratón amarillo se dieron vuelta con curiosidad, pues esa voz se les hacía familiar y no la habían escuchado desde hace un buen rato.
    Efectivamente, esa persona era…

    —¡Brock! —exclamó Ash—. Cuánto tiempo, ¿eh?
    —¡Pi-Kachu! —agregó el pokémon.
    —Al fin podemos hablar, pequeños ingratos… Tuvo que pasar un incidente para encontrarlos quietos.

    El entrenador y su pokémon se echaron a reír ante el comentario de su ex-compañero de viajes.

    —¿Y qué tal está Lucy? —preguntó Ash.
    —Hermosa, muuuy hermosa… —respondió Brock haciendo énfasis en la palabra en cursiva.
    —Pero, ¿ha pasado algo entre ustedes?

    El líder de gimnasio Roca se acurrucó en el suelo con un aura depresiva rodeándolo, mientras le decías a Ash: “¡eso duele…!”

    —Oh. Lo siento, amigo —se disculpó el azabache un tanto avergonzado.
    —Pika Pikachu… —añadió el ratón eléctrico para reforzar la idea.
    —Ya qué… —dijo resignado el tutor—. ¿Las cosas con Dawn van mejor qué la última vez?

    Ash en ese momento bajó la mirada con algo de molestia.
    Pikachu miró a Brock y negó con la cabeza. El líder de gimnasio se mostró bastante preocupado ante aquella respuesta y se sentó en el suelo para estar a la altura de su amigo.

    —¿Qué pasó esta vez? —preguntó el moreno.
    —Bueno, hemos peleado unas seis veces esta semana…
    —Uh… hasta que al fin dejaron de ser seis veces en un día —bromeó Brock.
    —Sí, pero han sido peleas más fuertes. Y varias de ellas han incluido a May de una u otra forma…

    “¿A May?” se preguntó Brock en sus pensamientos. No obstante, se le vino de inmediato a la cabeza el momento en que él y Ash conversaban en el barco, donde la mención de May causó unas curiosas reacciones tanto en el azabache como en la coordinadora de Sinnoh, distintas en ambos casos, por supuesto.

    —Hmmm… no se me hace muy raro que digamos.
    —¿Ah no? —preguntó Ash curioso.
    —¿Qué no te acuerdas cuando te hablé de May luego de qué nos fuimos de Sinnoh?
    —Ah, sí. Dawn también me lo ha recordado…
    —Pues si te pones a pensar, apenas te la nombré, tú te emocionaste cómo si hubieras ganado una batalla, algo que no es muy usual en ti; y eso provocó los celos en Dawn…

    Ash se quedó pensativo. Lo que le decía su ex-compañero de viajes tenía bastante sentido…

    —¿Te gusta May? —preguntó Brock con cara pícara.
    —¿¡Qué!? —gritó Ash—. ¿De dónde sacas eso?
    —Deberías ver tu cara —dijo Brock ríendo burlonamente—. Estás más rojo que un Voltorb.

    Ash suspiró un tanto irritado. No obstante, su ánimo cambió rápidamente al de hace un rato al volver a mirar el atardecer.

    —Brock, Dawn cada vez está más rara. Hoy dejó encerrada a May en el baño del centro comercial.

    Brock alzó las cejas de la impresión. ¿Había escuchado bien a su amigo?

    —De acuerdo, eso si no me lo esperaba —dijo Brock aterrado—. Sé que con el tiempo ella se fue haciendo más temperamental y todo, pero jamás imaginé que ella llegara a hacer ese tipo de cosas.
    —Y si no me gusta ser amigo de personas así, imagínate ser… bueno, “el novio”.

    Brock echó la mirada hacia el cielo.

    —Quieres terminar con ella, ¿verdad?

    Ash asintió con un semblante melancólico. Lo último que quería era herir a su novia, pero las cosas cada vez andaban peor, y los “esfuerzos” por quererla eran en vano; más aún con el comportamiento de la chica estos últimos días.

    —Cada vez está más rara, y así se me hace más difícil el intentar quererla de “ese” modo —explicó el entrenador con “z” en las mejillas.
    —Pues si quisieras un consejo del experto, yo creo que es lo mejor, amigo —afirmó Brock mirando fijamente al azabache—. Esto que están haciendo ustedes es un experimento que no va a ningún lado; ella es consciente que tú no sabes nada de amor y aun así quiso asumir el riesgo como tú.
    >>No es una buena idea en lo absoluto, Ash. Es mejor que acaben esta locura lo más pronto posible.

    Ash miró a Brock con duda. Entendió perfectamente lo que le dijo, pero lo que le causaba inseguridad era… ella, precisamente.
    No era tanto por si salía vivo de aquella situación, si no que se sentiría muy culpable si veía a aquella chica destrozada por su decisión.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, la susodicha coordinadora estaba entrando a su habitación, donde se encontraban sus dos preocupadas compañeras de cuarto.

    —¡Dane! —exclamó Lyra.
    —Escuchamos que te llamó la directora, ¿qué pasó? —preguntó Brianna.
    —Hablamos de eso luego, voy de salida ahora —dijo la joven de cabellos azules tomando una bolsa con un muñeco que parecía ser un Clefairy.
    —¿Qué es eso? —preguntó la entrenadora de ojos marrones con curiosidad.
    —Un regalito para Ash —dijo ya cerca de la puerta.
    —Pero, espera, ¿Ash no se enteró d…? —intentó preguntar Lyra, pero el sonido de la puerta la interrumpió una vez que Dawn había salido de la habitación.

    ————————————————————————————————————————

    —Creo que tienes razón, Brock, así que eso haré. Muchas gracias por el consejo, amigo.

    El azabache se veía un poco más decidido esta vez. Por más doloroso que fuera, sabía que sin duda alguna era lo mejor que podía hacer.

    Pikachu sonrió melancólicamente mientras miraba a su entrenador. A decir verdad, no le preocupaba en lo absoluto lo que pensara la coordinadora de Sinnoh, pero ver a su dueño con esas complicaciones ya era una razón para ponerse serios.

    —¡Ash…! —gritó una voz a lo lejos.

    Era Dawn, que con una gran sonrisa, había estado buscando a su novio por todo el instituto.

    —Al fin te encuentro, no sabía que seguías aquí… —La chica de ojos color lapislázuli notó la presencia de su ex-compañero de viajes y se alegró de gran manera al verlo—. ¡Brock!, ¡hasta que al fin nos vemos de cerca! Veo que tuviste la dignidad de seguir mi consejo, ¿eh?
    —Hola, Dawn. Creo que te extrañé a ti y a tus comentarios —dijo Brock con una gota estilo animé.
    —¡Fue una idea súper cool!, ¿no? ¿Qué tal las cosas con Lucy? —dijo la joven de bufanda rosada alzando las cejas pícaramente al hacer la última pregunta.
    —Ya me voy… —susurró Brock cabizbajo, con un aura de depresión rodeándole.

    Pikachu, aprovechó eso para irse con Brock y dejar a Ash y Dawn solos, pues sabía que su entrenador necesitaría privacidad en ese momento.

    —¿Qué le pasó? —preguntó Dawn confundida.
    —No sé… —dijo el azabache con la voz melancólica—. Oye, Dawn, debo hablar contigo.

    Dawn, suponiendo que iba a ser un sermón por lo ocurrido en el Viridian Plaza, rápidamente sacó el peluche que tenía en la bolsa y se lo mostró a Ash, empezando a jugar con él.

    —Mira lo que te compré en la tienda de poké-muñecos, ¿verdad que está lindo?
    —Sí, muy lindo… pero debo decirte algo muy importante.

    La coordinadora de cabellos azules dejó de jugar con el peluche en seco. Se veía un poco nerviosa, pues el tono con que Ash le hablaba no le gustaba para nada. Se quedó muda, queriéndole decir a su novio que estaba dispuesta a escucharlo.

    —Dawn, lo he pensado mucho y… —El chico hizo una pausa en ese momento cerrando sus ojos y lanzando un suspiro—. Y quiero que terminemos.

    La coordinadora de bufanda rosada no podía creer lo que estaba escuchando. Se quedó mirando al entrenador por unos minutos con una expresión completamente aterrada.

    —Ash, si quieres hacerme una broma, está bien, pero no juegues con eso. Vengo de pasar un rato muy incómodo en la oficina de la directora y no estoy de humor para bromas tan pesadas…
    —Es en serio, Dawn. —El azabache se mordió el labio para contener su melancolía; pues lo que podría venir de seguro iba a ser doloroso.
    —No… ¡no! —dijo la coordinadora de Sinnoh con la voz quebrada—. ¡Esto no me puede estar pasando a mí!, ¡¡no!!

    Los ojos de la coordinadora comenzaban a tornarse bastante vidriosos. No obstante, la chica de ojos color lapislázuli trataba de llevar a cabo una fuerte lucha interna para conservar la calma. ¡No podía ser cierto! Eso tenía que ser una pesadilla, una muy fea pesadilla…

    —Ash, no me hagas esto… ¡por favor! —le suplicó la coordinadora de Sinnoh mientras negaba con la cabeza, al mismo tiempo que sus primeras lágrimas comenzaban a salir.

    Ash tragó saliva de los nervios. Pudo notar que su pulso comenzaba a acelerarse gradualmente mientras esa situación se tornaba cada vez más y más incómoda…

    —Dawn, lo siento, pero no puedo. No eres la misma de antes, has cambiado mucho… Y si no puedo ser amigo de alguien así mucho menos puedo ser el novio…

    Dawn se cubrió la boca con su mano y cerró los ojos, mientras su llanto comenzaba a hacerse más fuerte.
    Lo último que se hubiera esperado era ese terrible momento, ese doloroso momento.

    —¡Pero fue algo excepcional! Estaba muy enojada, pero no lo volveré a hacer y…
    —Escucha, no es sólo eso… —le dijo Ash tomándole las manos para calmarla—. Esto lo he venido pensando desde hace tiempo; tanto tú como yo sabemos que no sirvo para esto, no sé nada de amor…
    —¡Pero con que me quieras me basta, Ash! —exclamó desesperada la chica de gorro blanco, agarrándolo del chaleco.

    Ash sintió un nudo en la garganta ante las palabras de la coordinadora de Sinnoh. Lo que estaba a punto de decirle de seguro le iba a causar mucho más dolor del que tenía, pero debía hacerlo…

    —Dawn… lo siento, pero yo…
    —¿Qué? —le preguntó rápidamente la coordinadora angustiada, mientras lo soltaba lentamente.
    —Yo… no te quiero. No así.

    Esa frase descolocó por completo a la coordinadora de Sinnoh. Aunque seguía llorando, comenzaba a sentir como lentamente, una furia incontrolable comenzaba a surgir desde su estómago.

    —¿Q-qué? —dijo la chica originaria de pueblo Hojas Gemelas—. ¿¡Y hasta ahora es qué me lo dices!?

    Ese grito puso bastante nervioso al entrenador con “z” en las mejillas. Si la situación antes era incómoda, ahora era insoportable. Sabía que esa frase iba a dañar muchísimo a su novia… o bueno, a su ex.

    La coordinadora de Sinnoh, indignada, comenzó a negar con la cabeza. Se sentía humillada, ¡por el chico que ella tanto amaba! Eso no podía causar sino sólo una cosa… impotencia.

    —Dawn, yo… —dijo intentando tocarle el hombro.
    —¡Ni se te ocurra… tocarme! —gritó furiosa la chica de ojos color lapislázuli.

    Su mirada lo decía a todo. En ese momento sentía un repudio gigante por el chico que estaba en frente suyo.

    —Esta humillación no te la voy a perdonar nunca… —dijo sacando el peluche de la bolsa nuevamente con rapidez, y se lo lanzó bruscamente al entrenador, golpeándolo en el hombro—. ¡¡Te odio, Ash Ketchum!!

    Tras decir esas palabras, la chica echó a correr sacando el llanto.

    El entrenador de cabello azabache vio, con los ojos vidriosos, a su ahora ex-novia entrar al vestíbulo nuevamente.
    No tuvo más remedio que sentarse en el suelo y poner una mano sobre su frente para bajar los niveles de estrés.

    —‘Lo siento mucho, pero era lo correcto… Si no te causaría más daño’ —dijo el chico en sus pensamientos.

    (…)

    La coordinadora de Sinnoh entró al vestíbulo corriendo sin detenerse ni un solo segundo, hasta que… ¡Plaf! Retrocedió unos cuántos pasos hacia atrás bruscamente al haber chocado con alguien.

    —Oye ten más cuida… ¿Dawn?

    Dawn alzó la mirada al reconocer esa voz. Era Paul Verity, y la estaba mirando bastante preocupado.

    —¿…estás bien? —preguntó el entrenador de ciudad Veilstone.

    Dawn miró al chico de cabellera morada con profunda tristeza, y sin pensarlo dos veces, se le abalanzó para abrazarlo mientras seguía soltando el llanto.
    Paul, impactado, le correspondió el abrazo. Al ver como la chica estaba tan afligida, le empezó a acariciar suavemente la cabeza para tratar calmarla, mientras le decía “Ya…ya, tranquila” con dulzura.

    ————————————————————————————————————————

    En aquellos momentos, May estaba entrando a su habitación y se encontró con Marina y Pichu, que una vez que había dejado de jugar con Pikachu, se reunió con la ídolo pokémon mientras su entrenadora estaba en la oficina de la directora.

    El ratoncito al ver a la castaña, rápidamente saltó a sus brazos con alegría.

    —¡Hola pequeñito! —exclamó la castaña acariciando al ratoncito.

    Marina, que estaba leyendo una revista de moda, se levantó de su cama y se acercó a su amiga.

    —¿Cómo te fue? —preguntó la chica de cabello cerúleo.
    —Hmm… bien. Sancionaron a Dawn con limpiar los baños —dijo la castaña con seriedad.

    Las chicas se quedaron calladas por un momento, y se miraron fijamente sin hacer nada más; hasta que… pegaron un un brinco de alegría, y luego comenzaron a hacer un baile de celebración, al cual Pichu se unió, para celebrar que se había hecho justicia.

    —¡Eso es genial! —exclamó Marina.
    —Sí, debiste haber visto su cara… ¡era como si se le hubiera aparecido un Spiritomb! —dijo riendo la chica de ojos color zafiro—. Estaba palidísima.
    —Asombroso… por fin se quedará callada un rato. Pero dime, ¿qué ocurrió allá en el Viridian Plaza? —dijo preguntando esto último con mirada picarona.

    May lanzó un suspiro de agotamiento.

    —De todo…

    La castaña, entonces, le contó a su amiga lo ocurrido luego de que hubiera quedado encerrada en el baño: cuando perdió el bus, su encuentro con el azabache, y la explosiva aparición del equipo Rocket.

    Sobre lo último, le dijo que llegaron tres extraños sujetos: uno era alto y tenía cabello verde azulado, la otra era una mujer muy seria de cabello y tez blanca, y por último, un hombre alto, musculoso, rubio y de piel morena.
    Ante esas descripciones, Marina comenzó a inquietarse.

    —¿…de casualidad no escuchaste sus nombres? —preguntó la ídolo pokémon.
    —Bueno, sé que el musculoso se llamaba Attila, porque la chica gritó su nombre.

    Marina se cubrió la boca con su mano aterrorizada. Lo que temía era cierto; eran esos sujetos.

    —¡May!, ¡ellos eran los que querían capturar a Raikou la otra vez!
    —¿En serio? —preguntó May impresionada.

    Marina asintió lentamente.
    May se quedó pensativa. Por lo que le había contado su amiga, esos dos sujetos eran bastante peligrosos, y si fueron al Viridian Plaza, de seguro no andaban en busca de una piedrita común y corriente… ¿Qué será lo que estaban buscando?, ¿y quién era el otro sujeto?

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Paul invitó a Dawn a ir al restaurante, para poder sentarse, tomar algún refresco, conversar con calma, y así, poder tranquilizarse. Ella, ahora un poco más calmada, aceptó el gesto.

    Al llegar, Dawn se sentó en una de las mesas que daba vista al exterior, y ahí se quedó contemplando el paisaje mientras Paul iba por las bebidas.

    En la mesa de atrás, había otra persona que estaba comiendo un bocadillo para pasar el rato.

    En cuestión de minutos, Paul llegó con dos latas de gaseosa, cada una con una pajilla.

    —Gracias, Paul —dijo Dawn, y luego comenzó a beber su refresco.
    —Cuando quieras —dijo Paul luego de tomar un sorbo—. Ahora, ¿quieres contarme qué te pasó?

    Dawn separó su boca de la pajilla y bajó la mirada con tristeza. Guardó el silencio por unos momentos y luego devolvió la mirada hacia el chico.

    —Es algo complicado… Terminé con Ash.

    Paul se atragantó con la bebida cuando escuchó eso, y por poco le pasa lo mismo a la persona que estaba en la mesa de atrás; sin querer había escuchado esa parte de la conversación, y esa persona no era nada más ni nada menos que Nicolette.

    —‘¡No puede ser!’ —pensó la chica de cachetes rojizos, y disimuladamente se levantó de su asiento y se fue del restaurante.
    —¿Estás hablando en serio? —preguntó Paul.
    —Si fuera una broma no estaría así… —murmuró la coordinadora de cabellos azules.
    —Vaya, lo siento mucho…

    Dawn sonrió con ternura.

    —En verdad me has dejado impresionada. En Sinnoh me parecías algo frío y callado, pero acá he podido ver que en verdad eras alguien muy lindo, Paul.
    —¿Ah sí? —preguntó el entrenador de cabellera morada un poco ruborizado.
    —Sí. La otra vez que me peleé con Ash también te preocupaste por mí, y eso te lo agradezco de corazón. Eres un buen amigo, Paul.

    Paul sonrió al escuchar las palabras de la coordinadora de bufanda rosada.

    —Siempre podrás contar conmigo, tenlo en cuenta…

    La chica sonrió dulcemente. Era curioso pensar que pueda tener esa confianza con alguien que pareció ser muy distante alguna vez, pero se notaba que después que se enfrentó con Ash en la liga Sinnoh, su comportamiento empezó a cambiar… ¿o acaso había algo más que explicara ese cambio?

    —Pero, ¿eras feliz con Ash? —preguntó el entrenador de la región Sinnoh.

    Dawn lanzó un suspiro desconsolado.

    —No lo sé. Digo, yo lo quería en serio, pero él era tan… despistado, que de una u otra forma no funcionaba, pero yo trataba de pasar eso en alto, confiada en que él sentía lo mismo que yo.
    —¿Qué estás queriendo decir?

    Dawn hizo una pausa y cerró los ojos con tristeza. Una lágrima recorrió su mejilla. En ese instante, Paul sentía que lo que le estaban a punto de decir se trataba de algo muy serio.

    —… él me dijo que no me quería de “esa manera”, que todo este tiempo él estuvo tratando de hacerlo, pero nunca pudo.

    Los ojos de Paul se llenaron de ira. Pegó un fuerte puño contra la mesa y se paró de golpe, indignado.

    —Lo voy a matar… —susurró el chico.
    —¡No, Paul, por favor! —La coordinadora de cabellos azules se levantó rápidamente, lo agarró del brazo, y agregó un “No hace falta, en serio. Es mejor no incluirte en este lío”.
    —¡Pero todo este tiempo estuvo jugando contigo!, ¿¡con qué cara me llamaba insensible allá en Sinnoh!? ¡Él ni siquiera sabe tratar a una persona!

    Dawn negó con la cabeza, mientras sonreía melancólicamente al entrenador de ciudad Veilstone.

    —Fue un riesgo que yo asumí; cuando nos hicimos novios, él me advirtió que no sabía ni entendía ese tipo de temas. Yo tenía la esperanza de que él sintiera algo, y que el único problema era que no sabía cómo demostrarlo, pero no fue así…

    Paul exhaló aire con cierto pesar. Aun así, le parecía una total injustica el haber estado tanto tiempo así.

    Dawn le volvió a agradecer todo el apoyo que el chico le estaba brindando, y luego se volteó a mirar el paisaje a través de la ventana con aires de desconsuelo.
    Paul, un poco más calmado, decidió acercarse a la chica de ojos lapislázuli, y le tocó ambos hombros y le dijo:

    —Ten por seguro que en algún momento llegará alguien que sí te valore…

    Dawn quedó absolutamente impresionada con las palabras del chico. Detrás de ese sujeto que se veía tan serio, frío y distante; había un muy buen amigo, generoso y sensible…

    —Gracias por esas lindas palabras; pero por ahora, no creo poder estar para alguien más…

    Luego de eso, la chica se despidió del entrenador de cabellera morada con un beso en la mejilla y un abrazo, y se fue directo a su habitación.

    El joven de la región Sinnoh quedó ahí, paralizado. Lentamente se llevó la mano a su mejilla, exactamente donde había recibido el beso. Un leve enrojecimiento apareció en su rostro.
    Lentamente, se le fue formando una sonrisa al estilo de “¡Lo hice!”, y cerró sus dos puños y exclamó un “¡sí!”.

    ————————————————————————————————————————

    La puerta de la habitación 10D se abrió precipitadamente. May y Marina pegaron un salto del susto por aquel inesperado suceso y vieron entrar a Nicolette muy apurada.

    —¡No se imaginan lo que acaba de pasar! —exclamó la chica de cabello rojizo, agitada.

    El par de amigas intercambiaron una mirada de confusión, se encogieron de hombros, y luego voltearon a ver a Nicolette y negaron con la cabeza.

    —Ash y Dawn terminaron…
    —¿¡Qué!? —May y Marina se levantaron exaltadas cuando escucharon las palabras de la chica.

    Nicolette asintió. Estaba igual de aterrada que sus amigas; de seguro nadie se esperaba esa noticia.

    —¡Quién se la aguanta ahora! —exclamó Marina aterrada.
    —Ay, no —susurró la castaña preocupada, llevándose la mano a su pecho—. Sé que ha sido muy mala conmigo, pero no puedo evitar sentirme mal por ella…
    —¿Estás hablando en serio? —preguntaron Marina y Nicolette al unísono, sin poder creer las palabras de la chica.
    —¿Pichu? —agregó Pichu con la misma idea.

    La chica de ojos color zafiro suspiró.

    —Bueno, sí. Creo que ella en serio quería a Ash…
    —¡No lo dudo! —afirmó Nicolette—. No es sino ver los celos que le lleva…
    —¡Nicolette! —la regañó la castaña.

    La chica de mejillas coloradas se encogió de hombros, como si estuviera diciendo “¡Yo no fui!”

    —Ay, vamos, May. Tú eres la que menos puede negar eso… —dijo Marina.

    La castaña suspiró y volteó a mirar hacia otro lado, para dar por terminada la conversación.

    ————————————————————————————————————————

    Al fin llegó la hora de dormir. Muchas cosas habían pasado ese día; y ya era momento de descansar.
    Todos, sin excepción alguna, durmieron como un Snorlax usando “Descanso”.
    Luego de unas horas, los rayos del sol atravesaron las ventanas de la Poké-academia, indicando el inicio del segundo día del fin de semana…

    —¡Ay, no! —exclamó Dawn escondiéndose debajo de la almohada.

    Lyra y Brianna se levantaron de sus camas y miraron con preocupación a su compañera. Ya estaban al tanto de todas las situaciones ocurridas ayer.

    —Oye, Dane… Brianna y yo estuvimos conversando y hemos llegado a un acuerdo —dijo Lyra sentándose al lado de la chica de cabellos azules.
    —¿Qué acuerdo? —preguntó la chica sin levantar la mirada.
    —No podemos dejarte sola en estos momentos; así que te ayudaremos a limpiar los baños… —respondió Brianna acercándose a sus compañeras.
    —¿¡En serio!? —gritó Dawn de alegría, ahora volteando a ver a sus amigas.

    La chica de ojos lapislázuli rápidamente se levantó de su cama y comenzó a abrazar a sus amigas brincando, agradeciéndoles por la ayuda que sin duda le mejoraría el panorama.

    ———————————————————————————————————————

    Una media hora más tarde, Ash, Pikachu y Jimmy estaban en el vestíbulo, camino al restaurante para desayunar.

    —Entonces, ¿terminaste con ella? —preguntó Jimmy.
    —Sí, así es…
    —¿Y cuántos moretones te dejó? —preguntó el chico de chaqueta roja, bromeando.
    —Ninguno, sólo me golpeó con un muñeco… por suerte —respondió el azabache con una risa nerviosa.

    Justo cuando iban a entrar al restaurante, se toparon con un chico de cabello verde, alguien que Ash no deseaba ver en esos momentos…

    —¿Acaso pediste ensalada de lechuga para el desayuno? —preguntó Ash a Jimmy, con objetivo de insultar al presente.
    —¿Por qué no mejor te borras esos bigotes dibujados de la cara? —dijo Drew indiferente, refiriéndose a las “z” en las mejillas del azabache.
    —Son marcas de nacimiento —respondió irritado el entrenador de gorra roja
    —Sí, sí… —se limitó a decir el coordinador de chaqueta morada—. Tengo cosas más importantes que hacer que pelear contigo, Ketchum.

    Sin darle tiempo a responder, Drew se alejó del par de chicos luego de hacer su típico movimiento de flequillo. Ash, por su parte, gruñó mientras veía como el chico se iba, mientras que Pikachu y Jimmy aún no entendían la razón de los roces entre ambos chicos.

    En el camino, Drew fue agarrado del brazo por una chica que estaba vestida con un traje de limpieza…

    —¿¡Dawn!?, ¿por qué estás vestida así? —preguntó el muchacho de cabellera verde impresionado.
    —Luego te explico. Te tengo que contar algo serio…

    Drew guardó silencio para escuchar a la coordinadora de cabellos azules. La chica, entonces, le dijo lo ocurrido con Ash ayer, advirtiéndole que debe estar atento y seguir tratando de ganar puntos con May.

    —Ese tonto —dijo Drew indignado—, ¿todavía sigues enamorada de él?

    Dawn suspiró.

    —De seguro tú sabes que sentimientos como esos no desaparecen de la noche a la mañana…
    —Bueno, si necesitas algo, me avisas, ¿eh? —le dijo poniéndole la mano en el hombro.
    —Gracias, ¡y buena suerte! —respondió Dawn sonriendo.

    Drew sonrió y se despidió de la chica.

    En esos mismos momentos, Lyra y Brianna, vestidas igual que la coordinadora de Sinnoh, llegaron con baldes, trapeadoras y escobillas de baño.
    El par de chicas había ido en busca de los materiales por elección propia, y le insistieron a la chica de cabellos azules que se quedara esperando en vez de acompañarlas.

    —¡Todo listo! —exclamaron ambas jóvenes.

    Dawn sonrió y se acercó a sus amigas para ayudarles a llevar algunas cosas, y se dirigieron a los baños de mujeres para empezar con su labor.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, May, Norman y Max estaban teniendo un desayuno familiar, algo que no hacían desde que llegaron a la Poké-academia.

    Estaban hablando de lo ocurrido en la semana, pero se centraron más en lo ocurrido en el Viridian Plaza.

    —¿Entonces la culpa fue de ella? —preguntó Max indignado, refiriéndose a Dawn.
    —Sí, ella sabía que la puerta se quedaba atascada… —afirmó May.
    —Supongo que con ese castigo no volverá a hacer cosas como esa… —añadió Norman.

    Luego de decir esa frase, se les acercó una chica de cabello anaranjado y vestida de un traje amarillo, que muchos conocemos.

    —¡Misty! —exclamaron May y Max.
    —¡May, Max, cuánto tiempo! —respondió Misty voleándoles la mano—. ¿Cómo han estado?
    —Bien, ¿y tú? —contestaron ambos hermanos al unísono.
    —Bastante bien, gracias. ¿Y usted, señor Norman?
    —Ya te dije que no me digas señor, Misty, ¡somos colegas! —le dijo Norman amistosamente.
    —Lo siento, no estoy acostumbrada… —dijo Misty riendo—. Bueno, vengo a hacerles una invitación…

    La líder del gimnasio Cerulean le pasó a la familia Balance unos volantes que decían:

    “¡Gran concurso de natación!

    Pon a prueba la velocidad y agilidad de tu pokémon

    Hoy, en la piscina de la Poké-academia a las 16 hrs.


    —¡Asombroso! —comentó Max—. ¿Tú lo estás organizando?
    —Sí, con la ayuda de Wallace —afirmó la tutora.
    —¿Qué dices papá? —preguntó el hermano de la castaña.
    —Se oye interesante, pueden ir si quieren.
    —Pero yo no tengo pokémon de agua… —dijo el niño de lentes—. ¿Por qué no participas con Wartortle, May?
    —¡Claro! —afirmó la coordinadora de Hoenn—, ¿por qué no?
    —Estupendo —dijo la líder de gimnasio de Cerulean—. Oye, May, después necesito hablar contigo sobre lo que pasó el otro día…

    May casi se atraganta con su jugo al escuchar las palabras de la tutora. Supo inmediatamente que se refería al incidente ocurrido con Ash y Drew hace unos días atrás. Para evitar entrar en detalles, la castaña se limitó a asentir junto a un “De acuerdo”.
    La tutora sonrió amistosamente, y se despidió de la familia Balance, debido a que iba a seguir con su labor de repartir volantes.

    —¿De qué hablaba? —preguntó Norman.
    —¡N-nada importante…! —aseguró la chica de ojos zafiro, sonriendo nerviosamente.

    Norman y Max asintieron sin estar del todo convencidos, y luego continuaron desayunando.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Marina, Nicolette y Caty, como ya habían terminado de desayunar, estaban a punto de ingresar al pasillo de habitaciones cuando de repente…

    —¡¡Marina!!

    Las tres chicas, asustadas, frenaron el paso en seco al escuchar ese grito. Giraron lentamente la cabeza para ver quien había llamado a la chica, cuando ven a lo lejos a un muy acelerado chico corriendo hacia ellas con la misma fuerza y velocidad que una estampida de Tauros.

    —¡¡Cúbranse!! —gritó Marina.

    Las tres chicas se acurrucaron velozmente, con el miedo de que el chico las fuera a taclear.
    Por inercia, Nicolette alistó su capturador y lo arrojó contra el corredor, dándole la cabeza y haciéndolo caer al suelo.

    Temerosas, abrieron lentamente los ojos y vieron a Vincent, con un chichón en la cabeza.

    —Ah… Vincent. ¡Nos asustaste! —dijo Marina tendiéndole la mano.
    —Lo siento… —se disculpó el chico avergonzado, levantándose con ayuda de la chica—. Quería preguntarte si te inscribirás en el concurso de natación.
    —Ah, sí, claro —respondió la chica de cabello cerúleo sonriente—. Se oye interesante.
    —¡Genial!, ¡te veré ahí entonces!

    Al terminar esa frase, llegó un cansado Timmy, jadeando sin parar.

    —V-Vincent —dijo el coordinador de ciudad Verdanturf—. Vas muy rápido…
    —Ah, lo siento, Timmy —se disculpó el castaño rascándose la nuca—. De todos modos ya terminé lo que venía a hacer…

    El castaño comenzó a emprender el paso despreocupado, dejando a su compañero de habitación botado de nuevo inconscientemente.

    —¡Pero todavía no me dices donde puedo conseguir esa piedra evolutiva…! —exclamó Timmy. Sin embargo, ya era tarde. El entrenador de chaqueta ya se había ido.

    Las tres chicas observaron con algo de lástima al cansado coordinador.

    —Bueno, ya me voy… —dijo despidiéndose de las muchachas.

    Timmy comenzó a caminar, cuando Nicolette se acordó de su capturador y miró al suelo llena de pánico. Abrió grandemente los ojos con terror al ver que el coordinador de ciudad Verdanturf estaba a punto de pisarlo.

    —¡¡No!! —gritó la chica de cabello revuelto.

    Pero era tarde… Timmy no alcanzó a reaccionar a tiempo, pues justo cuando Nicolette gritó, el coordinador acababa, sin querer, de pisar el instrumento ranger.

    —¿¡Qué ocurre!? —exclamó Timmy.
    —¿Qué… has hecho? —dijo Nicolette, acercándose dramáticamente a la “escena del crimen”, viendo los restos de su capturador.
    —Oh, lo lamento mucho —dijo el chico agachándose—. ¡Déjame ayudarte!
    —¿No es el millonario coordinador de ciudad Verdanturf? —preguntó Caty refiriéndose a Timmy.
    —¡El mero mero! —respondió Marina.

    La palabra “millonario” retumbó en la cabeza de Nicolette. Se levantó furiosa y dirigió la mirada al joven de camiseta azul.

    —¡Eso era! —gritó la ranger.
    —¿De qué hablas? —preguntó nervioso Timmy.
    —¡Tenías que ser millonario! —alegó la chica de cachetes colorados—. ¡Creen que pueden romper todo lo que se les da la gana, porque piensan que a todos nos es fácil recuperar las cosas como a ellos!

    La joven llena de furia se dirigió al patio de recreos para poder tranquilizarse.
    Timmy, incómodo, se despidió de las Marina y Caty y tomó otro rumbo.
    Las susodichas, por su parte, quedaron observando al coordinador de ciudad Verdanturf…

    —Espera, en las entrevistas él ha aparecido con camisa blanca, ¿no? —dijo Caty—. ¿Por qué ahora usa esa camiseta azul con mangas turquí?
    —Cambio de look —respondió Marina encogiéndose de hombros.
    —Ah, sí…

    Las muchachas se quedaron en silencio un momento hasta que llegó el momento de espabilar.

    —¡Nicolette! —exclamaron ambas, siguiendo la dirección por donde se había ido la estudiante ranger.

    (…)

    Marina y Caty llegaron al patio del instituto, y encontraron a Nicolette sentada en una banca, con los brazos cruzados mirando al suelo.

    —Nicolette, ¿no crees que fuiste un poco dura con el pobre chico? —preguntó la castaña ranger.
    —Sí, no lo hizo intencional… —agregó la ídolo pokémon.

    La estudiante ranger de cabello revuelto se quejó por los sermones que estaba recibiendo.

    —¿Y qué me garantiza eso? —dijo ella.
    —Lo único que hizo fue caminar, no sabía que el capturador estaba ahí… —respondió Marina.
    —¿Por qué reaccionaste así cuando supiste que era de una familia adinerada? —preguntó Caty.

    Nicolette suspiró.

    —Cuando era niña, mis padres con mucho esfuerzo lograron que ingresara a la mejor escuela de entrenadores, donde mis compañeros me conocían como “la chica de la granja”, y me excluían por lo mismo.
    >>Mi consuelo al estar ahí era un asombroso auto de juguete con forma de Scyther, pero un día un chico llamado Richard tomó mi auto y lo rompió.
    >>¡Estaba tan furiosa!, pero a él ni siquiera le importó… dijo que “él podía comprarse diez de esos si se le daba la gana, algo que la chica de la granja no podrá hacer nunca”.

    Marina y Caty miraron a Nicolette con pesar…

    —Bueno, algunos niños ricos pueden ser algo odiosos, pero no todos los odiosos son niños ricos… —aclaró la castaña Ranger.
    —En toda clase hay de todo —aseguró la chica de cabello cerúleo sonriendo—. Y, vamos, Timmy es amigo de May; yo no he hablado mucho con él pero por lo que he escuchado, ¡él es muy noble y agradable!

    Nicolette las quedó mirando pensativas y no dijo ninguna palabra… Tal vez se haya equivocado y haya juzgado mal al chico, tal vez.

    —Bueno, voy a la biblioteca… Tengo que hacer tarea —dijo la ranger de cachetes colorados.
    —Pero no hay ninguna tare… —Caty no terminó su frase al ver que su compañera de clases ya no estaba.

    Y hablando del susodicho, Timmy justo estaba pasando por ahí cuando Nicolette comenzó a contar la historia, así que decidió enmendar el accidente.

    ————————————————————————————————————————

    Unas horas después, varios de los estudiantes estaban llegando a la piscina de la Poké-academia para participar en el concurso de natación.

    Era una amplia y pintosa alberca al aire libre, con el logo de la Poké-academia al medio.
    A la izquierda estaban las gradas para observar competencias como las que se llevarían a cabo aquel día; y también habían áreas verdes a los lados para poder relajarse y tomar el sol.

    Gran parte de los presentes eran espectadores, por lo que las gradas estaban más que repletas.

    Entre los dieciséis participantes, se encontraban May con Wartortle, Jimmy con Slowking, Marina con Feraligatr, Paul con Gastrodon y Vincent con Azumarill.

    —Vaya, que ganas de haber participado… lástima no haber tenido un tipo Agua en mi equipo… —susurró Ash.
    —Pika… —añadió Pikachu.

    Drew también estaba ahí, pero no estaba sentado en las gradas, estaba de pie, apoyando su hombro sobre uno de los postes de aquellas escaleras. Era como si estuviera de paso, esperando algo.

    Luego de unos minutos, Misty y Wallace se subieron a una pequeña tarima y dieron las instrucciones: Basándose en el número de participantes, la prueba tenía ocho rondas.
    El fin era llegar al otro extremo de la piscina, nadando lo más rápido posible y esquivando o destruyendo una serie de obstáculos. Los dos últimos pokémon que llegaran a la meta en las primeras quince rondas, serían descalificados y por ende, no podrían pasar a la siguiente ronda.

    Una vez que todos habían entendido la idea, Misty hizo sonar su silbato para dar inicio al concurso.

    A lo largo de la competencia, el Feraligatr de Marina se fue desenvolviendo muy bien, ya que su entrenadora lo había entrenado de buena manera por todo el tiempo que llevaban juntos. El Slowking de Jimmy usaba sus poderes psíquicos para destruir todo obstáculo que había en su camino.

    El Gastrodon de Paul iba bastante bien, pero en los cuartos de finales se quedó atascado con una sorpresiva trampa que se le apareció debajo.

    El Azumarill de Vincent era muy veloz, pero un movimiento en falso hizo que quedara un poco más atrás de los demás; y el Wartortle de May nadaba con gran rapidez y gracia, pero un obstáculo que se le apareció en el camino difícil de destruir le fue restando tiempo; llegando estos dos pokémon más atrasados que los otros en las semi-finales.

    Así que se anunciaron las finales… Era Jimmy y Slowking contra Marina y Feraligatr.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Dawn, Brianna y Lyra estaban terminando de limpiar los baños, para su gran alivio.
    Se distribuyeron en las distintas áreas de éste luego de jugar piedra, papel o tijera; dónde la que perdía primero le tocaría lo más asqueroso…

    —Esto fue agotador… y asqueroso —dijo Dawn.
    —¡No sé qué tanto te que quejas! —protestó Lyra—. Yo fui la que tuve que limpiar los inodoros… Y no todas bajan de la cadena. ¡Odio piedra, papel o tijera!
    —Bueno… ¡hay chicas que parece que se les olvidara depilarse de vez en cuando!, ¿sabes cuántos pelos terminé sacando de las duchas?

    La entrenadora de ojos marrones se encogió de hombros.
    La coordinadora de Sinnoh, entonces, alzó una gigantesca bolsa de basura, haciendo que Lyra se quedara con la boca abierta.

    —Bueno, tampoco crean que limpiar los lavamanos era lo máaaas limpio… —intervino Brianna—. No sé si se lavarán los dientes o tratan de sacarse la comida de adentro…

    Las chicas quedaron en silencio con cara de asqueadas por un momento, pero luego comenzaron a reírse alegremente. A pesar de lo “sucio” que podía ser la tarea, el haberlo hecho las tres la hacía de alguna manera más divertida.

    —Chicas, tengo que agradecerles este favor, son las amigas más padre del planeta —dijo Dawn—. ¡No sé qué hubiera hecho sin ustedes!

    Lyra y Brianna le regalaron una sincera sonrisa a la chica de cabellos azules. Sabían que el momento por el que pasaba de seguro no era fácil, y les alegraba saber que el apoyo que le brindaban le ayuda de alguna forma.

    En esos momentos, las tres amigas escucharon unas voces; unas chicas estaban entrando al baño, así que se escondieron para no ser vistas.
    El par de jóvenes se acercaron a los lavamanos para mojarse la cara.

    —El concurso de natación está genial, ¿no crees? —dijo una de ellas.
    —Definitivamente sí. ¿Quién crees que gane?, ¿Jimmy o Marina?
    —Ni idea, mejor vámonos antes de que empiece la ronda final.

    Una vez que las chicas se marcharon, Dawn y sus amigas salieron de su escondite.

    —¡Jimmy va a participar!, ¿no les molesta que vaya a verlo?

    Dawn y Brianna intercambiaron una mirada y luego se la devolvieron a Lyra.

    —Por mí está bien —dijo la chica de capul.
    —Sí, ya terminamos todo. No te preocupes —añadió Dawn.

    Lyra pegó un brinco de la felicidad y se quitó de encima el traje de limpieza, volviendo a mostrar su ropa usual.
    En menos de dos segundos, la chica se marchó del lugar con la misma rapidez de un Arcanine usando Velocidad Extrema.

    ————————————————————————————————————————

    Regresando a la piscina de la Poké-academia, Ash, sin razón aparente volteó a mirar a su izquierda, y vio algo que no le agradó mucho. Era Drew De Larousse, que acababa de lanzar un papel al aire.

    May regresó a Wartortle a su pokébola y se dio media vuelta para retirarse de la piscina; pero justo en ese momento una carta aterrizó sobre ella lentamente.

    Curiosa, la castaña leyó el mensaje que decía:

    Te espero en el patio de recreos, junto a un árbol que te marco en el mapa de abajo.
    Verás algo que te ayudará a olvidar los malos ratos.
    Atte.
    Un admirador


    —‘¿Un admirador?’ —pensó May.

    Pichu también estaba extrañado. ¿De dónde salió eso?

    Sin más preámbulos, Drew desapareció de lugar; y luego de un rato, la castaña decidió ir también para ver de qué se trataba aquel asunto.
    Ash, que había presenciado el lanzamiento y recibimiento de la carta, sintió el impulso de seguirlos, y eso hizo precisamente.

    Unos pocos minutos después, Misty y Wallace anunciaron el inicio de la ronda final.

    —¡¡Acábalo, Marina!! —gritó Vincent desde las gradas—. ¡Tienes todo mi apoyo!, ¡eres la mejor!
    —‘Esto no puede estar pasando…’ —pensó Jimmy irritado.

    Marina le voleó la mano a Vincent con una sonrisa nerviosa. Luego volteó a mirar a Jimmy, y con una mirada pícara, le preguntó:

    —¿Celoso?
    —¡Cómo crees! —respondió Jimmy fingiendo orgullo.
    —¡¡Jimmy!! —gritó una voz.

    Era Lyra. Venía corriendo y rápidamente se sentó en las gradas y gritó:

    —¡Tú puedes!, ¡hazla morder el polvo!

    Marina volteó a mirar a Lyra ofendida.

    —¿Celosa? —preguntó Jimmy con la misma expresión que Marina anteriormente.
    —¡Claro que no! —respondió Marina tratando de disimular.

    Misty les indicó a Jimmy y Marina que se prepararan, porque la carrera estaba a punto de comenzar.
    En tres, dos, uno… ¡Y arrancaron!

    En un principio Slowking y Feraligatr iban muy parejos; cuando uno tomaba la delantera, el otro se las arreglaba para igualarlo.
    La manera en que esquivaban los obstáculos era admirable. Sus entrenadores estaban muy atentos y entusiasmados por seguir adelante. Bueno, era eso y una competencia interna entre ambos, pues escuchar como Vincent y Lyra les daban respectivo apoyo causaba celos en el otro.

    Sin embargo, hubo un momento en que Vincent se quedó sin aliento, por lo que se volvió a sentar sin decir nada. Lyra por su parte, aún tenía mucho aire en los pulmones…

    —¡¡Vamos, Jimmy!! —gritó ella.

    Marina en ese momento se desesperó. Se dio media vuelta y exclamó:

    —¡Ya basta!
    —¡Cabezazo zen! —ordenó Jimmy rápidamente.

    Vincent volvió a recuperar el aire y cuando vio lo que estaba ocurriendo, gritó:

    —¡Marina, cuidado!

    Marina al devolver la mirada a la piscina, quedó aterrada. Un gran muro de madera gruesa acababa de surgir desde lo profundo de la alberca, por el cual Slowking pasó sin problemas gracias al ataque mencionado por su entrenador.
    Por el contrario, Feraligatr se distrajo con el grito de su entrenadora y… ¡Pum! Se pegó en la cabeza y retrocedió unos metros.

    —¡Feraligatr!

    Cuando el pokémon Gran Fauce recuperó la consciencia, ya era demasiado tarde. Slowking ya había llegado a la meta.

    —El ganador es… ¡Jimmy! —anunció Misty.

    Todos, entusiasmados, aplaudieron al entrenador de gorra amarilla, a excepción de Vincent.

    —¡Tú pegas, tú ganas! —exclamó Jimmy alzando el pulgar.
    —¡Slowking! —respondió el pokémon regio, haciendo el mismo gesto.

    Marina, por su parte, lanzó un suspiro y regresó a Feraligatr a su pokébola, agradeciéndole el buen trabajo.
    La ídolo pokémon iba a felicitar a su amigo de la infancia, cuando de repente…

    —¡Felicidades!

    Lyra entró corriendo al área de competencia, y se abalanzó sobre Jimmy para darle un gran abrazo de felicitaciones, haciendo que Marina frenara el paso por completo.
    Jimmy, sorprendido, le dio las gracias. Se veía un poco incómodo, pero cuando que se dio cuenta Marina no estaba muy satisfecha al respecto, le correspondió el abrazo.

    En eso, llega Vincent y le pregunta a Marina:

    —¿Estás bien, chiquita?
    —¡Claro! —afirmó la chica de cabello cerúleo, y prosiguió a abrazarlo.

    Vincent se puso contento con la reacción de la coordinadora de Johto, y sin pensarlo dos veces, la levantó con sus brazos, provocando cierta irritación en Jimmy.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, los tres infantes estaban reunidos en la base secreta de Landis, discutiendo cierto asunto…

    —¿Entonces fue Dawn quien hizo que May perdiera el bus de regreso? —preguntó Landis.

    Max asintió amargamente.

    —¡Qué malvada! —exclamó Vivi impresionada.
    —Tenemos que hacer algo al respecto —dijo el niño de anteojos.
    —¡Yo sé que podemos hacer! —exclamó el pequeño de ciudad Jubilo.

    Max y Vivi voltearon a ver a Landis con mucha atención.

    —Creo que es hora de estrenar nuestros artículos de bromas…
    —¡Claro! —dijo la pequeña pelirroja—. Oye, Max, préstame a Ralts.
    —¿Para qué?
    —Para que sepa dónde queda la habitación de Dawn, así nos teletransportamos en la noche mientras estén dormidas.
    —¡Que buena idea! —exclamó Max—. Pero, ¿y si te descubren?
    —No, Lyra está viendo el concurso de natación y Dawn y Brianna están depositando la basura que sacaron del baño. ¡Desde acá puedes verlo todo!

    Max se convenció con eso y le pasó la Honor Ball a la pequeña integrante de la familia Winstrate. Landis, mientras tanto, fue preparando los artículos de bromas.

    —¡Ahora se hará justicia! —exclamó Max, mientras un brillo siniestro aparecía en sus lentes.

    ————————————————————————————————————————

    Regresando con May y Pichu, la castaña había llegado al patio de recreos y estaba siguiendo los pasos según el mapa.
    Cuando la chica había llegado a su destino, alzó los vista y se encontró con un mantel en el suelo, con canastas de comida y un par de velas; era como un picnic romántico.

    —Bienvenida. —Una rosa cayó sobre las manos de May, para hacer saber quién era el anfitrión.
    —¿Drew?

    Detrás del árbol, salió Drew tranquilamente e invitó a May y Pichu a sentarse. En un principio tenía dudas, pero al ver las buenas intenciones de distraerla de los malos ratos que había pasado el día anterior, aceptó gustosamente.
    Comenzaron a comer un poco de pan y jugo de naranja. May no podía negarlo, estaba pasando un rato muy agradable. Pichu, por su parte, estaba más concentrado en la comida que en el par de chicos.

    Y unos minutos después… llegaron Ash y Pikachu y observaron aquello a lo lejos.

    —‘Ese Drew no se rinde, ¿eh?’ —pensó el azabache.

    Los estómagos del azabache y del pokémon eléctrico emitieron un rugido. El hambre había hecho su aparición.
    En un principio el entrenador con “z” en las mejillas se quejó porque tendría que ir al restaurante, pero luego se le ocurrió una idea…
    El coordinador de chaqueta morada sacó un racimo de uvas y se las iba a ofrecer a la castaña, pero de repente desaparecieron de su mano… ¡Alguien se las había comido! Y ese era…

    —¡Hola, amigos! —exclamó Ash sentándose junto a May—. ¿Me dan un poco de comida?

    La castaña se puso la mano sobre su boca para evitar reírse de la situación. Drew sentía que su sangre comenzaba a transformarse en ácido por el enojo que comenzaba a sentir. Pikachu se hubiera cuestionado la maleducada acción de su entrenador en otro momento, pero esta vez no había tiempo para detenerse a pensar, había comida y no podía desperdiciarla.

    El azabache sin vergüenza alguna sacó una manzana de la canasta, provocando un fastidio gigante en el coordinador de cabellera verde.

    —Ash, ¿qué estás haciendo? —preguntó la coordinadora de Hoenn comenzando a incomodarse un poquito.
    —Es que tengo un poco de hambre… ¿no les molesta?
    —Sí, nos molesta bastante —dijo el coordinador de Hoenn fastidiado.
    —¿Ah sí? —preguntó Ash ingenuamente—, ¿están en una cena romántica o algo así?

    Una voz femenina emitió un gemido de impresión. Era nada más ni nada menos que Brianna Wuscovi, quien ya había terminado de sacar la basura…

    —¡May!, ¿qué significa esto?

    May se golpeó la frente con su mano exasperada.

    —No es lo que crees, Brianna. Drew me invitó a…
    —¡Y tú aceptaste enseguida! —la interrumpió la coordinadora de Isla Crisantemo.
    —Brianna … —intervino Drew.
    —No, Drew —lo calló la chica de capul—. Estamos hablando de ti, no contigo.

    El azabache escuchaba la conversación mientras comía un poco de pan al igual que Pichu y Pikachu.

    May y Drew intercambiaron una mirada y acordaron suspender aquel picnic para evitar más problemas, yéndose en seguida los dos chicos y el pokémon ratoncito —muy a su pesar—, dejando a una indignada Brianna y a unos comilones Ash y Pikachu.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Nicolette se encontraba sentada en una de las mesas de la biblioteca, con un libro al frente; pero no lo estaba leyendo ni por casualidad. La chica de mejillas rojizas tenía su mirada perdida en el horizonte, mientras recordaba las burlas de los niños en aquella escuela de entrenadores de su infancia, lo que pasó con su capturador hace poco, y lo que le dijeron Caty y Marina sobre Timmy.

    De repente, la futura ranger volvió a la realidad cuando un objeto se le apareció de la nada… era algo que ya había visto antes, era como un trompo. ¡Era un capturador escolar!
    La chica lo tomó cuidadosamente y se preguntó de dónde había salido eso.

    —Espero que esto te haga sentir mejor… —susurró una voz.

    Nicolette alzó la mirada y vio al coordinador de ciudad Verdanturf al frente de ella. No obstante, no dijo nada, pero no por orgullo, sino porque no tenía palabras.

    —Mi padre conoce al dueño de una tienda de capturadores, y hace unos pocos minutos llegó el envío.

    Nicolette se cubrió el rostro con su mano avergonzada.

    —Soy una tonta —se lamentó la chica—. Por favor, discúlpame, lo que pasó es que…
    —No tienes que explicarme nada, Nicolette —afirmó Timmy con una sonrisa—. Escuché tu historia, y pude entender tu reacción.
    —Sí, pero no tenía por qué meterte en el mismo saco que esos chicos odiosos… Gracias, Timmy, es un bonito gesto de tu parte.

    El coordinador de ciudad Verdanturf sonrió. Esa relación que había empezado con el pie izquierdo ya empezaba a cambiar de rumbo…

    —¡Niños, la directora me acaba de informar que los uniformes han llegado! —anunció la bibliotecaria a través de un micrófono—. Por favor prosigan todos al auditorio.

    Todos se pusieron felices con la noticia. En menos de tres segundos, todos los estudiantes abandonaron la biblioteca y los otros lugares donde se encontraban para ir por sus uniformes.

    Cuando ya todos estaban en el auditorio, fueron llamando a cada estudiante por orden alfabético, y les pasaron una caja con sus nombres, la cual traía el uniforme en su interior.
    La rutina general era: esperar, recibir su uniforme e irse a su habitación, pues la gran parte de los alumnos tenía muchas ganas de probarse su uniforme.

    ———————————————————————————————————————

    Caída la noche, los estudiantes se durmieron más temprano debido a que al día siguiente comenzarían las clases otra vez, pero no todos precisamente estaban dormidos…

    Estaban en el vestíbulo dos pequeños alumnos vestidos de pantalón, camiseta y gorro de color negro como todos unos espías.
    Mientras esperaban a Landis, Vivi estaba rayando un papelito con una crayón blanco y Max la observaba con cierta molestia.

    —¡Mira, rayé la mitad del palito de la “x” y ahora el papelito de la caja de tu uniforme dice May Balance! —susurró Vivi riéndose.
    —¡Dame eso! —respondió Max en voz baja, tomando el papel.

    Vivi se rio nuevamente, y luego tomó una revista donde aparecía Marina en su carrera como ídolo pokémon, y se puso a leerla.

    En esos momentos, Landis, vestido igual que sus otros dos amigos, llegó con una bolsa llena de: pintura en aerosol, espuma, globos de agua, y muchas otras cosas.

    —Ya es hora —indicó Landis.

    Max y Vivi asintieron.
    El hermano menor de May lanzó la Honor Ball, de la cual salió Ralts.

    —Bien, Ralts, teletranspórtanos a la habitación de Dawn.

    El pokémon sensible asintió. Entonces, su cuerpo comenzó a brillar con un aura multicolor, al igual que los de los infantes. Luego, una luz azul los rodeó por completo y… ¡Bzzz! Aparecieron en la habitación 21D.
    Las tres chicas del dormitorio estaban durmiendo plácidamente, pues haber limpiado los baños se les había hecho muy agotador.

    —Están todas dormidas… —murmuró Vivi.
    —Pero es mejor estar prevenidos —aseguró Max—. Ralts usa Hipnósis en Dawn, Lyra y Brianna.

    El cuerpo de Ralts se vio rodeado por un aura roja. A continuación, aparecieron tres círculos de energía del mismo color que fueron lanzados hacia las tres muchachas, haciendo que cayeran en un profundo sueño.

    —Oye, Vivi, deja esa revista —dijo Landis—. Hay que ponernos a trabajar.

    La pequeña pelirroja asintió y dejó la revista de Marina sobre una mesita de noche.

    Los tres niños sacaron varios artículos de bromas y unas gomas para poder treparse en las paredes para ponerse en acción.

    Vivi con la espuma dibujó un bigote sobre la cara de Brianna, y luego puso un montón de pelotas de pimpón en el suelo que terminaban en una pared con un costal lleno de harina.

    Landis puso varias telarañas falsas alrededor de Lyra, y una cubeta llena de globos de agua sobre ella.

    Max puso una figura de un Spiritomb sobre Dawn, una especie de aparato eléctrico, y una cubeta llena de barro.
    El pequeño niño de anteojos pegó un gran salto y algo cayó de su bolsillo sin que se diera cuenta…

    Como detalle final, Landis sacó una cartelera grande, la pegó en la pared y escribió con el aerosol:

    Aquí pasaron los tres bromistas.

    —¡Hora de irnos! —dijo Landis.

    Los demás asintieron. Los tres niños se reunieron y salieron del lugar con la ayuda de la Teletransportación de Ralts.

    Los efectos de la Hipnósis comenzaban a desaparecer, y la coordinadora de cabellos azules comenzó a abrir lentamente los ojos, cuando vio una horrible figura arriba de ella.
    Despavorida, pegó un grito y se levantó de golpe, y el aparato eléctrico le erizó todo el cabello, haciéndola caer de su cama.

    El grito de Dawn despertó a Lyra y a Brianna.
    Lyra se puso terriblemente nerviosa cuando vio todas las telarañas alrededor de ella, y al darse media vuelta, leyó un cartel que decía:

    Para quitarse las telarañas, tire del hilo.

    La entrenadora de ojos marrones, llena de pánico, tiró del hilo y la cubeta que estaba sobre ella se dio vuelta, ¡siendo empapada por todos los globos de agua!

    Brianna se tocó lentamente la cara, y al sentir espuma sobre ella se sintió un poco asqueada por no saber de dónde venía, y se levantó para ver que ocurría… pero, en menos de dos segundos salió disparada hacia la pared al resbalarse con las pelotas de pimpón y cayó sobre el costal, quedando completamente cubierta de harina.

    Dawn intentó levantarse con ayuda de un hilo que había por ahí cerca, pero eso en vez de ayudarla a levantarse, el hilo hizo que la cubeta llena de barro se vaciara sobre ella…

    —¿¡Qué rayos está pasando!? —preguntó Lyra.
    —¡No entiendo nada! —exclamó Brianna.

    La chica de capul comenzó a caminar y se encontró con el cartel que escribió Landis.

    —“¿Los tres bromistas?” —dijo la coordinadora de Isla Crisantemo.
    —Oigan, ¿qué hace una revista de Marina en mi mesita de noche? —preguntó Lyra.

    Dawn miró extrañada a su amiga, ninguna de las presentes coleccionaba revistas relacionadas a aquella ídolo pokémon.

    La coordinadora de Sinnoh, irritadísima, se levantó y vio un peculiar papel sobre su cama que parecía decir: “May Balance”.
    Entonces, comenzó a hacer cuentas: Tres bromistas, revista de Marina, y una etiqueta con el nombre de May. Eso sólo significaba una cosa…

    —¡Las de la habitación 10D hicieron esto! —exclamó Dawn furiosa.
    —¿¡Qué!? —dijo Lyra.
    —¡Ahora sí se pasaron! —comentó Brianna indignada.
    —Claro que sí… ¡Pero tenganlo por seguro!, ¡May Balance me las va a pagar todas, una por una!

    Parece ser que hubo una confusión que va a causar muuuchos problemas. ¿Qué va a hacer Dawn?, ¿los tres bromistas seguirán en el anonimato?, y esta vez… ¿Ash tomó la decisión correcta? ¡Estén atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 8 Marzo 2014
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    Rojo FireRed

    Rojo FireRed Orientador

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    Sin más que decir, una obra maestra para ser tu primer fic!, amigo, desbordas talento, sigue así!. Ash siempre de glotón, nunca raro en el -_-, ya creo que me parezco a el xD, muy buen fic,
     
  5.  
    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

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    Por fin Ash esta libre, y lo del picnic fue genial, conti conti.
    Pero asta entonces y respondiendo en orden las preguntas:
    1: algo malo, pero igual y pagara caro
    2: Tal vez si, tal vez no, solo tu lo sabes
    3:creo ya eso ya lo respondi, pero de nuevo "por fin ash esta libre"
     
    Última edición: 23 Febrero 2014
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    @AuraGuardian hay que procurar hacer los comentarios con un poco más de contenido o de aporte para el autor o serán removidos. Ante fics de calidad, comentarios de calidad por favor!
     
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    Hygge

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    Aquí Serena reportándose de nuevo, tenía medio hecho un comentario pero me fui a dormir y vi que ya no seria la primera en comentar, que chasco .-. xDD

    Buenoo, la cosa se pone mejor que nunca, Ash y Dawn cortaron! Al fin :'D
    Ya era hora! Me gustó como hiciste que Ash se decidiera a cortar de una vez al hablar con su amigo Brock. El cap estuvo muy entretenido a cada rato, y me encantó el castigo de Dawn, a limpiar baños baby! xD
    En el caso de la cena...gracias Ash por estropearla! Esos no pueden estar juntos ¬¬ (o mataré a OnlyYops por ello... (?))
    Y lo de los bromistas estuvo muy bueno, aunque pobre May, ahora les echaran la culpa a ellas :/
    Antes decir que vi por ahi una falta no grave pero que ahora no la veo xDD
    Y ahora las preguntas:

    ¿Qué va a hacer Dawn?
    Continuar la Guerra...chan chan chaan!

    ¿los tres bromistas seguirán en el anonimato?
    Bueno...algun dia los descubrirán :/

    ¿Ash tomó la decisión correcta?
    Pues claro que si, por quien me tomas! x3

    Eso es todo, sigue invitándome, ya quiero ver la conti. Nos leemos!

    Serena Yvonne.
     
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    HOLA :D
    Tenia milenios sin pasar por aquí , gracias por avisarme de la continuación, apenas hoy tuve chanse para comentar XD
    En fin la trama se pone mucho mas interesante cada vez, fue muy gracioso cuando Ash interrumpe el disque picnic romántico jajajajaja

    ¿Qué va a hacer Dawn?
    Creo que acaban de darle un motivo para... HAY NO POBRE MAY! D:

    ¿los tres bromistas seguirán en el anonimato?
    No creo que duren mucho XD

    ¿Ash tomó la decisión correcta?
    SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

    BYE
     
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  9. Threadmarks: Capítulo 16: Persecución bromista
     
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    Título:
    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    7593
    ¡Hola!, ¿cómo están, queridos lectores? Acá les traigo el capítulo 16 de esta historia. En lo personal, disfruté mucho escribiendo este episodio, la trama y los diálogos me gustaron bastante; quedé bastante satisfecho jajaja :'D

    Bueno, debo informarles que estoy de regreso a clases, por lo que es probable que a partir de ahora, los periodos para publicar un capítulo sean más extensos.

    Espero que les guste el capítulo y lo disfruten tanto como yo; y que me dejen su opinión para que sepa que tal les pareció.

    Capítulo 16: Persecución bromista

    Cerca de la medianoche, May Balance estaba saliendo del baño. Entró a su habitación silenciosamente, pegó un suave bostezo, y puso un pie sobre la cama para volver a dormir, hasta que… ¡TOC, TOC! Un golpe ensordecedor sonó en la puerta de la habitación 10D, haciendo que la coordinadora de Hoenn se cayera del susto.

    La chica se levantó respirando agitadamente, ¿quién toca así la puerta y encima a estas horas?

    —¡¡¡Abran esta puerta pero ya!!! —gritó una voz.

    La joven de ojos color zafiro gimió con pereza y fastidio… ¿¡hasta en la hora de dormir molestaba esta chica!?
    De mala gana, May se dirigió a la puerta y mientras la abría dijo:

    —¿Qué acaso no piensan dormir…? —Al abrir la puerta y ver el aspecto de las chicas hizo una pausa y luego—: ¡¡AHH!!

    Marina se despertó de golpe y se unió al grito de May. Fue una reacción inmediata, aunque no supiera lo que estaba ocurriendo.

    Nicolette, sumida en sus sueños, se echó a reir mientras sus compañeras de habitación gritaban. Parece que estaba soñando algo muy gracioso.

    May, impresionada, vio a Dawn con el cabello erizado y cubierta de barro; a Lyra completamente mojada y con restos de la telaraña falsa, y a Brianna cubierta de harina y completamente despeinada debido a su tropiezo con la pared.

    —¿Acaso te peinaste con tu Pachirisu y te maquillaste con el Bofetón lodo de tu Mamoswine? —preguntó May entre risas.
    —¡Já!, que mala broma… ¡Mamoswine no conoce Bofetón lodo! —exclamó Lyra.

    Dawn se golpeó el rostro con la mano, exasperada.

    —¿Qué no crees que es muy cínico de tu parte hacer bromas como esa? —preguntó Brianna.
    —¿De qué están hablando? —preguntó May confundida.

    En eso, Marina se levantó a ver qué ocurría.

    —¿Acaso se disfrazaron los elementos “tierra, agua y aire”? —preguntó Marina.
    —¡Harina! —corrigió Brianna.
    —Ahh, claro…
    —¡Dejen de hacerse las “no entiendo”! —gritó Lyra irritada—. Y toma tu revista…

    Lyra le pasó a Marina la revista de donde aparecía, precisamente, la susodicha ídolo pokémon.

    —¡Wow, ya lanzaron mi sesión de fotos con la nueva versión del Poké-reloj! —exclamó la chica de cabello cerúleo.
    —Oh, está muy bonita —afirmó la castaña.
    —¡¡¡Suficiente!!! —vociferó la coordinadora de Sinnoh—. ¡Si no quieren que esto les salga más caro, dejen de hacerse las bobas!
    —¡Cálmate…! —respondió la castaña impresionada—. Ninguna de nosotras sabemos de lo que están hablando.
    —Ah, ¿y es que esa revista no te dice nada? —preguntó Lyra señalando la revista de Marina.

    El par de amigas se encogieron de hombros.

    —Miren, “tres bromistas”, su broma les salió como si la hubieran hecho tres niños de nueve años; porque vaya que dejaron evidencia… —dijo la coordinadora de Isla Crisantemo.
    —¿…qué? —preguntaron May y Marina sin entender nada.
    —¡¡Ya basta!! —gritó Dawn sacando el papel con el supuesto nombre de May—. Tres personas nos hicieron una broma de muy mal gusto en nuestra habitación, y casualmente encontramos una revista de Marina Kristalli y este papelito con tu nombre, de seguro es la etiqueta de la caja de tu uniforme.

    Ese grito hizo que la futura ranger se despertada, quién al escuchar las palabras de Dawn supuso lo que estaba ocurriendo. La chica se levantó de mal humor, pero se aterró al ver al trío de chicas.

    —¡Santo cielo!, ¡Dawn entró en modo super sayayin! —exclamó Nicolette al ver aquellos cabellos erizados—, ¡Lyra entró a un lago lleno de babosas!, ¡y Brianna ahora es un fantasma!

    Dawn entró en furia e intentó arrancarle los pelos a la chica de mejillas rojizas, pero fue detenida por Lyra y Brianna.

    Marina trató de reírse lo menos posible, y May decidió reanudar la conversación.

    —Pues… pasaron por el lugar equivocado —afirmó May aguantando las ganas de reírse.

    Las chicas de la habitación 21D quedaron estupefactas. May fue por la caja de su uniforme, la cual tenía la etiqueta con su nombre sin despegarse ni siquiera un poco, y se las mostró a las tres muchachas.

    —¿Lo ven? —dijo la castaña—. Aquí está la etiqueta, tal cual como me la entregaron.

    Las tres jóvenes visitantes quedaron en silencio. Parecía que se habían equivocado…

    —S-sólo nos quieren confundir —dijo desconfiada la chica de cabellos azules.
    —Sí, de seguro que si les hiciéramos una broma les íbamos a dejar evidencia a su alcance… —dijo Marina con tono sarcástico.
    —Exacto, ¿acaso eso no es lo más inteligente? —agregó la coordinadora de Hoenn con el mismo tono—. Dejar evidencia y después confundirlas, de seguro eso es mejor que no dejar nada de evidencia… ¡Creo que las ganas de dormir no las deja pensar con claridad!
    —Además esa “y” en el supuesto papelito de May está muy chiquita… —repuso Nicolette.

    Las tres jóvenes no supieron que decir. El par de amigas les estaban hablando con sinceridad, y no tenían pinta de haber salido recientemente a hacer una broma, sino más bien tenían cara de haber sido despertadas abruptamente.

    Con algo de orgullo, la coordinadora de Sinnoh se marchó del lugar junto a sus compañeras de habitaciones sin decir nada.

    May, Marina y Nicolette se rieron mientras veían como las tres muchachas se iban, y cerraron la puerta para volver a dormir.
    No obstante, a May se le vino una idea a la cabeza…

    —‘Esa “y” chiquita parecía como una “x” sin medio palito… ¡Max!’ —dijo en sus pensamientos.

    (…)

    Mientras tanto, las tres chicas de la habitación 21D iban camino a su dormitorio.

    —Dane, ¿crees que hayan dicho la verdad? —preguntó Lyra.
    —No lo sé; esos argumentos eran muy convincentes… —dijo la coordinadora de Sinnoh.
    —Pero si todas las evidencias apuntaban hacia ellas —protestó Brianna—. Aquí hay gato encerrado.
    —¿Qué es todo este alboroto? —preguntó una voz.

    Era la directora Helen, que llevaba puesto gran camisón, un gorro de dormir y una extraña mascarilla esparcida en toda la cara.
    Sin embargo, ese aire de autoridad se les esfumó por unos breves segundos cuando vio a las jóvenes, pues pegó un grito de terror al ver el aspecto de estas.

    El trío de chicas tampoco pudo evitar lanzar un grito de terror al ver a la dirigente del instituto con su curiosa mascarilla.

    —¿…Wuscovi, Berlitz, Silverwinds?, ¿son ustedes?
    —¿…d-directora? —dijeron las tres.
    —¿Acaso andan en los pasillos asustando a las jóvenes?
    —No, ¿y usted? —preguntó ingenuamente la entrenadora de Johto.

    La directora abrió los ojos ofendida. Dawn y Brianna rápidamente le taparon la boca a la chica de ojos marrones para evitar problemas.

    —Directora, nos jugaron una broma muy pesada… —repuso Brianna.
    —¿Cómo? —preguntó la señora Helen desconcertada.

    La coordinadora de Sinnoh sonrió grande y maliciosamente.

    —Venga con nosotras, directora, y sabrá de lo que le hablamos…

    (…)

    Unos quince minutos después, volvieron a tocar la puerta de la habitación 10D. May, de muy malhumor, fue a abrir la puerta.

    —¿¡Qué acaso no entienden qué…!? —La castaña no pudo terminar su frase, pues al ver a la directora Helen al frente suyo se quedó asfixiada por los nervios. De paso, pudo ver a las tres muchachas de la habitación 21D, así que pudo inferir lo ocurrido—. Ch-chicas, tenemos visitas…

    Marina y Nicolette se levantaron de mala gana. Llegaron a la puerta preguntando cosas como “¿qué es lo que tanto molestan esas tres?” y “¿qué rayos pasa ahora que no dejan dormir?”; pero sintieron que se tragaron la lengua al ver a la dirigente del instituto.

    —Di-directora… —dijeron ambas chicas.
    —Ustedes están metidas en un grave problema —respondió la señora Helen.
    —¿Qué ocurre? —preguntó Marina.
    —En la habitación 21D ocurrió un desastre muy nefasto, y hay evidencias muy abrumadoras en su contra…
    —¡Directora, le prometo que nosotras no tuvimos nada que ver! —exclamó la castaña.
    —¿Ah no?, ¿y qué hacía la etiqueta de su uniforme por allá? —le dijo mostrándole el papel—. Porque esto está hecho del mismo material que todas las otras etiquetas, por lo que no es ninguna falsificación.
    —Mi etiqueta está aquí mismo —dijo la chica de ojos zafiro mostrándole la caja de su uniforme.

    La dirigente del instituto examinó el papel sobre la caja y la tocó para estar segura. Efectivamente, ese papel también era genuino.

    —Qué extraño… —musitó la señora Helen.
    —¿Y qué me dicen de la revista de Marina Kristalli? —preguntó la entrenadora de Johto.
    —Oh, esas llegaron hoy en la tarde y las pusimos en el vestíbulo para que la leyera quien quisiera… —afirmó la directora.
    —¿Lo ven? —dijo Nicolette—. ¡Cualquiera pudo haberles hecho eso!
    —¡Sí! —afirmó Marina—. Yo ni sabía que ya habían lanzado mi última sesión de fotos...
    —Muchas personas leen revistas, ¿no pensaron eso? —añadió May dirigiéndose a las muchachas de la habitación 21D.

    La directora estaba comenzando a convencerse de que las chicas de la habitación 10D eran completamente inocentes. La joven muchacha de cabellos azules se veía mosqueada con la situación; y aunque odiaba admitirlo, aquellas jóvenes tenían razón, cualquiera pudo haberles hecho esa jugarreta.

    —¡Eso es sólo para despistarla directora! —exclamó Brianna.
    —¡Sí, tenían todo fríamente calculado! —añadió Lyra.
    —¡Suficiente, señoritas! —las calló la dirigente del instituto—. Necesito descansar; mañana investigaré lo sucedido.

    Dichas estas palabras, la dirigente del instituto se fue a su dormitorio. La coordinadora de Sinnoh miró por unos breves segundos al trío de chicas algo escamada, y se fue también del lugar.
    Lyra y Brianna, por su parte, miraron con desconfianza a las chicas de la habitación 10D y les hicieron una seña de “las estamos vigilando”, a lo que las tres muchachas respondieron sacándoles la lengua.

    ————————————————————————————————————————

    El timbre despertador sonó, seguido de diversos quejidos por parte de los estudiantes. Ya era hora, era hora de iniciar la segunda semana de actividades, y eso significaba levantarse más temprano.

    En la habitación 5A, un joven de pelos puntiagudos color azabache se desesperezaba lentamente; pero toda la flojera se le fue cuando recordó que era el día en que se llevaría a cabo las finales de la Conferencia de batallas dúo.
    Dicho entrenador se dirigió a toda velocidad hacia las duchas, no había tiempo que perder. Con la mirada lo seguían Jimmy y Pikachu, quienes reían nerviosamente; y segundos después, se levantó un serio Paul.

    —Pff… es para lo único que se esfuerza —dijo indignado el joven de cabellera morada.

    Ese comentario dejó extrañados al pokémon eléctrico y al entrenador de pueblo Primavera.

    —¿A qué te refieres, Paul? —preguntó Jimmy.
    —Nada, nada…

    Y sin decir más, el chico se dirigió a las duchas.

    ————————————————————————————————————————

    Luego de que gran parte de los estudiantes se habían duchado, apareció una hermosa coordinadora de ojos zafiro vestida de una falda azul, un suéter naranja a botones con una camisa tipo polo blanca debajo, calcetas largas blancas y zapatos negros… En otras palabras, el uniforme de la Poké-academia.
    Dicha chica miraba a todos lados con preocupación.

    —‘¡Max!, ¿dónde estás?’ —pensó la castaña.

    En ese momento sintió que alguien la llamó. Dándose la vuelta, vio a su progenitor llegando con sus manos atrás.

    —¡…papá! —exclamó un poco nerviosa.
    —¿Qué ocurre, May? —preguntó Norman, notando inmediatamente el estado de su hija.

    May suspiró resignada. Era mejor no ocultarle nada a su padre…

    —Necesito encontrar a Max con urgencia, puede estar en problemas.
    —¿Otra vez? —dijo el líder de gimnasio Petalburgo indignado—. ¿Qué le estará pasando?, ¡Max no era de esos niños problemáticos!
    —No es nada seguro, pero anoche alguien hizo una broma a Dawn y sus amigas, y fueron a nuestra habitación pensando que habíamos sido nosotras; y nos mostraron un papelito.
    —¿Qué papelito? —preguntó el tutor.
    —Era de esas etiquetas que venían en las cajas de los uniformes; y parecía que decía mi nombre, pero mi etiqueta estaba en la caja sin despegarse. Pero entonces vi que el papel que llevaban tenía la supuesta “y” de May muy chiquita, como una “x” sin medio palito…

    Norma golpeó su rostro exasperado.

    —No puedo creer que Max se haya vuelto tan desordenado…
    —Vamos, papá, esperemos primero que nos dice él.

    Norman respiró hondamente. Él había llegado con otra intención, así que decidió quitarse el enojo de encima.

    —Bueno, May, cierra los ojos y estira los brazos.

    Con mucha curiosidad la castaña le hizo caso a su padre, pues entendió que alguna sorpresa le tenía preparada. Cuando sintió que algo acababa de llegar a sus manos, abrió los ojos y quedó sorprendida al ver un papel de regalo.

    —¿Qué me trajiste? —preguntó la coordinadora de Hoenn contenta, abriendo el regalo.

    Cuando se deshizo de la envoltura, la castaña abrió la boca con alegría. ¡Era una hermosa pañoleta de color naranja con el logo de la Poké-academia! Ese era un hermoso detalle que podía ocuparlo a diario.

    —¡Papá, está hermosa! —exclamó la chica de ojos zafiro—. ¡Muchas gracias! —añadió dándole un abrazo a su progenitor.
    —De nada hija, pero a quién tienes que darle las gracias es a tu madre —dijo correspondiéndole el abrazo—; ella misma la hizo y te la envió hace unos días.
    —De acuerdo, esta misma tarde la llamo para darle las gracias —dijo la castaña contenta, poniéndose su nueva pañoleta.
    —Te queda bien, ¿eh? —afirmó el padre Balance—. Oye, mejor busca a Max en la cafetería, que se te hace tarde y no podrás desayunar.

    May asintió y se despidió de su padre.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, las chicas de la habitación 21D estaban desayunando no muy tranquilamente, pues Dawn y Brianna seguían un tanto indignadas por lo ocurrido y Lyra estaba caída del sueño.

    Como tenían puesto su uniforme, Lyra había cambiado el lazo de su gorro por uno color naranja para que combinara más con su prenda actual; y Dawn tenía un gorro idéntico al que usaba en Sinnoh, pero con la diferencia de que el estampado en vez de ser color rosa, era de color naranja.

    —¿Por qué ustedes están tan activas? —preguntó Lyra adormecida.
    —Porque nosotras sí dormimos… —aclaró Dawn.

    ///Flashback///

    Luego de volver de la sesión de reclamos en la habitación 10D, las tres chicas se acostaron con mucho cuidado en sus respectivas camas.

    —Oigan, se me quitó el sueño… ¿qué tal si nos ponemos a conversar? —propuso Lyra.
    —No lo creo —respondió Dawn.
    —Paso —dijo Brianna.
    —¡Ay, por favor! Imagínense que cuando era niña un Tauros me persiguió furioso, porque pensaba que era una Miltank y quería sacarle la leche, y vaya que no le gustó que le tirara de su pancita…

    Mientras la entrenadora de ojos marrones hablaba y hablaba, Dawn y Brianna intercambiaron una mirada de desesperación, y cada una sacó unas orejeras debajo su almohada, y se pusieron a dormir mientras su compañera de habitación seguía relatando sus historias sin darse cuenta de lo sucedido.

    ///Fin flashback///

    —¡No inventen!, ¿no escucharon el resto de la historia? —preguntó la entrenadora de Johto.
    —¡Teníamos sueño! —dijo la coordinadora de Sinnoh encogiéndose de hombros.
    —Y era la una y media de la madrugada —comentó la coordinadora de Isla Crisantemo—; ¿no recordabas que hoy teníamos clase?

    Lyra omitió respuesta, y siguió comiendo mientras hacía pucheros, hasta que…

    —¡Esperen! —exclamó—, ¡ya sé quién pudo habernos hecho la broma!

    Dawn y Brianna prestaron total atención a Lyra.

    —¡Fue Vincent! —aseguró ésta—. Piénsenlo, él está loco por Marina… ¡Es el primero que leería una revista sobre ella!

    Dawn quedó pensativa. Inmediatamente recordó la amenaza de Drew el día en que May había quedado atrapada en el baño; y como sabía que eran compañeros de habitación…

    —¡Claro! —exclamó Dawn—. Él es compañero de Drew, quien estaba muy molesto conmigo cuando ocurrió lo de May en el Viridian Plaza.
    —Ahora queda saber quién es el tercero —comentó la entrenadora de ojos marrones—. Porque dudo que haya sido Timmy, ese chico se ve que no mata ni una mosca.
    —No lo sé… —dijo Brianna—. Escuché que ayer le rompió el capturador a Nicolette.

    Dawn y Lyra soltaron un sonido de impresión.

    —¡Entonces todo calza! —afirmó Lyra.
    —¡Más les vale a esos tres ir con mucho cuidado! —exclamó Dawn haciendo énfasis en la palabra en cursiva.

    Mientras tanto, la coordinadora originaria de ciudad Petalburgo estaba desayunando con sus compañeras de habitación.

    —Oye, May, ¿estás segura de que fue buena idea haber dejado a Pichu durmiendo en la habitación? —preguntó Marina.
    —Estaba caído del sueño porque los escándalos de anoche no lo dejaron dormir. Y como ya no le gusta andar en su pokébola, decidí dejarlo que duerma por la mañana. Conociéndolo, no despertará hasta después del almuerzo.

    Al terminar esa frase, May miró a todas partes, y a lo lejos vio al pequeño chico con lentes. Entonces, la castaña dejó la comida de lado y se dirigió a él con toda prisa, pillándolo de sorpresa.

    —Oh. Hola, hermana —fue la respuesta del niño de anteojos.
    —Max necesito que me respondas la siguiente pregunta con toda sinceridad…

    El chico sin imaginarse de lo que le estaba hablando, se encogió de hombros con una mirada confusa y luego asintió.

    —¿Tuviste algo que ver con la broma que le hicieron a las chicas de la 21D?

    Max abrió los ojos grandemente. No sabía que su hermana se había enterado de lo ocurrido…

    —Bueno… —El chico hizo una pausa al ver que su hermana lo miraba muy seriamente. Entonces lanzó un suspiró y dijo: —Sí, yo les hice la broma con ayuda de Vivi y Landis.
    —¿¡Acaso te volviste loco!? —dijo May en voz baja—. ¡Max, esas tres no van a descansar hasta que descubran quién les hizo eso! Y obvio que voy a hacer lo posible por defenderte, pero involucraron a la directora, y ellas están en todo su derecho de pedir que te sancionen…
    —¡Relájate! —dijo el pequeño completamente despreocupado—. Nunca se les va a pasar por la cabeza que fuimos nosotros…
    —Si no hubieran dejado evidencia, te creería…

    Max cambió su expresión de seguridad y relajo por una de total confusión.

    —¿A qué te refieres? —preguntó el pequeño Balance.
    —Ayer Dawn y sus amigas aparecieron en mi cuarto y me mostraron una etiqueta donde supuestamente aparecía mi nombre, pero esa “y” estaba muy pequeña y…
    —Ya sé de qué hablas —la interrumpió el chico avergonzado—. Anoche Vivi tomó la etiqueta de la caja de mi uniforme y tapó medio palito de la “x” con un crayón blanco. De seguro ese papel se me cayó al treparme en la pared.
    —¡Pero Max! —lo regañó su hermana, sin poder decir nada más, ya que el niño le tapó la boca para que no llamara la atención.
    —Por favor guarda este secreto…

    May suspiró con exasperación.

    —Haré lo que pueda, pero si papá pregunta, no le voy a decir mentiras —afirmó la castaña.

    ————————————————————————————————————————

    Una media hora más tarde, las clases dieron inicio. Empezaremos narrando la sesión de entrenadores, donde se llevaría a cabo la última ronda de la Conferencia de batallas dúo.

    Gran parte de los estudiantes de dicha ocupación se encontraban ansiosos en los asientos del estadio, esperando ver la grandiosa batalla que estaba por venir, y por ahí unos cuántos hacían apuestas sobre qué equipo sería el ganador.

    Entre todos los entrenadores del público, estaba Vincent sentado tranquilamente, sin nada que lo molestara, completamente en paz. O eso pensaba, pues luego de unos segundos cierta chica lo puso de pie tirándole del sueter.

    —¡Explícate! —ordenó Lyra.
    —¿Qué te pasa? —fue la respuesta del asustado castaño.
    —¿Por qué nos hicieron esa broma tú y tus compañeros de habitación? —preguntó la chica de ojos marrones.
    —¿¡De qué rayos estás hablando, Lyra!? —preguntó desesperado el chico con el peinado similar a una cresta.
    —¿Dónde estuviste ayer a las 12:00 AM?
    —¡En el baño, en el baño! —vociferó el chico desesperado—. ¡No debí haber tomado tanta leche Mu-Mu, pero es que es deliciosa!

    Vincent tiraba y tiraba de su camiseta para poder zafarse del agarre de la chica, hasta que hubo un momento en que pudo liberarse sin problema alguno. Sin saber lo que había pasado, el chico abrió un ojo lentamente y vio a Lyra cabizbaja.
    Aquel entrenador de Johto se agachó levemente para ver que le ocurría a la chica, y se dio cuenta de que estaba completamente dormida…

    —¡Psst! —exclamó el jóven de apellido Jackson—. Despierta…
    —¡¡Ahh!! ¡No me persigas más, Tauros! , ¡discúlpame por pensar que tenías ubres! —gritó la chica de cabello castaño oscuro, despertándose de golpe.

    Vincent, impresionado y confundido, alzó una ceja al decir “¿qué?”

    —¡Nada, nada…! —exclamó Lyra tapándose la boca, mientras su cara enrojecía de la vergüenza—. T-te creo, Vincent. Sólo trata de controlar tu Mu-mu- adicción, o sino un día de estos te puede ocurrir un accidente… y no queremos que eso ocurra.
    —Ehh, claro —respondió Vincent confundido, rascándose la cabeza.
    —Oye, ¿y para qué es esa cámara? —preguntó la entrenadora de cabello castaño oscuro, observando tal objeto en la mano del castaño entrenador.
    —¡Oh! La traje para tomar fotos de esta batalla. Va a ser espectacular —respondió Vincent con una llamarada de entusiasmo reflejada en sus ojos.

    Lyra asintió sonriente.
    Terminada esa conversación, la entrenadora de Johto se dirigió al lado izquierdo del campo de batalla, mientras que Paul estaba esperando silenciosamente en el lado derecho.

    Los entrenadores faltantes entraron al estadio unos segundos después, conversando alegremente y deseándose buena suerte.
    Dichos chicos llevaban puesta la gorra oficial de la Poké-academia, la cuál era de color naranja con el logo de la Poké-academia en blanco para que combinara con el uniforme.
    La única diferencia era que Ash llevaba la visera al frente y Jimmy hacia atrás, tal y como lo hacían con sus otras gorras.

    Pikachu, por su parte, se sentó en una banca cercana a los tutores para poder observar la batalla.

    —Al fin te dignas a llegar… —dijo Paul fríamente.

    Ash, confundido, frunció el ceño. No entendía porque aquel entrenador se comportaba tan raro con él ese día.
    Contrariamente, Lyra recibió muy alegre a Jimmy, y le tomó la mano al decir…

    —¡Lo haremos bien, Jimmy!
    —C-claro… —respondió el entrenador, soltándose rápidamente del agarre de su compañera.

    En medio minuto, apareció Misty con un micrófono, y se dispuso a dar una breve introducción sobre la ronda final de aquella competencia, recalcando que la batalla duraría más tiempo que las anteriores, que se evaluaría métodos de ataque y defensa por igual, y que les deseaba suerte a ambos equipos.
    Ambos dúos se miraron de una manera desafiante y prepararon las pokébolas de sus respectivos pokémon…

    ————————————————————————————————————————

    En esos momentos, los coordinadores del grupo avanzado estaban tomando asiento para que la sesión de actividades comenzara. Mientras May y Marina buscaban donde sentarse, se encontraron con la coordinadora de Sinnoh.
    Dawn observó a May de pies a cabeza y dijo:

    —En ningún lugar decía que se podía ocupar pañoletas con el uniforme —objetó la coordinadora de Sinnoh.
    —¡Ay, no te preocupes, amiga! —respondió la castaña, imitando el tono de Dawn—. Mi papi se encargó de todo, y me dejaron ocuparla. ¡Qué padre!, ¿no?
    —Está bastante cool esa pañoleta, ¿no crees, Dane? —agregó Marina en el mismo tono.

    Sin decir más, el par de amigas se dirigieron a sus asientos riéndose, mientras la chica de ojos lapislázuli las observaba ofendida.

    —¡Jum!, ¡están a años luz de hablar tan súper! —fueron las palabras de la joven de bufanda rosada, y luego se fue a su silla.

    Pasados unos minutos, Solidad dio la orden a uno de los grupos de mostrar su presentación.
    Dichos estudiantes comenzaron cuando se los indicó, mientras los otros integrantes del grupo avanzado los observaban, y algunos en particular conversaban…

    —Entonces, ¿no hiciste nada? —preguntó desconfiadamente la chica de cabellos azules.
    —¡Claro que no, Dawn! —susurró el coordinador de cabellera verde—. ¿Qué acaso no somos amigos?
    —Pero como estabas tan enojado cuando May se quedó en el Viridian Plaza…
    —Yo sólo te dije que delataría si no llegaban pronto. Y ya te fue suficientemente mal con la sanción que te dieron, sin mencionar “lo otro”… ¿en serio crees que te haría una mala jugada como esa?

    Dawn suspiró. Pudo ver que el joven coordinador de ciudad Larousse le estaba diciendo la verdad.

    Cuando el primer dúo de coordinadores finalizó su presentación, Solidad los felicitó por su buen trabajo y luego volteó a ver a Dawn y a Drew.

    —Es su turno, espero que lo hagan bien o sino me veré obligada a bajarles la calificación por estar conversando en medio de la clase…

    Drew miró a Dawn con indignación. Ella tan sólo se puso a reír nerviosamente mientras jugaba con sus deditos índices.

    ————————————————————————————————————————

    --¡Comiencen! —anunció Misty.
    —¡Pidgeot, yo te elijo! —exclamó el entrenador de pueblo Paleta.
    —¡Sal ahora, Drapion! —gritó Paul.

    Dichos entrenadores lanzaron las pokébolas, de las cuales salieron el recién re-encontrado Pidgeot de Ash y el feroz Drapion de Paul.

    —¡Gliscor, al combate! —vociferó Jimmy.
    —¡Adelante, Girafarig! —exclamó Lyra.

    De las cápsulas esféricas, salieron un intimidante Gliscor y una valiente Girafarig.

    —Vaya, Jimmy tiene un Gliscor… —susurró Ash sorprendido.

    Paul se limitó a gruñir. Aquel murciélago podía ser un peligro para su Drapion, no sólo por su tipo, sino porque le recordaba a cierta batalla con el azabache…

    —¡Gliscor, Ataque de arena!

    Gliscor se dirigió al suelo velozmente, y golpeó el suelo con una de sus tenazas, levantando una cantidad de polvo considerable.
    Ash y Paul entendían perfectamente lo que sus oponentes querían hacer… disminuír la visibilidad para luego atacarlos, algo ya visto en batallas anteriores, y por ello, no se veían muy preocupados… sobretodo el azabache.

    —Por favor, ¿en serio no son capaces de inventarse algo nuevo? —dijo Paul—. ¡Púas Tóxicas!

    Drapion lanzó una esfera de energía morada hacia arriba, y ésta rápidamente se dispersó en varias púas llenas de veneno que cayeron al suelo.

    —Haber si la poca visibilidad les juega en su contra… —susurró el entrenador de cabellera morada.
    —¡Doble Golpe, Girafarig! —exclamó Lyra.

    La jirafa se adentró en la cortina de arena mientras sus dos patas delanteras fueron rodeadas por un aura morada…

    —¡Veneno X! —ordenó el entrenador de ciudad Veilstone.

    Cuando Drapion vio a Girafarig acercarse, cruzó sus dos patas y lanzó una “X” llena de sustancias tóxicas, pero…

    —¡Gliscor, intercepta el ataque! —mandó Jimmy.

    Con una admirable velocidad, Gliscor apareció rápidamente frente al Veneno X, protegiendo a Girafarig y retrocediendo unos pocos metros.

    —‘¡Ahora tenemos los dos al frente!’ —pensó Ash—. ¡Pidgeot, Tajo aéreo! —gritó el azabache.

    Rápidamente, el pokémon pájaro lanzó un par de sierras circulares en dirección a Gliscor, pero en ese mismo momento, Girafarig esquivó el ataque y se dirigió al ave para atacarla con el Doble golpe. Todo eso pasó en cuestión de segundos, y la jirafa tuvo éxito.

    —¡Ataque celestial! —ordenó Jimmy.
    —¡Esquívalo! —vociferó Paul.

    Gliscor fue rodeado por un aura de energía blanca y se dirigió a toda prisa hacia Drapion, pero el pokémon escorpiogro lo esquivó por los pelos…

    No obstante, no todo iba bien para Jimmy y Lyra, pues una vez que Girafarig tocó suelo, hizo contacto con las púas venenosas…

    ————————————————————————————————————————

    —¡Quilava, prepara tu Rueda de fuego! —exclamó Dawn.

    El ratón ígneo se acurrucó y comenzó a girar, mientras fue envuelto por grandes y calurosas llamas…

    —¡Masquerain, usa Viento plateado! —dijo Drew.

    Masquerain comenzó a aletear a una velocidad gradual, liberando una ráfaga de viento con crecientes plateadas en dirección a Quilava, haciendo que el ratón tipo fuego comenzara a elevarse.

    —¡Desfile de burbujas! —ordenó el joven de cabellera verde.

    Masquerain comenzó a volar en una dirección determinada mientras lanzaba un montón de burbujas que se iban hacia atrás.

    —¡Pasarela de Rapidez! —mandó la coordinadora de Sinnoh.

    Quilava, aún con su ataque Rueda de fuego, siguió a Masquerain mientras liberaba hacia el frente numerosas estrellas que chocaban con las burbujas, y gracias al sol de aquel día, las burbujas al reventar dejaban numerosas ondas arcoíris.

    —¡Hidropulso!
    —¡Fuego fatuo!

    Masquerain se detuvo y volteó a mirar a Quilava y lanzó una gran esfera de agua. Quilava, por su parte, salió de la Rueda de fuego y liberó una gran llama de tonalidad morada.
    Los ataques colisionaron y se creó un gran rayo de tonalidad azul, color que se reflejó en ambos pokémon que decidieron volver con sus entrenadores; así que daba la percepción que dos criaturas azules bajaban a la tierra…

    En menos de diez segundos, los espectadores ya estaban aplaudiendo con energía a aquel espectáculo, al igual que Solidad y Wallace.

    —¡Muy bien! Pueden tomar asiento. —La tutora revisó la lista para decidir qué grupo seguiría:—¡May, Marina; es su turno!

    El par de amigas compartieron una mirada decidida mientras se dirigían al escenario. Mientras esto ocurría, un par de coordinadores conversaban:

    —Entonces… ¿no hicieron nada de lo que te digo? —preguntó Brianna.
    —No, el único que salió a esa hora fue Vincent porque tenía su vejiga descontrolada… —respondió Timmy.
    —¡De acuerdo! —dijo la chica de capul luego de reírse por el comentario del coordinador—. Me alegra saber que si eras buen chico, Timmy.

    ————————————————————————————————————————

    Regresando a la ronda final de la Conferencia de batallas dúo, una pequeña mancha morada comenzó a aparecer sobre el hocico de Girafarig, lo que quería decir que…

    —¡No!, ¡Girafarig está envenenada! —exclamó Lyra aterrorizada.
    —No me digas… —susurró Paul.

    Jimmy gruñó enojado. Al principio parecía que ellos llevaban la ventaja, pero claramente sus oponentes no se querían quedar atrás, y el problema radicaba en que el envenenamiento era continuo…

    —¡Gliscor, usa Tajo umbrío!—ordenó Jimmy.
    —¡Contrataca con Pájaro Osado, Pidgeot!

    El Colmicorpio se dirigió a sus enemigos mientras empuñaba una de sus tenazas, que iba siendo rodeada por una oscura energía morada.
    Pidgeot, por su parte, voló en dirección a Gliscor mientras su cuerpo era envuelto por una ráfaga de llamas, que posteriormente se convirtió en una brillante energía color turquesa…

    Ambos pokémon chocaron, pero el ataque de Pidgeot fue mayor en cuanto a potencia, e hizo retroceder con fuerza a Gliscor.
    Cuando el aura turquesa que rodeaba a Pidgeot se desvaneció, pequeños rasguños aparecieron en su cuerpo… él también había sufrido daños.

    —¡Girafarig, usa Psicorrayo! —vocfieró Lyra.

    La jirafa, aún con energías, liberó un potente rayo multicolor en dirección al ave.

    —¡Intercéptalo, Drapion! —exclamó Paul rápidamente.

    Aprovechando la corta distancia entre él y el pájaro, el pokémon escorpiogro avanzó tres grandes pasos y recibió el Psicorrayo sin inmutarse, ya que era inmune a los ataques psíquicos gracias a su tipo siniestro.

    —Que original… —dijo Jimmy sarcásticamente.
    —Es la misma táctica que usaste, pero con muchos mejores resultados —afirmó el entrenador de cabellera morada.
    —¡Pisotón! —mandó la entrenadora de ojos marrones.

    Girafarig pegó un gran salto y cayó con toda fuerza sobre Drapion, levantando una cantidad de polvo considerable…

    —¡Desarme! —ordenó el chico originario de ciudad Veilstone.

    Las tenazas de Drapion fueron rodeadas por chispas negras, y sin pensarlo dos veces, el alacrán golpeó a Girafarig en la cabeza, quitándosela de encima.

    La jirafa se vio bastante dañada, debido a que recibió un fuerte ataque tipo siniestro.
    Por más que tratara de mantenerse en pie, poco a poco fue cayendo, debido a que el envenenamiento le quitó la poca energía que le quedaba…

    —¡No, Girafarig! —Lyra regresó a la jirafa a su pokébola y suspiró—. Estuviste increíble, toma un buen descanso…

    Luego la chica volteó a ver a Jimmy y pegó un gran bostezo.

    —Tanta emoción me dio sueño… —afirmó la entrenadora de Johto, y cerró sus ojos dejándose caer.

    Jimmy la sujetó por cuestión de reflejos; algo que de seguro hizo feliz a Lyra. No obstante, el entrenador de pueblo Primavera no le dio tanta importancia, pues su mente estaba en la batalla…

    —‘Debo acabar con uno de ellos rápido para poder pensar con claridad…’ —dijo Jimmy en sus pensamientos—. ¡¡Terremoto!! —gritó.

    Gliscor alzó una de sus tenazas y se dirigió al suelo para dar un golpe.
    Al hacer contacto su tenaza con el piso, un gran remesón movió todo el campo de batalla. Pidgeot estaba totalmente tranquilo al encontrarse en el aire, pero Drapion no contaba con la misma suerte…

    El alacrán perdió poco a poco el equilibrio, y al caer recibió todo el impacto del potente ataque tipo tierra… ¡y cayó debilitado! Un movimiento tipo tierra tan potente como ese era más que suficiente para quitarle lo que le quedaba de energía a Drapion.

    Paul, con total seriedad, regresó al pokémon escorpiogro.

    —Descansa, Drapion —susurró el entrenador de cabellera morada. Posteriormente volteó a mirar a su compañero con orgullo y le dijo: —A ver si al menos esto te lo tomas en serio.

    Ash se sintió ofendido con aquella oración. Su compañero estaba portándose muy grosero con él, algo que se suponía que ya no pasaba…

    ————————————————————————————————————————

    —¡Peque Miss, Joya de luz! —ordenó Marina.

    El pokémon chirrido creó una gran esfera de energía amarilla y la lanzó hacia arriba.

    —¡Sigue con Viento Aciago!

    Los ojos de la Misdreavus brillaron, y un fuerte torbellino morado inundó todo el escenario.

    —¡Skitty, usa Espabila! —mandó May.

    Skitty se movía con completa libertad en el escenario; el Viento aciago no parecía hacer retrocederle.
    En un determinado punto, la gatita dio un gran salto al mismo tiempo que su cola se tornaba de un color celeste. Lo que a muchos les llamó la atención era que Skitty parecía ir a golpear a Peque Miss, ¡pero la gatita atravesó a la Misdreavus!

    En realidad iba por la Joya de Luz, que estaba justo detrás del pokémon chirrido, ya que se había movido por el Viento aciago.
    Al llegar a la roca amarilla, Skitty le dio un fuerte golpe, pulverizándose en pequeños trozos que fueron esparcidos por el viento fantasmal…

    —¡Ventisca!

    Skitty lanzó una gran tormenta de nieve, que al igual que los fragmentos de la Joya de luz, fue esparcida con ayuda del Viento Aciago.

    —¡Psicoonda, Peque Miss!

    La Misdreavus liberó numerosas ondas color celeste que atraparon a la Ventisca y a los restos de la Joya de Luz, mientras el Viento aciago comenzaba a desvanecerse…

    De repente hubo una pequeña humareda que duró unos pocos segundos, para dar lugar a una tranquila nevada de copos de nieve color rosa, donde Skitty llevaba un par de copos de nieve en las orejas como si fueran moños, y Misdreavus los llevaba en su “cabellera” para decorar.
    Algo tan original emocionó al resto de los coordinadores al igual que a la tutora y al supervisor…

    —¡Impresionante! —exclamó Solidad—. Debo admitir que ocupar la inmunidad mutua de un pokémon tipo normal con uno de tipo fantasma para llevar a cabo una presentación tan elegante y adorable es muy original… ¡Las felicito, chicas!

    Dawn aplaudía con algo de esfuerzo; y Drew aplaudía tranquilamente mientras miraba orgulloso a la castaña.

    —Brianna Wuscovi, Timmy Grimm… ¡Es su turno!

    ————————————————————————————————————————

    Volviendo con los entrenadores, sólo Pidgeot y Gliscor se encontraban en condiciones de combatir; y la situación estaba bastante reñida…

    Paul observaba la batalla en silencio y Lyra terminó por quedarse dormida en una banca.

    —¡Tajo umbrío! —exclamó Jimmy.
    —¡Defiéndete con Ala de acero! —ordenó Ash.

    Gliscor voló hacia Pidgeot empuñando su tenaza cubierta por el aura morada; mientras que el ave se quedó quieta esperando a que su enemigo llegara, recargando energía en sus alas.
    El colmicorpio se preparó para golpear al pájaro, pero Pidgeot rápidamente lo bloqueó con una de sus alas, que ya había adoptado el color metálico.

    Ambos pokémon luchaban por no retroceder; pero en un determinado momento ninguno de los dos aguantó más y se echaron para atrás.

    —¡Ataque de arena!

    Gliscor volvió a lanzar una gran cantidad de tierra, que envolvió a Pidgeot por completo…
    Ash, por su parte, cerró los ojos con tranquilidad y sonrió.

    —¡Tajo aéreo! —exclamó el entrenador de cabello puntiagudo.

    Algo completamente inesperado ocurrió. Varias sierras circulares aparecieron justo en la dirección donde se encontraba Gliscor.
    El colmicorpio trató de esquivarlas, pero no tuvo éxito y cayó directo al suelo.

    —¿¡Pero cómo!? —preguntó Jimmy.
    —La habilidad de Pidgeot, Vista lince, lo hace inmune frente al Ataque de arena.

    Jimmy gruñó. No había recordado ese pequeño pero muy importante detalle.

    —¡Tajo umbrío, vamos!

    Gliscor no dudó en levantarse, y apenas vio a Pidgeot salir de la cortina de arena, lo golpeó fuertemente usando el Tajo Umbrío.
    Tal fue el daño, que el pájaro cayó al suelo como su oponente lo había hecho hace un rato, pero se levantó de nuevo.

    Ya iba quedando poco tiempo, y ambos pokémon tenían su cuerpo lleno de rasguños; se podía decir que les quedaba poca energía, aunque Gliscor se veía más maltratado.

    —¡¡Ataque celestial!! —fue la orden de Jimmy.

    El cuerpo de Gliscor fue rodeado por un fulgurante resplandor blanco, y se dirigió hacia Pidgeot a toda prisa.

    —¡¡Pájaro osado!! —decidió Ash.

    Paul abrió grandemente los ojos, pero no tuvo tiempo de decir nada.
    Pidgeot fue recubierto por ardientes llamaradas, y voló velozmente hacia su oponente mientras las llamas se transformaban en la energía color turquesa brillante.

    Ambos pokémon colisionaron con toda fuerza y… ¡¡Pum!! Una gran humareda apareció en el momento del choque.

    Cuando se fue disipando el humo, todos pudieron ver que Pidgeot y Gliscor estaban volando con mucha dificultad y jadeando constantemente… Parecía que ambos habían sufrido el mismo daño.
    No obstante, hubo un momento en que Pidgeot no pudo más y cayó debilitado…

    —¡Pidgeot! —exclamó Ash, devolviéndolo a la pokébola muy impresionado—. ¿Qué fue lo que pasó?
    —Tal vez a tu Pidgeot le quedaba más energía, pero se te olvidó que si usas Pájaro osado, él también sufriría daños —repuso Paul.

    Ash miró la pokébola del ave con melancolía y le agradeció el buen trabajo.

    —¡Los ganadores son Jimmy y Gliscor junto a Lyra y Girafarig! —anunció Misty.

    El público estalló en aplausos; había sido una batalla tan emocionante y reñida, que habían estado en completo suspenso.
    Ash sonrió y también aplaudió, al igual que Paul.

    Lyra, por su parte, se despertó precipitadamente con los gritos del público y llegó a donde Jimmy, gritando asustada.

    —¿¡Q-qué pasó!? —preguntó la entrenadora de ojos marrones—. ¿¡Alguien activó la alarma de incendios!?
    —¡No, Lyra! —exclamó Jimmy alegremente—. ¡Ganamos!

    Lyra pegó un grito de alegría tremendo y se abalanzó sobre el entrenador; se le había quitado el sueño por completo.
    Vincent aprovechó ese momento y rápidamente capturó una fotografía de tal suceso, riéndose malévolamente…

    ————————————————————————————————————————

    La última presentación mixta faltante estaba a punto de comenzar, estando Timmy y Brianna en el escenario junto a Baltoy y Skiploom, respectivamente.

    —¡Skiploom, usa Día soleado!

    Skiploom disparó un rayo blanco hacia el cielo, intensificando los rayos solares.

    —¡Energibola! —exclamó la coordinadora de isla Crisantemo.

    Siguiendo las órdenes de su entrenadora, el pokémon algadón lanzó una gran esfera de energía color verde hacia arriba…

    —¡Baltoy, taládrala con Giro rápido!

    El muñeco de barro tomó impulso y pegó un brinco.
    En el aire, Baltoy comenzó a girar a gran velocidad y atravesó la Energibola, haciendo que ésta se esparciera por todo el escenario…

    Un par de fragmentos de la bola de energía cayeron sobre Skiploom, pero parecía haber sido intencional.

    —¡Síntesis!
    —¡Bofetón de lodo!

    Ahora tenía sentido. Tenían previsto que al taladrar la esfera de energía podrían caer algunos fragmentos sobre Skiploom, así que eso podían usarlo a su favor.
    El pokémon algadón emitió una fuerte luminosidad hacia el sol, iluminando de paso a Baltoy; mientras que su cuerpo era cubierto por una fulgurante aura verde.

    El pokémon de barro, por su parte, lanzaba varias esferas de fango hacia los restos de la bola de energía, creando numerosas pirotecnias al colisionar ambos ataques.

    El resultado final fue hermoso. Skiploom envuelto en un fulgor verde, el cuerpo de Baltoy iluminado por la síntesis, y una gran variedad de pequeños fuegos artificiales rodeándolos era sin duda alguna, un gran espectáculo.

    Como era de esperar, la respuesta del público fue una ola de aplausos.

    —¡La idea de reemplazar Bomba semilla por Energibola fue muy inteligente, Timmy! —exclamó Brianna—. ¡Gracias!

    El coordinador de ciudad Verdanturf sonrió como respuesta.

    —¡Qué presentación tan hermosa!, ¡Timmy ha mejorado mucho como coordinador! —exclamó May fascinada.
    —Y hay que admitir que Brianna tuvo una mejora notable desde la primera clase —afirmó Marina.

    Luego de que los aplausos cesaran y de que Brianna y Timmy regresaran a sus asientos; Wallace felicitó el admirable progreso de los coordinadores, y anunció que iría a observar al grupo inicial.
    Solidad por su parte, dio el siguiente análisis…

    —Se nota que aprovecharon muy bien sus días de entrenamiento, y eso me alegra bastante. Es sólo ver presentaciones tan admirables como la de Timmy y Brianna, y otras tan ingeniosas como las de May y Marina o Drew y Dawn, además de lo emocionante que fue la de…
    —Disculpa, Solidad… ¿es necesario comparar nuestros grupos? —dijo señalándose a ella y al par de amigas.
    —¡Ay, Dawny!, ¡haz como yo! —exclamó May, jugando con su cabello e imitando el tono de Dawn—. ¡No dejes que una pequeña comparación te quite el glamour! , ¿ok?

    La coordinadora de Sinnoh miró ferozmente a la castaña, pero respiró lentamente para conservar la calma.

    —Muchachas, no peleen… —dijo Solidad, disimulando las ganas de reírse.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Misty y Norman les estaban colocando unas medallas colgantes a Jimmy y Lyra para conmemorar su victoria en la Conferencia de batallas dúo.
    Los espectadores aplaudían con admiración a aquellos entrenadores que pudieron llegar tan lejos en aquella competencia; eso les despertaba las ganas de entrenar y enfrentarse a ellos.

    Luego, los ganadores de aquella competencia se dirigieron a sus asientos cuando se lo señalaron sus tutores, pues los líderes de gimnasio tenían algo que decir…

    —Jimmy y Lyra han demostrado potencial, pero no han sido los únicos, y por eso no tienen que sentir que ustedes son menos. Esta pequeña competencia fue para evaluar sus habilidades prácticas, así que no se desanimen —afirmó Misty.
    —Ahora que hemos tenido la oportunidad de observarlos en batalla, les ayudaremos a pulir sus puntos débiles, así que mucho ánimo, que esto apenas es el comienzo —dijo Norman—. Mañana veremos un nuevo tema que lo titulamos como “La neutralización”.

    Los estudiantes se animaron al escuchar las palabras de los tutores, ¡mañana mismo empezaban a ver nuevos temas!
    Los supervisores, Lance y Lucy, observaban en silencio y sonrientes el entusiasmo de los entrenadores. Veían en ellos el reflejo de sus primeros días como entrenadores.

    ————————————————————————————————————————--

    Luego de que todas las clases finalizaron, los alumnos almorzaron y conversaron acerca de su día de clases.

    Los entrenadores estaban entusiasmados por la final de la Conferencia de batallas dúo y el nuevo tema que verían mañana, los coordinadores del grupo avanzado se enontraban felices por dominar las presentaciones mixtas, los rangers hablaban que mañana irían a la cueva frondosa de nuevo, y los aprendices aseguraban que pronto iban a interactuar con pokémon en tiempo real.

    La hora se pasó volando, así que iremos con la directora Helen, quién volvió a su oficina a investigar cierto asunto…

    La dirigente del instituto observó la etiqueta con el supuesto nombre de May, y vio algo inusual… cierta parte del papel brillaba con el sol. Como si fuera… ¿crayón?
    La directora, entonces, fue por una goma especial y la pasó sobre el papel, y efectivamente, el crayón estaba tapando parte de una letra…

    —¿Max Balance? —susurró la dirigente del instituto.

    ————————————————————————————————————————

    En esos momentos, la coordinadora de Hoenn se encontraba recorriendo el vestíbulo, con la compañía de su pequeño pokémon eléctrico, Pichu. Dicha criatura iba comiendo una manzana con muchas ganas.

    —Sabía que no despertarías hasta después del almuerzo. Qué bueno que te compré esa manzana… —le dijo su entrenadora riendo.

    Pichu no respondió. Estaba concentrado exclusivamente en la fruta, pues era prácticamente su desayuno.

    Paralelamente, el azabache estaba saliendo del pasillo de habitaciones A, pero se detuvo seco al ver a la castaña, sin que esta ésta se diera cuenta. Pikachu, sin comprender lo ocurrido, le voleó la mano al frente de su cara para ver si reaccionaba.

    —¡Oh!, ¿qué pasó, Pikachu? —dijo el azabache.

    La chica de ojos zafiro se dio media vuelta al escuchar aquella voz.

    —¡Ash!, ¿cómo estás?
    —Hola, May —respondió el entrenador con “z” en las mejillas algo distraído—. Estoy bien, gracias. ¿A dónde te dirigías?
    —A la sala telefónica, ¿y tú?
    —También… —contestó el chico originario de pueblo Paleta—. Oye, ¿puedo decirte algo?

    La coordinadora de Hoenn, sonriente, asintió.

    —Ese uniforme… te queda bien —dijo el azabache, sin estar muy consciente de sus palabras—. Te ves linda.

    May y Pikachu miraron a Ash impresionados. Incluso Pichu dejó de comer su manzana al oír aquella frase.

    —¿…lo dices en serio? —preguntó la castaña con un leve rubor.

    El azabache asintió.

    —Pues, tú también te ves muy atractivo con el uniforme —afirmó la castaña, para luego reír dulcemente.

    Ash, miró fijamente a la chica de ojos color zafiro y comenzó a acercársele lentamente. La muchacha originaria de ciudad Petaburgo, por su parte, se quedó paralizada. Parecía que algo iba a pasar…

    En ese mismo instante, Misty iba saliendo del restaurante, pero se detuvo al ver al par de chicos separados por una cada vez más corta distancia.
    Sin decir ninguna palabra, la líder de gimnasio de Cerulean se quedó observando con interés aquella escena. Ella también supuso algo.

    Ash pasó su mano sobre el cabello de la castaña, mientras sus distancias se acortaban más y más…

    ¿Qué estará pasando entre Ash y May?, ¿qué hará la directora con su reciente descubrimiento?, ¿por qué Paul se comporta así con el azabache?, ¿para qué habrá tomado Vincent esa fotografía? ¡Estén atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 5 Octubre 2014
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    Estubo genial este capitulo dime cuando subiras el proximo capitulo ya lo estoy deseando
     
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    Rojo FireRed

    Rojo FireRed Orientador

    Acuario
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    —¡Santo cielo!, ¡Dawn entró en modo super sayayin! —exclamó Nicolette al ver aquellos cabellos erizados—
    ¡Su Ki está a mas de 9000!
    Bueeeeno, gracias por invitarme a leer tu fic, sinceramente, nunca ví algo parecido, es muy bueno, estuvo muy gracioso, prolijo y la trama bien llevada, junto con la narración, el pequeño Max es un diablillo, ya se parece a mi hermanito -.-
    Bien, pa terminar mi comment, contínualo, está muy bueno, espero la conti.
    Saluditos y Saludotes.
    Rojo reportándose.
     
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  12.  
    Erwin Alfonzo

    Erwin Alfonzo Iniciado

    Aries
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    ¡Hola amigo! ¿Como estas? Tiempo que no leía tu historia, disculpame por eso n_n'

    ¡Los cuatro capítulos que publicaste desde la última vez que leí estuvieron espectaculares! Pensaba que el Equipo Rocket iba a llevar a cabo algo previamente planificado, pero por lo visto solo tenian un "pequeño" objetivo, aunque es evidente que algo tienen planeado para luego... ¡Y por fin sucedio lo que me imaginaba! Paul disimuló bastante bien su interes por Dawn durante varios capitulos, y ahora junto con Drew (y su "cena" interrumpida xD, esa parte me hizo desternillarme de la risa con lo descaradamente ingenioso que fue el azabache) se unio al club de alianza para una Poke-Academia sin Ash, solo falta Jimmy xD.

    ¡¿Ash terminando con Dawn?! Eso si no me lo esperaba... bueno, pensaba que iba a tomar mas tiempo para que eso sucediese, pero ahora que lo veo realmente han transcurrido bastantes capitulos xD. Y May no se queda atras, contraatacando por los dos lados (por fin actuando frente a Dawn de forma desafiante, y con Ash bueno... para ambos el mundo practicamente desaparece cuando se ven). Muy interesante como Lyra tambien esta ganando terreno con Jimmy, al igual que Vicent con Marina, ya quiero ver hasta que punto ambos seguiran dandose celos entre ellos. Y me sorprendió bastante ese lado "bromista malvado" de Max, cuando mencionaste que ingresaba con sus compañeros a una tienda de bromas, en mi mente aparecio por unos microsegundos la imagen de una grabadora xD, pero lo que hizo fue mas cómico (y mas porque no habia caido en cuenta que el nombre de Max se podia cambiar al de su hermana de esa forma, ¡que original y cómico! xD).

    Me parece que Misty tendra su momento a pesar de que todavia no ha mostrado mucho protagonismo (y ahora lo creo mas por la forma en que terminó el ultimo capitulo que publicaste), y Brock... Lucy no se lo esta dejando facil y a este paso va a tener un trauma igual que con la Profesora Ivy xD. Espero mas que todo con ansias saber la razon de esa otra personalidad de Dawn, puesto que he notado como en varios capitulos (y mas que todo despues de que Ash le terminara) ha salido a flote sin que ella misma se de cuenta parte de esa personalidad. O al menos eso pienso.

    Bueno, despues de resumir todo lo que opino sobre los ultimos 4 capitulos que me habia perdido (nuevamente disculpa T-T), puedo decir que no tengo criticas en cuanto a la escritura y la forma de narrar y redactar la historia. ¡Esta excelente! La trama poco a poco se hace mas emocionante, definitivamente espero con ansias el siguiente capítulo (y mas por la forma en que cerraste el último...)


    ¿Qué estará pasando entre Ash y May?
    R= Lo que desde el principio del fic empezo a "florecer" entre ambos. Y ahora que Dawn no esta con Ash, el Advanced tiene con que atacar (aunque tres personitas bastante evidentes les pondran dificiles las cosas a ambos, mas que todo a Ash).

    ¿Qué hará la directora con su reciente descubrimiento?
    R= ¡Hara que algo le explote en la cara a Max como castigo! Ok no xD, pues si a Dawn la sancionaron con lavar baños por encerrar a May en un baño, a Max por embarrarle lodo a Dawn pues... (ahora que lo pienso, me pregunto si sus dos amigos tambien pagaran el castigo).

    ¿Por qué Paul se comporta así con el azabache?
    R= Dejandose llevar por las emociones. Totalmente comprensible, y agrego que aplicaste bastante bien esa personalidad "fria" de antes como respuesta al "error" que segun él cometió Ash.

    ¿Para qué habrá tomado Vincent esa fotografía?
    R= En el proximo capitulo... ¡Marinaaa!


    Gracias nuevamente por la invitación, tenia tiempo que no disfrutaba y me reía al leer una historia. :D Cuidate
     
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  13.  
    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

    Capricornio
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    Buen cap, las bromas fueron interesantes, y el combate aereo fue bueno, un concejo se oye mejor ave brava que pajaro osado, o por lo menos asi opinamos la mayoria de los que conosco y les gusta pokemon, y lo del final, de seguro Ash le quiere quitar algo del cabello, no creo que sea otra cosa, en fin, nos vemos
     
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  14.  
    ArtistA

    ArtistA Iniciado

    Escorpión
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    HOLA :)
    Gracias por avisarme de la continuación, gran capitulo. La narración es buena y la trama a avanzado muchísimo, es una gran historia al menos para mi :)

    ¿Qué estará pasando entre Ash y May?
    YEI! :D... espera... esa Dawn tendrá motivos para... Ay no May!

    ¿Qué hará la directora con su reciente descubrimiento?
    Pobre Max :C

    ¿Por qué Paul se comporta así con el azabache?
    Esta enamorado y no sabe XD

    ¿Para qué habrá tomado Vincent esa fotografía?
    Es un ¡@#$@#$%^&*()(*&^%!
     
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  15.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
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    Holi OnlyYops, aquí voy de nuevo con mi comentario :3

    ¡Que gran capítulo! Uno bastante entretenido para mi gusto jajaja ^^U
    Me gusto el comienzo de este fic, con el lio del grupo Dawn y el de May, estuvo muy gracioso xD Y el final...OMG...el final ese no me lo esperé en absoluto! Quiero ver un beso ahí! Lo quiero ver yaa! >w<
    Los combates están genial narrados, todos sus detalles los plasmaste en el fic, no creo haber visto faltas ni nada por ahí, ¡enhorabuena!
    Y como no se que más decir (soy pésima comentando -.-' (?)) , paso a las preguntas:

    ¿Qué estará pasando entre Ash y May?
    Puede ser que empiezan a demostrar sus sentimientos por el otro :'3

    ¿Qué hará la directora con su reciente descubrimiento?
    No lo sé, pero espero que nada muy duro para los tres peques :c

    ¿Por qué Paul se comporta así con el azabache?
    Porque no le gustó como trató a Dawn.

    ¿Para qué habrá tomado Vincent esa fotografía?
    Para hacer una de las suyas ewe

    Eso es todo por ahora, sigue e¡invitándome y espero la conti con impaciencia! Nos leemos :3

    Liza White
     
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  16.  
    pyroar

    pyroar Iniciado

    Leo
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    Me encantan tus capitulos son lo masa de lo mas .;)Me pregunto que va a pasar con Mey y Ash ;).Espero que tu nuevo capitulo sea la bomba asi que saludos ;).
     
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  17.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    Bueno, como es mi primer comentario te daré una revisión general. Se ve que has trabajado mucho en este fic, se nota enormemente la mejoría del último capítulo con el más reciente, avanzaste como escritor, hiciste caso a los consejos y el resultado es bueno. Sin embargo, creo que deberías de presentar una visión general del escenario, es decir, que le dediques tiempo a unos personajes. Claro, esto es una opinión personal, pues tengo algunos problemas cuando se trata de usar a varios personajes dentro de una misma trama, sin restarle atención a los demás o agregando mismo screen time. En fin, en lo técnico estás bien, algunas carencias que ya has corregido a lo largo de los capítulos y bueno, ya me voy a la trama.

    Advanceshipping, me gusta este ship y la manera en que manejaste a los personajes dentro del instituto me pareció algo fuera de onda, pero conforme avancé los capítulos me fui acostumbrando a las fácetas que usaste para cada PJ, desde la broma de Max en este último capítulo, hasta la relación entre Ash y Paul. La relación entre Ash y May está lenta y paciente, no has saltado a la acción con una locura romántica, pero has sabido manejar un drama moderado, sin caer en lo melodramático. Dawn vs May, coordinadoras hasta el fin haha y bueno, Ash parece tener un equipo más equilibrado, aunque en esta última batalla cometió errores de novato.

    Bueno, en general es una historia bien trabajada, con algunas buenas escenas y drama romántico. Gracias por invitarme y lamento haberme tardado mucho. Adoro el moe.

    Si agregas moe, seré feliz (?) xD
     
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  18.  
    Lil Shandawn

    Lil Shandawn Portadora de la Scissorblade - Rolerda en Twitter

    Libra
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    OMG!!! SOY LA PESTE! D:

    Perdóname querido Only. Pero encontré el momento para escribírtelo:

    ¿Qué puedo decir?
    • El guión está perfecto.
    • Tanto la narración como el diálogo es completo y amplio, lo que es mejor para imaginarse la escena.
    • Drama... Drama... Apetepóricamente bien, pero quiero suspense QnQ (ok, no)
    • Capítulos largos... Amo eso, que sean amplios. Se demuestra que el escritor se esfuerza.

    Si se pudiera poner calificaciones, te pondría un 10. Eres completo en cuanto a la escritura.

    PD: Se acabaron los cuchillos (?)

    ~Twilightwolf kyle
     
    Última edición: 14 Abril 2014
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  19. Threadmarks: Capítulo 17: ¿Qué me está pasando?
     
    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    Título:
    [Versión "beta"] Nuestros destinos se re-enlazan (Advanceshipping y otros)
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    25
     
    Palabras:
    9243
    ¡Hola, hola lectores! Espero que todos estén muy bien; contentos y felices como perdices...

    Al fin pude terminar el nuevo capítulo de esta historia, que a decir verdad, tenía ganas de publicarlo hace raato, pero por cuestiones de tiempo, no lo había podido efectuar.

    Ya saben, espero que el capítulo les guste mucho y que me dejen su opinión :3

    Sin más palabras que decir, les dejo el capítulo:

    Capítulo 17: ¿Qué me está pasando?
    Parecía que algo iba a pasar… El azabache pasó su mano sobre los cabellos de la castaña mientras sus distancias se acortaban más y más.
    May no podía creerlo, ¿acaso era un sueño? No parecía. Todo se veía muy real. Mientras más se acercaba el azabache, más rápido era su pulso… ¿Será que iba a ocurrir algo grande…?

    Pichu veía que su manzana iba a ser aplastada, así que saltó de los brazos de su1 entrenadora al suelo para poder seguir comiendo con tranquilidad.
    Pikachu, por su parte, se quedó helado en el hombro de su entrenador. En su vida imaginaría que aquel chico tuviera esos impulsos.

    En ese instante la coordinadora decidió cerrar sus ojos, al igual que el muchacho de cabellos puntiagudos, y…

    —¡Oye, Ash! —exclamó una voz.

    El azabache y la castaña abrieron los ojos de golpe y se separaron. Volteando a ver quién llamaba al chico con “z” en las mejillas, pudieron ver que se trataba del ganador de la Conferencia de batallas dúo.

    Misty, por su parte, chasqueó con sus dedos frustrada, como diciendo “¡No!, ¿por qué?”

    —Oye, en esta revista dice que esta noche transmitirán en vivo una batalla entre Cynthia y Aaron, ¿no te parece asombroso? —dijo Jimmy.
    —Ah. Sí, genial… —dijo el azabache un poco desorientado.

    Jimmy, al ver la reacción tan poco entusiasta del azabache miró fijamente a él y a la coordinadora de Hoenn.

    —¿…interrumpí algo?
    —¿Qué?, ¡no! —dijo Ash precipitadamente, levemente sonrojado.
    —¡Nada, nada! —exclamó la chica de ojos zafiro, nerviosa y ruborizada.

    El entrenador proveniente de pueblo Primavera asintió sin estar del todo convencido. Parecía que sospechaba algo…

    En ese entonces, May observó detenidamente la revista que tenía Jimmy en la mano, y dijo:

    —¿Ya viste la sesión de fotos de Marina?
    —Oh, ¿hay una sesión de fotos de ella? —fue la respuesta del chico de largo flequillo, simulando no saber nada de eso.
    —Sí, de hecho aparece en la portada… —dijo May riendo.
    —Oh, vaya que curioso —dijo Jimmy sonrojado y rascándose la nuca.
    —Sí, que curioso… —comentó entre risas la castaña con ironía.
    —Emmm… y-yo creo que mejor me voy, May —titubeó el azabache algo nervioso.
    —Oh, de acuerdo, Ash… —susurró la castaña, levemente sonrojada y un poco avergonzada.

    Jimmy no agregó ningún otro comentario debido a que se encontraba algo ruboroso por lo de la revista.

    El azabache, entonces, le pidió a su amigo que lo acompañara a la sala telefónica, así que ambos se dirigieron a dicho lugar.

    —´¿Qué estaba haciendo?’ —se preguntó el azabache en sus pensamientos, muy confundido.

    May, tan sólo los siguió con la mirada, y lanzó un suspiro. Estuvo muy cerca de que cierta cosa pasara…
    Misty, entonces, aprovechó de hacer su entrada aclarando su garganta.

    —Señorita May Balance —dijo la chica de cabello anaranjado, hablando con tono de profesora—. ¿Podemos hablar un momento? —agregó ya con su tono natural, guiñando un ojo.

    May, suponiendo que Misty había visto todo, tan sólo se dignó a asentir, y junto con Pichu, las dos chicas se fueron del vestíbulo.

    Paralelamente, una fotografía instantánea acababa de ser impresa… aquel momento del “casi beso” fue capturado en una imagen por alguien.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, la coordinadora de Sinnoh se encontraba hablando con su madre en la sala telefónica, contándole lo ocurrido en los últimos días.

    —Ay, mamá… —dijo desconsoladamente la chica de cabellos azules—. Pensar que hace tan pocos días te estaba contando que Ash y yo ya no peleábamos tanto como de costumbre, y ahora… todo se acabó.

    Un par de lágrimas se asomaron en aquellos ojos color lapislázuli. Eran la manifestación de un corazón destrozado.

    —Hija… En serio, lo siento mucho —se lamentó Johanna—. Pero es mejor eso a tener que seguir engañada, ¿no crees? Yo creo que si él terminó contigo, es porque no quería lastimarte más, y por eso puedo decir que él te aprecia.
    —Él me aprecia pero yo lo amo, mamá —respondió Dawn con la voz quebrada—. Estuve todo este tiempo ilusionada, ¡sé que yo asumí el riesgo! Pero se tardó demasiado para decirme que no sentía nada por mí, ¿por qué no habló antes?

    Johanna suspiró.

    —Dawn, no es que lo quiera defender, pero creo que entiendo su posición. Es posible que, él cada día te veía más y más enamorada… Y hacer revelaciones como la que él hizo no es nada fácil.

    Entonces yo creo que él no quería herir tus sentimientos; hasta que se dio cuenta que lo correcto era decirte la verdad.

    Dawn bajó la mirada mientras un par de lágrimas recorrían sus mejillas. Algo de razón le encontraba a su madre. Lo que ella decía podía ser algo muy probable.

    —Yo sé que estás pasando por un momento difícil, pero pronto vas a ver que te habrás hecho más fuerte, Dawn. Y sí él te quiere como yo creo, hay posibilidades de que pronto sean amigos; y quizá, sólo quizá, si él madura más adelante, puede que pase algo más. Si no, el chico adecuado llegará en algún momento.

    Dawn miró a su madre con incertidumbre. ¿Será que eso podría pasar? No obstante, ella no estaba asegurando algo en lo que se refería al azabache, sólo hablaba de posibilidades. Aunque si hay algo que es cierto, es que las madres saben lo que dicen.
    Luego de haberse desahogado todo lo que necesitaba, la señorita Berlitz le agradeció a su madre por su tiempo y escucha, a lo que ella respondió con un “siempre, pero siempre estaré para ti, hija” y un beso al aire. Posteriormente, la llamada fue finalizada.

    Paralelamente, Ash y Jimmy estaban llegando a la sala telefónica y pidieron una cabina para llamada regional y otra para Johto, respectivamente.

    Ya realizado ese proceso, ambos se pusieron a conversar en el camino.

    —Oye, ¿y qué pasó que estabas tan nervioso allá en el vestíbulo? —preguntó Jimmy.

    Ash suspiró.

    —No tengo idea, tuve un raro impulso al ver a May. No sé, era como si la fuera a…
    —¿…besar? —dijo el entrenador de pueblo Primavera.

    No fue nada más que Jimmy pronunciara esa palabra para que apareciera cierta chica al frente de ellos.

    —¿Besar a quién? —preguntó Dawn de brazos cruzados.

    Ash y Jimmy sintieron como si se hubieran tragado la lengua de pánico al ver a la coordinadora de Sinnoh frente a ellos, justamente en medio de esa conversación.
    El chico del largo flequillo balbuceaba y balbuceaba, intentando encontrar una respuesta convincente…


    —¿Besar? —dijo Ash rápidamente—. No, no. Jimmy dijo “pesar”.
    —¿Pesar? —preguntó Dawn alzando una ceja.
    —S-sí, claro —afirmó Jimmy luego de recibir un codazo de su amigo—. Ash necesita pesarse, porque tiene su apetito descontrolado. ¡Uff! Imagínate que en el Viridian Plaza se comió veintisiete parrilladas…
    —Qué raro, porque él siempre ha comido como un Snorlax en ayuno y no engorda ni un gramo —dijo Dawn con ironía—. Yo creo que es la falta de consideración lo que te pone tan “pesado” —agregó dirigiéndose al azabache.

    Y sin decir más, la chica de ojos lapislázuli se fue del lugar con aire de orgullo.

    Pikachu le sacó la lengua a la chica a sus espaldas, mientras que Ash se veía un tanto incómodo…
    Jimmy, por su parte, silbó y dijo:

    —Vaya, se nota que está sentida…

    Ash miró de reojo al chico de largo flequillo ante aquel inoportuno comentario.

    —¿Dije sentida? Quise decir sentido… sentido del humor. ¡Tiene muy buen sentido del humor! —dijo el entrenador de pueblo Primavera, tratando de arreglar lo dicho.
    —Oh, ya cállate —se limitó a decir el chico de cabellos puntiagudos dirigiéndose a la cabina de llamada.

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Max y sus amigos estaban saliendo de la base secreta, y no fue si no llegar cerca de la entrada del vestíbulo para que una autoritaria voz los llamara y dijera la siguiente frase:

    —Vaya, vaya. Los tres bromistas sí que son difíciles de localizar…

    Un aire frío de miedo recorrió los cuerpos desde los pies a la cabeza de los tres pequeños. Volteando lentamente a ver la emisora de dicha oración, se encontraron a quien temían que fuera: la directora.

    —¿Ah sí? —preguntó Max.
    —¿Y-ya encontró a esos traviesos? —titubeó Vivi.
    —¡Pero por supuesto! Les daré una pista… —dijo la directora mostrando la etiqueta con el nombre de Max.
    —¡El papel…! —exclamó Vivi, sin poder decir nada más, pues sus amigos le taparon la boca de inmediato.
    —¡Encontraron el papel, chicos! —exclamó Landis—. Gracias, directora, Max ha estado buscándolo todo el día. Estábamos muy preocupados…

    Landis estaba a punto de tomar la etiqueta, pero la directora rápidamente alzó el papel para evitarlo…

    —¡Y de seguro ahora estarán el “triple” de preocupados, señor Tech! —exclamó con cierta ironía la dirigente del instituto—. A mi oficina los tres, ahora.

    Los tres niños se miraron con un miedo profundo, y luego de gemir pavorosamente, se dirigieron a la dirección junto a la señora Helen.

    Al llegar a la oficina, la directora se sentó en su escritorio, mirando fijamente a los tres bromistas.

    —Bueno, empiecen a hablar, jovencitos… ¿Por qué lo hicieron?

    Los tres niños comenzaron a balbucear mientras pensaban en una respuesta inteligente; y cada uno dijo algo diferente…

    —¡Adelanto del día de los inocentes! —exclamó Max.
    —¡Cámara escondida! —dijo Landis.
    —¡Evaluación de sueño! —afirmó Vivi.

    Los niños al ver que cada uno había dicho una cosa completamente distinta, intercambiaron una mirada de desesperación.
    La directora Helen, confundida, alzó una ceja y dijo:

    —Deberían ponerse de acuerdo para mentir mejor…

    Max suspiró resignado. La cosa se hacía cada vez más obvia; ya estaban muy acorralados hacia los cables, así que era mejor salir rápido de eso…

    —Es que me molestó mucho lo que Dawn le hizo a May en ciudad Viridian, así que mis amigos y yo les hicimos esa broma para que aprendiera la lección… —dijo Max mirando al suelo nerviosamente.

    La directora se quedó mirando a Max por un rato, y luego se levantó de su escritorio con seriedad…

    —Pues eso no es justificación. Yo misma me encargué de resolver ese problema, dándole a la señorita Berlitz la sanción correspondiente. A ustedes se les pasó la mano, porque aparte de hacerles una broma muy pesada a esas chicas, dejaron un desastre en esa habitación que nuestros conserjes aún están limpiando, y también irrumpieron en los sueños de varios estudiantes…

    Los niños, llenos de nervios y vergüenza, tenían su mirada fijamente al piso. Ninguno esperaba que los descubrieran tan rápido, o al menos eso creían Landis y Vivi…
    Cuando la directora terminó su sermón, la pequeña pelirroja dijo tímidamente:

    —Directora, ¿usted entiende la reacción de Max?
    —Que la entiendo, sí, pero no la apruebo. Si así funcionara todo, entonces Dawn Berlitz les haría una mala jugada a ustedes, luego May Balance sale en defensa de su hermano haciendo otra, y así sucesivamente… Y eso es algo que no se puede permitir. Esto es una academia de especialización pokémon, no un campo de guerra donde todos se ponen a saldar cuentas.

    Los tres pequeños compartieron entre sí una mirada de tensión. Ya no tenían nada más que decir en su defensa…

    —Y de paso, Silverwinds y Wuscovi tuvieron que pagar los platos rotos cuando no tuvieron nada que ver con lo ocurrido en ciudad Viridian…
    —Es que las bromas alcanzaban para todas… —susurró Landis.

    La directora abrió los ojos con impresión al escuchar ese comentario. Rápidamente Max y Vivi le propinaron un codazo al infante originario de Sinnoh para que no metiera más la pata.

    —Bueno, aquí ya está todo dicho. Creo que está demás suponer que recibirán un castigo, ¿no?

    Los tres niños, incómodos y resignados, asintieron sincronizadamente.

    —En los siguientes tres días vendrán a mi oficina después de clase; para que me digan que enseñanza les deja estos libros —al decir esto, la dirigente del instituto sacó nueve gruesos libros de un estante, que retumbaron fuertemente al caer en su escritorio—: “Los peligros de hacer bromas; tomo I, II y III”.
    —¿Tres tomos? —replicó Landis.
    —¿Y en tres días? —añadió Vivi.
    —No tengo ninguna duda de que los tres bromistas pueden leer estos tres libros en tres días —afirmó la señora Helen con cierto aire de ironía.

    Vivi y Landis se quedaron con la boca abierta. Se venían tres tardes llenas de lectura y moralejas.

    —Mañana le traemos leído el primer tomo, directora… —dijo Max tomando los libros.

    La directora Helen asintió mirando a los chicos de re-ojo. Landis y Vivi lanzaron un suspiro perezoso, y tomaron sus respectivos tomos del libro de ética.

    La dirigente del instituto, entonces, les indicó que ya podían retirarse de su oficina al ver el asunto finiquitado.

    ————————————————————————————————————————

    Regresando con May y Misty, ambas chicas estaban llegando a la piscina de la Poké-academia, y se sentaron en las gradas. Eran las únicas presentes en ese lugar.

    Las áreas verdes, las palmeras, y el sonido del agua daban lugar a un ambiente muy tranquilizador.

    —Adoro este lugar… —aseguró la tutora—. Ver el agua, me relaja mucho. A veces ayuda a quitarme la nostalgia; me hace sentir como si estuviera en la piscina del gimnasio Cerulean. Aunque obviamente esta es menos profunda…

    May sólo la escuchaba en silencio. Estaba completamente tensa; no quería ser sometida a un interrogatorio que a lo mejor iba a ser algo incómodo.

    —May, quisiera que habláramos sobre lo sucedido el otro día… Esa batalla que hubo entre Ash y este chico que tiene el club de fans… —dijo mientras chasqueaba los dedos, tratando de acordarse del nombre del coordinador de Hoenn—. Emmm… Drew, ¡eso!, ¡Drew! ¿Te acuerdas de lo que pasó?
    —Cómo olvidarlo… —musitó la coordinadora proveniente de ciudad Petalburgo—. Ese día fue cuando Ash se accidentó.

    Misty asintió melancólicamente al recordar esa horrorosa escena.

    —Necesito saber algo, May, y puedes tener por seguro que las intenciones que tengo son buenas...

    Aunque no eran muy cercanas, May conocía a Misty. Las dos ocasiones en las que se vieron durante el viaje por Hoenn y Kanto habían sido suficientes para demostrarle que Misty era una buena persona…

    —¿Qué quieres saber, Misty?
    —Quiero que me quites una duda —afirmó la chica de cabello anaranjado—. Verás… cuando te pregunté si Ash tenía novia, vi que me respondiste con cierto aire amargo; como que no te agradaba mucho esa idea.
    —Oh, bueno… debió haber sido alguna impresión…
    —Lo que me dijeron las admiradoras de Drew dan razones para pensar otra cosa —la interrumpió la líder de gimnasio, sonriéndole.

    May alzó la mirada confundida.

    —¿De qué hablas?
    —Ese día me llamó mucho la atención la cantidad de gente que estaba viendo esa batalla, y ciertos comentarios que gritaban esas chicas no eran muy agradables que digamos… así que supuse que no era un asunto de entrenamiento.
    >>Debía saber que estaba ocurriendo para asegurarme de que no se provocara algún disturbio, así que decidí acercarme a ellos y preguntarles que estaban haciendo, pero entonces Flygon pasó a golpear sin querer a Ash… Así que lo prioritario era llamar a la enfermera.
    >>Luego, cuando me quedé para calmar a las histéricas fanáticas, ellas decían que “todo era culpa de la chica de pañoleta”. Yo, sin entender nada, pregunté por qué, y ellas me contaron que Ash y Drew estaban peleando por ti…

    May se cubrió la boca con su mano al mismo tiempo que su rostro empezó a enrojecer. Esas fanáticas eran muy directas para decir las cosas…

    —Entonces, yo me puse a pensar: “¿Ash peleando por una chica?” En todos los años que viajé con él jamás escuché una cosa así, pero… quien sabe. Tal vez en todo este tiempo él estaba comenzando a crecer.

    >>Y me puse a hacer cuentas y dije… Si Ash tiene novia, de seguro estaba madurando; y entonces recordé que una vez llegó una chica histérica al restaurante a reclamarte algo a ti y a Ash la semana pasada…

    —‘Los listones…’ —dijo May en sus pensamientos.
    —Y supuse que esa era su novia, pero algo no me cuadraba… Ash no es amigo de gente tan conflictiva, y esa fue la primera impresión que me llevé al ver a esa chica; entonces supuse que la razón por la que estaba con ella, no era precisamente porque estaba enamorado. Y era posible, pues Ash jamás había entendido que significaba eso, pero tal vez lo empiece a entender pronto… Porque peleó por una chica, peleó por ti, May.
    —Ay, vamos, no “pelearon por mí”, solamente discutieron, se enojaron y decidieron tener una batalla… —dijo May riendo nerviosamente.
    —Humm... pues no fue eso lo que escuché. Además, si la versión que me contaron es la correcta, creo que puedo decir que esos sentimientos son correspondidos, ¿no?
    —¿…p-por qué lo dices? —preguntó May jugando con sus deditos.
    —Aquella expresión. Cuando te pregunté si Ash tenía novia, en tus ojos apareció una mirada que me traía un recuerdo… y hace poco me di cuenta que me recordaba a mí hace unos años…

    La castaña miró a Misty asombrada. ¿Le recordó a ella?, pero… ¿por qué?

    —¿En serio? —preguntó la chica de ojos color zafiro—. ¿Por qué?

    Misty cerró los ojos con tranquilidad y sonrió.

    —Esto no es fácil contártelo… Pero lo que pasó entre ustedes dos hace un rato, me hizo convencerme de algo. Me sentí tan identificada contigo, que quizá haya encontrado alguien que me entienda...
    —‘Es oficial… Sí nos vio a mí y a Ash en el vestíbulo hace unos minutos’ —pensó la castaña.
    —Hay algo sobre mí que Ash jamás se enteró… —la tutora hizo una pausa, y miró al cielo con los ojos vidriosos. Estaba muy emocionada—. Cuando viajé con él, hubo un momento en que empecé a sentir cosas… me enamoré de Ash.

    May quedó completamente impresionada con tal descubrimiento. Se puso en el lugar de Misty por unos segundos, y supuso que sacar a luz semejante revelación no era nada fácil…

    —Me encantaba su entusiasmo, su optimismo, su perseverancia… Esa buena energía que transmite siempre.

    >>Así había sido, me sentí atraída por él e incluso estuve celosa por un par de chicas que le pusieron el ojo alguna vez, pero Ash jamás se dio cuenta de eso —continuó la líder de gimnasio de Cerulean riendo con la última frase—. Para él sólo existían las batallas, y en cuanto a las personas… él sólo lograba notar cosas como la amistad, el odio y el cariño familiar; pero nunca lo que se refiriera al amor de pareja.

    >> Entonces, yo estuve enamorada de él en silencio. Él nunca lo supo. Incluso el día en que nuestro grupo de viaje se tuvo que separar yo me sentí un poco mal porque creía que a él no le importaba que me fuera, pero más tarde él me demostró que no era así. No obstante, yo era importante para él como una amiga, una amiga y nada más. Pero no importaba, el hecho de que él me demostrara que sí se preocupaba por mí me hacía muy feliz.

    >>Y bueno, los meses pasaron, él se encontraba viajando por la región Hoenn… luego se fue a Sinnoh, y yo seguía en ciudad Cerulean; y el tiempo se encargó de que esos sentimientos fueran desapareciendo. Conocí nuevas personas, compartí más con otras que ya conocía… y ser líder de gimnasio me ayudó a empezar una etapa totalmente nueva.

    —¿…entonces ahora te gusta otra persona? —preguntó la castaña.
    —¡Oh, no! Claro que no… No estoy interesada en nadie por el momento —respondió la tutora de cabello anaranjado—. Hice una pausa en esos asuntos para enfocarme en otras cosas…
    —Vaya… jamás se me hubiera pasado por la cabeza que me contarías esto, Misty —dijo la chica de ojos zafiro impresionada.

    Pichu por su parte, terminó de comerse la manzana, y sacó una bolsa de palomitas de maíz de quien sabe dónde… ¡Era necesario para una conversación tan interesante!

    —Bueno, al menos para mí no es sencillo revelarle a alguien este tipo de cosas , pero me animé a hacerlo porque tal vez tú tengas una historia parecida… Así que voy a mi pregunta: ¿tú sientes algo por él? —dijo la chica de cabello anaranjado.
    —¿Por Ash?

    Misty asintió.

    May respiró hondamente. Si Misty fue capaz de contarle su historia, y se mostraba con buenas intenciones, tal vez no sería mala idea responder a esa pregunta.

    —Bueno, sí. La verdad sí siento algo por él. Él me gusta... mucho.
    —Me lo imaginaba —comentó Misty—. ¿Y desde cuándo?
    —Es un poco extraño, porque no fue precisamente cuando viajaba con él… sino después fue que vine a darme cuenta de lo que sentía.

    >>Desde el primer día que viajé por la región Johto me sentía rara, como si algo me faltara… Y entonces vi mi listón Terracota, un premio que él y yo compartimos, y me di cuenta que lo extrañaba… extrañaba a Ash, y mucho. Su sonrisa, sus palabras de aliento, esa alegría al ganar una medalla… todo.

    >>Siempre que me ponía a pensar en él, terminaba sonriendo sin que me diera cuenta, me daban cosquillas en el estómago, a veces se me aceleraba el pulso del corazón y me daban muchísimas ganas de poder estar a su lado. Y cuando pasaron la liga Sinnoh por televisión, pensaba que se veía tan lindo, y ahí supe que todo este tiempo sentía algo por Ash, pero nunca me había dado cuenta porque antes me gustaba otra persona…

    —¿En serio? —preguntó Misty, sumida en aquella historia—. ¿Y quién era esa persona, May?
    —Drew… Él me gustó por un tiempo, pero después simplemente me dejó de atraer. Gradualmente iban desapareciendo mis sentimientos por él, al mismo tiempo que me iba dando cuenta cada vez más y más que sentía algo por Ash.
    —Qué linda historia. ¡Entonces sí te gusta Ash!—afirmó la tutora.
    —Sí, aunque él no lo sabe —dijo la castaña ruborizada, rascándose la mejilla con el dedo índice.
    —Pero por ahí escuché que él ahora está soltero, ¿no?
    —Sí, pero apenas terminaron ayer… No es buena idea lanzársele así como así.
    —En eso estoy de acuerdo, hay que tener prudencia. Pero en un tiempo más, deberías animarte a decirle lo que sientes… Estoy segura que esos sentimientos son correspondidos, sólo que todavía no se da cuenta.

    May sonrió tiernamente. Un gran enrojecimiento apareció en su rostro con tan sólo imaginarse que lo que decía Misty podía ser verdad.

    —Si alguna vez necesitas algún consejo, no dudes en acudir a mí. ¿De acuerdo, May?
    —¡Muchas gracias, Misty! Lo tendré en cuenta. Pero, me gustaría que guardaras mi secreto… —le pidió amablemente la castaña.
    —Por supuesto, puedes confiar en mí así como yo espero confiar en ti. Al fin y al cabo, ¡yo también te conté un secreto! —afirmó Misty guiñando el ojo.

    Ambas chicas, entonces, chocaron las palmas amistosamente y así, prometieron guardar silencio sobre lo que acababan de conversar.

    ————————————————————————————————————————

    Volviendo con el azabache, él junto a Pikachu, se encontraban llamando a Delia Ketchum para contarle lo ocurrido en los recientes días…

    —Entonces, ¿terminaron? —preguntó la madre del chico.
    —Así es, mamá —dijo el joven con “z” en las mejillas, asintiendo—. No fue nada fácil…

    Delia cerró los ojos con tranquilidad y sonrió enternecida.

    —Hiciste lo correcto, cariño. Estoy orgullosa de ti…
    —¿E-en serio?
    —¿Pika? —añadió el pokémon.

    La progenitora de Ash, asintió. Su mirada era tranquila, cálida y de apoyo; lo que respaldaba sus palabras.

    —Sin duda no era fácil, pero era mejor eso a que ambos se siguieran engañando; y para hacer eso, se necesita madurez, y definitivamente estás comenzando a crecer —aseguró Delia—. Te felicito, hijo.

    Ash no pudo evitar sonreír. Las palabras de apoyo por parte de su madre era justo lo que necesitaba, se sentía menos “malo”, y al fin y al cabo, era cierto. A pesar de que él cometió un error, Dawn asumió el riesgo siendo consciente de la situación, así que haber terminado con ese juego, sin duda, había sido algo muy sabio y maduro.

    —Muchas gracias, mamá. En serio, gracias.
    —Siempre estaré para ti, hijo, recuérdalo siempre —afirmó Delia.

    Luego de esas palabras, el azabache se fue hacia otros temas como el cierre de la Conferencia de batallas dúo, la comilona en el Viridian Plaza, entre otros…

    ————————————————————————————————————————

    Mientras tanto, Marina se encontraba bebiendo un vaso de limonada en el restaurante con total tranquilidad y serenidad, cuando de repente…

    —¡¡Marinitaa!! —gritó una voz.

    Ese alarido provocó que la chica de cabello cerúleo se trapicara del susto. Luego de toser un par de veces con dificultad, la chica respiró lentamente para proseguir con su bebida, pero se asustó al ver un chico muy sonriente al frente suyo.

    —¡V-Vincent! —exclamó la ídolo pokémon—. ¿Cuándo llegaste?
    —Hace 3,57 segundos exactos —respondió el castaño entrenador revisando su Poké-gear.
    —¡Ah…! —dijo estupefacta, pues no esperaba esa clase de respuesta—. Y… ¿qué cuentas?
    —Tomé fotos de la final de las batallas dúo, ¿quieres verlas?
    —¡Wow!, ¡sí, claro! —contestó Marina sonriente—. Deben de estar fabulosas.

    Una gran sonrisa maliciosa apareció en el rostro del castaño chico. Lentamente, sacó las fotografías de una mochila que traía consigo, y empezó a mostrárselas de a una.

    —Aquí Girafarig usó Pisotón contra Drapion, en esta Pidgeot usó Tajo aéreo, en esta otra Drapion usa Terremoto, y aquí Gliscor usó Tajo umbrío contra Pidgeot… ¡Oh y mira esta!

    Vincent disminuyó notablemente la velocidad al llegar a cierta imagen… no era nada más ni nada menos que la fotografía en la que Jimmy aparecía abrazado con Lyra.

    —Esta es la foto de los ganadores celebrando su gran triunfo.

    Marina dejó de beber su limonada abruptamente. Se quedó en shock por un momento… ¡Esa pesadilla la seguía hasta en fotos! Ahí estaban, Jimmy y Lyra compartiendo un gran abrazo; de los más grandes que han tenido a decir verdad…

    Aunque en un principio pareciese que la chica iba a estallar, Marina respiró hondamente, y sonrió con tranquilidad.

    —Qué bueno por ellos… Se ve que quedaron muy felices con la victoria.
    —Sí, yo diría que demasiado felices… —dijo Vincent, haciendo un énfasis exagerado en la palabra en cursiva, buscando cierta reacción en la ídolo pokémon.

    Marina sólo se dignó a decir un “ajá” mientras seguía sonriendo. El castaño entrenador, al ver que las cosas no estaban saliendo como pensaba, empezó a titubear incómodamente mientras se rascaba la nuca.

    —Emm… bueno; esas son todas las fotos. ¡Nos vemos, Marinita!
    —¡Hasta luego, amiguito! —respondió Marina con la misma tranquilidad.

    Vincent se levantó de la mesa, y se llevó todas las fotos, o bueno, casi todas; pues la foto de Jimmy y Lyra quedó sobre el comedor por mero descuido.

    Una vez que el chico con el peinado de cresta se había retirado del comedor, Marina miró de un lado a otro lentamente, hasta que vio a un chico cerca, pasando con un tarta a medio comer y un tenedor.

    —Oye, ¿te vas a comer eso? —preguntó la joven de apellido Kristalli.
    —Oh, no en verdad —negó el muchacho—. ¿Lo quieres?
    —¡Claro!

    El chico le pasó el pastel y el tenedor a la coordinadora de Johto, y luego de que ésta le diera las gracias, se fue a otro lado.

    Marina, entonces, miró la tarta, tomó lentamente el tenedor, y… ¡Tum, tum, tum! La chica, furiosa, comenzó a triturar la rebanada del pastel con el tenedor.
    Cuando el pastel quedó hecho añicos, la joven de apellido Kristalli lanzó un suave suspiro y dejó el tenedor sobre la mesa…

    —No puede ser… —se lamentó la chica recostándose.

    ————————————————————————————————————————

    —¡Vamos, Electivire!, ¡Puño Trueno!

    El Pokémon Rayo empuñó su brazo, mientras éste iba siendo envuelto por una ola de electricidad…

    —¡Esquívalo, Drapion!

    El escorpiogro se agachó al ver el Puño Trueno cerca de él, logrando evadirlo sin problemas…

    —Vamos… ¡más potencia!

    Electivire y Drapion voltearon a ver a su entrenador con incertidumbre… estaba como exigiendo mucho; lo cual era bastante extraño porque estaban cumpliendo todas sus expectativas y no habían tenido ningún problema en esa fase de entrenamiento, salvo sus actitudes extrañas que llevaba ese día…

    El joven entrenador de cabellera morada, lanzó un suspiro para calmarse.

    —Olvídenlo, ustedes no tienen la culpa… De hecho lo han hecho muy bien. Tómense un buen descanso —dijo regresando a ambos pokémon a sus pokébolas.

    Paul dirigió su mirada hacia el cielo con mucha seriedad… su humor en esos momentos no era de los mejores. Todo el rato andaba pensando en lo ocurrido entre la chica de cabellos azules y el azabache. Ese asunto lo estaba molestando demasiado…

    —‘Ese tonto… ojalá le haya dolido la derrota hoy, porque es lo mínimo que se merece…’ —dijo el chico originario de ciudad Veilstone en sus pensamientos.

    El entrenador de la región Sinnoh respiró lentamente. Necesitaba quitarse la tensión de encima, porque vaya que le estaba haciendo mal.
    Sin nada más que hacer, el chico se dispuso a caminar por todo el patio de recreos para despejar su mente.

    ————————————————————————————————————————

    Regresando al restaurante, Jimmy Goldenstone acababa de entrar al lugar para comprar un sándwich, y en el trayecto vio a una aparentemente durmiente chica de cabellos color cerúleo.
    El entrenador proveniente de Johto, entonces, se agachó hasta estar a la altura de Marina, quien le estaba dando la espalda…

    —¡Hey, despierta! —exclamó zarandéandola suavemente.
    —¡No estoy dormida…! —gimió Marina sin moverse.

    Jimmy se puso de pie confundido. Algo le estaba pasando a su amiga, pero, ¿qué será?
    No obstante, todas sus dudas fueron disipadas cuando volteó la mirada y vio cierta foto sobre la mesa… Era la celebración de su triunfo capturado en una imagen.

    —M-Marina, ¿tú viste eso?
    —¿Qué cosa? —preguntó la chica molesta, aún quieta—, ¿la foto del abrazo entre tú y Lyra? Sí… se nota que estaban contentos.
    —Oh, vamos… sólo estábamos compartiendo un abrazo amistoso por haber ganado la Conferencia de batallas dúo.

    Marina en ese momento se puso de pie, y miró al chico con melancolía…

    —Y eso está muy bien. No tienes que explicarme nada.
    —¿Ah no? —preguntó el chico rascándose la cabeza.

    La ídolo pokémon negó tranquilamente.

    —No. Pues como te dije el otro día, tú y yo no somos novios ni nada de eso… y a decir verdad creo que es mejor que nos distanciemos un poco.

    Ante esa frase, Jimmy abrió los ojos como platos… ¿Acaso había escuchado mal?

    —¿¡Qué!? ¡Pero qué estás diciendo!
    —Jimmy… lamentablemente tú y yo nos hemos puesto a discutir mucho en estos días a causa de Lyra y Vincent; entonces… tal vez nos falta un poco de madurez para no ser tan celosos con la amistad, ¿no crees?
    —‘¿Amistad?, ¿entonces todos sus reclamos eran por amistad?’ —pensó el entrenador originario de Johto con amargura.
    —Y cuando ya sepamos comprender eso, quizá podamos hablar de nuevo; pero ahora no es sano que mantengamos el contacto.

    Jimmy bajó la mirada con decepción. No se esperaba de ninguna manera que la chica de cabello cerúleo le saliera con eso.
    Sin embargo, el chico de largo flequillo no se vio con disposición de protestar o de hacerla cambiar de idea… tan sólo bajó la cabeza, de forma que la visera de su gorra le tapaba la mirada, y se fue diciendo un “Como quieras…”.

    Al ver que el joven de apellido Goldenstone se alejaba, Marina extendió la mano como para decirle que esperara, pero se arrepintió rápidamente y luego de lanzar un suspiro, miró de brazos cruzados al chico alejarse, con cierta tristeza.

    ————————————————————————————————————————

    Un par de horas después, Brianna Wuscovi y Lyra Silverwinds estaban entrando a la oficina de la directora Helen, quién las había llamado previamente.

    —¿Y la alumna Berlitz? —preguntó la dirigente del instituto.
    —Está duchándose. Se está quitando lo que le queda de barro en el cabello —respondió Lyra.
    —Empezó a hacerlo un poco antes de que usted nos llamara, y a decir verdad creo que tiene para rato —añadió Brianna.

    La directora Helen soltó un suspiro.

    —En fin… las llamaba para avisarles que ya descubrí la identidad de los tres bromistas.

    No fue sino decir esa frase para que el par de chicas se sentara rápidamente en las sillas frente al escritorio con mucha intriga. Empezaron a preguntar cosas como “¿quién fue?”, “¿cuándo los descubrió?”, ¿cómo pasó?” y otras similares…

    —Calma, calma… —dijo la señora Helen—. Los autores de la broma fueron Landis Tech, Vivi Winstrate y Max Balance.

    Lyra y Brianna pegaron un gemido de impresión.

    —¡Lyra! Si fueron tres niños de nueve años… —dijo Brianna cubriéndose la boca con sus dos manos.
    —La infancia cada vez está más y más revolucionaria… —comentó la entrenadora de ojos marrones, simulando indignación.
    —De todos modos, ya les sancioné como corresponde. En los siguientes tres días vendrán a mi oficina para comentarme sobre tres grandes libros de ética…

    Lyra lanzó un silbido…

    —¡Ahora esos pequeños tienen tareíta extra! —exclamó la entrenadora de Johto.
    —Bueno, nosotras le avisaremos a Dawn. Muchas gracias, directora.

    La directora asintió amablemente como respuesta, y posteriormente, el par de jóvenes abandonó la oficina para irse a su habitación.

    (…)

    Al llegar a la habitación 21D, Lyra y Brianna se encontraron a Dawn frente a un espejo, vestida por una bata de baño mientras se arreglaba el cabello con un cepillo y una secadora.

    —¡Hola, Dane! Adivina de lo que nos enteramos… —dijo Lyra.
    —Hmmm… no lo sé —dijo la coordinadora de Sinnoh con su mirada fija al espejo—. ¿Qué pasó?
    —¡La directora Helen descubrió a los tres bromistas! —afirmó la chica de ojos marrones.

    Esa frase hizo que Dawn apagara la secadora de inmediato, y la dejara en la cama junto al cepillo.
    La chica volteó a mirar fijamente a sus compañeras, y preguntó:

    —¿Y?, ¿quiénes son?
    —¿Recuerdas cuando dije que la broma parecía hecha por unos niños de nueve años? Pues resulta que sí fue así… —contestó la coordinadora de isla Crisantemo.

    La chica de cabellos azules alzó una ceja, sin entender muy bien a lo que se refería…

    —Fue el hermanito de May con ayuda de sus amiguitos… —reveló Lyra.

    Dawn abrió los ojos llena de ira al escuchar eso. ¿¡El hermanito de May!? Ahora resulta que tenía problemas no sólo con la castaña, sino también con sus familiares…

    —¡Ese mocoso! —exclamó la coordinadora de Sinnoh—. Y supongo que la directora le puso una sanción con la que lamentará todo, ¿no?
    —Pues… si no le gusta leer, supongo que sí —dijo Brinna encogiéndose de hombros.
    —¿¡Leer!?, ¿¡esa es su sanción!?
    —Más o menos… —dijo la chica de capul—. En realidad...

    No obstante, Brianna no pudo terminar su idea porque la coordinadora de Sinnoh no aguantó más y salió de la habitación enojadísima.
    Sus amigas supusieron que iba a hacer así que la siguieron al instante.

    —¡Espera, Dane! —exclamó Lyra—. ¡Estás en bata de baño!

    Dawn, avergonzada, frenó el paso y se devolvió a su habitación para ponerse su ropa.

    (…)

    Pasados unos diez minutos, la directora Helen se encontraba escribiendo en unos papeles, muy concentrada en su trabajo, hasta que alguien tocó la puerta…

    —¡Adelante! —exclamó la directora.

    La puerta se abrió, entrando a la oficina Dawn y sus compañeras de habitación.

    —¡Señorita Berlitz! Supongo que ya supo lo ocurrido por sus compañeras.
    —Así es, y me preguntaba… ¿cuál era la sanción que les puso a los chicos?
    —Van a leer “Los peligros de hacer bromas: Tomo I, II y III”. Para mañana me tienen que traer leído el primero tomo.
    —¡Ay, por Dios!, ¡esos libros son gigantotototes! —afirmó Lyra—. Hace varios años atrás mi mamá quería comprar uno de esos… ¡era del tamaño de una silla!

    Dawn, ignorando el comentario de su amiga, dijo:

    —Estaba pensando… ¿no cree que sería mejor otro tipo de sanción? Digo, a mí me hizo limpiar baños por dejar encerrada a May Balance en uno.
    —Pues la sanción que les puse a ellos es bastante adecuada… ¿o acaso quería que mandara al joven Max a ayudarla a ducharse por embarrarla de lodo?
    —¡Directora…! —exclamó la coordinadora de Sinnoh, levemente roja por la vergüenza.
    —Es una broma, Berlitz, relájese… —dijo la dirigente del instituto así como si nada.

    Al ver que no había mucho por hacer, Dawn se retiró del lugar con una sonrisa forzada, mientras sus compañeras de habitación la seguían silenciosas…

    Apenas se encontraban lo suficientemente lejos de la oficina, Dawn pegó una fuerte pisada al suelo, frustrada.

    —¡Ya verán esos tres enanos con quién se metieron! —afirmó la chica, siendo observada con algo de temor por sus compañeras de habitación.

    ————————————————————————————————————————

    En esos momentos, la castaña estaba realizando una llamada a la región Hoenn para hablar con su madre.
    Empezó por agradecerle por la nueva pañoleta, y luego comenzaron a hablar sobre los hechos ocurridos en este último tiempo, hasta llegar a lo que pasó con el azabache en la tarde…

    —¿Entonces se iban a besar? —preguntó Caroline emocionadísima.
    —¡No lo sé pero fue tan genial! —respondió May en el mismo estado—. Mamá, ¿te imaginas si en verdad él sintiera algo por mí?
    —Yo creo que sí… no es si no ver como se pone cuando Drew está cerca de ti… y lo ocurrido entre ustedes hace poco da mucho para pensar.

    May sonrió gigantemente, mientras contenía los impulsos de saltar de un lado a otro y gritar de alegría… ¡Pareciera que su sueño se estaba haciendo realidad!

    —Sería maravilloso… es como si se me cumpliera un deseo.
    —Pues cualquier cosa que pase, me avisas, picarona —dijo la madre de la castaña, alzando las cejas pícaramente.

    Ante ese gesto, May rio nerviosamente mientras jugaba con sus deditos índices y un leve rubor aparecía en su rostro.

    —¡De acuerdo, mamá! De nuevo: Muchas gracias por la pañoleta, está hermosa —dijo la chica de ojos zafiro—. ¡Te quiero!
    —Yo igual, hija… me saludas a Max y dile que llame a saludar apenas pueda.
    —¡Claro!

    Luego de eso, Caroline se despidió de Pichu también, y la videollamada fue finalizada.

    Un pensamiento se le vino a la cabeza a la coordinadora de Hoenn… ¿Qué habrá pasado al final con el asunto de la broma?

    La joven de pañoleta decidió salir de la cabina, y al frente suyo apareció una rosa…
    Como era de suponer, la flor era un regalo de Drew De Larousse, quién llegó alzando una mano para saludar.

    —¿Y cuándo reanudaremos nuestro picnic? —preguntó el chico de cabellera verde.
    —¡Algún día en alguna hora! —afirmó la castaña, devolviéndole la flor al chico y yéndose alegremente.

    Pichu se rio ante eso. Es como si hubiera presenciado un rechazo “elegante y blando”.
    Drew confundido, observó a la castaña alejarse del sitio, pero luego sonrió confiadamente.

    —Las evasivas no te durarán mucho tiempo, May… tarde o temprano terminarás cediendo —dijo el coordinador originario de la región Hoenn, haciendo su típico movimiento de flequillo.

    ————————————————————————————————————————

    La puerta de la habitación 10D fue abierta, apareciendo un corredor Pichu, el cual iba directo a su pelota con forma de Voltorb para jugar un rato.

    May entró muy alegremente a su habitación… ¡Todo le parecía tan asombroso! Cada vez se convencía más y más que el azabache si sentía algo por ella. No paraba de pensar en lo ocurrido en la tarde… ¡Cuántas veces había soñado con un momento así! Y aunque no pasó nada, estuvo muy cerca de que algo ocurriera.

    No obstante, la castaña se extrañó al ver a su amiga, Marina Kristalli, recostada sobre su escritorio, completamente en silencio. Era muy extraño, por su amiga normalmente es muy alegre y entusiasta, que de seguro algo había pasado para que se encontrara así.

    —¿Marina? —preguntó May tocándole el hombro suavemente—. ¿Qué ocurre?

    Marina miró a su amiga con profunda tristeza. La decisión que había tomado esa tarde no la había dejado muy satisfecha…

    —Esta tarde Vincent me mostró unas fotos de la final de las batallas dúo, y en eso, vi una en la que Jimmy y Lyra estaban muy abrazados.
    —¿Y entonces…? —preguntó May sentándose para estar a la altura de su amiga.
    —Luego llegó Jimmy, y le dije que era mejor que nos distanciáramos.
    —¿Qué? —preguntó May—. ¿Por qué hiciste eso?
    —¡Era lo mejor! Me hace mucho daño ver como se le acerca esa chica…
    —¿Y acaso te sientes bien con esa decisión? —cuestionó May—, ¿crees que fue la correcta?
    —Pues no estoy muy contenta pero…
    —Marina… —la interrumpió May tocándole el hombro amistosamente—. Desde que te conozco sé que estás loca por Jimmy, alejarte de él por algo así sería una completa locura. De hecho, estarías haciendo justamente lo que Lyra y Vincent quieren…
    —¿De qué hablas?
    —Pues Lyra es obvio que quiere algo con Jimmy, y por cómo ha reaccionado desde la guerra de comida, es evidente que quiere alejarte de él. Y vamos, dudo mucho que Vincent te haya mostrado esa foto sin una segunda intención…
    —Pero Vincent es mi amigo de la infancia, y también el de Jimmy…
    —Pues yo no los he visto muy como amigos a ellos dos —repuso la castaña refiriéndose a Jimmy y Vincent—. Y sí tú y él se conocen de hace tiempo, es muy probable que Vincent se haya dado cuenta que a ti te gusta Jimmy… entonces para conquistarte quiere quitar a Jimmy del camino.

    Marina bajó la mirada, pensativa…

    —No importa lo que Vincent o Lyra traten de hacer —prosiguió la chica de ojos color zafiro—, yo he podido ver como Jimmy también te queda mirando a veces… es un sentimiento correspondido. Y la mejor forma para contraatacar las artimañas de esos dos es, precisamente, que ustedes se acerquen más.

    Esa frase provocó que de los ojos de Marina se reflejara una determinación; su amiga tenía mucha razón.

    —¡Es cierto! —exclamó Marina poniéndose de pie—. Debo dar la pelea. ¡Mañana mismo hablaré con Jimmy!
    —¡Así se habla, amiga! —exclamó May, levantándose de la silla.

    May y Marina chocaron las palmas alegremente, y luego se dieron un gran abrazo amistoso para celebrar la nueva decisión de la ídolo pokémon.

    Luego de eso, ambas chicas decidieron ir al restaurante para cenar, pues ya iba siendo hora de comer.

    ————————————————————————————————————————

    Horas después, la campana sonó indicando que había llegado el momento de dormir.
    Los alumnos poco a poco se dirigieron a sus habitaciones, algunos con sueño, y otros… no tanto.

    Iremos a la habitación 12A, el dormitorio de Drew, Vincent y Timmy.

    Timmy estaba leyendo uno de los libros enviados por su madre, Drew estaba poniéndose el sueter de su pijama, y Vincent estaba juntando todas las fotos tomadas ese día, buscando una en específico…

    —Oye, Vincent, ¿qué estás haciendo? —preguntó Drew.
    —Hmmm… nada, sólo reviso las fotos que tomé hoy —respondió el castaño entrenador—. ‘¡Rayos! Perdí la foto del abrazo de Jimmy y Lyra’ —pensó el chico.
    —¿Me dejas echarles un vistazo?

    Vincent, sin más ganas de buscar esa foto, le pasó las fotografías al joven de ojos verdes.
    El coordinador comenzó a pasar las fotos, una por una, hasta que se encontró con una muy desagradable para su agrado…

    —Oye, Vincent, ¿qué es esto?

    El chico con peinado de cresta se acercó a su compañero para ver a que se refería, y vio entonces la fotografía que tomó esta tarde en el vestíbulo: El casi beso de Ash y May.

    —Oh, estaba aburrido y pasando por ahí los vi en esa posición, así que me pareció divertido tomarles una foto.

    Drew sentía que la sangre le hervía intensamente… No habían pasado sino dos días desde que Ash terminó con Dawn, y, ¿ya se le estaba insinuando a otra chica? Y encima no era a cualquier chica… era a May Balance, la joven que al muchacho apellidado De Larousse tanto le atraía.

    —Ese tonto se las verá conmigo mañana… —susurró el coordinador de ciudad Larousse.
    —¡Oh! Entonces si te gusta May —dijo Vincent—. Y yo que pensaba que sólo era rumor de pasillo…
    —¿Quién te dijo eso?
    —Una de tus fanáticas.

    Drew se golpeó el rostro con su mano por la vergüenza. Timmy, que había dejado de leer debido al parloteo , trató de observar a lo lejos la fotografía, y apenas la vio, supuso que estaba ocurriendo…

    —‘Ahora sí la hiciste, Vincent…’ —pensó Timmy preocupado.

    ————————————————————————————————————————

    Durante la noche, parecía que no se movía ni una mosca por los alrededores de la Poké-academia. Sin duda alguna, todo estaba más tranquilo que la noche anterior, pues no habían bromas ni chicas furiosas…

    En la habitación 10A, Jimmy dormía plácidamente mientras roncaba; mientras Paul descansaba más silenciosamente que el entrenador de pueblo Primavera.
    Pikachu dormía como un Munchlax después de comer, mientras una pequeña y graciosa burbujita se inflaba en su nariz cada vez que inspiraba aire.
    Ash, por su parte, estaba transportado a otra realidad mientras dormía…

    ///Ensueño///

    Era un día soleado, los Pidgeys volaban alegremente, y varios niños corrían y reían sin parar.

    Ash observó el lugar en que se encontraba. Era un parque. No recuerda haberlo visto antes, pero a decir verdad estaba muy bonito. Pero, ¿qué hacía él ahí?

    —‘¿Dónde estoy?’ —pensó el joven con “z” en las mejillas—. ¡Pikachu!, ¿dónde estás?

    Pero por más que llamó al pokémon, no encontró al ratón eléctrico por ninguna parte.

    De repente, sintió que alguien lo llamó. Era una voz conocida… Se dio media vuelta y pudo ver a May Balance sentada en una banca, voleándole la mano con una gran sonrisa y un fuerte brillo en sus ojos.

    —¿May? —preguntó el azabache.
    —¡Pensé que no ibas a llegar! —exclamó la castaña, corriendo hacia él para darle un fuerte abrazo.

    El entrenador de pueblo Paleta en un principio permaneció inmóvil, hasta que lentamente le empezó a corresponder el abrazo. Se sentía… bien. Sí, se sentía muy bien.

    —Ash, desde hace mucho tiempo he querido decirte algo…
    —¿Qué cosa? —preguntó el chico confundido.
    —Hmm… no sé cómo expresarlo en palabras, así que haré otra cosa.

    Ash quedó mirando a la coordinadora. Inmediatamente se percató que la chica cerró sus ojos y estiro sus labios, acercándose cada vez más y más a él…

    —¿M-May?

    ///Fin del ensueño///


    —¡AHH!

    El entrenador con “z” en las mejillas se despertó precipitadamente, respirando muy agitado, con el pulso del corazón a mil y hasta estaba sudando.
    Pikachu se cayó de la cama con el brusco despertar de su entrenador; mientras que Paul simplemente abrió los ojos y Jimmy, luego de despertar, pegó un bostezo.

    El pokémon eléctrico se sobó la cabeza y volvió a subirse a la cama, pero se encontró con algo que lo preocupó mucho: El estado de su entrenador. Nunca lo había visto así.

    —¿Pikapi? —dijo Pikachu en su idioma, acercándose a su entrenador para ver si estaba bien.

    Ash no respondió… aún jadeaba y jadeaba, pero poco a poco el pulso del corazón se iba normalizando.

    —¡Viejo! —exclamó Jimmy preocupado al ver el estado de su amigo—. ¿Qué te pasó?
    —S-soñé con ella… —dijo con dificultad el chico con “z” en las mejillas.

    A todos los presentes les llamó mucho la atención esa frase. ¿Ella?, ¿y quién era “ella”?

    —¿De quién hablas? —preguntó el entrenador de pueblo Primavera.
    —De May… Soñé que estábamos en un parque, y pasó algo parecido a lo ocurrido esta tarde.
    —¿¡Pika!? —exclamó Pikachu sorprendido.
    —Wooow… eso es nuevo en ti, Ash. ¿No te estará pasando algo con ella?
    —¡Oh, deja de hablar locuras, Jimmy! —dijo Ash con el rostro enrojecido—. Mejor vuelve a dormir.

    Dichas esas palabras, el azabache se acostó con el rostro semi-cubierto por las sábanas y mantas.
    Jimmy tan sólo se echó a reír, y se puso en posición para dormir de nuevo.
    Y en la otra cama, estaba Paul, quien había escuchado absolutamente todo… ‘¿Entonces a Ash le gusta May?’ pensó el chico.

    ————————————————————————————————————————

    Al día siguiente, luego de que todos realizaran el proceso de desperezarse, bañarse, y vestirse… se dirigieron todos al restaurante para desayunar.

    El transcurso del desayuno fue aparentemente tranquilo. No había nada en especial que llamara la atención, o eso parecía en un principio.

    La directora, Norman y el profesor Oak fueron los primeros en irse a sus lugares de trabajo. Parecía que había mucho por hacer.

    Una vez que Ash había terminado de comer, fue a dejar su bandeja al pasaplatos, y luego se vio con la intención de irse al estadio de entrenadores… pero alguien le impidió el paso.

    —Es hora de que empieces a dar respuestas, Ketchum.

    Ash lanzó un suspiro de pereza.

    —¿Qué quieres ahora, Drew?
    —Que digas qué es esto —dijo Drew sacando la foto del casi beso—. Adelante, responde.
    —¡Pikachu! —exclamó el pokémon aterrado.

    Al ver esa foto, Ash sintió que la lengua se la tragaron los ratones. ¿¡De dónde rayos había salido esa imagen!?
    El azabache abrió la boca para tratar de hablar, pero no pudo emitir ni un solo sonido por los nervios.

    —Vamos, Ketchum… ¡Dilo! —gritó Drew desafiante—. ¡Te besaste con May!

    Drew estaba fuera de sí. Tal fue la ira que le había provocado ver eso, que el grito que pegó fue escuchado por todos los presentes en el restaurante.

    May, que estaba desayunando, se atragantó al escuchar las palabras de Drew, por lo que Marina y Nicolette trataron de ayudarle dándole un poco de jugo. ¿Será que los había visto el día anterior en el vestíbulo?

    —¿Pi Pichu Chu Pichu? —dijo Pichu, queriendo decir “¿Dónde están mis palomitas de maíz cuando las necesito?”

    Paralelamente, Dawn dejó de desayunar con tal afirmación… ¿Acaso había escuchado mal? Sin pensarlo dos veces, la chica de cabellos azules se levantó de su mesa con angustia, siendo seguida por la mirada de dos preocupadas Lyra y Brianna.

    —¿Qué estás diciendo, Drew? —preguntó la coordinadora de Sinnoh.

    No obstante, sus dudas fueron disipadas al ver la fotografía que Drew tenía en la mano. Ahí estaban, Ash y May con los ojos cerrados, a una distancia increíblemente corta, y para rematar… Ash tenía la mano sobre el cabello de la chica.

    —No puede ser… —susurró Dawn agarrando la imagen—. ¡No puede ser!

    Dawn, llena de indignación y dolor, volteó a mirar al azabache.

    —¿¡Por esto querías terminar conmigo, Ash Ketchum!? —vociferó la chica de ojos lapislázuli—. ¿¡Ese era tu apuro!?, ¿querías estar con ella?

    En la mesa de los tutores, habían dos personas en específico que estaban atónitas…

    —‘¿En serio Ash se habrá besado con May?’ —se preguntó Brock.
    —No puedo dejar que esto pase… —susurró Misty—. ¡Momento!

    Todos prestaron atención a la tutora de cabello anaranjado. La situación era tan tensa, que tenía a todo el mundo observando en silencio.

    —Yo estuve presente en ese momento, y lo que en verdad ocurrió ahí fue que Ash le quería quitar a May algo del cabello… La distancia y los ojos cerrados es mera casualidad; debió haber sido cuestión de la captura fotográfica.
    —Pues se demoró mucho en sacarle la cosa del cabello, ¡porque vaya que tuve tiempo para sacar la foto!

    Marina volteó a mirar a Vincent con impresión… ¿Acaso él era capaz de hacerle algo así a su amiga?

    —¿Cómo dices, Vincent? —cuestionó Misty.
    —¡N-nada, nada! —exclamó Vincent intimidado, volviendo a sentarse.
    —El punto es que ahí no hay beso alguno… —-afirmó Misty.
    —¿Entonces cómo es que Ash nos puede explicar su sueño? —se entrometió Paul.
    —¡Pues es eso exactamente! —aseguró Ash—. Dije: “Soñé que pasaba algo similar a lo ocurrido en la tarde”.
    —¡Y yo soy testigo de que dijo eso! —afirmó Jimmy, apoyando a su amigo.
    —¿…soñaste con ella? —preguntó Dawn.

    Ash miró por unos segundos a la chica de cabellos azules. Vio que ésta lo observaba fijamente con una mirada acusadora. No obstante, no tenía por qué tener miedo… ya no más.

    —Sí, soñé con ella.

    May se cubrió la boca con su mano al escuchar la respuesta del azabache, y así de paso, ocultar su sonrisa. ¡El chico de sus sueños aparte de casi besarla había soñado con ella! Las piezas comenzaban a encajar más y más…

    Dawn, por su parte, asintió con cierto aire resentido. No esperaba que su ex-novio le diera frente de esa forma.

    —Bueno, asunto concluido, señores… Estamos en horas de desayuno. Ya sabemos que Ash no se besó con nadie, May tampoco… Por favor, sigan en lo que estaban —ordenó Misty.

    Dawn y Drew miraron escamados al azabache por unos segundos y regresaron a sus mesas.

    La joven muchacha de ojos zafiro miró a Misty a la distancia, y le dijo un “gracias”, el cual Misty respondió con un guiño de ojo amistoso. Luego, May volteó a ver a Ash, y vio como éste le sonrió, lo cual hizo engrandecer su propia sonrisa… ¡Parece que las cosas se estaban comenzando a dar!

    Sin embargo, como bien pidió Misty, no pasó ninguna otra cosa fuera de lo común; y una vez que todos terminaron de desayunar, se fueron a sus respectivas áreas de clase.

    ————————————————————————————————————————

    Unos quince minutos después, los rangers estaban llegando a la Cueva Frondosa. Era día de actividad práctica, y estaban todos muy emocionados de regresar a ese lugar.

    —Bien, lo que hoy quiero que hagan es que observen a los pokémon que viven aquí, pero de una forma diferente. Tienen que observarlos en su hábitat natural, sin que ellos se den cuenta —indicó Solana.

    Diversos murmullos fueron generados por parte de los alumnos. ¿Observar a los pokémon sin que éstos se dieran cuenta? Sonaba un poco complicado, había que ser muy sigilosos.

    —Hay algunos pokémon que por naturaleza, desconfían de los humanos; entonces quiero que estén de incógnitos... Pues cuando sean rangers y se encuentren con pokémon de esa clase, deben buscar la forma de ayudarlos sin que éstos se pongan nerviosos, y ésta es la mejor forma de empezar.

    Ahora que ya entendían la idea, los alumnos asintieron y se dispersaron a lo largo de la caverna según Solana lo indicó.

    Nicolette, por su parte, se dirigió por un camino con una gran variedad de plantas, y vio a un par de Sunkern.

    Tratando de caminar lo más suave posible para pasar desapercibida, Nicolette se tropezó con una piedra, y cayó desplomada al suelo, asustando a los pokémon semilla.
    La estudiante ranger se levantó con algo de dificultad y vio como aquellos pokémon ya no estaban allí…

    —Oh rayos… —susurró.

    Pero en ese entonces, la chica escuchó un ruido. ¿Qué fue eso?

    Llena de curiosidad, Nicolette siguió la dirección de dónde provenía el sonido, y al sentirlo más cerca pudo ver una especie de brillo… ¡Algo andaba ahí!
    Se acercó un poco más, y vio una especie de silueta en el aire que emitía un gran resplandor… ¿Acaso era un pokémon?

    La chica de cabellos revueltos se quedó contemplando tranquilamente a la criatura, hasta que… ¡Achú! Una de las flores la hizo estornudar…
    La silueta, al percatarse de la presencia de la estudiante ranger, empezó a volar muy rápido.

    —¡No, espera! —exclamó la chica de cabellos colorados.

    La chica corrió a toda velocidad y pegó un salto para poder alcanzar a la criatura, pero justo antes de tocarla… la silueta se desvaneció.
    Nicolette volvió a levantarse y se quedó observando su entorno.

    —¿…qué fue eso? —se preguntó Nicolette.

    Una tarde llena de emociones y una mañana con misterios acababan de acontecer para los estudiantes de la Poké-academia. ¿Será que Ash siente algo por May?, ¿Dawn y Drew si estarán del todo convencidos con las afirmaciones de Misty?, ¿Qué será la extraña silueta con la que se acaba de encontrar Nicolette?, ¿Marina logrará acercarse a Jimmy de nuevo? ¡Atentos al próximo capítulo!
     
    Última edición: 5 Octubre 2014
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    Última edición: 18 Abril 2014
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