Long-fic Solo tu y yo

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Portgas D Ace, 8 Diciembre 2013.

  1.  
    Portgas D Ace

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    Solo tu y yo
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    Aventura
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    7
     
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    1557
    RESUMEN: Inuyasha va en busca de Kagome después de una de sus típicas peleas. Ambos se darán cuenta de que se quieren, pero no saben como expresarse. Miroku, Sango, Kirara y Shippo intentaran que confiesen lo que sienten, pero Kikyo y Koga causaran celos entre los dos.
    Pero no todo es malo, el fin de Naraku se acerca y con el, la tarea de reunir los fragmentos de la shikon.
    ¿Inuyasha y Kagome se darán cuenta de que se quieren? ¿Conseguirán acabar con Naraku?


    Es la primera historia de mas de un capitulo que publico aquí, así que espero que les guste.

    Capítulo 1: Te he echado de menos

    Me despierto y me siento en mi cama.

    -Inuyasha…-susurro yo medio dormida.-“No Inuyasha no está”-pienso yo levantándome y dirigiéndome al piso de abajo.

    -Hola Kagome!-me dice mi hermano nada mas verme entrar a la cocina.

    -Hola Souta. ¿Que ahí para desayunar?-digo yo acordándome de que hoy mi madre se ha ido con unas amigas a el espa y mi abuelo a conseguir objetos antiguos, para su colección. El abre el microondas y saca un plato de tortitas con un poco de sirope por encima.

    -Mama, me ha dicho que puedo ir al parque, con unos amigos y que puedo quedarme a comer a casa de uno de ellos. Me voy.- Me dice Souta alegremente mientras mete un balón de futbol en una bolsa.

    -Por mi haz lo que quieras, total no tengo nada que hacer.-digo suspirando y mi hermano, se va dejándome a mi sola.

    Me preparo un baño de agua caliente, estoy demasiado estresada, me he peleado con Inuyasha para variar, Koga era el culpable y he vuelto a mi época en verano y para acabar de rematarlo todas mis amigas están en el extranjero. Salgo de la bañera, me pongo una falda, una camiseta de tirantes a conjunto con la falda y unos zapatos y me dispongo a salir a fuera para respirar aire puro.

    -“Que bien sienta salir de casa”-pienso yo respirando profundamente, poso la mirada unos segundos en el templo donde se encuentra el pozo que me tele transporta a la época de Inuyasha y después desvió distraídamente mi mirada al tejado, me encuentro con que hay una cosa extraña de color negro que se mueve y decido subir para saber que es.

    Una vez arriba del tejado me encuentro que solo era un gato con el pelaje negro, me dispongo a bajar cuando me resbalo y empiezo a caer del tejado.

    -¡AHH!-grito yo asustada, pero me callo al notar que unos fuertes brazos me sujetan y me posan suavemente en el suelo.

    -Pero mira que llegas a ser patosa, mira que resbalarte y caerte del tejado…-dijo una voz muy conocida para mí que me regañaba.

    Me giro y me encuentro delante de Inuyasha, nos quedamos mirándonos unos segundos a pocos centímetros uno de otro y de repente lo cojo por sorpresa y lo abrazo, él se sonroja y en ver que empiezo a llorar, me dice preocupado:

    -¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras? No me digas que te has hecho daño.

    -No, solo lloro porque te he echado de me menos.-digo yo negando con la cabeza, sin soltarle ni dejar de llorar.

    Noto que él se sonroja aún mas al oír eso y como me pasa su mano cariñosamente por mí largo cabello negro.

    -Yo también te he echado de menos, bueno yo y todos.-dice rápidamente Inuyasha para que no me enterara de que acababa de decir que me echaba de menos aunque yo lo he escuchado perfectamente.

    Le suelto y le invito a entrar a mi casa, el acepta alegremente y me coge de la mano, yo lo miro sorprendida, el me devuelve la mirada con una sonrisa tranquilizadora y seductora que me hace sonrojarme, y entramos los dos en mi casa cogidos de la mano.

    -¿Tienes hambre?-le pregunto una vez en la cocina al ver que era casi la hora de comer.

    -¡SI! Estoy hambriento.-dice él.

    -Si quieres, puedes bañarte mientras que yo hago la comida.-digo yo.

    -Gracias, estoy muy cansado y necesito relajarme un poco.-dice el metiéndose en el baño.

    “Me encanta que Inuyasha esté aquí y que me haya venido a buscar, lo malo es que mi madre no lo sabe que él está aquí y él es capaz de vaciarme la nevera sin que me entere”-pienso yo, mientras pongo dos boles llenos de arroz, un plato lleno de filetes de carne y un plato con las patatas de bolsa preferidas de Inuyasha en la mesa.

    -Inuyasha, la comida está en la mesa. Te dejo la ropa limpia al lado de la puerta.-le aviso yo mientras que abro un poco la puerta del lavabo para dejar su ropa dentro.

    El sale unos minutos mas tarde y empieza a comer rápidamente.

    -¿Qué? Tengo hambre.-dice Inuyasha en notar que lo miro con mala cara.

    -Eso ya lo sé pero no quiero que te siente mal la comida de tan rápido como comes.-conteste yo.-
    ¿Cómo es que has venido a buscarme?

    -Bueno…veras…yo…-empieza a decir Inuyasha que se temía que yo iba a preguntar eso.-todos te echaban de menos, sin ti no podíamos seguir con la búsqueda de los fragmentos de la perla de Shikon y como no sabíamos que hacer sin ti, me dijeron que fuera a buscarte y aquí estoy.

    “No sé por qué pero creo que miente”- pienso yo, entonces dijo-Entonces… ¿Qué te parece si volvemos mañana? Dormimos hoy aquí en mí casa y luego mañana por la mañana nos vamos.

    Inuyasha se queda impresionado con lo que acabo de decir, pero por si acaso, acepta.

    Cuando acabamos de comer, subimos a mi habitación y nos quedamos un rato hablando.

    -¿Que habéis hecho sin mi todo este tiempo?-pregunto yo sentándome en mi cama mientras me apoyo en la pared.

    -Bueno…hemos estado ayudando a la anciana Kaede y a los del pueblo con los huertos y un poco con las tareas de casa, siguiendo un poco lo que se trae entre manos Naraku… Miroku para variar ligando con todas las chicas guapas, Sango impidiéndole que lo haga y por acabar Kirara, Shippo y yo hemos estado jugando con los niños del pueblo. ¿Y tú?-dice Inuyasha sentándose a mi lado.

    -No mucho, al ser verano, todos se han ido al extranjero, a la playa, a la montaña o de crucero y no he podido hacer nada y por eso he estado encerada en casa todo este tiempo.-digo yo apoyando mí cabeza en el hombro de Inuyasha, haciendo que este se sonroje.

    -¿Qué es lo que habéis descubierto de los planes de Naraku?-pregunto.

    -No mucho, hemos conseguido averiguar que Naraku ha mandado a Kagura a una región despoblada del norte para buscar una especie de planta muy poco común custodiada por un demonio que obedece las ordenes de un demonio dragón muy antiguo, algo así como una especie de demonio sagrado.-dice el apoyando su cabeza sobre la mía.

    -¿Sabes? He echado mucho de menos tu época, en la mía no tengo gente como en la tuya, ni voy matando demonios, ni buscando fragmentos de perlas. Ni tengo dos demonios monísimos, ni dos humanos uno extermina demonios y otro con un agujero en una mano que absorbe todo, ni una pulga miedica ni un semidemonio que siempre está allí y me protege cuando lo necesito y muchos mas demonios y humanos, como amigos.-digo yo.

    -Por cierto… ¿Y Kikyo?-digo yo aun sabiendo que no debería preguntarlo.

    -Está bien, dice que hará todo lo posible por estar siempre a mi lado y que me olvide de ti porque te matara para que yo pueda ser suyo y no piense en otra persona que no sea ella.-dice Inuyasha.

    -¿¡QUE!? ¿¡Como lo puedes decir tan tranquilo!?-digo yo asustada por lo que acababa de decir.

    -Tranquila, no te va a hacer nada, porque yo te protegeré hasta el fin del mundo.-dice Inuyasha cogiéndome las manos entre las suyas de tal forma que me obliga a mirarle a los ojos, nos quedamos mirándonos unos segundos, empezamos a acercar nuestras caras cerca del otro, estamos a punto de darnos un beso cuando de repente…

    -Kagome, ya estoy en casa. ¿Qué pasa? -se escucha decir a Souta que rápidamente entra en mi habitación y se nos queda mirando extrañado.

    -¿Por qué no has tardado mas?-dice Inuyasha enfadado, que en ver entraba mi hermano me había soltado mí manos, rápidamente.

    -¿Para qué quieres que tarde mas?-dice Souta extrañado por la reacción de Inuyasha, y de encontrárselo sentado en mi cama a mi lado.

    -“¿Pero, en que pienso? ¡Casi beso a Inuyasha!”-pienso y luego digo a Souta para echar un cable a Inuyasha.-Es que me iba a decir una cosa que ha descubierto sobre Naraku en el tiempo que yo no estaba y no se esperaba que llegaras tan pronto.

    -Vale.-dice Souta y se va.

    Inuyasha y yo suspiramos de alivio porque Souta no había visto, como casi nos besábamos, nos miramos y nos sonrojamos en pesar en lo que habría pasado si Souta hubiera tardado mas.
     
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    Shani

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    Muevo el fic a Histrias en Proceso :)
     
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    Lo siento me equivoque de sitio. Te agradezco que me lo coloques bien. Gracias de nuevo ^^
     
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    Hola a todos! Al parecer me equivoque de sitio y puse mal la historia, pero gracias a Shani ya esta donde debe ^^ Aquí les dejo el siguiente capitulo, y espero que lo disfruten.

    Capítulo 2: Los hermanos Furia.


    A la mañana siguiente cojo mi mochila llena a rebosar de cosas, me despido de mi madre, de mi abuelo y de mi hermano con un beso y me voy con Inuyasha a su época a través del pozo.

    -¡Kagome!-me dice Shippo, abrazándome al verme salir del pozo detrás de Inuyasa.

    Miro por encima de Shippo y me encuentro a Sango, Miroku y Kirara que me miran a mí y después a Inuyasha extrañados y con con media sonrisa en sus rostros.

    -Vamos, tenemos mucho camino por hacer y muy poco tiempo.-dice Inuyasha empezando a caminar. Dicho esto, Sango, Miroku y Shippo se suben al suave lomo de Kirara y yo, en la espalda de Inuyasha dispuestos a encontrar todos los fragmentos de la perla de Shikon antes que Naraku.

    Pasadas unas horas, nos paramos a descansar en un pueblo, donde nos dicen que les ayudemos.

    -¿Por qué necesitáis ayuda?-quiere saber Miroku.

    -Veras hace tiempo que nuestro pueblo es atacado por dos demonios gemelos llamados Los hermanos Furia, nos roban el huerto, las despensas y el ganado, van matando a todos los que se interponen en su camino y raptan a las doncellas mas hermosas del pueblo y a las extranjeras que pasan por aquí también.-le dice el alcalde del pueblo.

    -Bueno, les ayudaremos, a cambio nos tiene que dar un sitio para dormir y un poco de comida.-dice Miroku y el alcalde acepta.

    -Siempre igual, Miroku convence a la gente de que los
    libraremos del peligro a cambio de que nos den comida y un sitio para dormir.-se queja Inuyasha.

    -No te quejes, esto es mejor que no dormir rodeados de demonios.-digo yo.

    -Hola. ¿Sois vosotros los que liberaran a mi pueblo de los Hermanos Furia?-dice una niña a nuestras espaldas.

    -Si somos nosotros. ¿Qué quieres?-dice Sango mirando a aquella niña de pelo azul vestida con unas ropas muy destrozadas y sucias.

    -Me llamo Runo y soy la hija del alcalde, llevo estas ropas porque mi padre quiere protegerme para que no me secuestren los Hermanos Furia.-dice Runo.

    -Menudo canalla, va sacrificando niñas del pueblo pero no es capaz de sacrificar a su propia hija.-dice Inuyasha, pero se calla al notar que le doy un codazo en el estómago.

    -Sé que parte ataca. Pensé que os sería útil, para poder matarlos o para tenderles alguna trampa.-dice Runo sin darle mucha importancia al comentario de Inuyasha.

    -Gracias. ¿Nos podrías decir en qué parte atacan?-dice Miroku.

    -Sí, normal mente por la noche por los alrededores de mi casa al ser familias ricas o de la realeza, los Hermanos Furia secuestran a las mujeres y niñas porque están mejor cuidadas que las pobres.-dice Runo.

    -Tu ayuda ha sido muy valiosa, gracias a ti podremos acabar con ellos mas rápido.-dice Sango y al decir esto Runo se va.

    -Tenemos que intentar no dormirnos, si lo que dice Runo es verdad tenemos que estar con los ojos bien abiertos.-dijo yo.

    Tal y como acabo de decir esto, se escucha un grito de una mujer y salimos fuera a ver qué ocurre.

    -¡SOCORRO!-grita una mujer en vernos llegar.

    -Inuyasha esos deben ser los Hermanos Furia.-digo yo
    señalando a dos demonios con apariencia humana que estaban sujetando a una mujer muy hermosa en camisón.

    Inuyasha se disponía a usar su espada cuando de repente los Hermanos Furia sueltan a la mujer y se nos acercan.

    -Valla, valla. ¿Que tenemos aquí?-dice el mas bajito de los dos mirándome a mí y a Sango.

    -Hoy es nuestro día de suerte tu coge a esa que yo cojo esta.-dice el otro cogiéndome a mí, mientras el otro coge a Sango.

    -¿Pero qué haces? ¡Suéltame!-gritamos Sango y yo
    intentando liberarnos de nuestros secuestradores.

    -Sango.-dice Miroku.

    -Kagome.-dice Inuyasha.

    -Sango. Kagome.-grita Shippo.

    Sango intenta usar su arma parecida al bumerang, pero el demonio que la sujeta se lo arrebata, por mi parte, intento pegar al que me sujeta a base de patadas y puñetazos pero no sirve, y al final nos dejan inconscientes a Sango y a mí.

    -Tenemos que seguirlos, sino ves a saber que les aran.-dice Miroku a Inuyasha mientras ayudaba a Shippo a subirse al lomo de Kirara.

    Sango me despierta, nos encontramos en una cueva iluminada con tres velas y estamos tumbadas en una especie de alfombra.

    -Por fin os habéis despertado.-dice una voz detrás de nosotras.

    Nos giramos y nos encontramos con los dos demonios que nos habían secuestrado, uno mas alto que el otro.

    El mas alto, va vestido con una ropa como la de Inuyasha, pero mas corta y de vivos colores, tiene un pelo largo y rubio recogido en una trenza y unos ojos azul marino. El mas bajo, tiene la ropa igual que el otro pero de un color verde, el pelo negro también recogido en una trenza y los ojos marrones.

    -¿Qué queréis de nosotras?-pregunta Sango mirándolos.

    -No os asustéis preciosidades, no os queremos hacer daño.-dice uno.

    -¿Quiénes sois?-pregunto yo que quiero saber cómo se llaman.

    -Yo soy Caos, el pequeño.-dice el bajito.

    -Y yo soy Dolor, el grande.-dice el alto.

    -Juntos somos los Hermanos Furia.-dicen juntos haciendo un ridículo y divertido baile.

    Sango y yo nos miramos como queriendo decir “Estos tíos están como una cabra.”

    -¿Qué quieren dos demonios como vosotros de dos simples humanas como nosotras?-pregunta Sango temiéndose lo peor.

    -Veréis preciosas, queremos a humanas para que sean nuestras esposas, porque las mujeres demonio son muy difíciles de encontrar, y si las encuentras, no es muy seguro que sean tan hermosas como las humanas y no es aceptable hacerlas enfadar.-dice Caos, el pequeño de los dos hermanos.

    -Si os pensáis que Sango y yo vamos a aceptar casarnos con vosotros estáis muy equivocados.-dijo yo muy cabreada. ¿Que se habían pensado estos dos?

    -Lo siento, pero nosotros no hemos dicho que os lo pidamos, os obligamos y punto, así seréis nuestras, os amenazamos con que mataremos a vuestras familias y amigos si no aceptáis casaros con nosotros.-dice Dolor, el grande de los dos hermanos.

    -Ni en sueños seremos vuestras esposas, como mucho con vosotros, podemos llegar a ser enemigos.-dice Sango muy harta de estos payasos, mientras yo intento que no se levante y pegue dos bofetadas a cada uno.

    -“¿Inuyasha por qué tardas tanto? Te necesito”-pienso yo cerrando los ojos.

    Los abro y me encuentro delante de mí a pocos centímetros de mi cara, la cara de Dolor, yo me tiro hacia atrás hasta tocar la pared, miro de reojo a Sango que está en los mismos problemas que yo.

    Ellos están a punto de besarnos cuando aparecen Inuyasha, Miroku, Shippo y Kirara.

    Sango y yo suspiramos de alivio.

    -Podíais haber llegado antes.-dice Sango librándose de Rabia y poniéndose al lado de Miroku.

    -Sí, un poco mas y nos desmayamos del horror.-digo yo dándole un rodillazo en el estómago a Furia y me pongo al lado de Inuyasha .

    -¿Pero qué ha pasado?-quiere saber Shippo.

    -Estos dos pervertidos, querían obligarnos a que nos
    convirtiéramos en sus esposas.-dice Sango mientras coge su arma parecida al bumerán.

    -¿Es eso verdad?-dicen Miroku e Inuyasha a la vez y nosotras asentimos.

    -Desgraciados, no sabéis con quien os acabáis de meter.-dice Inuyasha furioso blandiendo su espada contra los Hermanos Furia.

    -¿Pero qué?-dice Inuyasha girándose en ver que una flecha se clava en el brazo derecho de Caos.

    -¿Qué? Lo siento pero me acabo de fijaren que tiene un fragmento de la perla de Shikon en el brazo derecho.-digo al ver la cara de Inuyasha, mientas cojo el fragmento de la perla de Shikon que se encuentra en el suelo.

    -Kagome, Dolor tiene que tener otro.-me dice Sango.

    -Sí, tiene uno en el brazo izquierdo.-afirmo yo.

    -Muy bien, te cortare el brazo y listos.-dice Inuyasha muy convencido.

    -Tu un eres un semidemonio. ¿Qué crees que puedes
    hacerme?-dice Dolor riéndose.

    -No tendrías que haber dicho eso, ahora lo has enojado aun mas.-dice Shippo.

    Dolor mira un momento a Shippo e Inuyasha, aprovecha su distracción para coartarle el brazo y conseguir el otro trozo de fragmento de la perla de Shikon.
     
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    Capítulo 3: En busca de la planta Shin y la cruda realidad.


    A la mañana siguiente, seguimos nuestro camino hasta que llegamos a un bosque y decidimos parar.
    -Que silencio.-comenta Inuyasha apoyándose en un árbol.
    -¿Qué te esperabas? Es un bosque solitario.-dice Miroku riéndose.
    -Eso ya lo sé, pero me refiero a que es demasiado tranquilo, no hemos visto ningún pájaro cantando, ni ningún otro animal.-dice Inuyasha.
    -Bueno, ahora eso da igual. ¡Tengo hambre! ¿Kagome traes comida?-dice Shippo mirándome con unos ojos monísimos.
    -Sí, coger lo que queráis, pero sin pasaros.-digo yo abriendo la mochila para dejar que cogieran la comida.
    -Está buenísimo.-dicen todos comiendo rápidamente.
    -¿Qué te pasa?-me pregunta Inuyasha en ver que me giro.
    -Nada, es que me había parecido escuchar un sonido extraño.-contesto yo.
    -Sera mejor que vallamos a ver, nunca se sabe que puede pasar.-dice Sango, que había acabado de comer y acariciaba
    a Kirara.
    Cuando acabamos de comer, vamos en la dirección donde me parecía que provenía aquel extraño sonido.
    Nos paramos delante de una cueva, donde delante hay un señor mayor puliendo una espada muy antigua.
    -Buenos días jovencitos. ¿Qué queréis?-dice el hombre.
    -Solo estamos de paso. ¿Vive usted solo en esta cueva?-digo
    yo.
    -No, yo no vivo solo, vivo con la gente del pueblo que han conseguido escapar del demonio que protege el bosque.-contesta el viejo.
    -Disculpe señor…¿Podemos pasar hoy la noche aquí?-pregunta Miroku.
    -Siempre igual.-susurra Inuyasha mirando mal a Miroku que sonríe con una sonrisa que todos conocemos demasiado bien.
    -Claro, pasad que os acompaño.-dice el viejo levantándose.
    Entramos en la cueva que se encuentra llena de personas heridas, niños cuidando a bebes o ayudando a las mujeres a curar a los heridos.
    -¿Porque están todos heridos?-quiere saber Shippo.
    -Porque el demonio los ha atacado, suerte que tenemos a una miko que nos ayuda.-dice el señor.
    -¿Una miko?-dice Inuyasha en ver que lo miro con cara triste.
    -Sí, es una chica muy buena con los niños, seguramente a la hora de la comida la veréis. Ayudad a los heridos y en lo que haga falta-dice el señor alegándose.
    Miroku se pone a ayudar a las chicas jóvenes y hermosas, Sango lo mantiene a raya, Shippo y Kirara entretienen a los mas pequeños mientras que yo con la ayuda de Inuyasha atiendo a los heridos.
    -Inuyasha dame un bol lleno de agua por favor.-digo yo en ver que uno de los heridos está muy deshidratado.
    -Toma.-dice Inuyasha acercándome el bol, yo lo cojo y nuestras manos se tocan unos segundos, nos miramos y rápidamente nos soltamos.
    A la hora cenar nos sentamos todos alrededor de una hoguera, de repente una figura entra en la cueva.
    -Kikyo.-susurra Inuyasha en verla entrar.
    -Me alegro de que estáis aquí, os necesitaba.-dice Kikyo en
    vernos.
    -¿Para qué?-pregunto yo extrañada.
    -Necesito que me acompañéis a encontrar una planta llamada Shin, con ella podré curarlos a todos, lo malo es que esa planta la guarda el monstruo controlado por un demonio sagrado.-dice Kikyo.
    -Te ayudaremos.-dice decididamente Inuyasha mirándola a
    los ojos.
    -Pero Inuyasha…los fragmentos de la perla de Shikon…-empieza a decir Sango en notar que tengo la mirada perdida y triste.
    -Seguramente el monstruo o el demonio tienen que tener uno.-dice Inuyasha con la boca llena.
    -En eso tienes razón.-dice Miroku aun sabiendo que luego le caería la bronca de Sango por animar a Inuyasha.
    Salimos de la cueva y seguimos a Kikyo y para que no me haga nada, decido ir con Sango sobre el lomo de Kirara y Shippo en la espalda de Inuyasha.
    -¿Por qué crees que Kagome va sobre Kirara y no sobre mi espalda?-pregunta Inuyasha a Shippo.
    -Mira que llegas a ser estúpido Inuyasha. Kagome prefiere ir sobre Kirara porque ella no quiere interponerse entre lo que tú y Kikyo sentís el uno por el otro.-contesta Shippo.
    -No te entiendo.-dice Inuyasha mirándome de reojo.
    -A ver, tú quieres a Kikyo y ella te quiere a ti, pero tú te sientes
    confundido al estar con Kagome. ¿No es cierto?-dice Shippo.
    -Si.-contesta Inuyasha sin dejar de mirarme de reojo.
    -Pues ella no quiere confundirte sabiendo lo que tú sientes por Kikyo, en pocas palabras que te está regalando a Kikyo.-dice Shippo intentado que Inuyasha capte el mensaje.
    -No lo entiendo muy bien.-dice Inuyasha mirando de reojo a Kikyo.
    -Kagome… ¿Tú que piensas sobre lo que ha dicho Kikyo?-me pregunta Sango mientras Shippo y Inuyasha aún seguían hablando.
    -No sé qué pensar la verdad, posiblemente lo que dice es verdad.-digo yo con un tono un tanto triste.
    -Entiendo lo que sientes, pero Inuyasha no va a dejar de sentir lo mismo que siente a hora por Kikyo o por ti.-dice Sango mirándome.
    -¿A qué te refieres?-dijo yo sin acabar de entender lo que me quiere decir.
    -A ver Inuyasha siente algo por ti que es lo mismo que siente por Kikyo.-me explica Sango.
    -Ya entiendo lo que dices, ¿Pero cómo puedes demostrar que lo que dices es verdad?-dijo yo mirando a Inuyasha.
    -Mira Kagome, cuando Inuyasha y tú os peleasteis porque Koga casi te besa cuando tú te habías demasiada, Inuyasha estuvo durmiendo al lado del pozo esperando a que volvieras, fue cuatro días contando el que te fue a buscar a tu época. Si tiene celos significa que siente algo por ti. Además… No me puedes negar que seguramente ha pasado algo raro en tu época y mucho menos con la sonrisa de oreja a oreja con la que veníais los dos.-dice Sango.
    -Bueno… casi nos besamos.-digo yo sonrojandome, y Sango me sonríe como queriendo decir “ya te lo decía”.
    -Hemos llegado.-dice Kikyo.
    Nos paramos, empezamos a escuchar un ruido, y nos preparamos por si hace falta luchar.




    Y hasta aquí el tercer capitulo. Gracias por leer.
     
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    Lamento mucho mi tardanza. Aquí les dejo con el siguiente capitulo de mi fanfic titulado:

    Capítulo 4: Jinenji el gigante.



    De detrás de unos árboles sale un monstruo jorobado con diversas cicatrices tanto en brazos como piernas, tiene unos ojos enormes de color azul.
    -¡Jinenji!-grito yo nada mas verlo mientras que salto del lomo de Kirara.
    -¿Lo conoces?-preguntan extrañados todos menos Inuyasha.
    -¿Cómo estas Jinenji? ¿Y tu madre?-pregunta Inuyasha acercándose a él y poniéndose a mi lado.
    -¿Pero tú también lo conoces?-preguntan los demás.
    -Hola Kagome. Hola Inuyasha. No estoy muy bien que digamos, un demonio llamado Naraku, me obliga a matar a los humanos que se acercan a este bosque y llevarle los cadáveres yo intento solo herirles pero ese demonio es terrible, a secuestrado a mi madre para que yo mate a mas humanos.-dice Jinenji a punto de echarse a llorar.
    -Inuyasha, tenemos que ayudarle, su madre no se sabe si
    aún está viva, además, tú conoces a Jinenji tanto como yo y
    sabes que él está sufriendo matando a tantos humanos.-digo yo.
    -Tienes razón, hay que ayudarle.-dice Inuyasha.
    -¿Pero se puede saber quién es este y como es que lo conocéis?-dice Sango mirándonos a los dos perpleja.
    -Este es Jinenji, aunque parezca malvado, es un gigante de buena fe. Él nos dio las plantas medicinales para poder eliminar el veneno de Kirara.-explico yo.
    -Y le ayudamos a que consiguiera llevarse bien con los de su pueblo matando a un demonio que se los quería comer.-acaba de explicar Inuyasha aunque yo creo que eso no era necesario.
    -Inuyasha ¿prefieres ayudar a este monstruo antes que ayudarme a buscar la planta Shin?-dice Kikyo con una mirada triste a Inuyasha que no sabía qué hacer.
    -¿La planta Shin? ¿Es eso es lo que estáis buscando?-pregunta Jinenji.
    -Sí, la necesitamos para curar a un pueblo en el cual están todos heridos.- dijo yo.
    -Venid, la tengo guardada en un sitio seguro porque ese tal Naraku la está buscando.-dice Jinenji girándose e indicándonos que le sigamos.
    -¿Seguro que es de fiar?-me pregunta Shippo al oído.
    -Pues claro, es inofensivo i muy amable i respetuoso con la naturaleza para ser un monstruo.-dijo yo muy flojito para que solo se entere Shippo.
    -Jinenji ¿Qué cualidades tiene esa planta aparte de cualidades curativas?-pregunto yo acordándome que Naraku está buscando esa planta.
    -Aparte de cualidades curativas, también una infusión de esa planta con un poco de sangre humana le da a un demonio una energía durante muchos días, creo que durante una semana.-dice Jinenji mirándome a mí y a los demás mientras se abría paso por el bosque rompiendo las ramas bajas.
    -Por eso la está buscando Naraku, para hacerse mas fuerte.-dice Miroku cerrando en un puño la mano en la cual tiene agujero negro (La maldición de Naraku).
    -Entonces hay que impedírselo a la vez que intentamos impedirle que recoja todos los fragmentos de la perla de Shikon.-dice Sango.
    -Dentro de esta cueva esta la planta Shin.-dice Jinenji señalando una cueva con la entrada rodeada por malas hierbas.
    -¿Esta al final?-pregunta Shippo al cual no le gustaría entrar en una cueva tan oscura y terrorífica como esa.
    -No, solo está a unos pocos metros, esta planta crece al lado de una roca en forma de caballo.-explica Jinenji intentando tranquilizar a Shippo.
    -Esperadme aquí, ahora vuelvo.-dice Inuyasha a punto de entrar en la cueva.
    -Voy contigo.-digo yo decidida.
    -No, he dicho que os quedéis aquí y os quedareis aquí hasta que vuelva.-dice Inuyasha con un tono que no aceptaba ningún reproche.
    -“Sigue siendo un tozudo”-piensa Kikyo con una sonrisa.
    -“Me gusta que Inuyasha sea tan protector con migo pero odio cuando se pasa de la raya”-pienso yo viendo entrar a Inuyasha en la cueva.
    -¿De qué habéis hablado Inuyasha y tú?-pregunta Sango a Shippo.
    -Le he intentado explicar que Kagome le quiere pero no me ha entendido. ¿Y tú de que has hablado con Kagome?-dice Shippo viendo como Miroku se sienta en una roca al lado de Sango.
    -Que Inuyasha le quiere, ella creo que lo ha entendido pero no quiere aceptarlo.-dice Shippo.
    -¿Alguien sabe lo que ha pasado en la época de Kagome cuando Inuyasha le ha ido a buscar?-pregunta Miroku.
    -Si, según Kagome, Inuyasha y ella casi se besan.-dice Sango rápidamente porque yo me acerco a ellos.
    -¿Qué hacéis?-pregunto yo sentándome en el suelo al lado de Shippo.
    -No estábamos hablando de ti ni de Inuyasha.-dice Shippo pero entonces coge una piruleta de mi mochila y empieza a comérsela como si pensara que era mejor no hablar.
    -Kagome. ¿Por qué le regalas a Kikyo Inuyasha?-pregunta Miroku.
    Me lo miro sorprendido, miro unos segundos la entrada de la cueva y dijo:
    -No le estoy regalando nada a Kikyo, Inuyasha siente lo mismo que Kikyo siente por él, además, Inuyasha para mí es sol un amigo.
    -¿Y como explicas que casi os besarais?-pregunta Sango.
    -Eso fue un error.-dijo yo, pero sé que me hubiera gustado que nos hubiéramos besado.
    -¿Qué paso para que no os lo dieras?-dice Shippo con curiosidad.
    -Vino mi hermano Souta.-digo yo.
    -¿Cómo reacciono Inuyasha?-dice Miroku con una mirada cómplice a Sango.
    -Aquí está la planta.-dice Inuyasha con la planta Shin en la mano sin darme tiempo a contestar a Miroku.
    -Vamos a la cueva a darle la infusión a los heridos.-dice Kikyo cogiendo la planta Shin de las manos de Inuyasha.
    -¿Por qué no vienes? Si le explicamos a los del pueblo lo que ha pasado te perdonaran.-dice Inuyasha a Jinenji.
    -¿Crees que me perdonaran?-dice Jinenji.
    El camino de vuelta es tranquilo pero para mí no, no paraba de pensar si de verdad yo sentía algo por Inuyasha y el por mí.
     
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    Aquí les dejo el capitulo 5 ya que he tardado tanto en subir uno. Que lo disfruten ^^

    Capítulo 5: ¿Por que? Tienes que confiar en mi.



    -¡El monstruo!-grita un niño entrando en la cueva.
    -No, esperad, no es malo.-dice Shippo.
    Les explicamos a los del pueblo lo ocurrido y perdonaron a Jinenji a cambio de que el los protegiera y ayudara y el acepta.
    -Jinenji tu quédate aquí con los del pueblo, te prometo que la próxima vez que volvamos por aquí te traeremos a tu madre.- le digo yo a Jinenji.
    -Gracias, gracias.-dice Jinenji abrazándome mientras que empieza a llorar.
    -Jinenji…no puedo…-dijo yo casi sin poder respirar a causa de su abrazo.
    -Lo siento.-dice soltándome.- ¿Y Inuyasha? Me gustaría darle las gracias.
    -No lo encontraras, Inuyasha está hablando con Kikyo.-dice Sango mirando a Jinenji.
    -Tu tranquila Kagome he pedido a Shippo que espiara la conversación de Inuyasha y Kikyo.-dice Miroku mirándome a mí.
    -¿¡Que has hecho que!?¿Jinenji por favor déjame subir a tu hombro para poder buscar a Shippo?-digo yo rápidamente.
    -Sube.-dice Jinenji agachándose para que yo me pueda subir a su hombro.
    -¡Shippo!-gritamos Jinenji y yo.
    -Hola Kagome. Hola Jinenji.-dice Shippo sorprendido de vernos.
    -¡Shippo no se puede ir espiando a la gente y mucho menos si te lo pide Miroku! ¿Qué te dicho o dado para que aceptaras?-digo yo muy enfadada pero flojito para que Inuyasha y Kikyo no se enteraran de que estamos ahí.
    -Que me protegerá de los puñetazos de Inuyasha y me dará mas comida de la que me toca normalmente.-dice Shippo mirando al suelo arrepentido.
    -¿¡Pero como puedes creerte a Miroku con lo mentiroso que es!?-digo yo subiendo el tono de voz.
    -“No sé con quién estoy mas enojada si con Shippo por haber hecho caso a Miroku o con Miroku por haber pedido a Shippo que espiara a Inuyasha.”-pienso yo mirando un momento ha Kikyo e Inuyasha.
    -Lo siento Kagome… yo…-empieza a decir Shippo a punto de echarse a llorar.
    -¡¡Ni lo siento ni leches!!-dijo yo cogiendo a Shippo por el brazo y llevándolo hasta Jinenji pero me giro al notar miradas detrás mío.
    -¿Kagome que haces aquí?-me pregunta Inuyasha un poco molesto a causa de la interrupción.
    -Inuyasha veras yo…-empiezo a decir.
    -Kagome mira que espiarnos. ¿Cómo has podido caer tan bajo?-dice Kikyo mirándome con desprecio.
    -Nos tenemos que ir.-dijo yo subiendo a Jinenji indicándole que corriera.
    -¿Kagome cómo te ha ido?-pregunta Sango al verme bajar del hombro de Jinenji, pero yo no la contesto y me siento a llorar apoyada en un árbol.
    -¿Qué ha pasado? ¿Porque llora Kagome?-dice Miroku.
    -¡Por tu culpa!-contesto yo llorando desconsoladamente en los brazos de Sango.
    -¿Shippo que ha pasado?-dice Sango viendo como Jinenji me da un puañelo.
    -Pues yo estaba espiando la conversación de Inuyasha y Kikyo como me ha dicho Miroku y aparece Kagome echándome la bronca junto con Jinenji, ha gritado muy fuerte y Kikyo e Inuyasha la han escuchado e Inuyasha le ha echado la bronca y se ha enojado con ella y entonces Kagome ha salido corriendo.-dice Shippo.
    -Lo siento Kagome no era mi intención ponerte triste.-dice Miroku mirando de reojo a Sango que se preparaba para echarle la bronca.
    -Pero a hora las disculpas no sirven. El daño ya está hecho.-dice Sango dándole un puñetazo a Miroku como los de Inuyasha a Shippo.
    Mas tarde a la hora de cenar no como nada y me voy a fuera de la cueva a mirar las estrellas.
    -¿Kagome podemos hablar?-me pregunta Inuyasha.

    -“No tengo ganas de hablar y mucho menos con Inuyasha.”-pienso yo.

    -¿Por qué nos espiabas?-dice Inuyasha con tono serio sin esperar mi respuesta de la anterior pregunta.

    -No os espiaba, estaba buscando a Shippo.-contesto yo

    sentándome en el suelo.
    -¡No me mientas!-dice Inuyasha muy enojado.
    -No te miento.-dijo yo mirando a Inuyasha a los ojos unos segundos.
    -No me lo puedo creer. ¿Por qué mientes?-dice Inuyasha a punto de estallar de rabia.
    -A sido culpa mía, si no hubiera hecho caso a Miroku esto no hubiera pasado.-dice Shippo que acaba de aparecer.
    -¿Es eso verdad Miroku?-pregunta Inuyasha tirando una piedra detrás de él.
    -Si.-dice Mioku asomando por detrás del árbol dolido a causa del golpe e indica a Shippo que nos deje solos.
    -¿Dónde vas?-pregunta Inuyasha viendo como me levanto y me alejo.
    -A sentarme cerca de un árbol.-contesto yo viendo de reojo como el me sigue.
    Me siento apoyada en un arbol y él lo hace a mi lado.
    -Lo siento, yo pensaba…-dice Inuyasha.
    -Déjalo. ¿Vale? Si no confías en mí no puedo hacer nada.-digo yo tristemente.
    -Yo confío en ti pero parecía que tú estabas espiándome.-dice Inuyasha quejándose.
    -He dicho que eso es agua pasada, te perdono. Es normal.-dijo yo con voz triste.
    -La próxima vez confiare mas en ti. Te lo prometo.-dice Inuyasha muy seguro de sí mismo, mientras yo, le doy un pequeño y corto beso en su mejilla, haciendo que estas, se tiñan de un color rojo intenso.
    Al día siguiente nos vamos a buscar a la madre de Jinenji y mientras nos despedimos de Jinenji, Inuyasha se despide de Kikyo.
    El bosque por el que vamos es muy espeso lo que hace que me agarrarme mas fuerte a Inuyasha porque tiene que esquivar unos cuantos árboles muy apretados entre sí.
    -Hola Inuyasha. ¿Qué haces por aquí?-dice una mujer de ojos rojos al vernos mientras nos obliga a parar.
    -¿Y a ti que te importa, Kagura?-dice Sango.
    -Solo era para saber si buscáis a una humana parecida a una bruja que es la madre de un monstruo.-dice Kagura con malicia.
    -¿Sabes dónde está?-pregunta Inuyasha.
    -Seguidme y os llevare hasta ella. Kohaku ven.-dice Kagura girándose.
    -¿Qué quieres Kagura?-dice Kohaku saliendo detrás de unos arbustos.
    -Los vamos a ayudar pero recuerda que Naraku no lo tiene que saber nada de esto porque si no nos matara a los dos.-le contesta Kagura.
    -Kohaku.-dice Sango abrazando a su hermano.
    -Hermana por favor que me ahogas.-dice Kohaku feliz de ver a su hermana.
    -¿Has recuperado la memoria? ¿Cuándo?-pregunta Miroku sorprendido.
    -Hace mucho tiempo. Pero lo mantiene en secreto para que Naraku no lo mate y pueda ayudar a los demás destruyendo los planes de Naraku.-contesta Kagura por Kohaku.
    -¿Por qué nos ayudas Kagura?-pregunto yo confundida.
    -Soy prisionera de Naraku. Yo solo quiero ser libre como el viento y si para conseguir-lo necesito que Naraku muera y si pera que eso pase tengo que ayudaros lo hare.-contesta Kagura.
    -¿Inuyasha que hacemos? Puede ser una trampa.-dice Miroku.
    -Tenemos que arriesgarnos. Hemos prometido salvar a la madre de Jinenji y lo aremos.-contesta Inuyasha decido.
    -Pues vamos.- dijo yo.
    Sango se monta en el lomo de Kirara junto con Kohaku, yo me subo a la espalda de Inuyasha y Miroku decide dejar a Sango y Kohaku solos y hace que Shippo se suba a su espalda.
    -Daros prisa, Naraku no tardará mucho en darse cuenta que os estamos ayudando.-dice Kagura volando en su pluma gigante.
    Por el camino, Kagura está sumida en sus pensamientos y los demás hablábamos, Sango con Kohaku, Miroku con Shippo y Inuyasha con migo.
    -Sé que es duro para ti vivir matando personas pero tienes que ser fuerte y aguantar y si puedes dejarlas inconscientes mejor.-dice Sango a Kohaku.
    -Lo sé, eso es lo que intento pero cada vez que Naraku me menda a hacer algún encargo muchas veces me vigilan las avispas venenosas y no puedo salvar a nadie.
    -Bueno, por lo menos, has recuperado la memoria y vas salvando toda la gente que puedes.-sigue diciendo Sango con una sonrisa.
    Sango y Kohaku siguieron hablando pero de los buenos momentos de su infancia.
    -Shippo cuéntame todo lo que escuchaste de la conversación de Inuyasha y Kikyo.-pide Miroku a Shippo.
    -No me entere de mucho, solo sé que Inuyasha le dijo a Kikyo que la echa mucho de menos y que como era que cambiaba de sito cada dos por tres y Kikyo le dijo que ella también lo echaba de menos y cuando iba a contestarle a la pregunta apareció Kagome con Jinenji y todo se complicó.-dice Shippo.
    -Ha veces soy un auténtico bocazas.-dice Miroku lamentándose de la poca información que ha conseguido.
    -Ha veces no, siempre.-lo corrigió Shippo riéndose.
    Ellos dos se quedaron callados todo el camino sin decir ni mu.
    -Inuyasha ¿Tú te fías de Kagura?-pregunto un poco nerviosa porque siempre que hacemos caso a Kagura acabamos metidos en líos.
    -No mucho además, no perdemos nada por intentarlo.-dice Inuyasha con un tono tranquilo.
    Se hace un corto silencio que a mí me pareció eterno y Inuyasha empieza a decir nerviosamente:
    -Kagome…sobre lo que paso en tu época…bueno…yo…
    -Tranquilo eso fue un error y ya está nada más. Seguiremos siendo amigos.-dijo yo.
    El iba a decir algo pero...
    -Hemos llegado.-dice Kagura parándose delante de un castillo abandonado, rodeado de demonios.
     
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    Capítulo 6: La "trampa."



    -¿Pero porque no nos atacan?-pregunta Shippo asustado.
    -Los demonios solo pueden atacar a los que van sin algún ayudante de Naraku así que como vais con nosotros no os atacaran hasta que Naraku o Hakudoshi les dejen actuar con total libertad.- contesta Kohaku tranquilizando a Shippo.
    -Inuyasha… noto fragmentos de la perla de Shikon.-susurro a Inuyasha.
    -¿Cuántos?-quiere saber Inuyasha.
    -Uno es el de Kohaku y el otro proviene de dentro del castillo.-contesto yo.
    De repente se siente un silbido que nos destroza los tímpanos y los demonios nos empiezan a atacar.
    -Maldición. Nos han descubierto. Kohaku venga vamos antes de que Naraku o Hakudoshi sepan que estamos aquí.-dice Kagura preocupada a Kohaku.
    Mientras que ellos dos se van volando sobre la pluma de Kagura Inuyasha va abriendo camino con el Kazenokizu. (Viento cortante)
    Llegamos hasta una puerta de madera desgastada. La abrimos y entramos dentro del castillo.
    El castillo resulta ser mas enorme de lo que aparenta por fuera.
    -¿Que son estas cuerdas?-pregunta Shippo.
    -¡No las toques!-dijo yo pero Shippo no me escucha y tira de una cuerda roja.
    El suelo desaparece y nos precipitamos al vacío. Sango, Miroku y Shippo se salvan gracias a Kirara, mientras que yo sigo cayendo y Inuyasha intenta salvarme, pero salen unos pinchos gigantes y puntiagudos que lo atacan y le impiden el paso.
    -Inuyasha!-grito.
    -Kagome! Kagome!-grita Inuyasha desesperado alargando el brazo para intentar cogerme pero apenas me roza.
    -Inuyasha será mejor que nos dividamos si queremos encontrar a Kagome.-dice Sango en verle salir del agujero.
    -De acuerdo. Sango, Miroku, Shippo y Kirara iréis juntos yo iré solo.-dice Inuyasha dispuesto a buscarme.
    -Escucha si quieres ir solo ves pero si nos dividimos en dos grupos tardaremos mas en encontrar a Kagome.-se queja Miroku.
    -Sango vas con Kirara. Miroku con Shippo y yo voy solo-dice Inuyasha yéndose sin dejar tiempo a que Miroku para que se queje.
    Me encuentro en un sitio cerrado que me provoca escalofríos. Me froto las rodillas ya que las tengo llenas de sangre a causa
    de la caída y decido salir de ese sitio, pero aún no sé cómo, así que empiezo a andar sin un rumbo fijo deseando que mis compañeros se encuentren bien.
    -“¿Porque no podré ir con Sango?”-se queja Miroku.
    -Miroku deja de poner esa cara de zombie y deja de pensar en Sango.- dice Shippo a Miroku que en oír eso le pega un puñetazo a Shippo en la cabeza provocandole un gran chichón.
    -¡Oye! ¿Por qué me pegaste?-se queja Shippo.
    -Así aprenderás a callarte.-contesta Miroku.
    -Así que es verdad estabas pensando en Sango.-sonríe Shippo esquivando a Miroku que al final lo dejo pasar.
    Mientras tanto, Sango me busca con Kirara.
    -¿Dónde puede estar Kagome?-pregunta Sango a Kirara, la cual gruño con preocupación.
    Mientras tanto Inuyasha va derivando puertas por tal de encontrarme.
    -¡Maldición! Aquí tampoco está.-se queja Inuyasha porque no me encuentra en ninguna de las muchas habitaciones que habia mirado.
    -¿Qué buscas Inuyasha?-dice una risa detrás suyo.
    -Déjame en paz Hakudoshi.-dice Inuyasha yéndose.
    -¿Qué estás buscando, a esa humana capaz de ver los fragmentos de la perla de Shikon?- pregunta este con una sonrisa maligna.
    -¿Dónde está Kagome? Cómo le hagáis algo os juro que…-dice Inuyasha enojado levantando a Hakudoshi por la camiseta.
    -Tranquilo, de momento no le ha pasado nada. Si quieres compruébalo pero no es aconsejable ya que está enojada contigo.-dice el consiguiendo enredar a Inuyasha.
    Dicho esto aparece Kana que lo guía hasta una habitación donde se encuentra una especie de clona mía que en ver a Inuyasha lo ataca.
    -¿Kagome que haces?-pregunta Inuyasha esquivando una flecha.
    -¡Muere!-dice mi clona.
    Mientras yo salgo de ese precipicio entrando por una cueva que llega hasta donde están Sango y Kirara.
    -Sango hay que buscar a los demás.-le dijo subiéndome sobre Kirara.
    No tardamos mucho en encontrar a Shippo y Miroku.
    -Estas bien.-dicen estos aliviados en verme.
    Se escucha el sonido de una explosión.
    -Es el Kazenokizu de Inuyasha.-dijo yo, y nos vamos a ver qué le pasa a Inuyasha.
    -¡Desgraciado! ¡Me las pagaras por lo que le has hecho a Kagome!-dice Inuyasha cada vez mas enojado.
     
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    Capítulo 7: La madre de Jinenji



    -¡Inuyasha!-grito.
    -¿Kagome? Si tu estas aquí… ¿Quién es ella?-dice Inuyasha sorprendido y confundido.
    -Es solo un muñeco controlado por Hakudoshi.-dice Sango.
    -Así que me habéis descubierto.-dice riéndose Hakudoshi.
    -Deja de hablar y lucha.-se queja Inuyasha que en saber que me encuentro bien destruye el muñeco parecido a mí y se prepara para luchar contra Hakudoshi.
    -Adiós semi demonio. Ha por cierto cuidado por donde pisáis.-dice Hakudishi haciendo aparecer una barrera y yéndose volando.
    Cuando se va nos miramos sin saber qué hacer y confundidos por lo que acababa de decir.
    -¡¡Hayyy!! ¡¡Que daño!!-se queja Shippo rascándose el trasero.
    -¿Qué te ha pasado pequeñin?-pregunto yo tiernamente a Shippo.
    -El suelo esta lleno de trampas y una me ha hecho caer de culo y me he hecho daño.-contesta el casi llorando.
    -Subid sobre Kirara y yo subo a kagome sobre mi espalda.-propone Inuyasha con un tono de orden.
    -Eso no es posible.-dice Sango a Inuyasha.
    -¿Y porque? ¿A ver?-quiere saber Inuyasha.
    -Sango tiene razón. Tú para travesar la habitación necesitas pisar el suelo y para conseguir pasar tendríamos que subirnos todos sobre Kirara.-dice Miroku.
    -Pero Kirara no puede aguantar tanto peso.-se queja Inuyasha.
    -No tiene porque. Shippo se puede transformar en algo capaz de volar y llevar a uno de nosotros.-digo yo.
    Dicho esto Shippo se transforma en una bola gigante de color rosa y me hace subir, mientras los demás se suben sobre Kirara.
    -Inuyasha el fragmento esta cerca.-le dijo cuando salimos de la sala.
    -Kirara sigue a Shippo y Kagome.-dice Sango sabiendo que Inuyasha diría que vayamos a buscarlo.
    Seguimos un largo pasadizo hasta unas escaleras, las subimos y nos encontramos delante de una sala oscura y grande pero aun así puedo ver una luz rosada perteneciente al fragmento de la perla de shikon que había detectado antes.
    -Inuyasha el fragmento esta al final pero no noto presencia demoniaca sino humana.-digo yo.
    Empezamos ha acercarnos al fragmento y escuchamos ruidos de cadenas moviéndose.
    -Kagome…tengo miedo.-susurra Shippo temblando debajo mio.
    -Tranquilo no pasa nada.-le dijo calmándole aunque sé que yo
    estoy igual de asustada que él.
    -¡Ahí esta!-le dijo a Inuyasha señalándole un punto concreto.
    Inuyasha baja de Kirara para posarse suavemente en el suelo dispuesto a utilizar a colmillo de hiero pero extrañamente no lo hace y empiezo a preocuparme.
    -Inuyasha…-dijo yo.
    -Tranquilos. Bajad.-dice tranquilo.
    Entonces Kirara baja junto con Miroku y Sango mientras que yo le digo a Shippo que baje, pero este vuelve a su forma normal en el aire lo que hace que los dos nos precipitemos hacia abajo.
    -¡¡Haaa!!-grita Shippo asustado porque se pensaba que estaba a pocos centímetros del suelo.
    Yo por mi parte inexplicablemente no grito, solo me limito a cerrar los ojos.
    -Te tengo.-escucho decir a Inuyasha y dejo de caer.
    Abro los ojos y me encuentro con la cara de Inuyasha que me mira con una mirada tierna y tranquilizadora con sus hermosos ojos dorados. Pasamos unos segundos mirándonos, el con sus ojos dorados y yo con mis ojos color azabache, hasta que me doy cuenta de que él me tiene cogida en brazos y yo le estoy rodeando el cuello con mis brazos tiernamente.
    -Ejem…ejem-hace Miroku para que nos separemos.
    -Gracias.-le digo a Inuyasha sonrojada.
    -No pensarías que te iba a dejar que calleras.-dice Inuyasha para ocultar su sonrojo.
    -¿Por qué nos has hecho bajar?-pregunta Sango.
    -Mirad delante vuestro.-dice Inuyasha poniéndose al lado de una sombra arrodillada.
    Nos acercamos y rápidamente Shippo grita:
    -¡¡Una bruja!!
    -Un poco de respeto mocoso.-dice una voz de mujer muy conocida para mí.
    Me arrodillo delante de la figura, la miro un momento y entonces le doy un leve abrazo y dijo amablemente:
    -¿Cómo esta?
    -Estoy bien, gracia querida.-contesta la figura que acabo de abrazar.
    -¿Conoces a esta bruja?-me pregunta Sango extrañada.
    -Si, y no es ninguna bruja sino la madre de Jinenji.-dijo yo.
    -Supongo que haber estado tanto tiempo aquí la hace parecer una bruja.-dice Miroku.
    -Menudos amigos mas maleducados que tienes.-se queja la madre de Jinenji.
    -Maleducada usted.-dice Shippo pero se esconde detrás de Sango por si acaso.
    -Haber, esta es la madre de Jinenji y siempre a sido ha si.-dice Inuyasha.-Ya la hemos encontrado, tenemos el fragmento así que volvemos al pueblo.
    -¿Cómo lo has conseguido?-pregunto.
    -Lo tenía yo.-contesta la madre de Jinenji subiéndose sobre el lomo de Kirara con ayuda de Inuyasha.
    -¿Cómo lo conseguiste?-quiere saber Miroku.
    -Me lo encontré en un tronco de árbol hueco cuando iba por el bosque.-contesta.
    -Vámonos Kirara.-dice Sango a Kirara una vez que yo me subo sobre la espalda de Inuyasha y los demás sobre el lomo de kirara.
    Cuando salimos nos atacan mas demonios que antes así que
    Inuyasha utiliza el Kazenokizu/Viento cortante para poder volver al pueblo.
    -Muy bien Inuyasha.-dice Miroku acariciando el culo de Sango.
    -Pervertido.-dice Sango enojada mientras que le da bofetada en la cara de Miroku dejándole una marca roja de la mano.
    La madre de Jinenji susurra algo por lo bajo a lo que Shippo asiente.
    De camino yo aprovecho que vamos tranquilamente por el bosque mientras los pájaros cantan melodiosamente y esta anocheciendo para posar suavemente mi cabeza sobre el hombro de Inuyasha y me quedo profundamente dormida.
     
  10.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

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    Saludos, primero que nada daré mi opinión sobre la historia en si:

    Pues estas mostrando el proceso de "aceptación" de Inuyasha y Kagome, poniendole de bonus unas misiones extra. Y lo que quiero decir es que la historia no se me hace demasiado interesante, pues hasta ahora solo estan en ese mismo estado de negación y confusión que ya es demasiado visto tanto en Fan fics como en el anime (Por que independientemente del asunto de los fragmentos de la perla y las peleas, el centro del anime es la confusión sentimental por ambas partes).

    Además de la aparición de Kykio para causar aun mas confusión (que de hecho tambien es algo bastante usado) no ha pasado gran cosa. Las peleas son demasiado cortas, y las tácticas de Sango,Miroku y Shippo por ayudarlos a juntarse son casi nulas. Lo unico que han hecho es hablar y eso de mandar a Shippo a espiar. Solo espero que en los proximos capítulos hagan algo mas significativo.

    Y tambien espero que el asunto de Naraku tome fuerza.

    Ahora voy a hacerte algunas observaciones en cuanto al aspecto técnico:

    En los primeros dos capítulos no te pasaba eso, pero ahora estás escribiendo todo demasiado junto. No dejas espacios entre líneas y eso se ve muy mal, cansa la vista y hace que la lectura sea tediosa. Da dos espacios por cada párrafo de 4 líneas. Y también da dos espacios entre diálogos..

    Usas el guión corto, te recomiendo cambiarlo al largo (—) ese lo pones presionando Alt+0151.

    -Gracias, estoy muy cansado y necesito relajarme un poco.-dice el metiéndose en el baño.
    Entonces los diálogos quedarían así:

    —Gracias, estoy muy cansado y necesito relajarme un poco. —dice él metiéndose al baño.

    Se ve muy diferente, y la estructura del fic se verá mucho mas limpia.

    Tienes muchas faltas de ortografía, entre errores de sintaxis, problemas con los tiempos y conjugaciones, dedazos, ausencia de tildes y no usas bien la puntuación...

    La mayoría de esos errores son facilmente corregidos con el word, por lo que me da la ligera sensación de que escribes el capítulo aquí o no o revisas despues de que lo escribes... Tomate tu tiempo cuando lo termines y corrige todos las faltas que el word te permita. Pero ten cuidado por que no todo lo corrige.

    En el asunto de las conjugaciones y los tiempos es tan fácil como identificar cual es el tiempo en el que estás narrando... En los primeros capítulos comenzaste con un pretérito y luego te cambiaste al copretérito, pero luego hay momentos en los que mezclas ambos y uno se confunde bastante. En mi opinión es mejor que lo dejes en el copretérito que para facilitartelo todo es como si narraras en pasado, te pongo un ejemplo:

    —¿Qué es lo que tratas de decirme? —dijo el anciano mientras sostenía con fuerza su bastón.

    Te comento esto de los tiempos por que veo que confundes varias palabras y las conjugas mal, por ejemplo; has estado cometiendo el error de poner "digo" en vez de "dijo".

    Te faltaron muchas tildes, recuerda que de una palabra la sílaba que suena mas fuerte es la que debe ir tildada. Lee en voz alta el capítulo y notarás esto con facilidad.

    ¿Por qué has matado casi por completo la narración? en estos ultimos capítulos has usado puros diálogos y casi nada de descripción, de hecho está casi totalmente nula.
    Me molesta un poco por que en ese aspecto habías empezado, aunque no excelente, estaba decente. Te daré los consejos que siempre hago cuando una narración se encuentra ausente en un fic, imagina que tu eres el protagonista, entonces describe lo que está pensando, lo que está sintiendo. ¿Cómo es el lugar donde está? ¿qué es lo que piensa hacer? ¿hay algo que le moleste, disguste o algo que le esté preocupando?. Tampoco exageres, pienso que sabrás cuales son las escenas que necesitan de una narración mas detallada.

    Es importante que lo arregles, pues el propósito de eso es hacer que el lector se meta en los zapatos del personaje, y así poder disfrutar de la historia.

    Y bueno, creo que eso sería todo lo que podría decirte, no te vayas a espantar o enojar por lo que te estoy diciendo, mi comentario no tiene mas propósito que el de ayudarte. Espero que tomes en cuenta mis observaciones. Seguiré pasandome por aquí.

    Mucha suerte.
     
    Última edición: 10 Abril 2014
  11.  
    Portgas D Ace

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    @Nightfall

    Tienes razón en todo lo que has dicho y tú tranquila que no me he asustado ni enfadado, es más, lo acepto completamente. La historia la tengo ya escrita, la leeré de nuevo y corregiré lo que me has comentado. Ya lo subiré cuando pueda y muchas gracias por tu ayuda :)
     

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