Campamento pokémon y la maldición de Hell Bell

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Hygge, 27 Septiembre 2013.

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    Hygge

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    Título:
    Campamento pokémon y la maldición de Hell Bell
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    308
    Hola a todos. Aquí os traigo una nueva historia de pokémon, pero esta si que la completaré, seguro. Tendrá romance, acción, suspense y algo de miedo. No diré las parejas pues le hice un pequeño cambio al fic. Descubran todo en el fic :3 Que disfruteis.

    PROLOGO:

    El mundo Pokémon, un lugar lleno de interesantes criaturas de diferentes colores, tamaños y especies, que llenan de vida el planeta en el que nos encontramos. Viven en el campo, en la ciudad, en los desiertos, rios o mares, en cualquier lugar del mundo, y han aprendido a vivir con los humanos en paz y armonía, o eso es lo que la mayoría de la gente cree. ¿Creen que los pokémon son tal y como nos lo cuentan? ¿Creen que todos son buenos y amables como nos dicen? Para mantener el equilibrio entre el ying y el yang, siempre habrá una fuerza oscura no muy amable que digamos... En el mundo pokémon hay una cosa parecida, que destruyó todo a su paso hace 10.000 años y que consiguieron encerrar, pero no lograrán retenerlo siempre...
    Este ser se alimenta de las almas de humanos y pokémon, y dicen que cuando logre escapar de su encierre, oculto en una isla situada en la zona muerta de la Tierra, incapaz de verse tan solo cada 100 años, lo arrasará todo y será el fin de todo lo que conocemos. Su nombre es Hell Bell, la campana del infierno...

    /////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
    En un lugar lejano, concretamente en la región de Kanto, un joven de cabellos azabaches junto a su fiel compañero Pikachu, vuelven a su pueblo natal tras su viaje por la región de Kalos, sin saber que la mayor aventura de su vida, o quizás la última, estuviera a punto de empezar, y todo dependería de él. Todo el planeta Tierra y la vida misma estará en juego...
     
    Última edición: 8 Marzo 2014
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    Hygge

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    Campamento pokémon y la maldición de Hell Bell
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    Misterio/Suspenso
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    Capítulo 1: La premonición de Ash.


    —Ash... Ash...¿me escuchas? —decía una voz muy leve en la distancia.

    —¿Q-Quién eres? ¿Y cómo sabes mi nombre? —preguntaba un joven azabache de unos catorce años, caminando por un camino en el que no había ni una sola luz.

    —Necesito tu ayuda... el fin se acerca...

    —¿El fin? ¿Qué fin? ¿Y qué es este sitio? Todo está muy oscuro.

    —Escúchame con atención. No tengo mucho tiempo ni tu tampoco. "Cuando la sexta luna se alce en la noche, un espíritu renacerá, y todo sucumbirá ante tus pies.Tan solo un espíritu noble hará que la luz renazca y el mal sea derrotado por última vez". No olvides esta frase.

    —N-No te entiendo. ¿Qué tengo que ver yo en todo esto? —comentó un confundido Ash.

    —Tu tienes más que ver de lo que te imaginas... recuerda lo que te he dicho... está en tus manos la vida tal y como la conoces.—la voz parecía escucharse cada vez más lejana.

    —¿Que está en mis manos la vida tal y como la conocemos? ¿Y yo que debo hacer? —El entrenador de gorra roja no entendía nada de nada. Necesitaba más información.

    —Todo con el debido momento... —la voz no se escuchaba ya apenas.

    Luego de un momento de silencio, el sonido de una gruesa campana de bronce comenzó a sonar lentamente, y aquella extraña voz, dijo una última cosa antes de desaparecer:

    —La campana suena... ya ha despertado...

    —¿Quién ha despertado? —preguntó el muchacho sin obtener respuesta alguna. Una sombra apareció frente a él, con unos ojos que lo miraban con una profunda ira, y un gran chillido asustó al chico.

    Un gran agujero negro se abrió paso ante los pies de Ash y este cayó al vacio.

    ////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    —¡Aaaaaah! —gritó el entrenador de gorra roja al caerse de su cama y darse en la cabeza.

    Pikachu se sobresaltó y se asomó para ver si su entrenador estaba bien.

    —¿Pika pi? —le preguntó preocupado el pequeño ratoncito eléctrico.

    —Tranquilo pikachu, estoy bien. No tengo ningún hueso roto. Creo. —bromeó el azabache mientras se levantaba del suelo sobándose la cabeza.

    Eran las once y el sol ya estaba en lo alto, por lo que Ash decidió bajar ya a desayunar. Se le había quitado el sueño de golpe, literalmente. Bajó las escaleras con su fiel pikachu al hombro, y se sentó en la mesa no sin antes saludar a su madre, que ya había terminado de hacer el desayuno.

    —Buenos dias cariño. ¿Has dormido bien? —le preguntó cariñosamente una mujer alta, de cabellos color chocolate recogido siempre en una coleta y ojos del mismo color, que respondía ante el nombre de Delia Ketchum.

    —No muy bien, la verdad. He tenido un sueño muy extraño... —le respondió Ash mientras acababa el primer plato y se preparaba para empezar el segundo. Su tripa era un agujero sin fin.

    Pikachu se limitó a comer tranquilamente y escuchar la conversación.

    —Bueno, creo que esto puede animarte. Ten. —Delia le entregó a su hijo una misteriosa carta con un sello rojo con una pokeball en el centro.

    —¿Qué es esto? —preguntó extrañado el joven entrenador dejando su desayuno a un lado y abriendo la carta.

    —No lo se, apareció esta mañana en el buzón, y pone que es para tí. A sí que veamos que dice.

    Ash se limitó a desdoblar el papel y leer la carta en voz alta:

    "Estimado Ash Ketchum. La asociación pokémon de Kanto se complace en invitarle a usted a nuestro nuevo establecimiento de combate en Sinnoh, llamado "Campamento Pokémon" ,donde usted podrá pasar unas buenas vacaciones a la vez que entrena y se divierte junto a sus amigos y pokémon. Solo hemos elegido a los mejores entrenadores y líderes de gimnasio de cada región al igual que coordinadores de buen nivel. No pierda esta oportunidad y venga a divertirse. El Campamento Pokémon abre sus puertas el 1 de julio. Le esperamos.

    Cuando terminó de leer, su cara cambió por completo y una energía enorme se apoderó de él.

    —¿¡Has oído Pikachu!? ¡Un campamento pokémon donde solo van los mejores entrenadores y coordinadores! ¡Y me han elegido a mi! —gritó el azabache muy feliz y cogiendo a su pokémon a la vez que daban vueltas, cosa que hizo que el ratón amarillo se atragantara.

    —Para Ash, vas a matar a Pikachu. —le avisó la mujer cogiendo al pokémon y depositándolo en el suelo. Rápidamente pikachu cogió una botella de agua e intentó que bajara la comida.

    —Perdóname.—se disculpó el chico de la gorra roja.—Pero es que tengo tantas ganas de ir. Será pasado mañana. ¡Tengo que coger el ferry de mañana por la mediodía! —dicho esto, salió a correr en dirección a su cuarto para arreglar ya su mochila.

    —Este chico es tan enérgico... —suspiró Delia recogiendo el desayuno de su hijo y el del pokémon.

    Pikachu, ya mejor, subió a la habitación de su entrenador para hacerle compañía.
    Ash acabó de hacer su maleta, con todo lo que necesitaría durante el verano, y decidió ir a visitar al profesor Oak y darle la buena noticia.
    Caminaron durante un rato y llegaron al laboratorio, donde Tracey se encontraba ayudando al profesor en sus investigaciones. Ash entró y saludó a su viejo amigo y compañero de viajes.

    —Hola Tracey. Cuanto tiempo sin verte ¿Qué tal las investigaciones? —le saludó el joven entrenador alegremente.

    —¡Hola Ash! Te veo ya muy mayor. Las investigaciones van perfectamente. El profesor es un gran científico pokémon. —respondió un joven alto, de pelo corto azul con una cinta en la cabeza, llamado Tracey.

    —¿Donde esta el profesor? Quiero contarle algo.

    —Esta en el jardín dando de comer a tus pokémon. ¿Por qué no vas a verles?

    —Claro, eso haré gracias. Adiós. —tras despedirse de su amigo, Ash y pikachu fueron al jardín donde vivían todos los pokémon de Ash, al cuidado del profesor Oak y Tracey.

    Cuando puso un pie dentro, todos los pokémon fueron a recibirle con una gran estampida, provocando que Ash fuera aplastado por todos. Rápidamente, llegó el profesor Oak para ayudarle a quitárselos de encima.

    —M-Me alegro de veros de nuevo chicos, pero esto es exagerado. —dijo el azabache totalmente despeinado y con la gorra del revés.

    —Tranquilos chicos, ¿Ash,estas bien? —le preguntó el profesor ofreciéndole su mano para que se levantara.

    El chico de la gorra roja aceptó la mano y se levantó colocándose bien la gorra.

    —G-Gracias. Al parecer todos me echaron de menos jeje.

    —Que bueno verte de nuevo, Ash. ¿Qué tal tu viaje por Kalos?

    —Muy bien profesor. Por cierto. —Ash llevó su mano al cinturón de pokeball y sacó a todos sus nuevos pokémon. —¡Todos fuera!

    Los pokémon se acercaron a los nuevos invitados para conocerse mejor, y todos se fueron a jugar.

    —A si, profesor, mire esta carta. —Ash le enseñó la carta al profesor y este puso una expresión de confusión.

    —Nunca había oído nada de esto. Mmmm que extraño.

    —Bueno, eso da igual. Partiré mañana por la mediodía y debo preparar a mi equipo. —dicho esto, se acercó a los pokémon y empezó a pensar a cuales elegir.

    Tras un breve rato, eligió a los seis pokémon. Todos los nombrados se acercaron a su entrenador y se metieron en sus respectivas pokeballs.

    —Bueno, tengo que irme profesor. ¡Adiós! —tras despedirse, Ash se alejó de la casa junto a Pikachu.

    —Adiós Ash. Buen viaje. —el profesor se quedó pensativo. Lo de la carta parecía confundirle.

    —Tengo un mal presentimiento...

    Tras un largo día de entrenamiento junto a sus pokémon, nuestro joven entrenador y su compañero, partieron hacia el puerto en busca del ferry que les llevaría a Sinnoh para el campamento pokémon. Ya en el camarote, el azabache se despide de su madre.

    —¡Adiós mama! —gritaba el chico de la gorra roja y las z en las mejillas. —!Cuídate y también a Mr mime!

    —¡Lo mismo te digo Ash! ¡Qué tengas buen viaje y cámbiate de calzoncillos cada día! —tras decir aquello, el joven entrenador se puso rojo de vergüenza y se limitó a asentir y despedirse con la mano.

    Nuestro protagonista decide ir al comedor y Pikachu lo sigue. Al sentarse en la mesa, Ash se fija que tras él, habían unas personas a las que conocía perfectamente.

    —¿Misty, Brock?

    ////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    Por otra parte, una joven castaña de ojos azules, se embarca camino a Sinnoh para ir al campamento, al igual que Ash. Junto a ella se encontraban Maya y Drew, los que también iban al mismo sitio.

    —Tengo muchas ganas de llegar ya. —dijo una emocionada Aura.

    —Si. Y yo también. ¿Tu que dices Piplup? —preguntaba la joven coordinadora de pueblo Hoja Verde llamada Maya.

    —¡Pi piplup! —respondió el pequeño pokémon de agua, enérgico.

    —Aún nos quedan unas cuantas horas para llegar, ¿y si vamos al comedor? —les comentó el coordinador de pelo verde.

    —Por mi bien. —respondió la castaña y dicho esto fueron al lugar.

    Ninguno de ellos sospechaba de que una persona les estaba espiando.

    —¿¡Cómo han podido elegirlos a ellos también!? Pensé que yo era único... mi belleza sinigual les habrá cautivado a los de la Asociación pokémon, jujuju. —reía un joven de cabellos morados que respondía al nombre de Harley.


    Todos iban derechos al campamento para pasar las vacaciones más divertidas de sus vidas. O eso pensaban ellos...

    CONTINUARA...

    Bueno, aquí les dejo el primer capítulo. Espero que les haya gustado. ¡Nos leemos!
     
    Última edición: 7 Junio 2014
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    Steve Yops

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    ¡Hola, Pikaflash!
    Aquí estoy comentando tu historia, jejeje.

    He leído el prólogo y el primer capítulo (lo que has publicado jajajaja), y puedo decir que me está gustando la historia :). El mal presentimiento del profesor Oak me dejó con intriga, ¿será que el campamento no es lo que parece ser? Y por lo visto Harley se sumará a esta aventura jajajaja. También me pregunto cuál será ese pokémon del que se habla en el prólogo, y quién será esa voz en los sueños de Ash. Estas dos últimas dos cosas aprovecharé de destacarlas, pues me gustó la mística que incluyes en la historia, hace que todo se ponga bastante interesante ;)

    Yendo a lo técnico, el guión largo te quedó como "--" y no "—". Si usas Word, lo más probable es que no hubo autocorreción no hizo efecto, así que te sugiero que hagas esto:



    Cualquier duda sobre eso, te recomiendo que pases por aquí: https://fanficslandia.com/index.php?threads/guión-largo.10662/, te será de bastante ayuda con el uso del guión largo y esas cosas :) Lo otro que noté fue que faltaron tildes en algunas palabras como estás, tú, sí, entre otros. Sin embargo no eran muchas y se puede resolver con facilidad.

    ¡Muchos saludos!
    OnlyYops.

    PD: Se me olvidó agregar que deberías quitar la etiqueta de "One-Shot", pues esta es una historia de varios capítulos.
     
    Última edición: 29 Septiembre 2013
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    He leido tu fic y me ha parecidi bastante bueno y espero que sigas asi o mejorando ya que nadie nace sabiendo por eso no pasa nada en equivocarte alguna que otra vez pero mejor que no nos equivoquemos hahaha,yo t aconsejaria que antes de publicar un cap lo leyeras y asi poder ver los errores de tildes... Ademas que gracias a eso puedes ver que a lo mejor pones algo mas o lo quitas pork asi tambien te viene inspiracion para seguir desarrollando la historia y no dejarla a medias,es mi consejo ya luego lo coges o no esa es tu decision
     
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    BlackAuraWolf

    BlackAuraWolf Entusiasta

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    Interesante, es una historia muy llamativa y con buena historia, bien, espero la continuación tan pronto como sea posible
     
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    Poikachum

    Poikachum Gurú Comentarista empedernido Usuario VIP

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    1 de julio!!!! Mi cumple xD
    Supongo que como era de esperar Ash ira al campamento Krusty, entrenadores fuertes y coordinadores...¿se encontrara a May/Aura?. Me gustaria ver si pones a algún protagonista que haya salido en la serie o encontrara un nuevo rival con el cual luchara.

    Respecto a la historia esta bien, trama también :), no puedo añadir mucho más dado que aún es muy pronto para ver que rumbo toma esto xD
    No dejes de invitarme :)
     
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    MayBalance

    MayBalance Iniciado

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    Esta muy bien echo, me gustaría que siguieras por favor ;) :)
     
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    Hygge

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    Capítulo 2: La isla Beelze, el inicio de una leyenda inacabada.


    Día 17 de marzo, Estrecho de Mantike.

    Una nueva isla surge de la nada en el Estrecho de Mantike.

    Un equipo de exploración compuesto por pokémon rangers de élite encuentran una nueva isla situada en el Océano que separa Teselia de Kalos, dos regiones bastante separadas una de la otra, sin indicios de haber sido provocada por la erupción de ningún volcán submarino. Rangers y policías, detectives y demás han ido a la isla a comprobar si es segura y explorarla. Tras indagar en unas ruinas abandonadas de la isla, se descubre que el nombre de la isla es Beelze.
    La sede de la liga pokémon de Sinnoh está pensando en celebrar su nuevo campamento para entrenadores, líderes y coordinadores en esta isla, esperemos que todo salga bien.

    La Gaceta Pokémon.

    /////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    Unos meses después de aquel suceso...


    Era una noche de luna llena y el cielo estaba ligeramente despejado. Un hombre entrado en años caminaba entre la oscuridad de la noche con paso acelerado y sin echar la vista atrás mientras cruzaba una senda llena de espesos árboles y vegetación extraña. Los árboles se agitaban pese a que no hacía viento, y una extraña sensación invadió al hombre. Cruzó un riachuelo a toda prisa y divisó a lo lejos una cabaña con las luces encendidas. Rápidamente entró en la casa cerrando la puerta de golpe y colocando una silla y un pequeño mueble detrás de esta, para que nada ni nadie pudiera entrar. Apoyó su cabeza contra la pared y suspiró agitado. La cabaña no era muy grande. Constaba de una ventana situada en la pared derecha de la estancia, una mesa con unas cuantas sillas y una chimenea en el fondo. Las paredes eran de un tono ocre que le daba un aire rústico al lugar.

    —Este lugar no es seguro, Watson. —habló una voz detrás del veterano líder de gimnasio. —No creo que sea buena idea esto del campamento.

    —Ya es demasiado tarde. —le respondió el susodicho con una mirada seria. —Todos están ya en camino, sospecharían. Además, por ahora esta isla no ha dado indicios de ningún tipo de vida, Handsome.

    —Lo sé, pero este lugar me da mala espina... —le respondió el detective pokémon.

    El mayor de los dos hombres se sentó en la mesa y miró por la ventana.

    —La verdad es que es muy extraño... —suspiró Watson. —Apareció en los mapas hace tan solo unos meses, con el nombre de Beelze. Así, como por arte de magía, y la asociación va y elige hacer aquí un campamento para que sea más interesante. ¿Y si hubiera algún peligro por aquí?

    —A mi tampoco me pareció bien, pero ya no se puede hacer nada. —El hombre de la gabardina se levantó de la silla y se estiró un poco. —Creo que me iré a dar un paseo.

    —Esta bien, yo creo que me quedaré aquí.

    El detective pokémon salió de la cabaña y se adentró en el bosque oscuro. Mientras caminaba, sentía como si le observaran, pero decidió ignorar esa sensación y continuar su caminata. De repente, el sonido de unas campanadas cubrió el lugar, extrañando al detective pokémon y poniéndole en guardia. El sonido de aquellas siniestras campanadas cada vez estaban más próximas al lugar en el que se encontraba. Con cada segundo que pasaba, la campana comenzaba a sonar más rápido y mucho más cerca, hasta que el sonido cesó.

    —¿Pero qué...? —se preguntaba sorprendido por el suceso tan extraño que acababa de tener. —Creo que al final si que no estamos solos...

    Sintió como un escalofrío le recorría su espalda y al girarse, contempló unas ruinas extrañas con grabados en un idioma antiguo y se acercó para investigar un poco. Pasó su mano por los grabados y notó como el paso de los años habían echo estragos en las ruinas. Se fijó en una imagen bastante estraña. Era un pokémon muy extraño, con unos ojos rojos penetrantes y con una mirada asesina.

    —Bueno, creo que será mejor investigar esto mañana. —dicho esto se marchó de la cabaña, y los ojos del pokémon se encendieron...

    ///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    "Señoras y señores, el barco con destino a Isla Beelze está a punto de llegar al puerto, por favor, vayan recogiendo sus pertenecias y dejen los camarotes libre, gracias"

    —Ash, Ash, despierta. Estamos a punto de llegar, vamos... ¡espabila! —le decía Brock impacientemente mientras zarandeaba al azabache para que se espabilara.

    —Cinco minutos más...

    —Pensé que tenías ganas de llegar al campamento y ahora que hemos llegado... —comentó con una sonrisa el doctor pokémon esperando la reación del entrenador de Pueblo Paleta.

    —¡¿Ya hemos llegado?! —gritó Ash levantándose de golpe de la cama y echando a correr hacia la salida del camarote con Pikachu adormilado en su hombro.

    —Este chico no ha cambiado nada. —suspiró el moreno y le siguió cargando con su equipaje y con el del muchacho, al que se le había olvidado por completo.

    Brock salió del camarote, cerró la puerta y comenzó a caminar por los pasillos con doble equipaje, tambaleándose de un lado a otro cuando sintió que alguien le ponía la mano en el hombro y le hablaba.

    —Buenos días Brock, ¿y ese equipaje tan grande? —habló una voz femenina detrás de el susodicho, asustándole y haciéndole caer al suelo del susto junto a su equipaje y el de Ash encima suya.

    Misty se sorpendió y no pudo evitar soltar una gran carcajada.

    —Que graciosa... —suspiré el muchacho tirado en el suelo bajo la montaña de objetos y demás. —Me vendría bien una ayudita ¿sabes?

    —P-perdón, ya paro. —respondió la lider del gimnasio celeste calmándose y tendiéndole una mano a su amigo para que pudiera salir de ahí. —Ash se volvió a olvidar de sus cosas ¿verdad? —comentó después de ayudar a Brock a llevar el equipaje del entrenador de las "z" en las mejillas y así aligerarle la carga.

    —Gracias Misty y sí, se olvidó de su equipaje. Típico de él, siempre tan olvidadizo. —sonrió con una gota de sudor en la cabeza.

    —Ya, pero si no fuera así no sería el verdadero Ash Ketchum. —bromeó la chica. —Aún no me puedo creer que estemos todos juntos de nuevo...

    —Pues créetelo. —le respondió el doctor pokémon colocando una mano en el hombro de la pelirroja, sonriente. —Y ahora dejémonos de chácharas y vayamos a la cubierta con Ash, que dentro de poco llegaremos al campamento.

    —Claro, vamos. —sonrió y siguió a su amigo y compañero de aventuras.

    ///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    —¡AAAAAAAAH! —Chilló una voz femenina en el camarote de otro barco.

    El grito se escuchó por todo el lugar y los pasajeros se asustaron un poco. Una chica de cabellos castaños y pañoleta verde corría por los pasillos a toda velocidad hasta llegar al camarote que buscaba. Abrió la puerta rápidamente y dirigió su mirada a la persona que había soltado el grito.

    —¿¡Qu-qué es lo que te pasa, Maya!? —le preguntó preocupada y sin aliento la coordinadora de Hoenn.

    —Aura, menos mal que has llegado. ¡Mira mi pelo! ¡¡Esta horrible!! ¡Un pichu me ha saltado a la cara y me ha electrocutado! —dramatizó una joven de cabellos azul marino mientras intentaba peinarse con su cepillo, pero sin éxito, ya que estaba muy encrespado.

    La castaña casi se cae al estilo ánime al conocer la razón de su grito, pero se limitó a suspirar y acercarse a su amiga.

    —¿Para eso me haces venir desde la otra punta del barco? —le respondió un tanto molesta la chica de pañoleta verde mientras cogía el cepillo y comenzaba a cepillarle el pelo. —Me asustaste.

    —Perdóname, pero es que no soporto ver mi pelo así, ademas, no se que le hice yo a ese pichu para que me electrocutara, si tan solo lo cogí en brazos y lo achuché cariñosamente. —se diculpó la coordinadora de Sinnoh mientras recordaba el suceso de antes.

    —No importa, estas perdonada. —le sonrió la chica acabando de cepillarle las puntas. —Pero no hace falta ponerse así. Asustaste a todo el barco ¿sabes?

    Dicho comentario hizo reir a las dos jóvenes, divertidas. Aura acabó de cepillarle el pelo y dejó el cepillo en la mesita de noche del camarote para sentarse en su cama.

    —Por cierto, ¿dónde te habías metido? Te recuerdo que este también es tu camarote y deberías de coger ya tu equipaje, que pronto llegaremos a la isla.

    —¿Qu-que donde me metí? P-pues... —la castaña empezó a titubear, nerviosa, pensando en una escusa convincente. —...Estube en los recreativos con Drew. —agregó la chica.

    —¿Segura? Porque hace un rato que se fue de aquí —sonrió maliciosa Maya al descubrir la mentira de su amiga y rival de concursos.

    Aura tragó saliva al ver que la había descubierto y resignada, decidó contarle donde estuvo.

    —Estuve en el bufett libre, ¿contenta?

    —Jajaja, como no, típico de ti, jajaja. —rió la joven de ojos lapislázuli, divertida.

    —¡Para ya! —exclamó la coordinadora de Hoenn avergonzada.

    —Esta bien, esta bien, ya paro. —se calmó y miró a la chica con una sonrisa maliciosa. —Pero ya se te empiezan a notar los kilitos de más.

    Esto fue la gota que colmó el vaso para Aura, quién comenzó a echar fuego de los ojos. Agarró el cepillo con furia y se lo lanzó a Maya, quien lo esquivó por poco y echó a correr fuera del camarote.

    —¡Socorro! ¡Una loca con un cepillo me quiere matar! ¡Auxilio! ¡Si hay por qué preocuparse!

    —¡Vuelve aquí, cobarde! —gritó enfurecida la castaña corriendo detrás de ella.

    Drew, quien acababa de salir de su cuarto, miró al fondo del pasillo como las dos coordinadoras se acercaban a donde el estaba a gran velocidad. Rápidamente sacó a Flygon que se puso en medio del pasillo y frenó la carrera de las chicas, haciéndolas caer al suelo.

    —¿Ya estais liándola otra vez? Mira que sois crias. —dijo el peliverde con su movimiento típico del flequillo.

    Las dos chicas miraron a Drew avergonzadas y se levantaron del suelo. Se miraron y se pidieron disculpas. El coordinador de Hoenn devolvió a Flygon a su pokeball y la guardó en su cinturón de balls. De repente, se oyó a través de los altavoces la señal de que estaban a punto de llegar y se miraron unos a otros.

    —Bueno, nos encontraremos en cubierta dentro de cinco minutos, mientras, vamos a por nuestras cosas. —organizó todo Aura y dicho esto cada uno se fue en una dirección diferente hacia sus camarotes.

    Un joven de cabellos morados los espiaba detrás de una esquina y suspiró indignado.

    —¿Mi destino es estar rodeado de mocosos que no valen para los concursos? ¿En serio? ¿Por qué tuvieron que elegirles a ellos tam...? Espera un segundo... —Harley guardó silencio un momento y sonrió maliciosamente. —Esta es mi gran oportunidad de vengarme de esa niña asquerosa de una vez por todas. Jujujuju. —al acabar de reír, se fue de allí para subir a cubierta.

    ///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    Ahora nos encontramos en un avión rumbo a donde se celebrará el tan nombrado campamento.

    —Hermanito, ¿falta mucho para llegar? —preguntó una pequeña niña rubia.

    —Clem, ya te he dicho cincuenta veces que aún queda un rato de vuelo. —suspiró resignado un joven rubio con gafas llamado Lem.

    —Joo ¡yo quiero llegar ya! —exclamó la niña quitándose el cinturón y saltando impaciente en su asiento.

    —¡Clem! ¡Estate quieta y ponte el cinturón! —le riñó su hermano, sujetándola y sentándola de nuevo en el asiento. —¿A que volvemos a casa?

    —¡No, no! ¡Esta bien! Ya me estoy quieta....

    —Así me gusta. —sonrió burlòn el científico pokémon y miró hacia delante.

    El muchacho distinguió un asiento delante de ellos un sombrero de color rosa fucsia y una cinta negra en él, y supo a quien pertenecía. Se levantó un poco de su asiento sin quitarse el cinturón y miró para comprovar si sus sospechas eran ciertas. Si, era ella.

    —Lem, ¿y ahora por qué te levantas tú? —le riñó su hermana pequeña hinchando sus mofletes, molesta.

    —Serena, ¿eres tú? —preguntó el lider de gimnasio de ciudad Luminalia a la chica que tenía delante.

    Esta se giró y al distinguir unas caras conocidas y sonrió.

    —¡Clem, Lem! Cuanto tiempo sin veros. —les saludó la rubia alegremente. —¿También vais al campamento?

    —Pues si, como soy un lider de gimnasio me eligieron a mi también. —le explicó el chico. —Pero mis padres me obligaron a llevarla a Clem. —suspiró Lem agotado. —Y no se está quieta.

    —¡Serena! —gritó la niñá emocionada al volver a ver a su amiga. Se quitó el cinturón de nuevo y fue a abrazarla. —Te he hechado de menos.

    —Yo tambien Clem. —le correspondió el abrazo sonriente la susodicha y la sentó en su regazo agarrándola. —Pero no te quites el cinturón que es peligroso.

    —¡Vale! —le hizo caso sin rechistar la pequeña y se sentó en el asiento de al laso de Serena con el cinturón puesto. —¿Me puedo quedar contigo?

    —Claro, si a tu hermano no le importa. —la entrenadora pokémon se dio la vuelta y sonrió al ver al muchacho profundamente dormido. —Bueno, parece que estaba agotado.

    La azafata avisó a los pasajeros del avión de que dentro de unos minutos llegarían al aeropuerto de la isla, y Clem no pudo contener la alegría.

    —¡¡Por fin!!

    Todos los pasajeros se giraron a ver a la niña y esta, avergonzada, se calló rápidamente. A Serena le hizo gracia su reacción y rió un poco. De repente, un pensamiento le recorrió por su cabeza.

    —¿Estará Ash allí...?

    ///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    Cerca del avión, un Dragonite surcaba los cielos a gran velocidad junto a su entrenadora de largos cabellos morados, y se preparaba para llegar a la isla del campamento pokémon.

    —¡Yuju! ¡Esto es impresionante! —gritó la entrenadora disfrutando del vuelo sobre su pokémon dragón. —¡Mira! Allí esta la isla. Aterriza allí Dragonite.

    El pokémon dragón asintió con un rugido y siguió el rumbo indicado por su entrenadora hacia la isla.

    —¡Preparaos todos, Iris está a punto de llegar!

    ///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    Poco a poco, todos los barcos y aviones, pokémon voladores o nadadores... iban llegando a la isla donde se celebrará el tan mencionado campamento. Watson y Handsome salían de revisar la última cabaña para tener todo listo ante la llegada de todos los entrenadores, líderes de gimnasio y coordinadores de gran nivel. El anciano miró como todos los medios de transporte iban llegando poco a poco, y suspiró.

    —Bueno, llegó la hora de recibirlos...

    —Vamos.

    ///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    —¡Mira Pikachu! ¡Ya estamos llegando! —exclamó un Ash muy emocionado mirando la isla desde la cubierta del barco en el que se encontraban.

    —¡Pika pi! —contestó el pokémon al igual que su entrenador.

    —Que bien lo vamos a pasar...

    —¡Ash! —le llamó una voz muy familiar. Se notaba muy molesta.

    El joven entrenador pokémon se dio la vuelta para ver a una Misty de mal humor, lanzándole su equipaje y haciéndole caer al suelo de la fuerza con la que se lo lanzó la chica. Brock apareció detrás de ella con una gota de sudor en la cara.

    —¿P-pero a que ha venido eso? —le preguntó molesto a su amiga el azabache.

    —Viene a que dejas tus cosas por ahí y no te acuerdas de recogerlas. —le restregó al pelirroja el motivo de su enfado. —Y encima el pobre Brock tuvo que llevártelo todo.

    —Ah, lo siento mucho Brock. —se disculpó el muchacho levantándose del suelo y mirando ahora a Misty. —Y no hace falta que me trates así, ya no soy un niño.

    —Pues a veces lo sigues pareciendo. —bufó la líder de gimnasio de ciudad celeste.

    —Vale perdona, procuraré no ser tan olvidadizo la próxima vez. —le respondió el entrenador de gorra roja con una sonrisa sincera y se colocó su mochila para empezar a caminar hacia la salida. —Bueno, yo me voy adelantando, nos vemos abajo.

    Dicho esto se fue. Misty se quedó sorprendida. Le había pedido disculpas por una tontería, cuando unos años atrás hubieron estado peleando por horas. Con una sonrisa miró por donde se había ido el chico del que había estado enamorada años atrás y dijo:

    —Al fin, Ash Ketchum, creo que empiezas a madurar.


    El barco al fin embarcó en el puerto de la isla, y Ash echó a correr por el puerto admirando todo a su alrededor, entusiasmado. De repente se oye una voz a lo lejos y el azabache se puso tenso.

    —¡Cuidado que voy! ¡Apartenseee! —gritaba una voz femenina y de repente una joven alta apareció de la nada y chocó contra Ash, que cayó al agua. —Oh, pe-perdóname, no era mi intención... ¡Oh! ¡Pero si eres tú, Ash!

    El joven azabache salió del agua empapado y miró a su amiga Bel con una sonrisa forzada.

    — No pasa nada Bel...¡pero ten más cuidado la próxima vez! —gritó el chico mientras soltaba un estornudo.

    —Perdón, perdón, perdón. —intentaba disculparse la chica inclinándose muchas veces en señal de disculpa. —Por cierto, ¿tú también vas al campamento no? ¡Genial! Al menos habrá una cara conocida aquí.

    —Si, y me alegra que tú también estés aquí. —sonrió el chico.

    Mientras hablaba con la joven, Ash observó a lo lejos una figura muy conocida, y, tras despedirse de Bel, se acercó a toda velocidad.

    —¡Polo! ¡Cuánto tiempo sin verte! —exclamó el entrenador de gorra roja entusiamado de volver a ver a su rival de Sinnoh.

    —Oh, eres tú Ash, veo que no has cambiado mucho desde la última vez. —la frialdad del chico de cabellos morados no le extrañó al azabache en absoluto y no le dio importancia. —Espero que hayas entrenado a tus pokémon mucho más y así poder combatir contigo.

    —¡Eso ni lo dudes! —sonrió decidido el entrenador de pueblo Paleta seguido por un "Pika pi" de su fiel amigo Pikachu.


    Por otro lado, el barco en el que viajaban Maya, Aura, Drew y nuestro querido Harley también acababa de desembarcar. La castaña salió rápidamente del barco junto a Maya y Drew y miró todo con entusiasmo.


    —¡Woah! ¡Qué bonito es este lugar! —exclamó Aura entusiasmada por la idea de pasar sus vacaciones de verano allí.

    —¡A que si! Estoy deseando explorarla. —le siguió la coordinadora de Sinnoh al igual que ella.

    —¿Y por qué no le echamos un vistazo ahora? Hasta que lleguen todos no nos requerirán aquí. —agregó el peliverde y las dos coordinadoras asintieron alegres.


    El avión en el que viajaban Clem, Lem y Serena aterrizó en el aeropuerto de la isla, un poco más lejos del puerto, y demás pokémon y medios de trasportes llegaban cada vez a mayor cantidad a la isla Beelze, y todos se empezaban a juntar en el puerto poco a poco para cuando llegasen los encargados del campamento.
    Serena cogía en brazos a Clem mientras jugaban y un somnoliento Lem acababa de salir del avión.

    —Vamos a la costa para reunirnos con los demás entrenadores. —sugirió Lem y estos se encaminaron hacía allí.

    Por el camino se encontraron con tres chicos, una castaña, un peliverde y una joven con el cabello azul que parecían estar explorando la zona, pero pasaron de largo.
    Al llegar a la costa, Ash estaba pasenado por la zona cuando vio a sus tres más recientes compañeros de viajes acercarse a él. Serena soltó a Clem y abrazó a Ash efusivamente, provocando un leve sonrojo casi imperceptible en el azabache.

    —Qué bien que estén aquí, chicos, este campamento va a ser genial. —dijo el joven de gorra roja entusiasmado.

    —¡Sii! ¡Va a ser muy divertido! Por cierto, déjame jugar con Pikachu, Ash, hace tiempo que no juego con él. —le pidió Clem y este aceptó gustoso.

    Tras un rato de reencuentros y demás, se ven llegar a lo lejos a Handsome y a Watson tranquilamente hacia los chicos. Ash saludó alegremente a los dos hombres a los que ya conocía y se presentaron ante los demás. Al acabar, reunieron a todos los entrenadores, coordinadores y líderes de gimnasio y empezaron a explicar un poco todo esto.
    Pero, a lo lejos, se empiezan a escuchar las mismas campanadas siniestras de la otra vez, y todos se quedan en silencio. Los chicos empiezan a ponerse tensos y a preguntarse que está pasando, pero Handsome decidió poner orden.

    —Tranquilícense, que no cunda el pánico. No es nada importante, solo... --el detective no pudo acabar la frase, pues otro temblor hizo caer a los allí presentes al suelo y se miraron unos a otros. —Vayan todos a los campamentos por favor.

    Los entrenadores se marcharon raudos a los susodichos lugares pero Ash se acordó de algunas personas que aún no había visto aquí. Se acercó a Watson a preguntar.

    —Perdona Watson, ¿están inscritos unos amigos míos? Son Aura, Maya y Drew. —le preguntó un tanto confundido.

    Watson, pasó rápidamente la lista para ver si faltaba alguien de los que había nombrado, pero confirmó que los tres estaban inscritos.

    —Pues sí, deben estar en los campamentos, vayan allí, pero tened cuidado, la isla a veces sufre temblores pero nada de que preocuparse.

    Ash asintió feliz de que ellos estuvieran aquí y se fue junto a Brock y Misty a los campamentos.

    Tras un rato buscándolos, empezó a pensarse de que les podía haber ocurrido algo, o que aún no habían llegado a la isla.Pero dejó de pensar en tonterias y se fueron a sus correspondientes cabañas. Empezaba a atardecer y el joven de gorra roja se encontraba en su litera mirando por la ventana y con los ojos semicerrados. De repente, el azabache empezó a sentir algo extraño. Cerró los ojos y vio una especie de campana. Esta parecia tener vida, lo miraba con ojos rojos. El extraño ser gritó y la imagen de Aura muy borrosa apareció en su cabeza, debajo de un árbol apunto de caerse, y rápidamente abrió los ojos.

    —¡Aura está en peligro! —gritó a Misty y Brock y salió de la cabaña para adentrarse en el bosque.


    Por otra parte, Drew y Maya se habían separado de Aura tras el temblor.

    —¡Aura! ¿Dónde estás? —gritaban los coordinadores preocupados por la chica.

    El azabache junto a Pikachu llegaron hasta ellos al escuchar sus gritos y se preocupó al ver que su amiga Aura no se encontraba con ellos.

    —¿¡Y Aura!? —gritó el chico.

    —No lo sabemos, nos separamos tras el temblor. —le informó Drew un poco mosqueado de ver por ahí a Ash tan preocupado por la chica.

    —Voy por ella, vosotros id a la costa. —dicho esto siguió buscando a la joven por los alrededores.

    Maya, preocupada, asintió y se fue con un Drew no muy contento de que Ash se hiciera el héroe frente a la castaña, pero no le quedó más remedio que dejarlo por ahora.

    De nuevo, el temblor aún más fuerte azotó contra la isla, cayendo árboles muy seguidos por donde el entrenador pasaba.

    —¡Aura! ¡Aura responde! —gritaba desesperado el entrenador de las "z" en las mejillas.

    Logró distinguir una figura a lo lejos, tirada en el suelo, y a un árbol apunto de caer encima. Ash se dio cuenta de que era Aura y se acercó rápidamente.

    —¡Aura, rápido sal de ahí! —le gritó el chico corriendo al ver que el árbol se movía cada vez más fuerte, y no llegaría a tiempo de ir por ella.

    —¡No puedo! ¡Tengo torcido el tobillo! —exclamó la joven de ojos azules.

    De repente el árbol se rompió y fue directo hacia ella. La chica cerró los ojos, pero al abrirlos vio a Ash sujetando el tronco con todas sus fuerzas para que no la aplastara.

    —¡Ash! —gritó la coordinadora y gateando se apartó del sitio, dejando caer al árbol y apartándose rápidamente el entrenador.

    —Salgamos de aquí. —dicho esto, cogió a la joven de la pañoleta verde en brazos y salieron de ahí rápidamente.

    Mientras corría, Aura observó que en la espalda de Ash, tenía una gran herida sangrándole, cosa que la asustó.

    —Ash, estás sangrando... —dijo la coordinadora al ver la herida con cada vez más sangre. El muchacho solo siguió corriendo y esquivándolos todos los árboles caídos que habían en el suelo.

    Al fin llegaron a la costa bajo la mirada de todos. Ash dejó despacio a la chica en el suelo y la miró tiernamente antes de caer desmayado por la pérdida de sangre a la arena de la playa. Todos se preocuparon y Handsome y Watson y los amigos de Ash se acercaron allí.

    —¡Ayúdenlo, por favor! —chilló Aura preocupada y rápidamente llevaron al azabache a la cabaña de enfermería junto a Pikachu quien no se separaba de su amigo.

    Misty y Brock, quienes se acabaron de enterar de lo ocurrido, corrieron junto a Aura para ver si se encontraba bien.

    La castaña miró con lágrimas en los ojos como se llevaban al chico que la había salvado y solo pudo decir una cosa:

    —Por favor Ash, ponte bien, necesito darte las gracias por esto...por favor...

    Serena miraba todo con las manos en la boca, asustada, y echó a correr hacia la enfermería, para estar esperando a que Ash se recupere.

    ///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    En una habitación de la enfermería, se encontraba Ash durmiendo aún tras su leve accidente, y fuera le esperaban Serena cogiendo en brazos a Pikachu y Aura junto a los demás, preocupados por el azabache. Todo era silencio en la sala. Tan solo era llegar a la isla y ocurría esto. La chica de la pañoleta verde pensaba una y otra vez en el estado de su amigo, pues la herida que vio que tenía era bastante fea. Serena no paraba de pensar en lo mismo, en que Ash se recuperara de una vez, tenía miedo de que le ocurriera algo. Las jóvenes se miraron por primera vez y algo vieron la una en la otra, las dos tenían un brillo en la mirada, ese que las chicas tienen cuando están muy enamoradas...¿sentían algo por ese chico?¿Sería verdad?

    /////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

    Bueno, al fin terminé el segundo cap, espero que os haya gustado y e aquí las preguntas:

    1. ¿Os gustó el capitulo?

    2. ¿Habrá rivalidades por amor en este fic? ¿Sabéis quienes serán? ewe

    3. ¿Sabeis de qué pokémon hablo en la historia?

    Eso es todo, nos vemos :3
     
    Última edición: 13 Febrero 2014
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    Steve Yops

    Steve Yops Usuario popular

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    ¡Al fin puedo leer la tan añorada continuación! :'DD jajajajjajjajaja. ¡Hola, Serena! :)

    ¿Qué quieres que te diga? La espera valió muchísimo la pena :D Me gusta mucho como nos introdujiste con ese ambiente tan siniestro y misterioso, te prometo que la parte de Looker y los campaneos me lo imaginé como en las pwelículas, te quedo genial.

    JAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJAJAJA! "¡Sí hay por qué preocuparse!" Amé esa parte, fue muy Maya. Me gusta como también le das un toque cómico a la historia, provoca cierto equilibrio y queda excelente :D

    Sinceramente, mi parte favorita fue cuando Ash lo arriesgó todo para salvar a Aura; sin duda se preocupa mucho por ella; la quiere... ¿pero como una amiga o algo más? ¡Ojalá sea lo segundo!

    Esos campaneos definitivamente tienen relación con Hell Bell, de verdad me causa mucha intriga ese personaje. Y Harley... ¿qué estará planeando ahora?

    Hmmm... ¿triángulo amoroso dijiste? Yo más bien veo un cuadrado xD Ya me explicaré más abajo cuando responda las preguntas.

    Pasando a lo técnico, encontré unos pocos errores de ortografía y de tipeo, siempre recuerda re-leer los capítulos para evitar que esto pase (a mí me ha pasado xD)

    También es importante que sepas las dos siguientes cosas:
    • El punto de cierre se coloca luego de la intervención del narrador y antes de comenzar una nueva oración.
    • Cuando varias preguntas o exclamaciones son continuas y poseen la misma idea, se antepone una coma y la siguiente inicia con minúscula.

    Si aplicamos estas dos cosas, quedaría así:

    —¡Cuánto tiempo!, ¿cómo has estado? —preguntó la chica—. Has cambiado mucho...
    --Sí, ha pasado mucho tiempo —afirmó el chico.

    Ahora sí, me dirijo a responder las preguntas:

    1. ¿Os gustó el capitulo?
    Definitivamente, sí.

    2. ¿Habrá rivalidades por amor en este fic? ¿Sabeis quienes serán? ewe
    Ash y Drew tendrán una rivalidad por el amor de Aura, y Aura y Serena por el de Ash. ¡He ahí el cuadrado amoroso! jajajajajaja

    3. ¿Sabeis de que pokémon hablo en la historia?
    Emmm... ¿Chimeco? ._. Es lo único que se me viene a la cabeza con la palabra "campana", pero lo recontra dudo xDD
    (...) ¡No, no!, ¡para! ¡Ya sé que pokémon es! Te lo diré por MP para evitar spoilers :3

    Bueno, es todo lo que tengo para decir. Si aún se pudiera dar "Me Gusta" a los capítulos, ten por seguro que te hubiera dado uno justo ahora.
    Avísame cuando subas la siguiente parte, ojalá sea pronto si puedes :D


    Eso es todo, ¡cuídate!
    OnlyYops.
     
    Última edición: 12 Febrero 2014
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  10.  
    super gonic wereog

    super gonic wereog Iniciado

    Leo
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    muy bueno espero que lo continúes quiero ver algo muy pero muy bueno XD
     
    Última edición: 15 Febrero 2014
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  11.  
    crashloxx

    crashloxx Iniciado

    Piscis
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    Extraño los viejos tiempos....
    cuando podía haberte dado un me gusta u.u .
    Realmente me encanto tu historia fue muy agradable leerla,yo al menos no le veo ningún error espero que sigas así porque la historia esta muy buena y que Ash y Aura/May/Haruka tengan una relación me parecería algo genial,las historias de amor siempre son mis favoritas (si soy algo sentimental xD ) ademas de que Ash tiene muchas pretendientes y se enteran no se que podría llegar a pasar jejeje
    bueno como ya dije no veo error por favor síguela ;)
     
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  12.  
    Kyoya Trujillo

    Kyoya Trujillo Un Blayder perdido en el Universo de Pokémon

    Escorpión
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    Dicen que no existe la perfección, pero al ser fan del anime... tu fic me pareció P-E-R-F-E-C-T-O.

    En serio, me alegro leer todos los personajes que incluiste (solo faltarían Gary, Cilan/Millo, Max, Ritchie, Morrison y Stevaph xD *a Kenny no lo metas que lo odio D:*) pero fue agradable leer el principio porque por alguna razón me recordé a mi mismo, bueno mejor paso a opinar sobre el fic.

    Un fic de romance con base a una creepy (por supuesto que se que pokémon es) me gusta la idea, muy original de tu parte porque la verdad esta es la primera vez que leo algo así, sin duda tu segundo capítulo fue muy emocionante y entretenido.

    Sobre errores, solamente vi uno solo pero nada relevante ya que son errores comunes, tu narración podría mejorar aún mas, si describieras el entorno un poco más créeme que sería mejor para tus lectores, un consejo no sé si muy importante que te doy es que podrías capitalizar los nombres de las ciudades del universo pokémon así como ciudad celeste>Celeste, así como hiciste con los nombres, bueno por mi parte siento que eso es algo no muy importante pero si correcto.

    En serio, me gusto mucho el capítulo y el fic está interesante y espero la conti ansioso :)

    1.-¿Os gusto el capítulo?
    R= Pero por supuesto, tía *léase en voz española sexy*

    2.-¿Habrá rivalidades por amor en este fic? ¿Sabéis quienes serán? ewe
    R= Por supuesto que habrán. Como Pearl fanático de Amour puedo imaginar quienes se agarraran a ostias.
    Ash vs Drew
    May/Aura vs Todas
    Dawn/Maya vs Todas
    Misty vs Todas
    Serena vs Todas
    Paul vs Brock por Iris (? no quería dejar fuera a Iris
    Bianca/Bel y Harley se enamoraran para no quedar solitos xDDD

    3.-¿Sabéis de que pokémon hablo en la historia?
    R= Claro, de un pokémon variocolor que no diré porque no quiero que los demás se enteren :3

    Espero sacar 10 porque mis notas hoy en día no van muy bien D; hasta la conti, muchacha :)
     
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  13.  
    Rojo FireRed

    Rojo FireRed Orientador

    Acuario
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    —¡Socorro! ¡Una loca con un cepillo me quiere matar! ¡Auxilio! ¡Si hay por qué preocuparse!
    Jajajaja, me partí de la risa en esa pasrte, en fin, el fic esta muy prolijo, la trama es buena y me quedé enganchado, no me perderé por nada del mundo la conti,
     
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  14.  
    Fabian

    Fabian Adicto

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    Queeeeeee ondas :3
    Bueno, tenía casi listo un comentario cuando terminé de leer el Prólogo y el primer capítulo, pero tengo que admitirlo, me hiciste ir por otros caminos con el inicio que le diste a este nuevo capítulo, me gusto bastante la idea de que Watson y Handsome intervengan e.eU
    Que te puedo decir, bastante entretenida la forma en la que has narrado como se juntaron todos los entrenadores, mientras leía has echo que recuerde a mi película de Pokémon favorita, que es la de Mewtwo xD Cuando hace una reunión de entrenadores en la isla y todo eso, si esa fue tu inspiración para hacer imaginar el momento, estuvo bastante buena ^^
    Como ya han dicho arriba, podrías incluir a personajes ya conocidos -Quiero que este Gary xD- No necesariamente como invitados, eso ya depende de tu creatividad.
    Sólo te aconsejo que no dejes de lado a ningún personaje, si estas usando a casi todos los protagonistas de la serie en el desarrollo de la historia, no va quedar bien que le quites protagonismo a algunos, ya que estamos acostumbrados a verlos siempre en acción (Por que son protagonistas xD dahh)
    En fin, sé muy bien de que Pokémon hablas (Aunque no recuerdo su nombre xD) si no me equivoco es de una Creepypasta, en la que por medio del intercambio consigues a Hell Bell, el pokémon del mal o algo así (?) Al menos eso leí yo u.u
    Pero de seguro este tétrico ser esta detrás de los temblores... Escribiste que se alimenta de las almas humanas/pokémon o: No me sorprendería que mates a algún personaje okno xd

    1. ¿Os gustó el capitulo? Con acento español -u- Sí me ha gustado bastante, no mas que estoy acostumbrado a los nombres en la versión Latina xD No sabía que el nombre de los hermanitos rubios eran esos... a la niñita la conozco como Eureka! Por el anime en japonés n.nU

    2. ¿Habrá rivalidades por amor en este fic? ¿Sabéis quienes serán? ewe No lo sé, sorprendeme xDD Yo amo a Serena y punto <3

    3. ¿Sabeis de qué pokémon hablo en la historia? Ya respondí eso ewe Lol.


    En fin xD Me atrae el fanfic, sin embargo sentí que cuando aparecieron Watson y Handsome por segunda vez... osea cuando ya se reunieron todos, te apresuraste, quizás querías acabar con el capítulo brevemente, o no sé, pero sentí claramente que los hechos pasaron muy de prisa, quitandole emoción a la trama, ten cuidado con eso. También con el cambio de momentos repentinos, es algo que aveces es difícil de hacer, pero si explicas y describes bien; nos dará una sensación genial al leer owo Suerte!

    Chaochao!
     
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  15.  
    pyroar

    pyroar Iniciado

    Leo
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    1.Molo un monton :D.
    2.Pues claro entre todas sus amigas pero mas entre Serena y Aura pero prefiero que Ash se quede con Serena :rolleyes:.
    3.Me e dado cuenta pero no lo dire para saber si es sierto.

    Y otra cosa para que sea mas interesante puedes meter en el fic algunos legendarios que seria mas guai :D .
     
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  16.  
    mega charizard x

    mega charizard x Iniciado

    Capricornio
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    esto solo se lo hice a crasloxx asique un aplauso para Liza White eres una genia esta perfecta tu historia cuando pongas tu proxipo capitulo ponlo en mi perfill llego a ver y lo leo al instante
     
    Última edición: 10 Abril 2014
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  17.  
    Hygge

    Hygge Game Master

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    Título:
    Campamento pokémon y la maldición de Hell Bell
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    14757
    Capítulo 3: Primera noche en el campamento, ¿pesadilla o realidad?


    Silencio. Era lo único que se podía escuchar en la sala de espera. Un silencio incómodo, nadie decía nada, ellos se hablaban con la mirada. Miradas de culpabilidad, pena, incomodidad, o simplemente de preocupación… más nadie sabía qué decirse. Aura parecía ser la más afectada de todos. Observaba fijamente la puerta por donde entró hacía rato su amigo mientras jugaba con su pelo entre sus dedos… No paraba de pensar que el estado actual de Ash fue por su culpa, que si no hubiera sido tan cobarde en el momento del temblor no hubiera tenido que intervenir el azabache…que si no hubiera sido por ella… ahora todo estaría bien. El ratón eléctrico también estaba preocupado por su amigo y sintió lo nerviosa que se encontraba la castaña por lo que la abrazó con cariño, hasta que logró sacarle una pequeña sonrisa a la joven, quién lo abrazó igual. En ese momento la coordinadora de Hoenn sintió como le ponían una mano en el hombro y al separarse de Pikachu vio a Maya, quien la sonreía para consolarla un poco. Maya… la persona más optimista que había conocido nunca y su mejor amiga. Siempre a su lado. Desde que se conocieron en Sinnoh no perdieron el contacto y tras un golpe del destino volvieron a encontrarse en Johto, donde viajaron juntas y participaron en el gran festival de allí. A partir de ese instante no se volvieron a separar. Siempre apoyándose la una a la otra. La castaña sonrió levemente y le hizo un hueco a la joven para que se sentara y esta aceptó gustosa.


    — ¿Cómo estás? —le preguntó Maya con un leve tono de preocupación en su voz.

    —Bueno, no es el mejor día de mi vida que digamos… —suspiró mientras miraba como Pikachu bajaba de su asiento y se iba a dar una vuelta por el lugar.

    —No seas exagerada mujer, Ash está bien, tan solo está agotado por el esfuerzo que hizo antes, no veo motivo para que te preocupes tanto. —la peli azul intentaba animar a su amiga con sus frases positivas, pero aún veía cómo su mirada decía todo… y a la vez nada.

    —Yo…me siento culpable, Maya. Todo esto es culpa mía. —su voz empezaba a quebrarse, en verdad que estaba afligida.

    —Aura, por favor, no estés así, tanto tú como yo sabemos lo alocado y arriesgado que es Ash, no le importaría saltar por un barranco o tirarse a un río por salvar a sus amigos. —le dijo la joven peli azul con una sonrisa consoladora. —Nada de esto es culpa tuya.


    Aura suspiró y sonrió asintiendo. Sabía que la chica tenía razón aunque en el fondo se seguía sintiendo algo culpable. La coordinadora de Sinnoh se sintió mejor al ver que había logrado sacarle una sonrisa a la castaña y la abrazo efusivamente. Esta lo correspondió gustosa, le animaba saber que contaba con amigos así.


    —Gracias Maya, tienes razón. —sonrió separándose de ella. —Pero espero que no le haya pasado nada demasiado malo...o yo…

    —No le pasará nada, tranquila. —le cortó la chica intentando que dejara de pensar tan negativamente. —No hay por qué preocuparse.

    —Maya tiene razón, Ash ha pasado por cosas peores, esto para él no es nada. —le sonrió Brock apareciendo junto con Misty y se sentaron con las coordinadoras. —No seamos tan negativos, anda.

    —Estoy de acuerdo con Brock, Ash es fuerte. —sonrió la líder de gimnasio a las coordinadoras, animando así más a la de pañoleta verde. —Deberíamos centrarnos ahora en dejarlo descansar en paz e irnos a ver la lista que han colocado antes en el tablón de anuncio, para situarnos un poco.


    Los demás asintieron ante la propuesta de la pelirroja y se levantaron de sus asientos tranquilamente, dispuestos a marcharse.


    Por otro lado, Serena se encontraba sentada un poco alejada de los demás, y mirando el suelo con tristeza. Pikachu subió al hombro de esta y rozó su mejilla con la de chica en un gesto de cariño. La joven entrenadora lo cogió en brazos y le sonrió con ternura mientras lo abrazaba. El pokémon intentaba animar a sus amigos y lo conseguía al fin y al cabo. Mientras, Lem observaba a su hermana pasear por el lugar mirando aburrida cada detalle. La sala de espera no era más que una cabaña más grande que las demás. Estaba pintada de un color ocre que la realzaba y estaba constituida por tres pasillos y varias habitaciones con sus respectivas puertas de madera. Tenía alguna que otra ventana pero éstas normalmente se encontraban dentro de la sala de los pacientes. Se notaba que todo era nuevo, ya que se construyó hace poco en la isla, y aún se conservaba todo intacto. Clem bostezó y miró a su hermano, quien le habló en ese momento con una mirada seria.


    —Oye Clem, ¿por qué no te vas fuera a explorar un rato? Quizás conoces a otros niños con los que jugar. —le incitó su hermano mayor, intentando alejar a la niña del lugar para que no se entristeciera.

    La pequeña negó con la cabeza.

    —No, quiero esperar a que salga Ash. —se negó tozudamente. —Por cierto hermanito, ¿me das una moneda para la máquina expendedora de allí? Me entró hambre. —le pidió Clem tocándose la tripa con una sonrisa nerviosa.

    —Está bien…que remedio. —suspiró el líder de gimnasio de ciudad Luminalia rebuscando en sus bolsillos y sacó una moneda.


    La niña la tomó y fue corriendo hasta cruzar el pasillo y llegar al que se encontraba dicha máquina. Se acercó para ver qué comprar, y decidió tomar un dulce de chocolate, uno de sus favoritos. Metió la moneda impacientemente poniéndose de puntillas al ser más pequeña que la máquina y al entrar del todo vio como el engranaje que sostenía el dulce empezaba a moverse muy lentamente, cosa que la extrañó. El muelle se movía poco a poco hasta que se quedó parado muy cerca de caerse el dulce, y Clem no pudo evitar soltar un grito de enfado.


    — ¿¡Qué!?¡Se ha tragado mi moneda! —exclamó moviendo un poco la máquina para ver si así caía el dulce. — ¡Vamos, cáete!


    Clem no paraba de mover la máquina, dándole golpes para intentar mover el dulce unos pocos centímetros, que es lo que le quedaban por caer, pero nada… Dejó de agitar la máquina, ya que sabía que no iba a conseguir nada, y le dio una patada a modo de berrinche. Dedenne bostezó en ese momento, al despertarse de su siesta, y a la niña rubia le dio una idea. Lo miró maliciosamente y el pokémon ratón se asustó. Sabía que nada bueno venía a continuación. La hermana menor de Lem, tomó al pokémon eléctrico/hada en brazos y le explicó lo que debía de hacer, aunque a Dedenne no le apeteciera en absoluto. Al final no tuvo más remedio que obedecer y se acercó a la máquina, para de un salto e intentar meterse por la ranura donde salían los alimentos. Pero algo en el plan de la pequeña salió mal; Dedenne se quedó atascado de cintura para arriba en la ranura, debido a que últimamente había estado muy vago, no entrenó y había engordado.


    —Dedenne, te dije que debías de haber entrenado más, te has puesto muy gordo, ¡normal que no quepas dentro! —le regañó Clem acercándose a su pequeño amiguito e intentando sacarlo de allí.

    La pequeña empezó a tirar de él mientras el ratón se quejaba.

    — ¡Dede Dedene! —gritó éste, apretujado a más no poder.

    — ¡Vamos, no seas quejica y empuja para fuera tú también! —le ordenó la rubia sin dejar de tirar.


    En ese momento, un guarda de seguridad vigilaba la zona en silencio con una taza de café en la mano. Pasó por el pasillo en el que estaba Clem y se acercó a ésta para ver qué pasaba y si podía ayudarla.


    — ¡Un poco más, ya estás a punto de salir! —gritó esperanzada al notar que el pokémon ya estaba casi fuera.


    El guarda se colocó al lado de Clem para ver qué pasaba, y se decidió por preguntar primero.


    —Oye niña, ¿estás bien? ¿Necesitas ayu…? —no pudo acabar la frase pues la niña tiró con fuerza, consiguiendo sacar a Dedenne al fin pero una situación embarazosa se dio mientras parecía que todo iba a cámara lenta.


    Clem perdió el equilibrio al sacar al ratoncito eléctrico y cayó hacia atrás, dándole un guantazo en la cara al guarda y derribándole la taza, que fue a parar a Dedenne el cual se encontraba tirado en el suelo intentando levantarse, cuando la taza se le vino encima, quedándole completamente oscuro por la bebida. Al levantarse la pequeña y ver la que había liado, aprovechó que el guarda se sobaba la mejilla donde le golpeó para coger al oscuro Dedenne y echar a correr por los pasillos para refugiarse con su hermano. El guarda se dio cuenta de que la niña se iba y fue detrás de ella para regañarla. Clem llegó a toda prisa con los demás entrenadores y se dirigió con su hermano y Serena para esconderse en la espalda del primero a sabiendas de lo que iba a pasar.


    — ¿Ocurre algo Clem? —preguntó Lem extrañado por la entrada de su hermana, al igual que Serena.

    — ¿Recuerdas aquella vez que te ayudé cuando mamá y papá te iban a regañar al quemar la cocina con uno de tus experimentos fallidos? Pues es hora de que me devuelvas el favor. —le dijo rápidamente al notar que el guarda se acercaba.

    — ¿Pero qué es lo que has hecho? —preguntó Serena sin enterarse de nada y se preocupó al ver llegar a un enfadado guarda de seguridad.


    Éste empezó a contarles a los chicos el jaleo que había montado Clem y de los desperdicios que había hecho, dejando el pasillo hecho una birria, y que debía de por lo menos limpiarlo, pero la niña no daba indicios de querer hacerlo. Al ver Dedenne todo esto, se hartó, y soltó una sacudida eléctrica que chamuscó a Serena, el guarda y los hermanos. Eso fue la gota que colmó el vaso.


    — ¡Largo de aquí! ¡Todo el mundo fuera! —vociferó el hombre ennegrecido por el rayo y no hubo más remedio que salir de allí.


    Lem y Serena se levantaron pero Clem se agarró a la silla y se sujetó fuertemente. No iba a salir hasta que su amigo Ash estuviera bien. La entrenadora de Fennekin se agachó e intentó hacerle entrar en razón a la niña, pero fue en vano.


    —Vamos Clem, no podemos quedarnos aquí, ven con nosotros a fuera. —le dijo la joven de sombrero rosa con una pequeña sonrisa, para intentar convencerla.

    — ¡No! ¡Yo me quedo hasta que Ash salga! —siguió negándose la pequeña, aferrándose más fuerte.


    Los demás entrenadores y Pikachu veían todo esto y se acercaron para saber que ocurría.


    — ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué tanto alboroto? —cuestionó Brock sorprendido y mirando a los jóvenes desconocidos para ellos.

    —Os recuerdo que esto es una sala de espera, hay que guardar silencio. —dijo Misty de brazos cruzados y Maya y Aura rieron por lo bajo ante la cómica situación.


    Pikachu se acercó a Clem y le empezó a hacer señas para que saliera, pero no hizo caso. El guarda, quien empezaba a cansarse de verdad, se acercó y cogió a la niña en brazos.

    — ¡Sueltaa! ¡Socorro hermanito! —chilló Clem al ver que la habían sacado de la silla y la llevaban a la salida.

    — ¡Oiga, suéltela, ella sabe irse sola! —contestó Lem agarrando a su hermana para intentar soltarla del agarre del hombre.

    —Ni hablar, se volvería a escapar. —se negó el guarda pero sintió que detrás le tiraban.

    — ¡Suéltela! —gritó Serena por detrás, tirando del guarda con fuerza.


    Brock y Misty se acercaron al hombre e intentaron ayudar. Aura y Maya reían sin parar mientras veían como poco a poco todos se incluían en el tira y afloja, ellas incluidas. Al final, Pikachu y Dedenne se miraron serios, y entre los dos lanzaron un gran rayo, frenando la pelea entre los allí presentes, y haciendo que los echaran a patadas de la sala de espera. En un abrir y cerrar de ojos, el grupo se encontraba de bruces contra el suelo de la salida y el hombre dio un portazo cerrando la puerta y prohibiéndoles más la entrada al lugar a los jóvenes entrenadores y coordinadores y a sus pokémon.


    —Alguien me puede decir… ¿qué es lo que acaba de pasar? —comentó Aura levantándose del suelo y mirando a los otros.

    —No tengo ni idea…—respondió Maya y miró a la niña, quien seguía intentando entrar.

    — ¡Déjanos pasar!, ¡Ahora! ¡O me cargo la puerta! ¡¡Soy capaz de hacerlo, eh!! —gritó ésta golpeando la puerta con todas sus fuerzas, pero debido a su corta edad esa fuerza no servía de nada.

    Detrás de ella, Lem tiraba de la pequeña intentando apartarla o por lo menos intentar que no se metiera en ningún otro lio con el guarda de seguridad.

    — ¡Clem estate quieta, por favor! No podemos pasar y ya está, no le des más vueltas. —las palabras del joven no sirvieron para detenerla y la niña siguió pataleando, enfadada.

    —Déjala que se le pase, los niños son así, lo sé por experiencia. —rio la castaña al recordar a su hermano Max. —Por cierto, yo soy Aura Balance, un placer, chicos. —se presentó ante los otros.

    —Yo soy Maya y estos son Brock y Misty, y parece que Pikachu ya os conoce. —sonrió la coordinadora de Sinnoh viendo como el pokémon de Ash intentaba detener el pataleo de Clem.

    —Yo soy Lem, esta es Serena y ya conocéis a mi hermana pequeña y escandalosa, Clem. —suspiró el líder de gimnasio de Ciudad Luminalia viendo el comportamiento de la susodicha. —Perdónenla, no sabe controlarse a veces.


    El chico se acercó a su hermana y la agarró de la mano para llevársela a rastras a mirar un poco el campamento y que dejara de armarla.


    —Oye mira hermanito, esas chicas podrían ser tus futuras novias, son lindas. ¡Oigan, mi hermano está libre! ¡Llámenle! —vociferó refiriéndose a Misty, Aura y Maya antes de alejarse con un Lem sonrojado a más no poder hacia su cabaña asignada.


    Las chicas se miraron a la vez y no pudieron evitar soltar una carcajada, siendo seguidas por los demás. Todo lo que había pasado fue bastante divertido a decir verdad. Brock y Misty se despidieron de los demás para ir a explorar igual, y Maya se llevó a Pikachu consigo para cuidarlo mientras Ash descansaba. Tan solo quedaron Serena y Aura, quienes miraban la puerta de la enfermería un tanto preocupadas aún.

    —Bueno, creo que será mejor no preocuparse tanto y dejar que la Enfermera Joy se encargue de todo. —suspiró Serena mientras miraba a Aura con una sonrisa. — ¿Te apetece venir conmigo a ver que cabaña nos asignaron a cada una?

    —Eh…sí, claro vamos. —respondió la castaña de ojos azules con algo de timidez y siguió a la chica echando un último vistazo al lugar para después alejarse juntas.



    Por otra parte, aterrizando en un último avión, llegaron un trío de chicos con peculiares colores de pelo. Observaron con alegría y placer el lugar para empezar a comentar entre sí.


    —Oh, qué mezcla de sabores tan pacíficos y alegres hay por aquí. —comentó un joven vestido de camarero; destacaba por tener el pelo y los ojos verdes, que iban a juego con su corbata de lazo. —Qué gusto haber sido invitado a un lugar así, ¿no creen, hermanos?

    —Por supuesto Millo, éste lugar es perfecto para pasar unas buenas vacaciones, la receta perfecta para la tranquilidad. —le secundó el segundo del grupo que respondía al nombre de Maíz. La apariencia de Maíz era la de un chico de cabello largo que le cubría parte de la cara. Su vestimenta era la de un camarero con un corbatín azul y tanto su cabello como sus ojos eran azules.

    — ¡Yo quiero comprobar la fuerza de los entrenadores y coordinadores de aquí! Deben ser realmente fuertes para haber sido invitados al campamento. —exclamó el último chico del trío, Zeo. Éste vestía igual que sus otros dos hermanos. Tenía el cabello despeinado en forma de llama y unos ojos rojizos.


    El trío de hermanos bajó del avión, cargando su equipaje y caminando para dirigirse a dirección, y preguntar por sus cabañas. Al alejarse los líderes de gimnasio, se pudo ver bajar del mismo avión a un niño que aparentaba tener unos 9 años y de piel clara. Tenía el cabello corto y de un tono negro azulado medio verdoso. Sus ojos eran marrones y llevaba una camiseta de color verde de la que sobresalía el cuello de una camisa de color blanco. Pantalón corto verde oscuro, zapatos en colores verde y negro y lentes de color negro. El chico se ajustó las lentes y miró el sitio con una sonrisa victoriosa.


    —Qué fácil fue convencer a papá y mamá. Al final no serás la única en venir aquí y pasártelo bien, Aura—rio el muchacho que respondía al nombre de Max, sujetando bien su mochila amarilla a la espalda y bajando del medio de transporte aéreo para explorar la zona por sí solo.


    Mientras el niño caminaba a orillas de la playa, Clem se encontraba jugando con Dedenne con las olas, tras dejar a su hermano en su cabaña asignada. Al aburrirse allí decidió venir con su amigo pokémon a la playa. La pequeña comenzó a construir un castillo de arena para el ratoncito eléctrico, cuando a lo lejos una bandada de pidoves sobre volaban el lugar. Los pájaros observaron que Max llevaba la mochila un poco abierta y que dentro guardaba comida, por lo que no dudaron en acercarse a él. Rodearon al chico y empezaron a picotear la mochila, y el joven Balance intentó alejarse de ellos.


    —Fuera, largo, no os voy a dar mi comida. ¡Fuera! —exclamó Max agitando sus brazos para espantar a los pidoves pero sin efecto alguno.


    Empezó a correr por la arena para dejarlos atrás y estos le persiguieron incansablemente. Clem notó el alboroto a lo lejos y vio a un niño más o menos de su edad acercarse a donde ella con una bandada de pokémon a sus espaldas y se levantó del suelo rápidamente. Max se acercaba a gran velocidad y avisó a niña y pokémon para que se apartaran de su camino. Estos obedecieron raudos y el chico pasó donde estaba su castillo de arena recién acabado, destrozándolo, para alejarse con los pokémon detrás y con la mirada furiosa de Clem al haber destruido su gran obra maestra.


    — ¿¡Pero a ti que te pasa!? ¿No viste mi castillo? ¡Lo acababa de terminar! —vociferó la niña rubia muy molesta y tomó a Dedenne en brazos. —Ese niño me las va a pagar. — y dicho esto comenzó a perseguirlo.


    Max llegó a una pequeña cueva de la misma playa y se ocultó allí de los pidoves. Estos, al perder de vista al chico de gafas, decidieron dejarlo estar y se marcharon de allí. Al notar que ya no le perseguían, asomó la cabeza y contempló la pequeña cueva. Estaba desértica, el techo goteaba pequeñas gotas cristalinas de agua y a veces parecía que las paredes brillaban al reflejarse los rayos del Sol en esta. Al ver que el peligro había pasado, salió de su escondite pero en un paso en falso pateó una piedra, y debido al eco del lugar, los pokémon voladores localizaron al muchacho en cuestión de segundos.

    —Quizás si les doy lo que quieren me dejarán en paz. —pensó el joven Balance mientras abría su mochila y sacaba algo de comida.

    Los pidoves se abalanzaron a por ella sin darle tiempo a Max de abrir del todo la mochila y empezaron a picotearlo. Este intento apartarse pero no pudo y empezó a patalear intentando escapar. En ese momento se escuchó un “¡Dedennee!” y una descarga eléctrica sacudió a los pokémon, dejando libre al aturdido Max y huyendo de allí. Éste abrió los ojos a tiempo como para ver como los pidoves se alejaban y se alegró, ajustándose las gafas y colocándose la camiseta en condiciones.

    —Fiuu, menos mal, pensé que no me iban a dejar nunca. —suspiró aliviado el niño de gafas y fue hacia la salida de la cueva para encontrarse con una muy enojada Clem cruzada de brazos y prohibiéndole el paso.

    —Nos debes un castillo de arena a Dedenne y a mí, niño. Nos hemos tirado un buen rato haciéndolo y vas y nos lo pisoteas. ¡Y encima te hemos salvado hace un momento!—le gritó.

    — ¿Eh? No me fijaba donde iba, esos pidoves no me dejaban en paz. —se justificó Max con una gota de sudor en la cara y en el momento en el que le iba a agradecer a Clem por ayudarlo le cortó.

    — ¡Eso no me vale! ¡Nos costó mucho hacerlo! —exclamó la niña con el ceño fruncido.

    — ¡De Dedenne! —le secundó el pokémon eléctrico/hada igual de molesto.

    — ¡Te digo que no fue a propósito! ¡Intentaba escapar de esos pokémon! —el chico de gafas empezaba a enfadarse igual y subir el tono de voz, no era buena señal.

    — ¡Aunque escapes de unos pokémon debes fijarte por dónde vas! —la discusión empezaba a tornarse un poco tonta, por lo que el niño suspiró y lo dejó estar.

    —En fin, no voy a discutir por una tontería tan grande. —le respondió con tranquilidad mientras salía de la cueva en dirección a la playa pasando de la hermana de Lem por completo.

    —Quizás sea una tontería, pero por lo menos no es tan tonta como tú. —bufó Clem, dándole la espalda algo borde, sin percatarse de que eso fue más que suficiente para frenar la caminata de Max y hacerlo retroceder para volver donde ella muy molesto.

    — ¿Qué me has dicho? —la mirada del joven Balance parecía echar chispas, pero la de Clem no se quedaba atrás.

    La niña dio la vuelta de nuevo y le miró con una sonrisa desafiante.

    —Tonto, aunque debería de añadir también cobarde, ya que ni siquiera pudiste encarar a unos cuantos pajaritos. —bromeó la niña, divertida.

    — ¡Se acabó! —gritó Max y se abalanzó contra Clem, empezando a rodar los dos por la arena mientras se peleaban.


    En ese instante una joven de pelo largo y morado aterrizó en la playa cerca de los niños junto a su fiel Dragonite y bajó del lomo del pokémon dragón con un enérgico salto.

    —Bueno, al fin llegamos, tengo unas ganas enormes de ver todo esto. —se dijo a sí misma en voz alta y su pokémon asintió.

    — ¡Dragooo! —exclamó Dragonair, apoyando el entusiasmo de su entrenadora.


    La chica, llamada Iris, contempló la playa. Estaba muy tranquila, casi desértica a estas horas del mediodía, y el Sol pegaba fuerte. El mar estaba en calma, relajando así a entrenadora y pokémon. Estos decidieron irse a comer ya que les rugía el estómago, y comenzaron a correr por la playa. De repente Iris se percató de una “mini pelea” entre dos niños pequeños enfrente de ella y decidió intervenir.


    — ¡Alto, parad! Os vais a hacer daño. —intentó relajar la situación la entrenadora de pokémon tipo dragón acercándose a ellos y separándolos al instante. — ¿Qué ha pasado?

    — ¡Empezó él al destruirnos nuestro castillo de arena! —exclamó Clem con el pequeño apoyo de Dedenne, quien se encontraba ahora de nuevo en su bolso amarillo.

    — ¿¡Qué!? ¡Ya te dije que no fue a propósito! Creo que te falta un audífono niña. —rio por esto último Max.

    — ¡Serás…! —la rubia intentó abalanzarse de nuevo contra el chico pero Iris la detuvo.

    — ¡Quieta, tranquilizaos! La pelea no resuelve nada, ¿entendido?


    Los niños suspiraron y asintieron con un largo “Si” para darse la espalda el uno al otro. La muchacha suspiró y tras hablar con ellos un rato para hacerlos reflexionar se despidió de ellos y junto con Dragonair se marcharon de allí, dejándolos otra vez solos. Clem miró de reojo a Max y dio la vuelta para marcharse pero notó que la tomaban de la mano y miró al joven Balance con el ceño fruncido.

    — ¿Pero qué haces? —la niña fue callada al escuchar a Max hablarle.

    —Tan solo quería pedirte disculpas por esto. —sonrió y a la rubia se le tiñeron las mejillas de un rosa claro. —Y por cierto, yo soy Max.

    —Yo soy Clem y perdón por haberme comportado así también…—dijo bajando la mirada al suelo y soltándole la mano.

    —No importa, haremos como que nunca pasó, ¿vale? —El niño de gafas le dirigió una mirada inocente a la hermana menor de Lem y ésta asintió con una sonrisa.

    —Aunque sigo pensando de que eres tonto y cobarde. —se burló la niña en son de broma y echó a correr al campamento entre risas mientras se despedía con la mano.

    — ¡Y tú sigues necesitando usar audífonos! —gritó antes de que se marchara y recogió su mochila del suelo para quedarse mirando cómo se iba la chica con el ceño fruncido. —Ya me las pagarás…


    Tras decir esto comenzó a pasear hacia la zona verde donde se encontraban el área de cabañas, ya que dijeron que darían una reunión allí en breve por lo que se marchó del lugar.



    Una gran masa de entrenadores y coordinadores pokémon… pero que digo, todos los apuntados al campamento o por lo menos la gran mayoría se encontraban en el área en el que se estableció que darían el discurso de bienvenida los directores del campamento. Esperaban impacientes a que en algún momento comenzaba la pesada charla que siempre daban al inicio de un curso, en el que les explicaban todo con pelos y señales, y perdían un tiempo valioso que podrían estar utilizando en nadar en la playa, explorar el lugar por completo o pasarla bien por ahí. Cada uno se juntaba con algún grupito de personas y se ponían a charlar para matar el tiempo, y empezaban a quejarse de la espera y porque al ser ya las dos de la tarde, empezaban a tener hambre, en especial nuestro protagonista de cabellos azabaches, que se encontraba algo nervioso mirando a todos lados a través de la masa de gente.


    ¿Dónde se habrán metido los demás? No los veo por ninguna parte y empiezo a tener mucha hambre. —se preguntaba en sus adentros y quejaba a la vez el entrenador de pueblo Paleta, sentado en una roca sin alejarse del resto de personas, mientras se llevaba una mano a la frente, y soltaba un leve gemido.


    Tenía la frente vendada, ya que cuando sucedió lo del bosque, se chocó y dio en ésta, y aún le dolía un poco. En ese instante pareció que todos callaban y Ash asomó la cabeza para ver a Watson y Handsome subir al escenario montado especialmente para cosas así y calló igual. Quería saber más sobre este extraño lugar, que según había oído apareció de la nada hace unos meses. El mayor de los hombres carraspeó y se aclaró la voz para comenzar a hablar.


    —Buenos días campistas y bienvenidos al campamento pokémon de la isla Beelze. Es todo un honor que entrenadores y coordinadores tan experimentados, sin olvidar a los líderes de gimnasio, hayan podido estar aquí hoy con nosotros y les aseguro de que no se arrepentirán de haber venido. Aquí lo pasaréis en grande. —un gran aplauso por parte de todos envolvió la zona y cuando callaron, el líder de gimnasio continuó. —Se preguntarán muchas cosas sobre la isla, lo sé. Es muy misteriosa, de seguro sabréis que fue descubierta hace muy poco, y para hacer mucho más divertido el campamento decidimos hacerlo aquí. Podréis explorar la isla tanto como queráis y descubrir todo lo que deseéis saber, pero solo con una condición; nunca, y digo nunca paséis al camino que se encuentra al final del extenso bosque, es la única regla que os impongo y espero que se cumpla. Todo esto es por seguridad.


    El grupo empezó a cuchichear sobre el asunto muy sorprendidos, nadie esperaba ninguna prohibición de ese tipo. De repente alguien alzó la voz, ganándose la mirada de muchos curiosos. Era una joven de cabellos largos y oscuros y con una mirada fría y penetrante, quien tenía a su lado un Alakazam, y que Ash reconoció al instante sin dar crédito a lo que veía.


    — ¿Y por qué tanta seguridad? ¿Hay algo de lo que debamos temer, Watson? —comentó con curiosidad la chica, líder del gimnasio de Ciudad Azafrán, mirándolo de brazos cruzados.

    —En ningún momento dije nada de algún peligro, tan solo es por seguridad, esa zona está más alejada del campamento y es la única que no hemos explorado del todo, por lo que no queremos dejar a niños sueltos por allí. —espetó el anciano con el ceño fruncido.


    Ahora otra persona más se unió al debate, esta vez un joven alto de cabellos rojizos y en punta, Lance, líder del gimnasio de Ciudad


    —Se te escapa que aquí no todos somos niños, además, como bien has dicho antes, todos fuimos elegidos por ser entrenadores, coordinadores y líderes de gimnasio experimentados, no tendríamos peligro alguno con nuestros pokémon al lado. Sabemos defendernos solitos. —dijo de forma seca, al notar de que algo ocultaban los directores, al ver como se contradecía Watson.

    —No seas tan orgulloso Lance, no eres invencible, ¿y si hay pokémon peligrosos por allí, o algunos nunca vistos? Como sabemos, ésta isla apareció sola, y hay varias legendas que se ciernen en islas aparecidas de la nada. Quizás esta sea una de ellas. —argumentó Handsome en defensa del líder de tipo eléctrico.


    Ash escuchaba todo atentamente, ¿legendas sobre islas aparecidas de la nada? En ese momento escuchó voces conocidas y vio a Aura y Serena acercarse a donde él mientras charlaban. Al llegar a su lado se alegraron de ver al joven Ketchum ya mejor pero éste las silenció para que escucharan la conversación, la cual era importante. Empezaba a pensar que quizás los líderes de gimnasio tuvieran razón en este debate, y que aquí había algo interesante. No pudo evitar que le entraran unas ganas enormes de comprobar si era verdad, pero la prohibición de Watson se lo ponía difícil. Serena y Aura miraron el debate con extrañeza, pero decidieron guardar silencio de todas maneras.


    —Vuestras respuestas solo dan a entender de que nos ocultan algo a todos, y si es así y estoy en lo cierto, ¿qué hay tan importante aquí para que nos lo oculten? —esta vez el que habló fue Gary Oak, quien había escuchado todo y sospechaba al igual que los demás.


    De repente, alguien chilló, ganándose la atención del grupo, se trataba de Harley. Aura con una gota de sudor en la cabeza se llevó una mano a la cara y suspiró con vergüenza ajena.


    Ya empezamos…—pensó la castaña con exasperación y dirigió la mirada al chico de pelos morados.

    — ¡Eso significa que aquí hay algo muy malo! ¡Nos han engañado! ¡Tan solo somos ratas de laboratorio para quien sabe que experimento secreto! ¡De seguro vamos a morir! —dramatizó Harley atacado de los nervios pero gracias a Dios lo interrumpieron.

    —Deja de decir estupideces Harley y céntrate. —concluyó Drew la interrupción del coordinador de cabellos morados. —No digo que no quepa la posibilidad de que tengas algo de razón, pero si aún no sabemos si estamos en lo cierto o tan solo es imaginación nuestra mejor no hables.


    Harley lo miró con mala cara y gruñó por lo bajo para después mirar a otro lado con orgullo. Ya arreglaría cuentas con él más tarde. Maya y Pikachu ingresaron entre la masa de gente y encontraron a los chicos a un lado de los demás. Pikachu se lanzó con alegría a los brazos del entrenador y este correspondió el abrazo con una sonrisa mientras la joven peli azul se acercaba a las chicas.


    — ¿Alguien puede explicarme que está ocurriendo? —susurró la coordinadora de Sinnoh y Aura se acercó a su oído para explicárselo todo. — ¿Cómo que quizás nos estén ocultando algo?

    —Tan solo son posibilidades, chica. Como ya dijeron antes, podemos estar equivocándonos por completo... o no. —le respondió esta vez Koga, sin siquiera dirigirle una mirada a la coordinadora.


    Maya asintió levemente y se colocó junto a Serena y Aura, mientras Ash seguía sobre la roca, con la mirada perdida hacia el horizonte.


    ¿Tendrá algo que ver mi sueño en todo esto…? —pensó para sus adentros y de un momento a otro le pareció ver un destello rojo tras el bosque, pero el ratón eléctrico le sacó de su ensimismamiento mientras lo miraba preocupado.

    — ¿Pika pi? —preguntó Pikachu si estaba todo bien, mientras lo miraba fijamente.

    —Tranquilo Pikachu no es nada. —sonrió el entrenador de las “z” en las mejillas y le acarició la cabeza a lo que el pokémon sonrió igual y se le subió al hombro.


    En un momento, Watson cogió su silbato para llamar la atención de todos de nuevo, la situación empezaba a descontrolarse, y Handsome empezaba a pensar que los entrenadores eran demasiado inteligentes…


    —No estamos ocultando nada, repito, solo cumplimos normas de seguridad. Y se acabó la discusión, no quiero más tonterías. —concluyó Watson ya empezando a estar acorralado y decidió pasar a otro tema antes de finalizar la charla. —En el tablón de anuncios que hemos colgado allí están las listas con las cabañas asignadas, que de seguro ya habrán visto la mayoría. Aparte también están los nombres de las diferentes estancias y rutas que podrán seguir cuando quieran. El comedor principal se encuentras tras la enfermería, diríjanse allí, la comida ya está servida. —dicho esto, bajó del escenario junto a Handsome y se marcharon del lugar ante la mirada no muy convencida de los demás.


    —En fin, ese viejo loco oculta algo, sin olvidar que el detective parecía bastante sospechosos ante todo esto, y no voy a descansar hasta averiguar que está ocurriendo aquí... —sentenció Sabrina, y se marchó junto a su pokémon hasta desaparecer de la vista de los demás.

    —Yo no me fio de ese tipo, me da mal rollito, jujuju. —rio Harley intentando no aparentar lo asustado que estaba en realidad. —Bueno corazones, me voy yendo ya al comedor, adiositoo.


    Serena miró al chico irse totalmente extrañada, y Aura al ver su cara rio y le puso una mano en su hombro.


    —Tranquila, ese es Harley, está muy mal de la cabeza, pero no te hará nada si antes no le provocas. —le explicó haciendo que la rubia riera con ella y Maya al escuchar eso no dudo en unirse a las otras.


    Poco a poco el resto de personas reunidas se fueron dispersando para dirigirse al comedor, mientras otros volvían a sus cabañas. Misty se acercó junto con Brock y Millo, quienes ya se conocían y saludaron a los demás al acercarse, mientras que la pelirroja fue directa al grano.


    —Creo que se pasan de melodramáticos, quizás no haya nada y todos se estén imaginando cosas. —espetó mientras miraba como la zona se había quedado totalmente vacía. —Además, esta isla no parece ser tan insegura, tan solo fue un temblor el de hace rato, podría haber pasado en cualquier otro sitio.

    —Bueno, puede que tengas razón, pero yo tampoco me quito de la cabeza la posibilidad de que algo esté pasando, tengo un mal presentimiento. —Aura se mordió el labio tras haber dicho eso, todo se estaba volviendo más y más raro a cada momento que pasaba. Dirigió una mirada de curiosidad hacia el azabache y preguntó. — ¿Tú que piensas al respecto?


    Ash las miró con seriedad y se dispuso a decir lo que pensaba de una vez.


    —Pues, creo que…—no pudo terminar la frase, pues su estómago rugió de sobremanera y cambió de tema de momento. — ¡Tengo un hambre descomunal! Me voy al comedor, venid conmigo si queréis. —dicho esto echó a correr hacia el susodicho lugar con Pikachu igual de hambriento.

    El resto se encogió de hombros y optaron por seguirlos, ya era la hora de comer y necesitaban recuperar energías.



    La hora de la comida había llegado al fin. Ash y Pikachu se acercaron al buffet libre con mucha rapidez y arrasaron con los platos para llevárselos a la mesa y empezar a comer como los glotones que eran. Las chicas tomaron asiento en a la misma mesa, que era bastante larga, y comenzaron a comer sus platos mientras hablaban. Millo se sentó junto a Ash y estos se saludaron con un apretón de manos, ya que antes no pudieron re—encontrase debidamente.


    —Qué bueno verte de nuevo amigo, ¿cómo te fue todo? —preguntó con una sonrisa el sibarita pokémon mientras probaba la comida de su plato.

    —Muy bien, después de separarnos nos fuimos a la región de Kalos y allí conseguí todas las medallas y participé en su liga. —respondió sin detenerse de comer a la par que su pokémon.

    —Me alegra que siguieras entrenando y…—Millo no pudo acabar de hablar, pues Borgoña se le apareció por detrás y se sentó a su lado dejando caer con fuerza la bandeja de comida en la mesa, para llamar su atención, y se sentó de mala gana.

    —Volvemos a encontrarnos estúpido sibarita de rango A. —gruñó ésta al acabar de sentarse y lo miró con orgullo. —Que sepas que yo ya soy una sibarita de rango C, ¡y que pronto llegaré a superarte! ¡Y así dejarás de avergonzarme delante de todos y la que te avergüence seré yo mon amie! Muajajaja.

    —Eh…me parece bien Borgoña jeje…—dijo rascándose la nuca algo incómodo porque todo el mundo se les quedó mirando. —Cuando seas más fuerte no dudes en enfrentarte a mí, será un combate digno de cinco estrellas.

    —¡¡Aaaarg!! ¡Tú y tus estúpidas metáforas! ¡Deja de hablar así!—volvió a gritar la chica y el joven peli verde no pudo si no soltar una pequeña risilla más incómodo aún, tratando de disimular, pero sin éxito.


    El azabache ignoraba esta conversación, lo único importante para él ahora mismo era su comida. Pasando al trío de chicas, quienes charlaban amistosamente. Serena les contaba cómo era la región de la que procedía, mientras Maya y Aura contaban cómo eran las suyas, y los viajes que hicieron por los demás lugares. Muchísimas caras conocidas se encontraban allí, creando un ambiente agradable, todos estaban muy a gusto en el lugar. En ese momento un dúo de niños entró al comedor entre gritos y riñas. Se trataba de Max y Clem, quienes discutían por quien se quedaría con el último helado de fresa. Corrieron por el espacioso lugar y se acercaron dándose empujones por el trayecto al refrigerador donde quedaba el último envase del helado. En eso apareció Lem, intentando que dejaran la pelea colocándose en medio de los dos.


    —Oigan, ¿no pueden estar tranquilos un rato? Compartid el helado entre los dos y ya. —intentó convencerlos el líder de gimnasio de Ciudad Luminalia, pero fue ignorado por los niños.

    — ¡Ni lo sueñes! ¡Yo con éste no comparto nada! —exclamó la niña cruzándose de brazos, y su hermano la miró con mala cara.

    —Clem, compórtate, ¿acabas de hacer un nuevo amigo y lo tratas así?

    — ¿¡Yo amiga de él!? ¡Já! Ni en sueños hermanito. —se burló Clem sacándole la lengua al joven Balance y el niño hizo lo mismo.

    — ¿Qué te crees, que pienso diferente? Yo no sería tu amigo en la vida. —gruñó Max, pero quiso que la tierra lo tragase al ver llegar a su hermana donde él.

    — ¿Max? ¿¡Qué estás haciendo aquí!? —le preguntó la castaña, tras haberse levantado de su sitio y acercarse al niño, pues lo vio desde lejos temiéndose que fuera él y empezó a armar más escándalo ante todos. — ¡Deberías estar en casa!

    — ¡Papá y mamá me dejaron venir, Aura! —se excusó el menor pero eso enfureció más a la chica.


    Una voz se oyó al fondo, intentando que hubiera un poco más de silencio en el lugar.


    — ¿Podrían discutir en otro sitio? Tratamos de comer en paz. —pidió Iris con un poco de dolor de cabeza, ya que aparte de ese griterío Georgia no dejaba de molestarla con sus discusiones tontas.

    —Jé, la novata domadora de dragones quiere silencio para poder pensar mejor en lo mala entrenadora que es. —rio la joven de cabellos rosados mirándola con egocentrismo.

    —Qué cría eres Georgia…—suspiró la entrenadora de Teselia volviendo a su plato. —Por cierto, será mejor que no sigas comiendo, vas a engordar de sobremanera. —rio a carcajadas.

    — ¿Engordar yo? Já, eso no te lo crees ni tú niña pelos. —se burló la chica de ojos azules mirándola de reojo.


    Aquello enfureció levemente a Iris, pero se contuvo y tan solo se limitó a hacer un gesto de elegancia con su cabello. Luke, quien se encontraba en frente de las rivales, grababa todo con su cámara mientras que Zorua se colocaba con Iris y se burlaba de Georgia.


    —Lo sé, sé que no puedes evitar tener celos de mi sofisticado peinado, lástima de que el tuyo sea tan cutre. ¿Verdad Zorua? —rieron las dos y la retadragones las miró con furia.

    — ¿Sofisticado peinado? ¡Tú ni siquiera te has peinado! ¡Si hasta el peinado de un Exeggutor es más sofisticado que el tuyo!

    — ¡Se acabó! —la chica de largos cabellos morados se subió a la mesa y tomó un pudin que encontró para aplastárselo en toda la cara a Georgia, provocando que se levantara instantáneamente de la silla, impresionada por lo que había hecho su rival.

    —Con que esas tenemos, ¿eh? —habló una vez se recuperó de la impresión y tomó unos espaguetis para lanzárselos a la cara igual, manchándola de tomate por todas partes.


    Todos se quedaron por unos instantes en silencio, mirando la pequeña escena que se había montado, pero desgraciadamente sabían que aquello iría a peor.


    — ¡Guerra de comida! —chilló Bell subiéndose a una silla entre risas y lanzando su comida a quien sabe dónde.


    De un momento a otro todos los allí presentes empezaron a lanzarse los productos alimenticios sin olvidar las bebidas, armándose un enorme escándalo en el comedor. Sin dudarlo dos veces, Clem y Max se unieron a la lucha y empezaron a lanzarse comida entre ellos, pringándose de pies a cabeza, pero no pudieron evitar reír por lo divertidos que se veían todos. Aura volvió donde las chicas esquivando las “comidas voladoras” y se escondió debajo de la mesa para no ser manchada, al igual que sus amigas, pero Harley, como siempre, vino a molestar a la castaña y le lanzó su bebida en todo el pelo. Ésta salió rauda de la mesa y le lanzó lo primero que encontró seguidas de las otras dos. Los únicos que no se inmutaban eran Ash y Pikachu, quienes no paraban de comer, y ni tan siquiera se dieron cuenta de lo que ocurría. Los líderes de gimnasio no pudieron aguantar sin mancharse y se unieron igual. Mananti el destructor cogió a Destra entre risotadas y le lanzó su sopa, la cual estaba un poco fría, haciéndola sobresaltarse. Gardenia se unió al dúo y poco a poco los demás también mientras Blanca y Yakón le tiraron a LT Surge unas gachas toralmente asquerosas a la cabeza. Acabaron dejando el lugar hecho una pocilga y se armó un caos total, y para que todo fuera peor, en ese instante Handsome y Watson entraron al lugar, extrañados por escuchar tanto escándalo y se sobresaltaron al ver la escena. El mayor llevó su mano de nuevo al silbato y pitó, dejando en silencio a todos los presentes, quienes ahora se temían lo que iba a venírseles.


    — ¿¡Se puede saber qué es todo esto!? —gritó Watson sumamente enojado mientras los miraba a todos, llenos de comida por todos sitios. — ¿¡No decían ser lo suficientemente mayorcitos para saberse proteger solos en la isla, y ahora arman una guerra de comida como niños de 5 años!?

    —Esperábamos más de ustedes, este campamento es para divertirse y entrenar, sí, pero todo tiene un límite. —dijo el detective pokémon de brazos cruzados.

    — ¡Oh vamos! No sean así, por unos instantes volví a sentirme un niño gracias a ésta guerra, y hacía tanto que no me divertía así. —rio Mananti mientras se acercaba al anciano y le daba una palmada en la espalda.

    — ¡Déjate de tonterías Mananti! ¿No viste el desorden que habéis montado nada más llegar? Y encima es el primer día. —suspiró rendido Handsome a la vez que Watson le apoyaba y volvió a dirigirse a todos. —Recojan todo este desorden, hoy no habrá ninguna actividad gracias a esto, espero que estén satisfechos. —concluyó y se marcharon del lugar con paso firme.


    El resto se dirigieron miradas de pereza y al no ver más remedio comenzaron a recoger todo, mientras, Pikachu y Ash acababan su último plato y respiraban hondo al sentirse ya satisfechos. Miraron extrañados el desorden y una pregunta salió de la boca del entrenador de Pueblo Paleta.


    — ¿Qué ha pasado aquí?


    El Sol ya se había ocultado en el horizonte dejando pasar a la noche, una noche cálida con una suave brisa refrescante proveniente del mar que rodeaba la isla en la que nos situamos. Varios Wingull y Peliper volaban sobre la playa, ya dispuestos a buscar un lugar donde pasar la noche y los pokémon marinos se empezaban a ocultar en el mar. El oleaje ejercía de banda sonora para los que se encontraban en la isla y la zona del campamento empezaba a estar un poco más tranquila ya que el alboroto de la tarde cesó por completo. Un par de entrenadores paseaban por el lugar mientras miraban de reojo a Watson, quien se encargaba en esos instantes de encender las antorchas que alumbraban mejor Isla Beelze, y la realzaban por completo. El líder de gimnasio se estiró tocándose la espalda, el trabajo de director del campamento empezaba a pasarle factura, suficiente había tenido con la guerra de comida ahora para encargarse de encender tantísimas antorchas. Se podían ver ya la mayoría de las cabañas con sus luces encendidas, todas ellas tenían una lámpara incandescente respectivamente, por lo que la iluminación del lugar no era un problema en absoluto. Había poco movimiento por la zona ya que casi todos se encontraban en sus respectivas cabañas, agotados de limpiar todo el comedor. Se habían distribuido en 22 cabañas, cada una ocupada por un máximo de 4 personas, dos literas por cada una. Ahora nos dirigimos a la cabaña número 5, en ella se encontraban Aura, Maya y Serena, que habían conseguido que les tocara juntas gracias al destino —y por pedírselo 5.000 veces a Watson persiguiéndolo a todos lados hasta que aceptara—. La castaña se instalaba en su parte, colocó su maleta debajo de la cama que le había tocado y ordenó el armario dejando allí su ropa, mientras las otras dos chicas se encontraban tiradas en sus camas.


    —Buff, estoy que no puedo más, los directores han sido muy duros con el castigo…—suspiró Maya mientras estiraba los brazos.

    —Al menos ya se acabó todo. —dijo Serena intentando pensar positivamente. — ¿Qué os parece si vamos a la playa? Ahora se estará muy bien allí.

    — ¡Claro, vamos! ¿Vienes Aura?—preguntó la peli azul poniéndose en pie.


    Ésta negó con la cabeza y siguió ordenando su parte. Aún seguía muy molesta con el tema de su hermano.


    —Id vosotras, ya si eso iré más tarde.

    —Como quieras…—respondió la coordinadora de Sinnoh encogiéndose de hombros y las dos chicas abandonaron la cabaña dejándola sola.


    Cuando Maya y Aura salieron a fuera contemplaron el ambiente nocturno que había envuelto la isla y la aparición de las antorchas, un toque que les gustó mucho. Caminaron sin demora hacia su destino principal: la playa, la cual no debía de encontrarse muy lejos. Mientras paseaban las chicas entablaban una conversación muy amena con un par de carcajadas incluidas. Empezaban a caerse muy bien la una a la otra. De un momento a otro lograron ver la figura de un joven de cabellera verde caminar no muy lejos de ellas con las manos en los bolsillos de su pantalón y Maya al conocerlo un poco por las veces en la que estuvo con Aura, le saludó con la mano, mientras la rubia sonreía a modo de saludo también. Este decidió acercarse a paso tranquilo a las chicas y una vez estuvo frente a ellas les habló.


    — ¿No oyeron lo de la reunión en la playa? Todos nos reuniremos allí para un anuncio del director, nos quiere decir algo sobre una actividad. Deberían de ir para allá. —les avisó el chico.

    — ¿Una reunión en la playa? Entonces vamos para allá. —respondió Serena muy animada y Maya asintió ante la propuesta.

    —Claro, vamos Drew vente con nosotras. —le pidió para que el chico no se quedara solo.


    El coordinador de Hoenn asintió de forma seria y las siguió rumbo a la playa. ¿Qué actividad estará tramando Watson? ¿No dijo que no habría nada que hacer en todo el día a modo de castigo? Qué extraño…


    Por otra parte, en la cabaña de Aura, esta se encontraba tratando de encontrar un par de perchas más para colgar su ropa en el armario, pero no encontraba ninguna por ningún sitio. Se podían oír pasos dirigirse hacia esa misma cabaña, y detenerse justo en la puerta. Un joven de cabellos azabaches entraba sigilosamente en el lugar, mientras intentaba hacer el menor ruido posible para intentar asustar a su amiga. Pikachu esperaba detrás de una ventana camuflándose en la noche mientras sonreía divertido ante la broma de su entrenador. Poco a poco se iba aproximando a la castaña, que se encontraba en esos instantes de espaldas a él, cerrando el armario tras su fracasada búsqueda de un par de perchas. Ash colocó sus manos en los ojos de la chica, de modo de que no pudiera moverse estando el detrás y Aura se sorprendió.


    — ¿¡Quién eres!? ¡Suéltame!—gritó asustada la chica intentando zafarse del agarre como podía en vano.


    El chico rio, y Aura se estremeció levemente al reconocer aquella risa, era la de su mejor amigo. Dejó de moverse y sonrió.


    — ¿Ash?—respondió finalmente ya calmada. — ¿Sabes? La bromita no ha tenido ninguna gracia.

    —Que sosa eres…—respondió el entrenador de pueblo Paleta soltándola y mirándola con desgano. —No se te puede hacer nada.

    —Tú lo que querías es que me diera un infarto por el susto ¿no? Que malo eres…—dijo fingiendo una cara triste mirando el suelo.

    —Nah, yo no te haría eso, tranquila. —le respondió acercándose a ella entre pequeñas risas para intentar abrazarla por mero capricho.

    —No te creo, anda déjame. —sonrió burlona la castaña alejándose cuando Ash se acercaba a ella, y alejándose hasta la otra punta de la cabaña.

    — ¿No me crees? Como si no me conocieras. —sonrió el chico divertido y empezó a perseguirla sin correr mucho hacia donde se encontraba ella.


    La coordinadora de Hoenn no iba a dejarse coger tan fácilmente por lo que se alejó con un movimiento rápido del azabache entre risas. Colocó una silla entre ella y el chico para ganar tiempo y corrió hacia el otro lado. Ash separó enseguida el obstáculo de su camino y corrió hasta darle alcance a su amiga. La agarró del brazo jugando y esta se sacudió de su agarre para echarse hacia atrás, pero sintió la pared tras de sí. Estaba acorralada al parecer. Ash se cruzó de brazos mirándola con orgullo por haber ganado al “pilla-pilla” y le tocó la frente con un dedo.


    —Te pillé. —sonrió mirándola.

    — ¿A si? No bajes la guardia Ash Ketchum. —le miró maliciosamente la joven castaña y con un leve golpe con el codo en el pecho de su amigo lo tiró hacia detrás aprovechando que había una cama allí y que no se haría daño.


    Pero Aura no contó con algo. Ash por acto reflejo intentó agarrarse a cualquier sitio para no caer y acabó agarrando a su amiga por la cintura, intentando no perder el equilibrio, pero solo consiguió llevársela con él. El entrenador de gorra roja calló el primero a la cama cerrando los ojos por la caída y agarraba a la joven aún por la cintura, quien abrió los ojos como platos al momento en el que lo hizo Aura al verse en aquella situación. Estaban los dos muy juntos, uno encima del otro, y sentían sus mejillas arder cada vez más. Una rara sensación les invadía, no podían apartar sus ojos de los del otro. De repente la puerta del lugar se abrió y apareció Pikachu, quien corría para avisar a su entrenador que muchos entrenadores se dirigían a la playa, claro está que se lo dijo en su idioma particular. Los chicos se separaron rápidamente muy nerviosos y el azabache se levantó con rapidez mientras se acercaba a su pequeño amigo.


    — ¿Una reunión en la playa? O-okay, ahora vamos. —le respondió al ratón eléctrico mientras miraba de nuevo a Aura, sintiendo aún su corazón a cien por hora desconociendo el motivo.


    La chica miró a otro lado levemente sonrojada aún por lo que había pasado y asintió ante la propuesta, levantándose de la cama en la cual se había quedado sentada y siguió a Ash y Pikachu cerrando la puerta de su cabaña la última y lanzando un suspiro hasta lograr calmarse. Era la primera vez que se había sentido así estando con su mejor amigo, pero…le gustó.


    —Vamos chicos. —sonrió levemente la chica de ojos azules colocándose al lado de Ash y comenzando a caminar al lugar mientras el chico asentía sonriendo tratando de olvidar lo ocurrido y tomando a su pequeño amigo en brazos. Este los miraba curioso pero decido dejarlo pasar y los tres se marcharon rumbo a la playa.


    Un gran barullo se escuchaba en el lugar de reunión del campamento. Eran las 11:00 pm y todos ya cenaron, todos tenían fuerzas suficientes para aguantar lo que fuera que les propusiera su director, y no podían evitar algunos sentirse con ganas de empezar ya. La playa era bastante amplia y tenían la suerte de que el oleaje era muy suave y no provocaba un ruido molesto de fondo. La arena era blanquecina y suave, no tenía muchas piedras y caminar por ella relajaba a cualquiera. Maya, Serena y Drew llegaron al lugar sin demorarse mucho en el camino, y notaron a lo lejos como Brock les alzaba la mano para que fueran con ellos. Un pequeño grupo de entrenadores conocidos les esperaba mientras charlaban animadamente. Misty saludó a los recién llegados junto con Iris y Millo, a quienes la pelirroja acababa de conocer, y estos le devolvieron el saludo nada más estar frente a ellos.


    —Oigan, ¿saben algo al respecto de esta reunión de improviso? —preguntó la joven de larga cabellera tras presentarse ante las chicas.

    —Pues no la verdad, acabamos de ser informadas ahora. ¿Llevan mucho tiempo aquí? —respondió con sinceridad Serena mientras se recogía el cabello en una coleta para sentirse más fresca.

    —No mucho, máximo diez minutos, pero aún no llega Watson…—bostezó el doctor podemos tratando de responder la pregunta de la chica.


    Drew estaba un tanto apartado del grupo mientras buscaba con la mirada a una persona en particular, a quien no veía por ningún lado y le preocupaba un poco, aunque por fuera no lo parecía. Maya se acercó al chico curiosa y pasó a preguntar.


    — ¿Buscas a alguien, Drew? —le preguntó al darse cuenta de que miraba a todos lados.

    — ¿Eh? No, a nadie…

    —No te creo. —dijo la peli azul cruzándose de brazos y poniéndose a pensar un segundo. —Estás buscando a Aura ¿no? —le respondió finalmente con una leve sonrisa, estando segura 100%.


    El muchacho miró hacia otro lado haciendo su típico movimiento de flequillo y negó con sequedad.


    — ¿Por qué iba a estar buscando a esa chica? Lo que haga Aura poco me importa. —miró por un segundo a Maya y apartó su mirada de nuevo.

    —No se…pero es lo que me pareció. —se encogió de hombros y miró hacia otro lado, logrando ver las figuras de Ash, Pikachu y Aura a lo lejos, viniendo hacia donde ellos se encontraban. —Y hablando de la reina de Roma…


    La joven de pueblo Hoja Verde se alejó de Drew para correr hacia donde estaban sus amigos, y éste miró como se alejaba mientras fijaba su mirada en el azabache. Frunció el ceño un segundo al ver que llegaba junto a la castaña y acto seguido se marchó hacia otro punto de la playa.

    Aura sonrió al ver acercarse a su amiga y junto a Ash se pasaron a saludarla.


    — ¡Aura, has venido! ¡Qué bien! —exclamó Maya con alegría mientras le daba un rápido abrazo y miraba al entrenador con “z” en sus mejillas. —Anda hola chicos, me alegra que hayáis venido también. Watson nos va a decir algo peor no tenemos ni idea de cuándo llegará.

    — ¿Aún no llegó? Vaya…sí que se retrasa. —se quejó el chico soltando un suspiro.

    —Vamos, no te quejes Ash, ya llegará. —le puso una mano en su hombro la coordinadora de Sinnoh sonriendo.

    —Claro…es cuestión de esperar. —finalizó la frase de su amiga mirando al entrenador con algo de nerviosismo, cosa que le pasó igual a Ash al fijar su mirada en ella.


    Maya, quien notó lo raros que estaban sus amigos, decidió preguntar por si acaso.


    — ¿Os ocurre algo chicos?

    — ¿Qué? No, estamos bien, ¿verdad Ash? —le respondió a la chica la castaña con una sonrisa falsa y dándole un leve codazo al azabache.

    — ¡Claro! Anda, vamos con los demás. —exclamó al sentir la indirecta de la chica y agarró la mano de las dos para echar a correr hacia el grupo de amigos que se encontraban frente a ellos.


    Un cuarto de hora después, y tras recibir las quejas de la mayoría de los entrenadores, apareció el tan esperado director mientras se colocaba en medio de todos. Todos le miraron con re prendimiento por haber tardado tanto en aparecer.


    —Antes de nada, os pido perdón a todos por la demora, pero colocar antorchas por todo el campamento no es una tarea fácil. —se disculpó el líder de gimnasio con una leve risa nerviosa, a la vez que todos reían un poco por saber el motivo de su tardanza. —Bueno, me alegra ver que todos, o al menos casi todos se encuentran aquí. Esta será la primera actividad del campamento y espero que la pasen bien en ella siempre y cuando cumplan con las reglas y no hagan trampa. Se lo que estaréis pensando, de que os dije esta mediodía que hoy no habría actividades, pero al engañaros tuve tiempo de prepararlo todo más tranquilo junto a Handsome. Bien, la actividad será una prueba de valor. Fácil, ¿no?


    El lugar dejó de lado el silencio que se formó mientras escuchaban hablar al director para estallar en cuchicheos. El grupo en el que se encontraban Aura y Ash se dirigieron miradas rápidas de duda y emoción y volvieron a mirar a Watson, quien seguiría con la explicación. Éste carraspeó un momento y siguió hablando.


    —Bien, se dividirán en varios grupos de por lo menos diez integrantes, y cada uno recibirá un mapa y una brújula para no perderse por el camino. Una vez empiece la actividad, la cual será una carrera contra-reloj que comenzará aquí en la playa, deberán cruzar todo el bosque siguiendo varios senderos marcados, permitiendo que cada equipo escoja uno. Deberán llegar a un pequeño templo en ruinas en las profundidades de la isla. Allí, Hadsome os esperará para daros un sello que certificará que llegaron a ese punto y acto seguido deberán volver aquí donde estaré yo con una pequeña bandera roja esperándolos. Es bastante sencillo, las reglas son simples, no vale usar pokémon para hacer daño o ralentizar la carrera de los otros. Ah, y se me olvidaba, cada equipo tendrá también una bengala que deberán usarla solo en caso de que se pierdan por el camino. ¿Está todo claro? —finalizó el anciano mirando a todos sus campistas.


    Una gran oleada de “SI” se escuchó por todo el lugar y Watson dejó diez minutos para que formaran los equipos y que dijeran todas las dudas que tuvieran. Los entrenadores, coordinadores y líderes de gimnasio estaban muy entusiasmados con la idea, sonaba muy interesante y se lo pasarían genial a su parecer. Aura miró a Maya y Serena y se sonrieron, ya tenían en su grupo a tres personas. La castaña miró a Ash algo tímida recordando lo de hace un rato pero suspiró y se acercó a su amigo.


    —Oye Ash, ¿puedes ser parte de nuestro equipo? Aún nos faltan 7 más…—le pidió con una pequeña sonrisa y colocándose un mechón de pelo a un lado de su cara.

    —Claro, seremos los ganadores. —le respondió el azabache con el entusiasmo que lo caracterizaba y sonriéndole simpáticamente mientras alzaba su pulgar en señal de aprobación.


    La joven sonrió más aliviada y lo tomó del brazo inconscientemente para arrastrarlo con las demás integrantes de su grupo. Brock y Millo miraron ir al entrenador de pueblo Paleta a un pequeño grupo que empezaba a formarse y se acercaron a ellos.


    — ¿Podemos unirnos nosotros también? —le preguntó Millo con tranquilidad a las chicas.

    — ¡Pues claro! Cuantos más mejor. —dijo Serena emocionada ante la idea de la actividad más que nadie.

    —Genial gracias, ¿unimos también a Misty y a Iris? —agradeció Brock mientras miraba a las susodichas chicas.


    Los demás asintieron y estas se acercaron sonrientes. El grupo ya tenía 8 integrantes y quedaban cinco minutos para que la actividad comenzara. Aura recordó a Lem y comenzó a buscarlo entre la masa de gente hasta encontrarlo intentando separar a Clem y a su hermano de otra de sus pequeñas peleas. Y era el primer día…


    —Lem, ¿te unes a nuestro grupo? —le ofreció la coordinadora intentando sonreír pero al ver a su hermano la alegría se le esfumó para volver a su enfado.

    —Oh, claro, ¿pero qué hago con estos dos? —aceptó mirándola un tanto confuso.

    — ¡Eso Aura! No nos irás a dejar solos solo por qué estás enfadada conmigo, ¿no? —le reclamó Max mirando a su hermana con el ceño fruncido.

    — ¡Llévanos en vuestro grupo, que yo no quiero estar sola con éste! —exclamó la pequeña rubia abrazando la pierna de la castaña y poniéndola en un compromiso.

    —Bueno…dijo mínimo 10, por lo que no creo que pase nada si somos más…—se resignó Aura mirando de reojo a Max, viendo como hacía una señal de la victoria y miró a Lem. —Vamos con los demás anda.


    Una vez todo el grupo estaba completo empezaron a planear alguna estrategia para que pudieran cooperar con sus pokémon también y encontrar el mejor camino para llegar al templo. Entonces Ash sintió un golpe en su espalda y unas risas, una gran figura se encontraba detrás de este y le había dado una palmada en la espalda amistosamente.


    — ¡Hombre Ash, pero si eres tú! Cuanto tiempo sin verte muchacho, ¿cómo han estado tú y tu pikachu? —exclamó con un voz fuerte un hombre imponente de cabellera rubia y vestido de militar con una banda a modo de cinturón para guardar sus balls ahí. Se trataba de…

    — ¿¡L.T Surge!? —exclamó el azabache girándose bruscamente y viendo al líder de gimnasio que derrotó a su Pikachu la primera vez con un imponente Raichu, pero que consiguieron vencer al final. —Muy bien, me alegro verte por aquí.

    —Lo mismo digo, oye, ¿y si me uno a vuestro grupo? Yo tengo un buen sentido de la orientación, conmigo no os vais a perder ninguno. —comentó orgulloso dándose un golpe en el pecho con una sonrisa arrogante.


    Los chicos miraron a Ash y todos les lanzaron miradas de desaprobación, el hombre les daba un poco de miedo a algunos, imponía un poco a decir verdad. Surge miró al chico de gorra roja fijamente esperando una respuesta y al sentirse tan presionado solo pudo decir una cosa.


    —V-vale…—murmuró finalmente.


    A todos incluido Pikachu les salieron una gota de sudor en la cara y le entraron ganas de pegar a Ash, pero lo dejaron de lado al ver que otra persona más se acercaba al grupo.


    — ¡Abran paso! ¡Abran paso! ¡Abran paso! —exclamó entrando en escena correteando hacia los chicos una hiperactiva Bel y el grupo jurarían haber oído a Ash murmurar un tierra trágame muy, muy bajo antes de ser mandado a volar por otro de sus típicos choques con la chica, y este acabó en el agua. — ¡Ay! ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho Ash! Oye… ¿puedo formar parte de vuestro equipo yo también? Por faaa.

    —Está bien Bel, tú serás la que cierre el grupo. —dijo sin más remedio el empapado entrenador y la chica saltó de alegría.

    — ¡Gracias! ¡Será genial, vamos a ganaaar! —gritó feliz pero en ese momento vio que Clem tenía cogida en brazos a un pequeño pokémon que no había visto nunca, por lo que se acercó rápidamente y lo cogió en sus brazos. —Pero qué lindo es, jamás había visto un pokémon así…que ternurita. —dijo estrujando las mejillas del pokémon eléctrico, lo que provocó que este le lanzara accidentalmente una descarga eléctrica, provocando el grito de Bel y que cayera al suelo chamuscada.

    —Perdón por eso…—se disculpó Clem apenada mientras el pokémon antena volvía con ella.

    —De de…—se disculpó Dedenne.

    —Descuida, estoy bien. —dijo la rubia levantándose sonriente. —Es la primera vez que veo un pokémon como este, es muy bonito.

    — ¿Verdad que sí? —le correspondió la niña la sonrisa felizmente.

    Un pitido por parte de Watson llamó la atención de todos, y los grupos se agruparon dejando ver al director que todo estaba correcto. Había grupos desde 10 integrantes hasta 15, estaba bien así. Aura se dispuso a recoger el mapa, la brújula y la bengala a la mesa en la que se encontraban todas y volvió con los demás a tiempo. Los chicos se colocaron todos mirando expectantes el momento en el que Watson hiciera sonar la bocina, y Max y Clem se miraron nerviosos. Parecía que nunca iba a sonar y cuando uno de ellos iba a decir algo, el momento llegó. Un gran estallido retumbó por todos lados y todos comenzaron a correr por la playa hacia el lugar que indicara el mapa. LT Surge agarró a Ash de la camiseta y echó a correr arrastrando al muchacho y su Pikachu con él ante las miradas de los demás, intentando correr al ritmo de aquel hombre, cosa imposible al parecer. Bel corría dando saltitos y el resto lo hacía normal, todos casi a la misma velocidad.


    — ¡Vamos! ¡A la entrada del bosque! —gritó la castaña mirando el mapa y señalando a lo lejos un cartel con una flecha que señalaba que ese era el inicio del extenso obstáculo que se erguía ante ellos.



    Todos los grupos ya se habían puesto en marcha y muchos de ellos ya se encontraban cruzando la entrada al bosque. Todo iba bien, los miembros de cada equipo cooperaban entre si y supuestamente se llevaban bien…la mayoría.


    — ¿¡Quieres dejar que yo lleve el mapa!? ¡Por tu culpa nos vamos a perder y ese no es el plan! —se escuchaban voceríos de una voz muy familiar.

    — ¡Ni se te ocurra darle el mapa a Harley, Drew! Lo va a arruinar todo. —reclamó Soledad mientras corría sin detenerse mirando de reojo al susodicho coordinador.

    —Oh no, ¿por qué me tendría que haber venido a este grupo? Pourquoi moi?—dijo refunfuñando Borgoña llevándose una mano a la cara.

    —No te quejes tanto y sigue corriendo. —sentenció Georgia corriendo para adelantar a la chica y no tener que escuchar más sus quejas.

    —Si vais a estar todo el rato así paso de seguir con el juego. Así que u os calláis o se acabó. —gruñó el joven Larousse un tanto molesto de que su equipo no dejara de montarla entre ellos.


    El grupo se limitó a obedecer, Drew tenía un buen sentido de la orientación y no sería buena idea que dejara el grupo. Lograron cruzar la entrada al bosque y de repente todo se tornó más oscuro debido a la sombra de los grandes árboles y a la ya entrada noche. Poco a poco ya ni se podían ver entre ellos, cosa que inquietó a una de las personas del equipo.


    —O-oye, ¿alguien tiene alguna linterna por aquí? —murmuró Stefen, digo Stevan, ehm no…, Stephan, si eso. —No veo nada…

    —No nos hacen falta linternas, ¡adelante chicos! —exclamó la líder de gimnasio de pueblo Lavacalda sacando a varios pokémon de su equipo para que con su fuego alumbraran el lugar.


    Una vez todos los pokémon de Flannery salieron a fuera pudieron ver en donde se encontraban. Justo habían llegado al lugar en el que el camino se dividía en varios senderos y debían de escoger uno de ellos para continuar. Trip, quien estuvo todo el rato callado y analizando el sendero por donde iban, dio un paso adelante y miró con detenimiento el desdoble.


    —Vamos por aquí. —dijo de forma seca el entrenador y pasó el primero hacia el sendero de la izquierda.


    Los demás se quedaron mirándolo pero al final decidieron seguirlo. Quizás hubiera acertado y ese fuera el camino más corto…o quizás no. Poco a poco sus sombras se perdieron en la oscuridad del lugar y se adentraron más al bosque, dispuestos a ganar el juego.



    Volviendo con nuestro grupo protagonista, estos ya se dirigían a la ramificación del sendero para elegir por cual ir pero algunos iban más adelantados que otros. LT Surge llevaba al pobre Ash a rastras junto a su fiel Pikachu, quien se sujetaba como podía al hombro del entrenador. Llegaron finalmente al desdoble y por fin el líder de gimnasio de Ciudad Carmín detuvo su carrera soltando al chico de su agarre.


    —Bien, ahora hay que elegir el camino que creamos que puede ser el más corto…mmm, ¿tú que crees muchacho? —preguntó pensativo el hombre mirando a todos lados.

    —N-no l-lo se…—tartamudeo intentando recobrar el aliento el azabache a la vez que el ratón eléctrico. —Supongo que debemos hacerlo a-al azar…

    — ¡Ash! ¿Estás bien? —exclamó Serena llegando al fin donde se encontraba su amigo de la infancia y le puso una mano en el hombro, preocupada.


    Ash levantó la mirada y sonrió a la chica dando a entender que estaba bien. En ese momento se oyeron pasos alrededor de donde se encontraban los chicos y lo primero que pensaron es que serían el resto del grupo, pero al verlos llegar finalmente a donde estaban descartaron esa posibilidad. Serena agarró del brazo a Ash, un tanto asustada a lo que el azabache se puso un poco nervioso pero se colocó delante de ella para protegerla en todo caso. Escucharon los pasos de alguien que se acercaba a toda velocidad y de repente vieron que ese alguien se acercaba sin poder detenerse hacia Serena, pero en el último segundo el azabache agarró a su amiga por los hombros y la apartó del camino mientras él recibía el impacto del choque. Por otro lado Pikachu se puso a salvo saltando a los brazos de Serena evitando así caer, pero ya era demasiado tarde para el entrenador de gorra roja. La joven se agachó preocupada para ver si su amigo se había hecho daño y vio que este calló de espaldas contra el suelo a la vez que la persona culpable del choque.


    — ¡Oye, fíjate por donde vas! —gritó molesto el chico mientras se levantaba del suelo. — ¡Vas a recibir una multa por esto!

    — ¡El que debería recibir una multa eres tú! —regañó Serena al chico a la vez que Pikachu la apoyaba. — ¡No puedes estar corriendo así por todos lados, lastimarás a alguien!

    — ¡Y tú también recibirás dos multas! —exclamó el muchacho más molesto aún. — ¡Una por meterte en donde no te llaman y otra por atreverte a multarme! ¡Y además te voy a dar una tercera multa si no me dices quién eres!

    —Já, a ti no te importa saber mi nombre, bobo. —respondió la chica con una sonrisa burlona.

    — ¿¡Pero quién te crees que eres para hablarme así!? ¿¡Sabes que te acabas de ganar otra multa!? ¡Y ni siquiera me has dicho quien rayos eres! —gritó el joven haciendo una rabieta.


    Serena se limitó a reír por lo bajo por lo absurdo que le parecía aquel chico provocando que éste se enojara y Ash se levantó como pudo para entonces reconocer a la persona que lo había atropellado hacía un momento.


    —Anda, hola Barry, pero si eres tú. Cómo no…—le saludó con una gota de sudor en la cara mientras se colocaba bien la gorra.

    —Ash, amigo, ¡no puede creer que seas tú! —exclamó el rubio emocionado. —Cuanto tiempo sin verte.

    — ¡Pikachu! —sonrió el ratón eléctrico subiéndose al hombro de su entrenador mientras saludaba al chico.

    — ¿Qué ha pasado? Hemos escuchado un golpe. —preguntó preocupado el doctor pokémon acercándose junto a los demás. —Anda Barry, tú por aquí.

    — ¡Hola Brock! Anda, ¿tú también estas aquí Maya? Que bien.

    — ¡Dejaos ya de formalismos y sigamos con la carrera! —exclamó LT. Surge y al momento todos se callaron. —Vamos a quedar los últimos como sigamos aquí parados.

    —Es cierto, Max, Clem, venid aquí vamos. —les avisó Aura mirando hacia atrás como los niños se acercaban.


    Clem y Max se acercaron a los demás mientras miraban el bosque que los rodeaba con algo de miedo. Todo estaba oscuro y no se veían el final de ninguno de los senderos que tenían delante. En eso les pidieron a sus hermanos que sacaran algún pokémon de fuego con la ayuda de todo el resto. Barry recordó que había dejado a su equipo atrás pero justo cuando iba a volver por ellos, Polo, Sabrina, Koga y Conway aparecieron ante los demás, sorprendiendo a varios de los presentes. Maya se escondió detrás de Aura con una gota de sudor en la cara y ésta se encogió de hombros sin entender. Unos cuantos entrenadores más aparecieron allí, Gary, Kenny, Nando, Camila y Cameron. Muchos de ellos saludaron a los entrenadores del otro equipo ya que hacía tiempo que no se veían pero lo hicieron con rapidez, no había tiempo que perder. El equipo al que pertenecía Barry siguió las órdenes de Polo y todos ellos echaron a correr por el camino de la derecha sin más percances, alertando a los demás.


    — ¡Vamos al camino del medio, chicos! —exclamó sin perder la esperanza Ash y empezó a correr de nuevo hacia el susodicho camino.

    —Te sigo, Ash. —sonrió Aura enrollando el mapa y siguiendo al chico junto a los dos pequeños y el resto del grupo.


    El grupo cruzó hacia el sendero del centro y con ansias se encaminaron por la ruta sin separarse demasiado los unos de los otros. El paso era un tanto rocoso y debían de tener cuidado con varias raíces de los árboles más grandes tiradas en el suelo si no querían caer. Serena recordó lo que Ash hizo hace un rato por ella, evitar que Barry la golpeara, y pensó que debía agradecerle por lo que hizo. Aprovechando de que la castaña estaba distraída con su hermano y con Clem, se acercó al chico dejando algo atrás a los demás. Ash se percató de ello y se dio la vuelta para mirarla con una sonrisa. Al menos Surge no lo arrastraba de nuevo por ahí y tenía libertad para caminar y hablar con sus amigos a la vez.


    — ¿Pasa algo Serena? —preguntó el azabache a su amiga con tranquilidad.

    —No, nada. Solo quería ver si estabas bien por el golpe de antes, ¿no te hiciste daño? —le preguntó algo preocupada mientras caminaba a su lado.

    —No tranquila, estoy bien. —sonrió éste llevando sus manos tras la cabeza y Pikachu se subía a su gorra.

    —Menos mal…no sé cómo agradecerte lo que hiciste por mí, Ash. —dijo Serena con una sonrisa.

    — ¿Por evitar que Barry te golpeara? No tiene importancia.

    —Lo sé, pero no tenías por qué recibir el golpe por mí. —le respondió la entrenadora.

    —Sí, lo sé, pero no iba a dejar que nada malo te pasara ya que somos amigos y nos cuidamos el uno al otro. —le explicó el entrenador de pueblo Paleta con una gran sonrisa.

    —Bueno…en eso tienes razón. Aun así lo que hiciste fue muy noble así que, gracias. —agradeció la rubia con un levísimo sonrojo casi inexistente.

    —No hay de qué. —finalizó Ash algo nervioso mientras se rascaba la cabeza. Ambos rieron por lo que pasó.


    Aura escuchó todo ya que se encontraba muy cerca de ellos y sintió una leve punzada en el pecho sin entender el motivo pero no dijo nada, se limitó a caminar mirando el suelo y apretando los puños. Max notó aquel cambio de humor tan raro de su hermana y se acercó a ella preocupado.


    — ¿Te pasa algo, Aura? —le preguntó mientras la miraba fijamente.

    —No…nada…—se limitó a responder sin siquiera mirarlo.


    Al niño esa respuesta no le convenció para nada, aun así se alejó un poco para dejar que se calmara y Clem le preguntó si algo pasaba, a lo que el joven Balance negó la cabeza y siguió caminando como si nada. El pequeño grupo más alejado de ellos estaba formado por el resto del equipo, que corría intentando alcanzar al resto ya que se habían alejado un poco. Iris saltaba de árbol en árbol para ir más rápido, cosa que no le extrañó a Millo pero si al resto. Misty aguantaba el parloteo de L.T Surge, que ahora no la dejaba en paz contándole mil y una historias de cuando iba a la marina pokémon, Brock intentaba frenar la gran carrera de Bel que parecía que se iba a caer de un momento al otro…en fin, cada uno a lo suyo. Lograron llegar a un descampado donde el viento daba de frente y agitaba las copas de los árboles ferozmente. El tiempo se había revuelto nada más llegar ellos allí. Todos mantuvieron el silencio y lograron ver a lo lejos las ruinas en las que los esperaría Handsome, por lo que solo deberían de hacer un esfuerzo más.


    — ¡Ya casi hemos llegado chicos, ánimo! —exclamó Ash entusiasta y todos le siguieron corriendo.

    —Que mezcla de emociones tan buenas sentimos ahora mismo. ¡Todos estamos en completa sincronía!—sonrió Millo con alegría disfrutando de la actividad al cien por cien.

    — ¡Claro que sí, además que vamos muy bien, solo debemos darnos más prisa! —les secundó Misty aumentando la velocidad.

    — ¿Has oído eso, Dedenne? ¡Vamos a ganar! —gritó Clem ilusionada pero el joven Balance le quitó sus esperanzas acercándose donde ella.

    —No te ilusiones mucho, lo más seguro es que varios equipos ya hayan conseguido el sello y estén de vuelta a la playa.

    —No me desilusiones, anda. —infló sus mofletes la pequeña.

    —Jajajaja, los niños de hoy en día con sus absurdas discusiones. Cuando tenía vuestra edad no era tan nenaza. —vociferó Surge entre risas y subió a los niños en cada hombro para que no fueran una carga para el grupo.

    —Woah, ¡más rápido, vamos! —gritó el niño de gafas, divertido.

    — ¡Mira hermanito, soy más rápida que tú! —rio Clem saludando con la mano al líder de gimnasio de ciudad Luminalia al ver que lo dejaron atrás gracias al hombre.

    — ¡No…puedo…seguir...así…! —jadeó Lem casi sin fuerzas.

    — ¡Vamos hermano! ¿Cómo vas a tener esposa si no estás en buena forma como los otros? —rio Clem, con Dedenne afirmando lo que ella decía. Esto hizo que su hermano se cayera al suelo avergonzado.


    A unos cuantos metros de ellos, Hadsome se percató de que aquel grupo estaba llegando al lugar y les dirigió una mirada seria y a la vez tranquila, esperando a que llegaran donde él. Una vez estaban allí, Ash se acercó el primero con entusiasmo y acercó el mapa que le pasó Aura sin mirarle a los ojos, cosa que le extrañó pero que no tomó mucho en cuenta en esos momentos. El detective tomó un sello con forma de pokeball y les selló el mapa como certificado de que llegaron al punto indicado.


    —Bueno chicos, ahora solo os falta volver a la playa, sigan el caminó de allá y llegaran más rápidos. —les aconsejó con una sonrisa el hombre y todos asintieron sonrientes para dirigirse a la senda que les dirigiría al tramo final.



    Una vez el grupo se alejó de la vista del detective pokémon, éste tomó un videomisor que guardaba en uno de sus bolsillos y miró a ambos lados para certificarse de que no había nadie para llamar a Watson.


    —Watson, ¿estás ahí?


    Durante unos segundos pudieron oírse un par de sonidos raros provocados por el aparato mientras se conectaba pero finalmente la imagen del anciano apareció en el videomisor.


    —Sí, ya estoy, ¿alguna novedad? —preguntó mientras miraba a todos lados. La playa estaba completamente vacía a excepción de él.

    —Varios grupos ya han pasado por aquí y se dirigen hacia el último tramo, estate atento por si ves llegar a alguno. —le respondió Handsome de forma seria.

    —Entendido, no te preocupes. —sonrió el vivaracho para después hacer una pequeña pausa en la que su rostro cambió de expresión y volvió a hablar. —No…no ha aparecido… ¿verdad?

    —No. Pero no debemos bajar la guardia. Hoy es la primera luna llena, y va a pasar sí o sí.

    —Lo sé, lo sé…pero no puedo evitar estar preocupado por los chicos.

    —Como bien dijeron en la reunión de hoy, ellos se saben defender solos, y yo me fio de sus palabras. —su voz se oía un poco ronca, empezaban a haber un par de interferencias en el lugar.

    — ¿Handsome? ¿Qué pasa? —a Watson aquello le alertó bastante.

    —No lo sé pero te oigo muy mal. He escuchado ruidos extraños no muy lejos de donde me encuentro, prepárate para el plan A por si es necesario. —le explicó el hombre de la gabardina mirando algo inquieto los matorrales de su derecha.

    — ¿Eh? ¿Ruidos raros? Oye, será mejor que de la señal de que se acabó el juego y vaya para allá, no me parece normal eso.

    —Tú tranquilízate, no me va a pasar nada. —le calmó el hombre con una sonrisa, pero que se esfumó al ver una mancha negra no muy lejos de él. —Watson, he visto algo raro, una sombra negra, voy a comprobar que es.

    — ¡Handsome no me asustes! ¡Sal de ahí, eso no es buena señal! —exclamó el líder de gimnasio ya preocupado de verdad.

    —Algo se acerc...usa la...no hay tiem…wats…—la imagen de Handsome se volvió oscura hasta desaparecer del videomisor por culpa de severas interferencias y al director aquello le asustó.

    — ¡Handsome! ¿¡Me oyes!? ¡¡Handsome!! —gritó pero sin éxito alguno, se había cortado la llamada…


    Varios grupos ya estaban llegando a la recta final, entre ellos el equipo de Drew, el de Polo, el de Aura y el de Yakón. Los tres primeros iban más rápidos y Ash casi no los podía ver en la posición en la que estaban, pero eso no haría que cesaran sus fuerzas y su ánimo. Pikachu le apoyaba mientras corría a su lado y el de Serena, encabezando el grupo de estos. En eso el azabache recordó lo rara que estuvo la castaña hacía un momento y frenó un poco el paso dejando que su pokémon y Serena siguieron los primeros ellos solos. Aura al notar que el chico se acercaba apartó la mirada a otro lado pero éste no dudo en hablarla de todos modos.


    — ¿Estás molesta conmigo? —le preguntó preocupado Ash mientras la miraba fijamente.

    —No lo estoy, por favor déjame. —respondió firme la coordinadora e hizo ademán de apartarse de su lado para seguir sola, pero el muchacho no la dejó.

    —Pues no lo parece, Aura, te conozco y sé cuando estás molesta. ¿Qué te hice?

    —Que no me has hecho nada Ash, pero hazme el favor de dejarme sola un rato. —finalizó la chica mientras miraba al suelo cansada.

    —Pero…—el joven de las “z” en las mejillas suspiró y pensó que lo mejor sería hacerle caso, y volvió con Serena y Pikachu mientras Aura suspiraba resignada.


    De un momento a otro pudieron visualizar unos metros más adelante una pequeña figura, la cual parecía un pokémon y no dudaron en acercarse a ver. Al parecer se trata de un Bronzor que se había extraviado de sus amigos y no sabía dónde estaba. Ash se acercó junto con los demás y pudieron averiguar lo que ocurría con algo de nerviosismo. O seguían la carrera o ayudaban al pobre pokémon.


    — ¿Qué vamos a hacer, Ash? —preguntó Misty mientras miraba al Bronzor el cual estaba muy inquieto.

    —Yo…no sé, no quiero dejarlo aquí y si viene con nosotros podríamos alejarlo más de su grupo. —suspiró el entrenador sin saber qué hacer.

    —Pobrecillo…—se entristeció Clem. — ¿No puedes hacer nada, hermanito?

    — ¿Qué quieres que haga yo? No puedo hablar con los pokémon y lo sabes. —se encogió Lem de hombros.

    —Ya sé, seguid vosotros la carrera y yo llevaré al pokémon a su hogar. —decidió con una sonrisa decidida el azabache mirando a su pokémon, quien asintió no muy convencido.

    —Pero Ash… ¿y si te pierdes? —le preguntó su amiga de la infancia preocupada. —Con toda esta oscuridad sería imposible encontrarte ahora y pasar una noche aquí no es muy seguro.

    —No hay por qué preocuparse. —sonrió Maya mirando a los chicos. —Puede utilizar la bengala para avisarnos por si se pierde.

    — ¡Gran idea, Maya! —le felicitó Max tomando el susodicho objeto y entregándoselo a su amigo. —Suerte Ash.

    —Gracias chicos, dense prisa que ninguno de nosotros queremos perder el juego, ¿verdad? —levantó el pulgar decidido Ash y se alejó junto a los dos pokémon por el lado contrario del sendero.

    —Ash…—murmuró Aura mirando cómo se marchaba no muy segura de todo esto.

    —Vamos Aura, sigamos. —le sonrió Brock y esta se limitó a asentir para seguir al resto hacia el camino marcado.


    El grupo se dividió en dos debido a este cambio, pero ninguno se detuvo y ambos echaron a correr en direcciones opuestas. Ash nada más separarse de su equipo se concentraba en acordarse por donde se habían ido el resto y para no perderse, mientras intentaba comunicarse como pudiera con el pokémon bronce. Pikachu intentaba también hablar con él pero al parecer Bronzor no decía nada, estaba como ido, algo extraño en verdad. Al haberse ido en dirección contraria regresaron al templo de antes, donde vieron a Handsome pero para sorpresa de nuestro entrenador el detective ya no se encontraba allí. Encontró un videomisor destrozado en el suelo, cosa que le preocupó, ¿qué estaba pasando aquí? De repente, Bronzor comenzó a moverse colocándose justo encima de Ash y Pikachu y sus ojos se tornaron rojizos. El azabache cogió a su pokémon en brazos con preocupación y se alejó unos pasos del pokémon por precaución. Podían escuchar sonidos alrededor del descampado, como si fueran beedrils revoloteando pero pudieron comprobar con temor como no se trataba de eso. Una gran oleada de Bronzor apareció de derecha a izquierda, todos se dirigían hacia Ash y empezaron a rodearle levitando a su alrededor. Sin pensarlo os veces dirigió su mano a sus cinturón de balls pero estas no eran capaz de activarse, estaban bloqueadas. Pikachu era su única esperanza para librarse de aquello. Éste intentó lanzar algún ataque pero le era imposible, no era capaz de hacer nada.


    — ¿Qué es esto? —exclamó Ash empezando a asustarse. — ¿No puedes hacer nada, Pikachu?

    —Pika pi—negó con la cabeza e intentaron salir de ahí, pero estaban inmovilizados completamente gracias al revoloteo incansable de aquellos siniestros pokémon.

    — ¡La bengala!—gritó intentando tomarla de su mochila pero no podía moverse. Estaban atrapados.


    Una sombra negra llegaba volando por el cielo en dirección donde ellos estaban, una sombra con ojos rojos que Ash ya había visto una vez...y que esperaba impaciente este momento…


    Continuará…


    Aquí os dejo un par de preguntitas:

    --¿Os gustó el capítulo?
    --¿Cuál fue vuestra parte favorita?
    --¿Que equipo crees que ganará la prueba?
    --¿Averiguaron qué parejita os puse en el cap indirectamente?

    Bueno, aquí vuelvo tras meses y meseS de dejadez pero al fin continué el fic. La verdad, este es el capítulo más largo que hice con diferencia y he quedado muy satisfecha, espero que os haya gustado tanto como yo escribirlo :3
     
    Última edición: 1 Junio 2014
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  18.  
    Kiyumie

    Kiyumie 【 O F F . 】

    Géminis
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    Ta buenisimooo <3 Seguro terminara mejor, sigue asi campeona de fics!!
     
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  19.  
    Reddo MoiRG

    Reddo MoiRG Eyeyeyeye

    Piscis
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    En primer lugar....¡Compatriota!

    Llevo mucho tiempo esperando la continuación XD

    1-Si, mucho :D

    2-La parte en la que Aura cayó encima de Ash XD

    3-Ninguno, habrá un problema, lo presiento...

    4-si, pillina :3

    Lo que voy a decir es spam pero....espero con ansias el proximo
     
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  20.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    Bueno, lo prometido es deuda, así que te vengo a comentar.

    Un cap bastante largo y la verdad me ha gustado como has metido a casi todo el elenco de pokémon al fic, ese Ash parece protagonista de un eroge, no me canso de decirlo hahaha, si quieres saber que es un eroge investiga xD

    Parece ser que hay misterios en esa isla, ya quiero ver qué pasa después y que Ash combata contra los enemigos usando a su mejor equipo pokémon. Te agradezco que hayas metido a Lance, él es mi campeón favorito y de paso, mi personaje de pokémon favorito, espero que hagas una escena MUY BADASS de él usando a sus imponentes dragones para derrotar al mal. Después de todo, nada es más OP que un tipo dragón.

    El romance...
    Te seré sincero, soy un AMOURSHIPPER hasta la muerte, quiero más escenas con Serena <3, adoro a Serena y quiero romanceeeeeeeeeeeeeeeeeee "Hace puchero" me gusta Aura-May, pero la verdad prefiero más a Serena, así que escenas románticas con ellas molarían. AMOURSHIPPING FOR EVAAAAAAAA. Dame apoyo o lloro )=

    Hahaha, responderé tus preguntas.



    --¿Os gustó el capítulo?
    Sí, la verdad me gustó mucho porque hiciste un buen uso del elenco principal, respecto a la gramática y técnicas de ortografía no me meteré, no soy BETA y estaba más entretenido leyendo tu historia que centrándome en esos detalles.

    --¿Cuál fue vuestra parte favorita?
    Todas las interacciones entre Max y Bonnie-Eureka me encantaron, esos dos niños pronto se llevarán mejor, estoy seguro xD.
    Las escenas amourshipping =), todo lo que tenga que ver con Serena me encanta.
    Y bueno, me gustó también la parte final, espero que Pikachu pueda salvar el día.

    --¿Que equipo crees que ganará la prueba?
    El equipo de Lance claro, es el entrenador más poderoso que pusiste en el fic, sería una locura que el más fuerte no ganara xD y sino, ps el de Ash.
    --¿Averiguaron qué parejita os puse en el cap indirectamente?
    Sí, pero yo quiero amourshipping )=
     
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