Drabble de Pokémon - Las cosas cambian

Esta historia la escribí en un lapsus de odiosidad para vengarme de la serie XD y la usare para la actividad del entrenador del mes.


Las cosas cambian


Sonó el timbre de las cinco y quince, Ash lo había esperado con ansías todo el día. Era la hora de salir, no había acabado aún con el trabajo en la oficina así que decidió mandarlo al cuerno. Hoy era noche buena y su madre le esperaría con un gran banquete, no había tiempo que perder.


Afuera nevaba con fuerza, pero eso no impedía que el mar de transeúntes se lanzara furioso contra las tiendas y sus ofertones de temporada. El chico de metro y medio que alguna vez juro convertirse en entrenador, caminaba ahora de traje buscando de vitrina en vitrina los regalos que de costumbre había olvidado comprar con anterioridad.


Mientras miraba algunas baratijas en la calle pensaba en la cara que todos pondrían cuando presentara a su nuevo gran amor. Oh sí, se vengaría de todas esas derrotas amorosas.
Y es que Ash no había perdido el tiempo en estos dieciséis años, para nada. Había dado batalla al igual que en su tiempo, el bueno de Brock. Si, había peleado y había crecido. Aprendió de sus errores ¡Y que errores, dios mío!
Todavía recordaba su primer intento con Misty y aquel beso que no supo dar en el gimnasio de ciudad Celeste. No le dio ni quince segundos para que con baba y todo lo mandara a freír mankey's al monte corona. ¡Que sabía el de besos en aquel entonces!


Tomo una cabeza de Ariados hecha de papel maché que se veía muy realista en la manta de una esquina.

— Si, esto molestara a Misty en la cena. Sera el regalo perfecto.—susurró para sí malicioso.—¿Cuanto por él? — se dirigió a la anciana vendedora.
— Lo que quiera darme usted señor, cualquier ofrenda es bien recibida.—respondió con voz quebrada.


Pago cinco pokedólares por el importe de su obsequio vudú y continuo con sus compras.


Mucho aprendió después de aquello, incluyendo a besar. May se había encargado de transformarlo de un amante Lickitung a un experto Jinx, en tan solo un año. Suspiro mientras veía un sujetador de Beautifly en una boutique, el mismo que había comprado para su aniversario y el mismo que luego tiro al mar cuando la descubrió montada sobre Drew en los camarines de la final de coordinadores en Hoenn. Solo de pensarlo le hervía la sangre, que ingenuo había sido. "Debo entrenar esta noche" "Lo siento Ash llegare en la madrugada"¡Patrañas! Todas mentiras. Ya no le importaba, había encontrado a la persona ideal. El problema fue que había sufrido mucho en el trayecto.


El ambiente de fiesta estaba en el aire, las calles estaban repletas de adornos y la gente corría alborotada arrastrando a los niños. Cruzó la calle, del otro lado había un Abomasnow disfrazado de papa noel entregando volantes. Las grandes tiendas los traían desde las montañas en estas fiestas como ornamentos vivientes. Recibió un volante en silencio y siguió avanzando. Hace años atrás el JAMAS hubiera permitido que explotaran de tal forma a esos pobres pokémon, hoy en día ya estaba cansado de la injusticia. Ni siquiera Pikachu había podido luchar contra el progreso. Cavilaba esto cuando de pronto alguien le salto por detrás.


—¡Ash!
— ¡Iris, que sorpresa! Pensé que llegarías mas tarde — dijo mientras intentaba bajarla de encima.
— Yo igual, pero me cambiaron la hora del vuelo — respondió una vez abajo.—Al parecer tu te quedaste crío por siempre — soltó en broma.
—¿!Y tú?! Tampoco eres muy grande que digamos — bramó molesto.
—Soy una chica bobo, mi tamaño poco importa — y le revolvió el cabello.


Continuaron con las compras. Iris lo actualizaba de sus aventuras como aprendiz dragón, Lance se había convertido en su maestro y al parecer no se llevaban muy bien. Le relato sus viajes por Kanto y Jhoto, además del duro entrenamiento que practicaba a diario.


— ¿Así que Fraxure evoluciono? — exclamo sorprendido mientras compraba unas bolsas de regalo
— ¡Si! Y hace solo una semana — respondió con brillo en los ojos.— ¡Fue algo hermoso! Fruto de nuestro duro entrenamiento.
— Felicidades ambos, supongo.

Se detuvieron en una florería a comprar un ramo de rosas rojas.

—¿No les has dicho o sí? — pregunto Iris al mirar las flores.
—No aún. Hoy estarán todos en la cena así que aprovechare de anunciar nuestro compromiso.
—Ay Ash, estas buscando problemas. Acaso en esa cabeza hueca no hay seso — dijo dándole un par de golpes en la mollera — ¿Y tus pokémon? La última vez me dijiste que tuvieron que evolucionar a Pikachu por su problema de acumulación eléctrica.
—Sí, estuvo muy grave. No hubo otra alternativa, sigue molesto por el asunto. Hace meses que no lo veo a él ni al resto.
—¿¡Qué!? Pero que pasa contigo.— grito la chica y lo sujeto bruscamente por los hombros — Ya ni te reconozco.
—Entiende Iris, no tengo tiempo para eso ahora. Estoy concentrado en tratar de formar una familia. — dijo alejando con suavidad las manos que lo apresaban.

Hacía mucho que no escuchaba algo así, Dawn había sido la última en decírselo. De todas sus novias ella fue la mas cariñosa y tal vez con la que mas sufrió. Nunca lo vio venir de parte de ella. Solo la vio irse una mañana, dejando los armarios vacíos. Mas tarde recibiría un mensaje en el cual le confesaba de que siempre habría estado enamorada de May, lo peor de todo es que sus sentimientos eran correspondidos.

Pasaron a recoger un encargo a la pastelería.

— ¿Y para quien es el pastel? — pregunto la chica divertida al ver el corazón de mal gusto, hecho a base de Tentacool's de crema.
— Es un regalo que le tengo a la parejita de Dawn y May. Lo pedí con un ingrediente especial para dejar ir todos nuestros conflictos.— soltó mordaz el muchacho.
— Por favor Ash, tienes tan poca imaginación sin contar que con los años te has vuelto hasta predecible — sacó con el dedo un poco de crema para olisquear su contenido — tal como me lo esperaba estas bayas son laxantes.
— ¿Que esperabas? Me la deben, además hoy sera mi noche.

Iris suspiró y platicando hasta llegar a casa. Al abrir la puerta encontraron a Brock y a Cilan terminando los preparativos de la cena. El viejo Sr mime les quitó los abrigos y los acomodó a un costado. Cuando la madre de Ash se mudo a la capital llevo consigo a su leal pokémon, con el cual espera envejecer hasta que llegue su muerte. Tal idea preocupa a Ash, en especial por que su madre no ha envejecido en lo mas mínimo. En cambio el pobre Sr Mime no corría con la misma suerte. Las labores cotidianas le estaban jugando en contra, volviendo su cuerpo frágil y enfermizo. Si algo le sucediera a ese pokémon el mundo de su madre se vendría abajo.

Aparto esas ideas y fue hablar con Brock sobre los regalos que había comprado. Cilan por su parte se dedicó a escuchar las historias de su antigua compañera de aventuras, respondiendo de vez en cuando con alguna metáfora alimenticia.
El reloj marco las ocho y comenzaron a llegar los invitados; el primero en aparecer fue el profesor Oak acompañado de Tracey, le siguió Dawn y mas tarde llegaron May y Misty.

La comida transcurrió animada, todos hablaban al tiempo.

—Esta comida esta deliciosa Sra. Ketchump — dijo Misty saboreando la sopa.
—Gracias, pero los que se llevan el crédito son Brock y Cilan. Me ayudaron con todo.
—Fue un placer cocinar junto a usted mi dama — canturreo Cilan desde un extremo — ademas mi vajilla jamas hubiera podido lucir todo su potencial sin tan riquísimas recetas.
—Si Sra Ketchump, sus recetas fueron las protagonistas esta noche. Que bueno que las compartiera con nosotros — agregó Brock.
—Yo creo que todos uds son magníficos cocineros — alcanzo decir May antes de zamparse la charola de los emparedados.
—Jajaja, May guarda un poco de compostura por favor — replicó avergonzada Dawn a su novia mientras el grupo reía.
—No creo que sea la gran cosa — dijo Iris masticando su manzana.
—Aún no cambias ese habito de comer y hablar — respondió el sibarita llevándose una mano a la frente — Así jamas disfrutaras los manjares de la vida .
—A todo esto ¿Donde esta Pikachu Ash? — preguntó May extrañada.

En la mesa se hizo un silencio, una sensación incomoda recorrió a sus ocupantes. Hasta que Tracey intercedió.


—Pikachu esta bien, solo que ahora es un Raichu. Tuvimos que evolucionarlo hace un par de meses luego de una serie de fiebres eléctricas
—¿Era la única solución? ¿Y porque no esta aquí? — le interrogo la chica de pelo azul preocupada.
—Era necesario — intervino Oak desde su puesto — su pequeño cuerpo no era capaz de resistir tanto poder. Y lo cierto es que esta un poco molesto con todo esto por lo que no quiere ver a nadie.

Ash que había permanecido callado hasta ese momento miro a Brock de soslayo, este comprendió el mensaje al instante y le toco el hombro a Cilan. El sibarita con gesto elegante hizo sonar una copa con un reluciente cuchillo al tiempo en que ambos jóvenes se paraban de la mesa para ir a buscar algo a la cocina.

—No nos quedemos en las malas noticias señores — hablo levantando la voz — nuestro anfitrión nos invito para darnos la buena nueva de su compromiso.

Todos escucharon estupefactos la noticia, se miraron unos a otros para intentar descubrir quien había caído en el fatal error nuevamente. El trío de chicas permanecía nervioso, como si estuvieran hablando de una sentencia a la horca que en cualquier momento se dejaría caer. Iris ahogaba una risa, mientras Cilan, divertido por el rápido efecto de sus palabras decidió continuar con su discurso.


—Ha llegado el momento del brindis. Alzad vuestras copas...

Brock y Ash salieron de la cocina, el primero con una champaña y el segundo con el ramo de flores. El pequeño comenzó diciendo.

—Bueno, todos fueron invitados porque aún somos grandes amigos — dijo mirando en dirección a Iris quien ya no aguantaba la risa.
—La mayoría de nosotras — apelo la líder de gimnasio de ciudad Celeste — seguimos aquí esperando nuestras bicicletas de vuelta — Una risa general suavizo los ánimos.
—Jajaja, algún día chicas. A lo que iba — siguió diciendo el muchacho — les quería confesar que he encontrado el verdadero amor de mi vida con el que estamos en planes de formar una familia. Después de muchos errores el tiempo me enseño a amar de una forma mas pura y aunque hubo momentos en los que estuve a punto de desistir, en el camino él fue quien me brindo el apoyo para poder levantarme...— En este punto, ya todos sabían a donde iba a parar la charla. Parecía mas bien una broma de mal gusto que una confesión de amor — ... Es por eso que Brock y yo los dejamos a todos invitados a nuestra boda el mes que viene — dijo dedicándole una mirada tierna al moreno que acababa de descorchar la champaña.

Todos, sin excepción quedaron mudos. La primera en hacer ruido fue la Sra. Ketchump, que cayó inconsciente sobre su puré de papa, seguido de una sonora carcajada de Iris. El resto de la noche el par de jóvenes pasaron dando explicaciones de su amorío. Delia pedía escuchar la historia una y otra vez, pensando que todo había sido una broma. Al final todos durmieron felices recordando la gran escena que protagonizo Misty al abrir su obsequio, el único que no pudo descansar fue el Sr. Mime quien se quedo a limpiar el desastre que dejo May, luego de engullir su pastel.

FIN