[Actividad] Culpable

Tema en 'Relatos' iniciado por Borealis Spiral, 11 Septiembre 2013.

  1.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Título:
    [Actividad] Culpable
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Tragedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1129
    Para la actividad: "Lo que decida el azar" Recuerden que deben calificarme del 1 al 5. Uff, sentía no la terminaría nunca. ¡Disfruten! si pueden

    Culpable

    ¿Quién tenía la culpa? ¿Ellos, tú, yo? ¿Quién? ¿Es siquiera adecuado buscar a un culpable bajo estas circunstancias? ¿Por qué no pensar mejor en cómo mejorar? No; porque lo hecho, hecho está, no hay vuelta atrás y pérdida de tiempo sería pensar en el hubiera. Es tarde para buscar arreglos, mas no para encontrar culpables.

    Ellos habían procurado tu bien en todo momento, aunque hasta ahora admito que no de la manera correcta. Eras desesperante. Mostrabas ser alguien que no servía para nada, alguien estúpido, alguien perezoso, alguien insolente. Tu rendimiento en el ámbito escolar era contraproducente, en casa no hacías las tareas; no realizabas ninguna clase de deber y era molesto para ellos que lo entregaron todo por ti, que trabajaban día con día para que te superaras a ti mismo. ¿Y así les pagabas?

    Los reclamos no se hicieron esperar y a partir de ese momento en casa reinó la tensión, los gritos, las palabras déspotas, insultantes y degradantes por parte de ellos hacia ti; por mi parte, la frialdad y el distanciamiento. No era posible que mi familia inmediata fuera un fracaso absoluto; era humillante dada mi capacidad. Recuerdo que un día incluso vieron la posibilidad de venderte y presura fui a hacer el letrero de “en venta”, para pegártelo en la espalda y pasearte por la plaza.

    Pasaron los años y los indicios de tu mal se hicieron visibles o por lo menos, más visibles para nosotros. Fue de un día para otro, o quizás no y simplemente quisimos verlo en ese momento. Las heridas en tu rostro nos alarmaron; eran rasguños que corrían del nacimiento de la cien a cada lado, hasta que terminaban en la barbilla, donde parecían juntarse. Conforme más cortes se hicieron presentes en tu piel y ante los interrogatorios a los que ellos te sometían, fue evidente para nosotros que tú te los provocabas, deseando de alguna manera que mediante ellos, el dolor interno de nuestro trato menguara. Y entonces ella concluyó que definitivamente no estabas bien; que necesitabas ayuda profesional. Sin embargo, él no compartió sus ideas y arguyó que ella sobreactuaba y creía en tus actos para llamar simplemente la atención; atención que según él no merecías. A pesar de que ella continuó con sus insistencias, al final no importó nada.

    Él te vio primero. Te habías aislado al mundo, te habías encerrado en el tuyo propio, cuyas dimensiones abarcaban las de tu habitación y era frecuente que no salieras de ella a menos que fueras al instituto y ocasionalmente para comer. No obstante, en aquella ocasión no te habías mostrado para nada. Sólo yo supe que no fuiste a clases, pero se los haría saber en cuanto llegara de las mías y ellos arribaran del trabajo. Al comunicárselos, él se encaminó a tu cuarto y a base de gritos e insultos te advirtió que salieras o te arrepentirías, pero no hubo respuesta de tu parte y al intentar abrir la puerta, descubrió que estaba asegurada. No tuvo más remedio que forzarla y al conseguirlo, una exclamación de asombro mezclado con inquietud brotó de sus labios. Presurosas, ella y yo nos adentramos de igual manera al cubículo, observando lo que terminaría por destruirnos.

    La puerta que daba acceso al balcón de tu cuarto estaba abierta y la imagen de ti colgado por el cuello con la cuerda que ataste en la baranda de éste, rígido y sin vida, golpeó nuestras pupilas, sorprendiéndonos, atormentándonos. El grito desgarrador de ella rompió cualquier otro sonido en tanto alaridos de dolor e incertidumbre se alzaban, agónicos. Él se apresuró a levantar tu cuerpo inerte en tanto ella se arrodillaba en el suelo siendo sacudida por fuertes espasmos, entrando en un estado de shock alarmante. Yo simplemente me quedé de pie, muda e inmóvil, incapaz de apartar mis desorbitados e incrédulos ojos de lo que una vez fuiste tú como ser viviente y que ahora se traducía en cadáver; tu cadáver.

    Y todo se volvió turbio y tormentoso. Ella se sumió en la más terrible de las depresiones al saberse sin su pequeño, culpándolo a él constantemente. Las discusiones entre ambos se hicieron habituales, y cansado del reproche de ella y de su irracionabilidad, él finalmente se fue; nos dejó. Su decisión repercutió en menos cordura para ella y una torturante carga para mí. ¿Pero qué esperaba? ¿No era lo justo?

    Y es así como llegamos a este momento. Yo, encerrada en el baño, frente al espejo, meses después del incidente y de la destrucción de este círculo por tu causa, pensando en la fragilidad del ser humano como tal. Débil en cuerpo, mente, espíritu, sentimientos y palabras; inconsistente en todo aspecto. Prueba de ello, la hoja metálica del cuchillo que sostengo en mi mano y que me devuelve su brillo, poderoso en filo, ante el reflejo de la luz artificial.

    Estoy cansada de continuar con este martirio que me cediste, de pensar en qué hubiese pasado si por lo menos yo hacía la diferencia con respecto a ti. ¿Habría terminado mejor?, ¿peor? Estoy hastiada de esforzarme por aceptar al real y verdadero culpable. Ya no soporto el cargo de conciencia que inútilmente me persigue, pues si no actué, no actué. Para descansar, lo único que debo hacer es finalizar con mi existir. La dejaría a ella, recostada en su cama, dormida por los antidepresivos y cuando despertara, me encontraría en el suelo, muerta; algo que podría ocasionar mayores y dañinos efectos a su tambaleante mentalidad, ¿pero qué más daba? Yo me libraré del dolor.

    Coloco ligeramente el utensilio de cocina sobre mis muñecas. Fuerza, un poco más de fuerza y agonía se irá; sólo debo… debo… Tiemblo sin proponérmelo y la presión del metal sobre mi piel se ejerce con más intensidad, hiriéndome un poco, lo suficiente para hacerme estremecer y la duda incrementa. Suelto con prontitud el cuchillo y cae al suelo con un sonido sordo en tanto lágrimas abundantes salen de mis ojos. No puedo, no puedo. No soy lo suficientemente valiente para quitarme la vida, o lo suficientemente cobarde, no lo sé. No aborrezco lo suficiente mi situación como para concluir con ella, a pesar de que en realidad el cargo de conciencia me oprime, me atenaza, me destruye.

    Salgo del baño llorando sin reparos. Tal vez dentro de un poco más de tiempo mi suplicio se vuelva insoportable y entonces quizás me atreva a darle un fin a todo. Mientras tanto, mi tortura seguirá y no podré hacer más que soportarla. Tortura que me fue impuesta por culpa tuya, de ellos y mía.

    Fin
     
  2.  
    Knight

    Knight Usuario VIP Comentarista Top

    Libra
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    Me ha dado risa el cinismo del inicio.
    Primero desbordan de coraje y rechazo al pobre chico.. pero ya cuando se suicida todos andan tristes, la familia se rompe y la hermanita quiere suicidarse también.
    ¡Ja! Mas hipocresía no puede haber.
    Y lo peor de todo es que en realidad existe gente así... que asco...

    Me gusta tu manera de narrar, aunque siento que a veces extiendes demasiado todo para hacer mas largo el escrito.
    Nena, no te presiones demasiado, eres excelente no exageres con la narración. :)

    No encontré demasiadas faltas ortográficas, a lo mejor una que otra faltita pero nada grave.
    El relato estuvo muy bien, sentí muchísima hipocresía pero creo que eso le dio el sabor. x'D

    Te doy un 3 n.n

    Sin mas que decir, me retiro.
    ¡Sigue escribiendo!
     
    Última edición: 12 Septiembre 2013
  3.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Una familia disfuncional, como muchas, esa es la idea que tu escrito me ha dejado y créeme, aunque en la era moderna abundan este tipo de familias, no deja de ser trágico el ambiente que existe en ellas. Tu escrito me transmitió algunas cosas:

    Falta de comunicación: la buena comunicación es esencial para la paz y la felicidad de la familia y ésta actúa como una vía de dos direcciones; se debe escuchar y comunicar.

    Abuso de autoridad: él, abusando de su poder, imponiendo e ignorando peticiones, pasando por alto el hecho de que su hijo necesitaba verdadera ayuda, no solo recreminaciones por su parte. El abuso de autoridad es perjudicial, un proverbio dice: "cuando alguien inicuo gobierna, el pueblo suspira". La familia es como un reino donde el padre el el rey, la madre la reina y los hijos los súbditos. Cuando la jefatura es ejercida con propiedad, produce que los involucrados no se alejen, no se sientan heridos y den lo mejor de sí.

    Falta de responsabilidad: ella no fue lo suficientemente responsable al descubrir que su hijo tenía graves problemas y necesitaba ayuda profesional. Se dejó influir de él para dejar en el completo abandono a la primera víctima. Debió correr en busca de aquellas personas que podían ayudarles a todos ellos, pero no lo hizo. Qué mal.

    El tema del relato; culpabilidad: no se debe permitir que la sensación de culpa les impida actuar para buscar la ayuda que siguen necesitando. Seguir cultivando la culpa encamina al desastre, como se ve en el caso de la protagonista, la que supo contenerse de terminar también con su vida.

    Realmente tu escrito me pareció muy triste, porque apunta a una dura y cruda realidad.

    Te doy un 5, porque de verdad, tu escrito me dejó un mal sabor de boca.
     
  4.  
    chclau

    chclau Iniciado

    Sagitario
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    La historia está bien, pero hay varias cosas que me molestaron.

    El comienzo, por empezar. Las preguntas que tú planteas se las tiene que plantear el lector solo, o no, pero no puedes metérselas a la fuerza al lector apenas comienza el relato. Es importante saber qué decir y qué no decir.
    Tampoco me resulta nada claro que una persona mencione a sus padres todo el tiempo como él y ella. Dirá papá, dirá mi odiado padre, no sé, pero no repetirá una y otra vez él y ella para referirse a sus padres. Y por último, me aparece excesiva la cantidad de adjetivos, son tantos que al final se pierde la fuerza de los mismos. Los adjetivos son como la sal, hay que poner un poquito y donde importa, sino toda la comida en lugar de gusto a comida tiene gusto a sal. Parecería que te esfuerzas en adjetivar... Además, debes releer las frases. Un rendimiento puede ser alto o bajo, pero no contraproducente. Tampoco entiendo un párrafo muy confuso en que hablan de venderlo, desde ese momento comencé a leer el relato pensando que se trataba de una mascota.

    Bueno parecen muchas críticas, no te olvides que después de todo es sólo mi opinión.

    Me gustó el final, el momento de suicidarse y de decidir que no lo haría, las dudas como están planteadas. Para mí se merece un 3.

    Suerte y espero seguir leyendo relatos tuyos.
     
  5.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

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    Calificación del juez Cygnus: 5/10

    Una temática simplona, desarrollada con palabras bonitas.

    De nuevo exprimiendo el relato, me encuentro con la esencia: un chico que se suicida porque sus padres no lo comprenden, luego la ¿hermana? se deprime.
    Es algo que se puede ocurrir en dos minutos de pensar qué hacer para llenar un one-shot de Tragedia.
    Se suicida el protagonista sin decir una palabra; dado que le cedes el uso de la voz a otra persona que ni siquiera influye de forma directa en él no nos deja ni sentir simpatía por el chico. No sabemos ni qué le pasa o por qué está deprimido. ¿Estaba realmente enfermo, le hacían bullying, escondía un secreto? Nunca se supo y me dejó con un mal sabor de boca. El evento más importante del relato queda completamente oscuro y a decisión del lector sobre cómo cerrarlo.
    La chica, pues nunca se aclara su parentezco o su relación con el joven, a menos que se me haya pasado leer dicha especificación. Y como ni siquiera tiene efecto real en la historia, me suena a un narrador completamente ajeno al problema que al final quiere suicidarse y ni siquiera nos da un ápice de pena, el lector se queda como "¿y ella qué?".
    Creo que lo apropiado acá hubiera sido narrar en tercera persona y darle oportunidad de diálogo al joven que se suicidó, para entender de verdad su trasfondo (la chica nunca hubiera podido saber qué pensaba él).
    Algunos verbos no me gustaron, como "arribaban" y otros que noté por ahí. Aunque la narración es buena y no nos pierde entre los hilos.
    Otra cosa desagradable para mí fue ver que todo estaba siendo narrado en pasado progresivo y de pronto nos metes narración en presente. Lo cual no entiendo porque se supone que la joven está narrando (o escribiendo) esto después de todo lo sucedido, y de repente está narrando cómo en el momento quiere cortarse las venas, eso es absolutamente incomprensible. Tuvo que haberse narrado también en pasado. O todo o nada.

    Y pues en fin, el mayor problema fue la historia tan simple, sin mucho misterio ni embrollo.
     
  6.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    No me ha gustado para nada el tipo de narrador. Deja demasiados agujeros, no podemos saber los porque, los cuando ni los sentimientos de los personajes si lo planteas de esa forma, suena tan mal.
    De igual manera has tenido bastante redundancia en el escrito, culpa, culpable, blabla, pones mucho la palabra lo cual le quita originalidad al titulo ademas que no le busco la relación del titulo con el escrito.
    Una familia de cuatro ¿No? el chico es solitario, sus padres lo odian no quieren hacerle caso y termina suidandose, el dolor viene despues por parte de los miembros de dicho circulo y todo queda en polvo, su hermana no quiere seguir sintiendo tanto dolor de su mugre viva y quiere matarse pero no tiene las agallas de hacerlo, porque su ira acompañada de miseria no es lo suficiente.
    ¿Que tiene que ver eso con un culpable? No logro verlo, ademas que, coincido con Cyg, el trama es del todo cliché, ahora es tan comun ver ese tipo de cosas. Como los padres logran ser mediocres al tener hijos y su mediocridad se refleja en el tipo de hijos que tienen, su educación y que tan bien se sienten ellos mismos.
    Primero lo "odian" y luego lloran la muerte, suena tan hipocrita, como ha dicho Angie.
    No has elegido las palabras correctas ademas que algunos verbos no encajan en lo que tratas de dar a entender, no me ha convencido, simplemente tuviste malas decisiones al pensarlo. En fin.

    Calificación: 4 puntos.

    Pire<3
     
  7.  
    Zireael

    Zireael Equipo administrativo Comentarista empedernido seventeen k. gakkouer

    Leo
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    La forma de narrar que has usado nunca me gustó, se me hace fastidiosa. La temática como ya te dijeron es simple, me pareció... ¿cómo decirlo? Apresurado. El verdadero fin de esto estaba perdido, debías narrar desde el punto de vista del chico, no dejaste ni que se conociera un poco más de su historia o su pensamiento entorno a todo el asunto. Fue "No pudo más con el asunto y se quitó la vida luego de sufrir sin que nadie se diera cuenta hasta que ya no había vuelta atrás".
    La chica, su hermana, no terminé de entender por qué la necesidad de que ella fuese la voz de la historia, por así decirlo, quedaba bien en un segundo plano.
    Difiero de lo dicho por Pire arriba, los padres sean o no mediocres, no necesariamente terminan reflejando su mediocridad en sus hijos. Eso no me cabe en la cabeza, a veces se puede ser mediocre por cuenta propia sin ser reflejo de la mediocridad de tus mayores.
    Hipocresía como en cualquier lado, cuando están vivos los tratan horrible pero cuando mueren todo el mundo los quería. En este caso, como fue un suicido, pues al final alguien termina echándose la culpa del asunto y no sé qué. Siento que no pensaste demasiado bien a la hora de hacerlo, haces cosas mejores, aquí te descuidaste con tus decisiones, Borealis.

    Calificación: 4/10.

    Saludos.
     
    Última edición: 21 Septiembre 2013
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