Título: Animes. Género: Amistad, Comedia, Romance Tipo: Long-fic Resumen: AnGyee es una chica de 15 años que termina la escuela secundaria. Desde hace ya unas semanas tiene un sueño que le produce muchas dudas. Una noche le pide un deseo a una estrella. A partir de ahí su vida cambia para siempre, pues su sueño se vuelve realidad. Descubre una forma de traer a los personajes de anime al mundo real, lo cual también hace que se meta en muchas complicaciones, problemas, aventuras, etc.Capítulo 1: Ahí estaba otra vez, me encontraba en aquel callejón misterioso. La puerta frente a mí, semi abierta, yo curiosa, entré al lugar. Todo estaba oscuro. De repente, un brillo al fondo llama mi atención, otra puerta. Sin pensarlo dos veces me aproximo a ella, tomo la manija y la abro, para después sorprenderme con lo que encuentro del otro lado: El AnimeWorld. Otra mañana iniciaba, eran las 5:00 am, el despertador comenzó a sonar pero yo aún seguía dentro de aquel sueño. Ese sueño que últimamente tenía y desconocía el por qué. Y es que siempre tenía ese mismo sueño, no podía tener otro. -Hija ya levántate, ya es hora- Era mi madre que me hablaba desde el otro lado de la puerta de mi habitación. Lenta y perezosamente fui abriendo los ojos, por un momento la poca luz del sol que entraba por la ventana me encandiló. Me senté lentamente en la orilla de la cama apartando las sabanas. Me puse de pie y me dirigí al closet para sacar mi uniforme y acomodarlo sobre la cama. Después entré al baño para tomar una ducha. Ya bañada, vestida y con la mochila lista, bajé para tomar el desayuno. -¡Buenos días hija!- saludó mi madre mientras cocinaba. -¡Bueno días!- le devolví el saludo. -¿Estás lista para el día de hoy?- -Sip, estoy lista- aunque la verdad sentía una mezcla de sentimientos en mi interior, pues hoy terminaba la escuela secundaria. Sentía emoción, pues por fin pasaría a otra etapa, iría a la prepa, al fin sería independiente; sentía nervios, porque tendría que enfrentarme a nuevos obstáculos de la vida; y sentía tristeza porque me separaría de mis amigo(a)s, y de que probablemente no seguiríamos en contacto. ¿Dónde están mis modales?, permítanme presentarme, me llamo AnGyee, tengo 15 años y como verán estoy a punto de terminar la secundaria. Soy una chica sencilla, tímida,tranquila, que le gusta mucho ayudar a los demás cuando lo necesitan. Vivo con mi madre en una pequeña ciudad de Estados Unidos, aunque originalmente nací en Japón según me ha contado mi madre. Yo tenía 2 años cuando mi padre enfermó y murió, por eso no tengo tantos recuerdos de él. Mi madre se sintió tan mal que decidió regresar a su lugar de origen, E.U., ya que Japón siempre le hacía recordar a mi padre. Pero mejor cambiemos de tema, hoy era el último día de clases, el último día que veía a mis compañeros, amigo(a)s, maestro(a)s, el último día de 3ro b como grupo. Eran las 7:00 am, ya en la entrada de la escuela, me despedí de mi madre y entré. Dentro todo el lugar estaba decorado; en el patio había un montón de sillas formada que a la vez hacían una media luna, estaban forradas cada una con un manto de color azul marino y un moño grande en la parte de atrás del respaldo de color dorado; en el centro del patio se encontraban dos tarimas, una era para 3ro a, y otra para 3ro b; entre las tarimas había una mesa donde se suponía que estarían los maestros; en los pilares de los pasillos había ramos de flores en cada uno, y se unían por medio de listones de color blanco. En pocas palabras todo estaba muy elegante para la ceremonia. -Este año si se esmeró la directora- comenté, pero de tal forma que nadie más que yo lo oyera. Mientras admiraba la decoración, de la nada sentí un peso encimarse a mi espalda, pero no tardé en reconocer al responsable, o mejor dicho la responsable. -¡AnGyee!- gritó ella con su tono alegre de siempre al momento que se me abalanzaba y me abrazaba. Era Alejandra, mi mejor amiga, mi hermana, mi combo. Siempre íbamos juntas a donde sea, nos apoyamos una a la otra, sabía que podía contar con ella para lo que sea y ella con migo. -¿Cómo estás?- le pregunté cuando terminamos de abrazarnos. -¡Bien!, ¡Bien emocionada!- Estuvimos recorriendo el patio una y otra vez, esperando a los demás. -Así que…tuviste ese sueño otra vez- -sip, con ésta ya son siete veces, lo raro o curioso es que lo empecé a tener a partir de las últimas semanas de clases…- -¿Significará algo?- -No lo creo Ale, tal vez solo sea un sueño y ya- -Pero es raro tener el mismo sueño todas las noches, no es normal- -Ale, ambas sabemos que ni tu ni yo somos normales- al terminar de decir esto las dos empezamos a reír, porque era cierto, todos nos decían raras, extrañas, por varias razones, tipos de música, gustos de vestimenta, principalmente porque a las dos nos gusta el anime, pero a nosotras no nos importaba sus comentarios, al contrario, nos hacían sentir únicas. Ya eran las 8:00 am, y en un abrir y cerrar de ojos el patio se encontraba ahora lleno de estudiantes de 3er año de secundaria. El acto académico no tardaba en dar comienzo. -Hola chicas, las estaba buscando- se escuchó una voz detrás de nosotras, era Hilario. Hilario era mi mejor amigo, podía contar con él en cualquier momento, y también sentía una gran confianza hacia él. Lo quería como un hermano mayor. -¡Hilario!- gritó Ale al momento que lo abrazaba de la misma forma que a mí. -¿Cómo se sienten?- preguntó, tratando de lucir tranquilo, pero no surgió efecto en Ale y en mí, sabíamos que se sentía muy triste, ya que ese sería probablemente nuestro último día como el típico trio de amigos diferentes a los demás, como en las películas. Se notaba en sus ojos. -Hilario, ¿Cómo crees que estamos?- le dijo Ale con algo de sarcasmo. -Bueno si quieres no pregunto- dijo Hilario de la misma manera. Yo solo reí un poco mientras veía la “discusión” que tenían ellos dos. Sí, desde luego que extrañaré mucho a ese par. El timbre sonó, seguido por la voz del coordinador por el micrófono. -Muy bien muchachos, vallan acomodándose para ensayar por última vez la entrada-. En ese momento todos empezaron a caminar de un lado a otro, chocando unos con otros. Yo traté de evitar tanto choque, pero sin darme cuenta tropecé con algo. Estaba a punto de caer pero mi caída se detuvo al momento que alguien pasaba y terminé chocando con esa persona. -perdón- fue lo único que pronuncié. Acto seguido traté de levantarme y alzar la cabeza para así ver a la persona con la que choqué cosa de la que…me arrepentí…podría decirse. -no te preocupes, yo no me fijé- dijo, mientras sonreía levemente. Era Salomón, el chico que me gustaba desde 1ro de secundaria. Él es un chico muy caballeroso, tranquilo, tímido, respetuoso, con talento para la música, es muchas cosas. Él es diferente a los demás chicos del salón y de la escuela. Cosa que me gustaba mucho de él, pero más que nada, que era sencillo, nada superficial o presumido. Pero también era la sensación de la escuela, tenía a muchas detrás de él, por lo que supuse que nunca se fijaría en mí. Pero no por eso debía rendirme, así que para acercarme más a él, le pedí que fuéramos amigos, para conocer más uno del otro, lástima que solo llegamos a la amistad y no más allá…bueno…al menos no él, o eso creía. Yo seguí en shok, había chocado con Salomón, podía sentir mis mejillas rojas como tomates. A pesar de que éramos amigos, me ponía muy nerviosa junto a él, no sabía de qué hablar, y siempre me sonrojaba. Pero algo me volvió a la realidad. -Rápido, tomen sus lugares- era la maestra de danza que nos tomaba a Salomón y a mí por la espalda y nos dirigía hacia donde se encontraba 3ro b. -Listos, y uno, dos, tres- dijo la maestra y después se escuchó la música. Ya terminado el ensayo, el cordi volvió a anunciar que ya era tiempo de dar inicio a la ceremonia. El momento había llegado. Eran las 10:00 am, las puertas se abrieron y entre ellas entraron papás, mamás, tíos, abuelos, muchas familias. La ceremonia dio inicio, luego la entre diplomas, y por último el cordi dijo unas palabras de despedida: -No olviden que ahora darán un paso a otra etapa en su vida, diviértanse, vivan, pero tampoco olviden que ahora son adolescentes que empezarán a enfrentarse a los problemas y obstáculos de la vida, les deseamos lo mejor, felicidades por su graduación; damas y caballeros, familias, la generación 2010-2013- y terminando de decir esto un mar de aplausos, gritos, llantos, llenó el lugar. El día transcurrió, todo fue genial, excepto la despedida, pues muchos lloraron. Entre ellos yo. Ya eran las 8:00 pm, me encontraba en mi habitación leyendo “cementerio de mascotas” de Stephen King, se podía oír una tormenta aproximarse, a mí me encanta la lluvia, excepto cuando se trata de tormentas eléctricas. Cerré el libro y me dirigí hacia la ventana para cerrarla y evitar que el agua se metiera; al retirar las cortinas algo captó mi atención. Una estrella. Todo el cielo estaba nublado, no se veía la luna ni las estrellas, sin embargo, había una que brillaba como diamante. -Qué extraño- susurré Pero lo que más llamó mi atención es que estuviera justo enfrente de mi ventana, como si solo fuera para mí. De pronto me vino a la mente lo que dicen de pedirle un deseo a una estrella, yo no soy tan supersticiosa con ese tipo de cosas, pero, no se pierde nada intentándolo. Y entonces lo pedí, pedí mi deseo. ~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~° Ya habían pasado tres meses, y en una semana iniciaba la prepa. Durante las vacaciones pude seguir viendo a unos cuantos compañeros y amigos de la secundaria. Me preocupé por nada. Seguí viendo a Ale y a Hilario, nuestra amistad seguía en pie. Seguí teniendo comunicación con mis otros amigo(a)s, Rodrigo, Karen, Angélica, Evelyn, Ana y Fernanda. Incluso hasta inicié una nueva amistad con Diego, otro compañero de la secundaria. Eran las 5:00 am, era el día, hoy inicio la preparatoria. Me levanté más temprano de lo normal, creo que por la emoción, me duché, me vestí con el uniforme de la prepa(cabe mencionar que en la prepa a la que entré debo seguir usando uniforme ¬¬) que consiste en una falda tres dedos horizontales arriba de las rodillas de color azul oscuro, una blusa de botones blanca y mangas cortas, chaleco y sweater ambos de color negro, calcetas blancas y zapatos negros. El día estaba nublado, unas cuantas gotitas caían del cielo, el ambiente estaba fresco. Estaba lista y emocionada para iniciar el día, sin embargo, sentía que algo pasaría el día de hoy, algo que cambiaría mi vida…para siempre. Iba caminando por la calle dirigiéndome a la parada del autobús. Ya ahí, esperé. Mientras, admiraba el día, los días nublados y chispeando son mis favoritos; la fresca brisa del viento, las gotas que caen continuamente, el aroma a tierra húmeda del parque que se encontraba en frente, todo esto, la mezcla perfecta para tener recuerdos y sentirse melancólica. En el camión seguía mirando por la ventanilla, la lluvia caer, las persona apurada por llegar a sus trabajos, las madres llevando a los niños a sus escuelas, pero también un tanto distraída, ya que no dejaba de pensar en algo que me inquietaba. *¿Por qué? No sé la razón, pero desde que desperté tengo el presentimiento de que algo va pasar hoy…* Pensaba. Eran las 7:00 am, me encontraba a una cuadra de la prepa, comencé a correr ya que se me había hecho tarde. Me había quedado dormida en el autobús. No podía llegar tarde el primer día de clases, que vergüenza. Por fortuna había dejado de llover y ya no traía el paraguas abierto, lo cual me dio más facilidad de correr. Lamentablemente sin fijarme resbalé con un charco, caí de rodillas, las cuales fueron las únicas en mojarse. Me puse de pie sin importarme lo raspadas que quedaron y continué mi camino. Apenas y alcancé a llegar. Me encontraba vagando por los pasillos al igual que los demás. -Según éste papel que me entregó el director la primer clase que tengo es historia, en el salón b- decía para mí misma en voz baja- salón b, salón b…- repetía una y otra vez al mismo tiempo que avanzaba a paso lento y mirando a varios lados. Estaba tan concentrada en eso que no me percaté de que alguien me seguía. -Llegué- exclamé contenta de por fin haber encontrado el salón. Al entrar noté que el salón era inmenso. De pronto sentí que tocaban mi hombro izquierdo y pronunciaban mi nombre. -AnGyee- se escuchó. En un parpadeo mi emoción se desvaneció, mi dia alegre se opacó, esa voz… Me di la vuelta rápidamente, como lo pensé, era él. -B-Brayan…- susurré, estaba en shok, no podía creerlo. Brayan fue mi compañero de primaria, y también…mi primer amor…podría decirse. Pero también es el culpable de mi depresión durante un largo tiempo. Al final terminé enterándome que él solo jugaba con migo. Recuerdo que después de eso yo caí en una depresión que no sé cómo describir. Desde entonces nunca más volví a hablar con él o saber de él. Sí, durante un largo tiempo estuve deprimida, desconfiada de los demás, pero todo cambió al entrar a la secundaria. Ahí volví a serla que era antes, alegre, feliz, sociable (un poco), etc. ¿Por qué? ¿Por qué justo cuando todo se había acomodado, tenía que aparecer él otra vez? Un sentimiento de tristeza, enojo y odio invadió todo mi cuerpo. -¿Qué…qué haces aquí?- le pregunté con una mirada seria y un tono de voz fría. -¿No es obvio?, me inscribieron aquí, ¿no te sorprende?-. -sí…mucho- respondí aun con un tono frío e indiferente. -¿Por qué tan seria AnGyee? ¿no te alegras de verme?- preguntó mientras se acercaba un poco más hacia mí. -¿Debería?- respondí al mismo tiempo que retrocedía un poco para alejarme de él. -Vamos AnGyee, aún me tienes rencor por lo que pasó, eso fue hace muchos años-. -Sí, aún te odio, tal vez no sientas lo mismo por ser un patán, pero yo nunca olvidaré ni te perdonaré por lo que me hiciste-. -Pero aun sientes algo por mí ¿no?- dijo con tanta confianza en sus palabras. Yo lo miré con el ceño fruncido y mucha rabia, ¿Cómo se atrevía a decir eso? -Brayan, tú mismo lo acabas de decir, lo que pasó fue hace muchos años, ¿En serio crees qué te seguiría queriendo aun después de lo que pasó?-. Estaba tan enojada que podía sentir las ganas de darle un puñetazo en la nariz. -Si no fuera así, entonces no te pondrías nerviosa- dijo mientras se acercaba de golpe hacia mí dejando muy poca distancia entre nosotros. Yo me dí la vuelta velozmente y me alejé de él. Estaba muy enojada, ¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? ¿Por qué hoy?. Fui y me senté hasta la esquina de al fondo, del lado izquierdo junto a la ventana. Estaba tan cabreada, más porque……si me puse un poco nerviosa, ¿Pero porque?, no debería. Miré por la ventana y pude notar que las gotas volvían a caer del cielo. Me quedé así por un momento, pude sentir cómo mi interior se relajaba poco a poco, pero no duró tanto, ya que mis pensamientos decían cosas que no me agradaban mucho. De pronto algo me sacó de éstos. Una voz familiar. Giré mi cabeza en dirección de dónde provino aquella voz y me topé con Ayram, una de mis compañeras de la secundaria. -¡Ayram!- Casi no platicábamos en la secundaria, pero después de lo ocurrido unos momentos, me sentía tan bien ver que a alguien conocido, que no fuera alguien que me produjera repugnancia. -¡AnGyee, hola!- se acercó y me abrazó –Qué bueno que estés aquí, creí que estaría sola en la prepa- dijo con algo de alivio en su voz. -jejeje no te preocupes, yo pensé lo mismo-. El día transcurrió, estuve con Ayram todo el día, ya que no juntamos en los recesos y la mayoría de las clases que tenía yo también las tenía ella a la misma hora. Iba por las calles; en vez de tomar el autobús, por alguna razón tenía ganas de caminar. Venía pensando en cómo me la había pasado en la prepa, en cómo una nueva amistad surgía entre Ayram y yo; De pronto una imagen apareció en mi mente interrumpiendo pis pensamientos, Brayan. Paré en seco y sacudí la cabeza para borrar eso de mi mente *¿Por…por qué pienso en él? *. Decidí no tomarle tanta importancia y seguí mi camino. El viento comenzó a soplar muy fuerte, cada vez más y más; las hojas de los árboles se movían bruscamente y las hojas secas del suelo volaban por doquier; Mi cabello, a pesar de estar corto, se despeinaba con el movimiento; mi falda no se quedaba atrás, con una mano trataba de evitar que ésta se levantase, mientras que con la otra retiraba los cabellos que me tapaban la vista; el viento también traía consigo nubes de tierra por lo que aparte, agachaba la cabeza para que no me entrara a los ojos. * debí haber tomado el autobús*. De pronto dejé de sentir la brisa, fue cuando lentamente fui alzando la cabeza. Más no me esperaba topar con aquello. Abrí mis ojos como platos, me quedé sin aliento, sin palabras. Ahí estaba, justo frente a mí. La puerta…la puerta de ese sueño. Continuará………
¡Saludos! Debo decirte que me interesa tu historia, o sea, ¿quién no ha querido que los personajes cobrasen vida? Dios, me encantaría traerme a algunos y tenerlos como esclavos amigos :3 Me gustaría hacerte algunas correcciones pues siento que deberías tenerlas en cuenta para mejorar la calidad del fic, ya que por desgracia una buena temática no lo es todo. Pero te digo que no hay tantas cosas, así que no te desanimes y por favor toma esto como un intento por ayudar y no una ofensa, pues todo lo hago con la mejor intención. Empecemos por la introducción. Por empezar, una introducción es algo que te presenta la historia sin contante el contenido en sí. Te incita a seguir leyendo y te genera dudas o expectativas sobre lo que va a venir. En tu caso, más que una intro, se podría calificar como un resumen. Lo cual no está mal, pero deberías cambiarle el título para que no haya confusión. Y ¿sabes qué? Esto es una sugerencia, pero qué te parece reemplazar el primer post con una ficha como esta: Contenido oculto Título: Animes. Género: Comedia, Fantasía, Romance (el/los género/s que tú consideres apropiado) Tipo: Long-fic Resumen: AnGyee es una chica de 15 años que termina la escuela secundaria. Desde hace ya unas semanas tiene un sueño que le produce muchas dudas. Una noche le pide un deseo a una estrella. A partir de ahí su vida cambia para siempre, pues su sueño se vuelve realidad. Descubre una forma de traer a los personajes de anime al mundo real, lo cual también hace que se meta en muchas complicaciones, problemas, aventuras, etc. ¿No piensas que se ve mejor? Fíjate si te gusta, es sólo una sugerencia. Capítulo 1: [No debes usar dos puntos en los títulos] Ahí estaba otra vez, me encontraba en aquel callejón misterioso. La puerta frente a mí, semi abierta, yo curiosa, entré al lugar. Todo estaba oscuro. De repente, un brillo al fondo llama mi atención, otra puerta. Sin pensarlo dos veces me aproximo a ella, tomo la manija y la abro, para después sorprenderme con lo que encuentro del otro lado: El AnimeWorld. [Me gusta como empieza, ¿te digo cómo quedaría mejor?, toda esta parte con cursiva. Hace más énfasis en que es un sueño, lo distingue del resto del texto.] Otra mañana iniciaba, eran las 5:00 am, el despertador comenzó a sonar pero yo aún seguía dentro de aquel sueño. Ese sueño que últimamente tenía y desconocía el por qué. Y es que siempre tenía ese [era el] mismo sueño, no podía tener otro. [Repites demasiado tenía/tener y sueño, y suena raro. Prueba cambiar por sinónimos o modificar un poco la oración. Te dejo la oración modificada como ejemplo, puedes usarlo si gustas.] -Hija ya levántate, ya es hora [dos veces “ya” muy cerca, si quitas uno no suena mal]- Era mi madre que me hablaba desde el otro lado de la puerta de mi habitación. [Te recomiendo usar el guión largo, que es el correcto en los diálogos. Si no sabes cómo configurarlo no dudes en preguntar] Te dejo la oración con el uso de guión correcto: —Hija levántate, ya es hora —era mi madre que me hablaba desde el otro lado de la puerta de mi habitación. Te explicaré el uso ahora así ya luego no repito lo mismo. El diálogo debe iniciar con guión largo, la palabra que le sigue debe ir pegada a él, sin espacios. Cuando termine el diálogo y quieras agregar la acción, debes volver a colocar el guió largo, y pegado con MINÚSCULA la acción que quieres describir, si es que no hay algún signo de puntuación antes. Lo dejo en rojo para que puedas verlo. Lenta y perezosamente fui abriendo los ojos, por un momento la poca luz del sol que entraba por la ventana me encandiló. Me senté lentamente en la orilla de la cama apartando las sabanas. Me puse de pie y me dirigí al closet para sacar mi uniforme y acomodarlo sobre la cama. Después entré al baño para tomar una ducha. Ya bañada, vestida y con la mochila lista, bajé para tomar el desayuno. —¡Buenos días hija! —saludó mi madre mientras cocinaba. —¡Bueno días! —le devolví el saludo. —¿Estás lista para el día de hoy?- [este guión aquí no va, lo correcto es un punto.] —Sip, estoy lista —aunque la verdad sentía una mezcla de sentimientos en mi interior, pues hoy terminaba la escuela secundaria. Sentía emoción, pues por fin pasaría a otra etapa, iría a la prepa, al fin sería independiente; sentía nervios, porque tendría que enfrentarme a nuevos obstáculos de la vida; y sentía tristeza porque me separaría de mis amigos amigo(a)s [aquí sólo pon amigos, eso hace referencia a femenino y masculino], y de que probablemente no seguiríamos en contacto. A partir de acá colocaré el resto en spoiler porque sino es demasiado largo~ Contenido oculto ¿Dónde están mis modales?, permítanme presentarme, me llamo AnGyee, tengo 15 años y como verán estoy a punto de terminar la secundaria. Soy una chica sencilla, tímida, tranquila, que le gusta mucho ayudar a los demás cuando lo necesitan. Vivo con mi madre en una pequeña ciudad de Estados Unidos, aunque originalmente nací en Japón según me ha contado mi madre ella [no repitas mi madre si ya la colocaste al comienzo]. Yo tenía 2 años cuando mi padre enfermó y murió, por eso no tengo tantos recuerdos de él. Mi madre se sintió tan mal que decidió regresar a su lugar de origen, EE.UU., ya que Japón siempre le hacía recordarlo a mi padre. [Éstas dos oraciones quedan mejor unidas en un párrafo. Repites “mi padre” y no suena bien] Pero mejor cambiemos de tema; Queda mejor un punto y coma o un punto seguido] Hoy era el último día de clases, el último día que veía vería a mis compañeros, amigo(a)s amigos, maestro(a)s maestros, el último día de 3ro b “B” como grupo. Eran las 7:00 am, ya en la entrada de la escuela, me despedí de mi madre y entré. Dentro todo el lugar estaba decorado; en el patio había un montón de sillas formadas que a la vez hacían una media luna, estaban forradas cada una con un manto de color azul marino y un moño grande en la parte de atrás del respaldo de color dorado; en el centro del patio se encontraban dos tarimas, una era para 3ro “A” a, y otra para 3ro “B” b; entre las tarimas había una mesa donde se suponía que estarían los maestros; en los pilares de los pasillos había ramos de flores en cada uno, y se unían por medio de listones de color blanco. En pocas palabras, todo estaba muy elegante para la ceremonia. —Este año si se esmeró la directora —comenté, pero de tal forma que nadie más que yo lo oyera. Mientras admiraba la decoración, de la nada sentí un peso encimarse a mi espalda, pero no tardé en reconocer al responsable, o mejor dicho la responsable. —¡AnGyee! —gritó ella con su tono alegre de siempre al momento que se me abalanzaba y me abrazaba. Era Alejandra, mi mejor amiga, mi hermana, mi combo. Siempre íbamos juntas a donde sea, nos apoyamos una a la otra, sabía que podía contar con ella para lo que sea y ella conmigo con migo. —¿Cómo estás? —le pregunté cuando terminamos de abrazarnos. —¡Bien!, ¡Bien emocionada!- [este guión no va] Estuvimos recorriendo el patio una y otra vez, esperando a los demás. —Así que…tuviste ese sueño otra vez- [este guión no va] —Sip, con ésta ya son siete veces, lo raro o curioso es que lo empecé a tener a partir de las últimas semanas de clases…- [este guión no va] —¿Significará algo?- [este guión no va] —No lo creo Ale, tal vez solo sea un sueño y ya- [este guión no va] —Pero es raro tener el mismo sueño todas las noches, no es normal- [este guión no va] —Ale, ambas sabemos que ni tu ni yo somos normales —al terminar de decir esto las dos empezamos a reír, porque era cierto, todos nos decían raras, extrañas, por varias razones, tipos de música, gustos de vestimenta, principalmente porque a las dos nos gusta el anime, pero a nosotras no nos importaba sus comentarios, al contrario, nos hacían sentir únicas. Ya eran las 8:00 am, y en un abrir y cerrar de ojos el patio se encontraba ahora [este “ahora “ no es necesario, porque acabas de aclarar que son las 8:00, no necesitas repetir que estás en ese momento, ¿se entiende?] lleno de estudiantes de 3er año de secundaria. El acto académico no tardaba en dar comienzo. —Hola chicas, las estaba buscando —se escuchó una voz detrás de nosotras, era Hilario. Hilario era mi mejor amigo, podía contar con él en cualquier momento, y también sentía una gran confianza hacia él. Lo quería como un hermano mayor. —¡Hilario! —gritó Ale al momento que lo abrazaba de la misma forma que a mí. —¿Cómo se sienten? —preguntó, tratando de lucir tranquilo, pero no surgió surtió [creo que ésta es la palabra que quisiste usar] efecto en Ale y en mí, sabíamos que se sentía muy triste, ya que ese sería probablemente nuestro último día como el típico trío de amigos diferentes a los demás, como en las películas. Se notaba en sus ojos. —Hilario, ¿Cómo crees que estamos? —le dijo Ale con algo de sarcasmo. —Bueno si quieres no pregunto —dijo Hilario de la misma manera. Yo solo reí un poco mientras veía la “discusión” que tenían ellos dos. Sí, desde luego que extrañaré mucho a ese par. El timbre sonó, seguido por la voz del coordinador por el micrófono. —Muy bien muchachos, vallan acomodándose para ensayar por última vez la entrada. En ese momento todos empezaron a caminar de un lado a otro, chocando unos con otros. Yo traté de evitar tanto choque, pero sin darme cuenta tropecé con algo. Estaba a punto de caer pero mi caída se detuvo al momento que alguien pasaba y terminé chocando yo chocaba [queda mejor de esta forma] con esa persona. —Perdón —fue lo único que pronuncié. Acto seguido traté de levantarme y alzar la cabeza para así ver a la persona con la que choqué, cosa de la que… me arrepentí… podría decirse. —No te preocupes, yo no me fijé —dijo, mientras sonreía levemente. Era Salomón, el chico que me gustaba desde 1ro de secundaria. Él es un chico muy caballeroso, tranquilo, tímido, respetuoso, con talento para la música; es muchas cosas. Él es diferente a los demás chicos del salón y de la escuela. Cosa que me gustaba mucho de él, pero más que nada, que era sencillo, nada superficial o presumido. Pero también era la sensación de la escuela, tenía a muchas detrás de él, por lo que supuse que nunca se fijaría en mí. Pero no por eso debía rendirme, así que para acercarme más a él, le pedí que fuéramos amigos, para conocer más uno del otro, lástima que solo llegamos a la amistad y no más allá… bueno… al menos no él, o eso creía. Yo seguía en shock, había chocado con Salomón, podía sentir mis mejillas rojas como tomates. A pesar de que éramos amigos, me ponía muy nerviosa junto a él, no sabía de qué hablar, y siempre me sonrojaba. Pero algo me volvió a la realidad. —Rápido, tomen sus lugares —era la maestra de danza que nos tomaba a Salomón y a mí por la espalda y nos dirigía hacia donde se encontraba 3ro “B” b. —Listos, y uno, dos, tres —dijo la maestra y después se escuchó la música. Ya terminado el ensayo, el cordi coordinador [no queda bien que uses “cordi”] volvió a anunciar que ya era tiempo de dar inicio a la ceremonia. El momento había llegado. Eran las 10:00 am, las puertas se abrieron y entre ellas entraron papás, mamás, tíos, abuelos, muchas familias. La ceremonia dio inicio, luego la entrega de diplomas, y por último el coordinador dijo unas palabras de despedida: —No olviden que ahora darán un paso a otra etapa en su vida, diviértanse, vivan, pero tampoco olviden que ahora son adolescentes que empezarán a enfrentarse a los problemas y obstáculos de la vida, les deseamos lo mejor, felicidades por su graduación; damas y caballeros, familias, la generación 2010-2013 — y terminando de decir esto un mar de aplausos, gritos, llantos, llenó el lugar. El día transcurrió, todo fue genial, excepto la despedida, pues muchos lloraron. Entre ellos yo. Ya eran las 8:00 pm, me encontraba en mi habitación leyendo “Cementerio de mascotas” de Stephen King, se podía oír una tormenta aproximarse, a mí me encanta la lluvia, excepto cuando se trata de tormentas eléctricas. [es genial ese libro ;-;] Cerré el libro y me dirigí hacia la ventana para cerrarla y evitar que el agua se metiera; al retirar las cortinas algo captó mi atención. Una estrella. Todo el cielo estaba nublado, no se veía la luna ni las estrellas, sin embargo, había una que brillaba como diamante. —Qué extraño —susurré. Pero lo que más llamó mi atención es que estuviera justo enfrente de mi ventana, como si sólo fuera para mí. De pronto me vino a la mente lo que dicen de pedirle un deseo a una estrella, yo no soy tan supersticiosa con ese tipo de cosas, pero, no se pierde nada intentándolo. Y entonces lo pedí, pedí mi deseo. ~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~° Ya habían pasado tres meses, y en una semana iniciaba la prepa. Durante las vacaciones pude seguir viendo a unos cuantos compañeros y amigos de la secundaria. Me preocupé [lo mejor acá es usar otro tiempo verbal] había preocupado por nada. Seguí viendo a Ale y a Hilario, nuestra amistad seguía en pie. Seguí teniendo comunicación con mis otros amigo(a)s amigos, Rodrigo, Karen, Angélica, Evelyn, Ana y Fernanda. Incluso hasta inicié una nueva amistad con Diego, otro compañero de la secundaria. [Todo esto se ve mejor en un párrafo y no en oraciones sueltas, pues todo es sobre la misma idea] Eran las 5:00 am, era el día; hoy inicio la preparatoria. Me levanté más temprano de lo normal, creo que por la emoción. Me duché, me vestí con el uniforme de la prepa (cabe mencionar que en la prepa a la que entré debo seguir usando uniforme ¬¬ [No uses emoticones, está mal visto, aparte de que por sí es incorrecto]) que consiste en una falda tres dedos horizontales arriba de las rodillas de color azul oscuro, una blusa de botones blanca y mangas cortas, chaleco y sweater ambos de color negro, calcetas blancas y zapatos negros. El día estaba nublado, unas cuantas gotitas caían del cielo, el ambiente estaba fresco. Estaba lista y emocionada para iniciar el día, sin embargo, sentía que algo pasaría el día de hoy [queda redundante que digas día de nuevo], algo que cambiaría mi vida… para siempre. Iba caminando por la calle dirigiéndome a la parada del autobús. Ya ahí, esperé. Mientras, admiraba el día, los días nublados y chispeando son mis favoritos; la fresca brisa del viento, las gotas que caen continuamente, el aroma a tierra húmeda del parque que se encontraba en frente, todo esto, la mezcla perfecta para tener recuerdos y sentirse melancólica. [Sí, ¿quien no ama los días así?] En el camión seguía mirando por la ventanilla, la lluvia caer, las persona apurada por llegar a sus trabajos, las madres llevando a los niños a sus escuelas, pero también un tanto distraída, ya que no dejaba de pensar en algo que me inquietaba. *¿Por qué? No sé la razón, pero desde que desperté tengo el presentimiento de que algo va pasar hoy…* [Esto no me agrada… Si quieres poner pensamientos, lo mejor es recurrir a la cursiva] ¿Por qué? No sé la razón, pero desde que desperté tengo el presentimiento de que algo va pasar hoy… Pensaba. Eran las 7:00 am, me encontraba a una cuadra de la prepa, comencé a correr ya que se me había hecho tarde. Me había quedado dormida en el autobús. No podía llegar tarde el primer día de clases, que vergüenza. Por fortuna había dejado de llover y ya no traía el paraguas abierto, lo cual me dio más facilidad de correr. Lamentablemente sin fijarme resbalé con un charco, caí de rodillas, las cuales fueron las únicas en mojarse. Me puse de pie sin importarme lo raspadas que quedaron y continué mi camino. Apenas y alcancé a llegar. Me encontraba vagando por los pasillos al igual que los demás. —Según éste papel que me entregó el director la primer clase que tengo es historia, en el salón b —decía para mí misma en voz baja—. Salón b, salón b… —repetía una y otra vez al mismo tiempo que avanzaba a paso lento y mirando a varios lados. Estaba tan concentrada en eso que no me percaté de que alguien me seguía. —Llegué —exclamé contenta de por fin haber encontrado el salón. Al entrar noté que el salón era inmenso. De pronto sentí que tocaban mi hombro izquierdo y pronunciaban mi nombre. —AnGyee —se escuchó. En un parpadeo mi emoción se desvaneció, mi día alegre se opacó, esa voz… Me di la vuelta rápidamente, como lo pensé, era él. —B-Brayan…- susurré, estaba en shock, no podía creerlo. [La verdad me molesta un poco leer Brayan, ¿no quisiste colocar Bryan? No digo que esté mal, sólo que ese nombre me parece raro, quizás me equivoque, pero nunca lo había visto] Brayan fue mi compañero de primaria, y también… mi primer amor… podría decirse. Pero también es el culpable de mi depresión durante un largo tiempo. Al final terminé enterándome que él solo jugaba conmigo con migo. Recuerdo que después de eso yo caí en una depresión que no sé cómo describir. Desde entonces nunca más volví a hablar con él o saber de él. Sí, durante un largo tiempo estuve deprimida, desconfiada de los demás, pero todo cambió al entrar a la secundaria. Ahí volví a serla ser la que era antes, alegre, feliz, sociable (un poco), etc. ¿Por qué? ¿Por qué justo cuando todo se había acomodado, tenía que aparecer él otra vez? Un sentimiento de tristeza, enojo y odio invadió todo mi cuerpo. —¿Qué…qué haces aquí? —le pregunté con una mirada seria y un tono de voz fría. —¿No es obvio?, me inscribieron aquí, ¿no te sorprende? —Sí…mucho- respondí aun con un tono frío e indiferente. —¿Por qué tan seria AnGyee? ¿No te alegras de verme? —preguntó mientras se acercaba un poco más hacia mí. —¿Debería? —respondí al mismo tiempo que retrocedía un poco para alejarme de él. —Vamos AnGyee, aún me tienes rencor por lo que pasó, eso fue hace muchos años. —Sí, aún te odio, tal vez no sientas lo mismo por ser un patán, pero yo nunca olvidaré ni te perdonaré por lo que me hiciste. —Pero aun sientes algo por mí ¿no? —dijo con tanta confianza en sus palabras. Yo lo miré con el ceño fruncido y mucha rabia, ¿Cómo se atrevía a decir eso? —Brayan, tú mismo lo acabas de decir, lo que pasó fue hace muchos años, ¿En serio crees qué te seguiría queriendo aun después de lo que pasó?. Estaba tan enojada que podía sentir las ganas de darle un puñetazo en la nariz. —Si no fuera así, entonces no te pondrías nerviosa —dijo mientras se acercaba de golpe hacia mí dejando muy poca distancia entre nosotros. Yo me di la vuelta velozmente y me alejé de él. Estaba muy enojada, ¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? ¿Por qué hoy? Fui y me senté hasta la esquina de al del fondo, del lado izquierdo junto a la ventana. Estaba tan cabreada, más porque… sí, me puse un poco nerviosa, ¿Pero porque?, no debería. Miré por la ventana y pude notar que las gotas volvían a caer del cielo. Me quedé así por un momento, pude sentir cómo mi interior se relajaba poco a poco, pero no duró tanto, ya que mis pensamientos decían cosas que no me agradaban mucho. De pronto algo me sacó de éstos. Una voz familiar. Giré mi cabeza en dirección de dónde provino aquella voz y me topé con Ayram, una de mis compañeras de la secundaria. —¡Ayram! —Casi no platicábamos en la secundaria, pero después de lo ocurrido hace unos momentos, me sentía tan bien ver que a alguien conocido, que no fuera alguien que me produjera repugnancia. —¡AnGyee, hola! —se acercó y me abrazó —Qué bueno que estés aquí, creí que estaría sola en la prepa —dijo con algo de alivio en su voz. —Jejeje no te preocupes, yo pensé lo mismo. El día transcurrió, estuve con Ayram todo el día, ya que nos juntamos en los recesos y la mayoría de las clases que tenía yo también las tenía ella a la misma hora. Iba por las calles; en vez de tomar el autobús, por alguna razón tenía ganas de caminar. Venía pensando en cómo me la había pasado en la prepa, en cómo una nueva amistad surgía entre Ayram y yo; De pronto una imagen apareció en mi mente interrumpiendo pis mis pensamientos, Brayan. [Ay corrige esto, “pis” se ve muy feo x’D Esos tecleos mal puesto que hacen que pongamos palabras extrañas] Paré en seco y sacudí la cabeza para borrar eso de mi mente, ¿Por…por qué pienso en él? Decidí no tomarle tanta importancia y seguí mi camino. El viento comenzó a soplar muy fuerte, cada vez más y más; las hojas de los árboles se movían bruscamente y las hojas secas del suelo volaban por doquier; Mi cabello, a pesar de estar corto, se despeinaba con el movimiento; mi falda no se quedaba atrás, con una mano trataba de evitar que ésta se levantase, mientras que con la otra retiraba los cabellos que me tapaban la vista; el viento también traía consigo nubes de tierra por lo que aparte, agachaba la cabeza para que no me entrara a los ojos. Debí haber tomado el autobús. De pronto dejé de sentir la brisa, fue cuando lentamente fui alzando la cabeza. Más no me esperaba topar con aquello. Abrí mis ojos como platos, me quedé sin aliento, sin palabras. Ahí estaba, justo frente a mí. La puerta… la puerta de ese sueño. Continuará……… [usa sólo 3 puntos suspensivos, no más] En fin, me gustó. Está lindo, no narras mal y mantienes una escritura fluido. Presentaste bien a los personajes, aunque bueno, siempre hay detalles a mejorar. La narración en cierta forma es muy casual, no digo que esté mal, le da ese toque adolescente (¿ que tratas de mostrar, pero no abuses. Usar “prepa” no está mal” pero “cordi” no se vio bien, en todo caso sería “coordi”, aunque tampoco se lee bien. En general está lindo, pero confío en que iras creciendo a medida que sigas escribiendo. Me gustaría que cambiaras sobre todo los guiones, van a mejorar muchísimo el fic, y es sólo usar un símbolo en lugar de otro. Otra sugerencia, usa otra letra, no se si es mi pc o qué, pero al ser tan grande se ve en negrita, y no luce nada lindo. Incluso me resulta incómodo. Espero el otro capi, quiero ver cómo narras lo que sucede con la puerta, y qué personajes planeas traer. Ojala mi comentario no te haya molestado, lo hago con la mejor intención... Continúalo, ¿sí? Nos leemos en el próximo capi <3 PD: Espero se entienda todo... Cualquier cosa no dudes en contactarte conmigo :3
gracias Mayushii para ser sincera es la primera vez que escribo, asi que te agradesco mucho tu ayuda :) gracias
aquí les dejo la continuación, perdonen la tardanza, espero que les guste. si hay algún error me gustaría que me lo hicieran saber para poder corregirlo, ya que soy nueva en esto. Capítulo 2 Ahí estaba, parada, sin mover un músculo, no podía creerlo, esa puerta…esa puerta estaba ante mis ojos y esta vez no era un sueño. Solo una pregunta retumbaban en mi cabeza ¿La abriré o no? Antes, tenía ganas de saber por qué tenía ese sueño, ganas…de ver en serio esa puerta y averiguarlo. Quería tener esa puerta ante mis ojos. ~~~~~~~~~~~~~Flash back ~~~~~~~~~~~~~~~ Eran las 8:00 pm, me encontraba en mi habitación leyendo un libro “cementerio de mascotas” de Stephen King. Se podía oír que una tormenta eléctrica se aproximaba. Me puse de pie y me dirigí a la ventana para cerrarla y evitar que el agua no entrara. Al retirar las cortinas algo llamó mi atención, una estrella. En eso me vino a la mente lo que decían de pedirle un deseo a una estrella, yo no soy muy supersticiosa con ese tipo de cosas, pero no se pierde nada intentándolo. Y entonces lo pedí, pedí mi deseo. —Deseo que mi sueño suceda de verdad— ~~~~~~~~Fin del Flash back~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Tanta curiosidad. Pero ahora… …ahora tenía miedo. Poco a poco mi mano se fue acercando a la manija de la puerta. Sentía un suspenso increíble. Ya por fin haberla tomado, la giré, pero la puerta no abrió. Lo intenté de nuevo y nada, como si estuviera sellada. Por un momento pensé que mi deseo se había cumplido, que tontería, sabía que eso de pedir deseos solo son patrañas…. Apenas me di la vuelta para salir del callejón cuando un rechinido se escuchó a mis espaldas. Me devolví para ver de dónde venía, era de nuevo aquella puerta, solo que esta vez, estaba semi abierta. Volví a sentir un escalofrío recorriendo mi espalda, pero sin pensarlo dos veces me dirigí otra vez a ella y entré. Todo estaba oscuro pero se podían visualizar cosas con la poca luz que entraba por los agujeros en las pareces el techo y las ventanas. Había varios estantes en las paredes; un enorme escritorio cerca de la entrada y una caja registradora sobre él. Aquel lugar parecía haber sido una tienda en un tiempo. Todo el lugar estaba lleno de polvo y telarañas. —Bueno no pensé que fuera así pero…aun así echaré un vistazo— Me acerqué a uno de los estantes, pude ver que aun tenía unos cuantos libros. -tal vez esto era una librería-. Tomé uno de los libros, era de tamaño pequeño y no muy grueso, los demás también eran así. De mi mochila saqué un trapito con el cual limpié el objeto. Apenas estaba terminando de limpiarlo cuando me sorprendió lo que vi. Era un manga. Le di la vuelta para ver la portada, era el manga de Inuyasha. —P-Pero qué— Empecé a tomar varios de los que estaban en el estante, y los iba limpiando uno por uno. Todo el estante estaba lleno de mangas, había de naruto, ranma ½, nana, elfen lied, fary tail, death note, etre otros. —Entonces no era una librería— Giré mi cabeza y enfoqué mi mirada en unas paredes donde se veía que tenían carteles pegados, me puse de pie y me dirigí a ellas. Igual que los mangas, con el mismo trapo les quité el polvo. Eran posters. Había de one piece, hellsing, Tokio mew mew, entre otros animes, igual que los mangas. —Éste lugar era una tienda de anime—digo sorprendida y alegre- ¡que emoción!………pero…¿por qué la abran cerrado? ¿por qué………terminó así?-. De pronto un sonido invade el lugar, era mi celular, y la llamada era de mi madre. —¿Bueno?— —Hija ¿dónde estás?—se oye la voz de ella al otro lado, un tanto preocupada. —P-perdón mamá, es que m-me dejaron comprar unas cosas de papelería y……y tardé mucho comprándolas —dije tratando de no tartamudear—pero ya voy para allá— —ok hija, te espero—colgó. Estuve tan entretenida en este lugar que olvidé que se me hacía tarde. Me di la vuelta y tomé mi mochila. Acomodé los mangas como estaban. —Espera, si no hay nadie aquí no habrá problema si me llevo unos cuanto a mi casa… ¿verdad? — y dicho esto introduje unos cuantos a mi mochila y salí del lugar. Eran las 9:00 pm, no hubo problema por llegar tarde, aunque tuve que ir a comprar cosas a una papelería para que mi madre me creyera la mentira. Estaba en mi habitación poniéndome la pijama. Me acerqué a mi mochila y saqué los mangas que había tomado. Eran de Inuyasha, Naruto, Death note, One piece, y Ranma ½ y los acomodé en un estante. Pasaron dos meses, y mi madre tuvo que hacer un viaje de trabajo. ~~~~~~~~~~~Flash back~~~~~~~~~~~~~~~~~ —Hija necesito hablar contigo —me habló mi madre desde la sala. —Ya voy mamá— Ya en la sala. —¿Qué sucede? —pregunté —Hija, me llamaron del trabajo, tengo que tomar un curso que durará varios meses, no sé con exactitud cuántos—decía, su voz sonaba muy preocupada —tendré que viajar a Japón— —Entonces… ¿nos iremos de aquí?—no quería irme, tenía amigos aquí, tenía mis estudios aquí, no quería dejarlos. —No hija, de eso quería hablarte, solo yo tendré que hacer el viaje— yo la miraba confundida— tú te quedarás aquí, sé que tienes 15 años, pero eres lo bastante madura y responsable que confío en que estarás bien, además sirve de que vayas siendo independiente-. —¿En serio?—sentí una alegría enorme en mi interior, oír que mi madre me tenía confianza a tal punto, me conmovió. —Si, te estaré llamando diario, y te mandaré de vez en cuando dinero para tu prepa, tus gastos, material, alimentos, etc — —¡Gracias mamá, no te decepcionaré! —. ~~~~~Fin del Flash back~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Tenía la casa para mí sola para mucho tiempo, ¡qué emoción! Eran las 8:00 am, era sábado, me fui levantando lentamente de la cama, aún estaba medio dormida y con cara de zombie. Me aproximé al baño para lavarme la cara. Más tarde regresé a mi habitación donde volví a sentarme en la cama. —bueno, es sábado, estoy sola, ¿Qué puedo hacer? — De pronto recordé los mangas que había tomado aquella vez, y los cuales no volví a tocar desde entonces, ya que estuve muy ocupada haciendo trabajos de la escuela. Me puse de pie y me dirigí al estante donde los había colocado. ¿cuál leeré primero?. —Éste—dije mientras tomaba en mis manos el manga de Inuyasha tomo 20. Regresé a la cama, me acosté de nuevo y empecé a leer. Como era la única en casa, decidí leer en voz alta, ya que antes me daba un poco de pena, a pesar de que estuviera en mi habitación y mi madre en la cocina. Ya eran las 10:00 am, ya había terminado de leer el tomo cuando de pronto suena el celular. —¿bueno?—contesté. —AnGyee—del otro lado se escucha una voz familiar que no había vuelto a escuchar durante un tiempo. -¡Fer!- exclamo sorprendida pero a la vez feliz de escuchar a mi amiga. Era Fernanda, y desde las vacaciones de verano no había vuelto a saber de ella. —¿Cómo estás AnGyee? —. —bien Fer ¿y tú? — —También bien, oye, mis padres salieron hacer unas comprar y no regresarán hasta en la noche, ¿quieres qué hagamos algo juntas? —. —¡Claro!, ¿nos vemos en el parque enfrente de la secundaria? —. —Si, me parece bien—. —Ok, adiós Fer—. Terminando la conversación, me levanto y me dirijo al closet para sacar mi ropa, me puse unos pantalones de mezclilla entubados pero no tan apretados de color gris oscuro, una blusa negra con el logo de uno de mis grupos favoritos AC-DC, una chamarra de color azul-verdoso oscuro y unos converse negros. Luego me dirigí al perchero donde tomé un morral color café chocolate, en él guardé dinero, celular, auriculares, llaves y demás cosas. Me dirigí a la salida, no sin antes tomar un paraguas, ya que estaba lloviendo afuera. Iba caminando por la solitaria calle, tal vez la gente no tenía tantas ganas de salir por la lluvia. Iba metida en mis pensamientos pero rápidamente éstos fueron interrumpidos. Sentía que alguien me observaba. Detuve mi caminata y me di me di vuelta, pero nada, no había nada detrás. Me devolví y seguí avanzando. De pronto se escucharon pasos. Volví a detener mi caminata para darme la vuelta de nuevo, esta vez alcancé a notar una sombra que se ocultaba en unos arbustos. —¿Q-Quién anda ahí? —dije, estaba asustada ya que lo primero que me vino a la mente es que podría ser algún ratero y yo estaba indefensa. Sin nada con que defenderme. De pronto la sombra se mueve a otro arbusto, era muy veloz. —¡¿Qué quiere?! —pregunté alterada, sosteniendo el paraguas cerrado como si fuera un palo, ¿qué más podía hacer?, era lo único que tenía para defenderme. De pronto otros movimientos se escucharon en otros arbustos. ¿Será un grupo de pandilleros? Estaba a punto de correr cuando sentí que alguien tomaba mi hombro. De puro reflejo me voltee y comencé a dar paraguazos a lo menso, sentía que golpeaba algo, mayor razón para no detenerme, tal vez sí se trataba de algún ladrón, y si me detenía quién sabe cómo me iría. Pero de pronto unos quejidos se escucharon. —¡Oye, detente! ¡No me golpees! —decía una voz. Al oír eso, me detuve y abrí los ojos para ver de quien se trataba. No esperaba ver lo que vi. Era un chico pero estaba…¿disfrazado? —L-Lo siento……¿quién eres? Y ¿por qué estas disfrazado así?, digo no es que te veas mal, al contrario se ve………muy real pero…no es muy común ver gente así, bueno no por aquí—le dije al desconocido. —¿Ah? ¿Cuál disfraz? Éstas son mis ropas, y me llamo Inuyasha— Cuando escuché ese nombre mis ojos se abrieron como platos ¿A caso escuché bien? ¿Él dijo que se llama……Inuyasha? no lo podía creer, tal vez se trataba de uno de esos fanáticos del anime que se hacían llamar como un personaje y se vestían y actuaban igual que el personaje. —Oye, enserio, me gusta tu cosplay pero…yo sé bien y tú sabes bien que no eres el verdadero Inuyasha, él es un personaje de anime y manga, no existe en verdad— —No sé de qué me hablas niña, ¿qué es cosplay? ¿Qué es anime?, y por última vez yo soy Inuyasha—me dijo con un tono…irritante que sacó mi coraje. —¡No soy una niña! ya soy una chica grande tengo 15 años muy pronto 16, y te demostraré que todo eso es un disfraz— y dicho esto, me abalancé al desconocido que decía llamarse “Inuyasha”, lo primero que se me ocurrió quitarle fueron aquellas orejas de perro sobre su cabeza, pero a pesar de tantos intentos éstas no se zafaban, además de que no se sentían falsas, se sentían muy, muy reales. Lo único que hice fue alejarme. N-No puede ser…son orejas reales…orejas de perro reales…eso significa que… Estaba paralizada, ¿en verdad era…Inuyasha? Pero no se ve como en el anime, cualquiera que lo viera diría que es una persona haciendo cosplay. De pronto sentí un gran golpe en mi cabeza. Era Inuyasha dándome un gran puñetazo en la cabeza, como los que le da a shippo. —¡Auch! —solo pude pronunciar eso. —Eso debería de decir yo—dijo. A lo lejos se escuchó un grito—¡Abajo! —Inuyasha asotó en el suelo. Esa frase…solo conozco a alguien que dice esa frase y hace que él caiga al suelo de seguro saben de quien se trata. De los arbustos salió Kagome, seguida por Sango, Miroku, Shippo y Kirara. Yo no lo podía creer, no podía moverme, ¿Q-Qué es todo esto? ¿Será real o es otro sueño marihuano que tengo? De pronto Kagome se acerca a mí. —¿Estás bien? —dice mientras coloca su mano izquierda sobre mi cabeza, en el lugar donde Inuyasha me había golpeado. -s-si- dije sin dejar de mirarla sorprendida, aun no me lo podía creer, no podía ser cierto que todos ellos estuvieran ahí. —¡¿Kagome por qué hiciste eso?! —se escuchó a Inuyasha aun tirado en el piso muy enojado porque ella utilizara esa frase. —Kagome lo hizo porque tú golpeaste a esta pobre niña—dijo Sango molesta y acercándose a mí también. —¡¿Qué?!, ¡pero si ella me golpeó primero! ¡hasta me jaló las orejas! —respondió Inuyasha mientras se ponía de pie—Lo hizo porque la asustaste tonto—dijo el pequeño shippo, que unos segundos empezó a llorar ya que Inuyasha le dio un golpe en la cabeza, como siempre. De pronto se hizo presente la típica escena en la que shippo llora mientras se soba el gran chipote que le aperecía en la cabeza, a Kagome gritando “abajo” una y otra vez y a Inuyasha azotando en el piso. A pesar de estar asombrada de verlos, sentía unas ganas de reir al ver esa escena como no tienen idea :D. —Ya van a empezar—dijo Sango, cansada que ese par no pudiera estar sin pelear o discutir al menos unos minutos. —¿Disculpe señorita cuál es su nombre? —dijo una voz a mis espaldas, era Miroku. —AnGyee—respondí. —Señorita AnGyee ¿Podría decirnos que lugar es éste? — —Louisiana—dije tratando de ya no estar tan sorprendida y volver en sí. —Qué extraño nombre—dijo Sango algo pensativa—además las cabañas de por aquí son muy distintas a las de las otras aldeas que hemos visitado— Kagome al oír el comentario de su amiga detuvo su record de “abajos” y se puso a observar los alrededores, notó que Sango tenía razón. —Sabes Sango, éste lugar parece de mi época, pero…no parece ser Japón— —No, no es Japón, están en EE.UU. —dije, todos me miraron con cara de what?, excepto Kagome, pude ver que ella si entendía de qué hablaba Claro, Kagome es una chica de la época moderna, puede que ella si entienda muchas cosas y me ayude a explicarcelas a los demás……pero, ¿cómo le hago para explicarle que ella y los demás son personajes ficticios de un manga y anime?. —¿Cómo terminamos hasta aquí?....o no, ¡estoy muy lejos de casa! —dijo Kagome muy preocupada. —Hay tranquila Kagome, encontraremos el camino de regreso, solo hay que devolvernos por donde veníamos, no exageres—dijo Inuyasha, un poco molesto, tal vez porque Kagome esta vez superó su record en decirle “abajo” varias veces. —No lo entiendes Inuyasha, EE.UU. es otro continente, del otro lado del mundo, muy muy lejos de Japón—dijo. —No te entiendo ¿Qué es continente? —. Yo no sabía que hacer ahora, ¿les explicaría cómo es que aparecieron ahí?, pero si ni siquiera yo sabía cómo aparecieron, no sabía qué hacer. De pronto una voz familiar a lo lejos me sacó de mis pensamientos. —¡AnGyee! —se escuchó No podía creerlo, era Fer, ¿qué se suponía que debía hacer?, ¿debería dejar que ella viera lo que ocurria? o ¿esconderlos a todos y mantener lo sucedido en secreto?. Cada vez se acercaba más a donde me encontraba. ¿Qué debo hacer?. Continuará…
Ok, lo primero ¡Ladrona! y segundo ¡Madre irresponsable! (? Pero sabemos que por estos descuido pasan las cosas más interesantes. Ay, me gustó, ¿sabes? Es entretenido, y divertido. Como te dije antes, algo que la mayoría hemos querido escribir y por qué no, vivir. Vamos con la trama... La verdad no lo esperaba, ¿una tienda? O sea, es muy raro y la verdad a mí me resultó original. No me esperaba sí que aparecieran tooooodos, sólo Inuyasha o quizás Kagome, pero bueno, no me molesta para nada. Quiero ver qué pasará ahora, cómo les dirá y qué harás para llevarlos de vuelta. Qué pasará con el mundo y todo, espero ya tengas más o menos planeado cómo lo quieres hacer, pues espero muchas cosas x'D Ay se enterará Fer? Ojala que sí, así la pobre AnGyee no está sola con tantos locos. Ahora con lo técnico... Me encanta ver guiones largos, me pone feliz aunque no lo creas xD Sólo una cosa quiero marcarte para que lo apliques al próximo capítulo, y es esto: Ya eran las 10:00 am, ya había terminado de leer el tomo cuando de pronto suena el celular. —¿bueno?—contesté. —AnGyee—del otro lado se escucha una voz familiar que no había vuelto a escuchar durante un tiempo. -¡Fer!- exclamo sorprendida pero a la vez feliz de escuchar a mi amiga. Era Fernanda, y desde las vacaciones de verano no había vuelto a saber de ella. —¿Cómo estás AnGyee? —. —bien Fer ¿y tú? — —También bien, oye, mis padres salieron hacer unas comprar y no regresarán hasta en la noche, ¿quieres qué hagamos algo juntas? —. —¡Claro!, ¿nos vemos en el parque enfrente de la secundaria? —. —Si, me parece bien—. —Ok, adiós Fer—. Mira lo que marqué. Los guiones en rojo, no van. Cuando sólo pones el diálogo sin acción, la línea debe terminar en un punto. Los que están en verde en cambio están correctos, pues si ves le sigue la acción y luego terminas en punto. A lo que voy, la oración siempre debe terminar con punto, no con guión. Y la que está en Rosa es que te olvidaste de poner el guión largo x'D Otra cosa, no va punto luego de cerrar los signos de exclamación o interrogación. Corregido sería así: Ya eran las 10:00 am, ya había terminado de leer el tomo cuando de pronto suena el celular. —¿Bueno? —contesté. —AnGyee —del otro lado se escucha una voz familiar que no había vuelto a escuchar durante un tiempo. —¡Fer! —exclamo sorprendida pero a la vez feliz de escuchar a mi amiga. Era Fernanda, y desde las vacaciones de verano no había vuelto a saber de ella. —¿Cómo estás AnGyee? —Bien Fer ¿y tú? —También bien, oye, mis padres salieron hacer unas comprar y no regresarán hasta en la noche, ¿quieres qué hagamos algo juntas? —¡Claro!, ¿nos vemos en el parque enfrente de la secundaria? —Si, me parece bien. —Ok, adiós Fer. Es sólo eso lo que quiero marcarte pues es lo más grave que vi, el resto me ha gustado. Hay algunos errores de ortografía, algunas letras comidas, pero la verdad no son tantas. Esperaré el próximo capi para comentarte otras cosas, por ahora creo que con eso basta, pues ya la mejora se puede notar. Y de verdad quiero ver como sigue, más allá de lo que te marco, la idea me gusta y la leo con gusto. ¡Saludos!
Gracias por la corrección Mayushii me ayuda muchísimo :) y también me alegra y emociona que te guste mi long-fic, últimamente no he podido subir la continuación porque,como ya entré a clases, con las tareas y eso no he tenido tiempo, pero espero ya tener un espacio para seguir con la historia :) de nuevo ¡muchas gracias por la corrección! vas a ver que en el próximo capitulo ya no habrá errores :)