little souls

*Capitulo 1: ¿Vivir o morir? Tú eliges… Parte 1

Todo se encontraba sumido en una completa oscuridad, lo único que prevalecía ahí era una inminente lucecita al fondo de una habitación. Desde el final de esta podría escuchar claramente como alguien gritaba mi nombre, ¡Maka…Albarn…! era una voz masculina. Honestamente no alcanzaba a escuchar bien lo que me decía, solo podría interpretar esos gritos como un llamado en advertencia de que algo malo sucedería si no avanzaba y en cuanto decidí dar un paso hacia el frente algo me detuvo, en cuanto sentí una mano posarse sobre mi hombro miles de escalofríos recorrieron mi cuerpo y no solo eso, en cuanto gire mi rostro para ver quién era, ahogue un grito de terror al ver unos ojos rojos como la sangre clavarse en mí y que se iluminaban a pesar de la oscuridad, aquellos ojos me miraban expectantemente haciendo que me cohibiera por completo, no pude verle el rostro pero de cierta manera me hacía sentir miedo y a la vez ¿seguridad?, no lo sabía con exactitud. Me mantuve quieta por un buen rato, ninguno de los dos decía o hacia algo y eso me inquietaba aún más, y entonces decidí hablar.
-quie...quien…eres? Pregunte tartamudeando, y obvio aquel sujeto se dio cuenta de que estaba asustada. Comencé a temblar. Me tomo por ambos brazos y me arrincono contra una pared posando sus brazos a cada lado acorralándome por completo y evitando así que huyera lo cual hubiese hecho en ese momento si no fuese porque las piernas no me respondían.
-¿Quién soy?- Pregunto rosando su lengua sobre mi mejilla derecha, me sentí aún más aterrada que antes, no supe que hacer solo quedarme quieta-Te diré quién soy a cambio de una cosa pequeña-susurro muy cerca de mi oído.
-Que...cosa…?-No podía más sentía que mi cuerpo se desvanecía, creo que estaba a punto de desmallarme. El sujeto sonrió de forma triunfante como si supiera que yo preguntaría eso, no me había percatado de sus dientes, eran como colmillos muy parecidos a los de un tiburón lo cual me hizo sentir mucha curiosidad.
-Quiero-hizo una pausa antes de responder, sentí su mirada recorrer todo mi cuerpo de pies a cabeza y no pude evitar cerrar los ojos, lo cual el aprovecho para que con una de sus manos comenzara a acariciar mis hombros deslizándola poco a poco hasta llegar a mi cintura. – ¡Dete…detente!-grite a mas no poder y el solo volvió a sonreír ensancho aún más su sonrisa y dejando escapar un pequeño suspiro que apenas y pude percibir.
-Tranquila no pienso hacerte daño-me dijo alejándose un poco de mí, chasqueo los dedos y en ese momento la habitación se ilumino por completo dejándome ver así a un chico albino de ojos rojos y de cabellos blancos vestido con un traje negro de rayas blancas. He de admitir que el chico era muy atractivo lo cual inevitablemente hizo que me quedara observándolo por unos instantes y al parecer se dio cuenta de que lo observaba, por la forma en la que se dio vuelta guardando las manos en los bolsillos de su pantalón.
-Apuesto a que te soy muy atractivo, no es así?
En ese momento fue que reaccione no me había percatado de mi forma de actuar e inmediatamente los colores se me subieron al rostro puse mis manos sobre mi cara y efectivamente me había sonrojado por completo.- ¡Por supuesto que no!-trate de sonar lo más convencible, pero creo no haberlo logrado ya que visualice esa sonrisa que momentos antes me había parecido un poco tétrica.
-Como sea -su tono de voz cambio por completo, ahora me parecía que sonaba como la de una persona que narra la historia de una película de terror-Supongo que te has de preguntar qué haces aquí no es así- iba a responder pero él siguió hablando lo cual no me lo permitió-pues te diré que esto no es un sueño.
-¿No lo es?- pregunte como toda una ingenua.
-Por supuesto que no pequeña, que creías que era una más de tus pesadillas?- juraría que esa pregunta me la hizo en tono de burla pero decidí ignorarla y continúe escuchando.
-Bien antes de explicarte todo he de advertirte que una vez sabiendo de mí, de lo que soy y de donde pertenezco ya no hay vuelta atrás chiquilla- su comentario hizo que se me enchinara la piel, de alguna manera me asustaba la forma en la que comenzó a hablarme.
No sé en qué momento mi curiosidad por saber más de aquel sujeto aumento y ahora que me pongo a analizar la situación, es verdad todo este tiempo creí que solo era una pesadilla pero en sí muy diferente a las anteriores. Mantuve mi cordura fuera de mis pensamientos lo cual me había parecido muy extraño. Normalmente cuando me encuentro en situaciones como estas o bueno por decirlo así parecidas, cierro con fuerza los ojos y en instantes despierto en mi habitación, pero esta vez no me resulto, por más que intentaba no lograba desaparecer de aquella ilusión y ahora si mi preocupación aumento.
-Es inútil- dijo molesto-no intentes algo que ya sabes que no resultara-“como es que”-¿adivine?. Era yo o este tipo me había leído los pensamientos.
-¡Dejémonos de estupideces quieres y dime de una vez quien eres y que es lo que buscas!-le grite colérica a punto de estallar, que se creía el para hablarme así y más aun a surcar en mis pensamientos.
-Uh Jujuy, veo que alguien se ha molestado jajaja, bien pues tú lo has decidido así, dejemos de lado las habladurías y comencemos a actuar ¿te parece?
-¿Qué quieres decir con eso?- bien su actitud comenzaba a fastidiarme pero lo que me molestaba aún mas era el hecho de que se burlara de mí que creía que me dejaría a si como así no eso sí que no.
De nuevo su sonrisa apareció ensanchándola más si es que todavía se podía, me pareció que comenzaba a acercarse de nuevo hacia mí y lo que hice fue que a cada paso que el daba yo retrocedía dos. Mi corazón comenzó a palpitar y los nervios ya me habían consumido por completo cerré los ojos y los apreté con fuerza como esperando a que con esa acción el desapareciera, y como si hubiese pedido un deseo que me fue concedido cuando abrí los ojos el ya no estaba.
Solté un gran suspiro, aliviada de que él había desaparecido, pero me equivoque. Sentí una respiración entrecortada en mí espalda, de inmediato me gire y puse una cara de sorpresa al verlo otra vez frente a mí. Su mirada cambio por completo, su rostro palideció y sus ojos me miraban con ansias, deseosos de algo. Fue entonces que me tomo por sorpresa y en un rápido y ágil movimiento me tomo por ambas muñecas y se acercó lenta y peligrosamente a mis labios y casi rosándolos lo escuche decir: “I love you girl, and this time I won't let you go”.
Continuara…

 

Capítulo 1: ¿Vivir o morir? Tú eliges… Parte 2

“I love you girl, and this time I won't let you go”

No podía creer lo que acaba de escuchar, ¿el qué? .Trate de liberarme de su agarre pero él se aferraba aún más en no soltarme y en cuanto lo logre di vuelta y corrí como pude, no sabía hacia donde solo seguí corriendo. Tampoco me había dado cuenta de que traía puesto un vestido, ya veo porque se me dificultaba tanto el correr, era muy parecido a los de la época del siglo XIX y de color negro azabache. Decidí no darle importancia y me concentre en lo que quería “huir” de un momento a otro llegue a un pequeño jardín y cuando creí que el ya no me perseguía más decidí tomar un descanso cuando de pronto escuche el sonido de unos pasos acercarse, acompañados de un ruido estridente como el que se produce cuando alguien hace chocar algo puntiagudo contra la pared.
-Es inútil que intentes escapar de mi pequeña.

Hice caso omiso a lo que dijo y tan pronto como pude me adentre en un laberinto cercano a aquel jardín, en cuanto entre observe que este se encontraba rodeado de muchas ramas y flores que parecían muertas, los cuales le daban un aspecto terrorífico al lugar, quise concéntrame en el camino pero me era imposible ya que sentía muy de cerca sus pasos, de pronto tropecé con algo al parecer con una rama, maldije por lo bajo ¡maldita sea, ahora no!-muy tarde.
-Te lo dije cariño, no puedes huir de mi- lo escuche y me gire en un vano intento de incorpórame, me arrastre hacia atrás observando cómo se me acercaba más y más, entonces cuando tope con lo que parecía ser una pared supe que ya no tenía escapatoria.

Se inclinó a mi altura al mismo tiempo que del bolsillo izquierdo de su pantalón sacaba un pequeño cuchillo, muy filoso a mi parecer, me lo acerco y comenzó a pasarlo sobre mis mejillas luego fue bajándolo hasta mi cuello, temblé ante aquel contacto y mi miedo se hizo presente. De nuevo se acercó más y me susurro al oído “te prometo que no dolerá mucho”, sentí un tremendo dolor, casi insoportable en el pecho y eso fue lo último que escuche antes de que todo se nublara a mi alrededor y después no pudiese escuchar absolutamente nada.

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¡ring...ring..ring…ring!

El sonido de mi despertador hizo que abriera los ojos sobresaltada y haciendo que estirara el brazo apagando el bendito sonido que hacía que mis tímpanos se reventaran. En cuanto dejo de sonar me gire quedando bocabajo de la cama y poniendo una almohada sobre mi cabeza. Ahora que recuerdo todo, había sido solo un sueño. Quizás fue solo eso. Decidí incorporarme de la cama bostece y mire la hora del despertador, 9:45 am. Mis ojos se abrieron de la sorpresa al ver que ya era muy tarde-¡Demonios no otra vez!-genial era mi segundo día de empleo y de nuevo no llegaría a tiempo. Salte como pude (con mucha rapidez diría yo) de la cama y busque ropa limpia dentro de un cajón, me despoje de mi pijama y entre a la regadera, no espere a que esta se calentara ni un poco, abrí la llave y entre bajo el chorro de agua fría. Después de todo no era tan malo bañarse con agua fría de vez en cuando. Cerré mis ojos y me deje llevar por mis pensamientos, ¿habría sido solo un sueño y nada más?- pregunte entre mis adentros. Según yo era la primera vez que soñaba de esa manera pero lo que más me llamaba la atención era que parecía tan real-recorrí mi pecho con una de mis manos y por un momento pude sentir el filo de aquel cuchillo clavarse dentro de mí.- mejor no seguir pensando en eso. Cerré la llave y me enrede el cuerpo con una toalla me cambie lo más rápido que pude, tome mi bolso y las llaves asegurando mi apartamento, baje las escaleras con rapidez y me encamine hacia mi trabajo.

Mi trabajo no era la gran cosa pero almenos me permitía sostenerme en gastos en cuanto a servicios de luz, agua, teléfono, comida etc. soy empleada en un restaurante, mesera para ser exactos, llamado “Bo peep Bo peep”, si suena raro, pero al dueño se le ocurrió ponerle ese nombre ya que era el título de una de las canciones favoritas de su hija menor.

Al llegar di un suspiro al ver que aún no había gente- Maka! qué bien que has llegado-me recibió con los brazos abiertos y una sonrisa de lo más gentil mi amiga Tsubaki.

-jeje si lamento llegar tarde- no te preocupes, Ryu aún no ha llegado- me dijo al oído y sonriéndome. Por si no lo había mencionado, Ryu es el dueño del restaurante, es un poco antipático pero tratándolo es una buena persona.

-De acuerdo entonces me cambiare rápido para estar lista antes de que venga y me regañe de nuevo por llegar tarde. Tsubaki solo asintió y me regalo otra de sus típicas sonrisas que le alegran el día a cualquiera. Ella siempre era así y eso era lo que más me gustaba de ella, sonriente sin importar en qué circunstancias se encuentre, siempre solía decir las palabras adecuadas en el momento preciso y no solo eso, como amiga era incondicional. Mi mejor amiga podría decir.

-Parte de la mañana y el resto de la tarde había sido en general mucho movimiento, en resumen estaba agotada. Gire mi vista al reloj que se encontraba justo arriba de la entrada principal al restaurante. Casi las 7 de la noche “pronto me iré a casa “dije murmurando para mí misma. En ese momento la puerta se abrió y por ella entraba un chico de no más de 17 años de edad, me quede atónita al reconocerlo al instante “No puede ser” El…el…es…

Continuara…