DISCLAMIER: INUYASHA PERTENECE A RUMIKO-SENSEI Y HAGO ESTO SIN FINES DE LUCRO. EN BUSCA DE VENGANZA Francia, finales del siglo XVIII… Voy caminando por el bosque que se encuentra cubierto por un manto blanco, los arboles han dejado atrás su verde follaje, que sido remplazado por densas capas de nieve, es invierno, la época que más odio, pues en esta época mi familia fue brutalmente asesinada por los sirvientes del rey de los hombres lobo, aun mantengo frescos en mi memoria aquellos sucesos que marcaron mi vida… FLASH BACK Era mi cumpleaños número 13, me encontraba festejando con mi familia, mi pequeño hermano me abrazaba mientras mi abuelo y mi madre me cantaban ¡feliz cumpleaños!, estaba recibiendo los obsequios de mi familia, cuando escuchamos el aullido de lobos, seguido del sonido de cascos de caballos acercándose a nuestra casa, rápidamente mi madre me llevo a la parte trasera de la casa, para de ahí correr al establo, en cuanto llegamos, mi madre ensillo, con lo que a mí parecer fue velocidad sobrehumana, a mi yegua, Flicka, habiendo terminado su labor se volvió hacia mí, en su rostro podía verse el temor y la angustia, quise preguntar qué era lo que sucedía, pero su voz me lo impidió… -mi pequeña- mientras me hablaba de entre sus ropas saco lo que a mi parecer era una simple tela roja-esta capa te protegerá cuando más lo necesites, ya que al igual que tu, es muy especial, está hecha de pétalos de rosas ancestrales-en el momento en que me decía todo esto, me colocaba aquella capa- hija, por ahora nos tendremos que separar, pero recuerda que pronto estaremos juntas-tanto como de sus mejillas como de las mías, se veían lágrimas caer, no sabía por qué razón, ese "pronto nos volveremos a ver", nunca llegaría… -ve a parís, hay buscaras a la sacerdotisa Kaede, ella te enseñara todo lo que necesites para poder enfrentar tu destino- acto seguido me abrazo con fuerza y deposito un pequeño beso en mi frente, al separarnos, rápidamente me monto en Flicka- prométeme que serás muy fuerte y que pase lo que pase no te dejaras vencer- los aullidos se escuchaban más cerca- cumple con tu destino hija mía- -te lo prometo madre- fuertes ruidos se escucharon, su procedencia era el interior de mi hogar, aquellas personas de las que mi madre me estaba protegiendo habían llegado, sin perder más tiempo, mi madre golpeo fuertemente la parte trasera de la yegua, quien salió a todo galope con dirección al bosque, lo siguiente que vi fue a mi madre siendo llevada al interior de aquel que fue mi hogar, al estar en el bosque guie a Flicka hacia una colina desde la cual podía ver todo lo que sucedía en mi casa, pero sin llegar a ser vista, lo que vi fue algo que me marco para siempre, mi abuelo y mi hermano se encontraban arrodillados con algunos golpes en su rostro, pronto vi salir a mi madre del interior de la casa mientras forcejeaba encontrar de aquel ser repugnante que la tenia sujeta, la aventaron al suelo, frente al que parecía ser el líder, el cual después de unos momentos dio la orden de retirada, pero antes de irse los malditos decapitaron a toda mi familia, mi mundo se vino abajo, estaba sola en este mundo, pero tenía que ser fuerte, se lo había prometido a mi madre, no podía fallarle, di vuelta, de la capa roja se desprendían pequeños pétalos de rosas que iban borrando las huellas de mi caballo y con todo el dolor que sentía en esos momentos, me dirigí a París, en busca de aquella persona que me ayudaría a vengarme del maldito desgraciado que mato a mi familia… FIN FLASH BACK Tal como se lo prometí a mi madre, llegue donde Kaede, quien durante estos 7 años ha sido como una madre para mí, me cuido y protegió cuando más lo necesitaba, además de enseñarme todo lo que ahora se y necesito para poder enfrentarme al rey de los hombres lobo, pero deje de ser aquella niña sonriente y alegre, solamente pocos han conocido esa faceta mía desde la muerte de mi familia, me volví sombría, justo como la ropa que siempre uso lo único que da color a mi vestuario es la capa que me dio mi madre, sombras se pasean a mi alrededor, vigilándome… Salgo de mis pensamientos al notar que he llegado a un claro, ha caído la noche y la luna se muestra poderosa en el cielo estrellado y que frente de mi se encuentran docenas de Beowolves, que son lobos evolucionados pero incapaces de tomar apariencia humana. Sonrió, al parecer a su señor le han llegado las noticias de que exterminado a todo el ejercito que había mandado a capturarme, esto será divertido, una fuerte ráfaga de aire sopla al momento en el que tres de los Beowolves se acercan corriendo para atacarme con sus fauces y garras, sonrió internamente al momento de desaparecer de donde me encontraba parada, dejando en mi lugar una pequeña lluvia de pétalos rojo, confusión se muestra en sus ojos, tratan de localizarme, encontrándome en los aires, donde doy una voltereta para de la parte trasera de mi cinturón sacar a Crescent Rose, mi arma que ha sido un regalo de Kaede, al sacarla rápidamente deja su forma compacta para transformarse en un rifle de gran grosor, doy otra voltereta, para después dispararle en la cabeza a uno de esos repugnantes animales; la ventaja de estos animales es el poder moverse en dos patas pero eso no es problema para mí; caigo parada, pero después de dar el primer disparo, el resto de los Beowolves, se dejan venir en contra mía. "idiotas creen que podrán ganarme", otro disparo sale de mi arma dando nuevamente en la cabeza de uno de aquellos lobos, otro más se acerca, un salto y otro disparo sale dando de lleno en el costado, giro, doy otro salto y aprieto el gatillo, la bala da en el costado de otro más, la nieve comienza a tornarse de un tono carmesí, doy una marometa hacia atrás para luego levantarme mientras giro mi arma hasta que esta se despliega tomando la forma de una enorme guadaña, un Beowolve lanza un aullido para luego correr al lugar donde me encuentro, pobre iluso, un giro y lo atrapo entre mi cuerpo y el filo de la guadaña, trata de intimidarme mostrándome sus enormes colmillos, una sonrisa surca mi rostro, y eso es lo último que vio este Beowolve, pues después de la pequeña sonrisa jalo del gatillo mientras giro la guadaña y termino decapitándolo, la brisa sopla sacando de mi capa pétalos de rosas que al entrar al contacto con la piel de los lobos la desintegra, los demás lobos se han puesto furiosos, deciden atacarme todos juntos de una vez por todas, que idiotas, clavo la punta de mi arma mientras que del mango preparo el gatillo para comenzar a disparar, una, dos, tres, cuatro, cinco balas sales del cañón del arma todas y cada una dando en su objetivo, al querer disparar la sexta, uno de ellos llego hasta donde me encuentro, tratando de darme un zarpazo, brinco esquivando el golpe al tiempo que jalo el gatillo, matándolo y siendo lanzada hacia atrás por la fuerza del disparo, la punta de la guadaña deja un fino camino en la nieve mientras yo caigo parada sobre el mango de esta, más Beowolves llegan desde el bosque, al distraerme, uno trata de atacarme, pero rápidamente lo esquivo girando sobre el mango de mi arma. "rayos , no son demasiado fuertes pero son demasiados, tengo que acabar con esta pérdida de tiempo", otro se acerca, disparo con demasiada velocidad, con la misma fuerza del disparo soy recorrida, golpeo con la punta del mango al lobo que había esquivado, llega por detrás de mi otro, salto tomando a Crescent Rose y giro cortándolo por el estomago, el que había golpeado me ataca otra vez, pero queda en el intento, lo único que se escucha en el claro son disparos y aullidos, cortar, disparar, evadir, golpear, el número de lobos está disminuyendo, salto para alejarme un poco y poder recargar, pero me alcanzan en el aire, dando comienzo una batalla aérea, "diablos" me he quedado sin municiones, utilizo a una de las bestias para impulsarme hacia atrás, no sin antes darle fin a su vida, aterrizo siendo ayudada por mi arma. "genial", el que acabo de matar logro herirme, " esto duele a montones", lo han logrado me han hecho enojar, recargo mi arma, "esto se convertirá en una carnicería", preparo mi arma para salir corriendo a velocidad sobrehumana hacia los Beowolves, salto para usar la hoja de mi guadaña como si fuera una rueda, cortar, disparar y girar, todo el claro está quedando lleno de trozos y sangre de las bestias, un último giro y he acabado con todos, del impulso mi Crescent queda a mis espaldas, mientras veo caer los trozos de cuerpo junto los casquetes de bala. Unos aplausos llaman mi atención, veo a un joven completamente vestido de negro que sale detrás de unos árboles inmediatamente me pongo en pose de batalla. —wow, eso fue impresionante, nunca había visto a una mujer manejar también un arma, ¿no lo crees, hermano?- el joven que había salido primero volteo la mirada hacia los arboles de los que el apareció, otro joven igualmente vestido completamente de negro solo volteo un poco la mirada para observarme. —Hump- fue todo lo que dijo, por un momento su mirada me congelo por completo. — ¿Quiénes son? Y ¿Qué hacen aquí?- pregunte mientras hacía que Crescent volviera a su forma de rifle. — dios! Donde han quedado mis modales, bueno me presento, mi nombre es…
Me gusto tu fic, me intriga saber quienes son los que aparecieron, bueno mas bien todos no has mencionado el nombre de ninguno asi que solo me imagino de quien se trata por la tematica de la historia. Espero que actualices pronto
HOLA ya regrese con el siguiente capitulo, espero sea de su agrado. N/A: Bueno esta historia es enteramente mía, la tengo publicada en Fanfiction.net y en Fanfic.es bajo el seudonimo de valkyria_taisho. Disclamier: Ni Inuyasha ni sus personajes me pertenecen, son propiedad de Rumiko Takanashi. — ¡Dios! Donde han quedado mis modales, bueno me presento, mi nombre es Inuyasha- dijo el chico mientras se quitaba el sombrero, dejando al descubierto una cabellera plateada y unos ojos ámbar- y el simpático de allá- señalo al que se encontraba recargado en un árbol- es mi hermano Sesshomaru –el nombrado solo nos miraba de reojo-¿ahora esta habilidosa jovencita nos haría el honor de decirnos su nombre?- — mi nombre es Kagome- mientras bajaba la capucha de mi capa y me presentaba guarde mi arma, grave error, pues de la nada un Beowolve apareció dispuesto a atacarme pero el disparo de un arma me paralizo, al levantar la vista, la cual había bajado a causa del disparo, me encontré con la imagen de los hermanos con pistolas en mano- gracias- la verdad les agradecía el hecho de haberme ayudado, pues por presentarme baje la guardia, di media vuelta, dirigiéndome hasta donde se encontraba el animal que aun seguía con vida, al llegar a él, saque una pequeña daga de plata de mi cinturón, la cual encaje en su hombro, mientras me hincaba al lado de este, acto seguido comencé con el interrogatorio. — ¿Dónde se encuentra tu amo?- el animal aullaba del dolor que le causaba la daga, eso era lo que quería, que sintieran un poco del dolor que yo sentí-habla- le ordene mientras incrustaba un poco más la daga. -¡NUNCA!- este maldito ¿Qué se cree?- entonces no me sirves para nada-temor fue lo que vi en sus ojos-no espere, se lo d…- sus palabras fueron cortadas por el disparo que había recibido en la frente, al levantar la mirada para saber quien había sido el que dio por terminada la vida de esta bestia, me encontré con unos ojos dorados sumamente fríos. — ¿Por qué has hecho eso?- le pregunte sumamente enojada al momento de levantarme y sacar la daga del cuerpo sin vida del animal, pero el simplemente se giro sin darme una respuesta- ¡te estoy hablando!-nada, mientras tanto el otro chico, sino mal recuerdo se llama Inuyasha, solo me miraba sonriente, "desgraciado de mi no te burlas". — Pierdes tu tiempo- valla sino me lo dice ni cuenta me doy- es más fácil hacer que te responda la pared que Sesshomaru- suspire con cansancio, lentamente levante mi mirada para observar el cielo, estaba amaneciendo, tenía que darme prisa si quería llegar al atardecer, aun tengo mucho camino por recorrer hasta París. — Me he dado cuenta de ello- me coloque de nuevo la capucha y comencé a caminar rumbo al bosque, pero antes de llegar hasta el inicio de este me detuve para girarme hacia Inuyasha- con permiso- retome mi camino, pero la voz de aquel chico me detuvo- fue un placer haberla conocido- gire un poco mi rostro y emboce una pequeña sonrisa-me gustaría poder decir lo mismo- sin esperar respuesta seguí caminando como si nada… POV LOS SEXYS HERMANOS (Quetza: Tsuki ¡largo de aquí!, Tsuki: ¿Qué? Yo solo escribo la verdad, niégamelo, Quetza: esta bien tu ganas u.u, Tsuki: n.n) — ¿Queeeé?- ¿quién diablos se cree esa chiquilla tonta?-Feh- me cruce de brazos y me gire hacia Sesshomaru, pero este ya se encontraba montado sobre su caballo negro y avanzando rumbo a París. —Sesshomaru!, espérame!- le grite al momento de montar a mi caballo, pero como siempre fui ignorado totalmente… "Vaya que si era fuerte esa chiquilla" pensó con la mirada al frente mientras guiaba al caballo al sendero del bosque "y bastante hermosa" en ese momento callo en la cuenta de hacia dónde iban sus pensamientos "pero que rayos" dejando de lado aquellos inservibles pensamientos, como el los denomino, giro un poco la cabeza para ver como Inuyasha se acercaba hasta llegar a un lado de él. — ¿Qué piensas de esa chica Kagome?- le pregunte con cautela pues yo sabía que estaba molesto por haberlo desviado del camino sin un motivo aparente, pero bueno ¿Cuándo se tiene la posibilidad de ver una batalla como la que acabamos de presenciar? Y más cuando una de las combatientes es una mujer, muy hermosa por cierto, "rayos, debo evitar pasar mucho tiempo con Miroku". — Es fuerte, lo reconozco- "esto es una enorme sorpresa, Sesshomaru me acaba de responder" mis ojos se abrieron desmesuradamente, "Sesshomaru, el tipo más comunicativo del planeta, cruzo más de dos palabras conmigo además de que acababa de reconocer el trabajo de una mujer"- pero…- ya apareció el pero que siempre arruina las cosas- es muy impulsiva igual que tu- "ok eso fue golpe bajo"-seré impulsivo, pero es impulsividad nos ha ayudado muchas veces a salir de varios problemas- —Tal vez- le conteste con desgano- pero también nos ha metido en muchos problemas- lo mire de reojo para ver como se cubría la cara con su brazo- que malo eres conmigo hermano-otra vez con sus ridículas actuaciones, ya me tenían fastidiado- yo que solo trato de dar lo mejor de mí-me dijo mientras ponía cara de borrego a medio morir, si no pensara que rolar los ojos es tonto e infantil, lo haría- déjate de una vez por todas de esas estupideces- apresure el paso no tenía ganas de estar aguantando al estúpido de Inuyasha. POV Kagome. Ya casi es el atardecer, he llegado a las afueras de París, eso es bueno no me falta mucho para llegar a mi hogar. Voy caminando por las oscuras calles parisinas, las cuales se encuentran totalmente deshabitadas, eso es raro, pero qué más da, sigo caminando tranquilamente hasta que al pasar al lado de un callejón, cinco tipos salieron de este con navaja en mano, pude verlos gracias a la luz de la luna, seguí como si nada, pero uno de los tipos me cerro el paso. — Pero miren que tenemos aquí- decía el tipo que me cerró el paso, sus compañeros me rodearon sin darme la oportunidad de dar vuelta e ignorarlos- una jovencita que no respeta el toque de queda- se acercó cada vez más hasta quedar al punto de que su aliento me golpeaba la cara, que asco, el aroma a alcohol era bastante fuerte, dirigió una de sus manos al borde la capucha para descubrirme el rostro- valla que eres una jovencita muy hermosa, ¿qué haremos contigo?- su mano que seguía en la capucha viajo hasta mi mejilla y de ahí a uno de mis senos, este tipo está acabando con mi paciencia sino deja de tocarme conocerá muy pronto el infierno- jefe ¿qué le parece si la usa para satisfacerse?- como si yo me fuera a dejar. —No me parece mala idea, además después de mi ustedes la podrán utilizar también- mi paciencia había llegado al límite cuando ese tipo se atrevió a manosearme, pero antes de que yo llegara a golpearlo alguien se me había adelantado, dejando inconsciente al tipo. —Me parece que es de cobardes el tratar a una joven de esa manera- esa voz se me hacía conocida, mis sospechas se confirmaron cuando pude verle el rostro al que me había salvado- ¿no crees hermano?- mi mirada se posó en la persona que se encontraba atrás de Inuyasha viéndome fijamente. —mph- dios ¿Qué este tipo no sabe decir otra cosa que no sean monosílabos? — ¿Quiénes son ustedes?, lárguense si no quieren que les hagamos daño!- grito con navaja en mano el que se había atrevido a dar la idea de violarme siendo coreado por los demás. —no me hagan reír- esa voz tan suave y profunda pero a la vez fría y carente de sentimientos, me hizo buscar a su dueño encontrándome de frente con Sesshomaru, quien miraba con asco a los 4 hombres restantes. — hablo mu…muy enserio, la…lar…lárguense o no respondemos- la mano en la que sostenía la navaja temblaba notoriamente pero basto una mirada de Sesshomaru para que desistieran de su idea de enfrentarlos, así que tomando al tipo que estaba inconsciente, salieron corriendo, dejándonos solo a nosotros tres. — ¿Te encuentras bien?- era Inuyasha el que me hablaba. — eh?... así, si estoy bien- me gire hacia él pues le había dado la espalda para ver como salían despavoridos los hombres- valla que tu hermano puede ser intimidante- se suponía que aquello se debía de haber quedado como un simple pensamiento, pero al parecer no fue así, ya que Inuyasha comenzó a reír. —esa es una de sus especialidades- —¿ehh?...no yo… lo siento- en ese momento sentía mis mejillas arder pues el susodicho no había dejado de mirarme desde que llegaron-gracias por lo de hace un momento- —ni que lo digas- —¿A dónde se dirigen?- Sesshomaru me dio una mirada de esas que dicen "que te importa"-no es necesario contestar- dije rápidamente mientras una gota me recorría la nuca, Inuyasha se dio cuenta de la mirada que me dio Sesshomaru, así que apiadándose de mí, respondió mi pregunta. —no te preocupes, nos dirigimos donde la sacerdotisa Kaede- se dirigían al mismo lugar que yo, bueno eso se supone pues iban para el lado equivocado- espero nos volvamos a ver Kagome- se despidió Inuyasha al momento de montar su caballo mientras Sesshomaru solo bajo un poco la cabeza en señal de despedida, al comenzar a avanzar. —Sesshomaru, Inuyasha- los llame de forma suave, pero al parecer si me escucharon puesto que detuvieron su andar- van por el camino equivocado- lo siguiente que paso fue que Inuyasha termino en el suelo con un gran golpe en la cabeza. —¡maldito Sesshomaru! ¡Eso me dolió!-grito levantándose de un salto, Sesshomaru simplemente lo ignoro y dio vuelta acercándose a mí. — tu sabes en ¿qué dirección se encuentra la sacerdotisa?- solo asentí, su mirada me tenía atontada-entonces sube- me tendió una de sus manos para ayudarme a montar junto a él, un poco dudosa, la tome… POV SESSHOMARU Maldito Inuyasha, el idiota estaba completamente seguro de que íbamos en la dirección correcta, pero no, resulta que íbamos en la dirección equivocada. No pude evitar las ganas de darle un buen golpe, así que para descargar mi furia lo golpee fuertemente en la cabeza ocasionando que se cayera del caballo. —¡maldito Sesshomaru! ¡Eso me dolió!-me grito levantándose de un salto, mas sin embargo lo ignore por completo, gire el caballo en dirección de esa chica Kagome— tu sabes en ¿qué dirección se encuentra la sacerdotisa?-la vi asentir—entonces sube-le tendí una mano para ayudarla a subir al caballo, la vi dudar un poco, pero al final decidió tomar mi mano, desde la cual, al momento de entrar en contacto con la de ella, una corriente eléctrica, me recorrió completamente y creo que a ella le sucedió lo mismo, al haber terminado de ayudarla a subir y colocarse atrás de mi, voltee a ver a Inuyasha, quien ya había montado nuevamente. — ¿Hacia dónde?- le pregunte con la vista al frente, no me atrevía a verla. —hacia el este de la ciudad, yo iré guiando-asentí para comenzar a avanzar. Llevábamos un rato recorriendo la ciudad, comenzaba a hartarme hasta el punto de llegar a creer que esta chica no sabía la ubicación de la vieja sacerdotisa. —eh, Kagome ¿Cuánto falta para llegar?- pregunto Inuyasha desde atrás de nosotros. —no falta mucho, lo que sucede es que se encuentra casi a afueras de la ciudad-eso responde él porque estamos tardando en llegar, si no mal me equivoco de donde nos encontramos hasta las afueras de la ciudad no nos separa mucha distancia. —Sujétate- le doy la orden —¿Qué?, ¿Por qué?-demasiado tarde, ya he hecho que el caballo comience a galopar, al parecer se percato rápidamente de mis intenciones, pues se sujeto fuertemente de mi cintura y coloco su rostro en mi espalda, en ese momento sentí un ligero calor en el rostro, pero como siempre seguí imperturbable, o eso quería creer, ante el toque de Kagome. — ¡Sesshomaru! ¡Espérame!- como siempre Inuyasha se ha distraído y ahora trata de darme alcance. Ya habíamos llegado a las afueras de la ciudad, y en una colina se levantaba lo que parecía ser un templo, en las afueras de este se veían dos figuras pequeñas, una pelirroja y otra castaña, las cuales Kagome reconoció inmediatamente, pues bajo de un salto del caballo y corrió como alma que lleva el diablo hacia las figuras. POV NORMAL — ¡Shippo! ¡Rin!- los pequeños voltearon al escuchar que eran llamados por una voz bastante conocida para ellos. — ¡Kagome! ¡Señorita Kagome!- gritaron los niños corriendo hacia la figura femenina, abrazándola cuando llegaron donde ella- pequeños ¿Cómo han estado?, ¿se han portado bien?, ¿Dónde está nana Kaede?- les pregunto mientras los abrazaba fuertemente y depositaba un beso en cada mejilla de los niños. — Te hemos extrañado mucho-respondió el pequeño Shippo separándose un poco de la que consideraba su hermana mayor. — yo también los extrañe mucho pequeños, ¿Dónde está nana Kaede?- — Está dentro esperando tu llegada y la de otras personas- contesto la pequeña Rin con una sonrisa en los labios. —vayan adentro avisen a nana Kaede que ya he regresado- los pequeños corrieron obedeciendo las ordenes de la mayor. Al ver que los menores entraban al templo la pelinegra se giro hacia sus acompañantes— bienvenidos sean al Templo Shikon- dio media vuelta para entrar a la plaza del templo, pero al ver que no la seguían, giro un poco la cabeza-síganme- dicho esto volvió la mirada al frente para seguir avanzando, siendo seguida por los hermanos. Al entrar, Kagome se retiro la capucha de la capa para ver que frente a ellos se encontraba una mujer de edad avanzada, con rostro amable pero a la vez sabio, cabello largo y cano, vestía un traje de las sacerdotisas orientales, a los costados de esta se encontraban las dos pequeñas figuras de unos niños, una más alta que la otra, la más alta pertenecía a Shippo, un pequeño niño pelirrojo, de grandes ojos verdes y tez trigueña, la figura pequeña pertenecía a Rin, una pequeñita castaña bastante risueña y de grandes ojos cafés combinados perfectamente con una tez nívea. —Kagome, hija has regresado con bien- la anciana Kaede la abrazo, siendo correspondida en el acto, en ese instante se percato de las figuras masculinas que se encontraban atrás de su hija adoptiva. Lentamente se separo de ella para luego posicionarse a su lado viendo de frente a los jóvenes que los visitaban en aquella noche. — He de suponer que ustedes son los hermanos Taisho- los dos hermanos retiraron los sombreros que portaban dando paso a dos largas melenas plateadas sujetas en una coleta baja cada una, dos pares de ojos ámbar, aunque los del menor mostraban calidez mientras que los del mayor demostraban frialdad, ambos de tez nívea. — Supone bien sacerdotisa Kaede- el menor de los Taisho hizo una pequeña caravana en señal de respeto- mi nombre es Inuyasha y este que está a mi lado es mi hermano Sesshomaru- el mayor ante la mención de su nombre realizo la misma acción de Inuyasha. — Estamos aquí por órdenes de la santa orden- — lo sé- respondió rápidamente, se giro en dirección de los pequeños que se encontraban amenamente platicando con Kagome— Kagome, hija-la mayor volteo a verla— lleva a los pequeños a sus cuartos para que descansen, ya es muy tarde para que estén despiertos- la pelinegra solo asintió mientras tomaba las manos de los niños y los encaminaba a sus cuartos, pero antes de alejarse lo suficiente la voz de su madre la detuvo— al terminar nos alcanzas en el despacho- la chica retomo su camino. Al verla desaparecer por el pasillo, la mujer se volvió a los jóvenes— síganme por favor- retomando su postura original, la sacerdotisa comenzó a caminar al lado opuesto del pasillo por el que había desaparecido la chica pelinegra, siendo seguida por los Taisho.
Por favor, separa los párrafos. Es realmente incómodo leer si está todo pegado. Además de lucir anti-estético. Saludos.
Hola pasaba por aquí ^^ y que crees me gusto y me quede ^^ Me gusto mucho tu historia espero enormemente que la continúes se ve muy interesante, me llamo mucho la atención el escenario y como se desarrolla la historia^^ Sigue así!!! espero que la continúes aquí me tendrás como una lectora fiel xD Saludos!!! Hasta pronto ^^